Baekhyun subió al muelle y agarró la toalla que Chanyeol le tendía. Rápidamente se secó y se vistió con los jeans que Chanyeol le entregó. Esto se había convertido en casi su rutina de la mañana en el último par de semanas. Baekhyun nadaba en el lago ida y vuelta mientras que Chanyeol lo esperaba en el muelle. Todavía no había sido capaz de convencer a Chanyeol de saltar con él.
Pero no se había rendido.
—Tenemos que volver a la casa, bebé —dijo Chanyeol—. Tu padre quiere irse antes de que se haga demasiado tarde.
Baek frunció el ceño mientras miraba a su alrededor. El sol estaba apenas saliendo a lo largo de la línea de árboles. Niebla aún se cernía sobre el lago, dándole un resplandor misterioso que sólo alguien que vivía en las montañas podía apreciar.
—¿Se está haciendo demasiado tarde? ¿Hablas en serio?
—De hecho, creo que está ansioso por volver con tu madre. Mientras que ella ha sido capaz de venir y visitarlo varias veces en las últimas dos semanas, creo que tu padre no se contenta con estar lejos de ella.
Baekhyun se encogió de hombros, ya que tenía sentido para él. —Estaría perdido sin ti, así que lo entiendo.
Chanyeol sonrió y envolvió su brazo alrededor de la cintura de Baekhyun —Si ayuda en algo, yo estaría perdido sin ti, también, príncipe.
Baek puso los ojos en blanco. Chanyeol se negaba a llamarlo Alfa después de la pelea con Taeyang. Insistió en que Baekhyun estaba construyendo su propio pequeño reino, un miembro de la manada a la vez. Él podría haber tenido razón.
En las dos semanas que habían pasado desde que Baekhyun derrotara a Taeyang más de una veintena de nuevos miembros se habían sumado a la manada, tanto lobos como humanos. Varios más habían solicitado unirse a la manada. Si las cosas seguían como estaban, Baekhyun tendría que pedir al Consejo más territorio.
—¿Dónde está Kris? —preguntó Baek mirando alrededor de los árboles mientras se abrían camino hasta la casa. El Beta solía estar a poca distancia. Sentía que le había fallado a Baekhyun al dejar que Taeyang se llevara a Chanyeol y se negaba a dejarle ir a alguna parte sin escolta, a pesar de que trataba de darles un poco de privacidad. Él sólo se quedaba a cierta distancia.
—Creo que está tratando con Tao.
Baek puso los ojos en blanco otra vez y luego dejó escapar una risita. Tao había decidido que quería a Kris, y el hombre seguía a Kris a donde quiera que fuera. Había hecho tantos pases en Kris que incluso Baekhyun estaba cansando de ellos.
Baekhyun no había sido capaz de averiguar por qué Kris no había tomado a Tao a pesar de sus descaradas invitaciones porque si bien él no era del tipo Kris, Tao lo era y con creces. Normalmente, Kris hubiera ido por Tao sin pestañear, pero por alguna razón, parecía desinteresado.
—Tae y Sehun están al frente, esperando con tu padre.
Asintió y cambió la dirección de la parte trasera de la casa hacia el frente. Sonrió cuando vio a su padre de pie en el amplio porche con Taeyeon y Sehun. Los guardias de su padre estaban parados junto a la limusina que Baek le había dado a su padre —la limusina de Taeyang, Baekhyun no la quería.
No quería tampoco la monstruosidad de casa que el ex Alfa había construido. Después de dar rienda suelta a su manada para que tomaran lo que quisieran de ella, Baekhyun había ordenado que el lugar fuera demolido y rescatar lo que pudiera ser utilizado para construir más casas y reparar las viejas contracciones.
Una vez que la casa había desaparecido totalmente, Baek planeó construir un parque justo en el lugar. Seguiría siendo un lugar de encuentro para la manada, pero las vibraciones serían de ellos, no de un ególatra perverso que pensaba que aterrorizar a los miembros de la manada era la manera de gobernar.
—¿Listo para ir a casa con mamá? —preguntó Baek mientras subía las escaleras del porche.
Su padre se volvió y le sonrió. —Más de lo que puedes imaginar.
Baekhyun miró a Chanyeol por el rabillo del ojo. —Oh, tengo una idea bastante buena.
—Sí, supongo que la tienes —reflexionó el Anciano Byun mientras miraba a Baekhyun y Chanyeol—. No olvides que tu madre y yo estaremos de vuelta el próximo mes para la apertura del parque. Yoochun y Eunhye me han asegurado que habrá bastante celebración.
—Eso espero —dijo Baek—. Estoy muy entusiasmado por eso.
—Camina conmigo hacia el coche, hijo.
Baekhyun frunció el ceño mientras seguía a su padre escaleras abajo. Él había pensado que su padre le había dicho todo lo que tenía que decir, pero tal vez había algo más. No se habían formulado cargos contra Baekhyun por su pelea con Taeyang, ya que había sido un desafío justo a la autoridad de Baekhyun como Alfa y a su defensa de la manada y su apareamiento.
El asalto contra Chanyeol que Baekhyun había informado había sido desestimado, ya que no se pudo encontrar evidencia —la toalla manchada de semen había desaparecido misteriosamente—, y Chanyeol se negó a presentar cargos. Con el peso añadido del apareamiento, toda la cosa había apuntado a un simple malentendido entre compañeros.
—¿Es algo malo, padre? —preguntó Baek cuando llegaron a la limusina y su padre hizo señas a sus guardias.
—No, hijo. —El Anciano Byun sonrió—. Sólo quería decirte lo orgulloso que estoy de ti. Has hecho algo grande aquí, y tuve la suerte de ser testigo de ello. Tu madre y yo sabíamos desde muy temprano que estabas destinado para grandes cosas y queríamos eso para ti, pero sobre todo, queríamos que fueras feliz.
Baekhyun miró a Chanyeol a través de las lágrimas que querían llenar sus ojos ante las palabras de su padre. Vio a Chanyeol sonreírle y enviarle un saludo con la mano. Sus ojos se detuvieron por un momento en el collar de oro alrededor del cuello de Chanyeol. Baek se lo había dado cuando realizaron una ceremonia de boda en frente de la manada entera, incluyendo a los padres de ambos. Los padres de Baekhyun habían dirigido incluso la ceremonia, que se había llevado a cabo en la orilla del lago con la manada entera como asistencia. Por desgracia, la madre de Baek tuvo que regresar a casa al día siguiente. Baekhyun sabía que era ese el porqué su padre se encontraba en tal prisa por irse. Echaba de menos a su compañera. El vínculo entre ellos estaba llamándolo. Después de haber sido separado de Chanyeol por tan poco tiempo mientras el Alfa Taeyang lo retenía, Baekhyun sabía exactamente lo que su padre sentía.
—Soy feliz, padre —dijo Baekhyun sin apartar sus ojos de su compañero—. Tengo todo lo que siempre he querido aquí.