Capítulo 9:“Apariencias… Engañosas”
Al día siguiente ~ Prácticas de baloncesto ~ (3 semanas para el torneo)
Tanto JongHyun como MinHo, estaban ansiosos y preocupados por ver a Key, aunque el moreno en realidad se había contagiado de las emociones del otro, cuando éste le mencionó que estaba comenzando a preocuparse cuando no vio al rubio platinado en todo el día en la preparatoria.
A la hora del almuerzo lo buscó y lo buscó por todo el lugar, pero nunca llegó, y aunque TaeMin tampoco, MinHo no se preocupó porque a diferencia del castaño más bajo, si había visto a TaeMin venir y entrar al colegio, aunque si bien lo saludó desde lejos porque llegaba tarde, al menos ya no le miraba con odio e intentó sonreírle levemente, y aquello, aquella simple acción, hizo revolotear con veracidad sus mariposas estomacales.
Pero el castaño mayor, es decir JongHyun, tenía razón, al rubio con esa mirada “exótica” no lo había visto en todo el día. ¿Habría faltado, temiendo ser el centro de burlas y abusos de JongHyun y el colegio entero? Pues quizás ahora estaría “deduciendo” que al ser el castaño mayor uno de los más populares del colegio, por “su rechazo” se estaría vengando de él. Y si así era, entonces quizás, sólo quizás, el rubio no sería el indicado para JongHyun, no si lo prejuzgaba de esa manera, no si desconfiaba de él, luego de que él mismo permitió “dejar entrar” en su cuerpo a JongHyun, sin siquiera conocerlo del todo.
No estaba difamándolo ni denigrándolo, pero… su comportamiento dejaba mucho de qué hablar, aunque a él no le correspondiese opinar, aun siendo sólo los involucrados y el moreno los únicos que sabían de aquella “exótica situación”.
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JongHyun realmente parecía león enjaulado, mordiendo la uña de su pulgar, en lo que iba de un lado a otro en círculos con su ceño fruncido, esperando a que los demás jugadores y-y JinKi… llegaran.
Los minutos comenzaron a correr, a morir… al estrepitoso paso del tiempo, que arrasaba con todo a su paso.
Finalmente todos los integrantes estaban allí, incluyendo a JinKi, quien cómo nunca le había notado una mirada, actitud, “aura” hostil a su alrededor, y más aún cuando se dirigía a JongHyun… ¿Acaso lo sabría?
El castaño comenzaba a preocuparse, debido a que ya todo el mundo estaba allí, pero no quien más le interesaba. Estaba a punto de disculparse y salir corriendo del gimnasio para comenzar a buscar a KiBum por todo el colegio, pero sus pensamientos e ideas se vieron interrumpidos cuando de repente sintió la puerta del gimnasio abrirse una vez más.
Su mirada se elevó de inmediato, y se encontró con lo que deseaba… pero no de la forma en que lo deseaba… cuando vio a KiBum, el castaño, casi le da un paro cardíaco, debido a que el remilgado y delicado rostro del rubio platinado estaba “adornado” con diversos colores y magulladuras por todas partes.
JongHyun al ver esa imagen, juraría que oyó el sonido de un cristal estallar contra el suelo, pero no era nada de allí del gimnasio, era su propio corazón.
-¡KEY!-
Exclamó sin pensarlo, con tanta desesperación, dolor y angustia, que todos lo que se habían quedado helados viendo a KiBum, ahora estaban más estupefactos, al verlo reaccionar de esa manera, a JongHyun. Por lo que dirigieron su mirada al castaño que se fue como alma que llevaba el diablo hacia el rubio.
El de apariencia andrógina se exaltó y se sorprendió al oír aquel grito, aquella voz llamando a su nombre, voz, que no era la de JinKi… elevó su mirada y se sorprendió al notar de quien provenía y por la mera pena que aquello le causó, sintiéndose humillado por “presentarse” en esas condiciones frente a quien ahora era dueño de sus suspiros y de quien menos quería que le viera así, desvió su mirada, abrazándose así mismo, en un vano intento por “poner distancia”, por “levantar un muro de protección a su alrededor”, pero aquello no funcionó. Las manos de aquel de piel levemente canela se posaron sobre sus hombros con una delicadeza inimaginable que hizo a todo su cuerpo “erupcionar” de emoción.
-¿Quién demonios te hizo esto?-
Susurró con desesperación y angustia antes de que se diera cuenta, olvidándose de todos “sus espectadores” allí presentes. KiBum sólo le miró una vez, primero asombrado y luego volviendo a girar su rostro, queriendo huir de aquella mirada escrutadora y algo furiosa del castaño.
Pero lo que no sabía el rubio, es que debió de haber contestado algo en ese momento, pues antes de que nuevamente se dignara a mirar a su “captor”, sintió como aquellas manos que le provocaron leves descargas eléctricas desaparecían, haciéndole extrañar aquel toque, anhelarlas a tan solo segundos de haberse deshecho el contacto.
-¿¡FUISTE TU IMBÉCIL, CIERTO!?-
JongHyun fue directo a JinKi como toro enfurecido, cogiéndolo de las solapas de su chaqueta. KiBum en ese momento no pudo creer lo que veía… Quiso moverse pero su cuerpo estaba entumecido por su estupefacción ante aquella imagen.
JinKi al principio se sorprendió un poco ante la actitud tan repentina del castaño, pero luego de “comprender la situación” se mostró inexpresivo y le miraba a los ojos, haciendo hervir aún más la sangre del castaño transformándola en magma enfurecido.
-¡CONTESTA MALDITO INFELIZ ABUSADOR! ¡ADMÍTELO COBARDE!-
Decía o más bien… RUGÍA el castaño mientras zarandeaba con tenacidad y cólera al mayor, al “líder”. Todos allí estaban con las mandíbulas desencajadas ante la escena que se les presentaba frente a sus ojos, a excepción de MinHo y Key, este primero estaba con el corazón en la garganta y los ojos más que abiertos, mientras que el rubio, estaba con sus ojos ya cristalinos, no podía creer lo que había “desatado” su “silencio” pero realmente aún estaba petrificado, en absoluto estado de shock.
-No tengo nada que admitir, porque yo no hice nada.-
Se dignó a proferir el mayor, casi sin voz, sin emoción, para luego sonreír sarcásticamente, aquellas palabras descolocaron momentáneamente a JongHyun quien aflojó su agarre levemente. JinKi vio la oportunidad y continuó hablando.
-También le pregunte que le había sucedido pero no me contestó, ya que ANOCHE cuando salió de MI CASA, su rostro no estaba así, sino sudado y sonrojado…-
Volvió a sonreír con maldad… Y aquellas palabras descolocaron aún más al castaño, pero a su vez aumentaron la cólera y la temperatura de su torrente sanguíneo que ya prácticamente corroía sus venas, sus tripas, todo su interior, solo “magma” embravecido recorría su cuerpo.
JongHyun no podía creer la clase de basura que era realmente su líder, siempre mostrándose tan amable, tan cálido y hospitalario, y ahora era un jodido hijo de puta como no tenía nombre.
¿Cómo pudo haber Key aguantado 2 jodidos años con este maldito malnacido, quien lo despreciaba y lo mantenía oculto de sus “amistades cercanas”? ¿Cómo pudo aguantar 2 putos años, siendo oprimido, escondido, despreciado por este hijo de puta quien aparentaba ser un pan de Dios?
El más bajo, no pudo aguantar siquiera pensar en una respuesta a eso, y la cólera, la ira, ese odio acérrimo que había despertado por esa persona, lo terminó por dominar, y asestó un buen puñetazo en el rostro del mayor, el cual al no esperarse ese tipo de accionar, gimió de dolor y finalmente su mirada dejó ver emoción alguna… Odio, desprecio, ira hacia el castaño mas bajo.
-¡NO ME JODAS JODIDO HIJO DE PUTA! ¿¡HAS SIDO TU, CIERTO!?-
Rugió una vez más el de menor estatura, haciendo crispar y erizar a los demás “espectadores” que ya comenzaban a mostrarse incómodos ante tal situación, ante tal tensión.
Aquel puñetazo logró despertar a KiBum de su entumecimiento, y lo primero que hizo antes de que pudiera razonar, sus piernas se dirigieron corriendo hacia donde estaban aquellos 2 “Alfas” luchando, insultándose, provocándose…
-¡POR DIOS JONGHYUN, SUELTALO! ¡LAS-LAS COSAS NO SON LO QUE PARECEN!-
Chilló el menor de los 3 allí involucrados ahora, e intentó separar el fuerte y tenaz agarre del de menor estatura contra el “líder”.
JongHyun pareció reaccionar a esa voz chillona y a punto de quebrarse por el llanto, despertando levemente sus sentidos, ya no viendo “todo rojo” como veía hace unos segundos…
-¿Co-cómo?-
Susurró totalmente confuso ahora, soltando finamente las arrugadas solapas de la chaqueta del uniforme de JinKi. Mirándolo al rubio, el cual se tensó levemente, mirando al principio a JinKi y luego a JongHyun, sintiéndose realmente entre la espada y la pared, ¿Cómo demonios había terminado él en medio de una especie de “triángulo” amoroso? Era TaeMin quien supuestamente iba a ser protagonista de un “crimen pasional” no él…
-La-las cosas no~ no siempre aparentan ser lo que son… é-él, él no me hizo nada…-
Habló ahora en un susurro bajando la mirada mega apenado, y en ese momento JongHyun sintió cómo le caía un balde con agua y escarcha encima. Miró ahora más que sorprendido a JinKi quien mostraba ahora una gran sonrisa de lado exudando soberbia… JongHyun se mordió para no perder el control nuevamente y golpearlo hasta dejarlo sin conocimiento.
-¿Si no fue él como te sucedió entonces, quien o quienes fueron?-
Cuestionó una vez más lleno de indignación, sorpresa, confusión y ansiedad. Key suspiró con derrota, e intentó calmarse así mismo, al parecer “su humillación” no se mantuvo oculta durante mucho tiempo, como hubiera deseado.
-Ven, será mejor que hablemos a solas y te lo explicaré mejor, así que por favor ya déjalo, e-esta si-situación me apena bastante habiéndose expuesto a “tanto público”.-
Habló más calmado mirando solamente a JongHyun, para mantenerse calmado, pues sabía que JinKi estaba allí, escuchando todo y sentía la mirada clavarse en su pómulo derecho, poniéndolo sumamente nervioso, pero allí estaba JongHyun para contrastar ese nerviosismo con serenidad.
-Vaya~, veo que si cumpliste tu palabra… y te has ido con el primer hombre que se te ha cruzado, ¿Ya te acostaste con él y gemiste como una gata en celo?-
Profirió con veneno el mayor de los 3, dándole justo en el orgullo al rubio, dañándolo, insultándolo, denigrándolo hasta el punto de provocarle las lágrimas.
Key no lo miró, intentó ignorarlo, porque si le miraba, comenzaría a llorar como una niña frente a todos sus “compañeros HOMBRES”… Pero aquel pequeño temblor y tensión en su cuerpo no pasó de ser percibido por ambos castaños, y pues JongHyun, no soportó aquello. Nuevamente se retorció en la ira, y en la cólera, cayendo en la maldita trampa, en la maldita provocación del mayor, sacando lo peor de él.
-¡MALDITO HIJO DE PUTA! ¿¡COMO DEMONIOS TE ATREVES A DECIRLE ESO!?-
Rugió una vez más, asestándole otro golpe en el rostro pero con tanta rabia encima que logró darlo vuelta y tirarlo del banco en donde estaba sentado, importándole un carajo que tuvieran que enyesarlo devuelta por su culpa.
El mayor una vez más gritó, gimió con dolor, al parecer quiso aguantárselo pero le fue imposible. Todos allí emitieron un sonido de impacto y de no poder creer lo que estaban viendo y escuchando.
KiBum no lo soportó más, comenzó a llorar, la situación lo había superado.
-¡JONGHYUN BASTA, DÉJALO!-
-¡NO LO DEFIENDAS! ¿¡CÓMO TE DEJAS INSULTAR DE ESTA MANERA!?-
Una vez más se escuchó un risita desde el suelo por parte de JinKi y JongHyun estuvo a punto de girarse y darle una patada en el estómago, pero una vez más fue retenido, y esta vez por una manos mucho más fuertes… era MinHo, quien le miraba con el ceño fruncido y luego apaciguó su mirada y negó con la cabeza, el castaño una vez más se mordió el labio, chaqueó su lengua y exhaló con molestia.
Estaba a punto de salirse de control por completo, estaba tan fuera de sí, tan cegado por la ira, la indignación de la situación que ni siquiera él se reconocía… por lo que sujetándose con todas sus fuerzas del pequeño y delgado hilo de cordura, se giró y miró a todos los allí presentes, entre que JinKi comenzaba a intentar ponerse de pie con muchas dificultades.
Todos allí cuando vieron la mirada furiosa de JongHyun como nunca antes lo habían visto, se tensaron de inmediato, y señalándolos a todos recorriéndolos con el dedo índice uno por uno “rugió” una vez más.
-¡Y qué esto les sirva de lección a todos ustedes también, si llegan a meterse con Key de cualquier manera, y sale herido… no importa si física, mentalmente o ambas, les juro por mi sangre, que terminarán igual o peor que él! ¿¡De acuerdo!? ¡Nadie, volverá a tocar o insultar a Key! ¿¡ME OYERON!?-
Todos allí tragaron saliva, realmente aterrados, sintiéndose aún mucho más intimidado que en el mismísimo ejército y eso era demasiado decir, para luego asentir con euforia.
-¡Así me gusta!-
Concretó finalmente con cierta satisfacción en su voz y miró a MinHo quien le miraba de cierta manera, orgulloso, asintió ante el reconocimiento de su alto amigo, y luego miró a Key, quien estaba con sus mejillas sumamente sonrojadas como 2 perfectas manzanitas, mirando el suelo.
-KiBum…- Su voz sonó ronca por los “rugidos” y un poco más autoritaria de lo que le hubiese gustado, provocando que el menor le mirase de inmediato levemente obligado, pues se notaba que sus ojos no querían estar en los de JongHyun, pero este estaba seguro de que era porque quería ocultar sus mejillas tan remarcadas. Sonrió tan dulce que a todo el mundo le pareció realmente impactante el cambio tan abrupto en las facciones y el comportamiento del castaño. –KiBum…- Repitió ahora más suave y dulce. –Vámonos de aquí, creo que hay demasiadas cosas que debes explicarme, ¿no es así?- Finalizó hablando sumamente dulce y cálido, y Key le miró una vez más, ahora se notaba sorprendido y al parecer se había olvidado de sus mejillas rojas.
-¿Ti-tiene que se-ser ahora?-
JongHyun frunció levemente su ceño, y de inmediato hizo tragar saliva al menor.
-Sí, ahora mismo, si no quieres que vuelva a “transformarme” en un Hulk endemoniado y poseído por el mismísimo diablo.-
Habló serio nuevamente y algo apenado, pues ahora que sus neuronas se habían enfriado algo, se daba cuenta de cómo había reaccionado, de cómo tratándose de Key, había perdido sus estribos en cuestión de segundos, cosa que jamás le pasó con sus otras parejas. Él siempre fue alguien de una perfecta templanza. Siempre se mostraba calmo sin importar las circunstancias, incluso en lo que lo demás podían calificarlo como unas “situaciones extremas” o de extrema presión, él siempre de alguna manera u otra lograba mantener su temperamento, la calma, pero ahora, hoy, eso se había ido por el excusado, tratándose de Key…
-Pe-pero… el-el torne-
Quiso protestar el menor, pero nuevamente, la sola mención de su nombre en labios del castaño, le hicieron callar de inmediato.
-KiBum…-
Key tragó saliva, y se giró sobre su eje, otorgándole una mirada a MinHo como si estuviese pidiendo permiso para abandonar la práctica como el “segundo líder” que a estas alturas ya era. MinHo asintió con decisión y Key se dispuso a marcharse mientras pedía con cierta timidez a JongHyun que le siguiera.
-De-de acuerdo, sígueme… por favor.-
JongHyun así lo hizo sin decir nada, luego de saludar con un leve choque de manos a MinHo. Y cuando ya estaban saliendo se escuchó al moreno carraspear su garganta, aplaudir y exigirles a los jugadores que se concentraran ahora en la práctica olvidando lo anteriormente sucedido, debido a que ya habían perdido demasiado tiempo.
MinHo le quiso ayudar a terminar de ponerse de pie a JinKi como la persona amable que era, a pesar de que estaba en desacuerdo con su manera de tratar a Key tanto en frente a él, como en su ausencia, según las palabras de JongHyun, pero aun así, si era hijo de puta o no, en estos momentos no debía importar porque a pesar de todo, JinKi seguía siendo el “Líder original” del equipo de baloncesto.
-¡Suéltame imbécil, puedo solo!-
Habló histérico el mayor, soltándose agresivamente del agarre amable de MinHo y éste se le quedó mirando, ¿acaso él también la ligaría por ser amigo de JongHyun?
Luego ante aquella mirada de cierta manera curiosa de MinHo, JinKi frunció su ceño, se sacudió sus prendas, trastabilló unos segundos debido al mareo que esos golpes le provocaron y nuevamente MinHo estaba sujetándole para evitar que cayera. Por lo que a JinKi no le quedó más que desviar su mirada aún con el ceño fruncido y habló.
-Lo-lo siento, t-tú n-no tienes nada que ver en esto a pesar de que eres el mejor amigo de ese idiota…-
Se disculpó descolocando nuevamente a MinHo y a todos los demás allí y se soltó otra vez del agarre del moreno.
-Disculpa, ya no estoy de ánimos para presenciar la práctica, te lo encargo, haces muy bien tu trabajo, y-yo, me iré a casa a descansar…-
Se tambaleó 2 pasos, hasta alcanzar la estabilidad, tomó su mochila y se retiró.
-JinKi…-
Habló en tono neutral el moreno, el aludido se detuvo y le miró esperando a que el otro dijera lo que quería decirle, y entonces luego de unos segundos… se señaló su propio pómulo y debajo de ojo.
-Ponte algo de hielo, está comenzando a hincharse...- El ajeno asintió algo molesto, pero no lo demostró tanto y cuando se estaba por ir el más alto nuevamente le hace detener pero esta vez sin girarse. –Por cierto, me disculpo en su lugar…- JinKi sintió algo de ira ante aquella “amabilidad y humildad” que le sonaba tan fingida, pero que sabía que era auténtica, y de cierta manera, sintió envidia.
-Tú no tienes porqué disculparte en lugar de ese imbécil, si él quiere disculparse, y más le vale que lo haga, tendrá que ser en mi cara, estando frente a frente y mirándonos a los ojos…-
Arrastró sus palabras, intentando controlar la ira que comenzaba a aumentar de temperatura una vez más, pero esta vez sin darle oportunidad alguna a responder, se apresuró a salir de allí.
MinHo asintió a pesar de que el ajeno no lo hubiese visto, y nuevamente suspirando, intentando calmarse también y sacarse toda la tensión que la “escena” protagonizada por JongHyun le provocó, volvió a sus asuntos.
-Muy bien chicos, hoy el entrenamiento será el doble de exigente, debido a que hemos “perdido” ya demasiado tiempo y que no nos queda mucho para el torneo, tan sólo 3 semanas, así que, ¡A jugar!-
-¡AAH!-
Emitieron un lacónico grito de ánimo y finalmente dieron inicio oficial al entrenamiento.
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~Mientras tanto… en el aula de arte~
-Bien aquí estamos KiBum, y te voy a pedir, que por favor seas honesto y directo con tus respuestas, no quiero que andes con vueltas, ¿sí?-
Profirió el mayor de ambos, acabando con el silencio que se había interpuesto entre ellos. El rubio de “mirada exótica” simplemente asintió y tragó una vez más saliva.
KiBum estaba realmente nervioso, pues aún se encontraba profundamente avergonzado por aquello que el castaño le había dicho, o mejor expresado… “advertido” a todos sus compañeros, defendiéndolo, exponiéndose, prácticamente declarándose homosexual y reclamándoles que ahora él… es decir KiBum, “era propiedad” del mayor…
-Antes que nada… ¿Por qué hi-hiciste y di-dijiste eso?-
Se atrevió finalmente a abrir la boca el menor por primera vez, realmente necesitaba saber, ¿cómo es que después de “aquel rechazo”, él aún pretendía cumplir con su promesa de defenderlo, protegerlo y “no avergonzarse” frente a los demás cuando estaba con él?
-¿No está claro? Pero como sea, aquí quien hace las preguntas soy yo, ¿de acuerdo? Cuando respondas a todas mis preguntas con absoluta sinceridad, quizás te permita que seas tú quien haga las preguntas, ¿de acuerdo?-
Volvió a repetir el mayor con serenidad, en lo que el menor algo desconforme con la “negación de información”… por ahora, sólo atinó a asentir. Él castaño sonrió satisfecho y con dulzura, y tomándolo suavemente de la mano, haciendo estremecer al rubio, le guio hasta una mesa rectangular con 6 sillas, sentándolo en una de las laterales, mientras él se sentaba al frente, mirándole a los ojos.
KiBum, realmente no se esperaba aquella unión de manos, por lo que cuando el mayor le soltó delicadamente luego de haberlo “obligado” a sentarse también con delicadeza, KiBum se dio cuenta de que ahora, realmente no quería soltar la mano del mayor.
JongHyun, también con pesar soltó la delicada y fina mano de KiBum, queriendo retener en su cuerpo y en su mente, la sensación de aquellos finos y pálidos dedos.
Se sentó enfrente del rubio, suspirando intentando juntar paciencia y valor, para romper el silencio, aprontándose también para mantener la calma mientras le escuchaba.
KiBum tragó saliva, mientras miraba hacia la mesa, enfocando su mirada en sus manos, más precisamente en sus dedos, en sus uñas que jugaban entre sí, claro gesto que manifestaba su nerviosismo, por lo que JongHyun, decidió dar un rápido final a aquel “interrogatorio” porque realmente lo parecía.
-Bien, sin rodeos, recuérdalo KiBummie… ¿Sí?-
Habló finalmente el mayor dando inicio a aquel interrogatorio. KiBum asintió una vez más con firmeza y continuó con su mirada en sus dedos.
JongHyun cerró sus ojos por unos segundos, y luego enfocándose nuevamente en su “papel” de interrogante, con suavidad, tomó el rostro de KiBum girándolo hacia un costado con una delicadeza extrema.
-¿Quién fue el imbécil malnacido, que se atrevió a hacerle esto a tu rostro?-
Preguntó con algo de furia, pero retenida, debía mantener la compostura, ya había hecho “erupción” minutos antes, y realmente no fue nada agradable, pero en ese momento, no pensaba.
-No es la gran cosa tampoco, no soy solo un pedazo de rostro bonito andante JongHyun…-
Comentó de una manera algo seria, y “sombría” a oídos y ojos de JongHyun, quien abrió sus ojos levemente ante el repentino cambio de actitud.
-Yo no quise decir eso, siento si te ofendí, pero no es nada más alejado que eso, en verdad que quiero saber cómo y cuándo fue, y quien fue el bastardo sin corazón que se atrevió a golpear y a “marcar” a un chico tan bueno como tú sin motivo alguno, porque estoy seguro de que tú no te lo buscaste, KiBummie, me preocupo por ti, mucho más de lo que piensas y de lo que yo mismo pensaba, así que por favor, habla, ¿Sí?... Necesito saberlo, para así saber si debo o no pedirle una disculpa a-a JinKi…-
Ahora fue el tono del mayor que se ensombreció al final de sus palabras, al mencionar aquel nombre. El rubio abrió sus ojos a más no poder, y ese gesto, le tironeó la piel magullada de su rostro, haciéndole mostrar una pequeña mueca de dolor que hizo enfurecer más aún al mayor, pero apretando sus manos contra sus muslos debajo de la mesa, intentó controlarse, a lo que KiBum creyó que su gesto había pasado de ser percibido, otorgándole un poco de alivio.
Sus miradas ahora se cruzaron, se conectaron, y se mantuvieron sin decir nada, la paciencia de JongHyun estaba comenzando a fallar, pero optó por una última táctica.
Acunó el rostro ajeno, con ambas manos, y con la derecha, comenzó a acariciar aquellas magulladuras, con suma delicadeza, KiBum se mantuvo al principio, rígido y levemente renuente, pero luego cuando ese pulgar comenzó a acariciar sus labios, sus respiraciones comenzaron a hacerse cada vez más irregulares, su corazón se aceleró y su cuerpo irónicamente se “aflojó”, comenzó a sentirse como una gelatina.
Era algo realmente increíble, extraordinario, como su cuerpo reaccionaba a la cercanía y toque de JongHyun sin siquiera conocerlo bien a fondo, pero su cuerpo hablaba y le ganaba a la razón, aun no entendía cómo es que el castaño tenía este efecto en él cuando el otro, aquel “amante del pollo” nunca le provocó algo así, ni siquiera en sus mejores momentos.
-¿Me dirás exactamente lo que sucedió Bummie? Y por favor, con absoluta sinceridad…-
Volvió a hablar el mayor con suma dulzura, terminando de ejecutar el hechizo sobre él, haciéndole confesar todo sin tapujos, pues realmente estaba siendo hechizado por aquel toque suave, y que claramente se sentía que era con afecto, afecto que ahora que lo pensaba nunca sintió en las caricias o besos de JinKi. ¿Él… él había sido usado solamente como una especie de juguete sexual? ¿Acaso JinKi sólo lo quería para “descargar su stress”?
En ese momento, cuando el menor dedujo aquello, aún sin saber si había sido así o no realmente, él se sintió sucio. Quería volver el tiempo atrás, quería llorar, pero el mayor, con un toque de labios inesperado lo sacó de sus pensamientos. Agradeciéndoselo, ambos se miraron, y KiBum, por fin accedió a contar todo. Desvió su mirada, suspiró como lo había hecho el mayor antes de empezar la charla y cuando estaba por comenzar, el mayor le obligó con un movimiento suave sobre su rostro, a mirarlo a los ojos.
Aquello intimidó un poco las palabras en la garganta del más chico, pero el mencionado, se forzó así mismo a decir todo, para terminar con aquello de una bendita vez, quería salir corriendo, quería estar solo, quería llorar por “su reciente descubrimiento” en cuanto a JinKi aunque aún no haya sido “confirmada” su suposición.
-Lu-luego de que no-nosotros… bueno ya sabes, hicimos eso…- Comenzó el menor provocándole un profundo alivio al mayor al mostrarse “cooperativo” ante las circunstancias. Sonrió levemente, pues ni siquiera había empezado la parte importante y ya estaba rojo como un tomate, KiBum notó aquella pequeño curva en los labios del mayor, y quería que se lo tragara la tierra en ese mismo momento, pero aquello sería imposible, demasiado bueno para ser cierto. Continuó debido a que el mayor gracias al cielo no le interrumpió. –Bueno, luego de eso… no sé si recuerdas mis palabras.- Miró inquisidor al mayor, quien asintió, quería decir “¿cómo olvidarlo si prácticamente sentí como me clavabas un puñal por la espalda?” Pero nuevamente se decidió a callar, no quería interrumpir al menor para nada.
Por lo que ahora el menor, una vez más tragó saliva ante la afirmativa de su amigo y continuó. –Bueno… yo re-realmente esa mi-misma tarde, ayer… fui a ver a JinKi, a su departamento.- Aquello último lo dijo con demasiado pena, y en ese momento JongHyun no pudo mantener su expresión serena, para seguirle transmitiendo “paz” al menor, el sólo hecho de escuchar eso, sintió como nuevamente le clavaban un puñal, pero ahora arrojándole en conjunto un balde con agua y hielo. Key bajó la mirada avergonzado, pero a pesar de eso, de inmediato enfrentó al mayor quien al parecer estaba por hablar pero él le interrumpió. -¡Pero no a lo que tú piensas!- Sintió la necesidad de justificarse, sintiéndose nervioso como si realmente estaba confesando una infidelidad, pero… “¿Infidelidad?” ¿Por qué? Ellos a pesar de lo que pasó, no eran nada… aún. -¡Yo-yo fui a terminar las cosas con él oficialmente! ¡Entre él y yo no sucedió nada, ni tampoco sucederá más! S-si bien discutimos aún más fuerte de lo que nos escuchaste cuando nos descubriste, él jamás llegó a levantarme la mano, a-así que esto no es su “regalo de despedida” si es lo que piensas, así que por favor no-no te enojes con él…- Tuvo la necesidad de “defenderlo” levemente, pues por más maldito o insensible que haya sido con KiBum, este aún le quería, le apreciaba, pero ya “las brasas” de su pasión, comenzaban a apagarse por completo, transformándolas sólo en cenizas… cenizas las cuales eran llevadas, arrastradas lejos por el viento. Viento que tenía el nombre de “JongHyun”.
-¿Quién demonios fue entonces KiBum? ¡Respóndeme por favor!-
JongHyun comenzaba a reavivar los “caudales” de lava que se habían enfriado en sus venas, al no oír realmente lo que quería oír a pesar de que le dijo que fuera claro y conciso.
-U-un chico que me interceptó en una esquina oscura, no-no me di cuenta de su presencia hasta que me sujetó del hombro y comenzó a burlarse de mí, por haberme vi-visto correr y llo-llorar, además de que me-me robó…- Bajó la mirada, finalmente lo había dicho, no es que fuera la gran cosa, pero el menor se sentía demasiado expuesto contándole esto al mayor, se sentía tan vulnerable, tan patético al confesarle que le golpearon con asco hasta más no poder, por estar llorando como un niño marica… pero pues no era para menos, habían terminado demasiado mal con JinKi, había salido de una extraña relación de 2 años, con la persona que creía que era su alma gemela, pero que había comprendido hace tiempo que no era así, no desde que JinKi comenzó a mostrarse aún más y más paranoico y “avergonzado” de la “supuesta fuente de su felicidad”… -¡Pero no te preocupes, sólo me quitó unos 5mil wons* que tenía en el bolsillo, no era demasiado!- El rubio sintió la necesidad de justificar otra vez los actos de aquella maldita persona desconocida, pues la verdad es que él realmente no quería problemas, no quería confirmar lo que aquel muchacho había dicho como un insulto, “que era un maldito niño marica frágil que de seguro no puede ganar ni siquiera una pelea verbal y que siempre va corriendo detrás de su “noviecito” para que lo rescate porque es tan débil que no tiene autosuficiencia”.
Era cierto, él era débil, pero no por ser un “marica” como aquel chico le había dicho, sino porque la verdad es que a él realmente nunca le interesaron las peleas, nunca estuvo a favor de la violencia, él sólo quería evitarlas, no le gustaba que lo metieran en peleas carentes de sentido, como tampoco le gustaba presenciarlas, si él podía, intentaba deshacerlas, con palabras, nunca metiéndose tampoco de manera física, pero la mayoría de las veces no le hacían caso, como era de esperarse.
En ese momento, todo lo sucedido se le vino a la cabeza como un aluvión de recuerdos, nockeandolo temporalmente…
///FLASHBACK///…