Capítulo 19: “Y así fue…”
///FlashBack – Pov TaeMin-///
-¡ENTRENADOR!-
El hombre se detuvo justo a tiempo y se dio vuelta algo confuso, ante la desesperación con la que le llame. Me miró extrañado, y cerró la puerta de la sala de profesores, para esperarme fuera de ella, en lo que yo me relajé un poco y aminoré la velocidad de mi corrida.
-Siento haber llamado su atención de manera tan abrupta, pero me gustaría hablar con usted, si se me permite.-
-Mira niño, no te vi en el juego, así que si vienes a pedir una oportunidad, no pierdas tu tiempo, no hay manera.-
Yo me silencie un momento, pues estaba agitado debido a la gran maratón que sentía que había corrido.
-No entrenador, disculpe si di esa impresión, pero me gustaría hablar de otro jugador, uno de los mejores.-
-Pues no sé quién sea, porque ya he tomado los que me interesaban y en caso de que se me haya pasado uno de largo, tendría que venir aquí él mismo a hablar conmigo, no enviar a un cadete, ¿Qué eres su mensajero, su manager o qué?-
-No señor, vengo a hablar por mi cuenta, además él no podría venir de todas maneras debido a que está enfermo. Pero no quiero estirar más nuestra introducción. Disculpe mi rudeza. Mi nombre es Lee TaeMin y vengo a hablar de… Choi MinHo.-
Aquel hombre de mediana edad, al oír aquel nombre cambió de inmediato su rostro de desinteresado a uno de completo asombro, quizás ahora… tenía una oportunidad. Miró hacia todos lados y comenzó a caminar.
-Yang SungKi, Acompáñame a un lugar un poco más tranquilo, me interesa lo que tengas que decir.-
Si en ese momento hubiese estado con otro ánimo, hubiera sonreído y saltado de la emoción de haber logrado que el entrenador me escuchase. Lo seguí en silencio y terminamos en el aula de arte. No había nadie, pues no era la hora aún.
Una vez llegamos al lugar el cerró la puerta delicadamente y se irguió en todo su esplendor colocando sus manos detrás de él.
-Te escucho, habla, ¿Qué es lo que tienes que hablar de él con tanta convicción que ya no se haya dicho?-
-Disculpo mi rudeza una vez más, entrenador, pero es algo importante para mí.- Tragué saliva y le miré a los ojos, él se mantenía firme y erguido resultándome algo intimidante a decir verdad. –Vengo a pedir una segunda oportunidad para Choi MinHo, supe que rechazó su primera oferta, pero debo justificarlo diciéndole que en ese momento él aún estaba sorprendido por la oferta y quizás algo confundido, por lo que optó por rechazarlo de inmediato en vez de pensarlo mucho más detenidamente. Él, día a día después de eso me comentaba lo arrepentido que estaba, y yo le decía que volviera a hablar con usted, pero él se negaba, diciéndome que ya no tenía oportunidad, y aun así yo le seguí insistiendo hasta que cuando finalmente se decidió cayó enfermo y por lo tanto he sido yo quien ha tomado la decisión de hablar con usted, así que me preguntaba si usted está dispuesto a darle una segunda oportunidad.-
Estaba agitado, nervioso, y asustado, en verdad todo aquello no era del todo cierto, es más, no se habló del tema hasta que finalmente de tanto insistirle terminó por contarme, y era yo quien le había rogado que lo rechazara aun cuando él ya lo había hecho, pero aun así, MinHo le había quitado gran parte de información al “evento” ocurrido allí dentro de la reunión, y si no hubiese sido por KiBum y ChangMin yo no lo hubiese sabido…
El hombre no mucho más alto que yo, se mantuvo erguido y mirándome a los ojos, de una manera tan seria e intensa que me vi obligado a bajar la mirada, pues la de él era realmente poderosa.
-Ya veo…- Dijo luego de un silencio que duró eones a mi parecer, mi corazón se salía de mi cuerpo ya. –Entiendo ahora y agradezco que vengas a aclararlo, pero él ya rechazó la oferta y la tomó alguien más, por su propia sugerencia, por lo que yo, ya no puedo hacer más nada, el muchacho que tomó su lugar, no es tan bueno como “Choi MinHo”, pero tiene potencial y me sirve, al igual que el otro muchacho, así que lamento decirte pero él tenía razón, ya no tiene oportunidad, la desperdició, y otro la tomó por él. Así que si me disculpas debo irme, tengo cosas y papeles aún por hacer.-
En ese momento, sentí que se caía mi mundo. Cuando vi que se disponía a irse sin más, reaccioné.
-¡ESPERE POR FAVOR!-
Desesperé, él se crispó ante mi grito tan “eufórico” por así decirlo, y volvió a girarse ya con mucha menos disponibilidad que antes.
-¿Qué quieres niño? Ya está todo dicho, ya no hay más que decir.-
-¡Sí lo hay!- Respondí con agresividad, debo admitirlo, y con un escozor ya tan conocido en estos últimos días en mis ojos. –Por favor… usted sabe que MinHo es un gran jugador, y es una gran inversión, por favor, llévelo con usted.- Le miré a los ojos como pude, pues la verdad mi estado era patético. Él me examinó unos cuantos segundos, una vez más, eternos para mí, y volvió a hablar.
-Si decido llevarlo, deberás de decirle a quien “le reemplazó” que ya no irá, y estoy más que seguro que no reaccionará bien a ello, está muy entusiasmado y emocionado con respecto a ello.-
Mordí mi labio. <<“¿Decirle a hyung que ya no irá? ¡Sería destruir sus sueños! ¿¡Y cómo demonios lo tomará KiBum!? ¡Él me odiará! Pero si no lo hago, MinHo es quien se quedará aquí y jamás sabrá lo que es empezar de nuevo… ¿Debo elegir entre la felicidad de JongHyun y KiBum contra la de MinHo? No, no puedo…”>> Fue finalmente mi decisión.
-Lo siento, pero no puedo hacer eso, mi intención no es destruir sueños de otros para cumplir los de alguien más… ¿No hay alguna posibilidad de llevar a ambos?-
-Imposible…-
Contestó de inmediato, el entrenador o “inversionista” se podría decir también si se quiere.
Yo sentí que mi corazón se detuvo en seco al sentir la sensación de estar entre la espada y la pared.
-¡Por favor señor Yang! Piénselo, ambos son buenos jugadores, ambos le retribuirán su inversión y mucho más, ¡Por favor, lleve a ambos, sé que usted puede!-
-Lo siento niño, ya te lo he dicho, es imposible, a menos que hagas renunciar a uno de los que ya elegí…-
-¡No puedo hacer eso Yang SungKi ssi! Ya se lo he dicho.-
-Yo también te lo he dicho ya, entonces, olvídate de todo, él ha perdido su oportunidad…-
Mis ojos comenzaron a lloriquear finalmente, esto era realmente patético, estaba luchando con tanto fervor, por algo que sabía que me “destruiría por dentro” pero aun así, estaba haciendo un sobreesfuerzo, por… MinHo. Porque le amaba.
-Señor Yang… por favor, usted no entiende, él necesita irse al extranjero, salir del pozo en que está sumergido, ¡él necesita esa oportunidad!-
(https://www.youtube.com/watch?v=pW3GRQnXmew Sacrifice t.A.T.u)
-No vine a hacer acto de caridad aquí niño, de lo contrario si fuera así, vendría a llevarme a todos los jugadores, y sabes que eso es imposible, sería una pérdida terrible de dinero. Ya basta, no insistas, ya no hay oportunidad de ello. Lo lamento por tu… amigo o lo que sea. Él es bueno y tiene talento.-
-¡Por eso mismo Yang SungKi ssi, usted lo ha dicho, él tiene todo lo que se necesita para triunfar, usted lo sabe mejor que nadie, y yo le aseguro que si lo lleva con usted junto a los otros 2 jugadores, será recompensado en un futuro… él es un asombroso jugador de baloncesto, no es una pérdida de dinero, sino todo lo contrario, usted aumentará aún más sus ganancias con él bajo su ala! ¡Por favor no desperdicie esta oportunidad, si es usted quien lo deja pasar, será usted quien nunca sabrá si realmente era cierto lo que yo le decía, créame, conozco a MinHo lo suficiente para poner las manos en el fuego por él y asegurarle a usted que no se arrepentirá! ¡Pero por favor, llévelo con usted!-
Yo estaba ya prácticamente de rodillas, rogando porque “apartaran a MinHo de lado” lo cual era demasiado irónico pero real, y sabía que esta decisión resultaría tan beneficiosa para Yang SungKi como para mí y por supuesto MinHo. Yo me sentiría redimido, perdonado, y podría dormir con la consciencia tranquila de saber que después de todo, pude “reaccionar a tiempo” y no arruinarle la vida para siempre.
Y sí, quizás suene algo egoísta de mi parte, pero sabía que todos saldríamos ganando, o eso esperaba, estaba “sacrificando” mucho por él en estos momentos, ¿y por qué? Simple, porque lo amo, con mi cuerpo, mente y alma.
Él futuro “sponsor” de MinHo, sujetó su tabique y comenzó a masajearlo, mientras aprovechaba también a restregar sus ojos. ¡Lo estaba pensando! ¡DUDABA!
Su mano se detuvo en su tabique y a partir de ese momento, todo lo siguiente pasó en cámara lenta para mí, desesperándome enormemente. Dejó deslizar su mano de allí lentamente hasta que calló a su costado y elevó su cabeza en lo que abría sus ojos nuevamente buscando los míos hasta que los encontró y tragué saliva y volví a sentir el latido de mi corazón repercutir en todo mi cuerpo, pero mayormente en mi cabeza.
-De acuerdo… tú ganas niño…- En ese momento, todo volvió a su velocidad normal y me sentí mareado, tanto que hasta incluso creí que perdería el equilibrio. -Lo llevaré conmigo también, y más vale que tengas razón, o de lo contrario, tú pagarás mi gran pérdida de dinero personalmente, no importándome lo que tengas que hacer para devolvérmela, tendrás una deuda millonaria por el “fallo” de tu amigo, si eso llegase a pasar…-
Asentí con tanta fuerza que hasta incluso pensé que me había quebrado mi propio cuello, estaba mucho más nervioso que nunca, pero inevitablemente feliz también. ¡Lo había logrado! Finalmente lo había logrado, había logrado conseguirle una segunda oportunidad a MinHo… a mí MinHo.
-De acuerdo… así será.-
Dije aún nervioso, pero no quería permitirme dudar ahora de mí mismo y de MinHo, extendí mi mano, algo temblorosa, y él lo notó, mirándome de reojo, de cierta manera “desestimándome” pero segundos después tomó mi mano, y la estrechamos, sellando así aquel “contrato secreto”.
-Lo quiero el lunes en el gimnasio después de clases, sin importarme el estado en que esté, y más vale que de lo mejor de sí, que me deslumbre con sus habilidades para poder así confirmar tus palabras tan dudables.-
Asentí una vez más, tragando saliva y haciendo una reverencia de casi 90 grados le agradecí de las mil y una maneras posibles.
-De acuerdo, en verdad muchísimas gracias, y descuide, haré que no se arrepienta de haber tomado esta “riesgosa decisión”. Gracias por confiar en mis palabras y en las habilidades de Choi MinHo… Ambos le estamos muy agradecidos ahora, en verdad, muchísimas gracias.-
-Sí, de acuerdo como digas, vete de aquí niño, ya te has salteado demasiadas clases por estar rogando por tu compañero, nos vemos el lunes sin falta, ahora sí me retiro, debo de rehacer, todo el papelerío, con permiso.-
Permanecí aún inclinado de aquella manera sin contestar absolutamente nada, hasta que sentí la puerta de la sala de arte abrirse y cerrarse delicadamente, casi de manera silenciosa, finalmente me erguí nuevamente algo agitado y me desplomé, sin demorar mucho más.
La adrenalina que había sentido durante toda aquella discusión/conversación, había desaparecido por completo, y mis rodillas aún temblaban frenéticamente incluso ya en el suelo. Mi respiración estaba más que agitada, pero logré respirar, inhalar y exhalar, lo suficiente hasta que me calmé y me sentí con fuerzas para ponerme de pie otra vez con muchas dificultades.
Una vez ya de pie, a pesar de que me dijo que debería de volver al aula, no le obedecí, y salí corriendo de allí, escapé una vez más de aquel instituto, pues aún no me sentía listo para verle a la cara a Key nuevamente, y me fui del colegio, a aquella plaza en dónde HyukJae me había encontrado aquella vez anterior. Permanecí allí hasta quien sabe qué hora, hasta que luego recordé, que lo de MinHo no podía esperar más tiempo, estábamos cerca de que llegase el fin de semana, y MinHo debería de recuperarse sí o sí, para el lunes, o de lo contrario, todo estará perdido. Debo ir a verlo. Debo enfrentarlo a él también… Suspiré y salí corriendo hacia su casa.
///Fin del Flashback – Fin Pov TaeMin///
-¿Amor? ¿Estás en la Tierra?-
La voz de MinHo lo quitó de sus recuerdos…
-Si descuida, sólo estaba… pensando.-
Él le miró extrañado, le elevó una ceja, para acentuar más su desconfianza en las palabras del menor, y le extendió la pequeña bandeja con comida Japonesa que habían ido a comprar juntos.
-Pues no pienses entonces, tu rostro era algo extraño, hasta incluso pareciese como si estuvieses pensando en algo feo… no lo hagas. Ahora estás conmigo, y quiero que te quedes conmigo en todo momento, hasta que regreses a tu casa, ¿de acuerdo?-
TaeMin sonrió débilmente y asintió, tomando la bandeja de comida japonesa, comenzando a probarla, el moreno también le sonrió y empezó a comer luego de agradecer por ella, a pesar de que fuera comprada.
-Aún no puedo creer que de verdad hayas conseguido que el entrenador, me diera una segunda oportunidad… ¿Qué es lo que le dijiste exactamente?-
TaeMin, sonrió levemente, en un intento desesperado por ocultar aquellos disgustos que vivió en aquella prácticamente discusión.
-La verdad, sólo eso…- MinHo le miró desconfiado, pero con cierto toque divertido haciéndole sonreír un poco más amplio al menor. –En verdad, eso fue lo que hice, decirle la verdad…-
-De acuerdo, te creeré, porque confío en ti, y porque estoy seguro de que realmente te esforzaste en ello. Finalmente Jong y yo, seremos capaces de cumplir nuestros sueños, y todo gracias a ti, bombón…-
TaeMin se sonrojó y se sorprendió ante aquellas últimas palabras, no se esperaba, que aquel “acto de sacrificio” tuviera más efectos positivos de los que pensaba, eso lo hacía sentir un poco mejor, y quizás era egoísta de su parte pensar así, pero realmente comenzaba a sentir placer al ver la sonrisa tan amplia del mayor y de su hyung, por algo que él hizo, por algo por lo que él se sacrificó… quizás… no estaría tan mal sacrificarse de vez en cuando, siempre y cuando sea por ver la sonrisa amplia, brillante, dulce e increíblemente inocente del mayor.
-No… gracias a ti, a KiBum, y EunHyuk hyung y a ChangMin que me hicieron abrir los ojos, ya sea para bien o para mal, debo agradecerles, aunque me cueste.-
-¿EunHyuk? ¿Quién es? ¿¡ChangMin!?- Cuestionó realmente confundido y sorprendido ante las palabras del menor.
-EunHyuk, HyukJae…- MinHo abrió sus ojos a más no poder, realmente su expresión totalmente atónita era de cierta manera graciosa. –Sí, el mismo tipo que golpeaste en los baños, mi némesis, pero increíblemente, luego de un evento en particular, todo cambió y nuestra relación también, aunque de todos modos, debo decir, que hasta yo estoy sorprendido ahora mismo de decir que gracias a él, estoy aquí sonriéndote, y que le esté llamando “hyung”, créeme, también es algo muy loco para mí, pero ¿sabes? Increíblemente, somos muchos más parecidos de lo pensé, y tiene un buen corazón, a pesar de todo lo que me dijo e hizo al principio, pero en este momento, al estar luchando por estar en paz conmigo mismo, también lo quiero estar con la gente a mi alrededor.- El castaño sonrió, mirando hacia la pequeña mesa de la barra, sonriendo ante las locuras que estaba diciendo.
MinHo, estiró la mano y sujetó una del más bajo atrayéndola más hacia su corazón, provocando que el menor le mirara. El más alto sonrió y habló con una voz realmente cálida.
-Sí, lo es. Es increíble que ahora seas amigo de él, ¿pero sabes? Estoy orgulloso de ti, en verdad que lo estoy, hasta incluso te escuchaste mucho más maduro que yo. Por eso te amo.-
TaeMin bajó la mirada una vez más y sonrió apenado, pero feliz, y nuevamente miró al mayor con esa sonrisa y se acercó a él para besarlo.
-Gracias, en verdad me pone feliz oír eso. También te amo, eres como mi faro…-
-Y tú la luz de éste, que me ilumina noche y día.-
Ambos se volvieron a besar nuevamente, dando rienda suelta a su amor. Olvidándose de todo y todos, por ese momento.
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~Al otro día, Viernes – 18.30 – Camino a la casa de KiBum~
-En verdad no puedo creer que TaeMin haya logrado eso, incluso hasta me siento medianamente celoso de él. Tiene un espíritu realmente fuerte…-
Venía hablando el castaño con diversos mechones de cabello teñidos de distintos colores, de la mano con el castaño más oscuro.
-Tranquilo gatito, no debes de sentirte de esa manera, yo creo que si hubieses estado en su lugar hubieras hecho lo mismo.-
Habló el mayor, intentando animar a su amante.
-No lo sé, o sea, no sé si hubiese podido dar la cara y pedirle disculpas a mi mejor amigo luego de haberle dichos todas esas cosas, ni mucho menos me creo capaz de ir a buscar a mi principal enemigo en el amor, y decirle “Gracias por todo lo que hiciste” cuando para mí, no fueron más que dolores de cabeza y disgustos… ¿Y qué es eso de que ahora, de un día para el otro, literalmente, anda de un lado para el otro con HyukJae? Es decir, se supone que lo odiábamos y que yo era su único sustento allí antes de que reconociera a MinHo…-
Habló medianamente molesto el castaño con mechones multicolores, JongHyun simplemente sonrío, se adelantó un paso y se detuvo frente al menor, besó sus labios fugazmente dejando al menor confundido.
-A mí me parece que estás celoso porque ya no depende tanto de ti como si fuera… hmm, tu hijo. ¡Sí, eso debe ser! Estás celoso de que tu “bebé” haya madurado de golpe, se haya independizado y no necesite tanto de ti ahora… ¿no es así?-
KiBum se quedó helado por unos segundos ante aquellas palabras, y sin poder evitarlo, se sonrojó a más no poder, y frunció su ceño desviando la mirada del de menor estatura por centímetros…
-No…-
Dijo lacónico el menor, pero JongHyun sólo sonrió, porque aquella negativa había sonado realmente falsa. KiBum en verdad trataba a TaeMin como a un niño y hasta incluso a él mismo le sorprendió ver a su amante actuando tan sobreprotector con el menor, cuando era realmente necesario, en verdad que parecía una leona defendiendo a sus crías, pero a pesar de que al principio eso le ponía celoso, debía admitirlo, con el tiempo, comenzó a cambiar sus sentimientos, y los celos se transformaron en orgullo, él realmente estaba orgulloso de ver al menor actuar como una verdadera madre, o padre si se “clasificaba” por género. JongHyun estaba orgulloso de saber que KiBum, su amante, sería un buen padre, si ellos en algún momento decidieran formalizar por completo su relación y en un futuro decidieran adoptar a algún niño o niña…
-No tienes por qué avergonzarte de eso gatito, ¿sabes? Te confesaré que al principio estaba celoso de tu relación con TaeMin, pero con el tiempo, aprendí a convivir con ello, y realmente ahora ya no me molesta, porque sé que es como si fuera realmente tu hijo, y eso me provoca ternura, y me hace amarte más de lo que ya te amo. Así que no estés celoso, no hay razón para ello, independientemente de lo que pase, sé que TaeMin siempre recordará, que quien primero estuvo con él, fuiste tú. Y por eso tienes un rincón especial en su corazón, así que bebé, ya no hay razón para estar celoso, él te quiere mucho, estoy seguro de eso. Y el abrazo que te dio, cuando decidiste perdonarlo, lo dice todo, tu no lo viste, pero yo que estaba detrás de ti, puede ver como sus ojos brillaban, él realmente estaba feliz de que lo perdonases, él no te quería ni te quiere perder, ¿de acuerdo? Así que ya no estés enojado ni celoso, porque te dejó un par de horas para hablar con HyukJae, él va a tu clase, almuerza contigo y te espera en el gimnasio para que se vayan juntos, a HyukJae no, sólo lo ve un par de minutos u horas cuando va a su clase extra curricular. Así que me cambias esa carita, ¿sí?-
El mayor le pellizcó las mejillas como si fuera un niño pequeño, hablándole en el mismo tono al final, cosa que inevitablemente hizo sonreír al menor.
-De acuerdo, está bien, tu ganas, intentaré ya no ponerme celoso de ellos… ¿conforme?-
-Sí, ahora vamos a tu casa, que ya me estoy congelando.-
Sonrió el mayor, contagiando también al más alto y nuevamente ambos tomaron sus manos y continuaron su camino de regreso a la casa de KiBum.
Una vez que llegaron allí, ambos se quitaron sus mochilas y bolsos, y JongHyun como costumbre, ya sin siquiera preguntar se sentó en el sofá del menor.
-¿Dónde fueron esta vez?-
-Hmm, no lo sé, creo que a visitar a un matrimonio amigo en la Isla JeJu…-
-Interesante…-
Comentó desganado el mayor, pues la verdad es que ya estaba cansado de que los padres del menor no se preocuparan por él tanto como deberían, siempre estaban fuera de la ciudad o del país, y a él nunca lo llevaban, ni siquiera cuando regresaban le traían algo, JongHyun estaba realmente furioso con ese par de padres, pero no podía odiarlos del todo, pues le guste o no, gracias a ellos, es que KiBum existía, y gracias a su irresponsabilidad, es que de vez en cuando ellos tenían la casa para ellos sólo, y dar rienda suelta a su intimidad.
KiBum colocó una pequeña taza de café y se sentó muy cerca del mayor, casi en su falda, y ambos sonrieron.
-Gracias.- Dijo el mayor y le quitó la otra taza que tenía el menor en sus manos. –Pero ambos sabemos que no te quieres sentar allí, ven aquí.- Habló el castaño oscuro una vez más, y se palmeó las piernas, KiBum sonrió ampliamente y sin pensarlo dos veces, se subió en su regazo, el más bajo, sonrió aún más ampliamente, y abrazando al menor por la cintura le besó a lo que este correspondió sin protestar. –Mi dulce gatito.-
El menor no dijo nada, y solo se limitó a sonreír mientras correspondía el beso del mayor.
-¿Cuándo es que vuelven tus padres?-
-Probablemente mañana en la mañana.-
-Ooww, que pena, no podré quedarme a dormir entonces.-
-No importa, me iré contigo, sabes que ahora más que nunca quiero pasar la mayor cantidad de tiempo posible a tu lado.-
JongHyun sonrió y continuó besándolo. –Por eso te amo, bebé.- Rápidamente sus manos acariciaron la espalda del menor y se infiltraron por debajo de sus prendas.
-Se enfriará el café, y sé que no te gusta beber café frío en casi invierno.-
Habló el menor suspirando, a lo que el mayor, sonrió y liberó sus labios, pero no dejó del todo su cintura, el menor quien estaba sentado de costado, colocó un brazo por detrás del cuello del castaño oscuro y sonriendo tomó su taza de café con algo de chocolate. Una vez que disfrutaron del café, nuevamente ambos, comenzaron con la pequeña sesión de besos, saboreando el café en la boca del ajeno sabiendo que seguramente esos besos terminarían, con ambos tirados en la alfombra o en la cama del menor, absolutamente desnudos.
Y no era de sorprenderse, cuando el mayor tomó la iniciativa y le quitó al menor la primera prenda, ambos tenían una sonrisa de oreja a oreja, pues disfrutaban cada segundo de aquel acto, en que disfrutaban y exploraban mutuamente uno al otro, compartiendo esa intimidad que sólo servía para reforzar aún más su relación, que quizás empezó demasiado rápido, pero que KiBum sentía que era la correcta y definitiva, sí, JongHyun sería su único hombre a partir de ahora y por el resto de su vida, de eso estaba seguro.
Los besos comenzaron a tornarse candentes, la temperatura en ambos cuerpos comenzaba a ascender provocando que la “extracción” de prendas resultara realmente placentera.
Y pues no nos equivocábamos, ambos terminaron en ropa interior sobre el sofá, que si bien no era la gran cosa, ni el más cómodo del mundo, el sólo hecho de compartirlo con el otro lo hacía perfecto.
-Te amo, gatito precioso. Nunca me dejes.-
-Y yo a ti Jong, yo debería de decir eso, pues ten por seguro que no sería capaz de hacer eso nunca, te amo demasiado, como para dejarte ir con otro hombre…-
Las caricias recorrían cada centímetro del cuerpo ajeno, y Jong girando suavemente terminó en la alfombra como habían previsto, el menor se acomodó encima de él y ambos comenzaron a besarse aún más apasionadamente mientras sus caderas se movían por sí solas, como ya era costumbre en ellos.
Los jadeos comenzaron a presentarse, y los labios de ambos comenzaban a viajar a distintas partes del rostro y cuello del ajeno, aunque de mayor preferencia Key atacaba el cuello del mayor, mientras que este atacaba el lóbulo del menor, en lo que pellizcaba con anhelo aquellas perfectas nalgas que el menor poseía.
JongHyun no se cansaba de sorprenderse, de lo agradable que le resultaba el contacto físico con KiBum, era literalmente un deleite sensorial para el mayor. Su rostro, su palidez, su delgadez, su dulzura, su todo, era una delicia para el mayor que jamás se cansaría de saborear y disfrutar.
Las palabras no eran necesarias, ellos ya habían aprendido y comprendido perfectamente el idioma de “las miradas”, con ellas se lo decían todo, y no era necesario más que ello.
KiBum se separó un poco del cuello de JongHyun y le miró a los ojos, los cuales tenían un brillo trémulo, debido a la lujuria y euforia que el momento le provocaba, el castaño oscuro simplemente sonrió y rápidamente se sentó comenzando a besar las clavículas y los pezones del de apariencia remilgada.
Las manos gruesas y anchas de JongHyun en comparación a las delicadas y finas de KiBum, comenzaron a recorrer su cintura, su espalda y su espalda baja con mayor tenacidad, haciendo erizar al menor de placer, quien por esto mismo, echaba su cabeza hacia un costado o hacia atrás, disfrutando y gozando de las variadas formas de estimulación que el mayor empleaba en él.
Las erecciones de ambos, ya comenzaban a tomar protagonismo en la escena y una vez más sin decir nada, se miraron a los ojos y sonrieron ampliamente, JongHyun avanzó sobre el cuerpo del menor, hasta quedar encima de él y comenzar a retirar ya aquella prenda que de seguro era molesta tanto para el menor como lo era para él.
KiBum como siempre, fue el primero en quedar absolutamente desnudo, pues al castaño oscuro, le encantaba deleitarse de la imagen que el cuerpo desnudo y agitado del de tez nívea le otorgaba, una verdadera obra de arte a sus ojos.
KiBum sonrió aún avergonzado después de ya haberlo vivido tantas veces, pero esa mirada hambrienta de lujuria y deseo que el mayor le obsequiaba, aún lo hacía temblar entero de placer. Con las manos levemente temblorosas, quitó la primera prenda superior de JongHyun, puesto que aún estaba completamente vestido y él… todo lo contrario, pero normalmente aquello siempre era así, y ambos lo disfrutaban.
JongHyun quedó con el torso desnudo y el menor apartándolo un poco, avanzó para ser él ahora quien estimulase los pezones y las clavículas del mayor con un combo de que también su otra mano, se dirigía a su erecto miembro.
JongHyun, jadeo ante aquel contacto directo y algo brusco en su virilidad ya levemente sensible y demandante de atención, KiBum sonrió de aquella manera maligna, alineando sus ojos, como si se tratara de un zorro, y eso… sabía a la perfección, que al mayor lo encendía enormemente, esa actitud, “zorril” por así decirlo, pero no en el sentido vulgar, sino en la sensualidad que esa mirada exudaba a ojos del mayor que realmente tenía un fetiche con ese tipo de personalidad y mirada.
KiBum, Key… era perfecto a ojos del mayor, y jamás se cansaría de pensarlo y asombrarse por la “perfección” que era Key, como así tampoco entendería como es que el idiota de JinKi, había sido capaz de destrozar tan maravilloso ser como lo era su Bummie… pero eso ya no le importa, pues lo único que le importaba era justamente eso… que ahora, era SU Bummie, y no el de algún otro, sólo él tenía la dicha de estrecharlo en sus brazos cuantas veces quisiera cuanto se le antojara la gana, sólo él tenía derecho a amar a ese “niño zorro” y dejarse amar por él mismo.
-Aah~ bebé~ si sigues así, me correré dentro de mis pantalones…-
Jadeo, gimió el mayor, cuando sintió la ya tan reconocida mano delgada y delicada rodear su miembro directamente, era tan increíble que hasta eso parecía, que su mano, había sido creada especialmente para sujetar su miembro y otorgarle placer infinito con solo sujetarlo.
Key una vez más, sonrió complacido por lograr llevar a Jong a ese estado, y ante aquellas palabras dichas por el mayor, no le quedó más que seguir provocándolo y se dirigió al lóbulo de la oreja del mayor.
-Aaah~ maldición bebé~ tú me matarás un día de estos…-
-No digas esas cosas mi vida…- Habló el menor aún con su voz sumamente sensual, debido a que aún tenía el lóbulo de su oreja en sus labios, en sus dientes.
-Sabes que solo bromeo, aunque si muero, he de morir feliz, Dios… tus caricias son como la de los dioses… te amo mi pedacito de alma…-
JongHyun no hizo más que sonreír ante la creciente estimulación y no lo aguantó más, se alejó levemente unos centímetros, y se quitó con suma prisa su pantalón, junto con su bóxer, medias, zapatos y cinturón, estuvo a punto de rasgarlo por la ansiedad, pero logró quitárselos, en lo que el menor sólo reía divertido y travieso.
-Vamos a tu cama, ahora…-
-Por supuesto, sabes el camino a la perfe- woow jaja.-
El menor no termino de hablar, porque rápidamente se vio casi arrastrado por un más que excitado castaño, KiBum fue arrojado a la cama riendo mientras que el mayor no le dejaba ni siquiera un segundo para respirar, debido a que inmediatamente se colocó encima de él aprisionándolo, mirándolo como todo un depredador, cosa que también encendía al menor.
Nuevamente, el castaño oscuro, comenzó a morder y a lamer el torso del de tez nívea con algo de demanda y desesperación, pero a pesar de que sus “toques” no eran muy prolongados, la sensación que dejaban, ese efímero cosquilleo en la zona afectada, enloquecía al menor. JongHyun se concentró en el abdomen del menor, lamiendo uno por uno aquellos cuadraditos que se marcaban levemente, embistiendo como no podía ser de otra manera, su ombligo, causándole un delicioso cosquilleo, que le hacía tanto reír como retorcer debajo de él.
JongHyun acariciaba sus muslos, evitando el miembro a propósito para provocar aún más a KiBum, y definitivamente estaba funcionando, pues, el menor inconscientemente, se retorcía de una manera en que buscaba que la mano de Jong diera con su miembro ya más que erecto y medio “jugoso”.
Gemiditos comenzaron a ahogar la risita, y la cosa finalmente fue tomando seriedad, pasión, y lujuria…
Los labios, la boca, la lengua de JongHyun descendieron de su ombligo a sus muslos internos, provocando aún más al menor, que ya prácticamente rogaba por que hiciera lo que iba a hacer.
-¡Jong por favor, ya no más! ¡Hazlo ahora! ¡AAAH~! ¡Hmms, nna! ¡Jo-Jong!-
El mayor sonrió silenciosamente para sí mismo, aún oculto entre los muslos del menor, y apartó la mano del ajeno que desesperadamente venía a saciar su demanda de atención en su virilidad ya erecta como una roca.
-Eres demasiado impaciente bebé, debemos arreglar eso, pero en otro momento, esta vez tú ganas.-
Habló divertido. A lo que finalmente, aplastando el leve colchón de vello púbico del menor, se engulló el miembro entero de KiBum, era medianamente grande, pero no lo suficiente para asfixiar al de menor estatura.
Por lo que comenzó a introducírselo completamente para luego sacarlo por completo y así repetitivamente de su boca, hasta que decidió cambiar de ángulo, y llevó su lengua a los laterales del falo, lamiéndolo también de principio a fin, pasando también por aquel saco debajo de su miembro, que ya también comenzaba a tensionarse. KiBum solo podía gemir y balbucear cosas sin sentido, pues su raciocinio estaba completamente anulado por el éxtasis, por la lujuria y placer que la boca ya experta del mayor le otorgaba.
El menor sujetó los cabellos de JongHyun, los tironeo justamente por la misma pasión, y comenzó a querer imponer su propio ritmo, por lo que el mayor por unos instantes se dejó “manejar” y luego una vez más él tomó el control, sujetando ambas manos de KiBum sobre su cabeza y así comenzar a rozar aquella entrada con su falo ya también endurecido, haciéndolo desear aún más.
-¡Ya JongHyun! ¡Hazlo, no aguantaré mucho más! ¡Aah~ mnhaa!- El menor comenzó a retorcerse aún con más violencia totalmente poseído por la demanda de placer, era prisionero de él, no podía dejar de querer sentirlo, y necesitaba urgente el gran y duro miembro de JongHyun dentro suyo, machacando todo su interior, para hacerlo sentir vivo, amado, en el mismísimo cielo, en el Nirvana.
https://www.youtube.com/watch?v=CAIddgUqEJQ
-Como desees bebé…-
Dijo un JongHyun también casi sin aliento. Sonriente, quien se detuvo tan solo un segundo para estirarse y buscar dentro del cajón del menor un poco de lubricante y condones, y siempre que los veía, sonreía, al imaginarse la cara de absoluta vergüenza del castaño con mechones multicolores, que debería de tener cuando estaba pagando por ellos.
Él también compraba, pero con mucha más naturalidad que el menor, aquello era como si fuese un trámite cualquiera para él, y eso enojaba enormemente a KiBum, pero él disfrutaba verlo sonrojarse, enojarse y reclamarle su “descares”.
-Aquí vamos corazón, mi vida. ¿Listo?-
-¡Hazlo ya, maldición Jong, te necesito!-
JongHyun rio ante la desesperación del menor y con una calma realmente exasperante, se alineo en lo que sería su “entrada al interior” de su amado “zorrito” y lentamente, ya con algo de lubricante en aquella zona y en el condón, se aventuró a aquella penetración, sin preparación previa, pero la verdad es que el menor parecía ya listo desde antes, debido a la creciente excitación, además de que si él se tomaba su tiempo, estaba seguro de que el menor en cualquier momento, le comenzaría a lanzar con cosas, por retrasar tanto lo inevitable, y lo que tanto anhelaba.
-¡Aaah~ hmns du-duele~ aah~!-
-¿Qui-quieres que me detenga, bebé?-
-¡NO! Co-continua por-por favor, y-ya no aguantaré mucho más, por favor…-
Contestó de inmediato, el castaño menor, y ante aquellas palabras, Jong no pudo refutar nada, simplemente suspiró levemente disconforme ante la testarudez del menor, y continuo penetrándolo, pero ahora mucho más lento y cuidadoso.
Hasta que finalmente la base de su miembro, hizo contacto con la piel del menor. Se detuvo allí y ambos, jadeaban de manera sonora, luchando por ver quién podía adquirir aún más aire del que cogían, pues, aquello realmente los agitaba y la excitación, hacía también su parte.
JongHyun se inclinó levemente sobre KiBum y comenzó a besarlo apasionadamente una vez más, en lo que con el correr de los segundos, sus caderas también entraron en juego, comenzando finalmente el acto sexual.
Los gemidos, ahora se complementaban a la perfección como si se tratase de un coro, los agudos y desesperados de KiBum, y los profundos y suaves de JongHyun que parecían más gruñidos que gemidos…
La fricción comenzó a causar estragos en ambos cuerpos, el sudor bañaba al de ambos, y el placer comenzaba a hacer lo suyo, aquellos cosquilleos, aquel espiral de sensaciones que comenzaba a ascender por los cuerpos de ambos, les estaba avisando que ya no durarían mucho más, pero a ninguno le importaba.
JongHyun embestía fuerte y preciso, mientras tenía su rostro hundido en el cuello del menor, intentando morder, besar y lamer, entre gruñidos, jadeos y espasmos. KiBum se aferraba con fuerza a la cintura del mayor con sus piernas largas y delgadas, pero torneadas, y rasguñaba su espalda con las pequeñas uñas que tenía, eso definitivamente dejaría marcas más adelante, pero aquello solo serviría para encender nuevamente las cenizas de lo que estaba sucediendo ahora. KiBum adoraba ver la espalda de JongHyun levemente rasguñada, pues le hacía sentir que él era de su propiedad, sin contar que también, le provocaba mariposas en el estómago cada vez que recordaba lo bien que se estaba sintiendo en aquel momento en que dejó “su marca”.
-¡Bummie! ¡N-no a-aprietes má-más, me-me cortaras a la mitad… aah~ n-no pu-puedo mo-moverme…!-
Le dijo JongHyun como otras tantas veces también, pues a veces realmente se excedía con su fuerza, pues el anhelo de que permaneciera junto a él a su lado, era tan fuerte, que su cuerpo por instinto lo aprisionaba, temiendo perderlo para siempre si se descuidaba un poco, pero realmente se estaba dando cuenta que estaba ejerciendo demasiada presión, por lo que entre gemidos, y jadeos, intentó coger algo de aire y tranquilizarse para aflojar la presión, pero aquello era demasiado difícil teniendo en cuenta de que ya se estaba aproximando a su clímax.
-¡AAAH~ JO-JONG~HYUN! ¡Mhns, aah~ y-ya no-no aguantaré mu-mucho aahns más!-
Sus piernas se liberaron pero sus órganos en su estómago se estrujaron y retorcieron al sentir como el mayor, sujetaba con violencia y agresividad su miembro comenzando a masturbarlo de aquella misma manera, al compás de sus embestidas.
-Yo-yo aah~ tampoco aguantaré mucho más… aah~ ¡Te amo Bu~ aah~ mmie!-
Ambos sonrieron, y Key mordió su labio inferior con fuerza, pues su orgasmo finalmente había llegado, se quebró prácticamente hacia arriba, echando su cabeza hacia atrás, mientras su esencia salía con presión y precisión, manchando la mano del castaño mayor y su propio abdomen casi llegando a su mentón.
JongHyun continuó embistiendo luego de ello, aprovechando que las paredes internas del menor, comenzaban a ejercer mucha más presión de la que ya ejercían, y parecían querer absorberlo, succionarlo, cosa que estremeció aún de más placer al mayor.
-¡AAAH~ MIERDA SI KIBUM! ¡Ahh~ mmnsh~ nna~!-
JongHyun se corrió dentro del condón, pues el orgasmo no le dio tiempo a quitarse la protección y llevar a cabo, una “liberación” mucho más libre… valga la redundancia…
Ambos estabas sudados a más no poder, ambos jadeaban, y se miraban a los ojos, intentaban sonreír mientras que sus ojos realmente tenían un brillo refulgente, prueba más que suficiente para reafirmar el amor que se profesaban, y todo lo que le quedaba aún por profesarse, ellos, realmente, se amaban.
-También te amo, Puppy, cuando te vayas, realmente extrañaré esto, pero sobreviviré…-
Sonrió el menor ahora con un poco más de nostalgia, pero aun así, no se permitió sumirse en la depresión de ante mano, él lo había decidido y se lo había dicho a TaeMin también, él disfrutaría segundo a segundo la compañía de JongHyun, comenzando a guardar en su memoria, la sensación de su piel en sus manos, en sus labios, y aquel aroma que sólo Jong era capaz de poseer y que lo hechizaba completamente.
-¿Deberíamos ducharnos? Una caminata a casa nos espera, ¿no es así?-
Habló el mayor, sacando al menor de sus pensamientos, dándose cuenta de que el mayor ya había salido de su interior y que ahora estaba a un lado, mirándolo con un amor infinito e indescriptible, mientras acariciaba su cabello, quitando esos mechones de cabello sudado de su frente. Besó sus labios con ternura, le miró con el mismo sentimiento y ya a KiBum se le hizo imposible no sonreír, por lo que asintió y sonrió levemente de lado. Allí en las duchas, le daría a JongHyun una pequeña lección, torturándolo un poco, tal y como el mayor siempre hacía.
-Si vamos, Puppy, necesito quitarme esto antes de que seque.- Refiriéndose a su propio esperma, el castaño oscuro sonrió y se levantó con pesadez, pero fue seguido por aún más desganado castaño con mechones multicolor. –Además de que debo de recuperar fuerzas para esta noche otra vez, ¿cierto?- El mayor sonrió divertido y mucho más ladino y asintió, en lo que sujetaba de la cintura al menor, no sin antes darle una nalgada a esas perfectas nalgas redondas y suaves que te incitaban a morderlas… que quizás… esta noche lo pondría en práctica…
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~ Lunes – Prácticas de baloncesto – 2 semanas para la graduación~
-Vamos MinHo, tu puedes, sé que lo lograrás, déjalos a todos con la boca abierta, y mucho más a ese entrenador…-
El menor le daba ánimos, detrás de las puertas del gimnasio, siendo también esta vez, la primera en que TaeMin presenciaría una “práctica” en vivo de MinHo y no al revés… ¿Ya era hora de devolverle un poco de todo lo que el mayor hizo por él, verdad?
-Estoy nervioso Minnie, ni siquiera para el torneo estaba tan ansioso y nervioso.-
-Estoy contigo, amor.- Acarició su rostro y besó sus labios suavemente, en un beso fugaz, sonrojándose de inmediato, a lo que el mayor sólo se quedó sorprendido ante aquel efímero pero efectivo contacto, una paz comenzaba a descender por su cuerpo. –Esta vez no me iré a ningún lado, no tengo nada más para entrenar, ahora sólo quiero acompañarte el mayor tiempo que me sea posible. Vamos MinHo, figthing… yo sé que tú puedes.-
TaeMin hacía su mejor esfuerzo para darle ánimos al mayor, y al parecer aquello funcionó, pues el moreno suspiró cansino, y relajó sus músculos, saltando levemente en el lugar, rotando su cuello hasta dónde le era posible, volvió a exhalar aire, y finalmente tomó posición, frunció su ceño y erguido abrió la puerta…