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2Min: "Don't you Forget?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

HOLIIIIIIIS!!! aquí nuevo cap, que creo es el anteúltimo, pero ya vengo diciendo eso hace como un mes, pero bueno, ya veremos que sucede xD7


LET'S GO! A LEER!!! ^v^V

Capítulo 24: “Las promesas que hago… las cumplo I”


Yang SungKi ssi, asintió ante aquella respuesta silenciosa y carraspeó la garganta.


-Bien, entonces no hay necesidad de hacer esta reunió más larga. Vengo a informarles que el horario en que mañana partiremos es a las… 12.15 del mediodía.-


Todos allí se miraron una vez más entre ellos algo sorprendidos, pues pensaba que sería mucho más temprano, pero aun así lo agradecían, tenían una pocas horas más con sus respectivas parejas, por qué, Lee SongKi había caído por JunGyu cuando éste se acercó a él y le prestó su oído para escuchar como su pareja lo había dejado a los pocos días diciéndole que no le prometía “portarse bien”. La amistad fue creciendo y rápidamente para el más alto, se convirtió en amor, y si bien aún tenía dudas de que sólo era por lo débil que se encontraba en ese momento sentimentalmente, se permitiría de todas maneras una oportunidad con aquel tímido muchacho que era un excelente cocinero.


Todos asintieron ante la fecha y hora finalmente confirmada, y nuevamente, todos se despidieron de una manera sumamente respetuosa.


-Bueno viaje chicos, aquí terminan su camino como estudiantes de preparatoria para transformarse en unos adultos exitosos. Les doy mis bendiciones y felicidades chicos, hacen sentir orgulloso a esta institución y a sus seres queridos también.-


Habló el director una vez más motivándolos para un futuro buen pasar a lo que aquel trío nuevamente asintió inclinándose más de la cuenta y permaneciendo allí un poco más de tiempo, para luego mirar a los ojos a aquel hombre que a pesar de no ser una figura muy “presente” en el instituto, se había logrado ganar un pequeño lugarcito en los pensamientos de aquellos tres aprendices de jugadores profesionales.


-No se arrepentirá.-


Habló MinHo por inercia e instinto y el Director una vez más asintió. Yang SungKi ssi, aplaudió una sola vez para llamar la atención de aquellos muchachos y una vez la obtuvo dijo una última frase.


-Mañana quiero que estén allí en el aeropuerto como máximo a las 11.20 a.m, debemos de hacer unos cuantos papeleos aún. ¿Entendido?-


-¡SI!-


Gritaron los tres al unísono y finalmente con el asentimiento del representante, se retiraron de aquella oficina que pisarían por última vez. Cerrando la puerta detrás de ellos, siendo oficialmente alumnos graduados de preparatoria.


Una vez salieron del edificio, aquellos 3 muchachos que se habían hecho muy cercanos últimamente, corrieron a recibirlos, siendo observados de lejos con una sonrisa, por un EunHyuk que también los había ido a esperar y recibir.


-¿¡Y bien!? ¿¡Qué les dijeron!? ¿¡A qué hora fueron citados!?-


Habló un increíblemente ansioso y nervioso JunGyu, quien se tranquilizó de inmediato, cuando aquel alto llamado SongKi le colocó una mano en su hombro. Una mirada y JunGyu ya sabía que debía de calmarse.


-L-lo siento.-


-¿A qué hora MinHo?-


Cuestionó ahora un serio y levemente triste TaeMin, el aludido no pudo evitar mantener la distancia y de inmediato extendió sus brazos para rodear al menor por el cuello y abrazarlo.


-El vuelo es a las 12.15, pero hemos sido citados a las 11.00 a.m.-


Habló ahora un casi inaudible y serio JongHyun, intercambiando una mirada fugaz con KiBum, quien bajó la mirada realmente dolido, al ver que “su Puppy” no lo había abrazado como los demás lo habían hecho con sus respectivas parejas.


<< “¿Quieres que terminemos? ¿Eso quieres JongHyun? ¿Qué te sucede? ¿¡Qué hice!?”>> Se cuestionó mentalmente el castaño con mechones de colores, que ya pronto lo teñiría de negro debido a que ya no se sentía tan “animado” como antes.


-JongHyun, vamos a casa.-


Habló de repente el castaño de una manera realmente seria, pero a la vez algo tímida, llevándose la atención de todos allí, o mejor dicho las miradas, obviamente siendo JongHyun el más sorprendido.


-Perdóname cariño, hoy no podré acompañarte, pero te deseo mucho suerte, nos vemos mañana, ¿sí?-


Dijo el mayor entre ellos y sujetándolo del mentón besó su frente de una manera extrañamente maternal. TaeMin aún en silencio y sorprendido por la actitud de KiBum sólo atinó a cerrar un ojo ante el acercamiento del mayor, tragar saliva una vez que se separó y a asentir finalmente. KiBum asintió levemente, miró a MinHo también despidiéndose de él en silencio quien también asintió, y luego otorgándoles otra mirada a aquella parejita nueva, que aún le miraban también sorprendidos.


Luego de haberse despedido de todos, a su manera, tomó de la muñeca a JongHyun y se lo llevó prácticamente arrastrando hacia su casa, el mayor intercambio una última mirada con el moreno quien frunció el ceño y asintió, dándole a entender que “Pensara bien las cosas antes de decirlas y que esa era su oportunidad”.


Luego cuando ambos castaños desaparecieron de la vista de aquel cuarteto, MinHo volvió a la vista al frente y mientras abrazaba al menor, se encontró con la mirada de HyukJae, quien le miraba también fijamente y sonreía de lado con sus brazos cruzados. MinHo suspiró, separó dulcemente al menor de sus brazos, y miró a aquella otra parejita que increíblemente aún seguía allí, cuando normalmente eran los primeros en desaparecer siguiendo su propio camino.


-Discúlpame bebé, te molesta si te dejo un ratito, necesito decirle algo a HyukJae.- TaeMin asintió y se sonrojó ante aquel tono dulce y tierno que MinHo siempre usaba en él, pero oírlo frente a aquellas otras dos personas era algo penoso, JunGyu sonrió con dulzura al oír aquel apodo y miró a SongKi quien también increíblemente le miró, de manera seria, pero aun así JunGyu sabía que él lo quería. MinHo ante el asentimiento de TaeMin quien estaba algo confundido con sus palabras miró a SongKi y a JunGyu. –Disculpen, ¿Puedo dejarlo a cargo de ustedes unos segundos?- JunGyu asintió de inmediato y MinHo agradecido sonrió levemente y besó fugazmente al menor en los labios. –Ya vuelvo, bebé. No tardo.- Dijo ahora divertido, disfrutando de aquel sonrojo exagerado en el rostro del su muñequito de porcelana y en el leve sonrojo de la otra pareja. Una vez se despidió momentáneamente del menor, cruzó la calle para ir derecho a HyukJae, quien al parecer había comprendido aquella mirada que MinHo le otorgó. Al moreno haberse acercado, el rubio descruzó sus brazos y se irguió en su posición.


-Hola.-


-Hola MinHo, felicidades por la selección y por el viaje, ojalá te vaya de las mil maravillas.-


Dijo el menor por un año, en lo que le extendía su mano para felicitarlo. MinHo sonrió de lado, no pudiendo creer que después de haberlo odiado le iba a decir aquello ahora.


Tomó la mano de HyukJae, la estrecharon y nuevamente sus miradas se encontraron.


-Joder tío, ¿quién iba a pensar que tú me ibas a decir eso algún día y que yo te vaya a decir esto a ti, luego de haberte golpeado tan fuerte?-


-Sí, vaya que sí, esa paliza sí que dolió tío, pero aprendí mi lección. Tú mismo lo has comprobado.-


Dijo sonriendo de lado HyukJae para luego acariciar su mandíbula en un acto de reflejo y luego mirar a TaeMin automáticamente, gesto que no pasó de ser percibido por MinHo.


-Mejor así, pero sabes que no he venido a confesarme ni redimirme contigo, ¿sabes a lo que vengo, verdad?-


-Me hago una idea, pero mejor cuéntamelo tú.-


Profirió el menor luego de asentir volviendo a su faceta seria, haciendo sonreír levemente a MinHo.


-En verdad que es increíble y no puedo creer que vaya a decirlo, pero debo hacerlo.- MinHo bajó la mirada unos segundos mientras sonreía para luego elevarla una vez más y encontrarse con la de HyukJae, colocando ahora una mano en su hombro, gesto que HyukJae siguió con sus ojos. –Es increíble que habiendo comenzado como su enemigo, te terminases convirtiendo en una especie de salvación o algo por el estilo, según lo poco que he sabido de ti, por parte de Tae. Así que iré al asunto directamente. Espero y no te sea muy pesado lo que te voy a pedir, pero me gustaría que cuidaras de él, que ocuparas mi lugar mientras yo no esté.- HyukJae frunció su entrecejo confundido, a lo que MinHo entendió de inmediato aquel gesto, provocándole una sonrisa. –No te estoy diciendo que te acuestes con él idiota, sólo te estoy pidiendo que estés ahí para él cuando te necesite, sé que tiene a KiBum, pero últimamente él está muy inestable emocionalmente, y pues no sé qué será de su relación con mi amigo JongHyun, por lo que no sé cómo reaccione frente a TaeMin en caso de que ellos terminen peleando, por eso, como estoy seguro de que no pasarán 2 años más de preparatoria sonriendo y expulsando brillo de alegría por todos lados, me gustaría pedirte que por lo menos durante el año que te queda en este colegio, cuides de él, lo aconsejes, lo animes y lo consueles si es necesario. Pero manteniendo la distancia, eso sí, mi Tae es mío y nadie más que yo puede tocarlo.- Sus “celos” salieron a flote por primera vez, notando que él también los tenía y los sentía.


HyukJae sonrió de lado de inmediato ante las palabras y explicaciones de MinHo.


-Sí, lo sé, y sí, no te preocupes sé que él te pertenece, lo tiene marcado por todo el cuerpo, incluso en los ojos, además yo ya tengo a mi propio ser amado, y no pienso serle infiel si eso es lo que te preocupa. No seré la mejor persona del mundo, pero tampoco soy tan hijo de puta como para hacer llorar al dueño de mi corazón y “bajarle” el novio a otro. Tengo códigos, ¿sabes? Él es lindo, lo admito, pero yo amo a otro, y eso seguirá siendo así hasta el fin de los tiempos, así que yo tampoco creí que esto terminaría así, pero extrañamente también sentía la necesidad y obligación de “proteger a tu Tae” durante tu ausencia, o al menos durante lo que se me fuera permitido, luego de lo que él hizo por mí, será mi manera de devolvérselo y no deberle nada. TaeMin queda en buenas manos mi estimado MinHo.-


Contestó HyukJae, colocando una mano también en el hombro del moreno, provocando que este mirara aquella mano de reojo también como lo había hecho el rubio anteriormente. Ambos “hombres” apretaron sus manos presionando el hombro ajeno mientras se miraban fijamente a los ojos.


-Es una promesa, y espero la cumplas.-


-Por supuesto, si tú también prometes volver y hacer más feliz que nunca a TaeMin.-


-Eso no es necesario, es lo que he intentado hacer durante todos estos años desde que nos conocimos, hasta que volvimos a reencontrarnos, y lo seguiré haciendo hasta mis últimos días, es una promesa que hice con él y tiene mucho más valor que cualquier otra cosa.-


-Así me gusta, entonces, puedes irte tranquilo, como ya te dije quedará en buenas manos.-


-Gra-gracias.-


-De nada.-


Volvió a sonreír el menor para luego ambos soltarse al mismo tiempo. Se miraron una vez más, y ambos se inclinaron levemente en reverencia al otro y se despidieron.


TaeMin desde el otro lado de la calle los miraba realmente asombrado, no oía nada de lo que habían hablado, pero el asunto parecía serio, por las expresiones de ambos, pero aun así, el menor no entendía cuáles eran los asuntos que aquellos 2 podían tener en común o resolver, para hablar de esa manera.


Cuando MinHo ya venía hacia él caminando tranquilamente con sus manos en ambos bolsillos del pantalón, HyukJae miró hacia dónde estaban él y aquella otra pareja y elevó una mano en forma de saludo, otorgándole una sonrisa de cortesía. TaeMin más que confundido asintió y HyukJae finalmente se retiró de seguro rumbo a los brazos de su amado DongHae. TaeMin sonrió levemente para sí mismo al recordar a aquel par casi protagonizando una escena de celos, por “su culpa” al haber DongHae ssi oído decir a HyukJae, “Te amo” a él.


-Listo bebé, ya podemos irnos.-


Habló MinHo ya a su lado, a lo que él sonrió ya más acostumbrado al afecto en público que el mayor no temía demostrarle y asintió. Miró a aquella otra parejita y les otorgó una pequeña reverencia. Ambos asintieron y JunGyu habló.


-Suerte con eso, TaeMin.-


Sonrió chocando el puño levemente con el menor, a lo que MinHo los miró extrañado, pero los otros parecieron no notarlo así que aprovechando que el más bajo lo miró este asintió y aprovechó agradecerles por cuidar de su niño.


-Gracias por cuidar de él, nos vemos mañana SongKi, ten buena tarde y noche.-


El alto asintió y abrazó por el hombro al más bajito, incluso más que TaeMin y se retiraron.


MinHo suspiró aún estaba preocupado por como irían las cosas con JongHyun y Key, pero de todas formas tomó de la mano al menor, y besó sus labios una vez más, fugazmente, a lo que el menor sonrojadito aún sonrió dulce cómo sólo él podía y como sólo a MinHo enloquecía.


-Me gustaría preguntar de que estaba hablando JunGyu ssi, pero supongo que no me lo dirás así que me ahorraré el “disgusto”. ¿Quieres ir a cortarte el cabello conmigo? Lo tengo bastante largo y me gustaría estar presentable para mañana. ¿Tú que dices?-


-¿A hyung no le gusta mi cabello largo?-


-No bebé, si me gusta, pero sólo creí que ya de ese largo te molestaba, simplemente sugerí si querías ir, no te pongas triste bebito.-


-Si a hyung le hace feliz que me lo corte un poco o mucho, yo feliz de complacerlo, pues de hecho si me ha comenzado a molestar un poco, pues no tengo ligas para el cabello para atármelo.-


-Bien bebé, no quiero que te sientas presionado por complacerme como una especie de esclavo, si te molesta hazlo por ti no por mí, yo te amaré sea cual sea el estilo que uses.-


-Recortaré las puntas para mí y para hyung un poco. Pero no tengo dinero…-


-Jaja, no te preocupes bebé hermoso, yo pago, déjame mal enseñarte una vez más.-


Aquel “bebé” que MinHo había “activado” una vez más al hablarle de esa manera, asintió, cambiando sus morritos por una amplia y brillosa sonrisa, haciendo poner aún más contento al mayor. En verdad que lo amaba. Y así aún más abrazados que antes, se dirigieron a una peluquería que el mayor ya había visto aquel día que fue a comprar los móviles.


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~ En la casa de KiBum ~


JongHyun se había mantenido en un silencio realmente dañino para el menor durante todo el camino a la casa del castaño. Por lo que el menor había decidido de enfrentar la verdad de una buena vez por todas, pues no podía seguir así, de ninguna manera. Por lo que como quien dice, tomó al toro por las astas, y habló.


-Bien Jong, no sé qué es lo que te está sucediendo últimamente, ¿hice algo que te ha molestado y no me di cuenta? Dime por favor, así me disculpo de la mejor manera y podremos volver a ser nosotros mismos. Te extraño.-


Dijo a lo último con algo de pena, tragándose su orgullo, que en ese momento no le importaba pisotear, porque sabía que JongHyun se merecía la faceta más sincera de él.


JongHyun al oír aquellas palabras, tragó saliva y por un momento creyó que se quebraría una vez más, por lo que bajó la mirada. Así que KiBum al no obtener respuesta, suspiró, se acercó al mayor, elevó su mirada por primera vez y le miró a los ojos.


-Dime JongHyun, no podemos seguir así. ¿Sabes que nuestra relación corre peligro, lo sabes?-


JongHyun volvió a tragar saliva y asintió, oírlo al menor decir aquello en voz alta realmente le había hecho reaccionar, no quería que aquello terminase, pero aun así, sus demonios no paraban de acosarlo y hacerlo “desviar” del camino de la verdad.


-Habla JongHyun, de lo contrario no sé si sólo estás asintiendo por compromiso o porque de verdad lo sientes, necesitamos resolver esto, por favor, ya no lo soporto más, tenerte así de esta manera. ¿Qué sucede JongHyun, que hice?-


JongHyun se mordió el labio inferior y desvió la mirada para luego soltarse del menor y darla la espalda.


-¡Nada! ¡Tú no hiciese nada Key! ¡Soy yo, y mis estúpidas conjeturas y teorías paranoicas! ¡No eres tú, soy yo!...-


Habló ahora un poco más quebrado que de costumbre, mostrando su faceta más patética y ridícula a aquella persona que tanto amaba, y a la que tanto se esforzaba por ocupar el puesto de “soporte” del menor. Pero ahora las cosas eran al revés.


-¡Pues dímelo de una vez Jong! ¿¡Si no soy yo, entonces que es lo que te atormenta tanto!?-


-¡Que me engañes! ¡Qué me dejes por el primero que se te cruce en el camino cuando yo ya no esté!-


Aquello le dolió en lo más profundo a KiBum. ¿JongHyun… no confiaba en él como tanto alardeaba hacerlo? ¿Lo estaba tratando de zorra? ¿¡Él también!? ¡No! No podía ser cierto. Sus lágrimas silenciosas pero desgarradoras comenzaron a correr por su rostro como si se tratara de lágrimas de sangre, y sí, sabía que estaba exagerando, pero en verdad que aquello había sido más que un golpe bajo.


KiBum sin poder detener las lágrimas, en silencio se dio la vuelta, dándole él ahora la espalda al mayor. Éste al no recibir respuesta del menor, ni reclamo, se alarmó y giró de repente hacia el rostro del castaño más alto, pero se encontró con una espalda siendo abrazada por sí mismo. Aquello hizo reaccionar al mayor y tomar consiencia de lo que había dicho.


-¡KiBum lo siento! ¡No quise decir-


-Sí quisiste, de lo contrario no lo hubieras dicho.-


Se escuchó una voz realmente abatida proveniente del menor, a lo que al castaño más bajo le entró la desesperación. <<“¡LA CAGUÉ!”>> Fue lo primero que pensó, y en efecto lo había hecho. Iba a ir directo a abrazar al menor por detrás pero se retuvo así mismo.


-¡No puedo creer que tú también me trates como una zorra! ¿¡Es por eso que ya no querías estar más conmigo!? ¿¡Por qué ya te daba asco ver mi cuerpo ya demás usado!?-


-¡NO! ¡Por supuesto que no KiBum! ¿¡Cómo dices esas cosas!? ¡Jamás pensaré así de ti! ¡Es sólo que eres tan guapo, tan lindo, y sexy que puedes tener a cualquiera a tus pies, y pues tengo miedo de que alguien mejor que yo, llegue a tu vida en estos 2 años que te quedan de preparatoria, y que estando yo lejos, te canses de esperarme y decidas darle oportunidad a ese alguien!-


-¡Eso es lo mismo! ¡Estás dudando de mí y de mi amor incondicional por ti! ¿¡Qué demonios te hizo pensar que te dejaré!? ¿¡Tan superficial me crees!? ¿¡Tan débil crees que soy, para que me vaya con el primero que me cruce!?-


-L-lo hiciste con-con JinKi, lo dejaste por mí, el primero que se cruzó en tu camino…-


-¡Claro que no! ¡Aquello fue diferente! ¡Las cosas con él ya estaban mal desde hace tiempo, y luego de que aquella “conexión” con él se rompiera por completo, comencé a fijarme en ti, no lo dejé por ti! ¡Lo dejé porque yo quise y decidí que ya era momento de dejar de permitirle basurearme y pisotearme como lo hacía! Yo-yo ya tenía pensado ir por ti, pero las cosas, no-no salieron como las había planeado y-y pasó lo que pasó, ¡pero ese es otro asunto que pensé que ya había quedado aclarado! ¡Ya ni siquiera recordaba a JinKi, solamente tu nombre ocupa mi cabeza y corazón ahora! ¡Te amo maldición! ¡Tú me ayudaste a salir adelante, a levantarme, a hacerme valorar mucho más a mí mismo! ¿¡Qué tan idiota y superficial crees que soy!? ¡Por Dios! JongHyun. ¡Habla!-


JongHyun se sentía como un idiota, y más aún porque el menor se había girado para mirarlo, y ver aquellas lágrimas recorrerle el rostro, por su culpa lo hacía sentir más idiota. ¡Se suponía que él le había prometido hacerlo feliz y amarlo hasta el fin de sus días, tal y como MinHo lo había hecho con TaeMin! ¿Entonces? ¿Por qué las cosas tuvieron que llegar a este punto? ¿¡Qué clase de imbécil era!? Sintiendo que su “terreno” estaba siendo amenazado y arrebatado.


-Yo-


-¡Nada!-


KiBum se dio la vuelta, revolvió en su bolso de una manera realmente torpe y desesperada y sacó una pequeña cajita de allí, para girarse y estamparla contra el pecho del mayor, otorgándosela.


-Vete…-


Dijo el menor, intentando que su voz no se quebrara pero fue inútil. JongHyun estaba sorprendido ante aquella pequeña cajita que tenía entre manos, y atreviéndose a desobedecer al menor, decidió abrirla en ese mismo lugar, a lo que KiBum simplemente se dio la vuelta, dándole la espalda una vez más.


JongHyun una vez abrió la caja y miró dentro sintió como su corazón se partía en miles de pedazos y aún sorprendido, miró a KiBum esperando una respuesta, que estaba seguro que nunca llegaría, pero al parecer el menor decidió dársela al sentir aquella mirada en su nuca.


-Sé que tu cumpleaños pasó hace meses, pero en Abril aún no te conocía como ahora, y decidí acompañar a TaeMin en su idea, ya que mañana es el cumpleaños de MinHo… además de quería hacer algo por ti, pero la verdad es que no lo mere-


JongHyun dejó con prisa pero con cuidado la pequeña cajita con una gran porción de torta sobre la mesa más cercana y sin pensarlo dos veces se abalanzó hacia el menor, para abrazarlo por detrás.


-Lo siento. Lo siento tanto KiBum, soy tan idiota, que ahora sí no merezco ni siquiera que me hables, dejándome influenciar por mis propios demonios cuando no tenía anda de qué dudar, lo siento, lo siento en verdad “gatito”.- Dijo el mayor con aquella voz también tomada por la angustia, y al decir aquella palabra mágica, KiBum se sintió desfallecer… “gatito”, así le llamaba “su Puppy”. –Por favor perdóname, prometo ya no volver a dudar de ti, cuando aun así no tenga motivos. Te amo, en verdad te amo mucho y por eso más que nada temía a irme y a dejarte. Porque no quería quedarme solo, eres mi todo, conocerte fue una bendición. Por favor perdóname.- JongHyun se oía realmente abatido y arrepentido, por lo que el menor no pudo evitar volver a llorar, y girarse sobre los brazos del mayor para abrazarlo también. –Gra-gracias… ¿qué debería de regalarte yo?- Dijo ahora el mayor un poco más calmado, pues aquel abrazo correspondido por parte del menor había dicho mucho.


-Es cierto, no te mereces que te perdone ni que te hable, pero mi amor puede más que todo lo demás que pueda llegar a sentir, así que considérate afortunado… con respecto al regalo, nada. Tú ya me has regalado mi libertad, la bendición de poder ser yo mismo y aceptarme tal cual soy. Eso es más que cualquier otra cosa que te pueda dar. Ese trozo de pastel es una burla en comparación a lo que te estoy agradecido, pero aun así, es lo más que pude hacer.-


-Gracias, no te preocupes, es tan valioso como cualquier otra cosa que ame, pues proviene de ti. Te amo y nuevamente siento tanto haberte hecho pasar un mal rato, es que todo esto del viaje, las preguntas, las inseguridades, los miedos, todo se me ha juntado y me ha jugado en contra, pero gracias a ese pequeño trozo de pastel, me he tranquilizado un poco, no entiendo como fui tan idiota, al pensar que alejándome de ti iba a estar mejor cuando es todo lo contrario, te amo. Te amo mucho, por favor nunca me dejes.-


-No Puppy, no lo haré, tú intenta no dejarme a mí nunca más. Te amo también. Te extrañé mucho.-


Habló el menor, entre lágrimas una vez más, para luego ser apaciguado por un dulce beso por parte del mayor, quien luego de separarse, le limpió las lágrimas con una leve sonrisa y volvió a hablar, con aquella voz y ternura que KiBum tanto anhelaba.


-Y yo a ti, gatito.-


Su Puppy había vuelto, el menor lo volvió a abrazar nuevamente de una manera realmente posesiva y permanecieron así un largo rato hasta que se hubo calmado por completo, y le sugirió que probara aquel trozo de torta para saber su veredicto esto así lo hizo, e increíblemente estaba delicioso. Después de todo, las clases con JunGyu si habían dado resultado, aquellos dos días de arduo trabajo había dado resultado.


///FLASHBACK///


-¡TIENES QUE AYUDARME URGENTE KIBUM, POR FAVOR! Necesito tu ayuda, por favor.-


Interrumpió repentina y desesperadamente el menor, en lo que el mayor por meses, se puso serio, y se irguió en se lugar, dispuesto a escuchar, lo que el menor le tenía que decir con tanta urgencia.


-Te escucho…-


El menor, tragó saliva intentando calmarse un poco y cuando hubo encontrado su voz nuevamente, habló mirándolo a los ojos.


-¿Sabes cocinar pasteles? Es que el Viernes es el cumpleaños de MinHo, y pues quiero hacerle aunque sea un pequeño pastel como último regalo antes de que se vaya, como mi última muestra de amor y prueba de que aquí le esperaré.-


KiBum se sorprendió ante aquellas palabras, pero rápidamente bajó la mirada decepcionado.


-No cariño, no sé cocinar pasteles, es más soy pésimo en la cocina, tanto que hasta incluso el Ramen se me quema.-


Rio avergonzado de su propia incompetencia en el tema “cocina”.


-Oow, ¿y qué demonios se supone que haga ahora? Necesito, quiero hacerle ese pastel a MinHo, pero no tengo idea como hacer uno.-


-¿Están hablando de cocinar?-


Interrumpió de la nada HyukJae quien había escuchado esa conversación. Posicionándose entre ellos como si se tratasen de amigos de toda la vida, lo cual no era tan así, pero por un momento TaeMin se sintió agradecido de su interrupción.


-¿No me digas que tú sí sabes, y me tendré que humillar más, pidiéndote que me ayudes y me enseñes?-


HyukJae rio divertido y negó con la cabeza.


-No, no, ojalá tuviera esas habilidades y la dicha de oírte pedirme ayuda, pero no, quería decirte que conozco a alguien que es un experto prácticamente en la cocina, y pues él ha sido quien me ha enseñado lo poco que sé.-


-¿De quién hablas, no me digas que de-?-


-No, él no.- Miró serio ahora HyukJae a TaeMin advirtiéndole que tuviera cuidado con sus palabras, después de todo, aquel secreto solo lo sabían los involucrados y él. TaeMin tragó saliva asintiendo levemente, disculpándose en silencio, a lo que KiBum comenzaba a sentirse desplazado por aquel rubio, pero aun así permaneció en silencio, reteniendo aquellos pequeños celos que le surgían, pues Tae era “su mejor amigo”. –Es de mi amigo, ¿recuerdas que te dije que JunGyu es amigo mío? Pues bueno, él es un excelente cocinero, es todo un chef, no sé qué hace en el equipo de baloncesto cuando tiene el don de la gastronomía. Vayan a verlo a él, díganle que van de parte mía y él encantado accederá a enseñarles.-


HyukJae sonrió satisfecho al ver la expresión de absoluta sorpresa en los rostros de ambos muchachos y palmeando fugazmente el hombro de TaeMin se retiró. Una vez nuevamente volvieron a ser solo ellos dos, se miraron aun totalmente impactados por la sorpresa de descubrir que JunGyu sería su salvación, asintieron y salieron corriendo, en busca del mencionado, y una vez lo encontraron a punto de entrar a su aula, lo sujetaron entre ambos, arrinconándolo y acosándolo con preguntas, asustando demasiado al mayor, pues a pesar de que era mayor, era mucho más pequeño y tímido que ellos dos. Por lo que TaeMin rápidamente lo notó, e intentó tranquilizarse él y a KiBum, para que el mayor no se sintiera tan intimidado.


Una vez le comentaron lo que HyukJae les dijo, él se irguió cogiendo un poco de confianza y sonriéndole ampliamente asintió, diciéndoles que aquel gesto, le parecía muy dulce por parte de TaeMin, a lo que KiBum en ese momento también se quiso unir al proyecto debido a que él tampoco había hecho nada para el cumpleaños del mayor, debido a que todavía no se tenían esa confianza que se tenían ahora, aunque las cosas no estuvieran yendo tan bien últimamente, él decidió esforzarse igual. Y así perdieron ambos días de la semana practicando la receta del pastel en la sala de química el primer día, y luego ya el segundo sí en el aula de cocina, que aunque no se usaba muy a menudo, aún permanecía vigente y disponible para el uso de los alumnos…


/// Fin del Flashback///


-¿Gatito, estás aquí, conmigo?-


KiBum con una sonrisa por el recuerdo asintió y miró al mayor, pero éste no le dio tiempo a nada, pues antes de que se diera cuenta, este había estampado sus labios con los suyos, sintiéndose ahora mucho más apetitosos que de costumbre, por lo que aquel beso le extrajo prácticamente el alma.


Cuando se separó demás agitado, el castaño menor, pudo observar que los labios de Jong estaban diferentes. Tenían crema de la torta por todo su alrededor color naranja, a lo que KiBum barrió sus labios por inercia y en efecto sintió el sabor de la crema.


-¿Está bueno verdad?-


Habló ahora en un tono, mucho más “picante” afilando su mirada, a lo que el menor no le quedó más que asentir en respuesta, y responder de la misma manera, y así empezaron con un erótico juego con aquella crema de color naranja, al formar parte de una pelota de baloncesto.


Las cosas subieron de temperatura de a poco y cuando finalmente terminaron de comerse aquella porción ambos estaban en ropa interior y levemente sudados y agitados debido a la situación que se estaba llevando a cabo, y pues ya totalmente entregados, decidieron continuar con aquella “actividad” ahora sin el pastel llegando hasta las últimas consecuencias.


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~Más tarde en el departamento de MinHo – 23.58~


-¿Por qué de repente te han entrado ganas de desvelarte bebé? Sabes que mañana será un gran día, y no puedo desvelarme tanto.-


Decía MinHo sentado en el sofá, terminando de ver una película en lo que acariciaba el cabello ahora recortado del menor, quien estaba recostado en sus piernas.


-Sólo un poquito más, en serio, lo prometo, y ya te dejaré dormir tranquilo, y sí, sé que mañana será un gran día y que ya deberíamos de estar durmiendo, pero sólo un ratito más.-


Habló un caprichoso TaeMin, derrumbando absolutamente toda la “determinación” que el mayor tenía para con él. -¡Aish!- Se quejó el mayor, para luego suspirar derrotado y tomar el mentón del menor, para elevarlo un poco y besar nuevamente al menor.


~ 00.00 ~


El menor sintió sonar la alarma de su móvil a lo que se separó de los labios encarnizados con los suyos del mayor, quien a su vez ante la pérdida de aquellos labios, lo siguió con la mirada mirándolo extraño y asombrado, pues no entendía por qué el menor había colocado la alarma, cuando la apagó, miró al mayor más que sonriente y rebuscó en su bolso aquella cajita que rogaba hubiese conservado bien aquel trozo de pastel que tanto esfuerzo le había costado.


Alegre y efusivamente rebuscó en su bolso, hasta encontrarla al fondo bien acomodada y cuando la sacó, miró al mayor que ahora tenía los ojos más que abiertos, eso le agradó al menor, y acercándose de una forma infantil casi dando saltitos de alegría se lo entregó.


-¡FELIZ CUMPLEAÑOS HYUNG!-


Dijo con la voz más chillona y tierna que pudo haciéndolo rebobinar en el tiempo de inmediato al mayor, y sin pensarlo tomó aquella pequeña caja y la abrió intercambiando su mirada entre la caja y su bebé hermoso, intentando no ser tan patético de llorar por aquel gesto que había tenido el menor con él. Era cierto… hoy era su cumpleaños, justo el día de su partida. Hoy 9 de Diciembre.


-¿Be-bé, t-tú h-has hecho esto para mí?-


Dijo más que sorprendido al ver un pequeño pastel con una porción menos, en forma de pelota de baloncesto.


-S-sí, bueno, en verdad JunGyu ssi, me ayudó a hacerla, pero él sólo me enseñó la receta y me guio en el proceso de cocinarla, después todo lo demás lo hice por mi cuenta con un poco de ayuda de KiBum hyung también.- Se sonrojó levemente el menor, en lo que bajaba la mirada un poco, para luego volver a elevarla y seguir hablándole a un impactado MinHo. -¡Sé que no es mucho, y me siento apenado al admitir que si no hubiera peleado con ChangMin aquella vez y él no me hubiese dado este dato, yo jamás me hubiese enterado! Pero me alegra que me lo haya dicho y ahora se lo agradezco, porque gracias a él, te puedo ver realmente feliz y eso también me pone feliz a mí, así que espero que esté rica, y siento que falte una porción, pero es que le di una a KiBum hyung, ya que él también querí- El menor se vio interrumpido por unos brazos que lo rodearon de la cintura y lo tiraron encima del mayor en un fuerte abrazo constirstor.


-No hace falta que expliques nada, bebé, gracias. En verdad muchísimas gracias, me has hecho el hombre más feliz del universo en estos momentos, por favor no cambies nunca, te amo tanto bebé, como no te das una idea, mi amor por ti es inmensurable, espero que puedas comprenderlo y hagas espacio en ti para recibirlo todo de mí, porque jamás te dejaré ir, y menos ahora, habiendo tenido un gesto tan bonito y tierno conmigo. Te amo, bebé, te amo mi muñequito de porcelana.-


Dijo MinHo demás conmovido, que a pesar de que para muchos y la mayoría, estar al borde de las lágrimas por un simple trozo de pastel, para MinHo no lo era, y significaba mucho más que cualquier otra cosa material de valor. Pues eso sólo le demostraba al moreno que su bebé, aún seguía siendo suyo y le amaba.


-Y yo lo amo mucho a usted hyung, y no se preocupe, nací para ser el recipiente hermético de todo su amor. Gracias por existir, gracias por cruzarse en mi vida y serme tan vital tanto en el pasado como en el presente. En verdad lo amo y no lo cambiaría por nada ni nadie.-


-Bebé, me matarás de un ataque de hiperglucemia. Pero así es como me encantas dulzura.-


MinHo separó un poco de su cuerpo al menor, para besarlo una vez más apasionadamente, ya no le importaba si era medianoche o la madrugada, él necesitaba “saciarse” de su bebé una última vez. Y sin restricción alguna, porque así se le permitió, comenzó a tomar lo que ya por obviedad era y sería suyo para siempre, o eso esperaba él.


El pastel quedó a un lado, sobre la pequeña mesita ratona, mientras que MinHo ahora estaba degustando de su “dulce favorito” teniéndolo debajo de él, jadeando y acariciándolo, sintiendo aquellas manos tan lívidas y delicadas como sólo su pequeño podía tenerlas. Esas manos que tanto amaba, se adentraron entre también el cabello cortado del mayor, acariciándolo, despeinándolo, masajeándolo, haciéndolo sentir pequeños temblores en su cuerpo entero, de placer puro. Las grandes manos callosas de MinHo también comenzaron a recorrer aquel remilgado cuerpo por debajo de las prendas, dando así inicio a lo que sería realmente su verdadera despedida. Besándolo más que nunca, acariciando aquel cuerpo de manera que la sensación de ambas pieles rozándose, quedaran grabadas en ambos cuerpos. Besos que dejarían marcas por unos cuantos días, no importándoles el qué dirán, después de todo, en una semana más, el año escolar acababa.


Así continuaron también hasta las últimas consecuencias. Para luego del mejor orgasmo de sus vidas en ambos casos, comer un trozo de pastel y quedar rendidos entrelazados entre los brazos ajenos, hasta que la alarma sonara y un nuevo día comenzara. El último día estando juntos por el momento.


~ Viernes – Día de la partida – 10.30 a.m~


-¿Esa es la última maleta, amor?-


Cuestionó el menor, algo dormido aún, pero emocionado porque “su novio” le había dejado faltar al colegio para acompañarlo a su despedida, como no podía ser de otra manera. Y aunque el mayor no lo hubiese dejado ir, TaeMin buscaría la forma de ir sí o sí a despedirlo. No lo iba a dejar sólo en un momento como ese, aparte que acompañarlo sería como pasar un rato más con él, por más que no “pudieran hacer nada”, con la sola compañía del mayor al menor le bastaba.


-No, bebé, aquí tengo la última en mis manos, venga vamos que el taxista estará cansado de esperar.-


Sonrió el mayor en lo que se acercaba al menor con la maleta en la mano, para dejarla unos segundos y tomar la mandíbula de TaeMin y besarlo fugazmente como ya se le había hecho costumbre al mayor, siempre dejando al castaño con ganas de más. Pero solo sonreía y se dedicaba a guardar y grabar cada contacto, cada facción, cada palabra del mayor en su mente y cuerpo.


-Sí, de acuerdo hyung, vamos.-


Contestó el menor besando también fugazmente la mejilla del mayor sacándole una sonrisa realmente cálida ante aquel comportamiento tan infantil por parte del menor.


Luego de unos cuantos besos efímeros, decidieron bajar y tomar el taxi rumbo al aeropuerto.


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~ En la casa de KiBum – 10.45 a.m ~


-¡Mierda JongHyun ya es tardísimos, vamos arriba! ¡Mierda aún tenemos que ir a tu departamento para buscar las maletas! ¡Cielos llegaremos tarde!-


Decía un alterado castaño de mechones multicolores mientras recogía las prendas del suelo, y se colocaba las suyas a las apuradas, mientras a las otras las arrojaba encima de la cama, tapando a JongHyun quien estaba medianamente confundido, al haber sido despertado de una manera tan repentina.


-Hey~ hey~, detente un poco, tranquilo, si soy yo el que se va no tu.-


-¡Es lo mismo Jong! ¡Yo te acompaño y yo soy responsable de que estés llegando tarde al retenerte en mi casa! Y p-por ha-haberte mantenido despierto hasta altas horas de la madrugada.-


Dijo el menor, sonrojándose a más no poder al admitir aquellas últimas palabras haciendo sonreír de lado al mayor, al recordar aquella última noche de fogosa pasión, pues sí, la verdad que KiBum parecía mucho más apasionado que todas las veces anteriores, cosa que jamás creyó posible.


-Ya~ gatito, no te tortures más, también fue mi culpa por no ponerte “un freno” pues estabas tan apasionado que era una lástima “apagarte”-


-¡YAH!-


Gritó el menor, más rojo que un tomate, lanzándole el pantalón en la cara, para luego salir corriendo al cuarto del baño y tomar una ducha rápida, mientras que JongHyun aún permanecía en la cama, riendo por las reacciones de su “gatito”. Pero como era de esperarse, paulatinamente la sonrisa se fue difuminando, hasta que su rostro quedó serio e inexpresivo, por unos cuantos segundos.


-Si tan sólo hubiese tenido el valor para hablarlo antes, tal y como me sugirió MinHo y no esperar tanto o que Bummie me obligara a contárselo… tal vez podría haber disfrutado un poco más de la felicidad con mi zorrito, soy un idiota, sí, eres un idiota patético JongHyun.-


-Pero así te amo-


Dijo el menor, desde la puerta de la habitación ya duchado, pues al parecer el castaño se había tomado más del tiempo que pensó, con aquellos pensamientos en su cabeza.


JongHyun levantó la cabeza y la mirada encontrándose con el menor, para otorgarle una de esas sonrisas tan dulce, cálida y hasta nostálgica si se quiere, por lo que el menor aun así se contagió de aquella sonrisa.


-Ya, vamos, deja de pensar en cosas que no deberías y apresúrate ya van a ser las once y no estás ni cerca de estar cambiado, ¡vamos, vamos!-


Cambió de humor drásticamente el menor, quitando las sábanas de encima del mayor, dejando al descubierto su desnudez entera.


-¡Wow! hey~- Dijo JongHyun sorprendido al verse totalmente expuesto con el menor una vez más y notar como rápidamente se sonrojaba una vez más al ver su “hombría” yacer allí. KiBum se dio vuelta para no ver más y unos brazos lo abrazaron por detrás y lo llevaron nuevamente a la cama. –Hey, ¿Qué me dices si hacemos uno rapidito?-


-¡YAH JONGHYUN!-


Volvió a exclamar escandalizado el menor, ahora con el rostro totalmente rojo en conjunto también con su cuello y orejas, para pegarle un codazo a Jong para separarlo y poder ponerse de pie.


JongHyun se quejó ante el golpe pero luego continuó riendo.


-Deja de jugar conmigo y mis emociones, y ya vístete, que llegarás realmente tarde en serio, y el entrenador te regañará muy feo.-


-Ok, ok, araseo-


Suspiró cansino el mayor en lo que se levantaba finalmente de la cama, para luego pasearse “como Dios lo trajo al mundo” por toda la casa de KiBum dirigiéndose al baño con una parsimonia exasperante para el menor que estaba sufriendo más que el principal involucrado en aquel viaje a otro estado completamente diferente, prácticamente a otro mundo diferente.


Una vez el mayor pareció estar listo, KiBum ya había llamado un taxi para salir de allí como almas que llevaba el diablo, pues en verdad ya eran más de las 11.00 y el plazo se estaba acabando.


Una vez llegaron allí, se encontraron también con TaeMin y MinHo y a su vez con JunGyu y SongKi. El representante cuando los vio llegar, se les fue directo a la carga, a regañar y sermonear al mayor acerca de la responsabilidad y puntualidad, si bien no habían sido muchos minutos de diferencias, y esta vez no habría problemas, los regañó diciéndole que, que hubiera hecho si los citaba sobre la hora y el avión hubiese partido, él se perdería la oportunidad de su vida, y además, la impuntualidad podría traerle problemas. Ya que lo tratarían de irresponsable y los “de arriba” no les gustaban los irresponsables. KiBum tenía ganas de llorar, pues se sentía demasiado culpable del retraso del mayor, pero aun así, ni siquiera JongHyun estaba tan afligido como para arrodillarse y pedir disculpas, simplemente se disculpó y asintió tranquilamente ante las palabras del hombre mayor. Este paulatinamente una vez que terminó de regañarlo se fue calmando, para llevarse con él al mayor y terminar de completar aquellos últimos asuntos que quedaban pendientes con él.


-Te vez un poco mejor hyung, ¿pasó algo con JongHyun?-


Cuestionó un Taemin preocupado pero levemente más tranquilo, y cuando vio que JunGyu también se acercó a él con una mirada más que preocupada mientras dejaba a su novio con MinHo a unos pocos pasos de distancia, el castaño con mechones multicolores sonrió complacido, al ver que habían adquirido “otro más” al círculo de amistades, conformado simplemente por él y TaeMin, sin contar a Jong y a MinHo.


-Sí, ha-hablamos y finalmente aclaramos todo, si bien discutimos feo, al final pudimos encontrar la solución, y me confesó que su comportamiento se debía a que tenía miedo, miedo de él y de mí, pero por suerte aquel trozo de pastel realmente fue mágico, aquello hizo entrar en razón a “mi Puppy” y él… él volvió.-


Finalizó el castaño mayor de primer año con una hermosa y apenada sonrisa, provocando que TaeMin sonriera ampliamente al ver nuevamente a su hyung con aquella “aura luminosa” a su alrededor y lo abrazó efusivamente. JunGyu permaneció allí parado, observando conmovido la escena, y mientras aquel par de primer año se abrazaban, el mayor elevó la cabeza y miró al de segundo año, su nuevo amigo.


-Gracias JunGyu ssi, en verdad le debemos mucho, gracias a usted pudimos aprender a cocinar y hacer felices a nuestras respectivas parejas… en verdad se lo agradezco mucho.-


El mayor asintió encantado y complacido, a lo que KiBum se separó del menor y se dirigió al más bajito de todos allí y le abrazo también. Cosa que provocó que el alto llamado SongKi le mirara de reojo de una manera realmente asesina, cosa que realmente hizo temblar levemente al castaño y se separó de inmediato.


-Wow, sí que debes de ser importante para SongKi, casi me desintegra con la mirada.-


Dijo divertido y asustado a su vez KiBum, mientras se separaba y saludaba al mayor en forma de disculpa y retrocedía un paso, como si le estuviese dejando “un hueso” a otro perro más grande.


JunGyu simplemente sonrió, bajó la mirada y se sonrojó poderosamente, haciendo que ambos alumnos de primer año sonrieran divertidos.


-Discúlpenlo, él no es tan intimidante como aparenta ser.-


-Sí, ya lo creo, porque para que tú estés con él, ha de ser realmente amable y dulce, o no lo sé. Porque, lo siento, pero para que tú estés con él siendo tan tímido y miedoso como eres, ha de tener algo realmente bueno.-


JunGyu se sonrojó aún más si era posible y bajó más la mirada, parecía realmente contrariado y dolido por las “duras” palabras de TaeMin, pero para sorpresa de ambos de primer año, este sonrió nostálgicamente y dijo casi de una manera inaudible.


-Sí, lo tiene, créanme.-


TaeMin sonrió ampliamente, y posó una mano en el hombro del más bajito para palmearlo y sentir nuevamente esa mirada asesina del alto provocándole el mismo efecto que un lobo salvaje gruñendo listo para atacarlo, por lo que lo soltó de inmediato y asintió nuevamente en dirección a SongKi disculpándose por “tocar” lo que es suyo.


-Da miedo de verdad.-


Se alejó discretamente el menor, para susurrarle aquellas palabras al mayor por meses. Éste asintió y mantuvo su sonrisa dulce y compresiva a la fuerza, para disimular aquellas palabras.


JunGyu volvió junto con “su novio” cuando JongHyun volvió y MinHo dejó de hablar con el alto, para ir en busca del castaño más bajo.


-Aún me cuesta comprender que dos polos tan opuestos estén juntos.-


-Cariño, si “La bella y la bestia” pudieron amarse, cualquiera puede, y de hecho pienso que son como la bella y la bestia.-


TaeMin no dijo nada y sólo asintió, para ver luego como sus dos amantes se acercaban a ellos.


-Uuf, sí que me tuve que aguantar un sermón de aquellos, incluso creo que nunca tuve una conversación tan “educativa” en mi vida antes. Pero aun así, ya está todo en orden, y pues no voy a negar que me siento un poco más motivado ahora.-


Sonrió ampliamente el mayor entre aquel cuarteto y KiBum no pudo hacer más que sonreír, y dirigirse a sus brazos para ser abrazado y besar al mayor.


-Me alegra de que todo haya ido bien, ahora sólo queda esperar.- Levantó la mirada para buscar algún reloj digital o algo en aquel lugar y lo encontró. –Un poco más.- Dijo ahora compungido el jovial castaño al ver que la hora marcaba las 11.55 a.m.


TaeMin tragó saliva e intentó respirar para retener aunque sea un poco más sus lágrimas, que de seguro liberaría. Pero de todas maneras intentó continuar mentalizándose, de que aquello no era el final, él se iría simplemente de viaje, “de vacaciones”, sin él. Por un largo tiempo, pero aun así, eso no quería decir que le estaba abandonando, porque después de todo, por algo le regaló aquel móvil, que al recordarlo, lo presionó con fuerzas dentro de su bolsillo, e intentó sonreír, después de todo, como ya se dijo, no era el fin, era… el principio de algo nuevo que comenzaba. Una nueva etapa.


<< “Atención pasajeros del vuelo 310 de la hora 12:15 rumbo a Estados Unidos, se los solicita en la puerta 15 para abordar el vuelo. Por favor haga fila y mantenga el orden, gracias…”>>


El llamado al “destino” había sonado. Yang SungKi se acercó a aquel trío privilegiadotomó por el hombro a MinHo y JongHyun y palmeándolos dijo. –Ese es nuestro vuelo muchachos, vamos, ya es hora.- Aquellos tres asintieron, e inevitablemente tanto TaeMin como Key, comenzaron a sentir sus lágrimas recorrerles sus pómulos inmediatamente, pero aun así ellos no parecían darse cuenta de ello, pues ambos a pesar de todo, sintieron un doloroso hueco palpitar en sus pechos.


No dijeron nada en esos momentos, sólo tomaron las maletas que pudieron para ayudar a sus respectivos amantes y acompañarlos hasta aquella puerta que se encargaría de separarlos por un buen tiempo.


Yang SungKi con la ayuda de un guardia del lugar, se encargó de colocar las maletas en aquella máquina de rayos x o lo que sea mientras los 6 chicos aprovechaban para despedirse definitivamente.


- Gatito, parece que el momento llegó, aquí nos despedimos.-


Inició JongHyun con aquel paso sumamente difícil, por lo que suspiró una vez que logró terminar de decir aquella frase sin que su voz se quebrara.


KiBum ya con aquellas últimas dos palabras, no pudo evitar romper en llanto, << “-Hace tan poco que lo recuperé, para volver a perderlo otra vez, la vida a veces puede ser muy cruel.-”>> Pensó para sí mismo, en lo que abrazaba de una manera realmente constrictora al mayor sin poder hablar. A lo que éste sonrió y comenzó a acariciar la espalda del menor, para intentar calmarlo un poco. Por lo que permanecieron así unos cuantos segundos en lo que el mayor continuó hablando.


-Lamento haberte hecho pasar unos días de mierda este último tiempo, sé que no tengo perdón de Dios, peor aun así tú me lo diste, por lo que estoy en verdad agradecido. Jamás había amado a nadie como a ti, jamás me habían pasado estas cosas en mi interior. Sólo contigo, y sé que pensarás que de seguro es lo que le diría a las anteriores mujeres con las que he estado, pero créeme que nunca se lo había dicho a nadie. Tú eres único e irremplazable. Aún no puedo creer que en ti encontré lo que llaman verdadero amor y felicidad, jamás en mis años anteriores me hubiese imaginado que un chico sería dueño de estos sentimientos. Pero llegaste tú, y cambiaste mi mundo por completo, para bien, porque jamás fui tan feliz como en estos pocos meses contigo. Te amo, bebé, te amo muchísimo mi vida. Te amo mi zorrito.-


KiBum sólo presionó más el abrazo llegando casi hasta el punto de estrangularlo, para luego liberarlo, dejarlo respirar un poco y mirarlo a los ojos, que también estaban ahora cristalinos. Esos ojos que se habían robado su atención, sus pensamientos, su sueño. KiBum sonrió levemente, y asintió para besarlo primero dulce para luego tornarlo algo más apasionado, pero aquello no duró mucho, porque por suerte un rayo de lucidez le decía que debían parar, debido a que estaban en el aeropuerto y allí había mucha más gente que en el colegio, sin tener en cuenta que había tanto niños como gente retrógrada que veían su amor incondicional, como un pecado, una blasfemia y una burla a la naturaleza. Por lo que se detuvo antes de que algún guardia lo sujetara del brazo y se lo llevara preso por “exhibicionismo” en público. Y como no quería arruinar el momento y pasar por un papelón como aquel, simplemente se contuvo y acarició una y otra vez el rostro del mayor, quien le miraba a los ojos, mientras lo sujetaba delicadamente de las caderas.


-Sí, sé que me amas, ahora lo sé. Gracias, gracias por todas esas palabras “Puppy”. También te amo, que no te queden dudas de eso, y jamás te vuelvas a cuestionar si lo hago o no, porque a pesar de no eres mi primer hombre sé que serás el último, y sé que tú lo sabes en el fondo también, así que por favor, no dudes de que siempre seré tuyo, pase lo que pase. Es algo patético de admitir pero tienes el 98% de mi corazón en tus manos, por favor no lo descuides.-


-No mi vida, por supuesto que no, ya no más. Pero dime, ¿A quién pertenece ese 2%? Estoy poniéndome celoso ahora.-


Sonrió divertido el mayor mientras apoyaba su frente en la del menor con algo de dificultad por problemas de “altura”.


-Un 1% sabes que le pertenece a TaeMin ya que es mi mejor amigo y el otro restante a la ropa, a las compras y a la moda.-


KiBum rio divertido ante aquella confesión a lo que JongHyun una vez más, se separa del menor para besar sus labios.


-Supongo que puedo lidiar con ello, aunque aun así, sigo un poquito celoso.-


-No te preocupes mi “Puppy”, sabes que mi cuerpo y alma te pertenece, soy tuyo, siempre tuyo. Te voy a extrañar carita de cachorro.-


-Y yo a ti como no te das una idea zorrito hermoso y sensual.- El menor sonrió ampliamente y se sonrojó levemente, en lo que continuaba escuchando las palabras del mayor. –De alguna manera u otra buscaré comunicarme contigo y no perder el contacto, para recordarte tus palabras. Eres mío y así seguirá siendo hasta el fin de mis días. Te amo dulzura.-


Profirió el mayor por última vez, en lo que atraía aún más las caderas el cuerpo del menor a su lado y besaba esos labios acorazonados con una parsimonia  no tan frecuente en él. Por lo que el menor se dedicó a disfrutar, mientras sonidos “obscenos” salían de esos labios y lenguas que se chocaban y “succionaban” entre sí.


JongHyun finalmente decidió darle un respiro al menor y se separó. Aquel había sido su beso de despedida. La mirada del mayor lo decía todo, ya cristalina una vez más, a lo que a KiBum le pareció realmente una despedida definitiva, por lo que sintió como si corazón y pecho se estrechaban abruptamente sintiendo un dolor algo punzante allí.


-Prométeme que volverás a mí por favor JongHyun.-


-Si, por supuesto que sí zorrito. No pienso dejarte a la merced de cualquier otro buitre o hiena. Tú eres mío, ya te lo he dicho. Y cuando vuelva, tal y como los leones, marcaré nuevamente mi territorio dándole a conocer a quien sea que tú ya tienes dueño. Te amo bebé, pero ahora debo irme gatito. Cuídate por favor, supérate y recuérdame.-


Continuó diciendo JongHyun mientras le acariciaba por última vez aquel rostro aquella piel lívida y de porcelana, para besar su mejilla y finalmente apartarse un paso hacia atrás, esperando a que MinHo terminara de despedirse del menor al decirle que se mantendrían en contacto, al igual que JongHyun.


***************


JunGyu permanecía prendido al cuerpo del mayor como si se tratara de una garrapata.


-Supongo que el momento finalmente llegó, SongKi ssi.-


-Sí, eso parece. Gracias por todo JunGyu, la verdad es que jamás pensé que esto podría sucederme a mí. Gracias por siempre apoyarme a pesar de que yo aún seguía con… ella.-


-No hay de qué SongKi ssi, yo lo hacía con gusto, verlo feliz y animado, me hacía feliz a mí también, aunque nunca imaginé que ella pudiera ser capaz de decirle y hacerle tal atrocidad.-


El alto separó al menor de su cuerpo y le miró a los ojos, elevándole el mentón mucho más de lo que debía, debido a que el menor era realmente bajito, incluso más que JongHyun y eso era decir mucho, aunque no por mucho. Pero aun así no era el mejor ni el más ágil pero sin dudas, el equipo funcionaba bien con él.


-Yo tampoco, pero créeme, a pesar de que en aquel entonces como un idiota lloré y me dolió, ahora se lo agradezco, pues gracias a eso, pude conocerte aún mejor.-


Se sonrojó levemente el más alto en lo que el menor sonrió ampliamente y asintió en lo que hacía puntitas de pie y besaba fugazmente al más alto.


-Sí, también debo agradecerte por haberme dado una oportunidad y haberte dado una oportunidad a ti mismo al abrir tu corazón nuevamente. Al principio pensé que sería imposible y que sería un “no” rotundo. Pero me sorprendiste cuando me besaste como respuesta. Gracias, en verdad gracias SongKi ssi, usted me ha hecho muy feliz.-


-Como increíblemente tú a mí, y sé que no he sido tan cariñoso como aquel par de tórtolos amartelados de allí, pero sabes que te quiero, a mi manera y que te… te amo pastelito.-


Habló a lo último sumamente rojo el mayor totalmente avergonzado, ya que después de todo, era la primera vez que le decía aquellas palabras.


-¿D-disculpe, So-SongKi ssi?-


Profirió más que anonadado el menor con su corazón latiendo a mil por segundo. El mayor desvió la mirada aún más sonrojado que el menor y habló nuevamente.


-Q-que te-te amo pastelito, y dime… dime hyung.-


-¿Hyung?-


Cuestionó aún más idiotizado que antes, pues aquellas palabras, oírlas por segunda vez casi le hacen desmayar de la alegría.


-Al demonio, reacciona maldición, te amo, ¿de acuerdo? Me enamoré de ti, lo lograste.-


Terminó de decir más que avergonzado, enojándose consigo mismo por ponerse tan cursi y sujetó al menor con ambas manos de la mandíbula y lo atrajo hacia él, para besarlo de cierta manera salvaje, “como bestia” en lo que el menor hacía puntitas de pie y el mayor aun así se encorvó para poder saborear esos labios también acorazonados que en tan poco tiempo se había hecho adicto. Y una vez se separó el menor liberó jadeó en busca de aire desesperadamente y miró con su rostro más que rojo al mayor quien aún le sostenía del rostro en lo que acariciaba sus labios con sus grandes largos y delgados pulgares.


-Ojo con la relación y confianza que le das a esos dos. No confío mucho en ese par, son demasiado liberales y “manos largas” contigo. Tu eres mío ahora, recuérdalo, ¿oíste?-


-Sí, hyung, usted tranquilo, ellos tienen a sus propios amantes, y sólo somos amigos, ni siquiera mejores amigos, estaré a salvo. Usted concéntrense en sus deberes y responsabilidad, para salir adelante y triunfar. Siéntase orgulloso de usted y haga sentirme a mí también orgulloso de usted. Usted sabe que siempre tendrá mi apoyo incondicional sean cuales sean las situaciones en el futuro. Siempre le apoyaré, como ahora también le amaré. Por favor cuídese mucho, y tenga cuidado también con las americanas, usted es muy guapo, pero recuerde que así como yo le pertenezco, usted también me pertenece a mí, ¿de acuerdo?-


Habló el menor, por primera mucho más serio y determinante que nunca, provocando que el mayor se sonrojara levemente ante aquella advertencia y asintiera de una manera en que se podían ver las orejas imaginarias gachas.


-Sí… pastelito.-


JunGyu sonrió ahora apenado y miró nuevamente con ojos de adoración y algo de timidez al mayor.


-¿Sabe hyung? Amo cuando me llama de esa manera, me parece mucho más romántico que el zoológico por el que se llaman aquellos o más bien aquellos dos.- Se corrigió así mismo, haciendo referencia a JongHyun y KiBum.


-Lo tendré en cuenta, pastelito.- Sonrió ahora divertido un poco más relajado al ya haberlo dicho varias veces, sentía como su lengua ahora podía ser capaz de decir más cursilerías. –Pero ahora, ya debo irme, no nos esperaran para siempre, así que es hora de partir. Te-te amo, no lo olvides.-


JunGyu fue besado una última vez por el más alto y asintió con una sonrisa.


-No, tú tampoco olvides que también te amo.-


SongKi ya unos pasos alejados asintió y finalmente se dio la vuelta para ir a la par de aquellos otros dos “elegidos”, rumbo a Estados Unidos, un país un mundo totalmente diferente al que ellos de seguro estaban acostumbrados. Suspiró y sin poder evitarlo miró de reojo una última vez a aquel “pequeño pastelito” que le había devuelto la fe en la amistad y el amor. << “No tienes ni siquiera la quinta parte de idea de todo lo que significas para mí, si te sucediese algo, yo moriría de inmediato. Lee JunGyu. En estos momentos y siempre, serás lo más importante en mi vida. Te amo como no te das una idea, y me alegra haberte podido decírtelo finalmente.”>>


***************


-Bebé, llegó la hora, finalmente llegó el momento.-


Habló MinHo en voz baja, intentando sonar lo más serio y tranquilo posible, pero también se le había formado un nudo en la garganta. TaeMin tragó saliva, asintió y le miró.


-Sí, tenía la esperanza de que este momento se demorara más en llegar, pero después de todo creo que es mejor. Cuanto más antes te vayas, más antes volverás, ¿cierto?-


Intentó también el menor, retener aún más sus lágrimas y mantener su tono estable, pero se quebró luego de la cuarta palabra. MinHo sonrió conmovido, y su muñequito de porcelana limpió sus propias lágrimas de una manera algo brusca, a lo que MinHo quita los puños de las prendas del menor de sus ojos y acaricia aquella parte irritada.


-Sí, tienes razón, y puedes llorar bebé, es lo normal, supongo. Volveré, lo prometo, así me cueste sangre sudor y lágrimas, volveré siendo alguien en la vida, siendo ese alguien que podrá darte una vida estable y felicidad infinita. Por qué no importa si suena egoísta o no, sólo yo puedo hacerte verdaderamente feliz. Sólo a mí se me es permitido tal privilegio de tal magnitud.-


TaeMin sonrió levemente divertido, porque sí, a pesar de que aquello para cualquier otro pudiera sonar egoísta, al castañito le agradaba muchísimo la idea. Por lo que asintió y sacó el móvil para mostrarle aquellos colgantes.


-Sí, sé que es así, por eso esto es la prueba física de que es verdad. El anillo me hace tuyo MinHo, y esta pequeña y curiosa flor, también se adueña de mi mente, de mis pensamientos, los cuales están todos dedicados a ti, y así seguirá siendo no importa cuántos años pasen. Jamás podré olvidarte, porque parte de mí siempre estará en tu corazón…-


-Como parte de mí estará en el mío. Lo prometo.- Terminó con una amplia y cálida sonrisa el moreno aquella frase tan conocida, y que tanto logró marcar sus vidas aunque no lo supiesen en aquel entonces.


-Esta flor sin dudas es la muestra de nuestro amor nuestro símbolo. No lo olvides.-


-Yo no olvido. Lo prometí y jamás olvido lo que prometo hasta cumplirlo, así que si te digo que volveré, créeme. Lo haré. Volveré para hacerte inmensamente feliz.-


-Con ser rodeado por tus brazos y besado por tus labios, es suficiente para mí, esa es mi felicidad absoluta. Te extrañaré mucho.-


-Igual yo bebé, pero no olvides que te amo con mi vida, y que siempre podremos mantenernos en contacto mediante nuestros móviles. Te amo. Nunca lo olvides tú tampoco.


-No. Lo prometo. Jamás olvidaré que te amé desde que tengo 9 años.-


MinHo sonrió una vez más ante aquellas palabras y no pudo evitar agacharse leventemente para tomar esos labios carnosos que llamaron tanto su atención desde tan pequeño, y que durante tanto tiempo se encontró anhelando poder tenerlos, para él, sólo y únicamente para él. Sellando una vez más, aquella promesa de amor puro e incondicional que aquel par aún a pesar de los años, mantenían intacto como el primer día.


-Es hora, muñequito de porcelana. Pórtate bien, estudia y déjalos a todos atónitos con tu maravilloso don de la danza, y cuida de TaeJun.-


TaeMin volvió a liberar sus lágrimas sin restricción alguna e intentó sonreír, pero le costó un poco, por lo que no pudiendo hablar, simplemente asintió y abrazó con todas sus fuerzas una vez más al mayor por el cuello, mientras lloraba sin cesar contra su voluntad. MinHo simplemente volvió a sonreír conmovido con sus ojos más hinchados de lo normal por retener lágrimas, pero aun así, 1 o 2 rebeldes lograron su objetivo.


-Te amo muchísimo. Te esperaré, aquí estaré esperando por ti, así que más te vale que vuelvas. Mi faro.-


-Sí, lo haré, corazón. Luz de mis ojos.- Se separó del menor y volvió a besarlo una vez más, tomando su mentón con ambas manos elevándolo un poco para degustar aquellos labios una última vez. Aquella miel que ellos parecían exudar, haciéndolo aún más adicto al mayor cada vez que los probaba. –Nos mantendremos en contacto.- Volvió a hablar el mayor, en lo que ya liberando al menor, le guiña el ojo de una manera sugerente, haciéndolo sonreír una vez más. TaeMin quien se alejó un paso, asintió y sintió la mano de KiBum abrazarlo por el hombro, mirándolo con ojos realmente comprensivos, debido a que él también había pasado por lo mismo, segundos atrás.


Ambos castaños de primer año se miraron y luego una vez más miraron al frente dónde ya aquel trío comenzaba a alejarse, dándoles la espalda.


Y finalmente aquellas tres personas se fueron junto con Yang SungKi. JunGyu se acercó a aquel par que aún permanecían abrazados del hombro y cintura, viendo como la gente abordaba el avión desde el gran ventanal, sintiendo como algo punzante luchaba por querer salir de sus propios pechos, cuando vieron como aquellos tres muchachos subían y abordaban el avión. Ambos de primer año, tragaron saliva en un vano intento por retener el ataque de angustia y llanto, mientras que JunGyu ya lloraba en silencio pero con una hermosa sonrisa, pues sabía que era por el bien de ellos, y que de seguro triunfarían en América.


TaeMin inclinó su cabeza hacia su izquierda en un intento por apoyarse en el hombro o pecho de KiBum, pero este justo también inclinaba su cabeza hacia su derecha, por lo que ambas cabezas se hicieron soporte de la otra y KiBum comenzó a acariciar el hombro de TaeMin mientras que este la cintura de KiBum. Quien luego de unos segundos, besó la mejilla del menor, poniendo levemente incómodo a JunGyu quien se sentía sólo y desprotegido, dejado de lado. Mientras los miraba de reojo haciendo que sus ojos escocieran más y su llanto sea más visible contra su voluntad. Por lo que KiBum quien estaba más cerca de él lo notó y lo vio, y con la mano que le restaba, tomó de la manga al mayor y lo tironeó hacia ellos dejándolo en medio por delante. Para luego poner su mano libre en el hombro del más bajito, quien ahora sí, se puso nervioso, sintiendo que tan solo pasado 1 minuto rompería la promesa que le hizo al mayor, pero aun así, JunGyu en el fondo, se sintió contenido.


-Ya lo extraño maldición, quiero abrazarlo, y que me diga que me ama.-


Habló TaeMin casi de manera insensible, pero pues sus ojos estaban fijo en ese avión que dentro de poco partiría, mientras lágrimas nuevas se aglomeraban en sus ojos.


-También yo cariño, es más, me siento levemente agitado y asfixiado como si él realmente fuera mi aire.-


Contestó KiBum también mirando el avión, en lo que acercaba aún más al menor por meses a su cuerpo.


-También yo.-


Terminó de completar el mayor pero con una voz casi inaudible, aunque la verdad fuese que ambos lo escucharon.


-Es natural, después de todo los amamos con lo más profundo de nuestro ser.-


-Sí, es cierto.-


Habló TaeMin con muchas dificultades pues el nudo en su garganta se intensificó cuando el aeroplano comenzó a moverse y el sonido del motor se hizo aún más estruendoso que de costumbre. La hora, había llegado.


<<“Allí en aquel avión iban 3 pasajeros demás…”>> pensó JunGyu sintiéndose más cursi que nunca, haciendo referencia a sus corazones.


-Feliz cumpleaños MinHo…-


Las lágrimas cayeron finalmente una vez más, mientras que aquellos 3 pares de ojos seguían aquel avión que poco a poco se iba elevando en el cielo hasta que finalmente desapareció de sus vistas.


Decidiendo que ya sería hora de finalmente “regresar a sus vidas” normales.

Notas finales:

{Cap 22} <<“…en fin esta vez sí que las cosas están llegando a su fin, creo que ahora sí, tan sólo queda 1 capítulo más, pero tampoco quiero “confirmarlo” por así decirlo, porque seguro me sale otro cap más xD jajaj…”>>


{Cap 23} <<”Y sí en efecto, me salió otro más, Dios! xD no lo termino más, a estas alturas hace como 5 meses que MinHo se está por ir y que falta un día para su partida y nunca pasa…”>>


CAP 24: ¡Y SIGO SACANDO CAPÍTULOS! >-<MATENME! xD jajaja en fin, este sí creo que es el anteúltimo, y el 25 definitivamente será el último así me lleve 40 hojas!!! xD


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¡SE FUE! ¡Finalmente se fue MinHo y compañía! (cof cof después de estar histeriqueando casi un año con la “partida”, finalmente se fue xD cof cof) ¿¡Qué pasará ahora!? ¿¡Cómo será el día a día de TaeMin!? Pues, ya se lo imaginan así que iré al definitivamente final xD jajaj


En fin, jajaja, ¿Qué les parece la pequeña historia entre JunGyu y SongKi? ¿Son realmente: “La Bella y la Bestia”? xD ahí en el fic no lo puse, pero JunGyu mide 1.68, sí ya sé es súper bajito, y se preguntarán que hace jugando al básquet, pues, si puede JongHyun ¿por qué él no? xD  Pero bueno, a comparación con SongKi que mide 1.82 él es una pulguita súper dulce besable, abrazable y comible xD jajaja ternurita pura que puede competir con TaeJun… ok no, nadie supera al copito de algodón dulzón de TaeJunnie, aunque en estos últimos cap lo he dejado muy abandonado, pero él está a full concentrándose en sus estudios porque su “sempai/sensei” (xD si ya sé que es japonés, pero me refiero a su tutor) se parece a “MinHo oppa” ;) Oooh~ ¿a qué no lo sabían? Pues obvio que no, y tampoco lo van a saber xD jaja, ¿o tal vez sí? ¬u¬ hmmm ¿¡QUIEN SABE!? xD


En fin jajaj, otra cosa; perdón si le cambie el color de pelo a HyukJae, en la escena que conversó con MinHo, pero es que ya no me acordaba ni de qué color lo había hecho en este fic xD jaja


Ahora sí, sin más detalles que aclarar (creo) me despido jajaj este cap sí que salió larguito, jaja, justamente 24 hojas como el número del cap, deberían jugarlo a la lotería xD ok no jajajaj, me dejo de tantas idioteces y me despido, pues la verdad es que hasta yo estoy súper emocionada porque creo que finalmente tendré el fic terminado para quizás este Jueves, aunque no prometo nada xD aunque sacando cuentas creo que deberé terminarlo sí o sí en esta semana xD jajaj.


Bueno, me fui por las ramas como siempre. Como sea, MinHo, JongHyun y SongKi finalmente se fueron y comenzarán de nuevo, TaeMin, KiBum y JunGyu, deberán de seguir con sus vidas, intentando superarse también a ellos mismo. Si Dios quiere y mi imaginación también, como ya dije, el cap 25 será el final. Ya veremos. xD


Gracias desde ya a todos los que se han mantenido ocultos leyendo mi historia hasta estas alturas, pero si quieren pueden reportarse, no los morderé, xD al contrario los abrazaré jajaja. Gracias como siempre a Clasevi; ciel_2min; NicoMin y a s0fy que por más que esté desaparecida, yo sé que está por ahí, jaja, gracias por siempre leer  y cometnar.


Disculpen por las faltas de ortografía, pero ya saben jeje. Aquí les dejo mi página como siempre también: “ZaffireHeart”. See ya! (~3^)v Kisses~ Chu~ :* :P jaja n.n


Bye bye~ ^u^//


ZaffireHeart 


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