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2Min: "Don't you Forget?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Holiiiiiissss!!!! Jeje, ya estoy aquí, una vez más lamento la demora en actualizar, pero aún estoy dentro del horario, así que aquí les dejo el nuevo cap, y desde ya, gracias a todos los que comentaron el cap anterior, que son casi siempre las mismas, pero aún así se los agradezco de corazón n.n


LET'S GO! A LEER!!! n.nv

Capítulo 18: “Yes, sacrifice” (Sacrifice II)


~Miércoles 18.20~


El castaño respiraba agitado, pero allí estaba, finalmente frente a la puerta del departamento de MinHo, aún sentía nervios de tocar la puerta, pero decidió que era ahora o nunca, tenía que entrar, después de todo tenía que hablar con él…


Frunció su ceño contrariado y golpeó finalmente la puerta, aquella que hizo eco en sus oídos como si fuera el único objeto en medio de una habitación vacía…


No demoró mucho en que la puerta se abriera, dejando a la vista a un MinHo aun levemente enfermo pero ya mucho mejor.


-Mi-Minnie~-


Habló casi sin voz el mayor debido a la sorpresa que la visita del menor le había causado, pues comenzaba a pensar que TaeMin ya no le quería, y que había hecho algo mal…


-El mismo, aquí estoy MinHo, he-he venido a verte… siento lo de ayer, pero la verdad es que-


Sus palabras, y sus paupérrimas excusas, fueron anuladas por aquel abrazo tan sobreprotector y dominante, que le mayor le otorgó. <<“Los brazos de MinHo”>> Pensó el castaño, sintiéndose repentinamente relajado, como si aquellos brazos hubieses sido un bálsamo en medio del caos que era su “vida”, y de hecho lo eran, lo eran para él. Sin saberlo, los había extrañado muchísimo, tanto a esos brazos como al mismísimo MinHo por supuesto.


-No importa nada de lo que digas, lo importante es que estás aquí y estoy más que complacido de recibirte, por favor entra, no tienes idea de cuánto te extrañé bebé…-


<<“¿Por qué lo haces más difícil MinHo?”>> Volvió a pensar el castaño, pero sólo se limitó a obedecer lo que el mayor le había dicho. Entraron y dejo sus cosas sobre un sillón. MinHo se dirigió al de 3 cuerpos, que era dónde al parecer él se encontraba envuelto en una manta, mirando televisión.


-¿Mirando películas?-


Cuestionó en un vano intento por ocultar su dolor, ante lo que futura y próximamente le iba a decir.


-Intentándolo. Pues la verdad no hay ninguna buena, todas son repetidas y ya me las he visto a todas, prácticamente. Pero ahora que estás aquí, todo será mucho mejor.-


Comentó realmente sonriente el pelinegro, abriendo su manta, para palmear el espacio y sugerirle al menor que también se acurrucara con él, a lo que el castaño no dudó mucho y obedeció una vez más, por más que él no tuviera tanto frío como al parecer MinHo lo sentía. A tan sólo sentarse en el sofá, notó un extraño y poderoso calor remanente de MinHo, a lo que tocó su frente y sí, el mayor hervía en fiebre, TaeMin se alteró y de inmediato se puso de pie y regañó al pelinegro.


-¿¡Qué demonios haces levantado Choi MinHo si estás que vuelas de fiebre!? ¿¡Cómo puedes poner en riesgo tu vida de esa manera!? ¡Ya, inmediatamente a la cama, vamos, vamos!-


Reaccionó el menor, enfadándose realmente con el pelinegro, debido al descuido de salud por su parte, haciéndolo sentir aún más culpable, por más que esa no fuera la intención del moreno.


MinHo le miró con una impactante sorpresa, pues nunca había visto al menor tan alterado, a excepción de aquella vez que se encontró estando celoso de su propio hermano, o cuando ChangMin se interpuso entre ellos, o… bien, de acuerdo, al parecer si le había visto así de alterado, pero de todas formas nunca dejaba de asombrarle, que su “muñequito de porcelana” pudiera reaccionar de esa manera a ciertas situaciones.


-¡Vamos que esperas, a la cama!-


Volvió a sacarlo de sus pensamientos aquella alteración nerviosa en TaeMin y para su sorpresa el pelinegro se halló sonriendo ante aquel comportamiento. <<“Después de todo Minnie si me ama y se preocupa por mí”>> Se dijo así mismo, y se puso de pie sin chistar con una leve sonrisa en el rostro.


-¿¡Qué es esa sonrisa!? ¡No le veo nada de gracioso a la situación!-


-Así de preocupado me tenías tu Minnie, cuando te quedaste bajo la lluvia, y no querías tomar el baño ¿ves? No es nada lindo…-


TaeMin en ese momento se quedó helado ante aquellas palabras, y el living quedó en absoluto silencio, debido a que MinHo se había dirigido a su habitación dejándolo allí, sin darle oportunidad a responder algo. Miró hacia el suelo, y apretó sus puños… <<“¿Por qué eres así MinHo? ¿Por qué me haces más difíciles las cosas? ¿Qué haré tanto tiempo sin tu sonrisa? ¿Sin tus comentarios? ¿¡Sin ti~!?”>> El menor intento calmarse, respirar hondo, y concentrarse en lo que había venido a hacer, aunque ahora resultase algo complicado teniendo al mayor de esa manera.


Decidió comenzar a hacer aquello que le había dicho al rubio. <<“…yo quiero ser alguien que sirva de apoyo para él…”>>; Es lo que el menor había dicho en aquella conversación, con “EunHyuk”. <<“-¿Qu-qué es lo que te detiene para no poder lograr ser eso que quieres para él?-”>> Había respondido el rubio mayor, por lo que ahora era momento de emplear aquella respuesta… <<“Nada…”>> Se dirigió a la cocina, tomó un paño del cajón y llenó un cuenco con agua, y se dirigió a la habitación, esforzándose al máximo para no pensar en nada, y concentrarse en cuidar de él.


-¿Minnie?-


Cuestionó el mayor, a lo que TaeMin no dijo nada, simplemente se sentó a un lado de la cama, y colocó el paño húmedo sobre la frente del pelinegro, este “siseó” ante el agua fría pero luego sonrió, sonrió como un dulce niño inocente y casto, llenando de calidez al menor, pero a la vez de dolor, al recordar todo aquel espantoso pasado que vivió y que el mayor le ocultó, le había dolido descubrirlo mediante otra persona, pero intentaba ser comprensivo, aquel pasado no era nada lindo de recordar una y otra vez.


-¿Qué sucedió ayer? ¿Por qué no viniste? Te oías muy determinado en la mañana sobre el venir después de clases… te esperé, pero no llegaste.-


Su mirada se oscureció levemente, y eso sólo sirvió para que el corazón del castaño doliera aún más de lo que ya dolía.


-Tu-tuve contratiempos y olvidé que debía trabajar, lo siento, ¿Tomaste tu medicina?-


Cambió de tema drásticamente, MinHo supo de inmediato que el menor no querría hablar de eso, y eso sólo lo hacía querer oír más acerca de ello, pero quizás sería mejor no forzar las cosas.


-No, debería tomarla, ¿Estuviste llorando? Tus ojos se ven ligeramente hinchados.-


-Debe de ser la alergia y el frío. Iré a buscar un vaso con agua.-


Mintió una vez más, cambiando de tema tan rápido como pudiese, <<“¿Por qué me conoces tan bien MinHo? Con comentarios como ese sólo me haces parecer más vulnerable de lo que soy, me haces sentir totalmente expuesto y desnudo frente a ti, haces que encuentre imposible mentirte, sabiendo que tarde o temprano me descubrirás”>> Se hablaba a sí mismo el menor en lo que esperaba que el vaso se llenara, saliendo de su estupor cuando el vaso se rebalsó, liberó una imprecación, volcó un poco más de agua, y lo secó, para llevarlo y enfrentarse a MinHo una vez más.


El pelinegro lo recibió con otra sonrisa risueña, se acomodó en la cama, apoyándose en el respaldar y cogió la pastilla de su mesita de noche para tomársela con el agua, una vez que hizo esto, dejó el vaso sobre la mesita de noche, y tomó al menor del brazo y lo tironeó hacia su cuerpo.


-Tú, eres mi mejor medicina Tae baby… teniéndote a mi lado siento que pudo contra el mundo entero…-


El corazón del menor se estrujó una vez más al oír aquellas palabras, y nuevamente sus ojos comenzaron a escocer amenazando con querer llorar una vez más. Quería salir huyendo de allí y dirigirse a su casa para encerrarse en la habitación y llorar tranquilamente sin que “extraños” llegasen a consolarlo, sorprendiéndolo. Pero sabía que si se movía o decía algo sus lágrimas escaparían y su voz se quebraría, por lo que optó por quedarse quieto, sintiendo los brazos sobreprotectores del mayor.


Luego cunado sintió que ya podía disimular sus ganas de llorar, se salió de entre los brazos del pelinegro quien le miró curioso pero no dijo nada, sólo se le quedó observando, TaeMin nervioso, desvió su mirada, y decidió volver a sumergir aquel paño que ya estaba increíblemente ardiente, lo enjuagó, lo escurrió y lo volvió a colocar en la frente del mayor quien suspiró con alivio.


-Iré a prepararte algo para la cena.-


Habló el castaño levemente ronco, MinHo asintió aún con sus ojos cerrados y TaeMin se retiró. No sabía cocinar demasiadas cosas, ya que después de todo, se había acostumbrado a que el menor lo hiciera como un profesional, pero el menor no estaba allí, sólo eran él y MinHo, y debía de aprovechar ese hecho, debía dejar de pensar en cosas “tristes” y concentrarse en disfrutar del momento. Suspiró, intentó sacudirse las malas vibras y se dirigió hacia la nevera para investigar y ver qué es lo que podía hacer que estuviese dentro de su “habilidades gastronómicas” casi nulas…


Cómo no podía ser de otra manera, se decidió por hacer una sopa de verduras, ya que pensó que no podía ser tan difícil, tan sólo eran hervir verduras y mezclarlas en caldo… ¿Qué tan difícil podía ser?


Se remangó la camisa que llevaba desprendida con una playera debajo y puso manos a la obra…


Luego de casi una hora y el caos indescriptible que era la cocina, logró terminar el plato, al cual estaba por hacerle un altar realmente, aquello había sido mucho más difícil de lo que pensó, ¿Podía ser tan malo en la cocina, hasta ese punto? Sin embargo no era momento de pensar en ello, MinHo estaría esperándole con demasiada hambre, por lo que decidió no perder más tiempo y llevárselo, para luego servirse él también una pequeña porción.


Colocó sobre una bandeja y se lo llevó, el mayor lo recibió con gusto, con el rostro iluminado y una sonrisa de lado a lado, incluso parecía que ya había recuperado toda vitalidad posible cuando se mostraba al menor con esa sonrisa tan brillante.


TaeMin inconscientemente se encontró siendo contagiado por aquella sonrisa y sonrió levemente en lo que se acercaba al mayor.


-Aquí tienes, disculpa la demora, me llevó más de lo que pensé, pero creo que quedó comestible.-


MinHo simplemente se limitó a asentir y agradecer y acomodarse mejor en la cama para poder recibir la bandeja, una vez ubicada, el castaño se retiró para ir en busca de su propia porción y así compartir una pequeña cena, como hacía mucho no sucedía, y recuperaba aquel tiempo que desperdició sin saberlo, si bien recuperar era algo imposible, por lo menos intentaría aprovechar cada segundo de esta segunda oportunidad que él creía se le había dado, aunque nunca se trató de ello, ya que sólo fueron cosas que se le pasaron por la mente al menor.


-Está deliciosa Minnie.-


Habló realmente extasiado el mayor, TaeMin se sintió sonrojar y desvió su mirada.


-No es necesario que seas cortés, prefiero la verdad.-


-Y lo es, no sé por qué piensas que es mentira.-


-No lo sé, ¿tal vez porque mi experiencia en la cocina es nula? Esa es una buena razón.-


-Tuviste el detalle de cocinarme una deliciosa sopa, no veo porqué arruinarlo con una mentira, está deliciosa en verdad, tú la has probado, no puedes negarlo, sabe rica.-


-Pues, debo admitirlo, sabe mejor de lo que pensé…-


-¿Lo ves? Ahí lo tienes.-


El pelinegro sonrió ampliamente y se concentró en seguir saboreando aquella sopa, el menor sonrió y también se dispuso a imitar al pelinegro, hasta que ambos terminaron y el castaño llevó las cosas, volvió a la habitación, volvió a humedecer el paño que ya estaba mucho más “normal” y no tan hirviente y se retiró momentáneamente a lavar los trastos, si bien el mayor le dijo que lo dejara para mañana el menor se negó pues se conocía y sabía que si no lo hacía ahora, no lo haría nunca más.


Luego de unos 20 minutos, volvió y se sentó nuevamente en la cama, a corroborar el estado del mayor, quien ya se encontraba en uno medianamente adormilado.


-Quédate conmigo Minnie, te extrañé…-


Habló medio entre sueño, en lo que jalaba al menor una vez más, contra sus brazos. TaeMin un poco más relajado, habiéndole dado al interruptor de “off” a sus pensamientos, decidió aprovechar el momento y disfrutarlo, ¿Pues para qué negarlo? Él amaba ser rodeado por los brazos del moreno. Sonrió y se quitó los zapatos, para acomodarse mejor contra el mayor.


-Descansa MinHo, de aquí no me iré, lo prometo.-


-Eso espero bebé. Te amo. Descansa tú también, hoy has trabajado duro.-


Vaya, sí que lo había hecho, pero no por la sopa, sino por “el otro asunto”, suspiró, se relajó y expulsó todas sus preocupaciones momentáneamente, hasta quedar profundamente dormido, con el acompasado respirar del mayor.


~Al otro día – Jueves~


El castaño amaneció levemente entumecido y con algo de frío, sus ojos se abrieron levemente y notó que el mayor no estaba allí, y que él se encontraba destapado y hecho bolita en un rincón de la cama, como si se tratase de un pequeño animal mojado. Aquello le extrañó, y con cuidado intentó enderezarse, sus músculos dolían y le pasaban factura, pero finalmente logró ponerse de pie, y aún adormilado, se tambaleó unas pocas veces, hasta razonar dónde era que se encontraba, debido a que la disposición de muebles, era muy diferente a su habitación.


Un ruido de platos lo hizo exaltar y se dirigió hacia allí, dónde vio al moreno cocinando lo que parecía el desayuno, con una camiseta sin mangas blanca al cuerpo y un pantalón deportivo gris claro, también levemente al cuerpo. La sola imagen de ver al pelinegro de espalda, a TaeMin le causaba mariposas en el estómago, y no se cansaba de admirar la belleza que para él, el mayor portaba y la obra de arte magistral que representaba el mayor para él, con aquel cuerpo y aquel cabello tan negro como el ébano.


El castaño por un momento sonrió y pensó en lo bien que se sentía, amanecer, junto al mayor, pero rápidamente esa sonrisa se le fue, al recordar por lo que realmente había ido.


-Huele delicioso…-


Cortó el silencio y calló sus propios pensamientos, el pelinegro se exaltó levemente al oír la voz ronca del castaño debido a que recién despertaba y le sonrió, cuando lo vio recostado sobre el marco de la puerta.


-Me alegra que te agrade el aroma, tenía pensado llevártelo a la cama, pero creo que ya no será una sorpresa.-


Sonrió cálidamente, mientras aprontaba la pequeña barra de bar para dos, TaeMin sólo se limitó a sonreír y acercarse a la barra para ubicarse mejor.


-Pues ya que, no hay nada que podamos hacerle. Sentí frío sin tus brazos a mi alrededor y me desperté.-


Habló también cálido el más bajo, MinHo le sirvió una gran taza de leche caliente y se la entregó.


-Lo siento, si fuera fin de semana, te propondría pasar todo el día en la cama, pero debes de ir al colegio, a mí me queda un par de días para recuperarme absolutamente, aunque con tus cuidados ya estoy mucho mejor, pero prefiero no arriesgarme.-


-Sí, y haces bien, y sí, también me encantaría esa propuesta, y es más, quizás podamos hacerlo… hoy no iré al colegio, debo de remendar la falta que te hice el otro día…-


MinHo colocó la comida en la barra entre ambos y le miró algo expectante y sorprendido.


-La oferta es tentadora bebé, pero no quiero que descuides los estudios a esta altura por mi culpa.-


<<“Si supieras, lo mucho que los he descuidado ya, debido a todo el lío de mi cabeza…”>>


Pensó negativamente el menor, pero nuevamente se sacudió mentalmente y sonrió.


-No te preocupes MinHo, los llevo bien, y un día no me hará daño, además tengo a KiBum que de seguro me pasará los apuntes.- Fingió nuevamente despreocupación, pues la verdad a estas alturas, no sabía si KiBum querría aún seguir teniendo algo que ver con él, luego de todo lo que le dijo y como lo trató.


-Me tientas demasiado bebé… no quiero ser una mala influencia para ti.-


-Y no lo eres, sino todo lo contrario, además… ambos sabemos que quieres me quede, ¿no es así? Aparte es solo por hoy créeme.-


Volvió a hablar el menor, con una dulce y fingida sonrisa, mientras probaba el primer bocado de su desayuno, hecho por aquel hombre al que tanto amaba y deseaba.


El más alto solo pudo sonreír levemente avergonzado al mostrarse tan obvio, y asintió, alegrando levemente al menor, al lograr su cometido. <<“Además, tengo que hablar contigo… sobre algo importante y necesito decírtelo hoy sí o sí.”>> La mente del castaño comenzó a trabajar una vez más, llegando al sobrecalentamiento rápidamente.


-De acuerdo, tú ganas, es cierto, quiero que te quedes, quédate por favor.-


TaeMin sonrió levemente por unos segundos, y se apoyó en la mesa para besar fugazmente los labios del mayor, quien le correspondió por instinto pero claramente le había agarrado desprevenido.


-Descuida MinHo, lo haré. Gracias por dejarme quedar aquí hoy.-


Volvió a sonreír de una manera ciertamente falsa pero en parte también real, y se concentró a terminar su desayuno de una buena vez, degustando cada bocado que daba.


Luego de que terminaron de desayunar, TaeMin le pidió el baño para ducharse y MinHo le prestó algo de su ropa, si bien tal vez le quedaría algo grande serviría de momento.


Cogió una toalla del mueble del baño y se dispuso a ducharse, en lo que MinHo ordenaba su habitación, cosa que al castaño realmente le sorprendía que el moreno tuviera las suficientes ganas para ordenar la habitación, estando en el estado en que estaba, pero de todas formas, pensó que eso no era asunto suyo, no del todo y se concentró en su baño relajante, para poder así, finalmente mentalizarse y saber identificar el momento adecuado para poder decir aquello por lo que tanto había “luchado” el día anterior.


Su baño tomó más de lo que pensaba, y sólo notó esto cuando el mayor le golpeó la puerta de la habitación, cuestionando si se encontraba bien, el menor rápidamente se apresuró a contestar y salir del baño. Una vez ya fuera de la habitación del baño y vestido, se dirigió hacia dónde estaba el más alto, mirando tele.


-¿Me extrañabas?- Decidió cuestionar divertido con la toalla en su cuello y el mayor sólo sonrió ante aquel tono, y asintió, para luego palmear el sofá a su lado. –Lo sabía, suelo causar esa impresión.- Volvió a comentar divertido ocultando su verdadero estado anímico y se sentó al lado del mayor.


-Sí, si lo haces bobo, ven aquí.-


Le dijo cariñosamente el mayor en lo que lo tironeaba aún más hacia su lado, y comenzó a secar el cabello del menor, una vez más. TaeMin se sentía como si se tratase de un cachorro recibiendo caricias, pues sentir las manos de MinHo sobre su cabeza haciéndole prácticamente masajes, le causaba deliciosas correntadas eléctricas, tanto que hasta se erizaba momentáneamente en lo que esas correntadas le recorrían. Luego cuando quiso acordar, esas correntadas habían terminado, y estuvo a punto de gemir en disconformidad, pero se pudo controlar, y sonrió al mayor.


-Gracias, llevaré esto al lavadero.-


Dijo el castaño, para luego tomar la toalla y dirigirse a la sala de lavado. Nuevamente volvió y sin pensarlo ahora se acomodó automáticamente al lado del pelinegro que estaba mirando la televisión, quien también a su vez, pasó un brazo alrededor del menor y allí se quedaron.


Así pasaron los minutos y tal vez las horas, compartiendo caricias instintivas y sonrisas fugitivas, debido al contenido cómico, quizás, de la televisión, pero a pesar de parecer que se la estaban pasando de lujo, al menor, nuevamente le comenzaba a trabajar la cabeza una y otra vez… <<“Mientras más tardes, peor será… TaeMin”>> Se dijo una vez más, y suspiró intentando coger el valor suficiente, para decirlo de una buena vez.


-¿MinHo?- Cuestionó el menor, algo dudoso y con voz trémula. Él mayor le miró curioso ante aquel repentino cambio de actitud y semblante en el menor. <<“Dime”>> Decían sus ojos, o eso era lo que el castaño interpretaba. –Ne-necesitamos hablar de algo importante… pu-pues de hecho, a-a eso vine ayer pero tú estado de salud me hizo olvidar de todo.-


-¿Qué pasa bebé?- Cuestionó finalmente el mayor, con miedo, ya presagiando el mal presentimiento que aquellas palabras le provocaban. –Dime…-


TaeMin suspiró una vez más y se alejó de los brazos de MinHo, sintiendo como si algo en él se desgarrara al separarse. Bajó la mirada, pero el moreno no se lo permitió por mucho tiempo, ya que de inmediato le cogió el mentón y lo obligó a mirarlo a los ojos.


TaeMin tomó aire y coraje, y finalmente comenzó a hablar. La cuenta regresiva ya había comenzado.


-Pu-pues, verás, a-ayer estuve pensándolo mucho, y hablándolo también con otras personas y pues tomé una decisión…-


Le era tan difícil al menor hablar de esto, que realmente encontrar las palabras adecuadas, en estos momentos le parecía tarea imposible.


-¿De verdad? ¿Y-y sobre que trata? ¿Es de lo que pienso?-


Los ojos del mayor se habían cristalizados levemente, y prácticamente se podía palpar el miedo y la angustia que la mayoría de las veces esas palabras traían a quienes las recibían, pero este no era el caso para suerte de MinHo, o quizás… no del todo.


-No, o bueno, no lo sé, tal vez se asemeje algo, pero por favor déjame terminar de hablar, no te apresures…-


Habló ahora desesperado el menor, pues realmente se le estaba haciendo mucho más difícil de lo que pensaba.


El moreno asintió y tragó saliva, intentando retraer aquellas lágrimas que inesperadamente ya habían comenzado a asomar. TaeMin también tragó saliva y volvió a concentrarse para poder decirlo finalmente.


-E-estuve hablando sobre esto con… con alguien y pu-pues, llegué a la conclusión de que era lo mejor.-


-Minnie, por favor, no lo estires más, necesito saber qué es lo que realmente te hace poner en ese estado, estás matándome…-


-Tran-tranquilicémonos por favor MinHo, en verdad, creo que e-es algo bueno para ti, por eso lo-lo hago…-


-Habla por favor.-


TaeMin una vez más volvió a tragar saliva, pero esta vez de manera inconsciente, pues la voz ronca y casi inaudible del mayor le había afectado…


-El asunto es, que-que estuve hablando y pensándolo mucho, incluso mucho más de lo que piensas, y llegué a la conclusión de que tú sí deberías de ir al extranjero… tú te lo mereces, es la única oportunidad que hay para un mejor futuro para ti, y no quiero ser quien te la arrebate, por mi inmadurez y mi personalidad tan caprichosa…-


Finalmente lo dijo, el moreno estaba pálido y sumamente sorprendido, mientras que el castaño sentía como su corazón latía a mil por segundo, esperando por la verdadera reacción del mayor.


-N-no, no quiero irme, irme sin ti sería como dejarte una vez más, y no me lo perdonaría jamás, en lo que me queda de vida.-


Habló serio ahora, TaeMin mordió su labio inferior levemente contrariado, y volvió a hablar.


-No sería abandonarme si es con mi consentimiento, piénsalo MinHo, ese “contrato” es la solución a tu vida, es la segunda oportunidad para empezar de nuevo desde cero y olvidar todo el pasado…-


-¡No quiero olvidar Minnie! ¡Olvidar mi pasado sería olvidarte a ti, y no estoy dispuesto a hacer eso! ¿Qué es lo que te picó para que cambiaras tan drásticamente de pensar?-


-La razón MinHo, eso fue lo que me picó, la lógica, la realidad… y sabes que es cierto, ese contrato es tu pase al éxito, ¡No quiero arrebatarte lo único bueno que te ha pasado en la vida!-


En ese momento el menor calló abruptamente, al darse cuenta de que quizás había abierto la boca demás.


-¿Cómo puedes estar tan seguro de ello? ¿Conocerte no cuenta? ¿Amarte, el que me correspondas, estar contigo, haber recuperado a TaeJun, no cuenta como cosas buenas que me han pasado en la vida? ¿Qué te hace pensar que esto será lo único? ¿Te escuchas Minnie lo que dices?-


Cuestionó dolido el mayor, ante aquellas palabras.


-¿¡Por qué mientes!? ¡Conocerme, conocernos, solo te ha traído desgracias a tu vida, por mi culpa, te agarraron, te separaron de mí, y te hicieron todas esas cosas horribles en el maldito reformatorio! ¡Y yo nunca lo supe! ¡Siempre estuve enojado contigo por romper la promesa, pero nunca en mi maldita vida, sufrí todo lo que tú, y nunca se me pasó por la mente pensar eso! ¡Yo solo pensaba en mí y en lo que creía era mi desgracia, cuando no era así! ¡Soy una basura MinHo, no merezco que me hables, que me quieras, que me ames como lo haces! ¡Ni siquiera sabía la fecha de tu cumpleaños si no hubiese sido por ChangMin!-


TaeMin rompió en llanto, explotó y finalmente la represa se desbordó, no pudo aguantarlo más… liberó toda aquella angustia que venía reteniendo hace días, pero que a pesar de tener crisis y llorar frente a KiBum y HyukJae, nunca le había bastado, por más que en su momento haya pensado o dicho lo contrario.


MinHo se puso serio de repente, y frunció el ceño, ante aquellas últimas palabras dichas por el castaño.


-Él te lavó la cabeza, ¿él te impuso esta decisión en tu cabeza? ¿Es por eso que insistes tanto en que me vaya de tu lado? Creí que nuestro amor, nuestro lazo era más fuerte TaeMin. No creí que te dejaras influenciar con tanta facilidad, al no tenerme a tu lado para defender nuestros ideales, nuestro amor. TaeMin. Creí… que me amabas.-


Se puso de pie de repente y el menor le quedó observando desde el sofá.


-¡Y lo hago maldición, te amo y es por eso que quiero que te vayas al extranjero, para que puedas crecer y superarte a ti mismo, es una segunda oportunidad de vida MinHo! ¡Por favor! ¿¡Por qué lo haces más difícil!?-


-¿¡YO!? ¿¡Hacerlo difícil!? ¡Tú eres quien lo hace más complicado de lo que es Minnie, yo ya había decidido declinar esa oferta desde mucho antes de saber si me llamarían o no! ¡Yo ya me había resignado, y me sentía bien con ello, porque me iba a quedar a tu lado, y en ese momento parecía lo correcto, pero ahora vienes con una idea totalmente diferente a la que tenías, y realmente me haces dudar de si la decisión que había tomado en ese momento era acertada o no! ¿¡Qué se supone que debo hacer, ahora!? ¡Dime! ¡Si me quedo, te recriminarás toda una vida, que arruinaste la mía. Pero si me voy, me recriminarás una vida entera por haberme ido y haberte dejado por una segunda vez, cuando prometimos ya nunca más volver a separarnos!-


-¡ESO NO ES CIERTO!- Saltó el menor, y se puso de pie, colocándose frente al pelinegro. –Sí te estoy diciendo que vayas, es porque ahora estoy mucho más seguro que nunca, ¡No lo hagas más complicado! ¡Ya hablé con el entrenador! ¡Te espera el Lunes en el gimnasio para tomarte una última prueba y así reafirmar que mis palabras eran cierta! ¡Tú vales la pena MinHo! ¡No puedes dejar que alguien como yo, decida sobre tu futuro, o sea una traba para ello! ¡Te amo! ¡Lo hago y realmente haciendo esto me sentiré en paz conmigo mismo! ¡Así que por favor! Ve…- El menor una vez más, llenó sus ojos de lágrimas y se sujetó de la camiseta sin mangas del mayor para caer de rodillas lentamente y llorar sin poder evitarlo. –Por favor… no lo hagas más complicado. N-no sé hasta cuando aguantaré so-sostener e-esta de-decisión, que sé, es lo mejor para ti…-


-Minnie…-


Habló finalmente el mayor, luego de escuchar aquellas súplicas del menor mientras apretaba con gran fuerza la camiseta del más alto hasta el punto de dejarla arrugada.


MinHo, se inclinó levemente, y colocando sus manos en los hombros del castaño intentó que se levantara, aplicándole un pequeño toque, pero este no respondía, por lo que como si se tratase de un niño pequeño, lo tomó por lo omóplatos y lo ayudó a pararse, como si estuviese alzándolo.


-Ponte de pie bebé…- Finalmente el menor accedió y cuando estuvo nuevamente de pie, MinHo lo abrazó con todas sus fuerzas, liberó una lágrima furtiva y habló nuevamente. –Gracias… esto realmente es muy importante para mí, perdona por dudar de tu amor hacia mí. Y con respecto a no saber detalles de mi vida, no te preocupes, lo único que tienes que saber, es que, te amo, y que conocerlos a ustedes fue lo mejor que me pasó en la vida, contrario a lo que te haya dicho ChangMin, recordarlos a ustedes en mis tiempos más “oscuros” siempre me sacaban una sonrisa. Te amo demasiado, y sí, sé lo difícil que debe de ser para ti, dejarme ir, pero lo aprecio mucho, en verdad… muchas gracias, el Lunes estaré allí sin falta. Te amo bebé, mi muñequito de porcelana, luz de mis ojos… te amo, en verdad que lo hago.- MinHo sonrió y se separó levemente del menor que estaba intentando sorber su mucosidad, le sujetó del mentón con una suavidad tan delicada, que al menor le recordó inmediatamente el toque de HyukJae, pero obviamente el de MinHo se sentía mucho mejor. Limpió sus lágrimas y besó sus labios fugazmente, TaeMin intentó sonreír, pero no podía, no aún, debido a su intento por retener lágrimas.


MinHo ya mucho más sonriente le besó otra vez fugazmente en un intento por detener el llanto del menor, y comenzaba a dar resultados, por lo que como si se tratara de un carpintero, comenzó a darle “picotazos” a los labios del menor, hasta que logró que el menor, liberara una risita…


En ese momento, el más alto se sintió una vez más, totalmente completo, y aliviado, decidió darle un beso mucho más prolongado, a lo que sin dudas TaeMin correspondió y así continuaron una y dos veces hasta que las manos se volvieron traviesas y MinHo los detuvo.


-Será mejor que comencemos a cocinar para el almuerzo, ya va a ser hora…-


-No quiero.- Dijo el menor, volviendo a “asaltar” los labios del mayor. –Después.- MinHo sonrió y TaeMin volvió a hablar. –Tengo hambre de ti, ahora…-


-Pequeño niño travieso…-


Habló MinHo a duras penas, pues con la sonrisa que se le había formado, y los constantes “ataques” del menor a sus labios, se le era difícil emitir palabra alguna.


-Te extrañé. Extraño no verte en el colegio…-


-El lunes volveremos a ir juntos. Paciencia, hermoso.-


TaeMin sonrió una vez más, y continuó besando al mayor, en lo que este retrocede un paso y choca con el sofá, ambos caen sobre él, y TaeMin aprovechando que quedó arriba, le besó una vez más, en la que el mayor tomo el control rápidamente y ambas lenguas comenzaron a explorarse y reconocerse como si hubiese pasado una eternidad desde su último encuentro.


Las manos de MinHo habían comenzado a hacer su trabajo recorriendo suave y casi de manera imperceptible el cuerpo del menor, no dejándose de asombrar de lo delgado que parecía éste bajo sus manos, cosa que hacía que le tratara aún con mucho más cuidado del normal.


-Te amo…-


Susurró el más bajo, ya comenzando a respirar un poco más agitado debido a aquel beso pasional.


El de mayor estatura por poco, simplemente sonrió y volvió a besar al menor, un beso efímero en sus labios.


-Ya en serio, será mejor que comencemos a cocinar para el almuerzo. A mí ya me ha dado hambre.-


TaeMin hizo un pucherito infantil y tierno, mostrándole al mayor finalmente a ese “niño dulce e inocente” del pasado y habló.


-¿Y yo no te parezco apetitoso?-


-Por supuesto que sí bebé.- Rio bajito el mayor mientras acariciaba la espalda del menor. –Pero para postre, que es la mejor parte.- TaeMin en ese momento dejó de hacer su pucherito para sonreír y quitarse del encima de MinHo.


-Eso es verdad, tienes razón. ¿Qué vamos a comer?-


MinHo se puso de pie, también y le alborotó el cabello. -¿Qué quieres comer?- Cuestionó como si le estuviese hablando a un niño de 5 años al que quería consentir.


-Ya sabes lo que quiero comer… pero no se puede por el momento, así que dejaré que decidas lo que tú quieras, mientras coma contigo todo estará bien.-


-¿Te apetece comida japonesa?-


-Me encanta la idea.-


-Bien entonces, eso pediremos.-


Ambos se miraron y se comenzaron a reír al unísono y pues se cambiaron y salieron del departamento a pasear un poco y de paso ir a buscar la comida al negocio.


TaeMin no podía creer que todo finalmente estaba “resuelto”, MinHo y él volvían a ser uno solo, y lo seguirían siendo hasta que… el momento llegara.


Pero aun así, sabía que eso valdría la pena, ese sería su sacrificio, y como tal, sabría que tendría su recompensa, haber discutido, y rogado de esa manera, tendría que haber valido la pena.


///FlashBack///


-¡ENTRENADOR!-...

Notas finales:

*-* Nos vamos acercando al final… MinHo pronto se recibirá, y pronto se irá. ¿Podrá lidiar Minnie con “su pérdida”? ¿Quién sabe…?


¿Qué pasó con el JongKey? Lo sé, lo dejé re abandonado, pero tendrán su recompensa *w* de eso, seguro jojooo :3


Bueno, hoy sí que no tengo mucho para decirles ni trolearlos xD así que me despido rápido hoy, sólo espero que les haya gustado el cap, y que bueno, espero que nos podamos leer pronto n.n Esto ya está llegando a su fin, y sí sé que no quieren, pero todo, tiene su comienzo y su final, y ha llegado el turno de este fic n.n bye bye~ nos vemos n.n


Ah! Me olvidaba, aquí les dejo mi página de facebook, por si a alguien más le interesa n.n "ZaffireHeart" En el prxímo cap, veremos como resulto finalmente la conversación entre TaeMin y el Entrenador n.n


PD: Nah mentira, todavía queda mucho más xD jajaja si sigo como hasta ahora xD si quedará mucho aún, jajaj (cofofaunestaescribiendoelcapveintitrescofcof) xD


Bye bye~ ^u^//


 ZaffireHeart 


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