[…]-¿Mi-MinHo?-
[…]Empujó de inmediato a ChangMin y miró con suma sorpresa y arrepentimiento al castaño, […] lentamente su expresión comenzó a cambiar, sus ojos comenzaron a “aguarse”, su ceño comenzó a fruncirse y su rostro comenzaba a enrojecer…
-Ta- Ni siquiera encontró la voz para pronunciar aquel nombre frente a aquella expresión…
Capítulo 13: “Revelaciones…”
TaeMin aparte tampoco le dejó pronunciar palabra alguna, simplemente le dedicó una mirada de odio a ambos y comenzó a dirigirse a la salida a paso apresurado, casi corriendo.
-¡TAEMIN!-
Gritó fuerte y con desesperación el mayor entre ellos dos, y se dispuso a salir corriendo detrás de él como era de esperarse, pero como también era de esperarse el mayor ahora de ellos 2 no le dejó escapar.
-Déjalo, esto no es más que la primera de todas las señales de que su amor no se asemeja ni siquiera a los talones del mío, a la primera dificultad ha huido, y ni siquiera te ha dado tiempo, te ha otorgado un segundo de su vida para que se lo explicases… ¿Lo ves? Su “inmaculado amor” por ti, flaquea a la primera…-
ChangMin sonrió y se acercó a MinHo queriéndolo besar finalmente pero el pelinegro, finalmente pudo reaccionar y le empujó alejándolo un poco, no le dijo nada, pero con esa mirada tan despreciable lo había dicho todo.
-No te metas en asuntos que no te incumben.-
Siseo mordiéndose para no descontrolarse y golpearlo, por lo que el mayor sin responder nada, se le quedó mirando y sonrió de lado cuando el menor fue en busca del castaño.
-Serás mío MinHo, tenlo por seguro, yo te mostraré cómo es, “que es” el verdadero amor.-
-¡Primo!-
Oyó una voz ajena y volteó la mirada, sí, definitivamente era la voz de su primo. Onew, como se hacía llamar JinKi con gente de su extrema cercanía y confianza. Sonrió de lado interiormente y le otorgó una hermosa brillante y angelical sonrisa a su primo.
-YAH, ¿Dónde te habias metido, después de que te presentara a mi “equipo” saliste corriendo de allí ni bien nombré a MinHo mi suplente a capitán? ¿Acaso te urgía ir al baño o algo?-
-Jaja, no primo, no te preocupes, siento mi repentino desaparecimiento, pues es que luego cuando ya quise volver me perdí y me mantuve dando vueltas por todo el colegio…-
-Pues sí, sólo a ti se te ocurre hacerme una visita sorpresa y venir a buscarme a un colegio que ni siquiera conoces…-
-Lo siento, podemos irnos ya, veo que has terminado con tus asuntos “extracurriculares”.-
Continuaba hablando el mayor con una gran sonrisa en el rostro, el más bajo asintió y sonriendo comenzó a liderar el recorrido hacia la salida, mientras se seguían contando cosas tribales, acerca de sus vidas desde que se dejaron de ver hasta ahora.
~ 2 Días para el Torneo y Exposición ~ (Jueves)
TaeMin, por primera vez en su vida, no quería ir al colegio, no quería entrar al aula de baile, no quería encontrarse con MinHo. Aquello que vio ayer realmente lo había dejado muy perturbado, “lastimado”, y fue en ese entonces cuando realmente se dio cuenta de que tan importante era MinHo para él, que tanto lo celaba, que tanto… lo amaba.
Verlos tan cerca el uno del otro y al mayor con sus labios ya posicionados para besar a “SU MinHo” le hizo hervir la sangre, le hizo arder tanto que hasta sus ojos quisieron manifestar ese ardor en lágrimas pero él no se lo permitió.
Su voz quebrada, abatida, salió mucho antes de que lo pensara, y se sentía realmente avergonzado por aquello, pero ya había sido dicho, aunque si no hubiese hablado, quizás el otro podría haberlo besado, y eso sería mucho peor.
-¿Qué sucede cariño? ¿Estás triste porque ya no te presto tanta atención cómo debería? En verdad lo siento, pero esto del torneo nos tiene a todos más que alterados.-
Había hablado Key, sentado del otro lado de la banca del menor, mientras le acomodaba el cabello detrás de su oreja, pero este como sedoso y fino que era, volvía a su lugar de “origen”.
-No Bummie, no es eso, comprendo que tan ocupados estás, pues yo también lo estoy, y también créenos que estamos más que alterados, los nervios nos juegan en contra y nos hace trastabillar más de una vez, es horrible…-
-Sí, me imagino corazón, pero… si no es eso, ¿entonces qué es lo que te tiene tan “apagado”?-
Cuestionó con suma preocupación ahora el rubio, TaeMin levantó la vista hacia esos ojos “exóticamente” rasgados y luego volvió a bajarla antes de que esos ojos lo hechizaran para siempre.
KiBum, ante ese simple gesto como de cachorrito regañado, frunció el ceño y su mente comenzó a maquinar un sinfín de teorías, pero descartó todas hasta que se quedó con una que parecía tener mucho más sentido que todas las demás. MinHo.
Frunció el ceño ante esto y tomándole del mentón le obligó a verlo a los ojos, TaeMin le desvió la vista, pero el rubio en otro leve movimiento le obligó a fijar la vista en él finalmente.
-¿Es por MinHo verdad? ¿Qué es lo que te ha hecho ese infeliz? ¿Te traicionó? ¿Se acostó con alguien que no debía? ¿Te presentó a un amante? ¿Qué demonios te hizo? Sólo él te puede causar esta depresión que arrasa con tu luz propia cariño, dímelo ahora y le daré una buena tunda, podré ser flaquito delgaducho y enclenque, pero adivina… tengo uñas, y bastantes largas por cierto.-
Sonrió de lado, denotando sus malas intenciones al decir aquellas palabras, TaeMin se sorprendió que Key se mostrase tan indignado por una cosa como esa, pero también le sirvió para darse cuenta, de lo mucho que quería a KiBum y de lo que este le quería a él. Por lo que no tuvo otra opción que sonreír levemente. El rubio se sintió muchísimo más relajado al haberle provocado una sonrisa al castaño y sonrió también.
-Tú no cambias Bum hyung.-
-Claro que no cariño, jamás lo haré, si eso significa poder sacarte una sonrisa, sabes lo mucho que te quiero y me preocupo por ti.-
-Sí, ahora lo sé.-
Sonrió y se quedaron mirando a los ojos unos segundos hasta que KiBum rompió el silencio una vez más.
-Si no quieres hablar, lo entiendo, hace mucho aprendí que eres muy reservado y celoso de tus problemas, pero sea cual sea la situación, todo se arreglará, créeme, ustedes se quieren mucho como para pelearse definitivamente por algo o alguien. Pero sin embargo no me gusta verte así, porque ¿recuerdas? Tu infelicidad es la felicidad de otros, y sabes que me refiero al imbécil de HyukJae, así que no le des el gusto, ve, preséntate, y deslúmbralos más que nunca, que los nervios no te dominen, eres un eximio bailarín y sería imposible que ese baile te saliera mal, después de llevarlo tanto tiempo practicándolo.-
-Nunca digas nunca Bum, ¿cuántas veces le ha sucedido a profesionales que practican y practican y les sale perfecto pero en vivo algo falla y “lo arruinan”? Uno nunca sabe, siempre hay que ser cauteloso, pero tomaré tu consejo porque realmente es cierto, si bien HyukJae ya no me molesta tanto como antes, aún sigo sintiendo sus miradas de desprecio sobre mí.-
-Es envidia cariño, no desprecio…-
KiBum sonrió y TaeMin también, por lo que el rubio otorgándole una última caricia en el rostro y besando su mejilla se despidió diciendo que si no se iba ahora llegaría tarde al entrenamiento y no sería agradable ser regañado en medio del gimnasio con tanta gente presente, así que se despidió, cogió sus cosas y salió corriendo a toda velocidad.
TaeMin aun mirándolo con una sonrisa se quedó allí hasta que KiBum desapareció de su rango de visión y se puso serio, bajó su mirada, suspiró, y cogiendo valor, se dirigió al aula de baile, pues realmente no quería… pero debía.
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Mientras tanto en el gimnasio estaban todos realmente pasados de revoluciones debido a que pasado mañana, Sábado, se definiría el futuro de varios, si bien el rubio no estaba de acuerdo con ello, era la verdad, aunque a él realmente no le interesaba, pues se había dado cuenta de que le gustaba más andar en eso de la moda como “todo gay que se respeta”, o eso pensaba él.
Cuando se iba acercando al centro del gimnasio notó que había 2 chicos que estaban demás “excitados” que de costumbre, cuchicheándose* entre ellos, prácticamente comportándose como “fanboys”, Key no entendía aquello por lo que con el ceño fruncido se comenzó a acercar con una agilidad de felino totalmente involuntaria y comenzó a infiltrarse en aquel círculo de personas, logrando ver así a JinKi y a un muchacho bastante alto a su lado sonriendo con sumo esplendor.
¿Quién era? ¿Su nuevo novio? No, no podría ser, él jamás se atrevería a haber salido del armario tan rápido, si no lo hizo con él, ¿Por qué lo haría con otra persona? ¿O era realmente ese el problema? ¿La demás “remarcada” femineidad de él lo que avergonzaba al mayor? Porque ciertamente ese muchacho no parecía en lo absoluto ser homosexual… pero pues, las apariencias engañan, JongHyun tampoco lo parece como así tampoco MinHo, pero él sabía claramente que MinHo amaba a TaeMin…
-¡Yah! ¡Escúchenme y déjenme presentárselos!- Elevó un poco la voz el líder allí provocando que el “griterío” disminuyera a un murmuro aún molesto pero soportable. –Así está mejor, pues bien, como estarán viendo hoy y el resto de los días tendremos a un invitado especial.- Los observó a todos y señaló al “desconocido”. –Él es mi primo Shim ChangMin, y es uno de los mejores jugadores en los SMtioner. No es un equipo muy conocido aún pero lo serán pronto, por lo que lo he invitado a que presencia nuestras prácticas para que pueda darnos algunos consejos si es que podemos cambiar y mejorar algunas cosas, así que por favor, todos denle la bienvenida y cuiden de él.-
(N/A: Sí xD soy tan original que no se me ocurrió otro nombre para inventarle al equipo xD)
Varios de los muchachos allí, aplaudieron y aclamaron por aquel chico, pero al rubio algo no le terminaba de cerrar, pues no veía a JongHyun ni a MinHo por ningún lado… ¿Habrían llegado ya o no? Confundido, pensativo salió de aquel círculo lleno de hormonas alteradas y mal olientes y se dirigió a los vestidores, pues debía ponerse su uniforme.
Sacando sus propias conclusiones en su cabeza distraído se dirigió a los vestidores, pero se quedó estático cuando oyó unas voces susurrantes.
-¿Por qué demonios te escondes MinHo? ¿Quién demonios es ese muchacho? Desde que lo viste has empalidecido como 3 tonos de piel.-
-No es el momento ahora JongHyun, sólo ve allí y actúa normal, no quiero que comencemos a levantar sospechas por habernos desaparecido.-
-No MinHo, sabes que no me iré sin que me cuentes qué demonios te sucede. Desde que has llegado al colegio has estado en otra. ¿Quién es? Algo me dice que no es la primera vez que lo ves.-
Key sabía que estaba mal oír conversaciones ajenas, y comenzaba a sentirse culpable, pero luego recordó que JongHyun hizo lo mismo cuando la pelea de él y JinKi se llevaba a cabo y se le pasó, se pegó aún más contra la pared para oír mejor.
-Sabes que no es el mejor momento Jong, alguien podría oírnos y nos meteríamos en problemas, y más si justo resulta ser él o JinKi.-
-MinHo…-
Aquel tono de reproche hizo al rubio imaginarse al más bajo con los brazos cruzados sobre su pecho mientras le otorgaba una mirada de desaprobación.
-Aish, demonios… te lo explicaré rápido porque no es el lugar ni el momento, pero si no lo hago tampoco me dejarás de insistir así que aquí va, sin anestesia así que no te quejes…-
El pelinegro hizo una pausa, su voz ahora se notaba levemente nerviosa, y el corazón de Key comenzó a acelerarse al enterarse de algo que si bien no debía le hacía sentir como el mejor detective o periodista del mundo, para así poderle llevar información al castaño bailarín, debido a que quizás, ahora que lo pensaba, las cosas comenzaban a tener sentido y a mostrar su conexión con el estado de TaeMin.
-Él fue mi compañero de celda… ¿Pues recuerdas que te dije que a los 12 años me llevaron a un reformatorio por robar?- A KiBum se le abrieron los ojos, ¿¡MinHo había estado en un reformatorio!? Tragó saliva. Y el “Mmh” de JongHyun al darle a entender que quería que siguiera, puso más nervioso al rubio. –Pues bueno, cómo bien te dije él fue mi compañero de celda, y… y después de que fui abusado varias veces antes de ganarme mi lugar allí…- KiBum abrió sus ojos aún más y casi se le escapa un gritito de horror, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas al oír aquello, ¿TaeMin sabría de aquello? Apostaba que no, JongHyun no dijo nada esta vez y el moreno aún más nervioso y apenado continuó hablando. –Pues él, ChangMin también intentó hacerlo, pero no antes de decirme que me amaba, y que le gustaba y que se yo, en ese entonces yo no sabía realmente que hacer, debido a que pensé que él se había convertido en mi único amigo y que era buena persona, pero ahora comprendo que si estaba allí no lo era y lo entendí ese día… por suerte pude usar “sus sentimientos hacia mí” a mi favor y no lo hizo, jamás volvió a intentarlo y 9 meses después salió y jamás volví a verlo… hasta ayer, que volvió, me encontró y aún sigue afirmando que me ama, pero yo tuve el valor de decirle que amaba a TaeMin…- “Amaba a TaeMin” Eso detuvo el corazón de Key no sabía si de felicidad, o simple impacto pero pues su mente no estaba en ello en ese momento sino en sus anteriores palabras… -Pero él utilizando su ponzoña logró hacerme dudar de mis sentimientos por Minnie, y pues casi me besa debido al estado de shock en que me encontraba, y justo antes de que él me besara TaeMin nos vio y salió corriendo, yo quise ir detrás de él para explicarle pero él no me dejó, me dijo unas últimas palabras y yo logré salirme de su veneno y fui a buscar a Minnie, pero ya no lo pude encontrar, quise ir a su casa y a golpearle hasta que me atendiera, pero sabía que resultaría inútil así que me dirigí a casa y no pude dormir, y hoy cuando vi a TaeMin él me corrió el rostro y yo sentí que me disparaban justo al corazón, ¡Él me odia! ¡Y yo lo amo! ¡No sé qué hacer, me ha estado evitando todo el día y yo ya no puedo más, y peor aún que resulta que el imbécil de ChangMin estará aquí todo lo que resta de la semana y más. ¿¡Entiendes!? ¡Ese tipo está loco, dice que me ama, pero sólo está obsesionado conmigo y tengo miedo que le haga algo a Minnie!- KiBum sentía que ya no tenía aire en los pulmones, sus ojos estaban demás desorbitados, estaba más que sorprendido, shockeado.
-Va-vaya, para ser que dijiste que sería todo de manera resumida me has contado prácticamente toda la historia completa, y la verdad no puedo creerlo, ¡Es un maldito loco! Está obsesionado contigo y finge ser un ángel con esa sonrisa tan simpática… Ahora si entiendo tu comportamiento, yo haría lo mismo, si ese hombre se interpusiera entre mi Bummie y yo…-
-¿T-Tu Bummie?-
Cuestionó confundido MinHo y ahora KiBum sentía sus mejillas arder, ¿¡Lo confesaría, se lo diría que ya se habían “acostado”? ¿Alardearía de ello?
-Bu-bueno, aún no lo es oficialmente… aún no le he pedido que sea mi novio oficialmente, pues estoy esperando a que él realmente se sienta listo para empezar otra relación, que se sienta seguro, que sepa que yo no soy igual que… bueno que JinKi, yo si le amo de verdad.-
Las lágrimas de KiBum salieron y no pudo resistirlo más, tenía demasiada información ahora y debía procesarla, por lo que se le escapó un quejidito, en señal de querer tomar aire, pues sentía que se ahogaba y su garganta ardía horrores debido a que estaba reteniendo el llanto desde que oyó lo de MinHo, y en ese momento quiso matarse y que la tierra se lo tragase, ¡Lo habían descubierto!
Pero Dios al parecer estaba de su lado y en ese momento en que quizás los mayores irían a por él a fijarse si había alguien, entraron todos sus demás compañeros haciendo un gran alboroto, recién venían a cambiarse, 10 minutos después de que comenzó la práctica, pero KiBum jamás pensó que estaría tan agradecido con “su líder”, ya que debido a todo aquel malón de chicos, pudo lograr mezclarse entre ellos, limpiarse las lágrimas y aparentar estar de lo más normal posible. Aunque fuera imposible luego de enterarse de que MinHo amaba a TaeMin y JongHyun lo amaba a él.
Logró fingir que entraba último y los observó de reojo, ambos ahora se notaban algo preocupados o nerviosos, pues el rubio no sabía que los mayores sí lo habían escuchado. Trató de fingir normalidad lo más que pudo y salieron todos finalmente al campo de juego a excepción de KiBum que se quedó último una vez más, pues aún le apenaba mostrar su cuerpo “escuálido” frente a todos, sí, era “Gay” pero eso no significaba que no tuviera pena.
Una vez que se terminó de cambiar último como siempre fue a salir pero alguien le cogió de la muñeca y lo estampó suavemente contra los casilleros, él gimió levemente asustado, sin poder controlarse, pues pensó que lo golpearían solo por diversión, pero su corazón se detuvo cuando se encontró con el rostro de “su JongHyun”…
-J-Jong… ¿Qué-qué haces? A-aquí no, e-el entrenamiento ya ha-ha comenzado.-
-No es lo que piensas mi pequeño pervertido… sólo quería advertirte que no es nada moral andar escuchando conversaciones ajenas…-
KiBum abrió sus ojos a más no poder, y aquella voz susurrante terminando con una sonrisa de lado, casi le hace explotar el pecho. Le faltaba el aire.
-Yo-yo no-no sé de qué hablas…-
-¿No? Es curioso cuando gimes de espanto, o sorpresa golpeando tu cuerpo contra la pared, pensando que nadie te oiría, te conozco mejor que nunca, y sabes que reconocería cualquier detalle de ti, por más mínimo que sea, ¿Qué hacías escuchando conversaciones tan serias y secretas? ¿Eh, gatito?-
Esa voz se tornaba cada vez más sensual, ese cuerpo se acercaba cada vez más al suyo emanando ese calor abrasante, esas manos apretaban aún más sus muñecas por encima de su cabeza, esa mirada era cada vez más penetrante, su… su erección crecía cada vez más con tan sólo esos simples hechos y se sentía humillado.
-A-alguien no-nos podría ve-ver, y-y no creo que te agrade que nos descubran en una situación tan comprometedora… a-así qu-que su-suéltame por favor Jo-Jong…-
Tragó saliva duramente y desvió su mirada hacia un costado, la escena se estaba tornado demasiado intensa.
-¿Por qué habría de desagradarme? ¿Por qué debería temer a que nos descubran? ¿Por qué temer a explicarlo todo? Es lo que es, yo, tu, uno sobre el otro, a punto de besarnos, con nuestras erecciones a mitad, porque nos queremos, nos deseamos, ya te lo he dicho, yo no soy JinKi, yo no me avergüenzo de ti, al contrario… eres hermosamente sensual y seductor, eres hermosamente gay, eres hermosamente mío…-
Las piernas del rubio comenzaron a fallar, cuando la pelvis de JongHyun chocó con la suya y sintió una pequeña “anomalía” en su entrepierna, que se asemejaba demasiado a la suya, ese aliento rozaba los labios del menor y lo hacían estremecer por completo, jadeó sin siquiera pensarlo, su estado de excitación lo iba poseyendo de a poco.
-C-con, re-respecto a, a lo último que dijiste…-
JongHyun captó de inmediato que se refería a aquellas palabras en dónde él decía que le amaba, y sonrió de lado mientras elevó una ceja.
-¿No que no sabías de lo que estaba hablando gatito?-
-Bu-bueno es que yo-yo quizás accidentalmente e-escuché m-más de lo que debía, pe-pero no-no dir-
Su tartamudeo en conjunto con su rostro más que rojo, fueron interrumpidos por un apasionante beso por parte del castaño, quien tomó por sorpresa al menor, pero no por eso, no le correspondió, un gemido se le escapó dentro de los labios del otro y el mayor, soltó las muñecas del menor que automáticamente se aferraron a su cuello, en cambio las manos del castaño, fueron a parar al cuerpo del rubio, para segundos después deslizarse a un muslo y alzarlo encastrando su pierna en sus caderas, KiBum gimió otra vez, al sentir ahora la pelvis del mayor más cerca de la suya, refregándose prácticamente con la suya, lo embistió una, dos, tres veces, haciendo sonar los casilleros, sonido que fue ocultado por los gemidos del rubio, aquello se estaba saliendo de control, pero la excitación comenzaba a apoderarse de todo su mundo alrededor.
-¡Oigan el entrenador los anda busca-! ¡Ay no, por favor!-
Dijo un chico prácticamente “irrelevante” para ellos pero que era parte del equipo, Kibum reaccionó de inmediato empujándolo, pero JongHyun se resistió y no lo soltó, es más le sujetó aún más fuerte aquella pierna levantada, y reduciendo la velocidad de sus besos pasó a su cuello.
-De acuerdo. Gracias. Por avisarnos. En unos momentos. Estaremos allí. Nos vemos JunGyu.-
Habló en mayor entre besos y suaves mordidas en el cuello del rubio quien estaba más que rojo, y más que humillado por encontrarse en esa situación tan bochornosa y encontrarla excitante sin poder controlar sus gemidos.
-Yo. Creo. Que. Si. Que mejor. Yo. Mejor. Me-Me voy. No. Si. No tarde. Tarden. Los esperan.-
El muchacho no podía quitar sus ojos de encima de aquel par, jamás se imaginó vivir una escena así de “bizarra” en vivo y en directo, le daba asco, pero a la vez, no podía dejar de mirarlos, y su rostro comenzó a teñirse de rojo, debido al calor interno que comenzaba a crecer en él, y no podía creer que 2 tipos de ese calibre de belleza lo-lo estuvieran poniendo duro. Era como vivir una película de porno gay en vivo y en directo. Se repugnaba se repudiaba así mismo, pero aun así él… él salió corriendo de allí con la cabeza hecho un total lío.
Cuando se escuchó el portazo que le indicaba que se había ido, JongHyun rió y se detuvo, pero no sin antes lamer la barbilla del rubio y besarlo una última vez. El menor estaba realmente agitado.
-¿Po-por qué hi-hiciste eso? ¡A-ahora to-todo el mundo te-te molestará y te tra-tratará de-
El mayor una vez más lo calló, pero esta vez colocando un dedo en esos labios acorazonados que eran su perdición.
-Ya basta KiBum, deja tus fantasmas, tus demonios en el pasado, ¿cuántas veces tengo que repetirlo? Yo no soy él…- Habló ahora algo serio, obligando al rubio a mirarle a los ojos. -¿Escuchaste detrás de las paredes cierto? ¿Oíste mis últimas palabras, cierto? Pues esas palabras eran reales, y lo seguirán siendo. Te amo KiBum, y si no te lo he dicho antes es porque no quería presionarte, como tampoco quiero presionarte ahora, sólo quiero que lo sepas. Es difícil para mí esto también, pues toda una vida me creí heterosexual hasta que llegaste a mi vida, tu cambiaste mi mundo, la perspectiva que tenía de él, y como todo el mundo estoy asustado, y sí, me da miedo, pero sin embargo estos sentimientos que tengo por ti no, ellos no me asustan, me hacen sentir seguro, me hacen feliz. Así que por favor, ya no te restrinjas a ti mismo, has vivido muchos años “confinado” en el armario a la fuerza, o eso creo, pero yo soy diferente, lo sabes, y sabes porque lo soy, porque yo si te amo, yo si estoy orgulloso de lo que siento por ti, y no me arrepiento de nada, así que por favor, ya no te contengas a ti mismo, si quieres besarme en medio del patio, en medio del comedor, en medio del partido de baloncesto porque hemos anotado, entonces hazlo, yo estaré orgulloso de eso. En verdad, no tengo nada de qué avergonzarme, tendría vergüenza si robara, o matara a alguien, pero no tengo vergüenza a amar, a amarte…- Su voz fue tornándose cada vez más ronroneante, más susurrante, permitiéndole al rubio estabilizar de a poco el latir de su corazón, aunque no en demasía, esas palabras eran una auténtica declaración.
-Jo-JongHyun y-yo.-
-Ssh, no es necesario que respondas ahora, tómate tu tiempo, pero quiero que sepas que mi parte ya está hecha. Ahora será mejor que vayamos a la práctica de una maldita vez.-
Y finalmente sin más que decir con una dulce sonrisa, 20 minutos después se unieron a la práctica, todos allí le miraron, JongHyun se comportaba como si realmente nada hubiese ocurrido, y él estaba con el rostro más que rojo y no podía mirar a nadie a la cara, por los que delataba su situación, y se sentía demasiado expuesto, pero luego en una de esas veces que intentaba erguir su cabeza para plantarse allí con la frente en alto, vio al chico a quien habían enviado a buscarlos, sus miradas se cruzaron, y el muchacho que respondía al nombre de JunGyu, tiño su rostro de rojo de inmediato y bajó la mirada, mientras se mordía el labio denotando incomodidad, o quizás “era otra cosa”… “deseo”. KiBum se sintió bien por un momento, no era el “único marica” allí, sin tener en cuenta a MinHo y a su JongHyun, quizás ese chico también estaría en el closet, pero por un momento a KiBum se le formó una sonrisa de lado. JongHyun si tenía razón. Él era deseado por más de una persona aunque antes no lo notara por tener los ojos vendados y estar siempre paranoico de que lo fueran a ver con JinKi y este se enojara con él.
Pero ahora todo era diferente, sí, quizás el castaño tenía razón, quizás tendría que comenzar a disfrutar de la libertad que se le había otorgado, que JongHyun le había otorgado. Sí, quizás ese hombre también logre cambiar su vida, de hecho ya lo estaba haciendo… le estaba realmente demostrando cuanto le amaba.
KiBum le guiño el ojo al otro muchachito y este le miró casi impactado, y la acción que prosiguió a su gesto le hizo sonreír más. “JunGyu” tuvo que estirar su remera aún más, para tapar su… miembro.
Lentamente la confianza en KiBum comenzaba a resurgir como si se tratase de un volcán dormido por años. Su seguridad en sí mismo ahora se veía reflejado en su forma de juego, ya no tenía expresión de sufrimiento de miedo, por temor a fallar y que todos le odiasen, ahora realmente disfrutaba el esquivar a todos sus compañeros más fuertes y fortachones que él.
La sonrisa en su rostro, totalmente inusual dejaba a todos distraídos por lo asombrados, y entonces él aprovechaba a pasarlos y así anotar, JongHyun ahora sonreía con orgullo al ver el cambio tan radical en “su rubio”, no supo que fue realmente lo que activó esa faceta en él, pero estaba orgulloso, ahora sí, él mismo podría darse cuenta de cuanto valía y de cuantos babeaban por él.
JongHyun miró de reojo a JinKi por unos instantes, y éste también se veía sorprendido ante el cambio de actitud tan repentina de KiBum, por lo que le hizo sonreír más. << “Lo que te perdiste imbécil por cobarde”>> Comentó con odio en su mente, pero sonriendo de lado por fuera, pues secretamente disfrutaba el ver a todos con las mandíbulas casi por el suelo.
Miró a MinHo y este estaba concentrado en sus jugadas, él parecía el único que no estaba sorprendido y eso también hizo sonreír a JongHyun, hasta que su sonrisa se borró por completo cuando miró un poco más hacia la izquierda de MinHo, y allí estaba el tal “ChangMin” mirándolo fijamente, como si estuviera intentando leerle la mente. Por un momento sintió un maldito desagrado por aquel muchacho alto que parecía tan inocente y simpático, peor que ahora sabía que no lo era.
De alguna manera u otra intentó volver al juego, al entrenamiento e interponerse entre él y su amigo, y cuando lo hizo, realmente sintió como esa mirada le atravesaba por completo, hasta que finalmente sintió un pequeño alivio, eso quería decir que había funcionado, tal vez.
El entrenamiento estaba comenzando a llegar a su final y el cansancio se sentía, aquel grandulón con cara de santo, con complejo de entrenador realmente los había hecho cansar al máximo, prácticamente les exprimió las energías, y eso comenzaba a sentirse, los tiros, las anotaciones eran realmente imperfectas, ya los bloqueos no ofrecían resistencia por lo que ya realmente no tenía sentido seguir practicando, pero aquel inútil aún seguía exigiéndonos aún más.
Finalmente la hora terminó, el silbato sonó y todos de inmediato cayeron al suelo, quejándose, murmurando imprecaciones y otros agradeciendo a Dios, la virgen y a todos los santos sobre la faz de la tierra que aquella “tortura” ya había finalizado.
JongHyun a pesar de que estaba demás cansado, logró permanecer de cierta manera estable, se sentó con tranquilidad, y respiró unas cuantas veces, intentando refrescar un poco, lo ardiente de sus venas debido al ejercicio tan intenso, pero antes de que comenzara con sus ejercicios de elongación para relajar los músculos alguien se le sienta al lado, pero no antes de darle un visible y placentero masaje en la espalda, aquel deslizamiento de esas manos delgadas, las conoció de inmediato y sonrió como estúpido, antes de mirar a su “agresor” por así decirlo. En efecto era KiBum quien se sentó a su lado, mientras le regalaba una hermosa y traviesa sonrisa en conjunto con esa mirada tan “exótica”. Si no fuese por el público, realmente JongHyun se hubiese olvidado de inmediato del cansancio y le hubiera saltado encima haciéndolo suyo, besándolo, acariciándolo, mordiéndolo, lamiéndolo, sonriéndole completamente.
Varios allí se dieron cuenta que algo había cambiado entre “ellos 2” a excepción de JunGyu quien se mordió el labio inferior una vez más, encontrándose deseando que el rubio le mirase y le sonriese así. Algo definitivamente había cambiado en el “Tímido e invisible” KiBum, y aquello lo hacía aún más hermoso a ojos de los demás, pero no sabían que aquel “cuerpo” ya pertenecía a alguien, y JongHyun lo defendería con orgullo, después de todo, “era suyo” independientemente de lo que KiBum dijera. Y sí, sabía que estaba mal tratar a las personas como “objetos” pero realmente no podía evitar comenzar a sentir ganas de gruñirle a aquel quien miraba a “su gatito” más de lo debido.
-Bien muchachos ya pueden ir a las duchas, hemos terminado por hoy, recuerden que mañana es el último día de entrenamiento así que será aún más duro que el de hoy, por lo que aprovechen a hacer sus deberes temprano así pueden lograr un óptimo descanso. Tan sólo por hoy y mañana eviten los videojuegos.-
Varios comenzaron a abuchear, y ChangMin sonrió divertido, para luego aplaudir y captar la atención de todos.
-Sé que les resultará difícil, pero jugar a los video juegos no les cambiará la vida, en cambio el juego del sábado sí, así que por favor nada de videojuegos ni hoy ni mañana. ¿De acuerdo?-
-Aaah~-
Todos allí contestaron sin ganas, a excepción de 3 personas, un rubio, un castaño y un moreno alto. ChangMin notó la falta de “motivación” en ellos y que sus miradas no eran de admiración como la de los demás, por lo que sospechaba que de seguro ya sabrían algo de él, pero no se dejaría llevar por sus “silenciosas provocaciones”, desvió la mirada e hizo su mayor esfuerzo para fingir que todo estaba más que fabuloso, sonriéndole a los demás y felicitándolos por su gran trabajo.
Todos allí se pararon y se dirigieron a las duchas, hasta que finalmente los “3 destacados” emprendieron camino a lo último.
-Choi MinHo…-
Le llamó con su voz más que normal y como si tuviese la capacidad de detener el tiempo, los 3 amigos, se detuvieron en perfecta coordinación, pero la tensión en los hombros del castaño y en MinHo no pasó de ser percibida para el gran observador de ChangMin.
-¿Puedes quedarte unos segundos demás? Necesito hablar contigo.-
-Lo siento no puedo, llevo prisa, Minnie me espera.-
Habló serio sin siquiera voltearse, y decir aquello le dolió pues sabía que el menor no lo querría ver pero debía de hablar con él a como dé lugar, necesitaban arreglar la situación, necesitaba demostrarle al maldito obsesionado de ChangMin que TaeMin si le amaba de verdad, y que esa pequeña pelea, había sido una simple caída, una pequeña roca en el camino que recorrerían juntos de por vida.
-Es acerca del torneo, JinKi, mi primo.- Ante aquella última afirmación Todos allí se sorprendieron incluso MinHo, quien no pudo disimular aún más la tensión en sus hombros. –Me encargó que te diga algunas palabras acerca de tu forma de jugar, pues él me dijo que aún se encontraba un poco- ¿Podemos hablar esto sin público? Es algo personal, y creo que ellos no tienen vela en este entierro.- Habló ahora si con un cierto tono de seriedad, haciendo temblar completamente el cuerpo del menor allí.
-Está bien chicos, él tiene razón, debo admitirlo, vayan primero, ya los alcanzaré luego dentro de unos segundos, no tomará mucho tiempo.-
Ambos muchachos asintieron y sin darse vuelta continuaron camino. MinHo suspiró lo más silenciosamente posible y esforzándose por mantener una mirada neutral se giró finalmente, mirándole el rostro a aquel castaño más alto que él. Levantó su mirada, su frente bien en alto, y este también hizo lo mismo y sonrió de lado.
-Habla por favor, cual es el mensaje que te ha dejado JinKi ssi para mí, en verdad quiero largarme ya de aquí.-
-Pues bien, me dijo que a presenciado un buen cambio en tu forma de jugar, has mejorado bastante… y- El mayor iba acercándose lentamente al menor y cuando llegó hasta su altura, lo sujetó en un rápido movimiento y lo llevó contra la pared más cercana, al haber sido cogido por sorpresa, lo cual le parecía estúpido, pues sabía que debía estar alerta, sin embargo confió en que realmente le iba hablar solo del torneo. –Juegas de maravilla, tus movimientos son prácticamente divinos, deslumbras a todos con tu perfección, no podía dejar de mirarte y te hago culpable de los cargos por no poder concentrarme adecuadamente contigo “bajo mis órdenes”, en verdad ha sido demasiado excitante.- MinHo frunció el ceño y quiso liberarse de las manos del mayor pero estas eran realmente como fuertes prensas que lo sujetaban a la pared. Un gruñido quiso escapar de su interior pero se lo guardo. -¿Qué ha pasado con tu niñito predilecto? Te he estado observando todo el día, y él prácticamente te borró del mapa, de su mapa, ¿Aún sigues insistiendo en que él te ama? ¿Qué clase de amor ese aquel que flaquea a la primera y corre peligro de muerte?-
-Suéltame ChangMin, si en verdad no tienes que decirme nada de parte de JinKi ssi, no me interesa absolutamente nada de lo que digas, así que suéltame antes de que te obligue a hacerlo.-
-¿Obligarme?- Sonrió de lado. –Eso sin duda suena delicioso, hmms, ¿qué harás?- Cuestionó ahora juguetón mientras colocaba una de sus piernas entre las de MinHo y comenzaba a ejercer un movimiento suave y leve, movimiento que hizo a MinHo tomar aire, y morderse la mandíbula interior para que sus sonidos de “urgido” no se le escaparan. -¿Tenias pensado acaso utilizar tus rodillas? Pues te he ganado de mano ¿no cree? Hoy sí no escaparás MinHo, hoy sí besaré tus labios, hoy sí los saborearé por primera vez.- Comenzó a acercarse sonriendo de lado, permitiéndole al pelinegro sentir ya aquella agitada y excitada respiración.
MinHo comenzó a removerse como si se tratase de una serpiente a la que le habían cortado la cabeza, pero aquello era imposible, y surgía el efecto contrario, sus movimientos bruscos, le proporcionaban “una estimulación” más brusca entre sus piernas, casi estuvo a punto de gemir, pero se mordió la lengua.
-No te resistas bebé, ¿sabías que el hecho de que se resistan un poco me encanta? Eso te hace mucho más interesante, y me encanta. Lo fácil… pues es demasiado fácil. Y me encantan los retos, y tú eres uno de esos que desde que te conocí me he propuesto pero nunca he podido cumplir, ahora finalmente después de 7 años de esperar pacientemente en las sombras, se me dio la oportunidad, me llegó el turno, me llegó el turno de atacar.-
Le habló con un tono lento, rasposo y sensual, casi ronroneante, mientras que se acomodaba de manera que una de sus manos pudiera sujetar ambas de MinHo y así tocar nuevamente su rostro con la que le quedara libre, aquel toque le provocaba descargas eléctricas con el simple roce, el simple toque, y eso sólo le decía a ChangMin que él era su complemento, que él era para él, y solamente para él.
Ese niño inmaduro, no era suficiente para lo que MinHo necesitaba. Y se lo había dicho, pero el moreno cegado por aquel estúpido amor, aquel estúpido capricho no quería verlo, no quería ver que ese niño no le convenía.
-¡Suéltame!-
Gritó un poco más fuerte con un poco más de fuerza, pero no lo suficiente para que se escuchara en las duchas, donde era un absoluto lío, montón de adolescentes hablando gritando, riendo, más el sonido de las duchas hacían prácticamente las duchas el lugar más ruidoso del colegio.
-¿Aún te sigues resistiendo? Sólo me enciendes más bebé, sigue, sigue resistiéndote.- Rio ahora sobre el cuello del pelinegro, mientras lo lamía y lo besaba, MinHo sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, su piel se erizó en contra de su voluntad y ChangMin no hizo más que sonreír sobre su cuello, para luego continuar besándolo, saboreándolo. MinHo por primera vez desde que había salido de la prisión quería llorar, ¡Él no quería eso! ¡Y maldecía el hecho de que el castaño con tan solo 5 centímetros demás como mucho tuviera muchísima más fuerza que él! -¡Me encantas, me encantas! ¡Te amo bebé!- Su cuerpo comenzó a presionarse aún más contra el de MinHo quien permanecía inmóvil porque había captado que si se movía su erección comenzaría a crecer en contra de su voluntad, pero aquello realmente era inevitable, su cuerpo reaccionaba a la estimulación, pues su intimidad era realmente sensible. Y sin poder controlarlo más, el moreno gimió cuando ChangMin posó su mano en su miembro y comenzó a masajearlo, sujetarlo, estimularlo.
-¡Aah~!- Aquel gemido por la fuerza que estaba haciendo para contenerlo, salió lastimero, débil, suave, incluso pensó que así es como de seguro gemiría TaeMin de aquella manera tan dulce, inocente y para nada “masculina”. ¡Se sentía realmente humillado!
ChangMin se detuvo de golpe ante aquel sonido y miró fijo a los ojos al moreno quien los tenía ya cristalinos, el castaño alto estaba realmente sorprendido, y aquel simple sonido envió al mayor al octavo cielo.
-Su-suéltame, ya-ya has obtenido lo que deseabas, déjame ir, maldición.-
ChangMin se le quedó mirando por unos segundos aún sorprendido ante aquella “hazaña” y luego de unos cuantos segundos volvió a hablar.
-¿¡Bromeas!? ¿Después de aquel maravilloso sonido que ¡yo te provoqué!?- Habló como si le hubiesen dicho que la luna estaba hecha realmente de queso. -¡Ahora más que nunca te quiero para mí, te amo! ¡Repítelo! ¡Vuelve a gemir para mí!- El mayor comenzó nuevamente una ronda de besos desesperados por todo su cuello, mientras estimulaba con más frenetismo su miembro, el cual ya se encontraba semi-erecto. MinHo se mordió lo más posible para no volver a repetirlo pero el mayor le apretó demás fuerte y le hizo gritar en conjunto con un gemido, y aprovechando aquel hecho el mayor atacó finalmente su boca, recorriendo su interior con su lengua. El pelinegro gimió sin poderlo evitar una vez más y esta vez aquel gemido fue amortiguado por los labios, la lengua del mayor, quien también liberó un pequeño gemido.
MinHo no pudo resistirlo más, todas aquellas imágenes de él siendo abusado cuando fue pequeño en aquel reformatorio le vinieron a la mente reviviendo el momento una vez más, tan nítido como si hubiese vuelto a ser aquel pequeño niño de 12 años totalmente asustado y adolorido y sin poder evitarlo, mordió al mayor y cuando este se separó como si fuese una cobra la frase de MinHo llorando ahora, lo dejó impactado.
-¡Detente hyung!-