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2Min: "Don't you Forget?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

#2MinHardCoreWeek day 2 :P jajajajajaj, el anteúltimo capi del fic en general, es decir como dije en el anterior cap en las notas finales: El fic termina en el cap 27, pero tiene 3 extras que contienen una pequeña explicación de algunas (no todas) parejitas que han aparecido a lo largo del fic, que imagino sabrán cuales serán, pero bueno, en fin, anteúltimo capi! ^-^


Pero antes de ir a leer, gracias a NicoMin y a ciel_2min que fueron quienes comentaron el anterior cap, muchísimas gracias en verdad me sacaron una sonrisa sus reviews, ya luego se los responderé n.n ahora sí, espero les guste y... LET'S GO! ^u^/ 

Capítulo 26: “¡No! ¡No lo has olvidado!”

[…]Me dirigí a la puerta, la abrí y allí estaba, sí, definitivamente, Key había vuelto.

Me sonrió ampliamente, tiró todas sus maletas, y se abalanzó hacia mi cuello, por lo que no me dio tiempo a reaccionar, y caímos al suelo ambos de golpe, y menos mal que Bonnie se había se quitado del camino.

Ambos comenzamos a reír, pues, jamás pensé que él reaccionaría de esa manera al verme, pero pues de cierta manera era comprensible, ya que de seguro también me extrañó como yo a él, aunque… no estaría tan confiado, teniendo él a su JongHyun.

-Ya, KiBum, jaja, quítate de encima, me falta el aire.-

Le dije aun riendo un poco menos que al principio, y sujetándolo de la cintura intenté comenzar a levantarlo, y pues, él se estremeció ante mi toque o al menos eso pareció al haberse su cuerpo crispado cuando sintió mi toque.

-¿Estamos sensibles?-

Hablé en tono sugerente, sin poder evitarlo, por lo que él con paciencia salió de mí encima y quedó en el suelo arrodillado, con una sonrisa boba y unas mejillas sonrojadas. Yo amplié más mi sonrisa, pues a pesar de todo, estaba feliz por él.

-Venga ya, ponte de pie, que te ayudaré a entrar las maletas y me cuentas todo.-

Hablé ahora calmándome un poco, poniéndome de pie, sujetando su bolso y la maleta, para entrar y cerrar la puerta detrás de mí. Dejé las maletas a un costado, y KiBum asintió dirigiéndose directamente al sofá, con Bonnie en brazos, pues esta estaba ronroneando una vez más, moviendo su cola de un lado a otro suavemente.

Fui en busca de algo de café que me había quedado en la cafetera y lo coloqué en la pequeña mesa.

-Veo que te has adaptado. Te veo muy relajado.-

Yo le miré y luego de dejar mi taza me senté a su lado y le miré, en lo que sonreí levemente, pues él también traía una sonrisa cómplice.

-Pues sí, la verdad es que no creí que me llegara a acostumbrar y sentir cómodo, pero no por nada en especial, sino por el hecho de que esta es o será, la casa de ambos, y pues no quería tomarme demasiadas atribuciones, pero pues bueno, terminé acostumbrándome un poco. Fue una linda experiencia.-

Él sonrió y dejó ir a Bonnie.

-Ya veo, de todas formas, no te preocupes, sabes que siempre, serás y serán bienvenidos aquí. Gracias también por cuidar de mi niña en mi ausencia.-

-No, por favor, ha sido un placer, es una muy buena gata, jamás me sentí ni un segundo solo aquí, pues con ella acompañándome casi las 24 horas del día, fue una estancia grata.-

De cierta manera sus ojos brillaron, como si estuviese orgulloso de “su niña” y bebió un sorbo de café.

-Pero bueno, cuéntame ¿qué tal su re encuentro?-

-¡Kya! ¡Ay! Fue maravilloso, realmente era lo que necesitaba, verlo nuevamente frente a mí, para que las mariposas dormidas en mi estómago despertaran nuevamente, y volviera a la época en que todo esto comenzó. Fue algo extraño, no lo sé, es difícil de explicar, pero supongamos que fue como una sensación de que todo ese amor que al parecer tenía dormido y aplacado, por la distancia, volvió a resurgir con el triple de fuerzas y pues bueno, te imaginarás el resto.-

Se sonrojó al final de su leve explicación, y volvió a reír, por lo que yo lo imité, solté una leve risita, y volviéndome serio una vez más, bebí un sorbo de café y fui a lo que me interesaba.

-¿Pu-pudiste ver a-a MinHo?-

Yo desvié mi mirada de inmediato, ocultando mi rostro en la taza y él de inmediato se giró a mirarme, por lo que me sonrojé, me saqué la taza de la cara y permanecí con mi mirada baja. Estaba nervioso, ahora que lo había preguntado, lo estaba más que antes.

Él tal como aquella vez antes de irse, me tomó del mentón suavemente, me giró y elevó el rostro para que pudiera mirarle y enfocó su mirada en la mía.

-¿Era eso lo que te ha tenido preocupado toda esta semana cierto?-

Yo sin poder palabra alguna, simplemente asentí, a lo que él sonrió suavemente, y me abrazó, y cuando lo hizo, no sé por qué de repente me invadieron unas ganas impresionantes de llorar, pero me las aguanté.

-Sí, lo vi cariño, el condenado está súper guapo.-

Dijo en tono medio en broma, medio con algo de ira o envidia, pero no me afectó demasiado. Luego se separó de mí y nuevamente sujetándome el rostro con ambas manos ahora, se concentró en mis ojos, que ya estaban brillantes ante las ganas de llorar.

-No llores cariño, aún no te he dicho absolutamente nada.- Asentí una vez más y tallé mis ojos con el fin de que aquel escozor en ellos desapareciera. –Al principio cuando me vio estaba sumamente sorprendido, y sí, no te voy a negar que vi una llama de esperanza en sus ojos cuando me vio y comenzó a buscar detrás de mí, para ver si tú me habías seguido, pero pues, al no verte, su mirada una vez más se apagó y ensombreció.- Ante aquellas últimas palabras, sentí una tristeza indescriptible, también mi mirada se habrá ensombrecido en aquel momento pues él me miró algo sorprendido, pero nuevamente palmeándome levemente la mejilla me obligó a que le mirara nuevamente a los ojos. –Aún no he terminado. Escúchame primero.- Yo tragué saliva y volví a asentir obedientemente en lo que él sonrió ante mi gesto y acarició mi rostro levemente. –Al ver esa mirada en él, no pude más que hablarle y explicarle la verdad del porqué tú no estabas allí, por lo que al escuchar mi explicación se sorprendió mucho, al igual que mi Jong, pero ¿sabes? Extrañamente luego sonrió de una manera muy cálida y dulce, lo cual me sorprendió a mí también.- Mis ojos ahora no podían estar más abiertos o de lo contrario se saldrían de mi rostro, pues aquellas palabras realmente me descolocaron, no creí que él fuera a reaccionar de esa manera. –Cuestioné si estaba bien, y él ¿sabes que me contestó? Qué sí, lo estaba, que admitía que se sintió un poco triste al principio, pero luego de oír mi explicación, comprendió todo mucho mejor, y estuvo de acuerdo con tu decisión, pues dijo que a él tampoco le hubiera resultado fácil, volver a dejarte ir. Así que están a mano, bebé, no te preocupes más, él aún te sigue amando, y lo seguirá haciendo hasta el fin de sus días, pues me dijo que te lo recordara.-

Yo sonreí ampliamente ahora, y mi cuerpo pareció que dejó ir un peso de encima, un gran peso, después de todo, HyukJae sí tenía razón. Por lo que sin poder evitarlo, abracé aún más a KiBum y me largué a llorar, pues ya no podía contenerlo más, la relajación que sentía ahora, me había hecho imposible continuar manteniendo las lágrimas.

-¡Demonios, lo amo tanto! ¡Lo extraño tanto!-

KiBum simplemente se limitó a contenerme, mientras que yo liberaba toda mi angustia en aquellas lágrimas que ahora eran de felicidad, aunque sonara contradictorio.

-Ya, ya, tranquilo cariño, está todo bien, lo más importante es que él pudo comprender a la perfección tu decisión, y como ya dije, eso es lo más importante, ¿cierto?-

-Sí.- Asentí y hablé casi sin voz, intentando tragarme mi llanto, pues ya era demasiado por hoy, debía de mantenerme fuerte para él. Para mi MinHo. Sonreí o al menos intenté sonreír una vez que me separé de la contención de Key, y él secándome el resto de las lágrimas me sonrió también, se puso de pie, yo le seguí con la mirada curioso, y se dirigió a uno de sus bolsos, buscó algo allí dentro, y me entregó un pequeño sobre verde clarito con otra pequeño paquetito de regalo. Yo le miré extrañado y antes de que pudiera preguntar algo, él procedió a explicarme.

-Este sobre verde, te lo manda MinHo, y este otro es un pequeño presente de mi parte.-

Sonreí aún más ampliamente cuando oír decirle que aquel sobre verde provenía de MinHo que ni siquiera dudé en abrirlo, y como se maginarán allí dentro, había dinero, una vez más mire expectante a KiBum más que asombrado, y él volviendo a sentarse a mi lado, me explico. –Dijo que te lo gastaras en lo que quisieras, que esto sólo es el principio de todo, lo que te consentirá cuando esté de regreso.- Yo no podía más que sonreír.

-Es un idiota, sabe que el dinero no me importa, que sólo quiero ser abrazado por él y hasta incluso el cobijo de un árbol podría ser nuestro palacio, si estoy junto a él, pero de todas maneras se lo agradezco mucho. TaeJun anda necesitando algunas cosas para el colegio, así que esto ayudará bastante. Gracias, por entregármelo.-

-No hay de qué, cariño, todo un placer.- Sonrió, para luego contagiarme una vez más de su sonrisa y abrí el otro pequeño paquete que me entregó. -Sé que no es la gran cosa, ni nada fabuloso, pero pues… es a lo que JongHyun me dio tiempo de comprar.- Habló ahora algo avergonzado en lo que yo sonreía más ampliamente al entender a la perfección lo que aquellas palabras implicaban.

-No te preocupes, de todas formas no era necesario que me traigas nada, aunque agradezco que después de todo, hayas tenido tiempo para pensar en mí.-

Él se sonrojó aún peor, y yo no pude más que sonreír aún más ampliamente que antes, pues era divertido de vez en cuando, “avergonzar” al “descarado Kim KiBum”.

Luego de abrir y agradecer aquel pequeño regalito, que era un llaverito con la forma de la Estatua de la Libertad, continuamos hablando de sus experiencias en el viaje, hasta que la hora se pasó una vez más, y le pedí que me llamara un taxi, para regresarme a casa, ya que aún no me quitaba de la cabeza, las advertencias de HyukJae, queriendo que no ande nunca solo tarde en la noche, y si lo hacía, que lo hiciera mediante taxis. Era todo un presupuesto, pero de vez en cuando, podía gastar en ello. Todo sea por el bien de HyukJae, MinHo y mío por supuesto.

~Fin Pov TaeMin~

Cuando el pelinegro ahora, se retiró de la casa del también azabache, este mismo luego de cerrar la puerta detrás de sí, fijó su mirada hacia aquella maleta que ya había abierto con aterioridad y sacó otro sobre un poco más grande de papel madera, sujetándolo en lo que recordaba fugazmente aquellas palabras que se le dijeron cuando se le fue entregado.

<<“-Sé que tal vez es mucha responsabilidad para ti, pero realmente quiero llevar a cabo este proyecto cuanto antes, y necesito de tu ayuda, la cual es vital.-”>>

El azabache con mechones de color rojo intercalado, asintió realmente serio ante aquellas palabras y permaneció escuchando atento, las instrucciones que se le dieron.

<< “-Aquí dentro, hay bastante dinero, que he ganado y ahorrado a lo largo de todos estos años, y me gustaría entregártelo a ti, para que busques y adquieras un departamento en el cual, TaeMin, TaeJun y yo, podamos vivir cómodamente. Yo he querido enviarte este dinero desde hace bastante tiempo ya, pero siempre temía a que TaeMin decidiese acompañarte y descubrir, esta sorpresa. Pues quiero que sea una sorpresa. Y también quiero que le entregues este otro sobre a él, para gastos personales. Por favor dile que eso es sólo el principio de todo. ¿De acuerdo? ¿Puedo confiar en ti?”

-Sí, por supuesto MinHo, ten por seguro que TaeMin, jamás se enterará hasta que tú decidas lo contrario.-

-De acuerdo. Confío en tu criterio y buen gusto por la decoración y demás, después de todo, tú eres quien está ahora más cerca de TaeMin y quien le conoce mejor en gustos y esas cosas.-

-Sí, de acuerdo, no te arrepentirás MinHo ssi, gracias una vez más por confiar en mi.-”>>

El aún moreno, asintió una última vez, y permitió que KiBum tomara ambos sobres con dinero, para luego este darse la vuelta y salir hacia el taxi que lo llevaría nuevamente al aeropuerto, trayéndolo una vez más a su país “Natal”.

-No te arrepentirás MinHo, te conseguiré un lugar tan bonito, que ni siquiera yo, podré igualarlo.-

Sonrió para sí mismo, y se dirigió a guardar de una manera más segura aquel dinero, pues la verdad es que si era mucho.

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~ 1 año después ~

Finalmente el azabache menor, había conseguido un trabajo, junto a HyukJae, ambos financiaban una pequeña academia de baile, a la cual le estaba yendo muy bien, ambos muchachos estaban dotados con aquel don de la danza, pues eran realmente eximios bailarines, por lo que poco a poco, esa pequeña academia comenzó a ganar prestigio. Tanto TaeMin como HyukJae y las personas de su círculo, estaban más que felices, por aquel éxito que aún continuaba creciendo.

HyukJae finalmente ahora con 22 años estaba decidido a dar el siguiente paso en su relación, y pues con DongHae ya habían arreglado una cita en un orfanato para darle una mejor vida a un niño de aquel lugar. Aún no estaban decididos de si querían una niña o un niño, pero eso, ya lo verían en el momento, pues ya que esa sería su primera cita, por lo que se podría decir, que irían de “misión de reconocimiento” y así ver quien conquistaba sus corazones primero, aunque tenían un poco de miedo, pues, la verdad es que no sabrían si la “Ley” les permitiría adoptar a un niño, por las “condiciones” en que ellos iban. Como pareja homosexual. Pero aun así, estaban decididos, después de tanto hablarlo y discutirlo, y ahora que ya más o menos sus vidas estaban estables, pues vivían en aquella casa que solía vivir DongHae de “soltero”, por lo que casa ya tenían. Y al HyukJae tener ya su propia academia junto a TaeMin, DongHae había comenzado a buscar lugar para poder abrir su restaurante junto a JunGyu como aprendiz y maestro a la vez. Ya que así como los “enemigos” tenían el don del baile, el castaño tenía el don de la cocina, lo cual ayudaría muchísimo a DongHae.

Por lo que sí, podría decirse que ya tenían sus vidas encaminadas y se sentían listo para cargar con la responsabilidad de un niño.

TaeMin con 20 años ahora a punto de cumplir los 21, se sentía también finalmente con los pies sobre la tierra, anhelando cada día más a su amado MinHo, quien luego de aquel primer presente de dinero, comenzó a consentirlo un poco más, mandándole por correo, diferentes tipos de regalos, y de vez en cuando, dinero también, no eran todos los meses, pero sí bastante seguido. Por lo que aquello, hacía sentir al menor, un poco más cerca del mayor aunque nada reemplazaría a la sensación de sentir sus brazos rodearlo y sus labios estampándose contra su piel, de tan sólo pensarlo, su cuerpo reaccionaba a los recuerdos y se estremecía así mismo.

Finalizó la rutina, con su primer grupo de alumnos, con una sonrisa, más amplia de la normal, pues había descubierto que cada vez que bailaba, se sumergía en su propio mundo en el cual, los mejores recuerdos con su moreno lo “visitaban”. Aunque si bien era algo bueno, también a veces resultaba nostálgico, pero a pesar de todo, el menor, había comprendido cómo lidiar con ellos, sabiendo que tarde o temprano el mayor volvería y que estaba bien, porque hablaban casi día de por medio. Él moreno, estaba bien, y estaba cumpliendo su sueño, por lo que aquello era suficiente para funcionar como combustible del menor.

Los aplausos no se hicieron esperar, despertándolo de sus fantasías y pensamientos, al darse cuenta de que aún no estaba en su casa, sino que en el salón de baile. Con un HyukJae, observando meticulosa y orgullosamente, a “su socio”, pues ambos estaban al mismo nivel ahora.

-¡Muy bien chicos! ¡Y eso ha sido todo, recuerden practicar un poco en casa, y hacer sus deberes, para la próxima, les tiene que salir aunque sea el primer compás a la perfección!-

Indicó el mayor, mientras anunciaba el final de la clase de aquel turno, quienes asintieron y vitorearon levemente para luego comenzar a juntar sus cosas. Mientras que el “pequeño” ya no tan pequeño de TaeMin, limpiaba su sudor.

-Realmente estoy impresionado TaeMin, cada vez lo haces mejor, incluso debo confesarte que hasta ya tengo miedo de que me saques kilómetros de ventaja.-

El menor sonrió ampliamente ante aquel comentario que el mayor le decía mientras colocaba una mano en su hombro.

-No hyung, como creé, es sólo que me compenetro tanto con la danza y la melodía que parece como si lo hiciera mejor que tú, pero no es nada más alejado que eso, jaja. Usted tranquilo hyung.-

-¡HYUNG!-

Una voz dulce pero varonil interrumpió la charla de ambos “amigos”, y pues no era nada más ni nada menos que el pequeño TaeJun, quien ya no lo era tanto, con 17 años, ya era todo un hombre. Un hombre con el alma de aquel niño tan dulce e inocente que TaeMin estaba tan acostumbrado a sobreproteger.

-Hola Junnie, ¿qué haces aqu-?-

Pero el “mayor” no terminó de hablar, porque el menor se le prendió al cuello de una manera mucho más preocupante que de lo normal.

-¡Appa fue llevado de emergencias! ¡Rápido, por favor, ven con migo! ¡No quiero ir solo!-

En ese momento, al ver los ojos llorosos del menor, sintió como todo su mundo lleno de felicidad y nostalgia, se comenzaba a desmoronar a pedazos, y por supuesto esa amplia sonrisa también desapareció. HyukJae también se alarmó ante aquella noticia.

-¡Llamaré a DongHae para que los venga a buscar y los lleve en coche, más rápido!-

-¡No hyung, no es necesario, ya nos tomaremos un taxi!-

-¡De ninguna manera!- El mayor sin esperar a recibir objeción alguna, llamó de inmediato a su pareja y este atendió a la segunda tonada.

-Hola amor, que sorpresa que me llames a estas ho-

-Lo siento bebé, pero necesito que vengas de urgencia hasta la academia para llevar a TaeMin y a su hermano al hospital, DaeGu ssi, está mal, te lo agradecería enormemente, si me hicieras este favor, yo debo de quedarme a esperar el siguiente turno de alumnos.-

-¡Sí, mi vida, no hay problema, justo estoy cerca del lugar, voy hacia allá, espérenme tantito, ¿si?!-

-¡De acuerdo, gracias amor!-

Ambos amantes cortaron, y el castaño quien estaba viendo los posibles locales potenciales para su restaurante, dio media vuelta, a lo brusco, y llevándose bocinazos de regalo, se dirigió a la academia, afortunadamente era cierto que estaba cerca de allí. Por lo que en menos de 10 minutos llegó al lugar.

Tocó bocina reiteradas veces y vio salir a ambos hermanos de la academia.

-¡Muchísimas gracias DongHae ssi, no sabremos como pagarle este enorme favor que nos hace!-

-No se preocupen muchachos, ustedes ya prácticamente son parte de “la familia”, recuerda que te debo mucho, y esta es una de las pocas maneras en que puedo retribuirte, así que no tienes porqué agradecer, ahora sólo dime la dirección del centro médico y partiremos de inmediato.-

-Está en el centro médico Gangnam-gu.-

-¡De acuerdo, vamos para allá de inmediato! Pónganse sus cinturones de seguridad.-

Ambos “niños” asintieron y se lo colocaron, mientras que DongHae ya puso en marcha el vehículo.

-¿Qué fue lo que realmente sucedió Junnie?-

Preguntó en un tono un poco más calmado el hermano mayor, para lograr transmitirle también algo de aquella serenidad a su hermanito menor.

-Y-yo, no lo sé, e-estábamos compartiendo tiempo de calidad cuando de repente él comenzó a sentir un dolor en el pecho y cayó al suelo teniendo dificultades para respirar, tanto que hasta incluso se desmayó… yo me asusté mucho, y cuando pude reaccionar llamé a la ambulancia y cuando vinieron, vine de inmediato hasta aquí a avisarte…-

Decía este aún alterado con lágrimas en los ojos, agitado y hablando demasiado rápido para entender correctamente, pero por suerte el mayor, pudo entender algo de todo aquello.

-De acuerdo, tranquilízate, todo saldrá bien, ya no llores bebé.-

Hablaba el mayor reteniendo el impulso de limpiar las lágrimas del menor, pues este estaba en el asiento trasero mientras que él está en el del acompañante.

-Ya casi llegamos, intenta respirar y calmarte, ¿no querrás que appa te vea así, verdad?-

-No.-

Fue lo que dijo el menor, tragando saliva y su llanto mientras se restregaba violentamente sus ojos para despejarlos de aquellas lágrimas.

Segundos después, el mayor de aquellos tres, aparcó en el estacionamiento y acompañó a los menores a la entrada.

-Vamos muchachos, veamos en dónde lo tienen.-

El trío salió prácticamente corriendo del coche, para entrar abruptamente al centro médico y TaeMin fue quien prácticamente “atropelló” a la recepcionista, cuestionando por su padre, porque sí, después de todo, él lo era, sin importar que digan los demás.

-S-sí, u-in momentito por favor.-  La chica buscó, unos cuantos segundos algo nerviosa, pues la respiración agitada de TaeMin la ponía nerviosa, pero aun así debía de cumplir con su trabajo hasta que finalmente lo encontró. -¿L-Lee DaeGu?-

-¡Si, el mismo! ¡Por favor dígame como está!-

-Primero, tranquilícese joven, sino no puedo explicarle en ese estado de frenesí en el que se encuentra.-

Habló la muchacha algo nerviosa, pues veía como el mayor comenzaba a tomar color rojizo en el rostro.

-¿¡Cómo demonios quiere que me tranquilice, si han traído a mi padre a urgencias!? ¡No entiende que es lo único que nos queda a mí y a mi hermano! Así que. Por favor. Díganos-

Habló primero furioso y ofuscado. Para luego en aquella segunda parte, callarse momentáneamente y calmarse así mismo, y hablar con un poco más de dificultad, pues el llanto ya comenzaba a acumularse en su garganta. Además que a pesar de todo sabía que ella no tenía la culpa de nada, solo estaba haciendo su trabajo.

-Por favor… ¿Dónde se han llevado a mi padre?-

Habló ahora un poco más calmado y amable lo cual hizo sonrojar a la chica levemente, logrando que accediera a soltar la información rápidamente.

-E-está en la sala 5, aún están trabajando en él, pero pueden ir a esperar allá, ya no ha de faltar mucho.-

TaeMin sin decir nada, asintió agradeciendo, y salió prácticamente corriendo hacia aquella sala, seguido de TaeJun y DongHae.

Una vez llegaron allí, tomaron asiento, y finalmente les había caído la ficha, las manos de TaeMin temblaban de horror y miedo, mientras que el corazón de TaeJun estaba más que acelerado.

-Hy-hyung, tengo miedo, mucho miedo.-

El mayor no sabiendo cómo reaccionar, pues también lo tenía, tendió a reaccionar como aquella primera vez que les tocó vivir una situación realmente difícil, la muerte de su madre. Abrazó al menor contra su pecho y envolvió sus brazos alrededor de él, si bien también tenía miedo como anteriormente se mencionó, él sentía la obligación de actuar fuerte para su hermanito, ser el soporte de tal.

-No te preocupes, aún no sabemos nada, así que esperemos y sean buenas noticias.-

Las manos de TaeMin temblaban notablemente, por lo que DongHae no pudo contra su instinto de “padre” que había comenzado a despertar y entrenar para “el futuro” y colocó sus manos encima de las de TaeMin, quien le miró sorprendido. El mayor del trío le sonrió con una serenidad que el mayor realmente necesitaba y suspirando aflojando su cuerpo entero, se dejó a su vez abrazar por el mayor, quien abarcó a ambos hermanos.

-No hay que perder las esperanzas, siempre hay que pensar en positivo, eso atrae sólo más positividad.-

-No siempre, DongHae ssi.-

Susurró el moreno mayor, en  lo que el castaño simplemente volvió a sonreír.

-Si no lo pones en práctica, nunca lo sabrás, todo saldrá bien, ya verán.-

-Yo confió en las palabras de hyung.-

Habló el menor de todos allí ahora, con una voz realmente quebrada, pero dándole la razón al mayor de los tres, haciendo a este sentir un poco mejor.

Segundos después, sintieron el sonido de una puerta abrirse, a lo que los tres se separaron abruptamente y enfocaron su mirada al doctor, TaeMin estaba a punto de abordarlo, pero algo en él le había dicho que se tranquilizara un poco.

-¿Familiares del señor Lee DaeGu?-

-¡Nosotros, somos sus hijos!-

Se paró de inmediato TaeMin seguido de su hermanito menor, el doctor, les dio una rápida mirada de análisis, y habló.

-Bien, supongo que tú eres el mayor.- Habló dirigiéndose a TaeMin, quien asintió y se irguió sobre su eje, sacándole unos pocos centímetros de diferencia al doctor. –Bien, déjame comentarte que tu padre, ha tenido un pre infarto, pero que por suerte no fue tan grave y pudimos volver a estabilizarlo…- El alivio en ambos rostros de ambos niños y de aquel hombre que estaba detrás de ellos, fue notable inmediatamente.

-¡Gracias al cielo! ¡Estaba muy asustado!-

-No fue para menos jovencito, pero por suerte pudimos atenderlo a tiempo, así que lo mantendremos aquí hasta mañana, él necesita descansar, pero también les sugiero que me acompañen a mi oficina, así le receto unos medicamentos para poder prevenir que esto suceda otra vez, y darle también un turno para el nutricionista, su padre está algo excedido de peso, y bajo tanto estrés, el colesterol malo puede aumentar más de lo debido, así que por favor, cuídenlo de ahora en adelante con su dieta y traten de que no se sobre esfuerce demasiado en el trabajo, independientemente de cual sea. Este ha sido una advertencia, la próxima vez, no sabremos si tendrá la misma suerte, y no quiero sonar pesimista, pero es la realidad.-

-Comprendo doctor, tenga por seguro, de que seguiremos sus palabras al pie de la letra, aunque nos cueste, pues más importante es que nuestro padre esté bien.-

-Me parece perfecto, ahora sí, por favor, síganme al consultorio que les daré la receta y la derivación para el nutricionista.-

El mayor asintió y lo siguió en silencio, una vez en el consultorio, este hizo el papeleó en silencio y se lo entregó, el mayor se lo agradeció extendiéndole la mano y antes de retirarse el menor se gira y cuestiona.

-Disculpe Doctor, ¿Cuándo po-podremos ver a nuestro padre?-

-Aún no, lo están trasladando en este momento a la sala de internación, pero una vez esté ubicado, le avisaremos para que lo puedan ver, aunque sea unos segundos, ya que la hora de visita está cerrada, pero bueno, su caso es especial, así que les pido paciencia, ¿de acuerdo?-

-Sí, muchísimas gracias.-

-Es mi trabajo, no hay de qué.-

Contestó serio pero con unas facciones un poco más amables, en lo que el menor, le sonrió levemente y asintiendo se despidió del doctor.

Una vez salieron de allí, DongHae los abordó, cortando su celular de golpe y como era de esperarse, preguntó como habían salido las cosas.

-Bien, por suerte no fue grave, fue un simple susto y una advertencia, pero de ahora en adelante, debemos cuidar de él mucho más que antes.- El pelinegro mayor bajó la mirada. –Por lo que no sé si pueda cubrir parte de los turnos de papá y manejar la academia al mismo tiempo…- TaeMin algo decepcionado por no ser lo suficientemente fuerte para soportar dos trabajos a la vez, desvió la mirada, pues la academia consumía el casi 80% de sus energías vitales, por lo que cuando llegaba a la casa, lo único que quería hacer era cenar, ducharse y dirigirse a la cama, no le quedarían energías restantes para permanecer despierto a altas horas de la noche atendiendo a gente prácticamente borracha. No es que fueran de aquellos borrachos que se sobrepasaban de los límites llegando al acoso o a causar conflictos entre ellos, pero tampoco eran “fáciles de tratar”.

-No te preocupes hyung, yo me haré cargo del bar, después de todo, no es como si papá no pudiera trabajar más, puede pero de una manera más relajada, y ahí estaré yo para ayudar, tengo 16 años, ya tengo edad suficiente para poder ser finalmente de ayuda para ustedes dos que tanto me han dado, es hora de devolverles el favor, además no es como si fuera la primera que vaya, ya he ido varias veces a visitar a papá, ya sé cómo funcionan las cosas allí, tu puedes continuar con la academia, que es lo que más te hace feliz. Puedes contar conmigo hyung, lo sabes.-

La prácticamente “traslúcida” mano del menor se posó en los hombros del mayor, y fue en ese momento cuando TaeMin se giró y se dedicó a observar más de cerca y detalladamente a su hermanito, ya no tan hermanito. Es cierto, increíblemente tenía 16, era apenas unos pocos centímetros más bajo que TaeMin, pero este estaba seguro que el menor, sería incluso mucho más alto que él. Ya no tenía aquel cuerpo del niño de 6 años que aún permanecía ciegamente en sus ojos. Su cuerpo también era curvado, como el del mayor, era delgado pero no escuálido, por lo que vio que el torso del menor era levemente más ancho que su cintura, realmente tenía un cuerpo de hombre adolescente ya, es sólo que aquella extrema palidez y suavidad en la piel, hacía que TaeMin pensara que aún seguía siendo aquel bebé al que TaeMin tan duramente se dedicó a cuidar y criar.

Su hermanito, realmente había crecido mucho, y él no lo había notado para nada, se sentía algo avergonzado.

-No lo sé Junnie, eres muy lindo y dulce, y tengo miedo que la gente tenga intenciones feas contigo.-

-Hyung, ya no soy un niño, sé que aún mantengo un cierto toque de “ignorancia” pero también estoy consciente de que estoy a mitad de camino de convertirme en todo un hombre como tú, por favor, deme esta oportunidad, además, appa estará cuidando de mi.-

El mayor se mordió el labio algo contrariado ante aquellas palabras, pues aquel tono aniñado que el menor empleo junto con esa mirada de borreguito degollado, al mayor lo podían, por lo que no pudo más que resoplar derrotado completamente a la primera y asentir, mientras que el menor, emitió un gritito de alegría y lo abrazó por el cuello. TaeMin sonrió y miró a DongHae quien también los observaba con una sonrisa en el rostro y negaba levemente con la cara.

-Eres incorregible- Susurró mirando al mayor, mientras que este asintió volviendo a susurrar un “Lo sé” en respuesta.

Un carraspeó interrumpió el momento, y ambos hermanos se separaron de inmediato y miraron hacia dónde venía aquel sonido, reconociendo al doctor una vez más.

-Ya pueden pasar a ver a su padre, está consiente, pero no totalmente lúcido, así que por favor les pido que sean breves y concisos, él necesita descansar.-

Ambos “niños” asintieron y siguieron al doctor quien les hizo una seña para que lo siguieran. Una vez llegados a las afuera de la habitación el doctor se dio vuelta y observó a aquel trío una vez más.

-Sólo pueden entrar de a uno, dos al mismo tiempo sería demasiado para su padre, así que decidan quien irá primero.-

Ambos se miraron unos segundos y el mayor asintió dándole el permiso al menor para ingresar primero, debido a que éste compartía muchas más cosas con “su padre” que él mismo, pues la mayoría del tiempo se encontraba en la academia y cuando no, se pasaba por la universidad en la que estudió para ver a los nuevos talentos.

-Ve tu primero pequeño.-

Éste asintió y TaeMin le palmeó la espalda levemente.

-Tiene como máximo 5 minutos, por favor adelante.-

TaeJun tragó saliva y por primera vez cuando este asintió ante las palabras del doctor, TaeMin vio determinación y seriedad en los ojos del menor, primera señal de que ya no era un puro e inocente niño. TaeJun entró.

El doctor se retiró y ambos “mayores” se sentaron en las sillas que no estaban muy lejos de aquella puerta.

-Antes que nada, quiero agradecerte mucho que hayas permanecido con nosotros hasta ahora, en verdad aunque me cueste admitirlo, necesitaba a alguien con quien descargarme yo también, a veces ser siempre el poste, el sostén de tu hermanito, cansa un poco y me frustra porque no siempre puedo mostrarme tan duro como quiero, por lo que ahora comprendo muchísimo mejor a mi amado MinHo, diablos lo extraño tanto.-

-No te preocupes TaeMin, ya te he dicho, para mí tanto tú como tu hermano, son parte de mi familia, tomémoslo como que son mis sobrinos. Por eso, para lo que necesites, sabes que siempre estaré, aunque mayormente recurrir a HyukJae, no hay problema, cuando quieras otra opinión acerca de algo, o algún otro consejo, aquí estaré, sólo tienes que llamarme, ¿De acuerdo?-

Sonrió el mayor mientras le extendía una mano al menor, este sonrió, asintió, tomó la mano, y el castaño mayor lo atrajo hacia él, para envolverlo en un fuerte abrazo. TaeMin de inmediato se sintió mucho más reconfortado y se separó del mayor, sonriendo y agradeciendo, ya mucho más calmado.

-En verdad, muchísimas gracias.-

-Cuando quieras.-

Y en eso que el mayor dijo eso, el menor salió con una linda pero discreta sonrisa de la habitación.

-Tu turno hyung, y luego debemos regresar a casa.-

TaeMin asintió, se puso de pie, besó la frente de TaeJun y se dirigió a la habitación, una vez que entró vió a su “padre” de corazón allí medio adormecido, pero con un hermoso brillo en los ojos en conjunto con una sonrisa.

-¿Cómo estás padre?-

-Mucho mejor ahora que los he visto a ambos que están sanos y salvos, siento haberles dado ese susto, no era mi intención.-

TaeMin lo calló con una leve sonrisa y unos dedos en sus labios.

-Ya, ya no hable mucho padre, no tiene nada de que disculparse. Es más, nosotros deberíamos de disculparnos con usted, por no prestarle la suficiente atención como necesitaba. Ha estado trabajando muy duro en este último tiempo junto a aquel bar, por favor ya no se esfuerce tanto, mira lo que ocasiona. Ahora tengo una propia fuente de ingreso a la casa, y puedo satisfacer algunas de las necesidades de Junnie también, usted no debería de trabajar tan duro, ya lo ha hecho durante muchos años.-

-Gracias hijo, y en verdad aprecio muchísimo el esfuerzo que estás empeñando para sacar adelante a tu hermano, pero como padre, también es mi deber hacerlo y estar siempre para ustedes.-

-Y lo ha estado, siempre padre, así que por favor, deje que le ayude, ya ambos hemos crecido y podemos aligerar muchísimo sus cargas, déjese ayudar padre, no hay mayor orgullo para mí, que decir que colaboro con los ingresos de la casa. No me quite ese privilegio.-

-Oh, no, claro que no mi niño, es sólo que quiero que gastes tu dinero en ti, en tus cosas, después de todo, es dinero que has ganado con el sudor de tu frente.-

-Y justamente por eso, quiero ayudar padre, yo ya no necesito nada, tengo todo lo que podría llegar a desear, mi propia academia de baile, una familia que me ama y amo, unos amigos incondicionales y un novio que también amo, ¿qué más podría necesitar? Usted es el que necesita cosas ahora, y quiero satisfacerlas.-

-Dios, aún no sé qué hice para merecerlos, en verdad llegaron a mi vida, como 2 ángeles caídos del cielo.-

-No padre, nosotros no sabemos que hicimos para merecer a alguien como usted, por favor, quédese a nuestro lado muchos años más, ¿sí?-

El hombre mayor, asintió y sonrió, contagiando al hermano mayor con aquella sonrisa, se acercó un poco más, y abrazó a aquel hombre que se había ganado a pulso, el hecho de que le llamara “Padre” con todas las letras.

-Ahora, descanse por favor, esta noche yo y Junnie nos haremos cargo del bar, así que no se preocupe por nada en lo absoluto.-

El hombre aún algo reacio a la idea de que sus “niños” sean expuestos de esa manera, asintió de todas formas, y le otorgó una última sonrisa ya algo más falsa, para no preocupar al muchacho. Este una vez más respondió al gesto y luego se puso de pie despidiéndose de su “Padre” por ese día.

Luego de que salieron de allí, DongHae se ofreció a llevarlos a su casa y estos a pesar de que no quería causar más molestias de las que ya habían causado, terminando aceptando, ante la rigorosa insistencia de DongHae, aprovechando a contarle sus planes para la noche.

Esa misma noche, se encontraron con la sorpresa de que HyukJae, había ido a “custodiarlos”, ambos hermanos sonrieron al principio, pero luego se enojaron con el mayor, debido a que éste de seguro estaría muy cansado para aguantar hasta altas horas de la noche, por lo que le aseguraron que estarían bien y le insistieron que se retirara a su casa a descansar con DongHae, pero aun así, el mayor terco, no los obedeció, por lo que los menores, no tuvieron más que resignarse al oír aquella excusa <<“También quiero ayudar en algo, no pude estar con ustedes en el hospital, déjenme aunque sea estar aquí”>>

Ambos hermanos se miraron y pues terminaron aceptando como anteriormente se había mencionado.

Las horas pasaron y a pesar que no había sido tan fácil como lo imaginaba, HyukJae no tuvo la necesidad de intervenir en ningún momento, por lo que podría decirse que la noche resultó satisfactoria.

A las 2 de la madrugada, ambos hermanos ya casi dormidos, cerraron el bar y limpiaron más o menos su interior, HyukJae a pesar que también estaba súper cansado, les ayudó con la limpieza y ambos hermanos le agradecieron enormemente en secreto.

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~2 Meses Después – Julio –

La rutina del bar en verdad que había agotado mucho más rápido de lo que pensaron a los jóvenes hermanos, entendiendo finalmente la causante del estado en el que DaeGu ssi había caído, ahora estaba mucho mejor, había bajado unas pocas libras, pero a pesar de que no se le notara mucho físicamente, él se sentía mucho más ligero que antes. La dieta había funcionado, la repartición del trabajo y los ejercicios habían aligerado y relajado muchísimo al hombre mayor, no tan mayor, de unos 52 años.

TaeJun prácticamente había tomado el manejo del bar, pues, había aprendido mucho más cosas que el mayor, debido a que este estaba ocupado con la academia, por lo que TaeJun al solo ir al colegio tenía un poco más de tiempo libre, aunque la responsabilidad, no le dejara “ver” a quien él quería ver.

TaeMin realmente estaba cansado, tanto que las ojeras habían comenzado a notarse más de la cuenta, pero aun así, cuando HyukJae le decía que se tomara el día libre, él no quería aceptarlo de ninguna manera, pues, esa academia también era su responsabilidad, y ya bastantes turnos extras se había echado a la espalda el mayor, para que TaeMin tuviera tiempo de ir a supervisar el bar.

*************

Hacía tan sólo unos días que DongHae, finalmente había seleccionado el local para levantar su restaurante, JunGyu se había hecho mucho más cercano a DongHae, pues después de todo trabajarían juntos, por lo que TaeMin quien sabía que tanto su padre como su hermano estaban preparando las cosas para festejarle su cumpleaños número 21, ofreció su festejo también como excusa para festejar también la nueva adquisición de aquel local, a lo que DongHae al principio se mostraba algo reacio, pues era la fiesta del hermano mayor, pero este insistió tanto, que no le quedó más que aceptar con una sonrisa.

Pues, después de todo, también le serviría para olvidar la angustia que llevaba consigo, al haberse enterado que su solicitud de adopción había sido negada por su condición sexual, lo cual le indignó muchísimo, pero el castaño claro, es decir, HyukJae, le había dicho que no se angustiara, que si era necesario viajarían a otro país en dónde la adopción para los  matrimonios igualitarios fuese legal. DongHae ya un poco conforme con esa decisión, aceptó y dejó pasar aquel pequeño percance, aunque realmente se había enamorado de una hermosa niña de unos 4 años, como así está también estaba muy apegada al castaño, por lo que este último a pesar de decir que lo olvidaría, no se daría por vencido hasta lograr de alguna manera, adoptar a esa hermosa niña.

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Las cosas habían sido establecidas finalmente, y todos los involucrados en sus asuntos, habían logrado adaptarse a sus nuevos horarios. Por lo que ahora tanto HyukJae como TaeMin se encontraban más distendidos. Lo cual era buena noticia debido a que esa tarde sería el festejo del “cumpleaños” de TaeMin. 18 de Julio.

<< “Feliz cumpleaños bebé, desearía poder ahí, pero aún no me han liberado, pero no te preocupes, sabes que estaré ahí presente de todas maneras en tus pensamientos y corazón”>>

TaeMin había recibido un mensaje del moreno, lo cual lo hizo sonreír y a la vez angustiar, él sabía perfectamente que el mayor no iba a estar allí, pero al parecer en el fondo, muy en el fondo de este aún su parte ilusa seguía creyendo fervientemente que quizás el mayor le podría dar una sorpresa, pero… ¿Por qué dársela, cuando él ni siquiera fue ni hizo el intento para los cumpleaños pasados del mayor? Aún seguía recriminándose muchas cosas, de las cuales ahora se arrepentía, pero a pesar de que sabía que no era del todo cierto, le gustaba consolarse diciéndose así mismo, que en aquel momento, él había tomado la decisión correcta.

Pero a pesar de que un nuevo episodio de depresión estaba por iniciar en él, su “hermanito”, entró en su habitación luego de golpear reiteradas veces la puerta y sacó al mayor de sus pensamientos, diciéndole con una enorme y luminosa sonrisa, que sus primeros invitados ya estaban en la sala.

Hoy DaeGu había decidido cerrar el bar durante todo el día, por lo que la mayoría del círculo social de mayor, conocerían finalmente al gran hombre que se hace llamar “Papá”. Sonrió ante la calidez que su hermanito como siempre le transmitía, y terminando de prenderse el último botón de su camisa, se giró y se dirigió a la sala, no sin antes besar la frente del menor y revolverle un poco el cabello.

***************

Llegó a la sala y como era de esperarse, allí estaba KiBum y HyukJae, con una gran y enorme sonrisa de lado a lado. Ambos se acercaron, lo saludaron y le entregaron un presente, que a pesar de que el mayor se los agradeció, también les dijo que no era necesario, pero decir aquello ahora ya no tenía sentido debido a que ya había aceptado los regalos. Todos allí rieron, y DaeGu ssi, finalmente apareció entre los presentes con una bandeja con cuencos del te y algo para acompañar la infusión, ambos invitados se quedaron sorprendidos, pues si bien no era la primera vez que iban a la casa del moreno, era la primera vez que veían al hombre.

TaeMin sonrió ante la expresión de ambos invitados y su padre les saludó naturalmente con una hermosa sonrisa, a lo que TaeMin decidió presentarlos formalmente, tomó del hombro al hombre grande atrayéndolo un poco más hacia su lado, de cierta manera abrazándolo y habló.

-Chicos, éste es Lee DaeGu ssi, nuestro padre. Appa, ellos son KiBum y HyukJae.-

Señaló a ambos correspondientemente, a lo que el hombre aún más sonriente les saludo una vez más.

-Es un placer conocerlos finalmente muchachos. Gracias por cuidar tanto de mi niño. En verdad no terminaré nunca de pagárselos.-

KiBum se conmovió levemente, tanto que sus ojos de inmediato se llenaron de lágrimas y enrojecieron, pero no se permitiría llorar en un evento festivo.

-¡Mucho gusto DaeGu ssi! ¡El placer es todo nuestro, y nosotros somos quien debemos estar agradecidos, por habernos permitido conocer a sus hijos.-

 KiBum hizo una reverencia de casi 90° mientras que HyukJae y los demás presentes simplemente sonrieron divertidos.

-Oh TaeMin, al parecer si tienes buenos amigos, me haces sentir orgulloso, tus amigos son muy respetuosos.-

-Como no podría ser de otra manera padre.-

-Gusto en conocerlos jovencitos, por favor siéntanse bienvenidos cuando quieran a esta humilde morada, y pues siéntanse como en sus casas, yo iré a preparar algunas otras cosas en la cocina con mi otro hijo.-

Habló el hombre asintiendo en gesto de disculpa por su retirada, ambos invitados asintieron, y aceptaron aquel gesto, para luego despedir al sonriente hombre levemente gordito.

-Por favor, tomen asiento, ya les sirvo el te.-

-Sí, no te preocupes, ya dentro de un rato vendrán JunGyu y creo que DongHae.-

Habló Key, en lo que HyukJae asintió, TaeMin sonrió y se dedicó a disfrutar ese pequeño tiempito de relajación, que hacía tiempo que no tenía con ellos, debido a las responsabilidades de cada uno.

 

Con el tiempo, fueron cayendo los demás, repitiendo la misma rutina que con los primeros 2, presentando finalmente a su padre y a sus amigos entre ellos, hasta que ya estaban por cortar el pastel debido a que se había hecho demasiado tarde, demasiado rápido, y pues el timbre de la puerta sonó…

Todos allí increíblemente se quedaron en un silencio repentino, en lo que se miraban entre ellos intentando adivinar el “visitante” a tales horas de la noche, pues supuestamente ya estaban todos allí.

A TaeMin se le retorció el estómago y su corazón se aceleró, obligándolo a tragar saliva, no sabía por qué, pero tenía una extraña sensación, con sus ojos llorosos por su estúpida imaginación miró a KiBum y HyukJae antes de ir a atender la puerta.

Una vez que TaeMin ya no vio a KiBum, este se tapó la boca, sus ojos brillaban, y saltó silenciosamente en el lugar, mientras codeaba a HyukJae, quien simplemente se limitó a sonreír e intentar calmarlo, pues, tanto DaeGu como TaeJun le miraban extrañados.

Las manos de TaeMin temblaban y sudaban horrible, debido al tramo que jamás se le había hecho tan eterno desde la sala de estar hasta la puerta de entrada. Colocó la mano en el pomo de la puerta y sintió como si su sangre hubiese aumentado de velocidad al recorrer su cuerpo. Como si hubiese estado en un “embotellamiento” y de la nada, se halla destrabado.

Abrió la puerta mucho más rápido de lo que pudo darse cuenta, y en efecto, allí había alguien de pie al otro lado.

Todo su interior se petrificó al ver de quien se trataba. MinHo… había vuelto.

Notas finales:

¡OMGOOOD!!! ¡¡¡NO ME MATEN!!! XD


Jajaja, finalmente ¡el rano hermoso volvió! ¿Cómo seguirá todo ahora? ¡SIGUIENTE CAPITULO ULTIMO! >n< los siguientes como ya dije serán Extras, con la historia de:


~TaeJun y “sensei” :P (OMGOOOD)


~JunGyu y SongKi O.O (¬w¬ lfkdnlkjf)


~ KiBum y JongHyun *0* es decir el viaje a Nueva York. *w*


Aunque que no sé si les gustará o no, pues, creo que ya rescaté lo más importante del viaje, que fue “El encargue” que MinHo le hizo a KiBum *w*  pero bueno...


Lkdfjlhkjdlskjh ¿¡Qué sucederá ahora que MinHo ya volvió!? ¿Volvió para quedarse, o se volverá a ir? ¡OMG! ¿¡Quien sabe!? ¬u¬


Kjhlfkdsjhlkf, ¿me creen si les digo que hasta yo, fangirlee cuando escribí “MinHo… había vuelto.” ? Kfdjñslfl fue muy, muy lkjfslkhjlfkdjh xD bueno ustedes me entienden jejejej xD


Ahora sí, me tranquilizo un poco y me despido xD como siempre digo, espero les haya gustado, y pues siento si hay errores de ortografía, pero saben que siempre se me pasa alguno o algunos, es inevitable xD jejeje. Gracias a los que siempre leer y comentan y a aquellos también que leen desde las sombras xD. 


Ya por costumbre les dejo el link de mi página de Face por si les interesa n.n ♥ ZaffireHeart ♥


PD: Al parecer en el cap anterior no se puede ver la imagen del "gato de Key" pero si le sacas ese 20% o %20 no sé como es del final, se puede ver, igual aquí voy a tratar de dejarles devuelta la imagen de Bonnie, porque tienen que verlo, es que no sé es muy lkfjhlskfj miren que los gatos me gustan pero no tanto y de este me enamoré. Bonnie.


Ahora sí, me despido definitivamente y nos vemos mañana en el #2MinHardCoreWeek day 3 xD jajaja ♥ 


Bye bye~ ^u^//


ZaffireHeart 


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