Taemin entró al lugar, y en una mesa cerca del barandal que daba a la calle miró a Kai. Caminó hacia él con paso seguro y se sentó enfrente de él.
-hola
-Hola. Me da gusto que vinieras.
-sí… ¿por qué insistes en verme?
Preguntó Taemin portándose serio y ocultando lo que le dolía verlo. Si él no había aceptado verlo es porque muy en el fondo de su alma, estaban aquellas ganas de llorar por volver a verlo, pues el amor que le había tenido había sido tan grande, que fue difícil olvidarlo a pesar de todo. Kai tomó su bebida preparada, dio un suspiro y lo miró a los ojos.
-Después de lo de nosotros te busqué, pero no te encontré, me enteré que te habías mudado y aparte habías cambiado tu número de teléfono…
-Kai, yo…
-No Taemin, está bien, lo entiendo; lo correcto era que te alejaras del monstruo que era yo.
Taemin estuvo a punto de hablar, pero Kai continuó hablando
-Taemin, tuviste que irte de mi lado para que yo pudiera entender que estaba completamente perdido, y que el alcohol sólo me estaba matando lentamente; sólo cuando me di cuenta de que tú te habías ido y no ibas a regresar reaccione. Deje de buscarte, y me propuse cambiar. Asistí a terapia durante dos años y pude controlar mi adicción al alcohol; regresé a estudiar y ya termine mi carrera, compre un departamento, y justo cuando sentí que mi vida era perfecta, me di cuenta de que me faltabas tú.
Si Taemin hubiera escuchado eso hace algunos meses, se hubiera parado de la mesa y hubiera corrido a besarlo, le diría que lo perdonaba completamente y que estaba dispuesto a regresar con él; pero lo había hecho cuando ya estaba con alguien, y decirle a Kai que no amaba a Minho sería una gran mentira. Ya no podía regresar con él y no porque dudara de su palabra, si no por que Minho era ahora el dueño absoluto de su corazón.
-¿Cómo se llama él?
Taemin parpadeó un par de veces ante la pregunta repentina de Kai; dudó por un momento, pero tenía que saberlo en cualquier momento y era mejor si él se lo decía.
-Se llama Minho, llevo saliendo con él poco.
-¿te hace feliz?
Taemin vio la mirada triste de Kai; sabía que Kai se moría de ganas de regresar a su lado, pero eso nunca iba a pasar.
-Sí, y mucho. Es un chico maravilloso y estoy dispuesto a todo por él.
A Kai le dolió escuchar eso por parte de Taemin pero tenía que aceptar que le había ido muy bien tan siquiera con que Tae aceptara verlo otra vez; Ahora que Taemin se había aferrado a amar a alguien, él lo mínimo que podía hacer era alejarse de Taemin.
-Taemin, sólo deseo que seas feliz; yo deseaba darte toda esa felicidad que alguna vez me diste y jamás supe valorar, no sabes lo arrepentido que estoy; y si ahora ese tal Minho te hace feliz, te dejaré, no pienso interponerme, ya mucho daño te he hecho como para hacerte más.
Dicho esto, Kai se levantó de la mesa, Taemin se levantó por instinto y Kai lo abrazó
-Que seas muy feliz Tae, y si él no te cumple como debe, yo me voy a encargar de él, porque no sabe la suerte de que un ángel lo haya volteado a ver.
Taemin le regresó el abrazo, le daba tanto gusto saber que Kai había cambiado tanto.
-Muchas gracias Kai.
-De nada, yo te debería de dar las gracias por todo lo que has hecho por mí. Espero que por lo menos me dejes ser tu amigo.
-Claro Kai, o tengo problema con ello.
Se alejaron un poco, Kai besó la mejilla de Taemin, pago la cuenta y salió de ahí. Taemin se sentó y termino la bebida que había pedido. No podía creer lo que acababa de pasar. Hace mucho tiempo juró que Kai iba a cambiar, que no podía estar hundido toda su vida y esa ilusión se desvaneció hasta que aceptó que jamás lo haría; Ahora que incluso le había pedido perdón parecía salido de alguna película de ficción. Suerte a Kai, pues Taemin ya había comenzado de nuevo con alguien más.
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Jonghyun y Key se estaban cayendo del sueño, había habido mucho movimiento en el hospital ese día.
-¿vas a pasar por Hye?
Le preguntó Jonghyun a Key, ambos se dirigían a la salida.
-Sí, está con su tío Heechul desde temprano, hoy ni siquiera pude ir a comer con ella.
-¿te acompaño por Hye?
Los ojos de Key se iluminaron, se detuvo y le dio un beso rápido a Jong.
-va a estar encantada de verte.
Se fueron en el carro de Key, y pasaron por Hye, que para la mala suerte de Jong, ya estaba dormida. Jong condujo de camino a casa de Key mientras Key cargó a la niña hasta acomodarla en su cama. Cerró la puerta y dio un suspiro.
-Ya está.
-estaba muy cansada. Dijo Jong tomando de la cintura a Key y acercándolo a él.
-tú sal de compras con un maniaco consentidor como tío Heechul y dime si no terminas agotado.
Jonghyun se rio y después besó a Key. Key tomó de la nuca a Jong y se comenzaron a besar con ese amor que cada vez se hacía más grande entre ellos.
-Me tengo que ir Key.
-No te vayas, mejor quédate conmigo.
-Sabes que si me lo pides lo haré
-Por eso te lo estoy pidiendo. Además ya es tarde, es mejor que te quedes aquí, y sobre todo porque no traes tu carro. Vamos a bañarnos.
-Lo que diga mi Bummie…
Key entró a su habitación seguido de Jong, dentro había un baño, que era el que Key usaba, pues a veces llegaba tarde como en estas ocasiones y no quería que el agua corriendo fuera a despertar a Hye, cuando esta era más chiquita. A pesar de que Hye ya era más grande seguía usando ese baño.
Sacó dos pijamas y una toalla se la lanzó a Jonghyun.
-Ten, te puedes bañar primero.
Jonghyun se puso la toalla en el hombro, y fue hasta Key y lo cargo
-¿Qué haces Jong?- dijo Key con una sonrisa.
-shhh...vas a despertar a Hye
-tramposo.
Jonghyun llegó hasta el baño y cerró la puerta ya con los dos adentro y comenzó a besar a Key y a levantarle la playera, Key no puso ningún tipo de resistencia; quedaron los dos desnudos y entraron a la regadera. Ambos sentían el agua caer por su cuerpo, y cómo todo el estrés acumulado en la mañana se estaba yendo.
Jonghyun comenzó a repartir besos por el cuello de Key, y Key o tomaba de la cintura para evitar caer.
-que rico Jong…me gusta.
-y te va a gustar más.
Esto fue lo último que dijo Jong antes de recargar a Key contra el azulejo y pasar a morderle juguetonamente los pezones. Key sólo se limitaba a gemir bajito y disfrutar del momento. Jonghyun bajó un poco más y le separó las piernas, para introducirse el miembro de Key a la boca.
-ahhh…Jong…
Jong sonrió con malicia, adoraba ver a Key así de excitado y saber que él era el causante de su excitación. Llevó dos dedos por debajo de las piernas de Key hasta introducirlos en su entrada. Key ocupaba agarrarse fuertemente de la pared, se iba a caer pues sentía que las piernas se le doblarían en cualquier momento. Pasó el tiempo y Jonghyun subía la intensidad y luego lo volvía a hacer más lento.
-Jong, creo que me voy a…
Jong no lo dejó terminar y lo hizo más rápido hasta que sintió que Key se corrió en su boca. Miró hacia arriba y vio a Key con las mejillas sonrojadas y la respiración acelerada. Se levantó y le dio un beso demandante a Key que lo acepto completamente gustoso.
Jong de manera lenta y delicada puso a Key de espaldas a él. Jong ya se encontraba bastante excitado e introdujo su miembro dentro de Key. Se apoyó en la cintura de Key y comenzó a penetrarlo lentamente mientras que volvía a besar su cuello, dejando pequeños chupetones, pues era su Key, y él era el único que podía estar con él.
Key simplemente gemía, y traicioneramente terminó haciéndolo fuerte, no lo podía evitar, se sentía muy bien, estar con Jong se sentía muy bien. Jong acelero sus envestidas y tomó el miembro de Key entre sus manos; Key llegó al orgasmo y simplemente se entregó a hace placer; no pasó mucho y Jong lo siguió, derramándose en el interior de Key. Ahora el sonido del agua se acompañaba con las respiraciones agitadas de ambos.
Jonghyun salió del interior de Key lentamente, tomó las caderas de Key y fue subiendo sus manos hasta rodearlo y darle un abrazo. Hundió su cabeza en el hombro de Key.
-Te amo Kibum, te amo demasiado.
-Yo también te amo Jong, y mucho.
Dicho esto ambos se bañaron y salieron de la ducha. Key y Jong solo usaron el pantalón de la pijama, pues querían dormir sin que siquiera la ropa los alejara. Pasaron unos instantes y Jong ya se había quedado dormido. Key sonrió, pues a pesar de que venían agotados, Jong no dudó en aprovechar la oportunidad en la regadera, y que fuera así de aprovechado le encantaba.