Key había conducido hasta su casa. En el asiento trasero, Hye se había quedado dormida, había sido tiempo pesado para ella y más por estar en una cama de hospital y no en su habitación. La cargó con cuidado y la acostó en su cama. Se retiró lentamente y cerró la puerta de su habitación. Dio un gran suspiro y analizó su casa. Había varias cosas en desorden, principalmente aquellas que iban a servir para remodelar la casa…
Eso lo hizo pensar en automático en Jonghyun. Ocupaba hablar con él, pero al recordarlo con la chica rubia, sus ganas desaparecían. ¿Y si le decía que ya se había conseguido otra? ¡Eso sí que no! ¿Desde cuándo dudaba cuando un chico le gustaba? Demonios, sin duda alguna Jonghyun había volteado no sólo su casa, si no su vida de cabeza. Fue a la cocina y metió una taza al microondas, pues sabía que tardaría un rato en dormirse, pues tenía demasiadas cosas en su cabeza: tenía lo de Jonghyun, lo reciente de Hye y para colmo lo que le había pasado el día de hoy a Taemin.
La puerta de la casa comenzó a sonar. Bien, eso era extraño, nadie te visita a las 10:00 pm, así que miró por el pequeño agujero de la puerta y al ver quién era sintió su cuerpo estremecer. ¿le debía de abrir la puerta? Tenía un orgullo que mantener, pero cuando se trataba de él, sentía que le podía perdonar todo. Así que abrió la puerta.
-Key, tenemos que hablar.
-Lo sé, pasa.
Y sin más Jonghyun entró a la casa, evitando hacer ruido, pues sabía que Hye debía de estar dormida. Key caminó a su habitación y le indicó a Jonghyun que entrara, ya que era la pieza más alejada del cuarto de Hye y podían hablar sin que Hye se despertara. Key salió un momento y fue por su taza de café a la cocina, pues al parecer, dormir era lo que menos que iba a hacer, ocupaba solucionar los problemas que tenía con Jong ya, no quería prolongarlo más.
-Key, no estoy de acuerdo en que me hayas alejado de ti y de Hye así. A Hye la quiero como mi hija y a ti te amo como jamás he amado a nadie…
-Jonghyun, yo no te puedo corresponder…
-ya no te mientas Key. Tú eres el papá de Hye, el doctor Kim y el hombre al cual amo. Key, no importa que papel desarrolles, así te amo, y así te quiero tener a mi lado.
-¡eso no es verdad! Tú ya tienes a otra, esa rubia pelos de elote, ¡no mientas Kim Jonghyun!
-¿Qué? ¿De qué estás hablando Key? Yo sólo tengo ojos para ti
Jonghyun se paró y fue hasta la cama donde estaba sentado Key. Lo tomó de las muñecas y lo acostó en la cama
-¡suéltame Jonghyun!
-dime que no me quieres, Key.
-¿Qué?
-Dime que no me quieres y eso será todo. No volveré a entrar en tu vida. Dímelo Key.
Key se quedó perdido en las palabras y en los ojos de Jong. Sintió un nudo en su garganta.
-Eres un estúpido Jonghyun…yo no te quiero.
Jonghyun sintió sus palabras como un puñal en su corazón.
-Yo te amo con todas las fuerzas que te puedas imaginar, por eso quería que buscaras a alguien mejor que yo.
Jonghyun sonrió con total dulzura al ver como Key se contenía para no llorar. Bajo hasta su cuello donde le susurró
-más bien el tonto eres tú, ya que no comprendes cuanto te amo, cuanto te deseo cada vez que te veo pasar…
Jonghyun comenzó a besar el cuello de Key, a degustarlo, sentía que había sido una eternidad sin estar cerca de él, sin poder disfrutarlo, disfrutar a su Key. Key por su parte dio un respingo al sentir los labios de Jong y cómo su lengua se comenzaba a mover. El simple placer de sentir los labios de Jong sobre su cuello eran más que suficientes para que se le hiciera agua la boca. Jonghyun soltó las manos de Key, Key tomó a Jong del cuello y comenzaron a besarse, perdiéndose en el sabor del otro, entre respiraciones que se agitaban cada vez un poco más. Se recorrieron hasta estar los dos acostados en la cama y rápidamente uno desvistió al otro, repartiéndose besos en todo el cuerpo, así como caricias que les hacían tanta falta.
Jonghyun tomó el miembro de Key con la boca y comenzó con un vaivén, provocando que Key comenzara a jadear, mientras se limitaba a llevar sus manos hacía arriba, dejándose llevar por completo bajo el dominio de Jonghyun. No pasó mucho para que Key se corriera, sintiendo como tras el orgasmo, sus mejillas se teñían rosadas. Jonghyun volvió a subir, tomando a Key con pasión, demostrándole en cada caricia, cada beso, cada roce, lo importante que era para él.
Jonghyun abrió la mesa de noche de la última vez que lo habían hecho y sacó el lubricante, para comenzar a penetrar lentamente a Key con sus dedos, haciéndolo todo de manera suave, sin prisas pues, tenía toda la noche para hacer a key suyo
-ahhh…así Jong…
Por el simple gusto de otorgarle placer a Key, Jonghyun lo obedecía, le gustaba ver cómo Key se entregaba por completo cuando estaban juntos, y si algo tenía por seguro, es que él sería el único que conocería esa faceta de Key de ahora en adelante.
Tras sentir a Key perfectamente dilatado, Jonghyun entró dentro de él de manera suave, con un ritmo lento, disfrutando del contacto con el interior de Key. Se aproximó a él y mientras lo penetraba, le besaba los labios de forma apasionada, callando los gemidos que salían de la boca de Key. Por un momento dejaron de besarse y la boca de Key quedó a la altura del oído izquierdo de Jong.
Jong podía escucharlo jadear cada vez que lo penetraba, eso lo excitaba a él, saber que Key estaba disfrutando.
-más Jong, dame más duro…
Jong sonrió con malicia y comenzó a hacer más profundas y más rápidas las embestidas. Tomó el miembro de Key con la mano y comenzó a masturbarlo. Key se limitaba a dejar besos húmedos sobre los hombros de Jong e incluso se animó a hacerle un chupetón en uno de sus hombros, par que si alguna otra se acercara, entendiera que Jong ya tenía a alguien.
Key sintió cómo lo sacudió el clímax de forma a abrasadora, sintiendo un hormigueo en todo su cuerpo mientras Jonghyun que también había llegado al orgasmo, lo llenaba con su esencia. Ambos tenían una fina capa de sudor sobre sus cuerpos y las respiraciones agitadas. Jong abrazaba a Key, no quería soltarlo.
-Te amo demasiado Key, como no te das una ligera idea.
-Yo también te amo Jong, perdóname por haberte alejado.
-No tienes que pedir perdón de nada Key, te amo tanto que todo te puedo perdonar.
-Pues yo no.
Jonghyun levantó una ceja divertido
-¿Cómo qué no me perdonarías?
-Kim Jonghyun ¿Quién era la rubia que estaba contigo? Estabas muy “cariñosito” con ella, hasta le estabas sosteniendo las manos…
Key hizo un puchero y Jong sonrió; llevó sus labios de nuevo a su pecho, donde tomó los pezones de Key y los comenzó a jalar con los dientes, haciendo que Key diera unos nuevos respingos por la acción de Jonghyun.
-Niño malo, no se escuchan conversaciones ajenas.
-¡ahh! No…te escuche…ahhh! sólo te vi con esa rubia…
-Esa rubia es la esposa de Onew…
-¿Qué?
-Creo que a alguien le voy a tener que dar duro por estar celoso de la esposa del jefe…
-Espera Jong…ahhh!!
Esa noche fue total entrega, pues con cada beso, cada roce y cada vez que hacían el amor, se demostraban cómo ya no podían vivir el uno sin el otro, y cómo habían sido muy tontos los dos, pues con sólo unos días sin estar juntos, había sido una eternidad, en especial para Jong, que ya se había vuelto adicto a hacerle el amor a Key.