Capítulo 28: “Broken innocence” Extra 1
(Park DongHoon x Lee TaeJun)
[…] -¿Ho-hola?-
-¿Park DongHoon hyung?-
-¿TaeJunnie?-
[…]
-Por favor, necesito salir de aquí cuanto antes…-
-Me estás preocupando precioso, no es normal que te escuches así, déjame ponerme algo encima, e iré a recogerte en el auto a una cuadra como siempre.-
-De acuerdo, gracias.-
-No hay de qué, precioso, siempre estoy para ti, lo sabes.-
TaeJun asintió como si el mayor pudiera verlo y cortó suavemente el teléfono. Buscó velozmente un papel en la cocina, y dejó una pequeña nota.
<<“Papá, un amigo me llamó para ir a quedarme a su casa, porque está triste, no te avisé personalmente porque no quería interrumpir tu charla con MinHo hyung, estaré bien lo prometo, mañana a primera hora estaré de regreso, lo prometo, siento haberme ido de esta manera, pero mi amigo me necesita”>>
Luego de que dejara la nota en un lugar visible, se dirigió a su habitación a buscar algo más cómodo para usar y de paso, colocar un cambio de ropa en su bolso.
-¿Qué haces pequeño?-
TaeJun tiró el bolso de prepo como si tuviese miles de arañas y se irguió de golpe, aguantando un pequeño grito que casi escapa de él. Cuando giró vio que se trataba de KiBum.
-¿Qu-qué haces a-aquí en mi habitación?-
Cuestionó ahora nervioso el menor, mientras que KiBum se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta, poniendo más nervioso al menor.
-Eso no importa ahora, ¿qué haces aquí, entrando a hurtadillas, mirando hacia todos lados con ojos de pánico, como si fueses un ladrón en tu propia casa? Te vi en la cocina, ¿Crees que es divertido escapar de la fiesta de cumpleaños de tu hermano, por “un amigo” que está muy triste? ¿Es realmente un amigo? ¿Por qué huyes?-
TaeJun bajó la mirada y sus mejillas se pusieron al rojo vivo, había sido descubierto con una facilidad humillante. KiBum se mantuvo observando al menor unos segundos, hasta que el brillo de la luna iluminó su rostro y resaltó aquellas mejillas rojas, provocando que este abriera los ojos a más no poder, al haber atado cabos de inmediato.
-N-no me digas que-que… ¿Es por MinHo?-
TaeJun desvió la mirada aún más de lo que ya lo había hecho y KiBum en ese momento deseo tener un banco para sentarse.
-¿Es por MinHo, de verdad?-
-¡Sí, pero no digas nada por favor, no puedo hacerle esto a mi hermano! ¡Él, siempre ha sido bueno conmigo, y yo no puedo traicionarlo de esa manera, por eso me voy a la casa de un amigo, para no incomodarlos con mi presencia!-
Key ya no podía abrir más los ojos del asombro. ¿En verdad TaeJun se estaba yendo por culpa de MinHo?
-¿Traicionarlo? ¿Qué e-es lo que te incomoda realmente de que MinHo haya venido a visitarlos? Si tú lo apreciabas muchísimo.-
-Lo sé, lo apreciaba, ahora duele… KiBum hyung… duele aquí.-
Habló el menor con la voz entrecortada, mientras se señalaba el pecho y se agachaba para recuperar la mochila con las prendas.
KiBum una vez más abrió sus ojos a más no poder. ¿E-era lo que él estaba interpretando con aquellas palabras?
-¿T-tú… tú te enamo-?-
-¡No lo diga hyung! ¡Y por favor tampoco se lo diga a nadie! ¡És-esto es sólo un asunto mío, ellos no tienen nada que ver, ahora por favor, déjeme ir, m-mi amigo me necesita.-
KiBum se irguió una vez más sobre su eje y tensó aún más sus brazos cruzados.
-¿Es realmente un amigo?-
-S-sí, pero no sé por qué actúa de esa manera conmigo, ya soy grande y u-usted solo es amigo de mi hermano, mis asuntos no le incumben, ahora, por favor discúlpeme, con permiso. Volveré a horario.-
TaeJun algo serio ahora lo cual shockeo al mayor, le dio la espalda y tomando la mochila se tiró por la ventana. Key se exaltó un poco, pero el menor al parecer tenía experiencia en lanzarse por la ventana, pues segundos después lo vio salir corriendo hacia un carro que estaba oculto en la oscuridad. Todo demasiado sospechoso para el mayor, pero tragándose su preocupación y orgullo decidió dejarlo pasar, después de todo, el menor tenía razón, él ya era lo suficientemente grande para tomar sus decisiones y saber que era bueno y que no. Suspiró y se retiró de la habitación.
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-Hola precioso, tardaste un poco.-
-Sí, lo siento DongHoon hyung, tuve un pequeño problema, pero ya lo solucioné.-
El mayor lo miró a los ojos y le besó la frente. Para saludarlo y luego asentir ante sus palabras.
-¿Me contarás lo que te tenía tal alterado bebé?-
-Cuando lleguemos a su casa hyung, ahora no quiero hablar, necesito pensar y distraerme un poco.-
Habló el menor con un poco de dificultad, mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas. Pero respirando intentó calmarse así mismo. El mayor en verdad estaba demás preocupado, pues nunca había visto al pequeño e inocente TaeJun de esa manera, desde que lo conoció con 12 años siendo siempre tan enérgico y vital, captó su atención, pero jamás se animó a nada, y ahora que el menor había crecido realmente bien, al castaño oscuro le costaba muchísimo más, no mirarlo.
Se mordió el labio y aceleró el coche, mientras miró a TaeJun de reojo, que aún mantenía sus ojos llorosos.
Una vez que llegaron al departamento luego de un prolongado silencio, DongHoon suspiró cansino y ayudó a bajar al pequeño, este asintió en agradecimiento y subieron nuevamente en silencio al 4º piso.
DongHoon abrió la puerta, dejó pasar al menor y luego de cerrarla se dirigió directo a la cocina, mientras que TaeJun se fue derecho al sofá a acostarse y encender el televisor, pues no era la primera vez que el menor se “escapaba” hacia ese lugar. Hacía 2 años que había comenzado con aquella costumbre.
El mayor apareció con dos tazas de café con leche y dejando ambas tazas en la mesa, se sentó en el sofá, donde TaeJun apoyó su cabeza. DongHoon comenzó a acariciarle el cabello y comenzó con el asunto, pues realmente estaba preocupado.
-¿Me dirás ahora que pasó bonito? En verdad me tienes preocupado, jamás me habías llamado de esa manera a esa hora.-
-L-lo sé y lo siento si interrumpí asuntos importantes de su vida, pero realmente quería irme de allí y no tenía a quien acudir más que a usted.-
-No tienes porqué disculparte precioso, sabes que siempre para ti voy a estar. Pero dime ¿qué sucedió? ¿Pasó algo con tu hermano? ¿Con tu papá? ¿Pelearon?-
-No, nada de eso…-
-¿Entonces?-
El mayor realmente se sentía en la cuerda floja a punto de caer en la desesperación, pues cualquiera que se atreviese a dañar a su niño, la pagaría caro, pero si no le decía, él no podría ayudar al menor.
-Él… él volvió, hyung.-
Dijo finalmente el menor con una angustia palpable en sus palabras, en lo que se sentó bien escapando de las caricias del mayor, para recoger el café con leche.
-¿Él? ¿Mi-MinHo?-
Con sólo mencionar ese nombre, el mayor sentía que ya le hervía la sangre en furia y celos. Pues él conocía muy bien acerca de ese hombre, que se había encargado de robarle también el corazón a “su niño”, al parecer no bastándole con el hermano mayor, también había abarcado al menor, quien era mucho más hermoso que el mayor.
-S-sí.-
-¿Aún te sigue provocando cosas? Creí que tu hermano era suficiente para él, es una bestia insensible e insansiable… ¿Cómo se atreve a ilusionarte y hacerte eso?-
-¡No, no hyung! ¡No diga eso por favor! ¡Él y mi hermano no tienen la culpa de nada! Ellos sólo han vivido para cuidarme y criarme con cariño y amor, e-estos se-sentimientos, son sólo mi culpa, y-yo fui quien me ilusioné con él, pero siempre supe que MinHo era de mi hermano! ¡Además él nunca me dio motivos para pensar lo contrario, por eso, no se la agarre con él, es mi culpa!-
-¡No lo defiendas TaeJun! ¡Ese tipo se ha atrevido a jugar con ambos al mismo tiempo!-
-¡NO! ¡Se equivoca hyung!-
-Creí que ya lo habías olvidado, pero aún sigues defendiéndolo a muerte…-
-¡Yo también lo creí! ¡Por eso jamás imaginé que estos sentimientos fueran a despertar otra vez, no quiero tenerlos! ¡Quiero arrancarlos de mi pecho! ¡Ellos no se merecen que yo les haga esto!-
DongHoon ya no sabía que decir, pues cada palabra que el menor le decía de esa manera tan desgarradora, también desgarraba su corazón en miles de pedazos. El mayor sólo estaba con la mirada perdida en el suelo, pero unas suaves y delicadas manos en su mentón lo sacaron de su ensimismamiento.
-Hyung… siento todo lo que dije, usted siempre tiene que escuchar mis problemas y yo nunca hago nada por usted, lo siento, en verdad, pero quiero que sepa, que yo… yo no quiero se-sentir esto que siento por él. Yo-yo quiero… que-quererlo a usted.-
Aquellas últimas palabras, aceleraron el corazón del mayor a más de mil, por lo que lo miró de repente, con sus ojos más que desorbitados, el menor, había dicho aquello con mucha dificultad, y sus mejillas estaban más que rojas, mientras que sus ojos aún seguían algo cristalizados.
DongHoon no pudo resistirse más a esa expresión y le resultó imposible, continuar enojado con él, por lo que lo abrazó efusivamente, en un intento por retener sus ganas de besar esos labios que durante tanto tiempo venía deseando.
-Pequeño… no digas cosas, que no puedes cumplir, no te puedes obligar a quererme si no lo deseas…-
-¡Pero si quiero! ¡Qui-quiero darle una oportunidad a usted! Bu-bueno, eso si usted quiere también darme una oportunidad a mí.-
-¡Cómo no voy a darte una oportunidad, bebé, si sabes que yo por ti soy capaz de hacer cualquier cosa!-
Si bien el mayor de cierta manera sabía que el menor lo “estaba usando”, su amor por él lo podía más que nada, como así también sabía que quizás aquello no funcionaría y él arruinaría esa amistad tan cercana que llevaban, pero de todos modos decidió asumir el riesgo, él… estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por el menor, y si debía ser “usado” para ver feliz al menor, él lo haría, después de todo, ya no tenía ojos para nadie más, ni los tendría, en verdad que ese niño lo había flechado.
-Gracias hyung…-
Habló el menor aún con esa voz entrecortada, mientras se separaba del abrazo y miraba a los ojos del mayor con otra intensidad, DongHoon no sabía si debía realmente avanzar y tomar esos labios o no, pero el impulso, el deseo, el anhelo, lo hacían reaccionar involuntariamente. Se sentía demasiado atraído por esa perfecta boquita, tan dulce y casta que el menor poseía.
Su corazón se aceleró a más no poder cuando vio que se estaba acercando y el menor no hacía nada para evitar el contacto. Humedeció velozmente sus labios y finalmente pudo sentir esa sensación que durante tanto tiempo había anhelado. Los labios del menor se sentían realmente increíbles.
Su cuerpo internamente se sintió como una explosión en masa de juegos artificiales, era realmente una sensación indescriptible, pero a pesar de que al principio no obtuvo respuesta, no se lamentaba, si mal no se equivocaba, él había sido quien acaba de tomar la virginidad de esos labios, y eso era más que suficiente para DongHoon.
-L-lo siento, creo que fui demasiado rápido.-
Habló nuevamente el mayor, para calmar un poco el ambiente tenso que él mismo comenzaba a sentir, al no ser correspondido de la misma manera.
Él mayor estaba por ponerse de pie e ir a hacer otra cosa mientras dejaba al menor calmarse, pero éste lo sostuvo del brazo.
-No hyung… no es tu culpa, e-es qu-que estoy algo nervioso… fu-fue mi primer beso…-
El menor bajó la mirada, totalmente avergonzado de sus propias palabras, por lo que DongHoon una vez más, se derritió ante aquellas simples expresiones y no pudo más que abrazarlo una vez más.
-Me matarás de un ataque de diabetes un día de estos bomboncito…-
Habló más que conmovido el mayor, olvidándose nuevamente de todos aquellos problemas que lo aquejaban. Pues ese niño sí que lo volvería loco literalmente.
Se quedó abrazándolo un buen rato, hasta que el menor, fue quien se separó de los brazos y nuevamente le miró a los ojos, pero esta vez, se notaba más decidido, y sin pensarlo, avanzó y besó al mayor, tomándolo por sorpresa, por lo que el primer contacto fue algo torpe y vergonzoso, pero aun así, decidió no desperdiciar el momento, cuando pudo ver con claridad y reaccionar, tomó el control del beso, y a pesar de que aún se sentía algo torpe el contacto había mejorado bastante.
DongHoon antes de que se diera cuenta, se encontraba avanzando sobre el cuerpo del menor, hasta dejarlo debajo de él quien ya estaba levemente jadeando, ante aquella invasión de besos desesperados que el mayor otorgaba sin darse del todo cuenta.
-¿Hyung…?-
Dijo el menor, levemente asustado, pero aun así correspondiendo a los constantes “ataques” del mayor. DongHoon reaccionó de golpe, al darse cuenta que ya sus manos comenzaban a colarse por lugares aún no permitidos.
-L-lo siento precioso, m-me dejé llevar por la felicidad y me anulé, lo siento, no quiero forzarte a nada, será mejor que vaya a lavarme la cara para despejarme un poco, luego nos pondremos a mirar una película… lo siento, ya vengo.-
Habló algo preocupado, pues en verdad que el menor se veía algo asustado, se paró y el no tener oposición del menor, confirmó que realmente se había dejado llevar demasiado por su tan flamante anhelo hacia el pequeño.
TaeJun una vez que quedó solo, se tocó sus labios, realmente no sintió lo que pensó que sentiría, pero aun así, no fue la peor experiencia del mundo, él había dado su primer beso, y el mayor en verdad le hacía sentir cosas, pero nunca tan fuertes como MinHo le provocaba con tan sólo mirarlo, sonreírle o decir su nombre.
<<“¿Qué estás haciendo Junnie?”>>
Una voz en su mente apareció haciéndolo sentir culpable, y alertando su sentido de lo correcto, y esto estaba mal, estaba muy mal… si bien no conocía demasiado acerca de la materia “amor”. Sabía que no olvidaría al moreno mayor, tan fácil como él pensó. DongHoon era de cierta manera su “superior” pues él fue su tutor personal cuando TaeMin quiso que él entrara al colegio, gracias a DongHoon que desde un principio se mostró tan amable, sociable y accesible, TaeJun pudo aumentar un poco su confianza en sí mismo, y con el pasar del tiempo y los años, comenzó a sentir cosas especiales por él, pues DongHoon siempre cuidaba muchísimo de él, pero aun así, su interior no terminaba de “conectar” con ese sentimiento, DongHoon era una excelente persona, el príncipe ideal de muchos, y él lo sabía, pero MinHo… MinHo realmente se le había metido por muy debajo de su piel.
Desde esa vez que apareció en la casa con TaeMin por primera vez cuando ya vivían con DaeGu ssi, desde el momento en que él atravesó la puerta de su habitación, y le habló de esa forma tan amable y cariñosa, TaeJun sintió algo especial por él. Desde el momento en que compartieron aquella cena, juntos, TaeJun no podía dejar de pensar en él y preguntarle a TaeMin cuando volvería a verlo.
Al principio simplemente pensó que era realmente un cariño y aprecio profundo, pero cuando el mayor se fue a Estados Unidos y él un año más tarde se encontraba tan desesperado como TaeMin por verlo, comprendió que eso no era simple aprecio o admiración… MinHo… MinHo lo era todo, pero ese todo… era de su hermano TaeMin, y él no se lo podía quitar. No, de ninguna manera. Y a pesar de que ahora comprendía todo mucho mejor, y sabía que el hecho de que MinHo esté con TaeMin, le causaba celos, y envidia, era realmente difícil. Él no quería sentir eso, él sabía que estaba mal y sólo quería que las cosas volvieses a ser como antes, pero eso sería imposible. Los tiempos habían cambiado, él había cambiado mucho, ya que después de todo había madurado.
DongHoon se acercó nuevamente al sofá y se sentó esta vez un poco más distanciado del menor y cogiendo el control remoto, comenzó a buscar una película. TaeJun aún seguía distraído en sí mismo, en sus propios pensamientos, preocupando demás al mayor que estaba a su lado debido a esa mirada angustiante y cristalina que no desapareció nunca.
DongHoon quería volver a ver a ese TaeJun que tenía dos hermosos luceros en sus ojos, y una sonrisa radiante de lado a lado, quería verlo emanar esa cantidad de energía positiva como antes, y quería hacer lo imposible por lograrlo, pero el estado del menor, ya estaba fuera de sus manos. Sólo le quedaba esperar pacientemente y en silencio como un buen cazador…
-Junnie, ¿estás bien? Te ves demasiado ido. ¿Realmente se me pasó la mano? Lo siento muchísimo en serio, jamás quise propasarme contigo, es sólo que, que tú me gustas mucho y el oírte decir esas palabras, me hicieron actuar de esa manera tan efusiva, en verdad lo siento, no era mi intención.-
Habló aún apenado el mayor, ya no sabiendo que hacer para lograr que el menor cambiara aquella expresión, pero el menor levantó la mirada y le sonrió levemente, acelerando el corazón del mayor una vez más.
-N-no se preocupe hyung, e-estoy bien, s-sólo un poco alterado, pe-pero ya me calmaré y-y vo-volveré a ser el mismo de siempre. Siento hacerlo sentir mal, no es mi intención…-
-¿Pu-puedo abrazarte?-
Profirió el mayor mirándolo con ojitos de borrego, TaeJun simplemente asintió y se acercó al mayor, para que este lo rodeara con su brazo y así ponerse a mirar la película. DongHoon realmente estaba que se dormía a mitad de esta, pero intentó aguantar lo más posible en caso de que el menor decidiera realmente abrirse a él y contarle lo que realmente lo aquejaba.
-Hyung…- Cuestionó casi cerca del final, a lo que el mayor dio un suave respingo pues estaba a los cabezazos, emitió un sonido para decirle al menor que lo estaba escuchando y este aun mirando la película habla. -¿Po-podemos ir-irnos a la cama? e-esta película ya me aburrió.-
-S-sí, bebé lo que tú digas, vamos, no hay problema. ¿Quieres que venga a dormir en el sofá mientras tú duermes en mi habitación? Digo para que te sientas más cómodo y tranquilo.-
-N-no, e-estaré bi-bien, no se preocupe, va-vamos.-
Sin decir más, el mayor quitó al menor de su encima y suavemente se puso de pie, mientras apagaba el televisor y llevaba al menor de la mano a la habitación, algo que puso relativamente nervioso a ambos, pero ninguno de los dos, decidió demostrar esos nervios, aunque las manos sudadas dijeran lo contrario.
Una vez acostados DongHoon daba gracias a dios de poder sentir la comodidad y suavidad de su cama, y más teniendo al menor a su lado, no podía pedir más, aunque quisiera… él estaba dispuesto a conformarse con eso por el momento.
Luego de saludarse como corresponde y como era costumbre desde que el menor escaba a esa casa cuando se sentía realmente sólo o triste, DongHoon besó su frente, acarició su rostro y el menor le devolvió el gesto con un dulce y suave beso en la mejilla, lo cual era algo. El mayor sonrió, abrazó al menor una vez más y se dispuso a dormir pues realmente estaba cansado, pero todo aquel cansancio desapareció cuando segundos o quizás unos pocos minutos después, sintió los labios del menor sobre su cuello.
Volviendo nuevamente a la realidad pues estaba a punto de dormirse se sorprendió.
-¿Qu-qué sucede precioso? ¿Po-por qué de repente te comportas así?-
-Hy-hyung, ámeme… no quiero pensar, no quiero llorar, no quiero sufrir, ámeme por favor…-
-Ta-TaeJun… e-eso que me estás pidiendo e-es demasiado, de-después t-te arrepentirás de por vida…-
-No, no lo haré, hágalo por favor, lo necesito, lo necesito mucho, necesito ser amado, sentirme amado, quiero sentirlo…-
Habló el menor con su voz nuevamente al borde del llanto, rompiendo en pedazos el corazón del mayor. <<“¿¡Qué demonios había hecho ese tipo para transformar al dulce y brillante océano de luz y alegría de TaeJun en un mar de lágrimas y angustia!? ¡Jamás se lo perdonaría!”>> Se preguntó iracundo el mayor, mientras se dejaba llevar por esos besos ansiosos, desesperados, y hasta forzados que el menor le daba, pues no se sentían para nada naturales, y eso es lo que más daño le hacía.
-Corazoncito, no es cuestión de obligarte a sentir algo que no sientes, jamás me perdonaría si luego te arrepientes y me echas en cara el no haberte detenido, quiero que seas racional y que ese momento sea especial para ti, para que lo recuerdes, no para olvidar a otro…-
-Hyung… por favor, n-no me rechace, e-en verdad quiero hacerlo, necesito hacerlo, ya estoy cansado de que me traten como a ese niño de 12 años que no entiende nada, cuando entiendo muchas más cosas de las que piensan, incluso tu hyung… ya no soy un bebé, ya no soy un niño… por favor…-
El menor se largó a llorar en silencio sin poderlo evitar, a lo que DongHoon tampoco pudo evitarlo y suspirando, empujó al menor sobre la cama y avanzando levemente sobre él, comenzó a besar con una dulzura inimaginable los párpados, aquellas salobres lágrimas que escapaban y recorrían aquel bello y delicado rostro.
TaeJun no dijo nada, y cerrando sus ojos, se dejó, mientras se sujetaba fuertemente del mayor, como si se fuera a caer. DongHoon, no pudo resistirse mucho y antes de que lo notara ya nuevamente se encontraba besando con suma pasión y parsimonia el cuello del menor, haciéndolo estremecer por completo.
TaeJun paulatinamente comenzó a olvidarse de todo, y lentamente comenzó a sentir cosquilleos que le agradaban, en verdad que los besos dulces y parsimoniosos de DongHoon, estaban ayudando bastante. Las manos comenzaron a entrar en juego, y el cuerpo entero del menor se estremeció, en lo que soltó un pequeño jadeo, haciendo que el miembro del mayor reaccionase de golpe, sintiendo una correntada abrupta allí. Pero intentando controlarse lo más posible, continuó con sus besos por todo su cuello, mandíbula y oídos, mientras su mano libre recorría parsimoniosamente el cuerpo del menor en unas castas caricias.
Con el tiempo, TaeJun comenzó a relajarse, y DongHoon comenzó a ubicarse cada vez más encima del menor, al ir cogiendo más temperatura de la que esperaba.
-Hyung~-
Gimió por primera vez el menor, enloqueciendo por completo al castaño, así que decidió volver a esos labiecitos que tanto lo enloquecían, el menor increíblemente le correspondió y sus movimientos se veían más relajados y naturales, recuperando un poco la autoestima del mayor.
El mayor ya no pudo aguantarse mucho más y comenzó nuevamente a sentir como sus manos por inercia comenzaban a acariciar el cuerpo del menor por debajo de la ropa, anhelando aquel contacto de piel contra piel, TaeJun se exaltó ante aquel toque, pero no dijo nada, así que el castaño continuó lentamente recorriendo aquel cuerpo para no asustar demasiado al menor.
TaeJun se sentía levemente extraño, pero aun así esas sensaciones que el mayor le provocaba, le hacían querer seguir sintiendo esa “rareza” en su cuerpo. DongHoon quitó la playera de TaeJun lentamente y este se puso algo nervioso, pero aun así no quería detenerse, no ahora, pues jamás había visto esa expresión en el rostro del mayor y le provocaba curiosidad, como así también todo lo que en esos momentos estaba sucediendo.
El castaño comenzó a besar nuevamente el cuello del menor mientras este se mantenía jadeando y despeinando los cabellos de su cabeza, para luego bajar un poco y continuar estimulando y besando el hermoso, plano y lívido pecho del menor. Era realmente un sueño hecho realidad, una mera fantasía que jamás se imaginó poder llegar a concretar o vivirla, pero ahora estaba sucediendo, estaban ahí, TaeJun más dócil que nunca disfrutando de todo el amor y placer que él le otorgaba.
TaeJun comenzó a retorcerse debajo del cuerpo del ajeno al sentir como correntadas sobrecargadas le recorrían el cuerpo a medida que el mayor iba estimulando sus pezones intermitentemente entre su boca, dientes y dedos.
Allí abajo comenzaba a notarse algo “cobrando vida” a lo que al DongHoon haberlo sentido comenzó a coger más confianza y decidió avanzar un paso más, dirigiendo su mano a lo largo de su cadera y piernas, provocando que el menor comenzara a gemir y jadear cada vez un poco más natural. Pues ya no se notaba tan tenso y nervioso como al principio, eso… era bueno, o por lo menos así pensaba el mayor.
Las cosas iban avanzando bien, hasta que DongHoon no pudo soportar más, y se quitó su playera y pantalones de golpe, alejándose un poco del menor quien ya había comenzado a perder en las mieles del placer. Se asustó un poco al ver el repentino accionar del mayor, pero tragando saliva no dijo nada y se mantuvo viéndolo a los ojos. Cuando el mayor estuvo semidesnudo finalmente, TaeJun no pudo evitar bajar la vista y recorrer y reconocer el cuerpo del mayor, viendo algo que logró ponerlo completamente rojo, el glande del mayor, había comenzado a escapar de su ropa interior.
El morenito desvió la mirada de inmediato, sintiéndose algo incómodo por el ajeno, es decir, sintió algo de vergüenza ajena pues en verdad que la situación era penosa, pero al parecer el mayor no pensaba igual.
-Junnie, mírame, no me apena para nada el mostrarte esta faceta de mí, porque es la prueba física de lo que tu provocas en mí, te quiero, te aprecio, te anhelo demasiado, como para apenarme por esto, lo cual es natural cuando sucede esto con la persona que te gusta.-
El mayor moría por decir “que amas”, pero no creyó prudente decirlo por el momento, pues el menor, recién estaba iniciando en todo eso del “amor y relaciones” y no quería atosigarlo ni obligarlo a devolverle las palabras cuando en realidad no las sentía, pero si aquello duraba un buen tiempo, no dudaría en decírselo, de ninguna manera dejaría pasar la oportunidad de decirle un “te amo”, porque sí, él amaba al pequeño desde ya hacía un buen tiempo y no lo había notado hasta que pensó que podría llegado a perderlo cuando este hablaba de MinHo.
DongHoon tomó la mano de TaeJun y colocó una en su corazón, y la otra en su cadera, aunque hubiese deseado colocarla más “abajo”.
-Siente Junnie, explora tú también, es una sensación en verdad muy grata aquella de piel contra piel.-
TaeJun aún más rojo que un tomate tragó saliva y con algo de temor y dudas, comenzó a recorrer el delgado pero fibroso cuerpo del mayor. De su hyung… comenzando a pensar sin poder evitarlo en su hermano y “cuñado” << “TaeMin hyung, ta-también to-tocará de esta manera a MinHo… ¿S-se sentirá realmente de esta manera o mucho mejor?”>> El morenito se puso aún más rojo de golpe, al haberse imaginado a su hermano, MinHo y a él en una misma situación… ¡No! ¡No! Definitivamente él estaba enfermo al pensar que sería algo realmente interesante de “vivir” ¡No, eso sería asqueroso, un pecado para la humanidad!” el compartir un mismo “hombre”… Pero TaeJun aun así lo pensaba.
-¿Bebé, estás bien? De repente te has vuelto más rojo de lo normal. ¿Estás seguro que no has cogido fiebre o algo?-
-N-no, hy-hyung, e-estoy bien…-
Habló el mayor sacándolo de su “asquerosa” imaginación, a lo que él nervioso contestó de aquella manera, un beso suave y tierno por parte del mayor, ayudó a TaeJun a volver a enfocarse en ese lugar y en lo que estaba pasando en ese momento. Suspiró una vez más, sonrió levemente ante el contacto en los labios y por primera vez se animó a ser él quien tomara la iniciativa y comenzara un nuevo beso.
DongHoon más que encantado le recibió y correspondió como era debido, para luego ser él quien tomara el control de aquel beso un poco más apasionado, pues ya su miembro estaba más que erecto, ante todas aquellos suaves gemidos y jadeos que el menor emitía.
Sus manos se colaron dentro del pantalón de TaeJun tocando por primera vez el trasero de éste, quien gimió sobre los labios del mayor pues aún seguían ensañados en un beso un poco más “adulto”. TaeJun comenzaba a sentirse mareado, pero extrañamente le gustaba esa sensación, esto no estaba resultando tan malo como pensaba al principio.
Con el pasar del tiempo aquello comenzaba a sentirse cada vez más “correcto” para el menor, lo cual le hacía sentirse mucho más relajado y libre, tal vez sí podría olvidar a MinHo con ayuda del mayor.
Las manos del castaño comenzaban a desesperar, al luchar con los botones y la cremallera del pantalón del menor, pues ya quería despojarlo de todo, pues en verdad que necesitaba de alguna manera u otra, canalizar aquella erección punzante y dolorosa que se cargaba.
TaeJun de la nada una vez que fue despojado de su pantalón, dirigió su mano voluntariamente hacia aquella zona “necesitada” haciendo crispar y estremecer al mayor a más no poder, logrando que este liberara un grito, gemido de sorpresa. El menor luego de comenzar a estimular aquella zona, le dedicó tiempo al cuello del mayor, pues comenzaba a tomarle “el gusto” a la situación y no le desagradaba, al contrario, quería continuar explorando, experimentando y sintiendo más de ello.
DongHoon ya prácticamente se sentía realizado, pues el hecho de que su “niño inocente” estuviera “atendiéndolo” de esa manera, era más de lo que jamás se imaginó. Con el pasar de los segundos fue aflojando su cuerpo, y el menor por instinto pues no tenía ni idea, fue colocándose encima del mayor para complacerlo de una manera un poco más cómoda, a lo que el castaño accedió encantado, entregándose al disfrute y goce de su niño estimulándolo. Su erección ya no podía más de la necesidad que tenía de liberarse, pero decidió no apurar las cosas, su niño necesitaba su tiempo, por lo que de alguna manera, él también decidió “acelerar” el proceso en el pequeño.
Buscó la manera de poder llegar a su zona erógena y comenzó también a estimular, acariciar y pellizcar, el menor se exaltó ante el contacto, por lo gimió aún poco más fuerte, y nuevamente el mayor no pudo aguantar y dejó al menor debajo suyo nuevamente.
Pero esta vez lo colocó boca abajo, lo cual TaeJun se sorprendió pero no dijo nada, y el castaño comenzó a recorrer su espalda mediante caricias y besos, estremeciendo al menor, hasta que llegó a ese precioso trasero que el menor poseía y comenzó a quitar la ropa interior despacio, para luego quitársela él más que apurado.
-¡Hyung~!-
Gimió asustado el menor, pero el castaño con unos cuantos besos más en la nuca y espalda calmó al morenito, para así continuar con su labor y terminar con aquello cuanto antes, pues en verdad necesitaba “descargar”.
Sus besos fueron descendiendo cada vez más y cuando los labios del mayor llegaron a la espalda baja del de aspecto remilgado, éste mismo se exaltó ante la sensación y la anticipación que sintió de golpe. Su trasero se movió inconscientemente buscando por ese contacto del mayor, hasta que este sonrió y decidió atender aquella demanda del menor.
Continuó besando y cuando llegó a las nalgas, también besó, lamió y mordió aquellos deliciosos globos de “carne”, TaeJun una vez más gimió y gritó ante las sensaciones, pero se retorció en su propio estómago.
Luego de aquello, DongHoon una vez más sonrió complacido y se internó de lleno entre las nalgas del menor, lamiendo y lubricando aquel pequeño orificio que sería su pase al hecho de convertirse en uno finalmente, como durante tanto tiempo había deseado, pero se contenía por miedo a que lo llevaran preso.
Luego de que los gemidos del menor se hicieron prácticamente roncos, y el mayor había podido colar un dedo en el menor, decidió dejar aquella zona en paz por unos segundos en lo que giraba al menor una vez más para quedar frente a frente, pues el mayor quería ver cada expresión y gesto que el menor emitiera cuando aquello finalmente llegara a la etapa final.
Luego de unos cuantos besos más, y de que el mayor estimulara un poco más agresivo el miembro del menor, decidió que era momento de culminar con aquel acto.
-¿Estás listo corazoncito? Entraré en ti, ¿Estás seguro?-
Hablaba mientras volvía a colocar un dedo y luego 2.
-S-si hy-hyung, ha-hágalo, m-me siento de-demasiado extraño, acalorado y sofocado, nenecito liberarme.-
Habló con dificultades el menor, a lo que DongHoon no necesitó más para sonreír ampliamente, besar los labios del menor y dar inicio al paso final.
-Respira hondo y relájate, tal vez duela, pero seré cuidadoso, lo prometo.-
TaeJun asintió, tragando saliva, cerrando sus ojos y respirando hondo para que el dolor fuera menos. Sacó sus dedos, corroboró que aquel orificio estuviese aún lubricado y lentamente comenzó a alinear su miembro y forzar la entrada de su miembro en el morenito con delicadeza.
Y sí, el mayor había tenido razón, aquello dolía, pues sentía como su piel se resistía a ceder del todo y como él comenzaba a sentir que se estaría por dividir al medio, no es que el mayor tuviera un gran tamaño, pero al ser su primera vez, cualquier “medida” era demasiado grande para el menor.
DongHoon, retrocedió ante los pequeños quejidos del menor, y nuevamente embadurnando su miembro con su propia saliva lo intentó una vez más, obteniendo el mismo resultado, pero él no se daría por vencido, luego de unos cuantos segundos de hacer el intento una y otra vez, el glande del mayor logró ingresar…
-¡Aaah~ hy-hyung s-se siente raro!-
Gimió el menor, a lo que el castaño no dijo nada, simplemente sonrió, se acercó al menor y volvió a besarlo una vez más, para luego decir sobre sus labios que aguantara un poco más y volvió a besarlo mientras seguía intentando compenetrarse más con el menor, esta vez sin detenerse, ignorando los pequeños gemidos y quejidos del menor.
Finalmente su miembro llegó al tope y se detuvo, el menor jadeaba realmente agitado y sudado, DongHoon, sonrió con dulzura, y comenzó a repartir besos por todo su rostro de una manera realmente dulce y suave.
-Lo has hecho muy bien, bonito. Ya falta menos, sólo avísame cuando pueda comenzar a moverme.-
TaeJun asintió, pero realmente no sabía si ese momento llegaría, pues realmente se sentía extraño con algo así de esa “envergadura” en su interior, realmente sentía que en cualquier momento se dividiría a la mitad, más el ardor algo insoportable en sus anillos de músculos, pero aun así, tampoco era la muerte, se sentía extraño sí, pero podría soportarlo, su cuerpo se removió levemente en un intento por acomodar mejor aquello en su interior y el mayor gimió ante aquel movimiento, por lo que sin poder evitarlo sus caderas comenzaron a moverse por sí solas, no podía controlarlo. TaeJun comenzó a gemir y jadear una vez más, pero con el pasar de los segundos, se iba acostumbrando por completo a aquella sensación de llenado que iba y venía de su interior.
DongHoon comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas mientras besaba erráticamente al menor y este último se dedicaba a gozar, gemir y jadear, mientras intentaba corresponder también a los besos demandantes del mayor.
El morenito en una de esas, se irguió y levantó su torso más hacia el castaño, provocando así que éste lo sujetara de la espalda y lo acomodara mejor a horcajadas de él, en lo que incitaba al menor ahora a moverse por sí sólo. TaeJun siguió los movimientos manuales del castaño y comenzó a moverse, el mayor se acomodó mejor y se concentró en gozar del momento, pues aquella posición anterior debía admitir que ya lo había cansado un poco.
Las auto penetraciones continuaron hasta el mayor decidió detenerlo y acomodarlo nuevamente en otra posición, dándole la espalda, es decir la posición de perrito, TaeJun en esa instancia se sentía ya mucho mejor, y su cabeza estaba absolutamente anulada por el placer que lo recorría de punta a punta a través de fuertes correntadas eléctricas en forma de espiral.
DongHoon ya también jadeante y sudado, besó unas pocas veces más la espalda del menor y tomándolo del pecho lo guío para que el menor se irguiera y su espalda tocara el pecho del mayor, así de esa manera podía volver a besar sus labios una última vez, pues, al castaño ya no le quedaba mucho “aguante más”. En cualquier momento se vendría, así que pre viendo aquello, sujetó el miembro del menor que también estaba sumamente erecto y comenzó a masturbarlo de una forma un tanto agresiva y veloz, pues así era el ritmo que sus embestidas llevaban y hacían gemir al morenito.
Unos pocos besos más, también de manera errática y TaeJun volvió a la posición anterior, retorciéndose y gimiendo, debido a que el castaño aún no había soltado su miembro.
-¡AAh~ hyung~ hyung~ me-me siento extraño, cre-creo que- Mns!-
-Y-yo también bebé, aahmns, resiste un poco más, aaah~-
Contraatacó el mayor ante las palabras del menor, y luego de unas cuantas embestidas más, casi sin control alguno, el clímax llegó a ambos, TaeJun manchó la mano del mayor y este marcó finalmente el interior del menor. Ahora podría decirse que el menor, era “oficialmente” suyo.
Una vez que su alivio fue notorio, jadeó de placer ante el alivio y cayó encima del menor. Ambos se mantuvieron jadeando por unos cuantos segundos mientras recuperaban sus sentidos y las sensaciones del orgasmo se terminaban de disipar por completo.
Una vez logrado esto, ambos se removieron suavemente de su lugar para ponerse más cómodos y mirarse a los ojos.
-Eso, ha sido maravilloso bonito, espero y realmente no te arrepientas de esto.-
-Gra-gracias hyung, y no, no lo haré…-
“Lo prometo” iba a finalizar la frase, pero decidió reservárselo para él ya que en verdad no estaba tan seguro, por lo menos por el momento no se sentía culpable ni nada, así que todo estaba bien por el momento.
-E-en verdad gracias, u-usted fu-fue muy amable hyung.-
-No era para menos bebé, sabes que eres lo más preciado para mí, soy yo quien debe agradecerte por haberle dado una oportunidad a este viejo…-
-Hy-hyung, ti-tiene 27 años, no es un viejo…-
-Lo soy para ti preciosura, que tan sólo tienes 16, pero no puedo evitarlo, en verdad te quiero y aprecio demasiado, como para dejarte ir…-
-E-entonces no me deje ir, hyung. Usted me hace bien…-
Ambos se sonrieron aunque el mayor lo hizo de una manera más vital, mientras que el menor por el cansancio no tanto, pero aun así, siguió al mayor cuando lo invitó a dirigirse al baño para enjaguarse y limpiarse y poder dormir finalmente como era debido.
Luego una vez ya duchados y relajados, se acostaron nuevamente vestidos, y TaeJun se dejó abrazar por el mayor, y segundos después se durmió profundamente, pues en verdad que aquella nueva “actividad” le había dejado agotado.
Ahora ya no era más un “dulce e inocente niño” como todo el mundo siempre lo trató, ahora podría decirse que era, “un hombre”.
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~ 2 semanas después ~
-TaeJun, sé que todavía no lo habíamos hablado, pero nos gustaría con MinHo que te fueses a vivir con nosotros.-
Habló el menor sin temblar, en lo que tanto DaeGu ssi como TaeJun abrieron sus ojos más de la cuenta.
-Cuando éramos chicos, le prometí a tu hermano, que yo me encargaría de cuidarlos a ambos, y que viviríamos juntos como una verdadera familia, por eso es que te estamos proponiendo esto.-
TaeJun bajó la mirada al igual que DaeGu ssi.
-Hyung me había dicho algo al respecto cuando éramos más niños, pero… los tiempos han cambiado… yo… he cambiado, y hoy me gustaría quedarme con DaeGu ssi. Él necesita de alguien que le cuide, además de que no quiero dejarlo solo, tampoco quiero irrumpir en su vida de “casados” por así decirlo. U-ustedes ne-necesitan su espacio… y-y yo allí sólo estorbaría. A-así que po-por favor acepten mi decisión. Iré a visitarlos, pero quiero quedarme con papá…-
Habló el menor, por primera vez mucho más serio de lo normal, dándole la señal final al mayor de que él había madurado bastante, que ya no era ese niñito ignorante e inocente de 9/12 años. Además de que irse a vivir con ellos no sería bueno para su salud, ni su corazón. ¿Cómo afrontaría el día a día, ver a su hermano, disfrutar de esos labios, esos brazos y esas palabras de devoto amor, que él tanto deseaba? No, sin dudas no sería bueno para nadie, ni para ellos, por no poder expresarse “libremente” ni para él quien sufriría en secreto por MinHo. Por… “su oppa”.
[…]
-Entonces… me voy. Padre. Por favor cuídese mucho y tú.- Refiriéndose a TaeJun. –Cuida también, bien de él.- TaeJun sonrió también con algo de brillo en los ojos y asintió en mudo, pero aquel gesto fue más que suficiente para que TaeMin se conformara y tomara ese gesto como si se tratase de una promesa. Besó también la frente de TaeJun y se alejó, tomó el último bolso de ropa que le quedaba y se puso de pie. –Pronto nos estaremos viendo, por favor cuídense ambos. Los amo. Familia.- MinHo algo emocionado también por la situación asintió en forma de saludo y colocando una mano en la cintura del menor, se retiraron definitivamente de aquella casa.
TaeJun al ver aquella mano de MinHo en la cintura de su hermano, sintió una punzada fuerte y levemente insoportable en el pecho, pero hizo lo posible para fingir que no sucedió nada. Porque sí. Él… ya había perdido su poder de sinceridad e inocencia….
Sentimientos como, envidia, rencor, celos, ira… habían despertado en él.
TaeJun quería llorar, quería hacer realmente un berrinche, por ver aquella escena que no pensó que le iba a impactar tanto, si bien él ya tenía a su “oppa”, aún algo en su interior seguían las cenizas encendidas de aquellos sentimientos que había despertado por el mayor.
¿Irse a vivir con ellos? No, jamás, si bien él amaba a su hermano, no podía complacerlo en aquello, pues jamás nunca, le dijo a nadie de sus sentimientos por MinHo, sólo DongHoon hyung sabía de ellos. Por lo que, le resultaría imposible convivir con esa aura tan melosa que ambos de seguro debían de generar, además, ¿Dormir en la misma casa dónde se supone que tarde o temprano los mayores no aguantarían más y se dejarían llevar por las emociones y sentimientos, mientras él se los imaginaba o aún peor, los escuchaba? No, de ninguna manera. Eso destrozaría su corazón día a día hasta que del tan jovial TaeJun no quedara nada. Prefería vivir con DaeGu ssi, que sabía que nada de eso sucedería, pues si no los veía, no sufría.
-Con permiso appa, me iré a mi habitación a terminar unos deberes.-
Dijo de repente saliendo de su ensimismamiento, el hombre mayor le miró y otorgándole la sonrisa más dulce y sincera que jamás haya podido recibir, asintió y dejó ir al menor, este agradeció el gesto y se retiró, primero calmado, pero luego ya fuera de la vista y oído de su padre, corrió a su habitación y se encerró, se lanzó a su cama, y comenzó a llorar contra la almohada.
¡Él quería olvidar a MinHo! Pero pareciese como si el moreno no quisiese irse de su corazón, o incluso el mismo TaeJun se rehusaba a dejarlo ir, sin darse cuenta.
Luego de que su llanto mermara un poco, lavó su rostro, tomó una decisión de que sin importar el costo, él olvidaría a MinHo a como dé lugar, por lo que se dirigió a la cocina a escondidas de su padre e hizo una llamada, a la cual en el tercer timbrazo fue atendido.
-¿Diga?-
-Hy-hyung, ¿está desocupado en estos momentos…?-