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Boy Online por DoritoCoupleProductions

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Notas del capitulo:

Nuevo capítulo. Lleno de sorpresas, he de decir. Mirad las notas finales por si tenéis alguna duda al acabar :) — A.

— ¡Arriba, Nam Woohyun! Es hora de levantarse —Seulgi abrió las persianas a gritos mientras una sonrisa iluminaba su rostro al escuchar los quejidos somnolientos de su hijo, que se negaba a salir de su cama

—Lo sé, mamá, no me lo recuerdes. Quiero morirme.

— No seas exagerado, Azucarito. Solo hay que modificar ligeramente tu plan para conseguir al amor verdadero. Al final sí que eres gay, ¿ves cómo tu madre siempre tiene razón? Por lo menos ya has conocido a Princesk de manera oficial —dijo mientras se sentaba en la cama junto a él.

— ¡Mamá, que es un chico! No, peor, es Sungkyu. Sungkyu es Princesk. Soy idiota, estaba claro. Tú lo sabías, ¿cierto? No lo he querido ver y él se ha aprovechado y se ha burlado de mí. No me lo puedo creer —Woohyun soltó un largo suspiro tapándose luego la cara con la almohada para gruñir con fuerza.

Cerró los ojos y comenzó a rememorar lo sucedido la noche anterior. Cómo, tras lo que Dongwoo le había confesado, no había podido aguantar la vergüenza que sintió y había escapado sin darles más tiempo para explicaciones.

—Woohyun, tranquilo. Deberías haber esperado a que aclarase la situación. Tal vez no todo es como tú te lo imaginas. Deberías darle una oportunidad.

El chico se giró, dándole la espalda, a su madre que decidió levantarse y salir de la habitación, dándose por vencida y dejando reflexionar a su hijo.

— ¿Qué hago? —se preguntó Woohyun en cuanto se quedó solo, en un apenas audible susurro.

 

 

Se despertó sintiendo como un molesto sonido le taladraba la cabeza y no pudo evitar que una mueca de molestia cruzara su rostro. Intentó ignorar esa especie de pitido que sonaba casi junto a su oído, gruñendo al darse cuenta de que era, una canción de Madonna; Howon había vuelto a cogerle el móvil sin permiso. Pero finalmente se dio por vencido cuando la música volvió a comenzar tras unos segundos de paradisíaco silencio. Alargó el brazo para alcanzar el teléfono que sonaba en la mesilla como loco y aún sin dignarse a abrir los ojos se lo colocó sobre la oreja y descolgó la llamada.

— ¿Mm?

— ¡Sungkyu, hijo! —Esa voz le hizo despertarse por completo en unos segundos—. ¡Tu madre está de parto!

Sungkyu se incorporó en la cama, sonriente, pudiendo sentir la felicidad de la voz al otro lado de la línea.

— ¿En serio?

— Amor, pues claro. ¿Crees que bromearía con esto?

—VEN YA, IDIOTA. JODER, VOY A TENER UN BEBÉ —Pudo escuchar la voz de su madre de fondo, gritando enfadada, lo que le hizo sonreír aún más ampliamente.

— Ya voy, ya voy. Tú mantén a ese bebé dentro un poco más.

— Vale, ya sabes dónde estamos —susurró Youngmi, deseosa de que su hijo llegase lo antes posible.

 Antes de colgar, pudo captar un lejano 'Maldito niño...' que le provocó una carcajada. Se levantó veloz, pero tuvo que pararse un segundo cuando ya estaba en pie, ya que volvió a notar el dolor de cabeza que había olvidado mientras hablaba con su madre. Se vistió con demasiada lentitud para su gusto y decidió tomarse una aspirina. Se sorprendió al comprobar que su compañero seguía durmiendo y decidió dejarle una nota para aclararle donde estaría. Se echó un rápido vistazo en el espejo y a pesar de su evidente falta de sueño y su mal aspecto, decidió no molestarse siquiera en arreglarse, había cosas más importantes que hacer.

Cogió un taxi hasta el hospital y al llegar, preguntó por la habitación de su madre en recepción. Llegó, por fin junto a la pareja, Megan acostada sobre la camilla, agarrando con fuerza la mano de la otra.

— ¡Kyu! —saludó feliz Youngmi a su hijo, aunque sin poder acercarse a él ya que su mujer la mantenía agarrada a ella con fuerza.

— Tienes un aspecto horrible, Kim Sungkyu. Yo no te he educado para que salgas así por la calle. ¿Has dormido en casa, siquiera?

Sungkyu se acercó a la camilla y suspiró, sonriendo.

—Mamá, no creo que seas la más indicada para hablar de aspectos. No sé cómo mami no te ha dejado ya. Y sí que he dormido en casa, tranquila.

— Así que... Tu flor sigue intacta, eh.

Sungkyu no pudo evitar sonrojarse ante el comentario de su madre, que siempre parecía saber cómo avergonzarlo en casi cualquier situación.

— Cariño, no te metas con el niño, calla y respira profundo —le recomendó Youngmin con voz dulce, acariciándole la frente con su mano libre, a lo que esta asintió, cerrando los ojos.

— Ya hablaremos luego entonces de en qué has perdido el tiempo en vez de en haberte hecho un hombre ya de una vez por todas.

— Te echaba de menos, mamá —comentó Sungkyu agarrando la otra mano de su madre con una ligera sonrisa. Megan apretó suavemente la mano con cariño, devolviéndole la sonrisa con los ojos cerrados.

 

 

Cuando se levantó, horas más tarde, su madre ya no estaba. Se suponía que ese era su día libre, sin embargo, en el restaurante habían tenido una emergencia por lo que la necesitaban allí. Ya era casi mediodía y su cabeza seguía debatiendo sobre su último descubrimiento. Decidió comer algo mientras revisaba el blog, solo por si a Princesk, bueno, más bien a Sungkyu, se le había ocurrido subir algo. Al comprobar el blog seguía igual que la última vez que había entrado no supo ni cómo reaccionar. Tal vez sí debía hacerle caso a lo que su madre le recomendaba.

¿Para qué? No te servirá de nada, Woohyun. Has estado enamorado de una persona que no existe. Has perdido el tiempo.

No podía creérselo. No quería creérselo.

Cogió el móvil por primera vez desde la noche anterior y no se sorprendió al comprobar que tenía más de veinte llamadas y mensajes de sus amigos. No se molestó en contestar a nadie y volvió a guardarlo en su bolsillo. No aguantó más y optó por vestirse rápidamente y coger un bus. Necesitaba hablar con él.

Llegó tras lo que le pareció toda una vida y varios sentimientos inundaban su interior mientras subía en el ascensor hasta el piso del mayor. Había decidido no avisarle de que iba por si se asustaba y le decía que no fuera. Se paró frente a la puerta, dudando sobre si debía llamar o dar media vuelta e irse. Estaba de verdad dolido y cabreado y no sabía cómo podría reaccionar ante el pelirrojo.

—Bueno, ya he llegado hasta aquí, ¿no? —dijo para sí.

Por fin se atrevió a dar unos cuantos golpes con los nudillos en la madera, tal vez con demasiada fuerza. Ya estaba preparando mentalmente el discurso que pensaba soltarle a Sungkyu cuando de pronto fue Howon el que abrió la puerta, sorprendiéndose al ver quien esperaba al otro lado de la puerta.

— ¡Hey, Woohyun! O sea... Changhee. Bueno, hola. ¿Qué te trae por aquí? —Le saludó el menor sonriendo aunque claramente incómodo.

— ¿Está Sungkyu? —inquirió directo Woohyun, con firmeza.

—Ah... Pues no, lo siento. Ha tenido una emergencia. ¿Quieres pasar?

Woohyun suspiró, relajándose y asintió, entrando en cuanto Howon se hizo a un lado.

—Gracias —susurró Woohyun mientras se dirigía hasta el salón y se dejaba caer en el sofá.

— ¿Qué tal estás?—-preguntó el menor, sentándose en un sillón y mirando preocupado al otro.

—Bien, bien. He venido a aclarar las cosas con Sungkyu, pero si no está... En realidad no acabo de creérmelo, aunque es lo más lógico. ¿Cómo no me había dado cuenta? Tú lo sabías todo ya, ¿no?

—Lo siento... —contestó asintiendo y bajando la mirada.

—Da igual. ¿Va a tardar mucho en volver?

—No tengo ni idea. Su madre se ha puesto de parto. Quiero decir, una de sus madres. Tiene dos. Bueno, no creo que eso te importe. Solo no sé cuándo llegará. Como aún no me ha dicho nada, supongo que tardará en regresar.

—Vale...pues creo que es mejor que me vaya —dijo Woohyun, con intención de levantarse e irse.

— ¿No quieres hablar? —intentó pararlo Howon.

—No, no, no quiero molestar. Si él no está aquí, yo no pinto nada —dijo algo apenado, dándole un vistazo al piso dándose cuenta de lo silencioso y vacía que estaba—. ¿Estás solo? ¿Y Dongwoo?

—Es domingo. Día familiar. Yo... pensaba ver una película.

Woohyun había sentido hasta ese momento que Howon había permanecido tratándole de forma amable sólo porque sentía pena por él, pero al verlo en esa situación, el sentimiento fue mutuo, por lo que cambió de opinión respecto a lo de irse.

—Me quedo, pero yo elijo la peli. Tendrás alguna de Harry Potter, ¿no?

—Todas, si no me equivoco.

—Genial —dijo Woohyun, sonriendo de forma siniestra.

 

 

Sungkyu se levantó por quinta vez en la última hora, nervioso. Sus madres habían decidido que sería mejor que esperara fuera ya que él era una persona un tanto impresionable y, aunque en un principio él se negó, al final se vio obligado a irse cuando Megan le había empezado a gritar barbaridades en inglés que apenas pudo o quiso entender.

Se entretuvo un buen rato simplemente mirando hacia sus manos y pensando en nada. O más bien, en todo, aunque intentaba evitarlo. Recordó lo sucedido la noche anterior y ya no supo si reír o llorar. Ya podía irse olvidando de Woohyun.

Justo en ese momento notó como su móvil le vibraba en el interior del bolsillo y lo sacó curioso, pues no esperaba recibir nada de nadie. Nada más abrir el mensaje que, al parecer, le había mandado su compañero de piso, se sorprendió, y de nuevo, no supo cómo reaccionar.

El mensaje se trataba de una foto de Woohyun de perfil, sacada claramente sin que éste se hubiera dado cuenta, en la que salía sonriendo. Sungkyu no pudo evitar enternecerse con la imagen para luego reír con el texto que acompañaba a la foto:

 

“Sácame de aquí. Está obsesionado con Harry Potter, pretendoe que te esperemos viendo todas sus pelis. Vuelve ya, te necesito. Ariel, rescata a tu príncipe.”

 

Cuando estaba a punto de contestar al mensaje de su compañero, recibió otro, esta vez un vídeo. Estaba grabado desde la misma posición de la foto y se trataba de Woohyun diciendo cada diálogo en voz baja a la vez que en la peli. De repente se giraba y pillaba a Howon con las manos en la masa. Justo antes de acabarse el vídeo, se podía ver la cara enfadada de Namu mientras llevaba la mano hacia la cámara para taparla.  Cuando acabó, Sungkyu se dio cuenta de que se había mantenido sonriendo mientras lo veía y eso no le gustó. ¿Hasta qué punto le interesaba Woohyun? No lo tenía muy claro. No tenía ni idea, en realidad.

Por fin, decidió responder a su amigo.

“Lo siento, mi querido príncipe, pero madre se halla trayendo a mi hermano al mundo y debo permanecer junto a ella hasta que el ritual finalice. Disfruta.”

Acompañó el mensaje con una selfie en la que intentó sonreír con malicia pero que al final acabó siendo una simple sonrisa. Decidió dejar el móvil y se acercó a la puerta de la habitación de su madre y pegó la oreja aunque lo único que lograba escuchar eran gritos. El día se le estaba haciendo eterno y ya no podía aguantar las ganas de conocer por fin a su nuevo hermano.

 

Howon rio ante el último mensaje de Sungkyu y Woohyun le dirigió una mirada, curioso.

— ¿Qué pasa? ¿Me estás grabando de nuevo?

—No, pesado. No todo en este mundo gira a tu alrededor.

El mayor le dio un golpe con el puño cerrado al otro en el brazo, y éste se quejó y comenzó a frotarse en el lugar en el que había recibido el puñetazo.

—Era Sungkyu. Y creo que aún va a tardar.

Woohyun suspiró y volvió su rostro a la televisión en la que se seguía reproduciendo la película.

— ¿Debería irme, entonces?

—No, no es necesario. Sigamos con la peli —dijo Howon rápidamente al notar la tristeza en la voz del otro. Pocos minutos después su móvil vibró y un mensaje nuevo iluminó la pantalla. Volvía a ser Sungkyu, pero esta vez la foto era la de un bebé cuyos ojos estaban cerrados y que contaba con una fina pelusa rubia que cubría su cabeza.

Howon río y contestó:

“Enhorabuena por el bebé, ha sacado tus ojos, mi Ariel.”

Tras ver la foto del hermano de Sungkyu, el menor imaginó que ya no tardaría tanto en volver así que dejó que Woohyun siguiera con el maratón de películas. Sin embargo, el aburrimiento de tener que volver a verlas le obligó a pedirle auxilio a su novio. O tal vez, simplemente quería hablar con él.

Dongwoo no tardó demasiado en responder que ya no tenía nada que hacer y que podía ir a su piso si este quería. Howon aceptó, suspirando aliviado y feliz, e informó a Woohyun de que Dongwoo iría, pues también era un gran fan de Harry Potter, dato que no era del todo inventado.

Casi media hora después, en cuanto su pareja llegó a su piso, Howon no podía no estar verdaderamente contento. Lo recibió con un fuerte abrazo y le susurró un suave 'gracias' junto a la oreja, seguido por un desesperado 'ahora sácame de aquí'. Dongwoo rio ante la exageración de su novio y se acercó a saludar a Woohyun, de forma algo incómoda, como igualmente le había pasado con anterioridad a Howon.

—Chang... Woohyun —sonrió el menor—. Woohyun. Vamos a comprar la cena, ¿de acuerdo? Puedes quedarte aquí, viendo la peli, tranquilo. Volveremos antes de que te des cuenta —contó Howon, agarrando la mano de Dongwoo y arrastrándolo hacia la puerta que estaba a sus espaldas.

Y antes de poder responder, la pareja ya había salido por la puerta, dejando a un totalmente confuso Woohyun con la palabra en la boca.

Verdaderamente, la pareja, tenía pensado hacer lo que le habían dicho al otro, pero, sin apenas notarlo, había pasado casi una hora desde su salida, ya que, aunque habían ido a comprar, mucho tiempo lo utilizaron en pasear de un lado a otro simplemente disfrutando de la compañía del otro.

Cuando ya se dirigían de nuevo a casa, pues estaba anocheciendo, Howon volvió a recibir un mensaje de Sungkyu, informándole de que pasaría la noche con su familia y que ya se verían mañana. Al momento, ambos sintieron lástima por Woohyun, que había pasado y seguía pasando varias horas de espera para nada. Cuando llegaron, Howon se fue a la cocina a dejar la compra mientras Dongwoo se dirigía a contarle las nuevas a Woohyun cuando lo encontró dormido en el sofá. No pudo no sonreír ante el plácido rostro dormido del otro aunque justo en ese momento se movió y una mueca de molestia cruzó su expresión.

— ¡HOOOOOO...ya! —Su tono bajó cuando se percató de que si seguía gritando así, lo despertaría.

Justo en ese momento, Howon apareció a su lado y le miró con falso enfado fingido.

—Ya te he dicho que no quiero que me llames así, parece un nombre de mascota.

—Ah, ¿no lo eres? —Bromeó Dongwoo antes de echarle una mirada al cuerpo que dormía medio tumbado en el sofá—. Este se ha quedado sopa, y parece un poco incómodo.

— ¿Y ahora qué hacemos? —Inquirió Howon, mirando a Woohyun—. ¿Lo dejamos durmiendo aquí?

—No seas cruel, ese sofá es muy molesto. Ya lo hemos comprobado.

Los dos alzaron la mano a la vez, para chocarse las cinco, asustados en cuanto Woohyun se removió en su sueño por el sonido de choque entre sus palmas.

—Bueno, ¿entonces qué se te ocurre?

—Podemos llevarlo a la habitación de Sungkyu, total, no va a venir, ¿no?

Al menor pareció encendérsele una bombilla en la cabeza escuchando a su novio, aunque al segundo dudó de si esa era una buena idea.

— ¿De verdad crees que le va a dar igual dormir en la habitación de Kyu?

—Opino que es mejor eso a que duerma aquí y mañana no pueda ni levantarse porque le duele todo el cuerpo. ¿Y entonces quién lo aguantará? Yo no, que quede claro.

—Vale, vale, no te pongas tonto. Cógele de los pies, venga, vamos —indicó Howon, dejándose convencer por los argumentos del mayor. Le transportaron con el mayor cuidado posible, sin embargo, eso no evitó que se llevara algún que otro golpe con las paredes, pero por suerte, se había mantenido dormido. Lograron meterlo en cama y enseguida este encogió las piernas y se tapó hasta las orejas sin siquiera despertarse.

—Es como un bebé —dijo Dongwoo, riendo levemente.

—La verdad es que sí... Es como una práctica para el futuro.

— ¿A qué refieres? ¿Quieres que tengamos bebés? —preguntó el mayor comenzando a emocionarse.

—No sé por qué he dicho nada... —susurro Howon para sí mismo antes de suspirar y darse la vuelta seguido de cerca por Dongwoo que no desistía en su intento por hacer que su novio dijera lo que él quería oír.

 

 

 

—Sungkyu, ¿no crees que ya es muy tarde?

— ¿Y? Pienso quedarme aquí.

—Olvídate, señorito. Mañana tienes clase, así que ya puedes ir tirando para casa —dijo Megan, seria.

—Pero mamá...

—Nada de peros, ya tengo aquí a tu madre, no necesito nada más.

Youngmi sonrió ante la conversación de los dos sin hacer ningún comentario, pues sabía que su mujer iba a ganar y estaba de acuerdo con ella.

—De acuerdo... —terminó por rendirse y se levantó con la cabeza gacha, triste, intentando conmover a sus madres.

—Adiós, cariño. Pórtate bien. Te mantendremos informado —aseguró Youngmi, intentando mejorar el humor de su hijo.

—Vuelve cuando tengas novio, no quiero verte antes. Y no pases por callejones oscuros, no queremos que te violen.

—No queremos que te violen —dijo Sungkyu a la vez que su madre, con cara de fastidio—. Tranquila, mamá, lo sé. Os quiero, adiós. —Se despidió, saliendo por la puerta, una pequeña sonrisa iluminando su rostro. Sabía que su familia no era la más normal, pero no la cambiaría por nada del mundo.

Como ya era tarde, decidió pedir directamente un taxi, dándose cuenta de que el cansancio se empezaba a hacer presente en su cuerpo. Cerró los ojos y casi se había dormido en cuanto el taxista le avisó de que ya habían llegado. Sungkyu se lo agradeció avergonzado y le pagó rápidamente, dejándole una buena propina antes de subir a su piso, solo deseando meterse ya en cama.

Cuando entró, todo estaba oscuro y vacío. 'Normal, ya es muy tarde. Howon debe de estar durmiendo' pensó. Lo primero que hizo fue pasar por la cocina, animándose al ver que habían hecho cena y había sobrado lo suficiente como para calmar su desmesurada hambre, que solo hacía acrecentar su cansancio. Después de llenarse el estómago lo máximo que pudo y recogerlo todo, satisfecho, se dirigió a su cuarto, volviendo a recobrar el sueño que le había invadido de camino a casa.

Notas finales:

Como ya habréis supuesto, Sungkyu tiene dos madres: Youngmi, coreana y su madre biológica y Megan, canadiense y su madre 'adoptiva'. ¡Y ahora tiene un hermanito!

Veremos qué le depara a la recién ampliada familia Kim y a Woohyun. ¡Nos leemos el lunes! ¡No olvidéis comentar! — A.


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