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Regret por Cinnamon Chicken

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Notas del capitulo:

Espero disfruten el capítulo

La cena transcurría casi en un sepulcral silencio con leves intentos de crear un ambiente ameno por parte de JongDae quien curiosamente se mostraba tímido cuando JunMyeon correspondía a su intento de conversación quedándose mudo y así volviendo el silencio. YiXing no se encontraba con ellos y el alfa se mostraba con el semblante alicaído y un poco molesto, LuHan no dejaba de observar a KyungSoo y echar miradas mal disimuladas a JongIn, quien trataba de no elevar la mirada para no toparse con ninguna de las demás mucho menos la de KyungSoo, se sentía sumamente avergonzado, TaeMin comía en silencio sentado sobre las piernas de su padre, JongIn, SeHun solía emitir continuos respiros cansados mientras a su lado Tao tocaba tímidamente su mano por debajo de la mesa, BaekHyun trataba de alimentar al pequeño Do Young, GaYoung comía tranquilamente sobre las piernas de su padre, Taeoh tampoco había ido a cenar esa noche. MinSeok y ChanYeol no estaban presentes.


Cuando todos acabaron de cenar y antes de que pudiesen retirarse YiFan llamó a JongIn para que pudiesen hablar un momento, el beta siguió al alfa con un pequeño temblor acompañando sus pasos.


- JongIn eres consciente de lo que ocurre aquí, ¿verdad?


El beta solo se limitó a asentir con la cabeza, quizá había llegado el momento de ser echado de la manada.


-Yo tengo un pequeño conocimiento de los hechos ocurridos años atrás, realmente nunca ahonde demasiado por respeto a KyungSoo y a sus hijos, YiXing por el contrario fue quien se involucro mucho con él y los pequeños. No soy yo quien ha de juzgarte por los errores que cometiste antes tampoco YiXing ni ningún otro miembro a excepción de KyungSoo y si decide contarles todos los sucesos a los niños, ellos también. Sé que temes ser echado de la manada y aunque en un momento lo considere fue el propio KyungSoo quien me pidió meditarlo y fue tu actitud quien hizo que no lo haga. Estoy seguro que todos en la manada saben que eres el padre de los pequeños, pues tu parecido con Taeoh es innegable además GaYoung tiene pequeños rasgos tuyos; pero puedes respirar tranquilo pues ninguno de ellos aparte de mi y de mi esposo, saben lo que ocurrió.


El beta gimoteó un poco enormemente agradecido por las palabras pronunciadas, conmovido por el actuar del pequeño omega, temeroso del rencor que sus hijos podrían expresarle, impotente por saberse merecedor del mismo.


-Sabes JongIn, me haces recordar a mi padre.


Elevó al fin la mirada presa de la sorpresa ante la confesión de su alfa.


-Mi padre es Wu HanGeng.


-¡El Gran Alfa de la manada de Beijing!


-El mismo, mi padre cometió muchos errores cuando era joven e impulsivo, como tú, como ChanYeol, ciertamente ambos me recuerdan a él, tú en tu impulsividad y tu actuar temerario sin temor alguno, en tu egoísmo, o bueno en el muchacho egoísta que fuiste, ChanYeol por el contrario se parece más a él, sus tratos carentes de cariño por sus parejas, sus miradas vacías al observarlas. HanGeng solía maltratar a mi madre, solía golpearla continuamente, él la engañaba con cualquier loba o lobo que se le insinuara y mamá nunca decía nada, ella aceptaba todo lo que él hacía con ella, mamá perdió su voluntad, era casi un objeto inanimado de mi padre, a veces parecía ser solo una más de sus reliquias, Song Qian, mi madre, era la más preciada y la más hermosa de sus joyas. Mamá le perdonó demasiadas cosas pero cuando nací supongo que algo cambio en ella, seguía sufriendo el maltrato de HanGeng pero cuando tenía cinco años él me pegó mamá se dejó doblegar por su loba interior y me defendió, las cosas empezaron a cambiar desde allí… por un tiempo fuimos la familia feliz, hasta que cumplí los ocho años, HanGeng volvió a su conducta anterior, a sus maltratos hacia mamá y también hacia mi. Fue una noche que mamá llegó sangrando a mi habitación, su precioso rostro estaba manchado con sangre, su labio inferior estaba partido y la nívea piel de sus brazos estaba teñida con puntos púrpuras, él la había golpeado porque lo había descubierto con su amante, HeeChul, ella le recriminó y bueno las cosas tomaron el mismo rumbo que meses atrás se había iniciado, cuando logró huir del monstruo  en el cual se había transformado, corrió a mi tienda me tomó entre sus manos y huimos lejos de aquel lugar. Estuvimos escondiéndonos por casi tres meses hasta que llegamos al Tíbet donde conocimos al monje SiWon quien nos brindó ayuda, nos dio un techo y una cama donde descansar, nos dio alimentos y ayudó a mamá a curar sus heridas internas, aquellas que llevas en el alma, también me ayudó a mi.


Estuvimos refugiados allí casi cinco años hasta que mamá decidió que ya podíamos partir, el monje SiWon fue un enviado de su dios, para mi fue un hijo de Selene, aún a pesar de ser solo un humano y teniendo conocimiento de nuestra naturaleza nos brindó toda la ayuda que pudo junto a sus otros hermanos. Cuando abandonamos aquel templo budista creí que caminaríamos sin rumbo pero no tuve miedo pues sabía que podía cuidar a mi madre, nos teníamos el uno al otro y eso bastaba; pero mamá tenía otros planes, durante el tiempo que vivimos en el templo habíamos conocido a otras personas que al igual que nosotros sufrieron maltrato, o personas que necesitaban encontrar paz interior, mamá viajó a Zhangza donde con ayuda de algunas personas comunes creó un refugio para mujeres maltratadas, dos años después dejó aquel lugar a cargo de Sulli, una muy buena amiga de mi madre, después regresamos a los bosques donde nos reunimos con algunos omegas, mujeres y varones que sufrieron maltrato y mamá creó el primer refugio para omegas maltratados y es allí donde actualmente reside.


Años después me encontré con mi padre, quien me rogó y lloro implorándome que le diga donde se encontraba ella, nunca se lo dije pues era una promesa hecha entre mi madre y yo, tiempo después volvimos a vernos y él me comentó que había encontrado a mamá, pero había decidido no interferir en su vida, así que solo se limita a cuidar de ella, de todos los omegas y  los hijos de estos que se encuentran en el refugio, desde las sombras, se que tiene un escuadrón especifico para tal labor, lo cual agradezco pues a pesar de que los omegas son más fuertes que muchos de los betas y alfas su fuerza física suele ser menor.


Creo en las oportunidades de la vida y en los cambios pues he sido testigo de ellos, lo vi en mi madre, en mi padre y en mi, por eso creo en ti JongIn y quiero creer en ChanYeol.    


Le propuse a KyungSoo ir allí pero nos habíamos encariñado todos con el y los pequeños y ellos con nosotros que no se marchó, supongo que por algo suceden las cosas ¿no lo crees?


Asintió levemente con la cabeza, el alfa le sonrió y se marchó dejándolo solo, meditando con sus palabras. Las cosas, los sucesos que ocurren a través de nuestras vidas siempre tienen un porque ¿verdad? Y de no ser así ¿por qué ocurren? Él había cambiado mucho, vivía con temor y remordimiento por lo que le hizo a KyungSoo y a los cachorros que llevaba en su vientre, el cambió demasiado cuando supo que TaeMin nacería, su vida había dado grandes giros ocasionando que el fuse quien era ahora, quizá había sido el destino o Selene quien decidió darle una oportunidad manteniendo a KyungSoo cerca suyo, haciendo que sus caminos volvieran a cruzarse y junto a ellos sus hijos.


Camino de regreso a su tienda escuchó un pequeño gemido provenir de uno grupo de arbustos, creyendo que podría ser alguien herido, lo cual le resultó extraño, se aproximó hasta este quedándose petrificado al observar a la pareja que se encontraba presa de la lujuria, ahogó un gemido de sorpresa al darse cuenta quien era el beta que estaba poseyendo a aquel omega. Se alejó en silencio y apresuradamente, evitando ser escuchado o visto por alguno de aquellos dos.


Aquella noche durmió tranquilamente, suspirando lleno de esperanza y ensoñación. Después de muchos años no soñó con nada, ni siquiera con el omega que sobrecogía su corazón.


 


Se despertó temprano juntamente con el alba, TaeMin había pasado la noche junto a su padre SeHun y a la pareja de este, Tao, razón por la cual se encontró solo en su tienda, se levantó con lentitud, estiró su cuerpo para aliviar la tensión de sus músculos, envolvió su esbelto cuerpo con una manta delgada, tomó su ropa y salió de la tienda rumbo al río, a pesar del frío de la temporada el sol había decidido salir aquel día y se dispuso a aprovecharlo. Bajaba el frondoso bosque hasta su destino cuando oyó la suave voz de KyungSoo opacar el ruido del agua al correr, se acercó lentamente oculto tras algunos árboles que rodeaban la orilla del río, sus ojos se ampliaron al observar la espalda desnuda del omega, su sangre hirvió al contemplar la suavidad de aquella piel que lo seducía, tragó seco presa del deseo que el otro despertaba en él. Se quedó oculto observando el baño que tomaba KyungSoo, acariciando la piel que se exponía con sus ojos, sin querer pisó fuertemente una rama traidora que llamó la atención del bañista, deteniendo su canto, cubriéndose con el agua completamente, como si aquella pudiese cubrir su desnudez, sonrió ante su inocencia y salió de su escondite.


Los ojos del omega siguieron cada uno de sus pasos, podía sentir su potente mirada sobre él, se alejó lo conveniente de KyungSoo dejando la prenda que lo cubría sobre el pasto seco en la orilla, caminó hasta llegar al río brindándole al otro una perfecta vista de su desnudez, el agua estaba casi totalmente fría, se apoyó en una gran roca mientras giraba su cuerpo atrapando con su mirada el rostro sonrojado del otro quien al verse descubierto giró su rostro.


-¿Q-qué haces aquí?


-Vengo por un baño, hyung.


Las mejillas de KyungSoo se colorearon aun más cuando el beta empezó a mojar su pecho con el agua sin quitar la mirada de los ojos del mayor, JongIn sabía lo que su cuerpo ocasionaba en otros especialmente en el hermoso muchacho que ahora se mordía levemente los labios.


-¿Podrías ayudarme a lavar mi espalda?- Su voz sonó más ronca de lo que esperaba pero su deseo comenzaba a consumirlo, sin embargo KyungSoo giró el cuerpo dispuesto a marcharse, antes de que saliera del rio JongIn acortó la  distancia entre ellos y rodeó su pecho con sus brazos quedando juntos, su pecho quemaba al contacto con la espalda del omega, se acercó a su oreja.


-Gracias- susurró suavemente en esta y luego beso el lóbulo de la misma, sonriendo felizmente al percibir el ligero temblor en el cuerpo ajeno.


-¿P-por qué?- KyungSoo giró el rostro levemente mostrando su mejilla sonrojada, sus labios rojos e hinchados por haberlos mordido antes tentaban a JongIn.


-Por decirle al alfa que medite no echarme- Sostuvieron sus miradas un segundo más antes de encontrarse sumidos en un beso ardiente, un beso necesitado, donde se devoraban mutuamente, mordiendo, succionando los labios contrarios, giró al omega entre sus brazos quedando de frente, besándolo mejor. Cuando el aire les fue necesario bajó la cabeza al cuello de KyungSoo depositando suaves besos por el largo de este, sus manos acariciaron sus costados hasta llegar a su cintura apresándola con sus brazos, succionó un pedazo de piel del cuello del mayor y KyungSoo gimió envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.


El cielo había empezado a nublarse cuando el terminó de apoyar a KyungSoo en la roca donde antes había estado apoyado él, mordió una tetilla del omega mientras este enredaba una mano en su cabello mientras con la otra cubría su boca para evitar dejar salir ruidos fuertes, JongIn tomó con su mano derecha el miembro del mayor empezando a masturbarlo a la par que su lengua jugaba con los pezones del omega, descendió besando el pecho y el vientre de KyungSoo notando una pequeña cicatriz en su lado derecho, beso más cada línea de aquella cicatriz sabiendo que fue debido al nacimiento de sus hijos, descendió más hasta tomar entre sus manos el miembro erecto del omega que lo observaba con los ojos entrecerrados y la boca jadeante, aprisionó el pequeño y suave miembro del menor con sus labios, succionando levemente el glande, KyungSoo tuvo que morder sus labios para no gritar, volvió a succionarlo una vez mas hasta que trato de tragar el miembro por completo disfrutando de la felación que le otorgaba a KyungSoo, tomó las piernas del omega y las posicionó sobre sus hombros para una mejor posición y lamió los testículos de este acercándose al lugar que deseaba tocar.


-KyungSoo- La molesta voz de LuHan detuvo las inquietas manos del omega sobre su cabeza, bajando sus piernas lo más rápido que su ensimismamiento y su lujuria le permitían, KyungSoo se alejó de él, corrió a la orilla y se cubrió con su ropaje de cuero, subió apresuradamente y ya en la cima al inicio del camino de retorno a la manada giró su rostro sonrojado hacia el lugar donde se encontraba el beta. 


Golpeó molesto la piedra ocasionando que sus nudillos sangraran un poco, recargó su cabeza sobre la misma y sonrió al recordar las mejillas rojas y la tenue e insegura sonrisa que el mayor le entregó antes de marcharse. Quizá las cosas si sucedían por algo. 

Notas finales:

Besitos unicornianos :3 <3


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