Capítulo 21: “Lo prometí, ¿Cierto? I”
~ 1 semanas después~
<<“-En 2 semanas, vendré a buscarlos, y a notificarles cuando debemos tomar el avión que los llevará a la gloria.-”>>
MinHo abrió sus ojos de repente, TaeMin como casi ya era costumbre estaba a su lado. Miró su almanaque, y su pesadilla se volvió solo un mal, sueño. Hoy comenzaba la segunda semana de aquel plazo. Aún le quedaba tiempo para disfrutar de la compañía de TaeMin. Esa marca roja en su almanaque, de la semana siguiente realmente le hizo doler el pecho. Sabía que no se iría ese mismo día, pero, ¿y si era al día siguiente? MinHo aún no había tenido suficiente de TaeMin para dejarlo finalmente y seguir su camino, para volver lo más pronto posible con él. Se estaba adelantando a los hechos, lo sabía, pero aun así dolía en el pecho.
Se sentó lentamente en la cama, recostándose en el espaldar de la cama y suspiró. Cerró sus ojos y pasó su mano por su rostro y cabello deteniéndose en su propia nuca y apretando los mechones de cabello que estaban demasiados largos ya. ¿Sería hora de ir a la peluquería ya? Suspiró una vez más y sonrió de lado ante su propia estupidez. Ese no era momento para pensar de si era o no tiempo de cortar su cabello.
TaeMin suspiró también, pero dormido aún y se acurrucó más contra el cuerpo de MinHo, pues ya estaban cerca del invierno y la verdad es que el frío se comenzaba a sentir, y más aún cuando ya acostumbras a dormir con alguien a tu lado…
MinHo lo miró de reojo, y no pudo evitar sonreír y con una de sus manos, acarició tanto el rostro del menor como también su cabello, quitándolo del rostro, y ahora que lo veía, TaeMin también tenía el cabello bastante largo, incluso mucho más de cuando lo volvió a ver a mitad de año cuando lo transfirieron…
“Mitad de año”, y ahora se acercaban al final del mismo… ¿Tanto había pasado ya desde aquel primer encuentro? ¿Tanto había pasado ya desde que comenzó a observar a TaeMin furtivamente durante las prácticas? ¿Tanto había pasado ya desde que él reveló su identidad frente al menor? ¿Tanto había pasado ya? Aquellos meses realmente fueron una montaña rusa para el mayor, quien jamás ni en sus más remotos sueños pensó que el castañito llegaría a sus brazos antes de lo planeado, pues… él desde que inició su último año, había tomado la decisión de ser el mejor en baloncesto, conseguir un equipo profesional y una vez que su vida estuviese “encaminada” por así decirlo, se dedicaría a buscar al menor por cielo mar y tierra hasta encontrarlo, pero… aquello no fue necesario. Los ahorros que él mantenía desde el inicio hasta ahora con su trabajo, no serían necesarios ahora, porque el menor, increíblemente ahora estaba en su cama, durmiendo con una expresión tan serena dulce y tierna que en verdad le costaba creer al mayor que eso era real.
Su mano se quitó de sus cabellos los cuales había estado sosteniendo mientras pensaba todas aquellas cosas por dentro y volvió a acariciar su rostro, sintiendo aún más esas hebras castañas que el menor poseía. <<“En verdad que está largo”>> Pensó nuevamente.
-Te amo, bebé, en verdad es increíble que estés aquí…- <<“No quiero dejarte, pero el momento pronto llegará.”>>
Se dijo así mismo, completando aquella frase por dentro. Esas semanas habían pasado increíblemente rápido, y habían sido las mejores de MinHo, quien ya no se sentía presionado ni por el torneo, ni por el maldito “que dirán”, tan sólo se dedicó a ser él mismo y disfrutar de la compañía de su “muñequito de porcelana” al máximo, era tanta su felicidad en esos momentos, que sus notas habían aumentado considerablemente, no es que fueran malas, pero no era a las que MinHo estuviese acostumbrado, por lo que aprovechó al máximo aquel tiempo que empleaba practicando, estudiando ahora.
-También te amo, mi faro…-
Susurró de manera algo ronca el menor, sacándole otra sonrisa al mayor, en lo que el castaño abre sus maravillosos ojitos y ve al moreno también mirándole con esos ojos de adoración como ya solía ser costumbre.
Se incorporó un poco, y suavemente se acercó al rostro del mayor para darle un travieso y fugaz beso de buenos días. MinHo como también se le había hecho costumbre, sintió leves maripositas en su estómago revolotear por un santiamén en lo que sus labios fueron “acariciados” por los ajenos.
Rápidamente se separaron y se miraron a los ojos, sonrieron y MinHo colocó nuevamente una mano sobre la cabeza del menor y le revolvió el cabello.
-Creo que ya es hora de empezar nuevamente la semana mi vida, ve al baño y vístete, que yo iré a preparar el desayuno, ¿de acuerdo bebé?-
Habló realmente dulce y cariñoso, como si realmente se tratara de un niño, y eso a TaeMin secretamente no le molestaba, por lo que sonrió suavemente y asintió, para ponerse de pie, pero no sin antes por supuesto, robarle otro de aquellos besos furtivos que tanto le encantaban.
-¡De acuerdo hyung, por favor cocine algo rico!-
Y salió de la habitación corriendo como si nada, con la misma energía y euforia que lo caracterizaba, en verdad que el moreno amaba a ese “verdadero TaeMin”, a Minnie.
Nuevamente cuando el menor desapareció de su vista, miró aquel pequeño almanaque, el cual tenía un círculo rojo en la semana siguiente, que también era otro mes. Suspiró y cerrando sus ojos, colocó el almanaque boca abajo para que no se viera aquella marca. Mirando hacia todos lados encontró su bóxer y se lo colocó.
-Bien, es hora de comenzar el día, será mejor que me olvide de todo y le sonría como nunca a mi bebé.-
Sonrió una vez más, al oírlo tararear una canción con suma alegría, lo cual en verdad le pareció demás infantil al mayor, ¿pero quién era para juzgarlo? Él amaba a ese “niño” que TaeMin era. Siempre lo amo…
Se dirigió a la cocina, con su ropa de chándal ya puesta y comenzó con la comida, o mejor dicho el desayuno, no era tampoco un chef profesional, pero se las sabía arreglar y su comida era moderadamente degustable.
Una vez que preparó un desayuno americano, el castaño ingresó a la cocina, con su uniforme ya puesto, pues sí, se había traído un pequeño bolso con sus prendas, debido a que había venido a pasar el fin de semana con él, ya que TaeJun no sería un problema, pues DaeGu ssi, había planeado un fin de semana bastante entretenido para el más pequeño; realmente se preocupaba por ambos como un verdadero padre, tanto que a veces TaeMin estuvo a punto de decirle, “padre”.
-Wow, ¡Sí que te has esmerado hyung! ¡Esto se ve y huele delicioso!-
-Jeje, me alegra entonces que tenga una apariencia agradable para ti, espero que el sabor sea igual.-
-De seguro lo será, ¡a comer hyung! Gracias por la comida.-
Agradeció y ambos con una sonrisa empezaron a desayunar, y la verdad es que sí, MinHo no quería sonar egocéntrico ni nada, pero le había quedado especialmente delicioso. ¿O sería las ganas que tenía de complacer al máximo a su bebé, para que así la despedida próxima no doliese tanto? Aunque… la verdad es que se estaba perjudicando a sí mismo, como también al menor al consentirlo tanto. MinHo, no sabía qué hacer ante esa paradoja, esa contradicción entre sus propios pensamientos. Cómo así tampoco podía sacarse del pecho ese mal presentimiento que ese “sueño” le causó.
Nuevamente, decidió salir de sus pensamientos o terminaría por quitarle el hambre y se concentró en escuchar y observar al menor que hoy parecía estar más enérgico que de costumbre, irónico, la verdad que lo era.
-Bueno, bebé, yo iré a tomar un baño rápido y a cambiarme así nos vamos.-
El menor asintió eufórico y se puso a lavar los trastos, a pesar de que MinHo le dijera que no, que estaba bien, él insistió, y con esos morritos que él hacía, a MinHo se le dificultaba enormemente resistirse a ellos. Por lo que terminó aceptando.
Suspiró derrotado y sonrió una vez más ya dándole la espalda al menor, para dirigirse al baño.
~ Ya en la escuela~
-¡TaeMinnie~!- Gritó el de cabellos castaños aún con esos mechones de todos colores en lo que se acercaba a la parejita “Min”. -¿Cómo estás cariño? Me has tenido abandonado este tiempo, ¿Porqué~? ¿Ya no te importo?- Hizo un morrito también KiBum, a lo que MinHo se sintió extraño porque descubrió que tampoco podría resistirse a él si en algún momento el castaño lo empleaba en él, por lo que dedujo que su mejor amigo, tampoco se encontraría habilitado para resistirse… <<“Estamos jodidos”>> Sonrió para sí mismo, ante ese pensamiento.
-No es eso, hyung~, es sólo que bueno, ya sabes…, no quería desperdiciar un segundo más…-
Susurró a lo último, un poco más serio, aparentando ahora sí, ser verdaderamente un chico de 16 años, acomplejado o contrariado por algo. Ambos mayores se sorprendieron ante aquellas palabras, aunque si bien no era ningún misterio, en verdad les sorprendió oírlo en voz alta.
-¡Aish! Sólo bromeaba corazón, sabes que yo también estoy en la misma situación.-
Se rio de la nada el castaño mayor, sintiéndose realmente forzada, pero ambos “Min” decidieron optar por “creerle” aquel comentario, a lo que TaeMin sonrió y asintió.
-¡Yah, MinHo!-
Habló aquel otro que faltaba en aquel cuarteto, y MinHo teniendo una mano en el hombre del menor, saludó con la otra.
-Oh, hola JongHyun, ¿cómo has estado? ¿Cómo estuvo tu fin de semana?-
-Hey~, no preguntes esas cosas si sabes la respuesta. Bastante movido.-
Key se sonrojó entero de inmediato, ante el tono sugerente de JongHyun a lo último y le pegó un codazo, algo apenado. El agredido, emitió un pequeño quejido, pero luego río.
-Es la verdad, ¿por qué mentir a mi amigo del alma? No hay secretos entre nosotros.-
Y al oír eso, TaeMin fue ahora el que se sonrojó al pensar que ese “no hay secretos entre nosotros” también incluían los detalles de su relación… Por lo que TaeMin de inmediato miró a MinHo en busca de una respuesta y este se sorprendió ante la reacción del menor, a lo que, tragó saliva levemente y le sonrió.
-Jeje, lo siento, pero no es tan literal como él dice… ¿ustedes no hacen lo mismo?-
Cuestionó de repente mirando a ambos de primer año. A lo que ambos aludidos se miraron sorprendidos, se sonrojaron más de la cuenta, y bajaron sus miradas en una perfecta sincronía.
Ambos mayores sonrieron y también se miraron, para luego torcer su sonrisa en perfecta sincronía, en verdad que cada par de amigos, tenía una conexión más que increíble.
Luego de que molestaran un poco más a los de primer año, se dirigieron a sus respectivas aulas, y cuando TaeMin desapareció de la vista del mayor, este dejo de sonreír como un niño embobado y se puso serio.
-¿Estás nervioso?-
Habló también en un tono serio, aquel otro castaño de menor estatura en lo que pone una de sus manos en el hombro del moreno, para apretarlo suavemente.
-Más que nervioso, diría ansioso, quiero saber cuánto me queda al lado de mi niño, aparte de esta semana.-
Contestó el más alto, luego de mirarlo en silencio unos segundos, JongHyun ante esa respuesta tan seria, asintió estando de acuerdo con sus palabras.
-Sí, lo sé, también lo estoy, pero aparte de eso, también estoy nervioso, no sé qué es lo que nos espera, y tengo miedo de que no sea lo que yo tanto anhelo.-
-Lo será JongHyun, sólo que tendremos que esforzarnos más de la cuenta, aquel hombre, ya no los advirtió, no será fácil al principio y confío en ello, hasta incluso creo que llegará un momento en el que quiera dejar todo para volver con mi niño, pero si lo dejo y me doy por vencido… ¿Qué futuro, me espera con Minnie? ¿Qué futuro le puedo dar?-
-Yah~ hablas como si estuvieras casado con él.-
-Quiero estarlo…-
JongHyun le miró más que sorprendido ante aquellas palabras. – ¿Qué?- Dijo casi sin voz el mayor en edad por meses, pero menor en estatura…
-Lo que oíste JongHyun, cuando finalmente logre ser alguien en este mundo, lo primero que haré es pedir su mano en matrimonio, así él y su hermanito, se pueden convertir en mi familia como tanto anhelo… como lo prometí 6 años atrás. Ellos, son mi familia. No pienso dejarla…-
-W-wow, ¿en verdad amas tanto a TaeMin? Yo-yo creí que era simplemente un capricho que venía desde que eras un niño, pero vas muy en serio, ¿verdad?-
-Por supuesto, de lo contrario, jamás me hubiese esforzado tanto por volver a recuperar su confianza. Desde un principio siempre tuve estos ideales, ¿acaso no es lo mismo con KiBum? ¿Acaso no lo amas? ¿O sólo es un capricho temporal JongHyun? Si es así, déjalo, no lo sigas ilusionando, elevándolo al séptimo cielo, para luego hacerlo llorar y caer al final, porque mientras más alto esté, más dura será su caída, y lo sabes muy bien. ¿Qué es lo que te impulsó a acercarte a él, a besarlo, acariciarlo y elogiarlo? ¿Su cuerpo? ¿O su corazón?-
JongHyun se detuvo en medio del pasillo, y bajó la cabeza, en lo que presionaba ambos puños con fuerza, ante las palabras del moreno. Este se detuvo también lentamente, para luego girarse y observarlo, con una mirada totalmente inexpresiva y seria. JongHyun contestó…
-A-ambos, pe-pero nu-nunca se me cruzó por la cabeza que estaríamos juntos para siempre, nunca quise involucrarme del todo con él, porque sé que cuando se canse de mí, cuando quiera, él podría irse con cualquier otro y este lo aceptaría, porque nadie se resiste a él… y-y yo seré quien quede solo para siempre.-
JongHyun apretó más sus puños ante aquellas palabras, que confesaba por primera vez en voz alta, sintiendo un gran peso disminuir de su espalda, pero aun así, continuaba aquella sensación de peso.
-¿En verdad tan poco confías en él? Creí que lo amabas JongHyun…-
-¡Y lo hago, maldición! Pe-pero… no quiero hacerlo. El lastimado seré yo.-
Habló al principio enfurecido, para luego bajar su voz de inmediato, hasta el punto de llegar a ser casi inaudible. MinHo suspiró y miró su reloj, las clases ya habían comenzado.
-Creo que debemos hablar nuevamente tú y yo, ven vamos a la azotea, después de todo, las clases ya iniciaron…-
JongHyun elevó su mirada levemente sorprendido ante aquellas palabras y limpió aquellas lágrimas casi invisibles que escapaban de su control. MinHo no dijo nada, y si se sorprendió no lo demostró, por lo que se acercó al castaño, lo rodeó con un brazo por el hombro y se lo llevó a la azotea.
Una vez allí, JongHyun se dirigió de inmediato a la cerca de seguridad y se inclinó levemente sobre ella, mientras observaba todo el campus de la preparatoria. MinHo suspiró una vez más y se sentó a su lado, apoyando su espalda en la cerca.
-¿Cómo es eso de que él se podría ir con cualquier otro en cualquier momento? ¿Acaso te lo ha dicho? ¿Te lo ha advertido o pelearon?-
-N-no, na-nada de eso, él-él no me ha dado señal alguna, pe-pero si lo hizo con JinKi, ¿porque no lo haría conmigo? yo lo sé, lo presiento. Qui-quizás mi excesiva atención hacia él lo sofoque y se canse de mí y me deje.-
-Si sientes que él se sofoca contigo, pero no te ha dicho nada, ni te ha dado señales de eso, ¿no crees que la mejor manera de averiguarlo es preguntarle a él directamente?-
-¡No es tan fácil MinHo! ¡Quiero hacerlo! Pe-pero tengo miedo que me diga que sí, y me deje, y-yo aún tengo mucho amor por darle, y-y si él me deja, no sé qué haré con todo esto en mi corazón. Estallaré…-
Gritó al principio algo enojado irguiéndose de la valla, y sentándose bruscamente en la misma posición que MinHo, apoyando su cabeza agresivamente en la valla. MinHo le miró de reojo y suspiró en silencio.
-Estás armándote historias tú solo. Estás ciego por el miedo, por tus inseguridades, las cuales son sin fundamentos…-
JongHyun una vez más miró al pelinegro de repente. -¿Pero qué dices MinHo? ¿El ciego no serás tú? ¿No estás demasiado confiado con respecto a TaeMin? Él también es muy lindo independientemente de su carácter y también podría tener a quien quisiera si se lo propusiera…- Habló el castaño semi enfurecido debido a esa paz y calma que el mayor tenía, lo cual de cierta manera le provocaba envidia, su seguridad y confianza en sí mismo, le daba envidia…
-Él no lo hará…-
-¿Cómo lo sabes?-
-Él me ama…-
-¿No es una respuesta infantil de tu parte?-
-¿Acaso tu comportamiento no es infantil también? Viendo el lado negativo dónde no lo hay, ¿Es que acaso no vez el amor en los ojos de KiBum cuando te mira, cuando te sonríe? ¿Eres tan idiota, para no verlo?-
-¡Yah! ¡No soy idiota!-
-Sí, lo eres, JongHyun…-
-¿¡Qué dijiste!?-
El castaño avanzó sobre el cuerpo del más alto subiéndosele a horcajadas para agarrarlo aún mejor de la ropa.
MinHo se mantuvo imperturbable ante el repentino cambio de actitud del castaño.
-¿Por qué piensas así? ¿Qué pasó con esa confianza que tenías en ti mismo? ¿Acaso no eras un playboy que conseguía a quien se propusiese? ¿Dónde está ese JongHyun constante, perseverante, que nunca se da por vencido y siempre logra mantener su cabeza en frío, en calma?-
JongHyun una vez más, bajó la mirada y mordió su labio inferior con rabia ante aquellas palabras, que realmente le llegaron.
-E-eso era porque nunca amé a nadie como lo amo a él… y me daba lo mismo si se iba con otro, después de haberla “tenido”.-
Dijo ahora, con la voz un poco más quebrada que de costumbre. MinHo movió sus manos suavemente. Y de la misma manera quitó las manos de JongHyun de sus prendas que se arrugarían en cualquier momento si el castaño le seguía sujetando de esa manera. Las manos de este último, cedieron sin resistencia, y MinHo le obligó a mirarlo a la cara.
-Entonces más que nunca debes de reflejar esa personalidad tuya Jong. Ese eres tú, ¿Por qué ahora tienes tanto miedo? Es verdad que el amor nos cambia, pero tú no tienes de que preocuparte, KiBum te ama, y apuesto a que te lo ha demostrado miles de veces, ¿no es así?-
JongHyun salió del regazo de MinHo y se sentó a su lado nuevamente, abrazando sus rodillas.
-Sí…-
-¿Entonces por qué te preocupas tanto? Ambos se aman, a ambos se le ve el amor brotando a borbotones de sus ojos, de sus sonrisas. Entonces ¿Por qué dudas? ¿Acaso JinKi te ha dicho algo? Pues no es propio de ti, que pierdas tus estribos de esta manera por lo que te dicen los demás.
-N-no me hables de ese tipo por favor, aún sigo sin poder perdonarle, el haber tratado como a un juguete sexual a KiBummie, haberlo corrompido de esa manera, haberlo destrozado y luego “moldeado” a su manera, él no era un amante, era el esclavo sexual de JinKi…-
-Bien, entonces, si no quieres volver a destruir lo que tú hiciste de él, lo que tu reconstruirte con mucho esfuerzo, no pienses en esas cosas, KiBum tiene mucho que agradecerte, como bien has dado a entender, y él lo sabe, está consciente de eso, pero está contigo no por deuda, sino porque realmente quiere y te ama, ¿no es así?-
-Sí…-
Volvió a contestar lacónico el mayor, en lo que escondía su rostro ahora sonrojado y lloroso de su mejor amigo, de su hermano del alma…
-Bien, no hay nada más que hablar entonces ¿cierto? Confía en él, como él confía en ti, ya te lo dije, su amor y admiración por ti, no han desaparecido de su mirada, así que su relación no corre peligro, a menos que hagas algo estúpido y la cagues, pero no lo harás ¿verdad? Sólo te dedicarás a hacerlo sonreír, a amarlo, y a hacerle notar que junto a ti está su verdadera y absoluta felicidad, ¿No es así?-
-Sí…-
Contestó ahora con una voz quebrada de niño regañado. MinHo sonrió y despeinó el cabello del mayor.
-Buen niño, así se hace. Ahora vamos, debemos entrar, creo que ya la próxima hora está cerca de comenzar, además de que nos congelaremos aquí si seguimos sentados.-
MinHo fue el primero en pararse, volviendo a aquel tono de joven adulto despreocupado y sonriente, se sacudió sus prendas por las dudas, y le extendió una mano a JongHyun, quien de reojo observó la mano y le miró aún escondido entre sus piernas, parecía realmente un cachorrito asustado, y fue en ese momento que MinHo se dio cuenta de que su mejor amigo de toda la vida, también tenía un lado encantador y tierno, totalmente opuesto a esa personalidad tan confiada que siempre solía mostrar…
Aún con una sonrisa, el pelinegro continuó observando al castaño y este finalmente sujetó la mano y se puso de pie.
-Eso es, muy bien, buen chic-…-
Bromeó una vez más el menor en edad, pero una acción inesperada del castaño le interrumpió aquella última frase.
JongHyun le había abrazado realmente con mucho más afecto del que siempre solía mostrar. Ese no era un simple abrazo de saludo, ese abrazo era distinto, y el más alto se sintió algo extraño, pues tampoco sabía que su amigo, podía ser tan cariñoso y cálido, <<“¿Así es como abrazas a KiBum?”>> Se cuestionó curioso.
-Gra-gracias MinHo…-
MinHo ante aquellas palabras se relajó notablemente y le correspondió al abrazo con una sonrisa en el rostro ahora. <<“Y luego dices que Key te abandonará. Estúpido, ¿quién dejaría ir a alguien tan increíble y cariñoso como tú? Realmente si lo hiciera, estoy seguro de que volvería a ti totalmente arrepentido al notar que nadie lo amará tanto como tú lo haces, pero no creo que él sea tan idiota para eso, él sabe a la perfección a quien tiene a su lado, y es él quien debería estar preocupado de que lo dejes, no tú, bobo…”>> Pensó para sí mismo el menor por meses.
-No hay de qué, ¿para qué están los amigos, los hermanos?-
-Sí, tienes razón, lo siento, es verdad, si nos amamos, mis inseguridades son realmente estúpidas…-
Habló ahora separándose del cuerpo ajeno, y mirándolo a los ojos, en lo que se limpiaba sus propias lágrimas e intentaba sonreír.
-Eso es, muéstrame tu mejor y más seductora sonrisa.-
Bromeó MinHo acariciando levemente el mentón de JongHyun quien rio y lo apartó de inmediato con un suave manotazo.
-No seas idiota…-
MinHo no dijo nada, y sólo sonrió otra vez y volvió a abrazar al castaño por el hombro en lo que se dirigían ahora al aula nuevamente.
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Mientras tanto en la clase de ambos estudiantes de primer año, todo iba con aparente normalidad, a excepción de que a KiBum le dio un ligero escalofrío y lo invadió una fugaz angustia, tanto que por un momento quiso llorar, pues su pecho dolía, pero como pudo, se paró, todos allí le miraron, e incluso TaeMin y este haciendo su mayor esfuerzo por no exteriorizar nada aún, pidió con sumo respeto permiso para ir al baño, y pues le fue concedido.
KiBum salió del aula, totalmente tranquilo pero una vez cerró la puerta detrás de él, aquel dolor en el pecho lo atacó aún más fuerte, por lo que intentando ignorarlo por el momento se dirigió como pudo a los servicios.
Una vez allí, sí, finalmente cerró la puerta detrás de él y se deslizó por ella, cayendo al suelo, comenzando a recorrerle lágrimas silenciosas de la nada, una extraña sensación de sentir a JongHyun en el mismo estado lo invadió, pero a pesar de que sólo fue una breve correntada, él siguió llorando ahora por su cuenta, pues, nuevamente todo ese asunto de que pronto se separarían, le atacó.
KiBum realmente quería permanecer calmado, y sonriente hasta el último minuto, pero extrañamente ya no lo soportaba más, su resistencia había llegado a su límite, cada noche que pasaba junto a Kim JongHyun, no podía evitar llorar en silencio, cuando era abrazado por un dormido castaño, el cual le susurraba palabras de amor y gratitud, y siempre que eso sucedía, él no podía evitar llorar debido a que pensar que de un día para el otro ya no lo tendría más a su lado por quien sabe cuánto tiempo, le destrozaba. Su aguante ya había colapsado y sobrepasado su límite, explotó. Un llanto aún más fuerte fue lo que lo invadió, pues sabía que cada segundo que pasaba, faltaba menos para que arrebatasen al castaño de su lado.
Él lo sabía, él lo había aceptado, y en el fondo estaba feliz de que su “novio” pudiera progresar, superarse a sí mismo y ser alguien aún mucho mejor de lo que era ahora, cosa que no era mala tampoco, pero… inevitablemente, aquel lado egoísta siempre lo dominaba, haciéndole pensar que si se quedara a su lado todo sería mejor, pero no, no era así. Si se quedaba aquí, se convertiría en un “empresario” más, en alguien más del montón y no, KiBum no quería eso, como así tampoco lo quería para él, pero si no había otra opción, lo tendría que aceptar… su futuro no importaba mucho, en comparación al del castaño, según sus pensamientos…
-KiBum… abre, soy yo, TaeMin…-
La voz suave y también compungida del menor, lo hizo volver un poco más a la realidad. No estaba solo, no se quedaría solo, tenía a TaeMin, quien también de seguro estaba sufriendo al igual que él. Sorbió un poco y limpió sus lágrimas como pudo, y se puso de pie una vez más, ¿por qué ocultarle al menor por meses esta faceta? Si ambos de seguro estarían de la misma manera. Aunque extrañamente, parecía que el menor había madurado más rápido de lo que KiBum esperaba, pues sin duda se veía mucho más fuerte ahora que cuando recién había llegado a este instituto.
KiBum abrió y restregó sus ojos una vez más. –Lo siento, seguro pensaras que mi estado es lamentable…- TaeMin entró y cerró la puerta también detrás de él, para luego sujetar al castaño con mechones de colores, y obligarlo a verlo pues ya estaba dándole la espalda.
-No, para nada, aunque no lo demuestre, también estoy igual o peor, pero sé que es lo mejor para ellos…-
KiBum, simplemente pudo asentir, pues él también lo sabía a la perfección, pero realmente su interior ahora era un gran maremoto de sensaciones, tanto buenas como malas, su pecho aún dolía, pero aquel dolor mitigó levemente cuando TaeMin le abrazó sin previo aviso. KiBum se sorprendió, pues TaeMin nunca había sido tan demostrativo con él, sólo con MinHo, pero realmente aquel abrazo se sintió increíblemente reconfortante, por lo que suspiró, aflojó su cuerpo, se relajó, cerró sus ojos y abrazó de regreso al menor por meses.
Y así se quedaron en absoluto silencio por unos cuantos minutos, en lo que el mayor, intentaba calmarse así mismo, mediante sorbidas y pequeños espasmos.
-Lo-lo siento, siento hacerte pasar por esto, pero realmente siento que lo voy a extrañar tanto que apenas se aleje de mí, me comenzará a faltar el aire.-
TaeMin aún continuó sin decir nada, simplemente sonrió y le apresó aún más fuerte, debido a que sus ojos también levemente comenzaron a cristalizarse.
-Sí, sé perfectamente como te sientes…-
Su voz tembló un poco, y fue turno de Key ahora de sonreír y continuar con aquel abrazo, pues aquel temblor no era normal… no en el “nuevo TaeMin”.
-Lo sé, lo sé.-
Contestó nuevamente el mayor con aquella simple frase y se separaron finalmente, ya habían perdido más de la mitad de la clase, pues era increíble como pasaba el tiempo, cuando se encontraban juntos y reflexionando acerca de ellos mismos.
Luego de que ambos se calmaron, volvieron al salón, todos allí los miraban curiosos y expectantes, y por un momento TaeMin se sintió realmente molesto, pero con el simple toque de KiBum en su hombro y una mirada seria, el castaño menor se calmó, pues la mirada del mayor tenía razón. <<“No les des importancia, ignóralos”>> Eso fue lo que la mirada le transmitió a TaeMin, por lo que decidió obedecer y así, continuar sobrellevando la jornada escolar.
La hora del almuerzo llegó, todos se habían reunido, e incluso HyukJae estaba ahora en su mesa, compartiendo momentos con aquellos cuatro tórtolos amartelados, pero aun así manteniendo su distancia, pues él también ya tenía a su propio “enamorado” esperándolo en su casa.
<< “Atención alumnos, atención alumnos, se les solicita a los alumnos Choi MinHo, Kim JongHyun y Lee SongKi que por favor al finalizar la jornada escolar, se acerquen al despacho del Director Park, lo más antes posible”>>
Pero todo aquel ambiente se vio totalmente deshecho por aquel anuncio mediante los altavoces, anunciando la presencia de “los elegidos” en la oficina del director una vez hayan terminado la hora escolar. Todos allí en aquella mesa, se miraron entre sí, y bajaron la mirada con una perfecta sincronía, y HyukJae, por primera vez se sentía extremadamente incómodo y sofocado ante aquella repentina aura tensa y negativa, como si se tratase de una densa neblina negra que lo iba envolviendo poco a poco, apresándolo y asfixiándolo.
Pero no dijo nada, pues sí, quería decir algo y romper con el hielo y con esa atmósfera tan tensa, pero no se sentía con derecho a tal cosa, ya que después de todo, “él no lo entendía” pues su amante o él, no irían a ninguna parte, o por lo menos no por el momento.
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Luego de aquel infernal almuerzo, y las interminables horas restantes de colegio, los “elegidos” se dirigieron a la oficina del director Park una vez más. Allí estaba Yang SungKi ssi, esperándolos, de pie y con ambos brazos cruzados, dando un aspecto bastante intimidante, y más aún en aquel imponente traje negro.
-Nos volvemos a ver nuevamente antes de tiempo muchachos…-
Saludó serio el representante de la marca patrocinadora de su futuro… aquellos 3 chicos se miraron entre sí, y luego asintieron en respuesta al saludo.
-¡Buenas tardes Yang SungKi ssi!-
El antes mencionado, asintió en respuesta a aquel saludo, y comenzó sin rodeos aquella pequeña reunión informativa.
-Bien, como sabrán, yo les había dicho que en la semana entrante, vendría a avisarles cuando partíamos de Corea, pues debía de hablarlo y negociarlo con mis otros colegas, hasta que llegó a un punto que la conversación se transformó en discusión y a pesar de que hice lo posible para cumplir con mi plazo y mis palabras, al final se decidió, que en 4 días a partir de mañana, estamos subiendo a un vuelo a Estados Unidos. Es decir este mismo viernes-
Todos allí abrieron sus ojos a más no poder ante la sorpresa, y luego se miraron entre ellos, para volver a mirar al representante. MinHo era quien iba a reclamar como un líder innato que era en el fondo, pero SungKi lo calló antes.
-Sé lo que piensan, que aún le queda esta semana de clases y que no han tenido su ceremonia de graduación, pero hablando aquí con el Director Park.- Hizo un ademán con su mano y señaló al aludido, en lo que aquellos 3 pares de ojos le seguían, el director asintió y los 3 asintieron por mero instinto. –Hemos llegado a un acuerdo, debido a que yo no pude hacer nada, y ya que por suerte los 3 tienen buenas notas, incluso más tú Choi MinHo, se decidió que como son un caso especial, el director Park aquí presente, permitió que se le haga una ceremonia de graduación íntima por así decirlo, antes de tiempo, la cual se llevará a cabo mañana por la tarde. Nadie debe saber de esto, sólo ustedes y sus padres y alguna otra persona de suma importancia para ustedes y nadie más, así que ya saben. Ya están informados.-
El representante calló finalmente dejando a aquel trío totalmente estupefacto ante aquellas palabras. El director Park carraspeó y el trío dirigió la mirada al director.
-Eso es todo, alumnos, sé que esto es demasiado repentino y están en todo su derecho de reclamar, pero si escucharon a Yang SungKi ssi, “los de arriba” no quieren perder más tiempo, sé que es complicado pero así resultaron ser las cosas. Por lo que me encuentro en la obligación de nuevamente otorgarles mis felicidades una vez más por haberlo logrado. Ahora ya sabiendo esto, me gustaría pedirles que si no fuera demasiado inadecuado de mi parte, que vuelvan derecho a sus casas, que no pierdan tiempo, y comiencen a aprontar las maletas, el tiempo ha comenzado a correr, han iniciado la carrera contra reloj, así que por favor, no desperdicien ningún segundo.-
El trío asintió y se pusieron de pie, junto con el Director Park. Este una vez más les dio la mano y se despidieron.
-Muchas gracias por todo, en verdad jamás olvidaremos nuestros orígenes, sea en quien sea que nos convirtamos…-
Habló por obligación MinHo como “el mejor” de aquel trío, y con un brusco intento por retener el llanto.
El director Park, asintió con una leve sonrisa, orgulloso tal vez de aquellas palabras y nuevamente asintió. Los demás también se despidieron con una gran reverencia, tanto al director como luego al representante, hasta que finalmente salieron, y tal y como la otra vez, estaban TaeMin y KiBum comiéndose las uñas, ansiosos, esperando por las novedades, solo que ahora era diferente, JunGyu también estaba allí, aunque un poco más alejado, y oculto de los otros 2, realmente parecía un chico verdaderamente tímido, pero aquel otro elegido llamado Lee SongKi, sin siquiera trastabillar, se dirigió a él, sin siquiera mirar al otro par allí afuera.
El ahora cuarteto observó curioso la escena, y lo único que alcanzaron a ver fue a aquel alto mirarlos de reojo, decirle algo al más bajo y tímido y salir de allí con JunGyu detrás siguiéndole.
-¿Qué ha sido eso de recién?-
Cuestionó extrañamente ansioso y nervioso TaeMin, en un vano intento por romper la tensión que había allí, todos se miraron entre sí y elevaron sus hombros en gesto de no tener idea de lo que sucedía entre ellos, para aliviar levemente la tensión.
-Últimamente los veo muy juntos a ellos 2, incluso he visto como JunGyu mira a SongKi de cierta manera embobado y maravillado en secreto, lo he observado mucho desde la vez esa que… que nos vio en los vestidores…-
Acotó KiBum al principio serio y concentrado en sus palabras, pero ante aquel último dato que no hubiese querido revelar, su voz descendió varios tonos y su rostro se sonrojó a más no poder, JongHyun bajó la mirada, estaba realmente shockeado por lo que había escuchado dentro, pero aquel espontaneo comentario de KiBum le hizo sonreír divertido levemente y MinHo y TaeMin se miraron confundidos…
-¿E-estás qu-queriendo decir que tal vez ellos… ellos son-?-
Comentó TaeMin en un intento desesperado por romper aquella extraña atmósfera, pues la verdad es que no quería imaginar que había pasado allí en los vestidores, pues su imaginación su presentimiento ya se lo decía.
-Tal vez, no lo sé con exactitud, pero de todas maneras, eso no es asunto nuestro ¿cierto?-
-Cierto…-
Habló MinHo demasiado serio para la situación captando la atención de ambos alumnos de primero. JongHyun también le miró y bajó la cabeza al saber que era lo que tenía a MinHo de esa manera.
-Mierda… e-es demasiado pronto. N-nos vamos en 4 días…-
Dijo sin rodeos el castaño más bajo, dejando en shock a los otros dos. Ambos abrieron sus ojos a más no poder, y MinHo no pudiendo soportarlo ya por segunda vez aquel ataque que seguro le daría al menor, desvió la mirada. Pero para su sorpresa ninguno hizo un escándalo. KiBum miró como pudo a TaeMin y luego miró a JongHyun e intentó sonreír.
-No~-
Profirió KiBum casi sin voz, y con sus ojos nuevamente llorosos.
-S-supongo que e-este momento llegaría, Bummie…-
Contestó JongHyun apenado y destrozado por ese simple gesto de KiBum. TaeMin en cambio, no dijo nada y cayó de rodillas al suelo de una manera realmente brusca. Pues sintió como en su corazón se abría un agujero bastante grande, MinHo se impresionó ante aquello y se agachó de inmediato para auxiliarlo y ayudarle a poner de pie pero TaeMin no aceptó su mano de inmediato. Provocando que MinHo también sintiera ese “agujero” en su pecho.
-E-eso sí que e-es de-demasiado pronto, pe-pero pues de al-alguna manera ya lo sabía… lo-lo presentía-
TaeMin intentó sonreír pero sus lágrimas cayeron más rápido de lo que pudo imaginar. Ambos basquetbolistas se miraron unos segundos y de inmediato abrazaron con todas sus fuerzas a aquel que tenían frente a ellos. Y finalmente, el llanto no se hizo esperar.
-Sé que es difícil Minnie, pero así están las cosas. Sé que ahora lo comprendes bebé… No es nuestra culpa, tampoco la de SungKi ssi, él dijo que peleo porque nos dieran más tiempo, pero los demás no cedieron. No quisieron ceder.-
TaeMin asintió y se aferró con mayor tenacidad al cuerpo del mayor en lo que intentaba silenciar su llanto, el cual le estaba provocando un terrible ardor de garganta.
-L-lo mismo va para ti gatito, sé que realmente es demasiado pronto para procesarlo, pero realmente es necesario que hagamos este viaje, para nosotros también es muy poco tiempo, pero es lo que hay. Mañana nos harán una pequeña ceremonia de graduación en secreto, espero verte ahí.-
Habló JongHyun también realmente dolido y Key quien también lloraba en silencio, quedó impactado ante aquella última noticia, por lo que su llanto se detuvo por el impacto, pero luego de unos cuantos segundos de quedarse realmente en blanco, asintió y también se aferró aún más a JongHyun, queriendo grabarse la sensación del más bajo abrazándolo, la sensación de esos brazos fuertes rodeándolo, esa fragancia que era propia del mayor y a la cual ya se había vuelto adicto. Queriéndose grabar ese confort indescriptible que sentía cuando él lo abrazaba.
-Es cierto, ya lo había olvidado, aún sigo en shock también, pero por favor TaeMin me encantaría que tú también estuvieses ahí, ¿sí?-
TaeMin asintió sin decir nada y se aferró aún más a MinHo si era posible, como si se tratara de un pequeño niño el cual estaba asustado, por lo que al moreno no le quedó más que sonreír o al menor intentarlo y poner de pie al menor. Este finalmente cedió y se puso de pie.
-Bien así me gusta, será mejor que nos vayamos a casa, ¿de acuerdo?-
-H-hoy n-no puedo, D-DaeGu ssi es-está sobrecargado de trabajo y yo tengo que cuidar a TaeJun y ayudarle con sus deberes…-
-Oow, bueno, no te preocupes, aún nos queda un poco más de tiempo juntos.-
-No-nosotros también deberíamos irnos, gatito.-
Hablo JongHyun ahora un poco más recompuesto ya que KiBum había parado de llorar. KiBum también asintió y se aferró aún más a JongHyun, este también sonrió levemente al ver la actitud infantil de Key y lo abrazó por la cintura.
-Vamos entonces MinHo, le acompañaremos unas cuantas cuadras.-
Habló realmente más calmado JongHyun a lo que MinHo le miró y asintió, tomó de la mano a TaeMin y este también se apegó al cuerpo del mayor y comenzaron a caminar hacia sus propias casas, en un silencio que extrañamente no era incómodo, simplemente era silencio. Además de que ambos de primer año aprovecharían ese silencio para reordenar sus sentimientos y hacer su mayor esfuerzo por despedirlos con una gran sonrisa y así estos poder recordarlos cada vez que cierren los ojos.
Unas cuantas cuadras antes de la cuadra de costumbre en la que cada quien tomaba su propio camino, MinHo se detuvo de golpe y todos los demás le miraron de repente.
-¿Qué sucede bro?-
-¿M-me disculpan? Recordé que debo de hacer algo por aquí. ¿Les molestaría seguir sin mí?-
Habló algo apenado mientras miraba a TaeMin principalmente buscando su aprobación. KiBum y JongHyun se miraron y luego miraron a TaeMin quien los miró de reojo fugazmente.
-S-si, no hay problema, puedes irte, eres libre de hacer lo que quieras MinHo, no eres un prisionero…-
Habló extrañamente serio y maduro el menor de todos allí, el moreno se sorprendió ante aquella actitud, pero a la vez se sintió algo orgulloso en el fondo, al notar que su “bebé” podía ser tanto inmaduro y mal enseñado, como así también maduro y serio. Era increíble que ese niño dulce e inocente de su infancia, se hubiese convertido en este tipo de hombre, quien lo hubiera pensado… pues MinHo sí que no se había imaginado que su “bebé” pudiera madurar de tal forma.
-Gracias Minnie, en verdad agradezco tus palabras, te veré mañana por la mañana, y a ustedes también, ¿de acuerdo?-
Todos allí asintieron, MinHo también asintió y se giró para salir corriendo hacia otra dirección. TaeMin la verdad es que había quedado algo inquieto ante esa repentina actitud, y la verdad es que no, no quería que se vaya por otro lado, quería que lo acompañara a su casa y cuidar de TaeJun juntos, pero con todo aquel lío de que se iba y lo dejaría, TaeMin no tenía tiempo para pensar en ser realmente “sincero” consigo mismo, ni con MinHo.
-Bien chicos, aquí nos separamos, nos vemos mañana, que descansen.-
Habló TaeMin una vez más, serio, cuando finalmente llegó a su esquina y se despidió rápidamente, no dejándole oportunidad a decir nada a los demás, quienes lo miraron algo extrañado, pero aun así asintieron ante su saludo y dejaron ir a TaeMin.
Ambos chicos restantes, se miraron entre sí, aún confundidos, y se encogieron de hombros, en lo que luego de un fugaz beso en los labios, continuaron camino unas cuantas cuadras más para también ambos tomar sus propios caminos.
Aquella despedida fue algo melancólica y nostálgica, pues KiBum no pudo evitar pensar que esa sería la última vez que lo vería en años, pero aun así JongHyun hizo su trabajo mejor de la cuenta, y consoló y tranquilizó al menor hasta que este pudiera finalmente dormir tranquilo, al menos por esa noche.