CAPITULO 2: NOCHE AGOTADORA
YoonGi había terminado un pesado dia mas, había tomado el camino mas corto para llegar a su pequeño hogar, nadie se había propuesto llevarlo y eso ya no le molestaba, de hecho estaba impresionado de que aun le dirigieran la palabra en los ensayo, aunque creía que eso se debía a que el grupo lo quería tener vigilado por si en algún momento se volvía una amenaza para ellos.
Estaba esperando que el semáforo cambiara de color cuando su celular sonó avisando que tenía un nuevo mensaje, miro el remitente y una sonrisa torcida se asomó en sus labios, abrió el mensaje y la sonrisa se volvió una mueca de descontento, ¡genial! Lo único que le faltaba.
Dando un resoplido de resignación dio la vuelta dirigiéndose a una tienda, necesitaba comer algo y su chico no llegaría a su casa para cocinarle algo.
Después de comprar algo rápido para comer, papas fritas, refrescos y unas galletas, retomo el camino para su pequeño departamento.
No le molestaba vivir en aquel lugar y si lo miraba bien no estaba tan mal, se localizaba en un sitio algo desolado y los únicos residentes de su edificio eran ancianos que no tenían idea de la música y por tanto no los reconocían, su pequeño departamento era sumamente sencillo, tenía un baño, una habitación y una sala que también servía de comedor, contaba con una pequeña cocina y…bueno eso era su hogar, algo simple y pequeño.
Llego al edificio sin problemas y comenzó a subir las escaleras, su hogar estaba en el cuarto piso y no había elevador, al llegar abrió la puerta y lo recibió la oscuridad, se quitó los zapatos y lanzo la bolsa con los alimentos en el suelo, justo al lado del sillón, después él se lanzó al sofá y dio gracias de que el chico con el que vivía tuviese ordenado el lugar.
Puso algo de música en el pequeño reproductor y saco su celular para hacer una llamada, la noche anterior no había terminado de la mejor manera y no le gustaba estar solo en aquel lugar así que más le valía arreglar las cosas con su chico.
Llamo y espero a que contestara, en el fondo quería una explicación del por qué no llegaría a dormir, soltó un resoplido cuando la llamada se dirigió al buzón.
De nuevo volvió a intentarlo obteniendo los mismos resultados, resoplo, de nuevo, y su buen humor se fue esfumando ¿¡quién se creía aquel chico como para ignorar sus llamadas!?
Espero un poco mientras comía un paquete de papas fritas, si su maldita pareja no le contestaba en su siguiente intento lo lamentaría, se lo haría pagar con creces.
…
B-bomb ingreso al cuarto que por dos meses había estado ocupando el solo, topándose con la escena de un chico acurrucado en la orilla de la cama. Se sentía miserable, no sabía cómo había terminado en aquella situación, cada que lo abrazaba o le daba aliento sentía como su corazón se estrujaba, lo extrañaba.
Tranquilamente se acercó a la otra cama y la desacomodo un poco, después con un gran suspiro se acercó a su cama en la cual dormía U-kwon y lo observo un largo rato, su respiración era tranquila y se removía suavemente buscando encontrar una postura más cómoda, el bailarín lo arropo mejor con la cobija y se subió a la cama, ocupando el espacio libre, lo siguió observando, acariciaba su rubio cabello y delineaba su rostro con tranquilidad, a pesar de la actitud que había tomado anteriormente frente al resto del grupo, aquella donde él le daba ánimos y lo apoyaba y bromeaba con otro, a pesar de tener esa actitud muy en el fondo se sentía culpable, culpable por todo, se sentía responsable de que a su pequeño gatito lo golpearan, se sentía responsable de que él hubiera tomado una actitud tan sumisa frente al otro, se sentía el responsable de que ahora todos en el grupo supieran lo que había pasado.
Estaba observando el bello rostro durmiente del contrario cuando sonó el celular que estaba en la mesita de noche al lado de la cama.
Estiro su brazo para alcanzarlo y que no despertara al chico pero el aparato dejo de sonar, dio un resoplido y lo tomo de todas formas para ver quien llamaba, no es que fuera chismoso solo quería ver si era algo importante, el aparato volvió a sonar y el chico lo metió debajo de la almohada tratando de silenciar el sonido, el cual luego de unos timbrazos se volvió a callar, rápidamente lo saco y lo puso en modo silencio.
El otro chico se removió ante los movimientos y enterró su cabeza en la almohada emitiendo un leve quejido cuando su mano herida se resbalo al suelo. B-bomb se levantó de la cama cuando el celular volvió a vibrar, salto el cuerpo de su compañero y salió fuera de la habitación.
Camino por el oscuro pasillo y se sentó un momento en el sofá, todos los miembros estaban ya en sus habitaciones descansando para el duro día de mañana. Miro el teléfono y frunció el ceño al leer aquel nombre en la pantalla “YoonGi”, tan solo al ver aquel nombre le dieron ganas de golpear algo y sintió renacer toda la furia que tenía acumulada, el teléfono llevaba rato sin producir sonido alguno y él se debatió entre apagarlo o simplemente arrumbarlo por algún lugar con la esperanza de que el otro bailarín no pudiera contactar con Suga.
El teléfono volvió a vibrar y muy molesto salió del departamento con rapidez y contesto afuera de este.
-¿Dónde mierda estas?- se escuchó del otro lado una voz grave y con muchísima molestia.- ¿Por qué no me respondías?- preguntaron con más molestia aun.
-¿Disculpa?- respondió el bailarín mientras caminaba hacia la azotea del edificio, sentía que necesitaba muchísimo aire para no hacer alguna tontería.- a mí no me hables con tus majaderías, ahora si preguntas por Ukwonnie te aseguro que él está bien atendido.
-Para empezar te hablare como me venga en gana- se escuchó la respuesta- ahora hazme el gran favor de comunicarme con el dueño del teléfono para dejar de oír tu voz.
- Lo siento- respondió con fingida tristeza- Ukwonnie está durmiendo en mi cama, tu sabes cómo es esto, él está demasiado cansado como para levantarse, aunque tampoco creo que pueda, después de todo no es sencillo acostumbrarse a un verdadero hombre.- dijo como si fuera la cosa más normal del mundo, lo cual hizo enojar a Suga.
-¡MALDITO IMBECIL! TOCALE UN PUTO PELO Y DATE POR MUERTO- gritaron del otro lado de la línea a lo cual el bailarín se alejó el aparato del oído, escucho como el rapero respiraba intentando calmarse.- si no quieres que vaya en este momento por lo que es mío y lo aleje de todos ustedes más te vale comenzar a comportarte Min Hyuk.
- Ten por seguro que lo hare azúcar, por el momento no te preocupes por sonrisitas, él está bien atendido por su familia.- decía con fingido respeto mientras una sonrisa se asomaba por sus labios, intentaba que en su tono no se notara que le había asustado la amenaza del chico de alejar al rubio de ellos. Sin embargo eso no quería decir que dejaría que el otro dijera tantas cosas.- ¡ooh cierto!- continuo con fingido asombro.- ni siquiera los miembros de tu grupo te hablan o te soportan…creo que sería irrespetuoso de mi parte preguntarte por Hoseok…-concluyo. Espero menos de tres segundos y sonó el típico tono de cuando han colgado del otro lado de la línea.
Había ganado, B-bomb 1 – Suga 0
Dio un gran suspiro y se sentó en el suelo mientras el aire rozaba su rostro, se sentía agotado mentalmente, miro el celular y de inmediato borro la llamada que había contestado para evitar futuros problemas, se levantó del suelo y a paso desganado se dirigió al departamento, abrió la puerta y no se preparó para lo que encontró.
En el sillón medio sentado estaba Kyung, con la mirada perdida y un montón de pastillas y frascos de medicinas regados en la pequeña mesita de centro.
“¡Mierda!, ¿porque hoy?”
…
Se quedó observando el aparato con odio puro, no podía creer las palabras de aquel mentiroso, porque eran mentiras eso de que Yu Kwon estaba en su cama muy cansado por lo que habían hecho, sabía que no debía de caer en aquel juego, B-bomb solo mentía para sacarlo de sus casillas, como detestaba a aquel mugroso bailarín.
Pero, aún más odiaba al ver que había tenido razón en algo, su relación con BTS se había roto, y era en aquellos momentos donde más lo resentía y lo hacía pensar que había hecho mal, que había decidido mal, que era un terco que no sabía nada.
Pero ¡Mierda! Es que él no podía seguir con unas personas que arruinaban la vida de mocosos de secundaria, su moral se lo impedía aunque, en aquellos momentos, después de todo lo que había pasado en los últimos años y primordialmente en los últimos meses con el chico de block b, eso sonaría lo más hipócrita que hubiera mencionado en toda su vida.