Salimos del lugar tomados de las manos, ignorando los gritos de Taemin, no había dejado de llamar a mi nombre y tirar de nuestras manos unidas, fue difícil pagar con él jodiendo sin parar.
Al estar unos cuantos metros lejos, Kibum comenzó a reír mientras se cubría la boca, su rostro comenzaba a tonarse rojo de a poco, mientras su vista se dirigía a mí.
-¿Viste su cara? –Preguntó entre risas, contagiándome.
-Creo que destrozamos su ego –Mencione riéndome.
-Perdón por lo que hice, de verdad, pero era necesario –Dijo cuando logro calmar su burlesca risa, la cual volvió -¡Es que fue muy chistoso! ¡Jajaja!
-Eres un sol –Dije mientras negaba, viéndolo con una sonrisa –Me tomaste por sorpresa, pero fue realmente bueno.
-Hey, no iba a dejar que ese idiota se quedara intacto, te lastimó y no se lo perdonaré jamás.
-¡Uy , eres maravilloso! –Lo abracé de la cintura, alzándolo un poco, comenzó a reírse una vez más, abrazándose a mí.
-¡No cuidado! ¡Ah bobo! –Exclamó entre risas, lo baje, riendo con él –No me agradezcas, pero ¿Sabes algo?, nunca pensé que tu novio fuera tan feo y flacucho.
-Kibum, tú también eres “Flacucho”
-¡Pero no tanto como él!, hablo de cuerpo, dios es una tabla.
-¿Qué te pasa con las tablas? –Fruncí mis labios y nuevamente estallo en risas.
-Perdón, perdón, ¡Pero déjame decirte que tienes muy mal gusto!, por último que tuviera lindas piernas o trasero, ¿No lo crees?, aparte, se le nota en la cara que es un niñito.
-Seguí riendo mientras negaba –Mejor vamos, Kibum.
-Está bien, vamos en busca de tu trabajo.
*
*
Y así pasaron los días, semanas, hasta que llego el mes. Debo confesar que al principio fue duro, tres trabajos de nuevo, no era tan fácil, salía de uno y tenía solo una hora para llegar al otro y luego lo mismo, llegaba muerto, en la noche, pero él siempre estaba allí para alegrarme lo poco que quedaba del día. Siempre me esperaba con una amplia sonrisa en sus labios y una taza de café. Platicábamos de nuestros días y luego íbamos a dormir.
Aunque suene raro, a veces solíamos dormir juntos, nos habíamos vuelto bastante cercanos… y eso me preocupaba.
Taemin, poco a poco, formaba parte del pasado, él, solo había sido un error en mi vida, un error que agradezco, por más tonto que suene… jamás hubiera conocido a Kibum sin él.
Kibum… Kibum lograba tantas cosas en mí, no lo conocía aún bien, me faltaba mucho por conocer de este lindo y adorable chico.
“Oh, eres una obra maestra.”
Todo este sentimiento era extraño para mi, cada vez me sentía más extraño y más atraído por él.
A veces, deseaba pasar todo mi día sentado a su lado, escuchándolo hablar sobre su día o simplemente permanecer en silencio, disfrutando de nuestra compañía. Era un sueño.
Él era mi sueño.
*
-Jjong, necesito platicar de algo contigo.
Una tarde como cualquier Kibum se acercó a mí y mencionó aquellas palabras, su expresión me preocupo, por lo cual presté completa atención.
-¿Sucede algo malo?
-Creo que es hora de que sepas algo –Soltó un suspiro algo largo, sentándose a mi lado mientras entregaba caricias en una de mis manos, vacilando antes de decir lo que tenía en mente.
-Kibum, ¿Qué sucede?
-Jonghyun, estoy en una relación con un chico hace una semana.
“Enemigo de las mujeres, objetivo de los hombres”
-. . .
No oí más que el sonido de mi corazón romperse.
Sabía que no debía crearme falsas ilusiones.
. . .
Pov Kibum.
Todo esto era extraño, desde el día que lo encontré, sentí como si otra oportunidad me hubiera llegado, otra oportunidad de poder tenerlo aquí, conmigo, siempre. Una oportunidad de que fuera solo mío por más egoísta que sonara.
Conocía a Jonghyun hace más de 3 años y siempre había estado enamorado de él… aún así sin conocerlo, lo peor era que el ni siquiera sabía de mi existencia.
Misma preparatoria, mismos talleres y mismo espacio.
Nunca me vio.
Sin embargo yo a él sí.
Jamás tuve el valor de hablarle… yo era tan tímido y reservado que sentía que se reiría en mi cara.
Jamás lo pude sacar de mi mente, siempre me había arrepentido de no haberme acercado a él, haber hecho por ultimo una linda amistad con él.
Y cuando lo encontré hace más o menos un mes, tan mal… vulnerable, solo… volví a caer en sus encantos.
Y caí rendido a sus pies.
Enamorado, como nunca.
Todos me decían que era un idiota por haber alimentado por tanto tiempo un sentimiento sin remedio alguno, pero mi remedio era él, solo él.
Aún recuerdo con una sonrisa en mis labios el beso que nos dimos frente a su ex novio. El mejor beso de todo el mundo... aunque fuera por despecho. Había logrado tocar esos gruesos y suaves labios, acariciarlos con los míos, poseerlos, No sé porque en esos momentos sentí algo especial.
Pero con el pasar de los días iba teniendo una batalla interna.
El no se enamoraría de mí jamás y si fuera así… no creo que sea de verdad. No creo que olvidé a Taemin de un día para otro. Temía que al estar conmigo… volviera el chico y lo arrancara de mi lado.
La forma de su mirar, como me sonreía y su actitud conmigo… era hermosa, pero tenía miedo.
Y preferí comenzar a alejarme de él.
Allí fue cuando sentí como uno de mis amigos, Woohyun, comenzaba a acercarse a mí. Comenzó a invitarme a salir y acepté, a espaldas de Jonghyun, con simples excusas que él creía.
Me sentía malo, hipócrita, falso.
Solo salía con él para poder dejarlo atrás.
Hasta que un día todo se salió de mis manos, y me beso.
Namu era lindo, atento, tierno… pero no era él.
Sin embargo, lo acepte cuando me pidió noviazgo… estaba desesperado, sabía que lo que hacía estaba mal, pero necesitaba arrancarlo de mi corazón, necesitaba dejar de sentir esas ansias por verlo, escuchar su voz, abrazarlo… besarlo.
Y entonces una semana después, decidí contarle por fin a Jonghyun que salía con este chico.
Nunca olvidaré su reacción.
Solo me observo, callado.
Y desapareció de mi vista de un momento a otro. Solo oí el sonido de la puerta cerrarse y nuevamente el silencio absoluto en la sala.
Cerré mis ojos, ¿Se había molestado?, ni que preguntarlo, era más que obvio.
¿Qué diablos había hecho?
*
*
Jonghyun volvió a las pocas horas luego, no me saludo, tampoco miro, solo siguió de largo y se encerró en la habitación, un suspiro ahogado salió de mis labios. Woohyun vendría a cenar en menos de treinta minutos y las cosas seguían tensas entre ambos.
Preferí dejar que se calmara e intentar pasar un momento agradable con mi novio.
Novio… sonaba tan extraño.
-¿A que ahora llega? –Escuche una voz a mis espaldas, me volteé de inmediato encontrándolo apoyado en la entrada hacía el pasillo.
-En media hora más… -Lo observe unos segundos y luego baje mi vista.
-Ven aquí –Sentí como tomo mi mano y jalo hacía él, abrazándome con cuidado por unos cuantos segundos, separándose para acomodar mis cabellos y verme directamente –Espero que estés haciendo una buena elección con el chico ese, sabes que si te hace algo, no le irá bien.
–¿Cuento con tu apoyo? –Eleve mi vista, clavándola en su profunda mirada.
-¿Por qué no lo habrías de tener?
-Tonto –Susurré y volví a envolver mis brazos en su cuerpo, dejando apoyada una de mis mejillas en su pecho.
“Eres una santa perfección.”
Namu llego a la media hora con un ramo de rosas en sus brazos, sonreí en manera de agradecimiento, sin embargo para él no fue suficiente, y me beso, Jonghyun de inmediato aclaró su garganta frente a nosotros, provocando que él se separara de mi y lo quedara viendo unos segundos.
-Namu, él es Jonghyun, mi amigo y compañero de piso.
-Un gusto, Soy Nam Woohyun –Estiro su mano hacía Jonghyun, quien le dio un apretón a esta.
-Soy Jonghyun, Kim Jonghyun, como dijo Key, el gusto es mío –Sonrió levemente, separando sus manos a los segundos.
-Me alegra mucho que por fin se conozcan –Dije emocionado, tomando la mano de Woo y jalándolo al comedor –Preparé algo para comer, no sé si les guste, pero es la idea, acomódense, ya vuelvo.
Partí a la cocina, bastante nervioso, Jonghyun parecía estar haciendo todo esto por mi y se lo agradecía bastante.
*
*
*
La noche pasó de forma agradable, Jonghyun y Woohyun compartieron amablemente, a ambos se les notaba divertidos y relajados, pero yo no podía estarlo.
Sentía que usaba a Woohyun, pero… esa no era la palabra, solo, que, no lo sé.
Jonghyun me gustaba, bastante, pero sabía que todo esto no era posible.
Un “nosotros”, entre ambos no era posible.
Nos conocíamos bien, sí, Sabíamos varias cosas el uno del otro, sin embargo, yo sabía que Jonghyun seguía sintiendo algo por el chico ese y que por todo el cariño que yo le daba… se podía confundir y pensar que ya lo había dejado atrás, siendo que no es así.
Aparte… yo estaba algo dolido con el pasado. El jamás se volteó a mirarme, jamás me noto, jamás noto como me arreglaba para él cuando iba a algún lado donde estuviéramos ambos.
Jamás noto mi existencia.
Hasta hace unas semanas atrás.
Tampoco podía culparlo del todo, cuando alguien se enamora, solo tiene ojos para esa persona, a pesar de todo lo que pueda pasar, tu mundo, gira alrededor de aquel ser y solo te fijas en él, a cada momento, en cualquier lugar y circunstancia.
-¿Kibum? –Su suave voz me saco de mis pensamientos, eleve mi vista, sintiendo sus miradas encima de mí.
-¿Sí?
-Parecías hipnotizado –Rió un poco mientras se levantaba –Te decía que ya iré a dormir, los dejo solos.
-Está bien… eh, buenas noches –Le sonreí vagamente.
-Buenas noches, un gusto conocerte, Woohyun –Estrecharon ambos sus manos mientras se sonreían el uno al otro.
-El gusto fue mío, espero poder vernos nuevamente –Respondió Woohyun, Jonghyun se retiró a los segundos, afirmando a sus palabras.
-Qué bueno que se agradaron, pensé que no lo harían –Confesé soltando un suspiro.
-Jonghyun es un buen chico, tiene varios temas y es agradable.
-Lo sé –Sonreí inconscientemente, asintiendo varias veces.
-Creo que lo correcto es que yo también me marche, ya se está haciendo tarde –Woohyun se levantó, mientras se acercaba a mí, depositando un cariñoso beso en mis labios –Nos vemos mañana, bebé, quiero llevarte a un lugar.
-Está bien, Namu, cuídate y ve con cuidado.
Una vez más se despidió y se marchó.
Quede solo allí en la sala, el silenció era inquietante. Un suspiro salió de mis labios, llenando de ruido el lugar.
Tenía que seguir con esto si quería olvidarlo…
Aunque estuviera haciendo mal.