Chanyeol estaba nervioso mientras esperaba a que el nuevo Alfa entrara en la habitación. Todos habían sido entrevistados en este punto, y ahora todos se habían quedaron allí esperando a que el hombre saliera y hablara con ellos.
El resto de la manada parecía muy inquieta. Varios miembros caminaban de ida y vuelta como si estuvieran tratando de mantenerse despiertos. El sol se había puesto hacía un par de horas, y Chanyeol sabía que todo el mundo estaba ansioso por llegar a casa. Muchos de ellos tenían familias que los esperaban o tenían que trabajar al día siguiente.
Cuanto más tiempo permanecía allí, más ansioso se sentía Chanyeol. A medida que su ansiedad crecía, también lo hacía el malestar en la habitación. Chanyeol se sentía como si fuera jalado del pelo. Quería que este nuevo Alfa fuera uno bueno. La manada lo necesitaba. Pero si esta era la forma en que actuaba, entonces podría irse al infierno.
Él estaba…
—¡Chanyeol!
Chanyeol dio un salto y se dio la vuelta. El Alfa estaba justo en frente de él. Chanyeol tragó saliva. —¿Sí, Alfa?
—¿Puedo hablar contigo un momento?
¿Se lo estaba pidiendo?
Chanyeol asintió y siguió al Alfa a la habitación. Su corazón se desplomó cuando Baekhyun dio la vuelta y lo miró fijamente, tan pronto como las puertas se cerraron detrás de ellos. ¿Estaba en problemas? Sin duda, el Alfa no podía leer sus pensamientos.
¿Podría?
—Tienes que calmarte, Chanyeol. Estás alterando a la manada entera.
—¿Yo?
Baekhyun suspiró y se frotó la parte de atrás de su cuello mientras se acercaba para mirar por una de las ventanas frontales de gran tamaño. Chanyeol podía ver la tensión en los hombros del Alfa, incluso desde el otro lado de la habitación.
—Naciste en la manada, ¿verdad, Chanyeol?
—Sí, señor.
—¿Y tú siempre has estado aquí?
—Sí, señor. No se me permitió irme cuando mis padres fueron desterrados.
—¿Sabes por qué fue eso, Yeol? —Baekhyun se volvió hacia él, pero no se acercó más—. ¿Sabes por qué el Alfa Taeyang hizo que te quedaras aquí?
—¿Debido a que era un gilipollas?
El borde de la boca de Baek se curvó hacia arriba mientras se echó a reír. —Probablemente, pero esa no es la única razón Chanyeol. Antes de contarte por qué no se te permitió irte, quiero que sepas que ahora, con mi Beta como testigo, si decides irte, no voy a detenerte. Si deseas quedarte, puedes hacer eso también.
Las piernas de Chanyeol empezaron a temblar. Rápidamente extendió la mano y agarró la parte posterior de una silla, hundiendo sus dedos en el cuero negro y grueso. —¿Puedo irme?
Los ojos de Baekhyun se posaron lejos, pero no antes de que Chanyeol viera que se oscurecían. —Sí, Chanyeol. Si deseas irte, no voy a retenerte aquí.
La idea de la libertad, tanto emocionaba como entristecía a Chanyeol. Había soñado con ser libre desde el día que sus padres habían sido desterrados. Nunca pensó que vería el día en que se le diera una opción, y no estaba seguro de lo que decidiría.
—Tú eres un Omega, Chanyeol.
Chan se alegró de estar sosteniéndose de la silla cuando Baek habló. Las piernas le temblaban, y no estaba seguro de poder permanecer de pie. —¿Soy un qué?
—Eres un Omega. —Baekhyun volvió a mirar a Chanyeol—. Lo supe desde el momento en que te conocí. Es por eso que el Alfa Taeyang se negó a dejar que te vayas. Quería un Omega en su manada.
—Pero ¿por qué…? —Chanyeol frunció el ceño con confusión—. Si soy un Omega, entonces, ¿por qué nunca me lo dijeron? ¿Por qué me hicieron un ejecutor?
—No tengo respuesta para eso, Chanyeol. Es tan claro como el día que eres un Omega. Nunca debieron haberte hecho un ejecutor. Tú no tienes el temperamento para ello. Estás destinado a cuidar de la manada y ver por sus necesidades, tu destino no es el de hacer cumplir las reglas.
Chanyeol se sentía como si un gran peso se hubiera levantado de sus hombros mientras se dejaba caer en la silla y hundió la cabeza entre las manos. —Yo lo odiaba, cada momento de ello. Me hundía en la culpa cada vez que me vi obligado a hacer que alguien siguiera las reglas.
Chanyeol levantó la cabeza cuando sintió que alguien agarraba sus manos. Inhaló rápidamente cuando se dio cuenta de que Baek estaba arrodillado en el suelo delante de él, sosteniendo sus manos. —Alfa Baekhyun…
—Chanyeol—comenzó Baekhyun —, eres un Omega, no un ejecutor. Tu trabajo en la manada es llevar la alegría y la felicidad a sus miembros. Tú calmas a la manada. Puedes sentir sus emociones y ayudarles a entender lo que sienten. —Baekhyun apretó los labios por un momento—. Esa es una de las razones por las que decidí decirte esta noche esto en lugar de mañana después de que todos se fueran a casa. Estás agitado, y la manada está alimentándose de tus emociones.
Chanyeol palideció al recordar cómo todo el mundo estaba con malestar en la otra habitación. Mientras pensaba en ello, se dio cuenta de que Baekhyun tenía razón. Cuanto más molesto estaba él, más agitados se ponían los miembros de la manada.
—¿Qué voy a hacer? —susurró.
—Tienes que calmarte.
—Respira profundamente, Chanyeol —dijo Kris mientras palmeaba el hombro de Yeol—. Trata de recordar que el tener un Alfa nuevo aquí es bueno para la manada. Baekhyun eliminará muchas de las leyes que el Alfa Taeyang implementó. Ya está permitiendo que los miembros traigan de vuelta a sus familias y se puedan aparear incluso con los humanos. Este es el comienzo de una nueva forma de vida para esta manada. Este debe ser un momento feliz y emocionante, no uno triste.
—¿Puedo traer a mis padres de regreso? —preguntó Chanyeol.
Baekhyun asintió. ─Si eso es lo que quieres. Incluso voy a hablar con su Alfa si puede ayudar.
Chanyeol estaba con la boca abierta mientras estaba sentado allí y se quedó mirando a Baekyun. Nunca, ni en sus sueños más salvajes, esperó ser capaz de ver a sus padres de nuevo, y mucho menos traerlos de regreso a casa. —No he visto a mis padres en diez años.
—Entonces, ¿no crees que ya es hora? —Baek sonrió mientras metía la mano en el bolsillo y sacó un teléfono celular, ofreciéndoselo a Chanyeol—. ¿Por qué no los llamas ahora y les preguntas si les gustaría venir a casa?
Las manos de Chanyeol temblaban mientras tomaba el teléfono de Baekyun. Tecleó con cuidado el número de teléfono que había aprendido de memoria después de que alguien lo había deslizado hacia él. El Alfa Taeyang no quería que tuviera ningún contacto con sus padres.
Unos seis meses después de que sus padres se fueron, alguien había deslizado el número de teléfono en un pedazo de papel por debajo de su puerta. Chanyeol había llamado para asegurarse de que se trataba efectivamente del número de sus padres, y luego memorizó el número y destruyó el papel.
El corazón de Chanyeol estaba en su garganta cuando el teléfono sonó y sonó, y luego alguien contestó.
—¿Hola?
—¿Mamá?
—¿Chanyeol?—La mujer susurró en un suspiro—. ¿En verdad eres tú?
—Sí, mamá, soy yo.
—Oh, cariño, hace meses que no sabemos de ti. Yo estaba tan preocupada.
Chanyeol sintió lágrimas llegar a sus ojos ante el sonido de la voz de su madre.
—El Alfa Taeyang se ha ido, mamá. Se dirigió a la reunión anual del Consejo y desafió a la persona equivocada. Él perdió, y ahora tenemos un nuevo Alfa.
—Oh —dijo su madre en un murmullo—. ¿Por qué… no hay problemas para ti por estar hablando conmigo?
—No hay problema. —Yeol sonrió—. De hecho, estoy usando el teléfono del Alfa Baekhun ahora mismo. Insistió en que los llame y les pida que vuelvan a casa.
—¿Casa? —Park Eunhye pronunció la palabra como si fuera ajena a ella—. ¿Podemos volver a casa?
—Sí, y el Alfa Baekhyun dijo que incluso hablaría con tu Alfa si lo necesitasen.
—¡Yoochun!
Chanyeol hizo una mueca y luego se echó a reír mientras su madre le gritó a su padre. Podía oír a su madre hablando rápidamente y supo que estaba transmitiendo la conversación de su llamada telefónica a su padre. No podía esperar para hablar con su padre, porque él sabía que iba a venir.
—¿Chanyeol?
«¡Ahí tienes!»
—Hola, papá.
—¿Es cierto? ¿El Alfa Taeyang se ha ido y podemos volver a casa?
—Sí, papá, es cierto.
—Bueno, yo... no sé qué decir.
Chanyeol frunció el ceño. —¿No quieres volver a casa?
—Por supuesto que sí, hijo. Simplemente nunca esperé que llegara este día. El Alfa Taeyang era tan inflexible acerca de que nosotros nunca más podríamos verte. Ni siquiera pudimos lograr que el Consejo nos escuchara cuando les pedimos que te permitieran unirte a nosotros.
—¿Le solicitaron eso al Consejo? —Chanyeol nunca había oído hablar de eso antes.
—Por supuesto que lo hicimos. Dijeron que te reusaste a nuestra demanda, pero sabíamos que estaban mintiendo.
—Nunca he oído hablar de ello.
—¡Ese hijo de puta! —gritó Yoochun—. Probablemente saboteó la petición. Si alguna vez tengo en mis manos a ese bueno para nada desgraciado…
—¿Papá?¿Papá? —Chanyeol rio ante el temperamento de su padre—. Se ha acabado ahora. El Alfa Taeyang no puede hacernos daño nunca más.
—¿Estás seguro de que tu nuevo Alfa nos permitirá volver? —preguntó Yoochun—. Él sabe que tu madre es mi compañera, ¿no? No voy a dejarla atrás.
—¿Por qué no se lo preguntas tú mismo? —Chanyeol le tendió el teléfono a Baekhyun.
Las cejas de Baek se alzaron cuando tomó el teléfono y lo acercó a la oreja. —Hola, señor Park.
Baekhyun asintió varias veces, y Chanyeol sabía que su padre debería estar hablando. —Sí, señor Park, usted y su esposa son más que bienvenidos de nuevo en la manada. No, no tengo ningún problema con los compañeros humanos, hombres o mujeres. No, señor. No, lo siento, señor.
Chanyeol se limitó a sonreír cuando los ojos de Baekhyun se estrecharon en él.
—Sí, señor, voy a esperar mañana la llamada de su Alfa. Buenas noches, señor. —El labio de Baekhyun se curvó de nuevo mientras le entregaba el teléfono a Chanyeol, pero Chanyeol ya no tenía miedo. Sabía que el Alfa no estaba enojado con él.
—Hola, papá.
—Suena un poco joven. ¿Sabe lo que está haciendo?
—Creo que sí. —Demonios, eso esperaba.
—Bueno, supongo que no puede ser tan malo si él nos deja volver a casa. —Yoochun suspiró profundamente—. Está bien, hijo. Tu madre está tirando de mi brazo. Ella está lista para comenzar a empacar. Voy a pedirle a mi Alfa que llame al tuyo mañana. Tal vez podamos acelerar las cosas. Tu madre se comerá las uñas por verte de nuevo.
—Voy a tener la casa lista, papá.
—Más te vale. Tu madre extraña a sus begonias.
Chanyeol volvió a sonreír sabiendo que le iba a tener una sorpresa muy grande cuando llegaran a casa. Él no sólo había cuidado de las begonias de su madre con su vida, sino que plantó un jardín de flores entero en su memoria. Le había hecho sentirse más cerca de su madre al trabajar en el jardín.
—Te llamaré mañana, papá.
Chanyeol se enjuagó las lágrimas de los ojos mientras decía adiós a su padre, y colgó el teléfono. Se encontró con los ojos del Alfa cuando le devolvió el teléfono. —Gracias, Alfa Baekhyun.
Baek sonrió. —Nunca debiste haber sido separado de tus padres en primer lugar Chanyeol, así que no vayas dándome las gracias. Yo sólo estaba haciendo lo correcto.
Era más que eso, y Chanyeol lo sabía.
—Si usted lo dice, Alfa Baekyun pero creo que tal vez su Beta está en lo correcto y esto es un nuevo comienzo para nuestra manada. —Chanyeol podía ver que había sorprendido al Alfa cuando la boca del hombre se abrió. Chanyeol sonrió y se puso de pie—. En realidad, deberíamos ir a hablar con la manada. Ellos se sienten muy ansiosos.
Chanyeol se dirigió hacia la puerta cuando el Alfa habló. —Chanyeol, ¿quieres que el resto de la manada sepa que eres un Omega?
Eso dejó a Chanyeol en seco. Él aún estaba conmocionado por el descubrimiento de que era un Omega. No estaba seguro de estar dispuesto a compartir esa información con el resto de la manada todavía. —Uh... ¿podríamos tal vez esperar hasta que tenga la oportunidad de decirle a mis padres y luego decirle al resto de la manada?
Baekhyun juntó las manos delante de él y asintió. —Si ese es tu deseo, vamos a cumplir con él, pero hay algo más que me gustaría que consideraras. Y quiero que te tomes algún tiempo y pienses en ello antes de darme la respuesta.
Chanyeol asintió, temiendo lo que el Alfa quería.
—Como Omega, tienes una posición importante en esta manada. Me gustaría que seas un miembro de mi círculo íntimo. Creo que juntos podemos hacer mucho bien en esta manada. Y vamos a ser mucho más fuertes contigo aquí.
Chanyeol tragó saliva. El ser un miembro del círculo íntimo del Alfa era una gran responsabilidad, una que Chanyeol no estaba seguro que quisiera. No tenía un montón de buenos recuerdos de su ex Alfa, y aún tenía que decidir si le gustaba el nuevo. No estaba seguro de querer estar asociado con cualquier persona en el círculo íntimo.
—Pensaré en ello.
Chanyeol se volvió hacia la puerta y respiró profundo, calmándose antes de abrirla. Si lo que Baekhyun decía era cierto, la manada se alimentaba de sus emociones. Si él estaba en calma, ellos estarían en calma. Si estaba agitado, ellos estarían agitados.
Maldita sea, esa realmente era una gran responsabilidad, aunque optase por no ser miembro del círculo íntimo del Alfa. Sus emociones todavía tendrían un impacto en la manada.
—Vas a estar bien, Chanyeol.
Chanyeol miró por encima del hombro, sorprendido al encontrar al Beta sonreírle alentadoramente. El hombre parecía realmente imponente y poderoso sin una pizca de remordimiento en él. Y, sin embargo, él estaba tratando de hacer que Chanyeol se sintiera mejor. Él lo sabía.
—Baekhyun se asegurará de que seas cuidado.
Chanyeol no tenía ni idea de lo que eso significaba, pero antes de que pudiera cuestionar al hombre, Baekhyun pasó junto a él en la habitación más grande y aplaudió con las manos, llamando la atención de todos. Aunque la multitud se sentía más tranquila, las tensiones seguían altas. Nadie sabía qué esperar del nuevo Alfa.
—Quiero agradecerles a todos por esperar mientras me reunía con todo el mundo —dijo Baekhyun cuando empezó a pasearse tranquilamente delante de los miembros de la manada—. Ahora que he tenido la oportunidad de reunirme con cada uno de ustedes, hay algo que debo decirles. Como un Alfa, tengo la capacidad de leer el aura de las personas.
La quijada de Chanyeol cayó. Se preguntó si valía la pena el esfuerzo el ponerla en su lugar. Parecía tener casi constantemente la boca abierta en torno al nuevo Alfa. El hombre lo estaba sorprendiendo a cada paso.
—Y porque puedo leer el aura, he podido ver quién tiene malas intenciones y quién no. —Baekhyun comenzó a caminar entre la multitud, dividiendo a los presentes en dos grupos diferentes de personas. Una vez que hubo terminado, una mayoría de la manada estaba en un lado de la habitación. Sólo unos pocos miembros, menos de diez, estaban de pie en el lado opuesto de la habitación.
—Se pueden ir —dijo Baekhyun y luego señaló a la puerta—. Ustedes ya no son bienvenidos en mi manada.
—No se nos puede echar —espetó Seungri mientras daba un paso hacia adelante—. Esta es nuestra manada.
Baekhyun cruzó los brazos sobre el pecho y miró a Seungri como si fuera un bicho bajo sus zapatos. —Ponme a prueba.
Chanyeol vio a Kris estableciéndose justo detrás de Baekhyun justo a un lado. Cruzó los brazos sobre el pecho al igual que Baek lo había hecho, y se irguió viéndose realmente muy, muy musculoso.
Chanyeol tragó saliva y luego se acercó y se colocó justo al otro lado de Baekhun. No tenía ni idea de si lo que estaba haciendo era aceptable o no, pero Baekhyun le había dado a Chanyeol su primera visión real de la libertad en años. No iba a dejar que unos pocos imbéciles le quitaran eso.
—Váyanse ahora. —Kris sonrió, mostrando uno de sus blancos colmillos afilados—. Mientras todavía puedan caminar.
—¡Está bien! —uno de los hombres resopló y miró hacia la puerta, llamando con la mano a uno de los hombres que estaba en el otro grupo de los miembros de la manada—. Tao, ven.
—No.
Chanyeol parpadeó ante el Alfa. ¿Hablaba en serio?
—Tao es mío —replicó Zhoumi—. Él va a donde yo voy.
—No. —Baekhyun negó con la cabeza—. Tao no se va contigo. De hecho, ninguno de los demás se van con ustedes.
—Él es mi pareja.
—No por elección —respondió Baekhyun mientras señalaba a Zhoumi—. Y no hay un vínculo entre ustedes, o yo lo habría visto. Tao no es tu compañero. No voy a permitir que lo obligues a hacer lo que no quiere hacer.
—Voy a ir ante el Consejo —dijo Zhoumi.
Baekhyun se encogió de hombros como si aquello no fuera una amenaza en absoluto, cuando todos en la sala sabían que lo era. Baekhyun no parecía preocupado. —Adelante. Yo todavía no te permitiré tomar a Tao.
Los ojos de Zhoumi se estrecharon mientras miraba a Baekhyun. Chanyeol se tensó al ver el borde de violencia en los ojos del hombre. Empezó a dar un paso adelante cuando sintió la mano de Kris sobre su hombro. Echó un vistazo a Kris que le dio una pequeña sacudida de cabeza.
La tensión en la sala creció aún más cuando Baekhyun paseó directamente delante de Zhoumi. El hombre apenas le llegaba a la barbilla a Zhoumi. Y, sin embargo, Zhoumi fue el que de repente parecía asustado.
—Tao ya no es tuyo. Pertenece a esta manada, y él se queda aquí. Ya no tienes ningún derecho sobre él. Justo aquí y ahora, delante de todos estos testigos, corto todos los vínculos que tengas con Tao.
Chanyeol se quedó sin aliento, más sorprendido que cuando Baekhyun le había dicho que era un Omega. Él conocía a Zhoumi y sabía el bastardo cruel que podía ser. También conocía a Tao y lo mucho que el hombre odiaba a Zhoumi. Tao se había visto obligado por el Alfa Taeyang a aparearse con Zhoumi. Eso casi había destruido a Tao.
—Y sabremos, Zhoumi, si amenazas a Tao de alguna manera —continuó Baekhyun—. Si incluso hablas con él, voy a saberlo y voy a proteger lo que es mío. A partir de este momento, cada hombre, mujer y niño en este módulo de la izquierda está bajo mi protección, y voy a luchar hasta la muerte para mantenerlos a salvo. ¿Entendido?
Zhoumi gruñó, y por un momento Chanyeol tuvo miedo de que él desafiara a Baekyun. Pero después de unos segundos, Zhoumi dio la vuelta y salió de la habitación. Él fue rápidamente seguido por los otros que Baekhyun había desterrado de la manada.
En el momento en que pasaban por la puerta y desaparecieron de la vista, Chanyeol oyó un grito detrás de él. Se volvió para ver caer a Tao de rodillas, con lágrimas corriendo por su rostro.
Chanyeol corrió y se dejó caer al lado de Tao, frotando su espalda mientras trataba de consolar al devastado hombre. —Hey, está bien, Tao. Zhoumi se ha ido. Nunca te podrá hacer daño de nuevo. Todo va a estar bien ahora.
—Zhoumi... él... él… —Un sollozo de angustia brotó de los labios de Tao mientras enterraba su rostro en el pecho de Chanyeol—. Dijo que me mataría si alguna vez trataba de dejarlo.
—Tú no lo abandonaste, Tao. El Alfa te ha alejado de él. Si Zhoumi va a estar enojado con alguien, será con el Alfa Baekhyun.
—Y no me importa si Zhoumi tiene sus bragas torcidas.
Los ojos de Chanyeol se abrieron ampliamente mientras miraba hacia Baekhyun. De pronto sintió como que tal vez Baekhyun no tenía miedo de Zhoumi y su temperamento, o de los demás miembros de la manada que había desterrado. Tal vez, sólo tal vez, Baek realmente decía en serio todo lo que dijo.
Tal vez Baekhyun no era tan malo después de todo.
—Zhoumi no es mi preocupación, Tao. Tú lo eres. —Baekhyun se puso en cuclillas delante de Tao y agarró su barbilla, levantando la cara hacia arriba. Baekhyun sonrió suavemente mientras acercó una mano y secó las lágrimas de las mejillas de Tao—. Eres libre, Tao.
Baekhyun miró a los otros miembros de la manada que lo veían como si fuera un extraterrestre de otro planeta que acababa de aterrizar y les dijera que el cielo era de color púrpura.
—Todos ustedes son libres.