Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

2Min: "Don't you Forget?" por ZaffireHeart

[Reviews - 99]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holiiiiiii!!!! ya estoy devuelta por aquí con el anteúltimo día de esta semanita "HardCore" xD que se ha pasado ¡rapidísimo! *-* jejeje


Estoy algo apurada hoy, pero no quería dejarlas sin cap, así que no puedo decirles mucho más, espero y les guste este segundo extra con la historia de JunGyu y SongKi *0* kdfjlhkjfl


LET'S GO! ^o^// ♥

Capítulo 29: “The Beauty and the Beast” Extra 2


(Lee SongKi x Kim JunGyu)


El castaño menor, se encontraba delante del mayor, siendo rodeado por esos brazos que tanto le gustaban, mientras veían una película, hasta que en una escena, los protagonistas se encuentran mirándose a los ojos, por lo que al menor por un año, de la nada se le representó todos aquellos momentos en los que su vida comenzó a cambiar y la relación con SongKi dio inicio. Habiendo comenzado todo, en aquel momento cuando se encontraba en la preparatoria en el equipo de baloncesto donde conoció a quienes serían sus mejores amigos más adelante, KiBum y TaeMin.


Aún recordaba cuando a éste lo habían mandado a buscar a los “dos alumnos perdidos” y este fue al vestuario y se encontró con una escena que realmente le impactó, haciéndolo sobre reaccionar. Pues no era normal ver a dos personas tan hermosas del mismo sexo interactuando de esa manera tan candente. Ver a KiBum con una pierna en la cadera de JongHyun, sonrojado y algo jadeante, mientras que el de menor estatura lo besaba por el cuello de una manera tan sexual y provocativa fue realmente shockeante, y más cuando este le dedicó una mirada de soslayo a él sin soltar el cuello de su amante.


/// Flashback///


<<“-De acuerdo. Gracias. Por avisarnos. En unos momentos. Estaremos allí. Nos vemos JunGyu.-


Habló en mayor entre besos y suaves mordidas en el cuello del rubio quien estaba más que rojo, y más que humillado por encontrarse en esa situación tan bochornosa y encontrarla excitante sin poder controlar sus gemidos.


-Yo. Creo. Que. Si. Que mejor. Yo. Mejor. Me-Me voy. No. Si. No tarde. Tarden. Los esperan.-


El muchacho no podía quitar sus ojos de encima de aquel par, jamás se imaginó vivir una escena así de “bizarra” en vivo y en directo, le daba asco, pero a la vez, no podía dejar de mirarlos, y su rostro comenzó a teñirse de rojo, debido al calor interno que comenzaba a crecer en él, y no podía creer que 2 tipos de ese calibre de belleza lo-lo estuvieran poniendo duro. Era como vivir una película de porno gay en vivo y en directo. Se repugnaba se repudiaba así mismo, pero aun así él… él salió corriendo de allí con la cabeza hecho un total lío.”>>


/// Fin del FlashBack///


JunGyu en ese momento sonrió nostálgico al recordar su reacción en esos momentos, y al notar lo mucho que había cambiado gracias a esas dos personas que conoció. Pues sí, él realmente al principio se había sentido disgustado con semejante escena en un lugar público, pero secretamente al ver lo sensuales que ellos quedaban comportándose de esa manera, el castaño comenzó a replantearse su orientación en ese momento, pues KiBum realmente le había parecido un ser super sensual y hermoso, hasta incluso llegó a sentir deseos por ese rubio tan afeminado, o quizás había sido por el hecho de que ya estaba “tomado” por aquel hombre y siempre “lo prohibido” se hacía más tentador, pero pudo superar aquella pequeña etapa de su vida.


Hasta que comenzó a hacerse más cercano a SongKi debido a que lo encontró totalmente solo, demacrado y triste en una de las tribunas del gimnasio, por lo que su naturaleza empática, no pudo dejar pasar aquel evento y a pesar de su timidez, se acercó a él a intentar consolarlo y ayudarlo a sentirse mejor, pues JunGyu siempre fue una persona muy humilde y solidaria.


<><><><><><><><><><><><><><><> 


2 semanas después de aquel torneo estresante que los de su instituto vivieron, 2 semanas después de observar aquella escena tan conmovedora para JunGyu entre TaeMin y MinHo, las cosas habían comenzado a cambiar en su cabeza, pues ahora más que nunca había aclarado sus ideas, y había comprendido porque siempre le costaba y le incomodaba tener una novia, al principio él le atribuía esa “dificultad” a su timidez extrema, pero al ver aquellas demostraciones públicas de un amor tan puro entre 2 personas del mismo sexo, comenzó a comprender que quizás él sí se sentiría más cómodo con un chico a su lado, aunque al principio no se veía de esa manera y le parecía una idea realmente “loca”, el tiempo se encargó de decirle lo contrario, pues él por curiosidad también quería saber quién se iría al extranjero y quien no, para felicitarlo como la persona amable y empática que era, pero a último momento cuando vio a dos chicas y a “sus futuros 2 mejores amigos” se sintió intimidado y decidió observar desde lejos.


El primero que su mirada enfocó fue a SongKi, por su evidente sonrisa lo cual realmente llamó la atención de JunGyu debido a que nunca antes había visto sonreír de esa manera al aludido, pues siempre fue una persona realmente fría y distante, pero que jugaba bien, jugaba y eso al parecer, los “jueces” por así decirlo, lo habían notado.


Al oír a la niña llorar, en vez de sonreírle y apoyarlo el menor se sintió algo disgustado. ¿Cómo se supone que se haga llamar novia si sólo piensa en ella misma y en vez de compartir la alegría del momento para el mayor, sólo lo arruine con su llanto y sus comentarios negativos? Y eso enfureció levemente al castaño quien observaba de una distancia prudente, pues eso llanto ese sollozo de parte de la chica, borró de inmediato la sonrisa de SongKi haciéndolo volver al mismo ser frío y distante que hasta a veces daba miedo, o la sensación de que te golpearía en cualquier momento si le decías hola. Tenía un aura intimidante tanto que parecía la Bestia, de aquella película de Disney. Pero esa sonrisa a JunGyu le decía más cosas de las que él demostraba, por lo que aquella persona despertó su interés y curiosidad, por lo que quería comenzar a conocerlo un poco más, pero con esa predisposición se hacía difícil.


Hasta que lo encontró en aquellas gradas del gimnasio unos pocos días después, en aquel estado tan vulnerable que JunGyu no pudo desaprovechar.


///FlashBack – PoV JunGyu///


Iba camino al gimnasio pues quería tener un poco de tiempo para mí a solas, pues realmente no había podido quitar de mi cabeza aquella sonrisa de Lee SongKi, pues aquella única vez que la vi, me pareció realmente despampanante, y por alguna razón me gustaría poder verla más seguido, pues aquella sonrisa era realmente brillante y hasta te transmitía calidez, lo cual era demasiado irónico a decir verdad teniendo en cuenta esa esencia de “Bestia” que tenía.


Pero grande fue mi sorpresa cuando al ingresar al gimnasio de una manera cuidadosa y cautelosa pues no tenía ningún apuro, le vi allí sentado en las gradas, mirando el aro de anotación mientras que sus ojos mostraban una importante irritación e hinchazón debido al llanto, o al menos eso era lo que yo deducía, pues no podía ver demasiado desde la distancia en que estaba. Pero aquel gesto que hizo con su mano, para limpiarse las lágrimas y el sonido que se hace cuando se sorbe, me hicieron entender todo a la perfección, él en verdad estaba llorando, y verlo así, después de no haberme podido sacar esa maravillosa sonrisa de su rostro, me impacto, por lo que al principio me quedé en shock y levemente paralizado mirándole fijamente, a lo que al parecer fue algo demasiado mal educado de mi parte ya que él notó mi mirada en su persona y se giró dándome la espalda.


-Vete de aquí, no quiero ver ni oír a nadie, búrlate si quieres pero lejos de aquí.-


Aquellas palabras dichas con tanta agresividad a pesar del estado en que se encontraba, me cohibió un poco. Pero increíblemente mis ganas de verlo sonreír devuelta, fueron más fuertes que mi cobardía tan acentuada. Por lo que tragando saliva me acerqué lentamente hacia donde estaba él sin decir ni emitir sonido alguno y me senté cerca de él.


-No quiero burlarme, ¿Por qué debería? Para mí no es divertido ver a las personas en este estado. Sé que no soy nadie, pero me gustaría ayudarte, ¿quieres hablar del tema?-


-No, y no me importa quien seas, vete de aquí quiero estar sólo, necesito silencio.-


-Hmm, ya veo, lo siento.-


Dije algo intimidado aún, pero me rehusaba a dejar su lado, por lo que me quedé allí sentado en absoluto silencio. Él me miró de reojo pero no dijo nada, lo cual agradecí y comencé a observar rincón por rincón lo grande que era el gimnasio, apreciando detalles que jamás le había dedicado tiempo suficiente, hasta que luego de unos cuantos minutos, él decide hablar.


-M-me dejó.-


Fue lo único que pronunció de una manera lacónica, pero fue suficiente para que entendiera la situación a la perfección, aquella mujer que le había arrebatado la alegría del momento al “ser elegido” le había dejado, ¿¡Cómo demonios se atrevió a hacerlo!? ¡Esa mujer, no merecía que le llamaran de tal manera!


Comencé a levantar temperatura sin siquiera darme cuenta, y sin siquiera saber por qué me enojaba tanto, hasta que su voz una vez más me sacó de mis pensamientos.


-M-me dijo que no quería seguir así, debido a que yo cuando me fuera de seguro le sería infiel, y ella tampoco prometía mantenerse fiel al no saber por cuanto tiempo me iré, además me dijo que no quería sufrir con mi partida, así que me dejó, como si nada, como si me tratase de un juguete ya viejo y usado. Jamás la creí capaz de eso. Pero lo hizo.-


Realmente yo quería ahora pararme de allí ir a buscar a esa niñata y zamarrearla un poco para que entrara en razón sin importarme que sea una niña y yo una persona súper tímida, pero por alguna razón en verdad ese hecho me molestaba, no quería verlo sufrir, quería verlo sonreír.


-Y-ya veo, entonces si es como dices, ella no te merecía, sé que seguro la amabas y aún la amas, pero si en vez de apoyarte sin importar qué, te transmite energía negativa no vale la pena, eso que ha hecho ella, ha sido muy cruel de su parte, y peor aún al ya dar por sentado que le serás infiel, entonces no confió nunca en ti, y tampoco ella tenía intenciones de serte fiel a ti, pues si de verdad ella te amara, haría hasta lo imposible para no caer en la tentación. Siento decirte esto, pero en verdad ella no era la indicada para ti.-


Hablé como nunca, con un tono levemente furioso, pues realmente que esa niña ya no me agradaba para nada, a pesar de que ni siquiera la conociera, como así tampoco lo conocía a él, pero aun así, me sentía realmente empático con él.


-¿Y acaso tu sí lo eres? Por favor, ni siquiera nos conocemos personalmente, sólo eres mi compañero de baloncesto. ¿Qué sabrás tú?-


<<“¿Y acaso tu sí lo eres?”>> Esas palabras me hicieron bajar la mirada, tragar saliva y ponerme totalmente colorado, pues realmente me hubiese gustado decirle, <<“Si me dieras una oportunidad lo sabrías”>> Pero sabía que jamás sería capaz de decir eso, con esta personalidad tan tímida que cargo.


-Sí, tienes razón, no soy nadie, pero no soy tan tonto como para no darme cuenta que realmente esa niña te hizo daño, mucho daño el cual ni tu ni nadie merece.-


Él no dijo nada, y simplemente me miró de reojo y continuó mirando al vacío.


-E-el otro día te vi sonreír cuando fuiste elegido para viajar al extranjero, y realmente me sorprendió, jamás te había visto sonreír de esa manera, y quería felicitarte como era debido como también a los demás, pero no hubo oportunidad, así que aprovecharé ahora a decirlo…-


Me animé a decir como nunca en mi vida me había pasado y él me miró sorprendido ahora, a lo que yo le sonreí de una manera amable y cálida.


-Felicidades Lee Song Ki ssi, es realmente asombroso que de todos nosotros, usted haya sido uno de los pocos que recibirá esa beca. En verdad me alegro mucho por usted y ojalá que le vaya muy bien.-


Sonreí ampliamente y extendí mi mano para sellar aquel saludo, pero él se mantuvo estático por unos cuantos segundos, hasta que mi sonrisa se fue borrando levemente por una extraña sensación de decepción, pero luego fui yo el sorprendido cuando, siento la mano de él toar la mía y a la vez tirar de ella con fuerza haciéndome perder el equilibrio para caer en sus brazos y se envuelto en ellos. Mi mundo dejó de girar en ese momento, y todo se detuvo a excepción de mi fuerte y frenético latir. Ahora el sentimiento de la euforia es la que había comenzado a recorrerme paulatinamente el cuerpo.


-Gracias…-


Fue lo único que dijo mientras aún me tenía abrazado, a lo que yo, sentí que mi corazón finalmente había comprendido el por qué él me había llamado tanto la atención con esa sonrisa, él… me gustaba.


Por lo que una vez habiendo descubierto esto, me sentí un poco más en paz conmigo mismo, y aproveché el hecho de que aún me abrazaba, para corresponderle yo ahora. Con algo de dudas y miedo lo abracé también y él no se exaltó, lo cual lo tomé como una buena señal.


-No hay de qué, si bien no somos personas tan cercanas, quiero que sepas, que tienes todo mi apoyo en esta nueva etapa de tu vida. En verdad es increíble que hayas conseguido esa beca.-


Él no dijo nada, pero se mantuvo abrazándome aún más a lo que yo creía que estaba en la gloria pero a la vez en el infierno, “disfrutando de algo que jamás tendría”. Era contradictorio, lo sé, pero aun así quería disfrutar el mayor tiempo posible entre sus brazos.


Luego cuando se separó finalmente pude ver nuevas lágrimas en sus ojos, a las cuales él se esforzaba por esconder, pero aún no sé cómo fue que me animé a tomar su rostro, girarlo hacia el mío y limpiar sus lágrimas con delicadeza, dándome cuenta que él, de Bestia… no tenía nada.


Luego cuando terminé de limpiar sus lágrimas, él apartó su mirada levemente, y pues se notaba que estaba avergonzado.


-Disculpa, todo esto ha sido un papelón de parte mía, se supone que nunca nadie antes me había visto de esta manera…-


Yo sonreí ante aquellas últimas palabras y nuevamente hice que me mirara a los ojos, tomando su rostro suavemente, aun no sabiendo de dónde había sacado tanto coraje para actuar de esa manera.


-No te preocupes, es normal que te sientas así, y además si nadie te ha visto de esta manera, déjame decirte que me siento realmente halagado.-


Le sonreí una vez más, a lo que él sorprendentemente me correspondió a la sonrisa y luego de ello, continuamos hablando de cosas triviales, comenzando a conocernos cada vez más, iniciando lo que sería una buena amistad y a su vez, una bonita relación, que jamás me hubiese imaginado que sucedería.


~ Semanas después~


Unas cuantas semanas después, cuando MinHo iba a tener la prueba para irse también junto a SongKi y JongHyun, fue el mejor día de mi vida. Aún lo recuerdo y me pongo realmente feliz.


Estábamos todos nerviosos, pues a pesar de que no fuéramos muy cercanos a MinHo él era una persona muy querida en el equipo. Por lo que en ese día, cuando estábamos esperando por el entrenador, SongKi por primera vez en mucho tiempo, había vuelto a ejercer contacto físico tomándome de la mano. Yo me puse realmente rojo y tímido, pero no quería demostrarlo, pues él también se veía de cierta manera avergonzado y con miedo, pero a pesar de ello, sujeté más fuerte su mano para darle un poco de confianza a lo que él, me miró sorprendido y desvió rápidamente su mirada nuevamente hacia MinHo y los demás, al yo haberle sonreído. Pues hacía días que nuestra relación había comenzado a cambiar, y él me había comenzado a tratar de una forma diferente, un poco más cercana, se notaba que se preocupaba más de lo normal por mí, y eso realmente me agradaba, pues hacía ilusionar a mi corazón, aunque no supiera si eso sería bueno o malo.


Luego cuando el entrenador llegó, comenzó a probar a MinHo, primero solo, y luego poniéndole cada vez más y más obstáculos, SongKi fue uno de ellos, y realmente ver jugar a ambos, era una auténtica maravilla, ambos eran muy buenos, pero debo admitir que en ese momento no podía ser imparcial y mis ojos veían a SongKi mucho más guapo y mejor jugador que MinHo, pero supongo que era lo normal.


Luego de que el entrenador diera por terminada la prueba y aprobó a MinHo como el “tercer elegido” todos nos pusimos realmente felices, incluso gritamos y silbamos de la alegría como si se tratase de alguien famoso o algo por el estilo, pero no, sólo le estábamos demostrando nuestro apoyo y aprecio a MinHo ssi.


Una vez que las cosas se calmaron un poco, me acerqué a SongKi para felicitarlo por colaborar con el “triunfo” de MinHo, y él me sorprendió con su accionar.


-Fe-felicidades una vez más SongKi, lo has hecho de maravi-


Él me sonrió fugazmente y me besó sin previo aviso, en los labios… Quedé totalmente petrificado, pues jamás lo imaginé a él ser capaz de tales cosas, y más porque hacía tan sólo unas semanas que nos conocíamos, pero la verdad es que debo admitir que desde ese día en que lo encontré llorando y sufriendo, sentí una rápida conexión con él. Cómo espero él la haya sentido conmigo también.


Una vez que él terminó de rozar mis labios, yo estaba mucho más rojo que un tomate en plena madurez, y debo admitir que era algo vergonzoso, el hecho de que un “hombre” reaccionara de esa manera como plena colegiala enamorada. Pues no era normal, pero a decir verdad, nada en mí era normal, pues era extremadamente tímido, aunque SongKi estuviese ayudándome bastante con ese tema.


Siendo así que de a poco iba superando mi propia timidez, aunque si bien frente a personas medianamente desconocidas siguiese actuando como una pequeña criatura asustadiza, con él, comenzaba a sentirme un poco más seguro, y podía ser un poco más yo mismo. Él significó un cambio radical en mi vida, debo admitirlo y no me avergüenzo de ello.


Luego de aquel simple e inocente beso, las cosas comenzaron a cambiar entre nosotros, pero por suerte para bien. Comenzamos de a poco el reconocimiento del cuerpo ajeno, entre besos, o caricias y abrazos, pero nada sexual y eso lo agradecía, pues esta era mi primera experiencia de “algo serio” con un chico, como al parecer para él también, así que agradecía ese hecho.


Luego se vino aquella declaración, dónde me pidió oficialmente ser su novio, el día más hermoso de mi vida, después de aquel “primer beso”.


///Fin del FlashBack – Fin PoV JunGyu///


-¿Pastelito? ¿Estás aquí?-


La voz del mayor, sacó de su ensoñación al menor, a lo que éste sacudió levemente su cabeza para volver a enfocarse en el presente, y darse cuenta de todo lo que habían avanzado hasta ahora, llevando ya casi 5 años juntos.


-Sí, aquí estoy, y estaré siempre para ti, mi amor.-


JunGyu sonrió al igual que el mayor y este lo abrazó aún más contra su cuerpo.


-¿En qué estabas pensando que te vez algo nostálgico, incluso tus ojitos brillan?-


El menor se sonrojó levemente y volvió a sonreír.


-En nosotros, en cómo fue que empezó todo y como es que terminamos así, abrazados, mirándonos, sonriéndonos y amándonos, aún no lo puedo creer.-


-Te amo, ¿lo sabes?-


-Sí, lo sé, pero gracias por recordármelo, también te amo mucho, mi amor.-


El mayor sonrió y acercó su rostro para besar al castaño una vez más. Aquel beso como todos empezó de una manera dulce y casta, para “ambientar” al menor a la situación, lo cual le encantaba, el hecho de que su novio fuera tan considerado con él, en verdad le derretía el corazón. <<“¿Cómo pudo ella, dejarte así de un momento para el otro, siendo tan dulce y considerado como lo eres conmigo? ¿Eras así con ella también no es así? No me explico cómo pudo dejarte ir, pero la verdad se lo agradezco, y aunque suene egoísta en verdad lo agradezco. Porque ahora, todo ese amor, es para mí y sólo para mí>>” Se decía así mismo el menor, mientras sonreía entre beso y beso.


-Te amo demasiado SongKi, demasiado…-


-Y yo a ti, mi pastelito.-


Esa bestia que en un principio fue, paulatinamente desapareció con él, sólo seguía comportándose de esa manera con los demás, con personas ajenas a ellos 2, y eso al castaño no le molestaba. Pues adoraba la idea de ser sólo él quien conociese este lado tan dulce y romántico del mayor, se sentía demasiado privilegiado, y eso aumentaba su confianza.


Las caricias comenzaron a recorrer el cuerpo del otro, mientras aquellos besos comenzaban a aumentar de intensidad.


Las manos del mayor comenzó a colarse finalmente debajo de la ropa del menor, lenta y suavemente, mientras que este se dejaba hacer, disfrutando aún más de los besos que el pelinegro le otorgaba.


Del menor comenzaban a escapar suspiros y del mayor ya se comenzaba a notar respuesta en su parte baja. JunGyu, con sus manos delicadamente también comenzó a acariciar y a recorrer el cuerpo del mayor, hasta que las primeras prendas, fueron removidas. Un intenso cruce de miradas, el cual transmitía todo lo que se amaban, una sonrisa sellando el mensaje recibido y nuevamente una sesión de besos y caricias suaves castas pero a la vez pasionales.


SongKi dejó esos labios adictivos por unos segundos para comenzar a saborear el delicado y precioso cuello del menor, comenzando a sacarle aún más suspiros y jadeos con aquel accionar. JunGyu sintió como el mayor lo iba tironeando hacia el costado, hasta que terminó acostado con el mayor encima.


El castaño miró una vez más al rostro del mayor y sonriendo se terminó de entregar completamente, relajó su cuerpo, atrajo más al mayor contra su cuerpo y ambos comenzaron a compartir besos por todo su rostro y cuello, hasta que SongKi decidió bajar un poco y entretenerse en esas dos pequeñas protuberancias que tan divertido se le hacía estimular.


Con el pasar de los segundos, las cosas seguían aumentando de intensidad y temperatura. SongKi había infiltrado su mano dentro de los pantalones del menor para comenzar con “la siguiente etapa” de aquel acto que seguro terminarían de consumar.


Sus labios se separaron y ambos se miraron, pero el detonante de toda la pasión del mayor, fue esa mirada deseosa que el castaño le envió mientras sonreía y mordía sus labios, demostrando realmente lo mucho que deseaba ser “reclamado” una vez más por el castaño.


Luego de aquella mirada, un alud de emociones en espiral despertaron en su interior con la misma intensidad de un tornado, y de inmediato, se separó del menor y sin impedimento alguno, mostró aquella “desesperación” que había nacido en él luego de ver al menor en aquella faceta, se quitó absolutamente todas sus prendas quedando sólo en bóxer, haciendo más notoria aquella erección que se notaba iba en aumento. JunGyu rio pícaro por lo bajo, y con sus brazos atrajo nuevamente al mayor sobre su cuerpo, el cual yacía en aquel sofá cama.


Las manos de SongKi comenzaron a mostrarse cada vez más desesperadas ante el tacto de la piel del menor, acompañando aquella desesperación con unos constantes movimientos de caderas. JunGyu quien ahora sólo sonreía y correspondía a los besos más que relajado, le encantaba sentir aquella “fricción” entre ambos cuerpos.


Sus prendas también comenzaron a desaparecer mucho más rápido de lo que hubiera imaginado, pero aun así, no le tomó importancia. Con el pasar de los segundos, cuando ya sentía prácticamente todo su cuerpo arder y hormiguear debido a los besos y mordidas que el mayor le había otorgado, decidió tomar un poco el control de la situación, por lo que comenzó a empujar suavemente al mayor hasta que este quedó sentado nuevamente en el sofá cama. Un cruce de miradas furtivas, y el brillo en los ojos del menor, delató por completo sus intenciones.


-Joder, por los mil infiernos, amo cuando te pones tan “salvaje y dispuesto”, pastelito.-


JunGyu simplemente sonrió y acariciando un poco aquellos pectorales, deleitándose con aquel cuerpo delgado pero fibroso, fue acomodándose cada vez más, hasta quedar de rodillas en el suelo y otorgarle otra mirada lúdica al mayor. Quien mordió su labio inferior más que deseoso, de que aquel “evento” se llevase a cabo de una vez.


Las manos de SongKi se posicionaron por inercia en el cabello del menor, y suavemente comenzó a dirigirlo a su miembro ya prácticamente erecto aún encerrado en su prisión de algodón.


JunGyu se relamió y miró a su novio, quien en verdad parecía desesperado, pues sus caderas se acercaban solas a su boca, como si estuvieran imantadas, el castaño sonrió una vez más lúdico y comenzó a acariciar aquel “animal inquieto” en su jaula.


Suaves caricias, besos dulces y tiernos de vez en cuando por sobre la tela, hasta que la lengua sintió la necesidad de participar al oír los pequeños espasmos y suspiros del mayor, hasta que finalmente la jaula “fue abierta”.


JunGyu, el dulce, tímido e inocente “adolescente” que todos conocían, en estas situaciones a veces no existía, más cuando él mismo se encontraba excitado y eufórico, al haber recordado toda su historia desde un principio y como increíblemente el mayor le correspondió a sus sentimientos y deseos.


JunGyu, amaba a SongKi. Realmente lo hacía, y esta era una manera de demostrarle que tanto le amaba, pues, “estos trabajos” no era muy “comunes” por parte del menor en estas “situaciones”. Por eso SongKi lo sabía y había estado de acuerdo con ello. Pero cuando el menor se sentía “con ganas”, el pelinegro secretamente agradecía a los 7 cielos por ello.


JunGyu retiró finalmente por completo la prenda interior del mayor y continuó con su “trabajo” mucho más cómodo, ahora que había cogido el ritmo. SongKi sólo se retorcía, jadeaba, se sobre exaltaba e hiperventilaba.


Agitado, luego de unos cuantos segundos o quizás minutos, SongKi separó al menor de allí, lo miró a los ojos aun jadeando, y sujetándolo de las mandíbulas lo levantó para besarlo desaforadamente, e iniciar, la etapa de “sexo salvaje”, que el mayor se moría por experimentar.


JunGyu una vez más, fue prácticamente lanzado al sofá cama, y de inmediato el mayor se le colocó encima como si se tratase de una pantera a punto de atacar a su presa.


Esa lujuria que centellaba en sus ojos, hizo estremecer al menor y nuevamente sujetándolo de detrás de las orejas, lo atrajo hacia sus labios y prácticamente se devoraron entre sí.


Y entre aquellos frenéticos y desesperados besos, la última prenda de JunGyu desapareció, para comenzar a sentir de inmediato, aquellas estimulaciones que le permitirían al mayor, tener un “acceso” más confortable.


Los besos, las caricias y las caderas meciéndose eran totalmente imparables, hasta que en un momento, el pelinegro decidió comenzar a estimular un poco más directo el miembro del castaño, haciéndolo gritar y gemir con un toque de goce, que al mayor le enloquecía.


Momentos después, las manos del mayor ascendieron serpenteantes por el cuerpo del menor, hasta yacer allí en aquella sabrosa y deliciosa boca, la cual tenía labios en forma de corazón.


JunGyu sin que se le dijera absolutamente nada, por sí mismo, colocó algunos de los dedos del mayor en su boca y comenzó a chuparlos hasta dejarlos bien ensalivado.


-Diablos, eres como un gatito bien domado, te amo, me enloqueces tanto Gyukki, que creo que a estas alturas ya no podría vivir ni siquiera un segundo lejos de ti, me faltaría el aire. Te amo, en verdad que te amo más que a nada en este mundo, y sólo los dos sabemos la falta que nos hacemos.-


JunGyu sonrió complacido ante aquellas palabras, y nuevamente volvieron besos más calmados, mientras que “allí debajo” era otra historia completamente diferente. El cuerpo, la entrada del castaño estaba siendo dilatada con una prisa inexplicable, pero de todas formas, el pelinegro se las arreglaba para hacer disfrutar al menor de todas maneras. Por lo que gimiendo entre besos, sus caderas comenzaron a responder al estímulo.


El trabajo continuó unos cuantos segundos minutos, hasta que SongKi creyó sería suficiente al haber logrado ingresar 2 casi 3 allí.


-Aaah~ SongKi~ hmns.-


El glande del mayor había comenzado a presionar sobre su entrada, provocándole aquella reacción, mientras que el pelinegro, una vez más, atacaba a su cuello mientras de a poco, “se hacía uno” con el menor.


-Aahns~ te amo, te amo demasiado, cada día te extraño, cada hora te necesito, cada minuto te siento, cada segundo te amo mucho más.-


-Igual yo, bebé, te amo.-


-Aah~ ¿Hasta dónde?-


-Hasta tus defectos.-


Comentó el mayor con dificultad, debido a que ya había ingresado por completo en el menor, pues ahora sólo le quedaba esperar que el menor se adaptara a él una vez más. Pero JunGyu no quiso esperar, pues al oír aquella última frase sintió que el mismísimo corazón se convirtió en un enjambre de mariposas que se dispersaron a lo largo de todo su cuerpo, incluso hasta le provocó las lágrimas de mera felicidad.


-Joder, aún no sé qué hice para merecerte, y como es que me amas tanto.-


-Bebé, como no amarte, si con un simple “Hola”, me cambias el día.-


El castaño se puso totalmente colorado y esas mariposas una vez más recorrieron todo su cuerpo, jamás se imaginó que “la bestia” podría ser tan endemoniadamente dulce, cursi y romántico. <<“Me saqué la jodida lotería contigo, Lee SongKi.”>>


El pelinegro sonrió complacido al ver la reacción que provocó en el menor, y comenzó a mecerse suavemente, pues este también ya le estaba obligando a moverse y nuevamente, el pequeño coro de gemidos se desató y una nueva ronda de besos castos, dio inicio, tal y como si fuese nuevamente su primera vez.


Las embestidas, comenzaron a coger velocidad y JunGyu comenzó a jadear y gemir más y más alto, aquello aún seguía enloqueciendo al mayor, pues aquellos sonidos tan celestiales y adictivos que el menor emitía, servían de guía para saber si realmente lo estaba haciendo bien o no. Y oírlo gemir de esa manera, sólo elevaba su autoestima y su euforia.


Luego de unos segundos de embestir al menor, ambos decidieron cambiar de posición, y el castaño pasó a estar ahora sentado a horcajadas del mayor, mientras este le sujetaba de las caderas y nalgas intercaladamente, para ayudarle con aquellos saltitos que volvían aún más loco al pelinegro, pues realmente el mayor estaba loco, ciego, de amor por el menor, lo adoraba con devoción. JunGyu prácticamente había cambiado radicalmente su vida, y también su personalidad, y eso era extrañamente bueno, pues, ahora él mismo se podía permitir ser más demostrativo sin tener miedo a ahogarlo o asfixiarlo y “correrlo”.


Aquella ex novia que tuvo en preparatoria, a pesar de que la quería, nunca sintió esa “libertad” para expresarse con ella, pues al parecer a ella, le gustaba esa apariencia de chico serio y malo de la cual se había hecho fama sin quererlo. Su amor… sólo era apariencia, con JunGyu… su amor… era amor. Era realmente amor, si le llegase a pasar algo al menor, él moriría de inmediato, ya que no soportaría ni siquiera una milésima de segundo sin su adorado, dulce e inocente “pastelito salvaje”.


-Aamhs~ SongKi~ ¡Aah~ te amo, no me dejes~!-


-¡Jamás, bebé! Amns ah, aahmns.-


Ambos estaban envueltos en sudor, totalmente agitados pero extasiados con las sensaciones que provocaba el ajeno en el cuerpo propio. Ellos realmente se amaban, ellos sí, realmente serian separados por la muerte.


-¡Aamhn~! ¡Me-me vengo!-


SongKi en un rápido movimiento acomodó nuevamente al castaño sobre el sofá cama, pero esta vez dejándolo en cuatro, para continuar él con aquellas deliciosas embestidas, que le hacían llegar al 7mo cielo.


JunGyu ante las sensaciones arqueó su cuerpo, provocando que se vea más curvilíneo que de costumbre, haciéndolo aún más sexy a ojos de SongKi, quien no pudo evitar no besar esa espalda sexymente centelleante. El castaño respondió al estímulo y se estremeció por completo, hasta que las manos del mayor acariciar por debajo el tórax del menor hasta erguirlo y dejar su espalda contra su pecho, aprovechando a devorar al menor una vez más a besos.


JunGyu se sujetó de la nuca del mayor para corresponder de una mejor manera, mientras que la otra estaba apoyada y sujetada de la mano que estaba estimulando impío su miembro.


-Aah~ Gyukki~ amns~ yo-yo tampoco re-resistiré mucho más.-


Y luego de que dijera aquello jadeante sobre el oído del menor, este se encorvó de repente y dio lugar a su orgasmo, provocando que su esencia saliese de una manera bastante intensa y rápida.


-¡Aaah~ Mmhns Sí~!-


Gritó su orgasmo el menor, mientras volvía a estar en cuatro, mientras se recuperaba de aquel orgasmo que le dejó obnubilado.


Segundos después cuando su sistema respiratorio y cardíaco mermó un poco su actividad, el mayor, nuevamente volvió a la carga, provocándole leves correntadas eléctricas al menor, hasta que aquella sensación tan gratificante se hizo presente. Su ser estaba siendo “llenado” por el mayor, reclamando, proclamándolo una vez más como suyo.


-¡Aaaasnm~! ¡Bebé~! ¡Te amo!-


Era el cuerpo del mayor ahora el que estaba demás agitado, pero aun así, no se permitió caer encima del menor, pues de seguro lo aplastaría, por lo que se retiró lentamente, saboreando esas últimas remanentes del previo orgasmo, y cayó acostado en el sofá cama, hacia el lado contrario del menor, por lo que éste ya mucho más recuperado, lentamente se bajó del sofá, giró su cuerpo para quedar cara a cara con el mayor, y sonriéndole tan amplia y dulcemente como siempre, contagiando al mayor, se re acomodó una vez más, cerca del mayor, permitiendo que este le abrazara.


-Gracias…- Susurró el castaño de repente, SongKi le miró de reojo sorprendido, a lo que JunGyu encontró su mirada, y sonrió para continuar con sus palabras. –Gracias por haberte dado la oportunidad de dejarte amar por mí, gracias por amarme tal y como lo haces, aún después de 5 años, no puedo creer que esté aquí, así contigo, cuando todo había comenzado por simple e inocente curiosidad, pero el destino me ha regalado una linda vuelta de rosca en él. Te amo Lee SongKi, te amo para siempre, por favor nunca me dejes.-


-Antes no te conocía, ni pensaba conocerte, y ahora que te conozco… no puedo vivir sin verte. De nada mi amor, soy yo el que debería estar agradecido, por haber decidido acercarte a “esta bestia”, fría, insensible y solitaria.-


-No, los fríos e insensibles eran los otros, por no tomarse el tiempo de conocerte.-


-Te amo con la vida, yo debería estar rogando e implorando que no me dejes nunca.-


-Eso nunca sucederá, así que no te preocupes.-


-Cuando seamos viejitos, te diré: “¿Ves? Que si eras el amor de mi vida”.-


JunGyu sonrió ampliamente y sus ojos volvieron a brillar con esperanza y nostalgia, sus ojos se cristalizaron y escondió su rostro entre el pecho del mayor, quien también sonrió, lo abrazó aún más, y mientras le acariciaba, besó su cabeza, mientras sentía esas pequeñas gotitas salobres del menor en su tórax.


Sin dudas, un maravilloso futuro les esperaba por delante. El restaurante que Lee DongHae abriría, no estaba muy lejos de ser realizado, y el sueño de JunGyu no tardaría en ser cumplido finalmente, gracias a aquel hombre que una vez fue profesor de danzas, y que gracias a ellas conoció al amor de su vida. Lee HyukJae, quien a su vez era un gran amigo de JunGyu. Todo parecía que iba bien encaminado por el momento y el pequeño y dulce castaño no podía sentirse en el mejor momento de su vida.

Notas finales:

¡OMG! Una historia menos!, espero que les haya gustado haber conocido un poquito mejor los inicios del “SonGyu” XD jajaja, si bien ya se había explicado en la historia “real” por así decirlo, decidí desarrollarlo un poquito más en este otro pequeño extra. El anteúltimo. Y finalmente tengo el gran honor de avisarles definitivamente verdadero, que el capítulo siguiente, será el último! Y Finalmente concluimos con la #2MinHardCoreWeek day 5 jajaja


Espero les haya gustado. El siguiente extra, como no podía faltar será del JongKey, cuando éste viajó a visitar a JongHyun por primera vez. ;) espero les guste n.n Nos vemos mañana! Y gracias a tí NicoMin por comentar y siempre sacarme una sonrisa :3


Perdón si hay errores de ortografía, esta vez si no lo controlé por apurada xD jejej, aquí les dejo mi Página de Face por si a alguien le interesa como siempre digo n.n "♥ ZaffireHeart ♥"


Bye bye~ ^u^//


ZaffireHeart 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).