El día había sido bastante molesto para él, comenzando con la absurda noticia del embarazo de KyungSoo, después la llamada de atención de un muy molesto JunMyeon y para empeorar su estado anímico los reclamos de SeHun, necesitaba quitarse todo el estrés o por lo menos tratar que este disminuyera pero cada vez que lograba encontrar una manera de relajarse recordaba al pequeño lobo y su condición. JongIn había tratado de hallar alguna solución incluso pensó en buscar a BaekHyun el único omega de su manada y pareja de ChanYeol, preguntarle si alguna vez había quedado preñado y de ser así que había hecho para deshacerse del problema, pero lo meditó bien y llegó a la conclusión que aquello era un absurdo pues BaekHyun sería incapaz de hacer algo así, después de todo aún cuando el omega fue tomado por todos ellos nunca quedó preñado y sabía que ChanYeol no quería cachorros, JongIn estaba convencido que el beta no amaba al omega y sólo lo había reclamado cegado por la lujuria que este le despertaba, por ello compadecía a su hyung omega pues este si amaba al beta.
La rama crujió entre sus dedos al ser doblada y rota por ellos, había salido a recolectar un poco de leña como castigo por la falta cometida, al verse transformado en lobo emprendió una gran carrera, lejos muy lejos del territorio de la manada, en aquel desolado y frio paraje ubicado entre el límite de dos extensos territorios JongIn se permitió transformarse en humano y gritar fuertemente tratando así de sacar un poco su enojo y su cólera hacia el lobo forastero por ser tan descuidado e ingenuo. Luego de estar gritando y pateando piedras por mucho tiempo, se sentó cerca del acantilado y se quedó observando la profundidad de este, observó el rio que cruzaba por debajo de aquella montaña, seguramente sus aguas sería gélidas y una caída desde aquel lugar sería fatal, no habría una caída limpia sino todo lo contrario, la topografía del lugar era rocosa, si tropezara por casualidad seguramente moriría producto de los golpes que sufriría con las rocas y el terreno eriazo pero si por suerte lograba sobrevivir a aquello lo más probable es que moriría ahogado en el rio, nadie podría encontrar su cuerpo, nadie jamás podría imaginar que allí murió, nadie sabría que KyungSoo alguna vez existió.
Luego de regresar al bosque y recolectar algunos troncos como leña, llegó a su manada totalmente renovado, con el ánimo mejorado y una enorme sonrisa en su rostro pues ya tenía la solución perfecta para su pequeño desliz.
-Estas feliz pequeño, ¿sucedió algo bueno por allá?
-Nada importante ¿cómo estas tú Baek hyung?
BaekHyun era un lobo omega bastante bonito, con ojos pequeños de mirada pícara, labios delgados y finos, su rostro era muy delicado, de complexión delgada pero con unas piernas preciosas, llenas en los muslos y con un bonito derrier, si, a JongIn le gustaba apreciar la belleza, y si se sumaba a todo ello su enérgica y vibrante personalidad BaekHyun era perfecto, lástima que ya fuese reclamado por otro.
-Cansado, realmente SeHun y tú deben casarse ya, así solo debo preocuparme por cocinar para el alfa y ChanYeol, es más JunMyeon debería conseguirse una pareja.
-Vamos hyung ¿realmente crees que SeHun cocine algo?
Ambos lobos se miraron cómplices y rieron pues SeHun era un niño mimado, pero demasiado hermoso y entre ambos era el lobo de piel clara quien tenía una actitud sumisa. Ambos habían sido bastante unidos pues eran los menores de la manada pero al ser SeHun el menor de todos era constantemente engreído por el alfa y por BaekHyun, JongIn solía molestarse con los berrinches infantiles que solía hacer para llamar la atención, pero perdonaba aquel defecto por su hermosura y su trato a él, SeHun sabía darle placer de distintas maneras por tal razón estaba decidido a tomarlo, además ya estaban en edad casadera y JunMyeon no hablaba nada de hacer alguna alianza con alguna otra manada de lobos que tuviesen omegas y JongIn quería satisfacer sus necesidades y SeHun también, habían tenido un tiempo libre de compromisos proporcionándose placer mutuamente hasta que el alfa los descubrió y los obligó a comprometerse.
En el transcurso del día estuvo más relajado debido a que ya tenía la solución perfecta a su problema, el único inconveniente era cuando, pues esto debía ser lo más antes posible, mientras menos tiempo transcurriera mejor.
Pasaron cinco días sin que pudiese ir a ver al lobo forastero, pero había notado dos días un mechón de pelo similar al de KyungSoo por los alrededores de la manada y aquello lo molestó demasiado, gracias a su diosa que fue el único que se dio cuenta de aquello. Seguramente el pequeño lobo estaba inquieto por su ausencia razón por la cual no lo culpaba, pero le molestaba que siquiera pensase ir a buscarlo. La mañana del domingo se apresuró a salir rápidamente de la manada e ir al encuentro del mayor, debía deshacerse de aquel y del producto de su aventura.
Llegó a la cueva del lobo forastero y se quedó observando tras el mismo matorral en el cual se encontraba la primera vez que lo vio, igual que aquel día el lobo salió de su cueva pero en esta ocasión estaba en forma humana, JongIn no pudo evitar suspirar quedamente al contemplar la hermosura del otro, si se hubiesen conocido antes quizá podría haberlo tomado como pareja, KyungSoo representaba todo lo que le atraía en alguien, su delicado cuerpo, su tersa piel y su perfecta sumisión; era una verdadera lástima que lo conociera luego de su compromiso con SeHun, además que este también le atraía y él ya había dado su palabra de tomar como pareja al beta. Sonrió cuando observó al omega acercarse a su escondite.
-JongIn- Su sonrisa era preciosa, con sus bellos labios regordetes formando un lindo corazón, incluso su rostro parecía más luminoso, seguramente debido al embarazo. Ante este pensamiento sintió un retortijón en el estómago.
-Volviste, creí que no querías verme más. Tenía miedo.
-Y por eso fuiste a buscarme ¿no es así?- Salió detrás de los matorrales y acarició la cabeza del más pequeño- Fue arriesgado, no debiste hacerlo.
-Lo siento.
-No importa, no habrá necesidad de hacerlo nuevamente.
-¿En serio? Oh por Selene*, ¿me llevarás a tu manada?
-Si, pero debemos ir a su encuentro pues partieron hoy. Mi alfa me permitió venir a buscarte y luego darles alcance ¿podrás ir?- El mayor llevó sus manos a su vientre, los omegas varones cuando quedaban preñados debían tener mucho cuidado pues su embarazo era delicado, nada de gravedad pero debían cuidarse para mantener en buen estado a sus cachorros.
-Puedo hacerlo.
Volvió a besar sus labios, tomó entre sus dientes el labio superior del sumiso pues adoraba morder suavemente aquel, le volvía loco los gemidos que profería el más pequeño, su cuerpo era extremadamente sensible y respondía con total sumisión al toque del beta. Acarició el vientre del omega ocasionando que el mayor emitiera una dulce risa, JongIn casi podía jurar que el brillo en los ojos del omega era similar al de las estrellas, sonrió en respuesta a la hermosa sonrisa que el otro le regalaba, si tan sólo el omega no tuviese la necesidad de ser su pareja y formar parte de su manada, el beta podría mantenerlos con vida; pero sabia que aquello era imposible pues el otro no aceptaría esa posición, no después de haber sucumbido ante él esperanzado en falsas promesas.
-JongIn detente por favor, estoy cansado- El omega se recostó sobre el suelo eriazo de aquel territorio desolado, habían corrido alrededor de cuatro horas y estaban en un lugar en el cual el mayor jamás había estado- Este lugar es horrible ¿cuánto falta para alcanzarlos?
El beta contempló el rostro cansino del omega pues este se había transformado en humano mostrando su perfecta desnudez, sacudió su cabeza para alejar tal pensamiento pues debía realizar su cometido, el tiempo se le agotaba pues ya empezaba a oscurecer y no quería ser regañado nuevamente por culpa del omega. Lentamente se transformó en humano y se acercó al otro, posicionándose de cuclillas tomó con su mano el rostro del mayor.
-Realmente eres muy hermoso KyungSoo- El omega sonrió débilmente asaltado por un sentimiento extraño.
-Gracias… pero
-Es una lástima que no podamos vernos más- La sonrisa en el rostro del beta se borró por completo y su rostro adoptó un semblante totalmente serio y distante.
-¿Qué? ¿Sucede algo malo?- El omega sintió el toque brusco del otro sobre su rostro.
-Sólo que ya no me eres conveniente.
Ambos hombres se observaron por un corto transcurso de tiempo hasta que el más pequeño se alejó del beta, sentía la extraña tensión en el aire, el impulso de su instinto de supervivencia instándolo a abandonar aquel lugar y al apuesto hombre que lo observaba fríamente.
-JongIn no me gusta esto, para de bromear.
-¿Bromear? No lo hago, simplemente ahora eres un estorbo.
-¡Para! Por Selene, ¿qué te sucede?
Al finalizar de decir aquello llevado por la adrenalina y el temor el omega se transformó en lobo, siendo consciente en aquel estado, que su condición física había menguado pues se sentía cansado aún en su forma animal, observó nuevamente al beta, quien sonreía en su dirección.
-Aún siendo un lobo sigues siendo precioso KyungSoo- Sin previo aviso el beta corrió en su dirección y se transformó en un gran lobo negro.
Retrocedía lentamente sin apartar la mirada del lobo frente a el, pues este llevaba consigo una mirada mortal, aquella que sólo era usada cuando estaban a punto de matar y cayendo en razón se percató que la presa allí solo podía ser el. Sabía que tratar de huir sería en vano pues en su estado no podía correr rápidamente, fue en ese instante que entendió el verdadero objetivo del otro, no era únicamente él sino también los cachorros que llevaba en su vientre.
-*¿Por qué?*- preguntó
-*Son un estorbo*
JongIn emitió un gruñido bajo, mostrando sus caninos mientras rodeaba al lobo más pequeño observando el temblor de este, aún a pesar del obvio miedo del omega este seguía los movimientos del beta sin darle la espalda en ningún momento.
-*No comprendo… ¿por qué somos un estorbo?*
-*En mi manada ya tengo una pareja… con quien voy a casarme*
Fue en ese ligero instante en el que el omega se quedó quieto que el beta aprovechó y salto sobre él, antes de que pudiese darle una mordida en la yugular, el omega mordió su pata logrando que este lo soltara.
-*Eres un maldito mentiroso*
Ambos lobos se embarcaron en un enfrentamiento, siendo el beta quien lograba hacer más daño pues sólo tenía ligeramente herida la pata derecha a causa de la mordida y un rasguño cerca del hocico, sin embargo el omega sangraba del cuello pues el otro había conseguido herirlo, sus patas delanteras tenían profundos cortes y había una ligera herida cerca del vientre, su cuerpo se encontraba un poco entumecido por los golpes recibidos. El beta volvió a inferir un duro golpe en el vientre del omega ocasionando que este aullara de dolor.
KyungSoo trató de alejarse de aquel beta tratando de levantarse sobre sus patas, caminó lentamente cerca del borde del risco.
-*Por favor, vete. Te prometo que no volverás a verme, no iré a molestarte. Tu manada no se enterará de esto*
-*Es una lástima que no crea en promesas*
El cielo ya había oscurecido cuando el aullido lastimero de un lobo rompió el inmaculado silencio de aquel páramo, el ruido de un cuerpo colisionando contra piedras y terreno seco se oía en el casi mudo abismo. El rio se tragó el último gimoteo del lobo.
-¡JongIn!
-BaekHyun, llama al alfa.
El beta fue recostado suavemente sobre su mullida cama, mientras el alfa curaba su brazo, SeHun trataba de limpiar la sangre que cubría su cuerpo, respirando tranquilizadoramente al percatarse que esta no pertenecía al beta pues este sólo tenía un ligero rasguño en la cara y la leve herida en el brazo derecho.
-No es nada grave gracias a la diosa- JunMyeon luego de ayudar a lavar el cuerpo del menor, lo arropó como a un pequeño, JongIn no dijo nada pero una lágrima se escurrió por su mejilla, el alfa lo miró preocupado.
- Hablaremos mañana, descansa.
Desde aquella noche los sueños de JongIn se transformaron en pesadillas, teniendo como protagonista a un chico dueño de un rostro hermoso acompañado con unos enormes y brillantes ojos, una sonrisa acorazonada y una risa cantarina junto al llanto de bebes y sangre resbalando por las piernas del pequeño hombre.