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2Min: "Don't you Forget?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaa, ya he vuelto, con otro cap :3 este si, es mitad JongKey mitad 2Min, y ya el proximo si es 2min y ya no veran JK en un laaaaaaaargo tiempo xD jajajaj :P


LET'S GO! A LEER!! ^u^/

///FLASHBACK///…


POV KiBum


Totalmente arrepentido de haberle dicho aquello a JongHyun, llegué agitado a la puerta del departamento de… JinKi, realmente no quería golpear, no quería entrar, no quería hablar con él, pero debía.


Necesitaba aclarar bien las cosas, para así sentirme tranquilo conmigo mismo, aunque eso ya nunca sucedería, pues eso que sucedió con JongHyun, me hacía sentir “infiel”, pero por más que justo antes de que aquello sucediera, yo ya había terminado con JinKi, me hacía sentir realmente un mentiroso, “una zorra”… pero a pesar de ello, algo en mi interior me contradecía y me decía que “no debía de arrepentirme” y sentía en el fondo que efectivamente no me arrepentía.


Aquello que sucedió con JongHyun se sintió realmente bien, como nunca antes, sus atenciones a mi persona a mi cuerpo, jamás fueron otorgadas por las manos de JinKi, o al menos no de la manera en que a mí me hubiese gustado. Nunca una palabra de amor, nunca una promesa de amor eterno, sólo elogios a mi forma de “follar” y de moverme…


Suspiré, y luego mordiéndome el labio inferior toqué timbre… -Soy yo.- Me reporté de una manera inexpresiva, seria, en el intercomunicador, a lo que él sin siquiera decir nada  me permitió el acceso a su casa, a lo que yo entré sin siquiera pensarlo. Suspiré una vez más y me adentré al edificio, en busca de su departamento en el 3er piso.


Una vez que llegué allí toqué, fui atendido y sin decir nada entré una vez que él se hizo a un lado. Cerró la puerta y me acorraló contra ella.


-Sabía que volverías a mí tarde o temprano, quítate la ropa.-


Fue lo primero que dijo, mientras comenzaba a besar y morder mi cuello, yo que me quedé en shock, por unos instantes, instantes dónde se me representaron los besos y caricias suaves, amorosas y sutiles de JongHyun y entonces, repentinamente volví en mí, y me di cuenta que ahora su forma de tratarme, me daba asco… ¿cómo era posible que yo me hubiese dejado llevar, por él en momentos así, y pensara que “me amaba”? ¡Fui tan iluso!


De repente la ira me dominó y sacando fuerzas de quien sabe dónde, le empujé y lo abofeteé. No dije nada solo fruncí mi ceño y acomodé mi chaqueta nuevamente tapando mi hombro ya mordido…


-¿¡Pero qué demonios!?-


Protestó él claramente enfurecido ante mi rebeldía. Yo apreté mis puños con tanta fuerza al igual que mordí mis labios para no salir corriendo de allí, no me iría hasta “dejar claras las cosas” lo que al parecer no sería nada fácil.


-Vengo a recordarte que nosotros… hemos terminado hoy en la tarde.-


Él abrió sus ojos a más no poder, claramente sorprendido ante mis palabras, al igual que yo, pues era extraño que no hubiese titubeado.


-¿Qué dices? ¡NO! ¡Eso es mentira! ¡Tú sigues siendo mío y sólo mío! ¡Me perteneces! ¡Lo de hoy ha sido solo una simple pelea y te perdono!-


-¡NO JINKI! ¡No soy tuyo, ya no más! ¡Me cansé! ¡Me cansé de que me trates como a un maldito y puto juguete sexual! ¡No soy un objeto! ¡Soy humano maldición! ¡Me cansé de que me ocultaras a todos tus amigos y familiares! ¡Me cansé que me niegues frente a todo el mundo! ¡YO SOY GAY! ¡Y SOY LIBRE! ¡Estoy fuera del closet desde hace años! ¡Y no me apena! ¡Ya no soporto esconderme de todo el mundo solo por complacerte a ti! ¡Ya no más!-


Le dije todo de una sola vez sin rodeos, yo quería hablar “civilizadamente” pero su actitud me lo impidió.


-¡MIENTES! ¡Tú no puedes dejarme porque me amas a pesar de todo y lo sabes!-


-¡Sí! ¡TE AMABA JinKi! Pero ya no más… ahora formas parte de mi pasado.-


-¿¡Es por ese maldito enano cara de perro no es así!? ¿¡Me dejas por él!? ¿¡Sólo porque te dijo un par de palabras bonitas falsas para llevarte a su cama, no es así!?-


-¡No hables así de JongHyun! ¡Él no tuvo la culpa de abrirme los ojos y hacerme notar que tan cegado estaba!-


-¿¡Lo ves!? ¡Lo admites! ¡Fue por su culpa! ¡No tienes ni la más puta idea de lo que estás haciendo! ¡Me estás dejando sólo porque esa cara de perro inocente que tiene, te tiene caliente! ¿¡Verdad!?-


Aquellas palabras dichas con tanto desprecio y asco dirigidas a uno de “sus jugadores” realmente me indignaron, realmente no pensé que JinKi pudiera llegar a cambiar tanto hasta llegar a este punto…


Otra abofeteada fue la que le di en la otra mejilla, él dio vuelta la cara y se colocó su mano en el lugar afectado viéndome ahora con un brillo en sus ojos que eran de odio e ira pura, tuve miedo por un segundo, debo admitir que pensé que me golpearía cuando levantó la mano hacia mí, pero en el aire la cerró con fuerza y la bajó lentamente, apretándola aún más fuerte hasta que el color en sus nudillos desapareció.


-¿¡Eres capaz de ser tan puta que piensas cumplir tu palabra de irte con el primero que se te cruza? Realmente me decepcionas.-


-¡No soy una puta ramera! ¡Tú me tratabas como tal! ¡Tú hiciste de mí una ramera! ¡Una que estuviera siempre disponible cuando a ti se te antojaba! ¡Ya te lo dije no soy un juguete sexual! ¡Cómprate una puta muñeca inflable si tanto quieres des estresarte sin tener que “devolver” el favor! ¡Oh! Lo olvidaba, cierto que a ti no te gustan las mujeres, ¡olvidé que te gusta que te “la metan” bien duro y salvaje!-


El rostro de JinKi estaba totalmente rojo por la ira creciente y que no tenía mira de detenerse, nuevamente levantó la mano y se dio la vuelta dándome la espalda para controlar su cuerpo.


-¡ESO ES UNA MALDITA MENTIRA! ¡YO NUNCA DEJE QUE TU LO HICIERAS! ¡Eras tú el que siempre pedía por más, más rápido y duro! ¡Eras tú el insaciable!-


-¿¡Y crees que lo hacía por gusto!? ¡No! ¡Yo odio el maldito sexo salvaje! ¡Sólo lo decía y hacía para complacerte a ti, y sólo a ti! ¿¡O acaso olvidas que ni siquiera tenías puto detalle de esperar que también me viniera!? ¡Siempre que terminabas te salías de la cama y te ibas dejándome solo allí como si yo no tuviera necesidades! ¡Pues bueno! ¡Me cansé de todo ello! ¡Me cansé de que me usaras maldición! ¡Entiéndelo! ¡No quiero sabes más nada contigo! ¡Terminamos! ¡Terminamos JinKi, mírame maldición!-


Estaba realmente fuera de mí, totalmente sudado por todo lo que había gritado, realmente no pensé que esto terminaría así, pero debí suponerlo, mi corazón, mi sistema respiratorio estaba realmente agitado, en un estado frenético que me resultaba hasta doloroso.


JinKi finalmente luego de apretar aún más sus puños, se giró con su rostro rojo, pero ya un poco más menguado, en sus ojos seguía “flameando refulgente” la ira… pero al parecer estaba intentando calmarse.


Tragué saliva, mi garganta ardía, y estaba seca de tanto gritar con tanta angustia, mis ojos brillaban del mismo sentimiento, pero realmente necesitaba terminar con esto de una buena vez. Miré hacia el suelo y luego a sus ojos una vez más.


-Terminamos JinKi… Por favor entiéndelo, ya no quiero ser utilizado ni tratado como un títere, ¡Quiero ser amado, quiero ser libre!-


Le dije llorando finalmente… con mis rodillas amenazándome de abandonarme y dejarme caer al suelo pero por suerte tenía la pared de respaldo, o mejor dicho, la puerta.


-Vete… vete entonces.-


Habló ya sin voz… mientras desviaba su mirada de la mía.


-JinKi…- Su actitud tan repentina realmente me sorprendió y hasta debo confesarles que me dio algo de lástima, pero quizás sólo era un truco para “manipularme” una vez más, como solía hacer la mayoría de las veces, aprovechándose de mi “amor incondicional” hacia él. –Realmente me gustaría que terminemos esto en buenos términos…-


-¡VETE HE DICHO!- Mi cuerpo se petrificó ante aquel nuevo cambio de actitud, me quedé en mi lugar, totalmente arrepintiéndome de no haberme ido a la primera. -¿¡QUIERES SER LIBRE!? ¡BUENO, DEJA DE PARLOTEAR Y VETE DE UNA PUTA VEZ!- Volvió a hablar o mejor dicho gritar mientras tiraba al suelo un cuadro con nuestra foto juntos, de un manotazo, rompiéndole el cristal a la foto. Aquel sonido realmente se asemejó al que hizo mi corazón en ese mismo instante, pero sin más que decir, tragué saliva, lo miré por última vez, él estaba enfurecido mirando el suelo.


-Solo espero que algún día podamos vernos a la cara sin remordimientos JinKi… adiós…-


Dije por último con mi voz ronca y salí de allí, y segundos después de que su puerta hiciera “click” dejándome a mí del lado de afuera, comencé a sentir como un montón de cosas se comenzaban a romper…


Cerré mis ojos con fuerza y salí corriendo de allí, dejando finalmente mi pasado atrás, dando por “finalizadas oficialmente” las cosas con él. Ahora quizás podría enfocarme en JongHyun, aunque… eso no sería hasta que crea que estoy realmente listo, para otra relación.


 


Cuando ya iba por mitad de camino a mi departamento, pues no sé cómo fue que nunca decidimos mudarnos juntos, y era ahora cuando agradecía ese hecho, me detuve a descansar un poco, pues realmente ya sentía que me faltaba el aire. Hipé unas cuantas veces más, limpiándome el sudor y sollocé un poco más. En verdad que no habría querido que las cosas terminaran así, a pesar de todo, yo aún quería a JinKi, no lo quería fuera de mi vida por completo, solo de la “sexual”, pero aun así, a pesar de todo lo que “me hizo”, yo en su momento no pude evitar enamorarme, y como tal, me era difícil olvidarlo de un segundo para el otro tan rápido.


Seguro dirán que no pensaba eso cuando estaba con JongHyun, y sí, no pensaba en ello, porque un sentimiento de euforia me invadió cuando estaba con él, cosa que nunca me sucedió con JinKi…


Una mano en mi hombro me sacó de mis pensamientos pero antes de que pudiera girarme para ver de quien se trataba, sentí como me tironeó hacia el callejón haciéndome caer dentro de él.


-Hola… ¿Qué sucede? ¿Se perdió tu mami, o te peleaste con tu noviecito, niño marica?-


Escuché que una voz no conocida, habló haciéndome levantar y girar mi vista con rapidez debido a que estaba en el suelo.


Su rostro no era visible, pues como en las malditas películas, la luz de la calle no llegaba a iluminar su rostro pero sí hasta su ombligo. No quería responder, no quería entrar en otra pelea sin sentido, bastante había tenido con la de JinKi. Hice el intento de pararme pero él levantó un pie y me empujó el hombro volviéndome a sentar de bruces en el suelo, el cual estaba duro y frío y mi trasero lo sintió.


-No tan rápido niño marica ¿Dónde vas mariquita? Deberías estar agradecido que quiero escuchar tus problemas, vamos, cuéntame ¿qué te ha sucedido?-


-No quiero hablar de ello, ahora apártate.-


Dije intentando sonar lo más rudo e inexpresivo posible, pero mis ojos rojos, mis sorbidas de nariz, y mis lágrimas aún “humectando” mis mejillas me quitaba totalmente toda “rudeza”.


-Uuii~ ¡Cielos! ¡Me has hecho cagar del miedo mariquita! ¿Qué me harás, golpearme hasta hacerme ver el “arcoíris”? JAJAJA-


Rio estrepitosamente, para luego agacharse a mi altura, permitiéndome que la luz le ilumine más pero aún tenía su capucha de la campera que me impedía ver su rostro con claridad, sólo veía sus labios… y su sonrisa sarcástica, de lado, totalmente malévola.


-Ya déjame ¿sí? Realmente no tengo ganas de este jueguito, quiero irme a mi casa a dormir.-


Hablé una vez más intentándome pones de pie peor él una vez más me empujó esta vez con más fuerza debido a que usaba su mano en mi pecho.


-¡Tú te quedas aquí!-


-¡YAH!-


Grité enojado, a lo que él sonríe de lado una vez más, con esa sonrisa que realmente me estaba comenzando a causar miedo.


-¿¡Te atreves a contestarme!? ¿¡A enfrentarme!? ¡Tú de aquí no te vas mariquita hasta que pagues el “boleto”!-


Se puso de pie, pareciéndome realmente inmenso ahora que lo tenía más cerca y yo estaba aún el suelo. Fruncí mi ceño, pero mis lágrimas y lo rojo de mis ojos no se habían ido aún. ¡AISH! Realmente lo que me faltaba… sólo quería haber llegado a casa ya, tirarme en mi cama, gritar sobre la almohada patalear y llorar a gusto y placer, a mi antojo. Pero no, tenía que detenerme en medio de la calle, justo al lado de un callejón a lloriquear como… vamos… como lo que era, pero es que sinceramente no me esperaba tener “espectadores”.


-¿Boleto? ¿¡De qué demonios hablas!? ¡No te daré nada, porque has sido tú el que me has tirado aquí! ¡Ya, maldición, déjame ir!-


-¿Te niegas a pagar por las buenas?-


No dije nada, solo tragué saliva y con el ceño fruncido aún, desvié la mirada e intenté ponerme de pie por tercera vez, “la vencida”. O eso es lo que dicen… la cosa que cuando logré apoyar mi rodilla en el suelo para luego ponerme de pie definitivamente siento el primer golpe, y esta vez no fue “para molestarme”, literalmente me asestó un puñetazo en la cara, gemí ante la sorpresa, y aquello fue lo peor que pude hacer.


-Oow… ¿al marica le ha dolido? No eres más que un maldito debilucho que de seguro no puedes ni siquiera ganar una pelea verbal, ya que de seguro tienes a tu noviecito “deportista macho” que te defiende ¿verdad?- Me golpeó en el estómago y gemí otra vez de dolor, aunque también por sus palabras, en verdad que no estaba en condiciones de aguantar este tipo de situaciones ahora. – ¡Pero que no es más que otro puto marica como tú, que esconde su maldita mariconería de los otros disfrazándose de deportista guay y mujeriego!- Ahora me pegó una patada en mis costillas derechas y grité más fuerte sintiendo cómo me faltaba el aire en ese grito, comenzando a desesperar por la sensación de asfixia que estaba comenzando a sentir, sin contar por supuesto el maldito dolor. – ¡No saben el asco que me dan, maldito asqueroso chupa polla! ¡Agh! ¡Si es que hasta ganas de vomitar me dan con sólo decirles así!- Me asestó otro puño en el rostro luego de subirse encima de mí, seguido de otro y otro más, hasta que quedé ya prácticamente inerte en el suelo, sin ganas de seguir ofreciendo resistencia, sólo en ese momento él se detuvo y se acomodó de manera que pudiera revisarme hasta encontrar mi cartera y obviamente robarme. –Me llevaré esto, y unos cuantos wons más de intereses por tu demora en el abono de tu “boleto”.- Rio una vez más estridentemente y se puso de pie, tirándome la cartera en la cara, retirándose pero obviamente no sin darme la patada en el estómago de despedida y salir corriendo de allí definitivamente.


Yo respiraba con dificultades, el aire frío se infiltraba en mi garganta como un montón de agujas de hielo clavándoseme, lastimándome, sintiendo prácticamente que en cualquier momento comenzaría a sangrar, por mis jadeos, las exageradas bocanadas de aire que estaba demandando en busca de oxígeno obviamente.


Cerré mi boca unos segundos sintiendo un alivio impresionante pero eso no duró mucho, pues aún sentía que me faltaba el aire, por lo que me vi obligado a abrir mi boca una vez más, mientras cerraba mis ojos y apoyaba mi cabeza en el pavimento, sintiendo como nuevas lágrimas se deslizaban por mis lagrimales…


Luego de estar allí, así de esa manera, a punto de congelarme vivo, me encontré lo medianamente recuperado para ponerme de pie y regresar a casa finalmente. Sentarme fue algo realmente doloroso, debido a las patadas que había sufrido en las costillas, pero con una fuerza “sobrenatural” logré ponerme de pie, y dirigirme a mi hogar a paso sumamente lento, utilizando las paredes y edificios con base de apoyo.


-¡MALDITO HIJO DE PUTA!-


Grité frustrado a la “Diosa Artemisa”, la luna. Pues la verdad no entendía por qué me tenía que suceder esto a mí, y en el mismo día, esto era demasiado para mis pensamientos, mi cabeza, y mente ya averiadas en la discusión con JinKi.


Aquel insulto iba dirigido a “ellos” y a nadie a la vez… sólo quería llegar a casa, hasta que lo hice y me duché como pude y me acosté finalmente agradeciendo que después de todo, seguía vivo…


///Fin del FlashBack/// Fin POV KiBum


 


Capítulo 10: “¿Avances?”


-¿KiBum? ¡Bummie!-


Habló el castaño algo desesperado al ver como el poco color de la piel del menor iba desapareciendo y en sus ojos comenzaba a brillar la angustia, lista para manifestarse en salobres lágrimas.


En ese momento, JongHyun quería levantarse de allí, buscar al imbécil que lo había golpeado, y dejarlo totalmente sin razonamiento, incluso lo mataría, pero no quería perderse ni un segundo junto a KiBum, y estando en la cárcel aquello no sería posible, por lo que sólo se conformó con dejarlo sin razonamiento.


Él menor al parecer aún no reaccionaba a las palabras del mayor, estando sumergido en su propio mundo, en sus recuerdos los cuales de seguro no serían agradables y el castaño quería golpearse así mismo por haberlos traído “a la mesa”. Por lo que suspirando, se levantó de la silla de manera violenta, pero el menor aún no reaccionaba y se dio toda la vuelta por la mesa hasta llegar a su lado y sujetar su rostro con una delicadeza tan tenaz que pareciese como si estuviese sujetando porcelana china.


Sólo con ese delicado toque el menor logró reaccionar emitiendo un pequeño gemidito de susto, manifestándolo en su pupilas ahora dilatadas y más que brillantes, mientras que su nariz estaba dilataba también, queriendo coger más aire del que tenía.


-Sssh, ssh, soy yo Bummie, soy yo, todo está bien, todo estará bien, porque aquí estoy, a tu lado, y siempre lo estaré a partir de ahora, ssh, ssh.-


Habló el más bajo con una voz realmente angelical que no hizo más que desatar finalmente las lágrimas retenidas en los ojos del menor… JongHyun sonrió y le acarició el rostro aún con delicadeza de no hacerle doler.


-Eres hermoso, no te preocupes, todo estará bien Bummie, todo estará bien… bebé.-


Hablaba el mayor hundiéndose cada vez más en esos ojos negros afelinados, que a pesar de ese brillo de angustia, al castaño le parecía también la mirada más dulce jamás vista, sonrió ampliamente y al decir aquella última palabra avanzó sobre los labios acorazonados y rosados del menor. Era demasiada tentación para resistirlo, por lo que lo besó a pesar de que el menor le había pedido “un tiempo”.


Cuando se separaron se miraron uno al otro y el mayor una vez más sonrió ante aquella mirada tan cristalizada.


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-2 semanas para el torneo-


Tanto MinHo, como JongHyun y Key, se encontraban en un estado realmente frenético y nervioso, totalmente hiperactivo, debido a los nervios que le causaban saber que el torneo se les venía encima, estaban entrenando más que nunca, y en esa semana que había pasado ya desde el incidente con “JinKi”, el mencionado no se ha aparecido por el club, todos estaban sumamente nerviosos, y MinHo sentía que en cualquier momento su cuerpo explotaría por la presión que sentía ahora mismo sobre él, tanto era así, que hasta le había logrado transmitir un poco de ese estado frenético a TaeMin.


Porque sí, luego de aquel “incidente” y esas confesiones que MinHo dijo, continuó viendo al castaño, aunque realmente aún le costaba mantenerle la mirada durante mucho tiempo, pues a su cabeza se venía ese pensamiento que le quitaba el sueño porque le remordía la conciencia… <<“Me masturbé pensando en él”>>


De sólo pensar en ello, se ponía totalmente rojo sin contar que también se sentía realmente asqueroso, sucio consigo mismo, un pervertido, un sexópata, un violador… aunque si bien no lo era, él se sentía como un pederasta, un pedófilo, pues no se podía quitar de la cabeza que “ese chico sexy y caliente, objeto de deseo de sus más profundas fantasías” era <<“su muñequito de porcelana, la luz de sus ojos, su primer amor, su dulce… e inocente niño con sonrisa risueña”>>


Un chasquido frente a sus ojos los sacó de sus pensamientos impuros. Parpadeó reiteradas veces y miró hacia abajo levemente. Era TaeMin sudado, mirándolo extraño, enojado, con una toalla alrededor de su cuello y su cabello levemente húmedo por el sudor…


-¿Hasta cuándo piensas observarme escondido detrás de la puerta como si fueran un acosador psicópata?-


El moreno se quedó sin habla por unos segundos, pues realmente le costaba concentrarse con la vista que tenía enfrente y como un pez fuera del agua empezó a abrir y cerrar la boca, a lo que TaeMin simplemente chasqueó la lengua y se retiró a los vestidores.


-¡Tsk! Mejor me voy a los vestidores.-


MinHo en ese momento, se le vino nuevamente aquel primer “incidente” y comenzó a abrir y cerrar la boca mucho más rápido, jamás se había sentido tan nervioso por algo tan “banal” como eso. Pero con Minnie… o mejor dicho con TaeMin, pues al parecer aún no dejaba salir a su “Yo dulce”, todo era diferente, demasiado.


TaeMin despertaba en él, miles y miles de emociones que jamás sintió por nadie más… ni siquiera por…


-¡YAH MINHO!-


Escuchó que le gritaron algo enfurecido, por lo que elevó la vista al haber salido de su estupor y miró hacia la dirección en que provenía la voz, el castaño estaba aún en el final del pasillo con la ropa sudada al igual que su cuerpo.


El moreno tragó saliva, y se acercó a él en lo que el otro le miraba con el ceño fruncido y cuando llegó a estar a 1 paso de él, TaeMin cruzó sus brazos y le miró aún más, MinHo aún apenado por sus pensamientos, sintiéndose realmente avergonzado pues esa mirada que el menor le otorgaba lo intimidaba y le hacía pensar que podía ver dentro de él, no pudo más y tuvo que desviar la mirada en un gesto algo apenado, afligido.


El menor descruzó un brazo y elevó la mano, MinHo comenzó a sentir una taquicardia en su interior al pensar que el castaño lo sujetaría del rostro para que le mirara, pero nada de eso sucedió, el menor le golpeó fuertemente con su dedo, despertándolo de golpe haciéndole volver del todo a la realidad.


-¿Qué demonios te sucede MinHo? Has estado todo el maldito día perdido en ti mismo, ni siquiera has escuchado una maldita palabra de lo que te he dicho.-


El moreno tragó saliva y asintió disculpándose.


-Lo siento Minnie… es sólo que-


Se calló la boca cuando vio que el mayor al utilizar esa forma cariñosa de referirse a él, frunció aún más el ceño pero no dijo nada.


-Aish… lo siento en verdad lo siento, ve, ve a los vestidores, te espero fuera de la preparatoria.-


-No, vámonos, recordé que de seguro estará el idiota de HyukJae y no quiero cruzarme con él, ni verlo más por el resto del día, ya tuve suficiente por hoy, vamos.-


Asió sus cosas del suelo y cuando se las estaba por echar al hombro el moreno se ofreció a llevarlas por él, el menor rodó los ojos en blanco pero sólo le dio la mochila, el resto de las cosas las llevaba él.


-¿Có-cómo estuvo tu día hoy?-


-Aburrido, como siempre, lo único que me salva el día es Key, la hora extracurricular de baile eliminando al idiota de HyukJae y… tú.-


Dijo al final en un tono casi inaudible, pero aquello bastó para que al mayor le florecieran todas las esperanzas de un solo tirón.


-Gracias…- Dijo el mayor sin poder ocultar esa sonrisa cálida que había surgido en sus labios ahora, y más aún al ver el leve tinte rosáceo en sus mejillas. -¿Cómo está TaeJun? ¿Sabes? Lo he extrañado mucho en este tiempo, pero dudo que se acuerde de mí.- Habló ahora un poco más nostálgico, pues realmente le agradaba ese niño, que siempre que lo veía, iba corriendo a sus brazos diciéndole que lo quería mucho y que lo había extrañado.


Una sonrisa nostálgica surcó los labios de MinHo. TaeMin le miró de reojo mientras iban a mitad de camino ya de su casa y siguió caminando.


-Él está haciendo un curso de nivelación en estos momentos para que el año que viene pueda entrar a la escuela, él ahora tiene 12 casi 13.-


Ese pequeño detalle realmente sorprendió al mayor, y le hacía dar cuenta de que tanto había pasado el tiempo, de cuanto se había perdido junto a ellos, sólo por una estúpida acción de su parte.


-¿En verdad? Wow, eso realmente me parece genial e increíble a la vez, no puedo creer que tan grande está, de seguro ha de estar altísimo.-


Habló un poco más eufórico al enterarse de aquella noticia, en verdad que nada le hacía más feliz que saber que realmente ellos podrían ir a la escuela, crecer, nutrirse de conocimientos, y salir adelante siendo alguien realmente en su vida.


-Si lo es, nos vemos mañana, aquí nos separamos.-


Habló levemente serio el menor, lo cual hizo sentir levemente herido al mayor.


-¿Por qué no te puedo acompañar hasta la puerta de tu casa?-


Cuestionó el mayor abatido, pero al haberse detenido repentinamente el menor, y girarse para mirarlo supo entonces que había pensado en voz alta y ahora se encontraba más que nervioso no sabiendo a dónde mirar.


-MinHo.-


-¡Es que hemos perdido tanto tiempo separados por mi culpa, por una estupidez de mi parte, que realmente quiero recuperar el tiempo periodo, a pesar de que no se puede recuperar según tú, sólo quiero que las cosas sean como antes, en verdad te extrañé mucho Minnie, no sabes la falta que me has hecho estos últimos años y la falta que me hacías allí en aquel lugar tan frío y sombrío, no sabes la falta que me hacía ver tu sonrisa para que iluminara mi mundo y lo hiciera todo mucho más cálido, ya no quiero que algo como eso vuelva a pasar, y quiero estar la mayor parte del tiempo contigo! Sé que te sonará raro y todo, pero realmente… realmente yo… tú, eres muy importante para mí, como así TaeJun lo es, us-ustedes son mi familia, la única que tuve, tengo y tendré…-


Soltó sin siquiera pensarlo el mayor realmente frustrado y angustiado por esa nueva faceta que el menor presentaba. A TaeMin realmente no se le podían abrir más sus ojos de sorprendido al oír todas aquellas palabras “Cursis” que ahora realmente entendía. El moreno desvió su mirada avergonzado por ellas, pero el castaño también tuvo que bajar la mirada para ocultar aquel rosáceo demás visible en sus mejillas.


Sus latidos, su interior era un maremoto de emociones tenaces que le hacían temblar el cuerpo entero, le hacían estremecer por completo.


-Lo-lo siento, es que en verdad te aprecio mucho, siento si te molesté, ofendí y te resulto molesto, será mejor que ya me vaya retirando, ten una buena noche, adiós.-


Habló abatido una vez más el mayor en lo que rompía el silencio incómodo y avanzando colocando una mano en su hombro continuó con su camino, dejando atrás al castaño.


-¡MinHo!-


Gritó de repente el menor, saliendo al parecer de s estupor, 7 pasos adelante, MinHo se detuvo en su lugar.


-Hoy trabajo, pero en estos días si no estás ocupado y si quieres, dejaré que veas a TaeJun…-


Dijo sin elevar mucho la voz, MinHo no pudo evitar sonreír de lado a lado por la felicidad que esas palabras le habían causado, y asintió aun sin mostrar su rostro al menor.


-Gracias, estaré más que encantado de poder verlo finalmente.-


Habló el más alto intentando controlar sus ganas de gritar como una niña de la emoción, por fin vería a ese niño adorable, a ese querubín que siempre los acompañaba en todo, a excepción de cuando iban “en busca de provisiones”. Asintió y continuó su camino.


-Suerte en el trabajo, que te sea leve.-


Habló ahora más controlado y cálido y desapareció de la vista del menor, quien se quedó allí de pie observando cómo había dejado ir la oportunidad de su vida, en verdad que hoy no tenía que trabajar, pero no se sentía listo para llevarlo “a su casa”.


Observar la espalda ancha del mayor como se iba alejando de él, le recordó el pasado, y por un momento tuvo el impulso de salir corriendo y abrazarlo por detrás diciéndole que no se vuelva a ir nunca más, pues a él también le había dolido demasiado aquella separación tan abrupta. Él también había extrañado horrores al mayor aunque le doliese aceptarlo. Pero ahora… la oportunidad de recuperar esa amistad incondicional una vez más lo emocionaba y asustaba al mismo tiempo, pues si por alguna razón MinHo o él deberían de separarse una vez más, no estaba seguro de que TaeJun pudiera “contrarrestar” su pérdida. No, ya no, no ahora que eran “grandes” y sabía muy bien lo que sucedía y lo que separarse significaría.


Volvió a su casa, jugó con TaeJun, le sonrió, lo abrazó y este antes de irse a dormir se despidió con un gran y sonoro beso en la mejilla de su hermano mayor, TaeMin sonreía genuinamente cuando se trataba de “su TaeJunnie”.


Cuando se acostó, y cerró sus ojos, no pudo más que venir a su mente el rostro abatido y apenado de MinHo ante su “mal trato”, y luego esa sonrisa tan brillante, hermosa y a pesar de todo aún tan inocente tan aniñada gracias a esos hoyuelos tan dulces que se le formaban en el rostro cuando sonreía genuinamente de lado a lado.


No podía dormir, MinHo ahora inundaba sus pensamientos a cada segundo del día todos los días a la semana.


Realmente aún no podía creer que había encontrado a MinHo, y que este se mostrara tan servicial con él. Después de todo, como así tampoco podía creer con qué facilidad le había perdonado todos esos años de dolor y de “trauma” debido a aquella frase que marcó sus vidas para siempre a ambos. Aunque el castaño no lo supiera del todo.


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Las cosas iban comenzando a tomar forma, las cosas comenzaban a mejorar lentamente, por lo menos para TaeMin y MinHo, ya que JinKi había vuelto al gimnasio a dirigirlos, y era realmente cosa de no creer que 2 de sus mejores jugadores hayan discutido tan fuerte con él, y ahora nuevamente se encontraban obedeciendo sus órdenes. Obviamente aún se palpaba el leve disgusto del de menor estatura con el líder, y le pena en los ojos del más ágil. Pero aun así, JinKi sabía muy bien como dejar de lado lo personal aunque sea por una hora al día.


En cambio para TaeMin las cosas iban un poco mejor, HyukJae ya no se metía demasiado con él, finalmente había recapacitado y “utilizaba” ahora su tiempo en mejorar sus habilidades de baile. Aunque aún le molestaba un poco, porque pues ese mismo día del torneo, harían una presentación de baile y una exposición de la clase de arte, y DongHae ssi, le había dado un solo a TaeMin, para el final, y a Hyuk no hubo peor cosa y humillación que escuchar el nombre de su “peor” enemigo en el papel que él tanto anhelaba para poder finalmente deslumbrar a su “platónico” y que éste le notara y reconociera su talento, porque indudablemente lo tenía, sólo debía pulirlo aún más.


Por lo que TaeMin pensó que su vida sería aún más imposible, pero el mayor de segundo año, sólo le limitó a otorgarle mirada asesinas y nada más, eso ya era algo.


 


~1 Semana para el Torneo y las Exposiciones~


La práctica de baloncesto terminaba, todos estaban más que nerviosos, estaban agitados a más no poder, pues como bien se había dicho antes las prácticas se habían hecho el doble de intensas, necesitaban ganar ese torneo a como dé lugar, para defender su honor, de no ser vencidos en “su propio terreno”.


Todos se dirigieron a los vestidores, pero MinHo ese día decidió no ir, no quería perder más tiempo, estaba ansioso por ver a “su eximio bailarín” en acción. Y esta vez intentaría pasar y no comportarse como un acosador, toda la semana anterior había intentado cambiar ese hecho, pero le apenaba mucho el entrar e interrumpir al menor, pues no quería admitirlo, pero no quería que el menor detuviera sus gráciles movimientos ni siquiera un segundo.


Cuando llegó al último salón, como se lo imaginó, el menor estaba sólo, ya practicando aquel baile que hasta MinHo se sabía de memoria, pero que nunca se cansaba de verlo.


Observó por unos segundos por las hendijas de la puerta del salón entreabierta, y se quedó allí un buen tiempo, hasta que la canción terminó por primera vez desde que llegaba MinHo, y suspirando una vez más, cogiendo el valor necesario, se puso de pie y abrió un poco más la puerta lentamente.


Entró, la mirada de TaeMin se cruzó con la de él a través de la gran pared de espejos y aquello le pareció a MinHo que le daba aún más intensidad a ambas miradas, una correntada eléctrica en forma de espiral recorrió su cuerpo. Pero TaeMin no se detuvo un segundo, desvió su mirada nuevamente al frente y se colocó en posición para que la canción empezara una vez.


Ni siquiera un <<“Hola”>>, pero al moreno aquello no le molestó porque tampoco tenía ganas de hablar, sólo quería ver en “acción” a “su muñequito de porcelana eximio en danzas contemporáneas”.


El castaño suspiró cerró sus ojos, y comenzó a moverse al compás de la música una vez más, pero algo andaba mal… o MinHo comenzaba a volverse aún más loco por causa de ese muchachito tan remilgado y níveo. Los movimientos le comenzaron a parecer más sensuales de la cuenta, las curvas de las figuras eran más pronunciadas, aquellas ondas que hacía con el cuerpo se tornaron levemente más lentas… que para cualquiera hubiese pasado inadvertido, pero no para el ojo entrenado de MinHo que sabía exactamente cómo era el baile y los movimientos en esas partes.


¿Su luz de sus ojos, lo estaba seduciendo? ¡NO! Eso sería imposible, el menor sería incapaz de jugar de manera tan sucia, tan baja, solo eran movimientos que habían mejorado y de cerca se apreciaban mejor y por eso MinHo pensó que no era nada, que él se estaba volviendo loco…


Pero no… no se estaba volviendo loco, y “la luz de sus ojos” ya no era tan “puro e inocente” como aún el mayor lo idealizaba, tenía 16 años, había crecido, y estaba consciente de su cuerpo y rostro, y más aún de lo que sus movimientos provocaban en los demás, ya lo había comprobado cuando antes se le había pedido “pasar al frente” y exponer, y todos a su alrededor perdían noción del tiempo y de su alrededor, sumergiéndose totalmente en el baile “hechizante” del menor, inclusive el rubio… aquel que siempre le molestaba… se le quedaba viendo con la boca levemente abierta pero con el ceño fruncido al ver a su “platónico” totalmente sumido en los movimientos del menor.


Esto TaeMin lo sabía, y se había comenzado a dar cuenta que a veces hasta le hacían pasar al frente de gusto, para deleite de ellos, y se sentía como una puta de un bar nudista… Pero el baile era su pasión e intentaba no pensar en aquellas cosas malas, debido a que si lo hacía… su baile se vería entorpecido, “sucio”.


El menor, era consciente que ahora también se estaba “exponiendo” al más alto y hasta incluso se le estaba insinuando sutilmente, pero a diferencia de los demás, la mirada totalmente absorta de MinHo clavada en él, le encantaba, le hacía sentir bien consigo mismo, le provocaba mariposas titánicas en su estómago y le agradaba. Con MinHo realmente todo era muy diferente, y más cuando había notado que cada noche no podía dormirse sin antes pensar en él, en su sonrisa, en su amabilidad, en que al otro día pasaría por él, y se irían juntos nuevamente hasta mitad de camino.


Sí. TaeMin… disfrutaba sentir la intensa mirada de MinHo sobre él…


Sí. TaeMin... sentía cosas por MinHo.


Sí. TaeMin… estaba enamorado de su mejor amigo.


 


La música terminó y su cuerpo estaba demás agitado, pues esas emociones que MinHo le provocaba, lo agitaban aún más. Una gota de sudor resbaló por el cabello de su frente y calló al suelo.


Clap. Clap. Clap, un aplauso, primero lento y sensual y luego eufórico, MinHo con sus mejillas algo coloradas se puso de pie y una vez más le miró de manera intensa a los ojos del menor a través de los espejos, eso… secretamente al “Dulce e inocente niño” Lo ponía.


-Eso… eso realmente ha sido impresionante.-


¡Y ahí estaba! Esa voz profunda y gruesa que le penetraba hasta el alma al menor, se hizo oír. Nuevamente una tormenta eléctrica despertó en el interior del castaño provocándole una exagerada piel de gallina, o chinita, como muchos le dicen.


El halago por parte de él, era lo único que le había importado, el único que realmente le satisfacía.


Miró al mayor aún a través del espejo quien se venía acercando lentamente, y aun jadeando por los movimientos y la sobredosis de entrenamiento, no pudo evitar que surcara una sonrisa entre uno de sus jadeos, sonrisa que no pasó de ser percibida por el mayor que se detuvo justo a tiempo, a 2 pasos de la espalda del menor. Quien a su vez no pudo evitar imaginar esos brazos en los bolsillos salir de allí y rodear su cuerpo delgado y sudado.


-Gra-gracias.-


Habló con un tono un poco menos duro, pues la felicidad lo invadía en estos momentos, las endorfinas liberadas por el baile más aquel simple halago, le habían hecho el día al castaño.


Cruzaron ambos una mirada más a través del espejo y el mayor sacó sus manos de los bolsillos, TaeMin se exaltó levemente, pero no se notó. Se giró rápidamente hacia el rostro “verdadero” del mayor y habló.


-¿Quieres…-


-¿Quieres…-


Ambos vocalizaron al mismo tiempo lo mismo. Sonrieron bajaron la mirada y una vez más las unieron.


-Tu prime-


-Tu prime-


Una vez más aquel “gracioso” accidente. Una amplia sonrisa surcó los labios de ambos, pero el mayor se había quedado estupefacto ante la sonrisa que hacía años no veía.


Levantó la mano en señal de que se detenga y luego hizo otro gesto dándole la palabra al castaño.


-Habla tu primero.-


-Mejor hazlo tú, lo mío puede esperar.-


Sonrió MinHo de manera dulce, pero no sabía que esa sonrisa al menor le resultaba extremadamente sensual.


-¿Los dos a la vez?-


-De acuerdo, eso suena bien, ¿a la cuenta de 3?-


Habló nuevamente con esa voz extremadamente sensual a oídos del menor, y más aún debido a que al lugar ser grande y estar solo ellos, su voz retumbaba aún más, causando estragos en “Minnie”.


El menor sonriendo levemente una vez más asintió y miró la mano del mayor que empezaba con el conteo.


-¿Quieres venir a verme el sábado?-


-¿Quieres venir a verme el sábado?-


Esto ya se estaba tornando realmente extraño, ¿era posible que sus mentes estuvieran tan conectadas para pensar exactamente lo mismo que el otro?


Ambos se pusieron serios y se sorprendieron… <<“¿El sábado?”>> Pensaron ambos como al parecer se iba a hacer costumbre.


TaeMin bajó la mirada y la elevó segundos después y habló arriesgándose a que nuevamente ocurriera otra vez.


-Me han seleccionado para hacer un solo en el último número de baile que mi clase expone el sábado, y me gustaría que fueras a verme…-


-Rayos… es en estos momento cuando odio estar en el equipo de baloncesto… también tenemos un torneo este sábado, y soy uno de los principales jugadores, y ya que nunca has podido venir a la práctica, pensé que el torneo sería una buena oportunidad para que me vieras a mí y a Key en acción…-


-La exposición empieza a las 15.20 ¿Estarás ocupado a esa hora?-


-El partido es a las 15.30, pero como supondrás debemos estar media o una hora antes… cielos esto apesta, nada me gustaría más que ver la caras de los demás al verte danzar de esa manera tan celestial…-


TaeMin se sonrojó levemente ante aquel comentario que el mayor dijo de manera ciertamente despreocupada.


-Oow, bueno no te preocupes, a mí también me hubiese gustado poder ir a verte, pero al perecer tampoco podré, creo que estaremos a mano…-


-Eso parece, en verdad lo siento TaeMinnie…-


“TaeMinnie”, esa manera que sólo él le llamaba pues ni siquiera su “padre” le llamaba así… una vez más hizo erizar al castaño, quien no pudiendo evitar reaccionar de cierta manera evasiva, ante el temor de verse expuesto teniéndolo tan cerca se giró rápidamente y juntó sus cosas del suelo. MinHo no tuvo más que morderse el labio inferior, apretar sus puños y mirar hacia otro lado, pues el trasero del menor había quedado demasiado cerca de la zona íntima del mayor.


-No te preocupes, ya tendremos otra oportunidad para apreciar nuestros talentos entre nosotros.-


-No lo sé… éste será mi último torneo aquí, recuerda que también es mi último año.-


Habló el mayor con tanto dolor en su voz que hasta el propio TaeMin sintió que su corazón se estrujaba como papel. Cierto… ahora se le antojaba recordar que el mayor, no por nada era “su hyung”…


-Oh…-


No pudo decir más, pues el llanto se le atragantó en su laringe, se estaba irguiendo pero quedó a medio camino, ante el impacto de esa noticia, y sin pensarlo esta vez, provocó aún más al mayor… quien tosió en medida de extrema urgencia para disfrazar un gemido. TaeMin se terminó de enderezar lentamente quedando de espaldas otra vez a MinHo, observándose a través del espejo, ya no de manera intensa sino con algo de decepción en ellos, que se le hacía difícil ocultar. Era increíble como de un momento a otro podía pasar de estar ultramente feliz, a estar terriblemente triste y decepcionado.


Cerró sus ojos unos instantes, intentando controlar su emociones, pero rápidamente se abrieron cuando sintió un toque tan delicado sobre su barbilla, un toque tan delicado que hasta le causó cosquillas.


El moreno, había rodeado al menor y se había puesto ahora delante de los espejos dándoles la espalda mientras miraba a los ojos del menor de una manera mucho más física y profunda.


Las miradas de ambos ahora habían cambiado levemente, ya no eran de “amigos mirándose a los ojos”, eran… “amantes” mirándose a los ojos.


-No te deprimas Minnie, siempre podrás venir a mi casa como yo podría ir a visitarte a ti y a TaeJun… No es el fin del mundo. No, no pienso separarme de ti de nuevo, nunca más.-


<<“Te amo”>> Hubiese querido terminar de decir el mayor, pero se lo guardó para sí mismo un tiempo más, si había esperado tanto y se había aguantado tanto sin decir esas palabras, podría aguantar un poco más.


Esas miradas estaban matando lentamente al ajeno al verse reflejado en aquellos pares de ojos, y TaeMin una vez más tuvo el impulso de avanzar y terminar con la distancia que los separaba, eran apenas unos centímetros pero parecía un abismo, TaeMin se encontró deseando esos labios sobre los suyos sobre su cuerpo, al igual que las caricias del mayor… y eso realmente le asustó demasiado, por lo que una vez más se giró soltándose del agarre.


-¿Estás listo? Ya podemos irnos, he terminado aquí por hoy.-


Mintió el menor, pues la verdad que aún le quedaba resistencia para dos ensayos más, pero él ánimo, el entusiasmo, ya no era el mismo.


-S-sí, de acuerdo, vamos.-


Habló nuevamente algo incómodo el mayor con esa extraña atmósfera, pero aún no podía quitarse de la cabeza, esas sonrisas genuinas que el menor compartió con él por primera vez hace minutos atrás. Haría cualquier cosa, con tal de volver a verlas una vez más.


Ya llegando a mitad de camino, MinHo comenzaba a mentalizarse que era momento de separarse de “su niño”, pero TaeMin le sorprendió.


-Ho-hoy no trabajo, y TaeJun está en casa, y le-le avisé a Da-DaeGu ssi, que quizás ho-hoy llevaba “compañía”. ¿Pu-puedes venir o estás ocupado?-


TaeMin como siempre no miró hacia atrás, continuó caminando y MinHo de la impresión se detuvo de golpe. ¿De verdad le había invitado a su casa finalmente? ¿¡Justo hoy!?


El castaño se detuvo finalmente al no obtener respuesta inmediata y lentamente giró sobre su eje, mirando a un impactado MinHo, el menor elevó una ceja exigiendo la respuesta. La hora había llegado. Debía responder…

Notas finales:

Este si quedo un poquito más larguito 15 hojas xD


*-* Bien… ya las cosas ¡van avanzando un poco más! Sé que me quieren crucificar, ¡pero les prometo que pronto habrán besitos! xD jajaja, éste sin dudas también ha sido uno de mis capis preferidos, más cuando El “frío” Minnie sonrió por primera vez ante el tan simple halago de MinHo. Sus murallas ya no son tan fuertes cuando está con MinHo, sin dudas “le mueve el piso” por eso no puede mantener sus paredes estables… guiño guiño… xD jajaj ok no :P ¡como sea! *-* 10 caps ya, ¡Ya flatan sin dudas menos para el final! O… quien sabe ¬u¬ jajaja lo siento no puedo despedirme sin utilizar esa frasecita.


El <<Oñú’>> Si que resultó ser bastante malo, bien cofcofhdpcofcof “engañoso” Siempre lo digo y lo sostengo… la apariencias engañan, no se dejen “engañar” (valga la redundancia) porque incluso detrás de la cara más angelical e inocente posible, se puede esconder un asesino psicópata ;)


En fin, perdon por las faltas de ortografía, esta vez que ni siquiera lo lei xq me retrase demasiado con este cap u.u asi que lo siento, bueno, ya esta, aún es Jueves en mi país asi que cumpli de todas maneras xD


Les dejo mi página como siempre por si a alguien le interesa xD, recuerden que actualizo todos los Martes y Jueves, ya estamos más a o menos a mitad del fic, así que *-* ya falta menos para cofcofellemoncofcof el final (?) xDDDD jajaja "ZaffireHeart


Ahora sí, espero que les haya gustado, y nos vemos… bueno, leemos xD en el próximo cap, que va a estar bien interesante… “Recuerdo al acecho”… ¿Qué sucederá en el próximo cap?...


¡Quien sabe! ¬u¬ ::Trollface:: xD jajaja Bye! Gracias por leer y comentar mi quererles y apreciarlos mucho, Muaaak! <3


Bye bye~ ^u^/


ZaffireHeart 


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