Apoyó la cabeza en el tronco, trato de tranquilizarse un poco y cuando lo consiguió una oleada de temor lo derribó, ¿qué le diría a JunMyeon? ¿cómo le explicaría aquello a SeHun?, emitió un gruñido debido a su frustración, se recostó nuevamente en el suelo mientras observaba a lo lejos a un pequeño niño salir de la tienda más próxima a la cueva del alfa, su pequeño cuerpo se escurría rápidamente de su hogar y corría lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían con dirección al rio, ¡al rio!, se puso de pie rápidamente y corrió tratando de alcanzar al pequeño, nada le importo cuando derribó sin querer el montón de leña que reposaba a un lado de la cueva de LuHan. Cuando llegó al borde del pequeño bosquejo se detuvo para tratar de hallar al pequeño con su mirada lo cual le resulto un poco complicado pues los rayos del sol no lograban iluminar por completo aquel lugar, ¡crack! el sonido de la rama lo guió hasta encontrar a un pequeño de cuclillas frente a lo que parecía ser una madriguera de conejos, el pequeño vestía un vestido de piel de ciervo y llevaba botas hechas de cuero, su cabello era corto y su pequeño cuerpo levemente regordete era adorable. Se acercó al niño tratando de evitar hacer mucho ruido pues no quería asustarlo.
-Te escuché- Una suave y ronca voz lo sorprendió, ¿qué tenían estos niños que eran adorables en su totalidad?
-N-no voy a hacerte daño ¿deacuerdo?- El niño solo asintió con la cabeza, JongIn se acercó aún estando este de espaldas a él, se posicionó en cuclillas a su lado.
-Conejos- Cuando el niño giró su rostro a su dirección señalando con su pequeña mano a la familia de roedores que habitaban aquella conejera, fue como si alguien acabase de darle un golpe en el rostro, aquel pequeño era una réplica exacta de él, ver a aquel niño era verse así mismo cuando pequeño. JongIn quería llorar.
-¿Esta bien?- El pequeño ladeo lindamente su cabecita a un lado mientras emitía la pregunta, su voz era como una ligera caricia para el beta, por Selene, era su hijo, suyo y de KyungSoo. Ambos niños eran suyos, Ga-young y Taeoh eran aquellos bebes que el quiso matar. Aún temblando llevó su mano sobre la cabeza del pequeño y acaricio esta, mientras se mordía el labio inferior para no sollozar.
-E-estoy bien.
-¡Taeoh!
-Nona- Ambos niños intercambiaron miradas durante un leve lapso de tiempo, donde el niño rápidamente se puso de pie, era un poco más pequeño que su hermana, ambos eran perfectos.
-Ga-young
-Eres el hombre malo. Hiciste llorar a appa- Al finalizar de decir aquello la niña tomo entre su pequeña mano la de su hermano menor y lo alejó rápidamente de él, Taeoh giró su rostro mientras levantaba su manito haciendo una señal de despedida.
Estaba ansioso, sus manos sudaban y sus músculos estaban completamente tensos; volvió a golpear una vez más el tronco que ya se encontraba magullado debido a los golpes recibidos, sus nudillos sangraban con las espinas incrustadas en ellos- “Míos… Por eso somos prometidos”, “Míos… míos… míos”- ¡Maldito! Como se atrevía a llamar suyos a sus hijos. La cólera iba carcomiendo todo pensamiento, ¿cómo pudo ser tan ingenuo? Ga-young y Taeoh eran sus hijos, todo coincidía, el parecido de la pequeña a KyungSoo sin nada de parecido al otro beta, Taeoh era parecido a él, y todos en esa maldita manada lo sabían. Apoyó su frente contra el deplorable tronco y empezó a llorar abrazado a este, KyungSoo estaba vivo y sus hijos también, sollozó más fuerte al recordar sus egoístas pensamientos respecto a los niños. Su llanto incrementó a medida que recordaba todos los sucesos de dos años atrás, el rostro del omega cuando le pedía que no les hiciera daño, su miedo cuando le dio el último golpe que termino derribándolo y haciéndolo caer por el risco, el aullido del lobo. Nunca se había odiado como lo hacia ahora; sumado a ello estaba el claro desprecio y odio del omega hacia él, el recelo y la molestia que su hija Ga-young había mostrado para con él, seguramente Taeoh terminaría de igual manera. Cayó de rodillas al suelo sumido en su frustrante dolor. ¿Cómo reaccionaría TaeMin al saber que tenía dos hermanos? ¿SeHun permitiría que este cerca de su hijo? ¿KyungSoo contaría toda la verdad? ¿Lo echarían de la manada? Ahora no tenía respuestas a todas esas preguntas y francamente no podía hilar un correcto pensamiento estaba completamente apesadumbrado por el dolor y el remordimiento que lo carcomía por dentro.
Cuando abrió los ojos el cielo estaba ya oscureciendo, trato de incorporarse pero sus músculos estaban entumecidos por la mala posición que tubo al dormir, algunos músculos crujieron cuando al fin pudo levantarse. Solo y sin nadie a su alrededor contempló las primeras estrellas que empezaban a colarse en el firmamento, se quedó observándolas por un tiempo levemente largo a medida que iba reflexionando sobre lo que tendría que hacer, SeHun le había dicho que quería separarse aquello era de cierto modo un punto a su favor, podría ir tras KyungSoo, tratar de recuperarlo a él y a sus hijos, TaeMin era demasiado inocente y bueno estaba seguro que su adorado hijo aceptaría con facilidad y alegría a sus hermanos, pero primero debía afrontar las cosas, tenía que hablar con KyungSoo, pedirle perdón por su canallada; después tendría que hablar con SeHun seguidamente con JunMyeon y el resto de quienes conformaron MAMA, y al finalizar tendría que hacer frente a sus nuevos compañeros. Respirando hondamente trató de infundirse un poco de valor y caminó rumbo al encuentro de la manada.
Al llegar al pequeño valle todos los otros miembros estaban dispersos conversando entre ellos; observó como MinSeok y JongDae jugaban con los pequeños niños TaeMin reía estruendosamente a la vez que pellizcaba las mejillas de una sonriente Ga-young, Do Young estaba sentado observando tranquilamente a Taeoh, quien tenía entre sus manos una manzana a medio morder, sintió un extraño sentimiento de aprensión en su pecho al contemplar a sus tres hijos; un poco más alejado de ellos se encontraba SeHun quien hablaba amenamente con Tao, el omega tenía las mejillas levemente sonrojadas y a JongIn este empezaba a caerle muy bien; JunMyeon hablaba tranquilamente con el alfa y con YiXing, el beta noto como su antiguo alfa se mordía levemente el labio cuando observaba en dirección a MinSeok y JongDae, quizá alguno de aquellos dos omegas había captado la atención de su solitario amigo, arrugó el entrecejo cuando noto al alfa murmurar algo a lo cual JunMyeon solamente levantó los hombros y negó cansinamente, siguiendo la dirección de la mirada de YiFan logro observar a quienes se encontraban más alejados de todos ellos, ChanYeol parecía molesto y BaekHyun solo se limitaba a asentir con la cabeza a la vez que observaba tímidamente a los cachorros, JongIn no podía evitar sentir lastima por su hyung pues tenia conocimiento del deseo del mayor por tener cachorros a lo cual su pareja se negaba. Al girar su rostro en otra dirección se vio inmerso en unos enormes ojos que lo observaban, apretó sus manos en puños al notar la presencia de LuHan al lado del objeto de sus tormentos, KyungSoo asintió levemente a lo que sea que el otro beta le había dicho, despidiéndose luego y haciendo un ligero movimiento con la cabeza para que JongIn lo siguiera. Aquello lo desconcertó por completo, el omega siempre había sido bastante tímido ahora sin embargo era quien lo instaba a un encuentro.
Trato de no llamar la atención de ninguno de los otros miembros a la vez que tomaba un camino distinto para ir al lugar que el otro le había indicado, al igual que al pequeño Taeoh a KyungSoo parecía gustarle el bojedal, se internó en este siguiendo la pequeña silueta que se apreciaba delante suyo, caminaron en silencio hasta llegar a un pequeño claro, la luna brillaba sobre ellos y los rayos de esta se colaban por las ramas de los arboles, todo ello le daba cierto aire misterioso y fantasmal al lugar, o al menos eso le pareció al beta cuando metros delante suyo el omega giró sobre si y lo observó de frente, siendo iluminado por la luz de su diosa, si no supiese que KyungSoo estaba vivo, habría asociado aquella imagen a una de sus tantas pesadillas o a algunos de sus sueños donde el más pequeño solía aparecer frecuentemente, pues la visión era completamente hermosa y perturbadora. Llevado por la emoción y en un impulso propio de sus emociones caminó rápidamente hasta llegar junto al otro, envolviendo su pequeño cuerpo entre sus brazos, estrechándolo cada vez más cerca a su cuerpo, necesitaba sentirlo.
Con parsimonia fue alejándose del cuerpo pequeño llevando sus manos al rostro del omega, acariciando los rasgos suaves y hermosos de este, el otro sin embargo no emitía palabra alguna tampoco se movía solo se dejaba hacer a su antojo, aquello lejos de desconcertarlo o molestarlo le termino encantando pues el omega seguía siendo sumiso a sus toques. Despeino el cabello oscuro a la vez que se acercaba a inhalar el aroma que desprendía, besó ligeramente su cabeza mientras sus manos descendían por sus brazos, aferrándose a su cintura; volvió a alejarse del pequeño y enterró su rostro en el cuello del omega aspirando su adictivo aroma, gruño al morder levemente el cuello de este, quería marcarlo pero se contuvo pues no era el momento indicado.
-Sigues siendo hermoso- Sin esperar respuesta alguna a su comentario volvió a tomar entre sus manos el rostro del omega y aprisiono sus labios con los suyos, gimió al sentir el sabor del mayor cuando este le permitió ingresar a su boca. Poco a poco sus manos descendieron por el cuerpo del omega, apretando ligeramente sus hombros, sus brazos, sus manos y volviendo a aferrarse a su cintura a la vez que el beso se volvía más húmedo y demandante. Cuando empezaron a jadear debido a la falta de aire, JongIn buscó con la mirada el tronco más cercano a ellos y sosteniendo a KyungSoo de su cintura lo guió hasta colocarlo de espaldas al tronco hundiendo su rostro en el cuello del omega, dejando besos por doquier, mordió levemente la clavícula de este a la vez que sus manos apretaban la cintura del más pequeño, los jadeos de KyungSoo eran los sonidos más bellos y eróticos que había anhelado escuchar. Su mano derecha se instaló en la entrepierna del omega tocando su miembro ya erecto a través de su vestimenta de piel obteniendo así los gemidos que ansiaba escuchar. Volvió a besar los labios del omega, a la par que sus mano ingresaba por debajo del vestido, rozando la piel desnuda del más pequeño, en respuesta KyungSoo mordió su labio haciendo que el beta gruñera de satisfacción, seguidamente llevó su mano al trasero del omega apretando entre sus dedos la piel de este, empezó a restregar su miembro contra el del omega haciendo que ambos gimieran entre los besos, toco la entrada del omega con un dedo haciendo que este temblara en respuesta, poco a poco empezó a hundirlo en su estrechez; las manos de KyungSoo se aferraron a sus cabellos mientras botaba el rostro hacia atrás mordiéndose los labios para no gritar, era una imagen demasiado erótica para el beta, quien levantó ambos ropajes y empezó a frotar sus miembros desnudos entre si, hundió un segundo dedo a la par que con su otra mano sostenía al omega de sus cabellos y lo atraía hacia si nuevamente atacando sus labios, profanando ambas entradas del mayor. Empezó a simular embestidas con sus dedos, con su miembro y con su lengua, sabia que aquello enloquecía al omega, las uñas del más pequeño se aferraron a su espalda, soltó su cabello y sacó sus dedos de la entrada del mayor, tomo en sus brazos las piernas de este y las envolvió alrededor de su cadera, cuando observó el rostro sonrosado y los labios completamente rojos e hinchados de KyungSoo, JongIn tomó su miembro con una mano haciendo que rozara la entrada del mayor, ambos jadeaban debido a la excitación, acarició la mejilla del omega con su nariz haciendo que el otro abriera los ojos sorprendido, penetrándolo en ese instante. Gruño fuertemente al sentir su miembro ser apretado por la estrechez del omega, hundió su rostro en el cuello de su amante, se quedó inmóvil por un par de segundos re acostumbrándose a la entrada de KyungSoo, luego de permitirse un breve un descanso comenzó a penetrarlo suavemente, obteniendo quejidos de satisfacción por parte de ambos, poco a poco el vaivén de caderas se volvió más rápido y brusco. Tomo entre sus manos los suaves muslos del pequeño al tiempo que embestía más rápido en su interior, su estrechez era exquisita, sus jadeos se unían a los roncos gemidos del mayor. Terminó eyaculando en el interior del otro con entera satisfacción, momentos después KyungSoo manchó sus vientres con su semen. Extenuado por el reciente encuentro pegó su frente con la del mayor, jadeando y sonriendo beso los labios acorazonados que le encantaban.
KyungSoo lo empujó levemente con sus manos logrando que soltase sus piernas y pudiese pararse, el beta se alejó un poco del omega contemplando su belleza sudorosa.
-Esto es lo que querías ¿verdad?- La voz levemente más gruesa del omega rompió el silencio de la noche llevándose consigo la magia del momento.
-¿Verdad?
-Si, claro.. si, si por supuesto- No sabía que responder pues era cierto, desde el momento en el que volvió a ver al omega, había deseado volver a tenerlo entre sus brazos, fundirse en un mero disfrute de placer.
-Entonces ahora déjame en paz.
-¿Qué?
-No quiero que te acerques a mí, mucho menos a mis hijos- La voz dura y autoritaria de KyungSoo lo sorprendió, más aún la orden y el claro tono demandante de su voz, ¿qué demonios?
-También son míos.
-Eso no es cierto- Los ojos del omega brillaban refulgentes de chispas de cólera, notó como su pequeño cuerpo se tensaba.
-No soy ciego KyungSoo, Ga-young y Taeoh son mis hijos.
-Solo tienes un hijo y es TaeMin.
-Maldición, deja de negarlo ellos también son mis hijos… contigo.
- Hace dos años tú mataste a nuestros hijos ¿acaso lo olvidas?- El omega sonrió socarronamente a la vez que negaba con la cabeza. Sintió una punzada dolorosa en el centro del pecho.
-KyungSoo, por… por favor
-No te quiero cerca de nosotros, no tienes derecho alguno sobre ellos. Nos mataste hace dos años, no olvides eso Kim JongIn.
El sonido de los pasos lentos y taciturnos del omega se desvanecieron en el aire juntamente con su absurda ilusión de haberlo recuperado, había sido un completo idiota al creer que al haber sido correspondido por el mayor este le había perdonado o siquiera había considerado hacerlo. Cayó en cuenta que la verdadera lucha por recuperar a KyungSoo iba ser peleada contra el mismo KyungSoo y aquello lo empezaba a desesperar, además estaban sus hijos de por medio y JongIn quería tenerlos a los tres.
¡Slash! Su rostro giró debido al golpe que acababa de recibir por parte de SeHun, se llevó la mano al lugar dañado observando el rostro crispado en furia de quien aún era su compañero.
-¡Maldito infeliz! ¡Cuando! Dime cuando te revolcaste con ese- El beta de piel pálida tenía la mirada fija en la suya con las mejillas totalmente rojas, JongIn nunca lo había visto tan molesto.
-SeHun por favor, déjame explicarte
-No me vas a explicar ¡nada! ¿Me entiendes? Nada, ahora responde, ¿cuándo te revolcaste con ese miserable hombrecito?
-¡No lo llames así!
-Yo lo llamo como quiero. Ahora vete, ¡vete! No quiero verte, no quiero que te acerques a mi hijo, ve y busca a tu perra y quédate con tus bastardos.
-¡Cállate! Insúltame a mí pero no te permito que lo llames así mucho menos que te refieras a mis hijos de esa manera.
-Oh pero que noble resultaste ser, tú pequeña escoria- El dedo índice del menor se hundía en su pecho a la vez que lo golpeaba con él.
-SeHun, por favor hablemos.
-Dime JongIn, ¿cómo se llama a los tipos de su calaña y a los niños que nacen fuera del matrimonio? – Los ojos de SeHun estaban rojos inyectados de ira, llenos de lágrimas- ¡Dime!
-Lo conocí antes de que nos casáramos.
-Eso no cambia las cosas, sigue siendo un…
-Él no sabía de tu existencia, se entero tiempo después de que comenzamos a frecuentarnos.
-No te creo ¿y los niños JongIn? Me vas a decir que él nunca te dijo que estaba preñado, por favor, es por necesidad, por mera supervivencia que todo lobo cambia forma preñado necesita estar junto a su pareja.
-El me lo dijo, pero…. Pero yo creía que estaban muertos.
-¿Qué? ¿te mintió? JongIn eso es absurdo, esta es la excusa más patética que pudiste inventar para tratar de limpiar “la honra” de tu amante. Tú y él no son más que bazofia juntamente con esos…
-Yo intente matarlo a él y a los bebes, cuando KyungSoo aún estaba preñado.
Pudo mirar la sorpresa reflejada en las orbes contrarias, SeHun retrocedió dos pasos buscando alejarse de él, mientras se llevaba las manos a la cabeza y despeinaba su cabello castaño.
-Que tú ¿qué?- JongIn bajó la cabeza debido a la vergüenza.
-Lo hice.
-No, no quiero que te acerques a TaeMin.
-SeHun, escúchame… no puedes impedir que este cerca de mi hijo, SeHun….
-No te quiero cerca de mi hijo. JongIn eres un monstruo.