-dime tu nombre
Le dije en una súplica pero él sólo se limitó a volverme a sonreír
Había alguien más, aquella persona que lo llamó. Levante levemente la vista. Es borrosa su imagen siempre que intento recordarla más ahora es clara. Aquella persona que llama al chico es…
Onew.
Se ve más joven, y su ropa es muy informal. El chico me volteo a ver una vez más
-ya te dije que no ocupas saberlo, sólo recuérdame como “Esmeralda”
Se bajó sus lentes y pudo ver dos ojos color verde, como las esmeraldas.
Pero ese no era su nombre. Onew gritaba algo diferente. Antes de que se aleje por completo de mí…
El nombre que Onew gritaba era…
Francesco.
Aquel día en el parque, el chico que me ayudó a entender lo que era el amor, el chico de mirada cálida que no me quiso decir su nombre, era el Francesco del que Minho estaba enamorado.
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Su cuerpo estaba entumecido. Le dolía y no sabía por qué. El despertador no había sonado, ya que sentía que había dormido tiempo de más. Abrió los ojos y miró un techo blanco con un foco que no era el de su habitación, ni el de la habitación de Minho. ¿Dónde estaba? Intento incorporarse, pero al ver que no podía hacerlo se asustó, ¿Qué carajos estaba pasando?
-Por Dios… ¡Taemin!
Onew se levantó de la silla y fue hasta dónde se encontraba Taemin y con sumo cuidado inclinó la cama para que Taemin pudiera sentarse. Lo revisó de manera completa. Taemin al paso de los segundos comenzó a pensar cómo había llegado ahí.
-¿Recuerdas qué pasó? Le preguntó Onew.
-Yo…
Como un flashback, Taemin lo recordó todo, cómo cayó al piso por que no podía respirar, el té que Kai le había regalado…la discusión con Minho…
-Fue Kai, ¡Kai trató de matarme!
-No fue así Taemin: fue Yuri. Ella era novia de Minho hace mucho tiempo, pero al parecer padece un cuadro grave de celopatía además de estar desarrollando esquizofrenia. La policía ya la está buscando y no voy a parar hasta llevarla a juicio, de eso me encargo yo.
-No lo puedo creer; siempre se mostró tan buena conmigo…
-Así es cuando quiere conseguir algo; es una mujer que al parecer nunca va a cambiar.
Taemin sintió pesar por ella. No podía creer que lo hubiera hecho y eso que él la consideraba buena persona. Recorrió la habitación y al ver dos sillas sintió la necesidad de preguntar.
-¿Minho…vino a verme?
Onew sonrió de lado y le dijo:
-ha estado aquí desde que te trajimos al hospital. Habló conmigo y me dijo que dejaría de venir algunos días, ya que tú le habías pedido tiempo lejos de él.
Taemin no pudo evitar llorar.
-He sido un estúpido Onew; No puedo creer que le haya pedido tiempo a Minho. Ahora siento como si hubieran pasado años desde la última vez que lo vi, me hace tanta falta, yo…lo amo demasiado. Tenía miedo de que fuera sólo un remplazo, cuando él me demostró tantas veces que era único…sólo me queda decirle que lo quiero a mi lado.
-No te preocupes, pronto lo vas a ver, sólo hace falta que te demos de alta y considerando tu estado será rápido.
Taemin dio un suspiro y miró su mano. Recordó que tenía su celular en la mano cuando pasó todo aquello, estaba llamando a…
-¿Quién me encontró en mi departamento? Yo llamé a un número que tenía desde hace cinco años
-Fui Yo.
-Pero, ¿Cómo? Preguntó Taemin muy impactado.
-El teléfono al que marcaste era el mío; mi teléfono personal.
Taemin se tomó la cabeza y recordó el sueño, Onew llamando a Esmeralda…no, llamando a
-Francesco. Tú eras amigo de Francesco y fuiste por él una vez al parque, esa vez él estaba conmigo.
-Así es. Él te tomó demasiado afecto aquella vez, y me pidió que cuando terminaras tu licenciatura, viera la manera de que trabajaras para mí. Todo sea por que él me lo pidió y así lo hice.
-Pero, ¿Por qué?
-Minho te ha dejado el diario de Francesco. Antes de irse me pidió que te lo diera, él necesita que leas unas páginas; considera mejor que lo sepas del mismo Francesco a que él o yo te lo digamos.
Onew acercó el diario hasta donde estaba Taemin y se lo dio. Había una hoja cómo separador, Taemin vio que estaba escrita y la desdobló:
“¿Crees que los ángeles unen personas? Una vez amé a uno y este me unió a ti. Lee el diario a partir de la página que he dejado para que sepas de qué estoy hablando.
Te pido perdón por haber sido un completo idiota contigo, te amo demasiado y me aterra la idea de perderte.
Pero si tú ya no eres feliz a mi lado, lo comprenderé.
Siempre tuyo, Minho”
Taemin tomó el diario y lo comenzó a leer. Le fue inevitable no llorar al ver qué había de fondo en su historia con Minho. Jamás se lo imagino. Onew se sentó a su lado a leer también aunque ya se sabía de memoria esa historia.
-Así que… ¿Dónde puedo encontrar a Minho? Ocupo verlo, decirle que lo amo y que…
Taemin se descobijó y trato de pararse de la cama, pero las piernas se le doblaron, no podía mantenerse en pie todavía.
-¡espera! No puedes irte todavía. Pasa la noche aquí en observación y con gusto yo te acompaño mañana a que veas a Minho.
-¿Tú sabes dónde está?
-Sí, me resulta demasiado lógico.
Así que Taemin se limpió las lágrimas todavía en shock. Y saber que había sentido envidia de Francesco y él lo único que hizo fue dejarle el regalo más hermoso que alguien le hubiera hecho antes.
……………………………………………..
Minho miraba hacia todos lados. Era una mañana como todas desde que había salido del hospital y buscaba alejarse un poco de Taemin. Era un hombre que por más que intentara alejarse de Taemin, cuando Onew no estaba, iba a verlo un rato y eso hacia siempre antes de salir del trabajo. Desde que leyó en diario, había pedido un lapso de una hora libre para venir al museo. Se exhibían varias obras y entre ellas las de Francesco.
Minho jamás imagino que Francesco ya estuviera trabajando cuando cayó enfermo. Ahora sabía que Francesco quería que fuera una sorpresa hasta que se recuperara, cosa que jamás pasó.
El museo era de dos pisos, paredes blancas y realmente alto. En sus paredes estaban varios cuadros acomodados según la corriente a la cual pertenecían, y al fondo de la galería, pegado al jardín de la planta baja, tenían todos los cuadros que Francesco había pintado.
Esos eran cuadros de la colección Choi, y Minho había optado por ir a verlos por la mañana, buscando esa tranquilidad que siempre le proporcionaba verlos. Sólo se preguntaba ¿dónde estaba ese cuadro que decía en su diario? ¿Estaría en su estudio aquí en el museo?
-Minho…
El aludido volteó y al ver a Taemin corrió hacia él, y con fuerza lo abrazó, gesto que fue correspondido por Taemin.
-¿Estás bien?, no sabes el miedo que tuve de no volverte a ver…
-Yo también tuve miedo Minho; Miedo de no poder volver a decirte que te amo y que fui un tonto por no entenderte.
-Yo también te amo Tae, tanto que creo que decir te amo no es suficiente.
Minho tomó el rostro de Taemin y lo acercó a él para darle un beso, y Taemin enredó sus manos en el cuello de Minho acercándolo más hacia él.
Había pasado tanto para los dos, que ese beso era una delicia para ambos, que a pesar de todo lo que había pasado, ahora se amaban con mayor intensidad que antes.
Onew desde la puerta del museo miraba la escena. Lo que Francesco había querido por fin se había logrado. Ahora sólo faltaba decirles a los dos sobre…
-¡Minho!
Ambos rompieron su beso y Onew se congelo en la puerta ¿Cómo había entrado y él no lo había notado?
-Tú…tendrías que estar muerto, al igual que Francesco y Minho…amor, ocupamos hablar…
-¡si quieres hablar, dile a Minho la verdad!
Gritó Onew encolerizado desde la puerta y con paso seguro caminando hasta donde estaba ella.
-¿tanto te interesa estar con él? Dile todo lo que has hecho entonces y veremos si te acepta cómo la víbora que eres.
-¿De qué estás hablando?
Minho tomó a Taemin y lo puso detrás de él como un instinto, sin siquiera pensarlo.
-Confiésale que tú fuiste responsable de la muerte de Francesco y del envenenamiento de Taemin…