Los ojos de Chanyeol se abrieron como platos cuando el Alfa Baekhyun soltó un gruñido tan fuerte que hizo que el suelo bajo sus pies temblara. Cuando vio el cambio de las manos del Alfa a garras afiladas surgiendo del final de sus dedos, rápidamente dio un paso atrás, seguro de que iba a tener las tripas arrancadas.
—¡Vete! —espetó Kris mientras se interponía entre Chanyeol y el Alfa enfurecido. Y la ira en el rostro de Kris no parecía algo menos amenazante que la rabia en el rostro del Alfa—. Dile al círculo íntimo que vamos a estar allí pronto.
Chanyeol se tambaleó hacia atrás, y luego se volvió y corrió por el camino tan rápido como sus pies se lo permitieron. Él no era estúpido. Kris le estaba dando la oportunidad de correr y posiblemente de salvarse.
Él la tomaría.
No sabía si el nuevo Alfa lo mataría por su insulto una vez que el hombre regresase a la casa Alfa o no, pero si Kris estaba dejando que se escapase, entonces, tal vez, tendría la oportunidad de vivir a través de los próximos minutos.
Chanyeol estaba todavía un poco aturdido y confundido por la reacción del Alfa Baekhyun a sus palabras. Por supuesto, nunca le habría hablado al Alfa Taeyang de esa manera. Había aprendido bien sus lecciones con ese hombre. Ni siquiera le levantó la voz al anterior Alfa.
Después de su experiencia con el Alfa Taeyang, Chanyeol no tenía ni idea de por qué había sido tan bocón con el nuevo Alfa. Al parecer, había perdido totalmente su amorosa mente. Y esa fue probablemente la razón por la que el Alfa Baekhyun estaba tan enojado. A ningún Alfa le gustaba que le faltasen al respeto.
Chanyeol hizo una mueca cuando se dio cuenta de que había estado haciendo eso desde que el hombre se bajó del avión. Había echado un vistazo al hombre y formó una opinión sobre él sin darle al Alfa la oportunidad de demostrar su valía.
Para darse algún crédito, Chanyeol sabía que no tenía muchas esperanzas de que Baekhyun fuera diferente de cualquier otro Alfa que había conocido en su vida, no es que hubiera habido tantos. Pero aun así, todos parecían ser charlatanes pomposos con crueldad de un kilómetro de ancho.
No era posible que el Alfa Baekhyun fuera diferente.
Los pasos de Chanyeol disminuyeron al acercarse a la casa Alfa. Realmente no quería entrar. El círculo íntimo lo esperaba con el nuevo Alfa, y Chanyeol sabía lo que pasaría si él no seguía esa orden.
Dios, odiaba vivir aquí.
Bueno, eso era cierto sólo en parte. Amaba Jinyang y a casi todo el mundo en su manada. Sin embargo, las pocas personas que no le gustaban, realmente no le gustaban. El Alfa Taeyang había estado en la cima de esa lista, pero ahora él se había ido. Sólo quedaba el círculo íntimo y unos pocos miembros de la manada.
Si ellos no estuvieran, y hubiese un buen Alfa al mando, este sería un buen lugar para vivir. El pueblo era pequeño, no más de un par de docenas de empresas. Pero tenían de todo, desde un restaurante a una cafetería y una tienda de abarrotes, marina, taberna, e incluso una biblioteca. También había varias empresas más pequeñas, en su mayoría tiendas de ropa y regalos, pero todo lo necesario para la manada. Solían ser propiedad de la manada, pero el Alfa Taeyang puso fin a eso.
Chanyeol no tenía muchas esperanzas de que el Alfa Baekhyun fuera diferente.
Chanyeol se detuvo en la parte inferior de las escaleras que conducían a la casa Alfa. Quería entrar en esa casa casi tanto como había querido ir al aeropuerto y recibir al nuevo Alfa. Una endodoncia se veía más acogedora para él.
Sabiendo que no tenía elección, Chanyeol subió las escaleras y se dirigió a la entrada de la casa Alfa. Cerró la puerta detrás de él lo más silenciosamente que pudo. Voces se oían más allá de la entrada. Chanyeol sabía por haber estado con anterioridad en la casa Alfa, que las voces venían de la sala de estar grande y abierta a la vuelta de la esquina.
Y a él no le gustaba lo que estaba oyendo.
—¿Dónde diablos está?
Sí, ese era Daehyun, el Beta de la manada, gritando. Chanyeol reconocería esa voz en cualquier lugar. Lo perseguía en sus pesadillas. Daehyun era el puño del Alfa Taeyang. Aplicaba el castigo que el anterior Alfa ordenaba con crueldad.
Y le gustaba.
—Él va a estar aquí, Daehyun.
El otro hombre que estaba hablando era Seungri. Chanyeol hubiera pensado que Seungri habría sido el ejecutor de las órdenes del Alfa ya que era el ejecutor de la manada, pero no. Eso todo dependía de Daehyun. Pero eso no quería decir que Seugri no hiciera su parte justa en abusar de la manada, porque él lo hizo. Simplemente no en la escala en la que lo habían hecho el Alfa Taeyang o Daehyun.
—Sabes que no podemos permitir que esto suceda —dijo Daehyun—. Tiene que ser detenido.
—Tal vez deberíamos esperar a ver qué tipo de Alfa es —dijo Seungri—. Estoy seguro de que estaría interesado en el…
Chanyeol saltó cuando escuchó la puerta cerrarse detrás de él. Se dio la vuelta, esperando que fuera el nuevo Alfa. El corazón de Chanyeol dio un vuelco en su pecho cuando vio a Zelo, el hijo del Beta, de pie detrás de él. Zelo estaba siendo entrenado para ser el próximo Beta, entrenado por su padre. Y era un alumno muy bueno.
—¿Por qué te quedas aquí en el pasillo?
—Estaba esperando a que Daehyun y Seungri terminen de hablar antes de interrumpirlos —dijo Chanyeol rápidamente—. No fue mi intención ser grosero. —Era una excusa poco convincente pero fue lo único que se le ocurrió en ese momento.
Los ojos de Zelo se estrecharon. —Así que, ¿estabas escuchando?
—¡No!
Zelo lo abofeteó. Chanyeol apretó los labios para no gemir cuando el dolor explotó en su cara. Sus fosas nasales se dilataron con ira. Estaba tan jodidamente cansado de esta mierda. Chanyeol lamió las gotas de sangre de la comisura de sus labios y miró a Zelo. Él no dijo ni una palabra, porque nada de lo que dijera iba a impedirle tener su culo, y él lo sabía.
Zelo era unos centímetros más alto que Chanyeol y eso era decir algo. También tenía unas cincuenta libras más en él, y era todo músculo. Si no fuera por el hecho de que el hombre era un completo idiota, Chanyeol podría haber encontrado a Zelo atractivo. En su lugar, Chanyeol encontraba al hombre repulsivo.
—Yo sólo estaba... —Chanyeol no podía dejar de gruñir cuando Zelo lo golpeó de nuevo. Esta vez, ni siquiera se preocupó de limpiar la sangre de su labio partido antes de mirar a Zelo. No tenía sentido tratar de explicarse. Lo podía ver en los ojos de Zelo. Él iba a ser golpeado sin importar lo que hiciera.
Y esa era la razón por la que Zelo era un feo bastardo.
Chanyeol se tropezó hacia atrás cuando los grandes y fornidos puños de Zelo golpearon en su pecho. Le habría encantado frotar para alejar el dolor que se creó allí, pero pronto se dio cuenta de que había caído lo suficientemente hacia atrás que ahora tenía la atención completa de Daehyun y Seungri.
«Mierda».
—¿Qué está pasando aquí, Zelo —el Beta preguntó mientras daba un paso hacia adelante.
—Él estaba escuchando —dijo Zelo con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
—¿Oh? —La ceja de Daehyun se arqueó mientras se giraba para mirar a Chanyeol—. ¿Es eso cierto, Chanyeol?
—Yo no tenía la intención de espiar, Beta Daehyun. Lo juro. Simplemente estaba tratando de ser cortés y estaba esperando a que terminaran su conversación. —Chanyeol sabía que el Beta no aceptaría su explicación desde antes que él la dijera, pero tenía que intentarlo—. No quería interrumpir.
—¿No querías interrumpir? —Daehyun se rio—. ¿Esperas que me lo crea?
—Lo juro, Beta, yo…
—¡Son puras mierdas!
«Sí, no pensé que lo creería».
—¿Dónde está nuestro nuevo Alfa, Chanyeol? —preguntó Daehyun mientras caminaba casualmente hasta una armadura alta contra la pared junto a la chimenea de mármol blanco—. Se te dio una orden para traerlo de vuelta a la casa Alfa y aun así volviste solo.
—Él está aquí, señor.
Daehyun abrió los brazos en el aire. —Yo no lo veo.
—Quería ver la casa del antiguo Alfa.
—¿Era esa la orden que te di? —preguntó Daehyun —. ¿Mostrarle los alrededores al Alfa o traerlo aquí? ¿Cuál era?
«Mierda».
Chanyeol sabía que el nuevo Alfa no le iba a traer más que miseria. —Él es el Alfa, señor. Me veo obligado a seguir sus órdenes.
—¡Tú debes seguir mis órdenes!—gritó Daehyun.
Chanyeol se encogió cuando Daehyun azotó las puertas de la armadura abriéndolas y sacó un látigo de cuero largo. Se escuchó un crujido horrible cuado Daehyun tomó el mango y desplegó el látigo.
Chanyeol odiaba ese sonido.
—Tráelo —dijo Daehyun mientras comenzaba a avanzar hacia un conjunto de puertas dobles—. Parece que tengo que hacer un ejemplo de Chanyeol y mostrarle al resto de la manada que aún estoy a cargo. Un nuevo Alfa no va a cambiar eso.
«¡Ah, diablos!»
Chanyeol hizo una mueca cuando fue empujado hacia adelante a través de las puertas dobles. Fue llevado al centro de la habitación y luego forzado hacia abajo sobre sus rodillas. Había estado en esta posición antes. Chanyeol ni siquiera se inmutó cuando su camisa estuvo desgarrada. Él sabía lo que iba a venir, y no tenía sentido luchar.
Chanyeol ni siquiera levantó la cabeza y reconoció las voces tranquilas y susurros horrorizados que podía oír de los miembros de su manada. Estaba bastante seguro de que estaban todos aquí, también. La sala de reuniones era enorme y podría fácilmente mantener a todos los miembros de la manada. Chanyeol sabía que ellos estaban allí para conocer al nuevo Alfa y jurar lealtad a él.
Y ahora estarían presenciando el castigo que el Beta le impondría a Chanyeol.
Ya había ocurrido antes, unas cuantas veces en realidad. Chanyeol aún tenía cicatrices en la espalda de las veces que había sido castigado en el pasado. Los hombres lobos se suponía que curaban cuando cambiaban. A excepción de cuando la plata estaba implicada en la herida, y el látigo favorito de Daehyun tenía puntas de plata en los extremos.
Dejaba cicatrices.
Profundas cicatrices dolorosas que tardaban semanas para sanar completamente.
Chanyeol tragó saliva al ver a Daehyun empezar a rodearlo, corriendo las cuerdas del látigo a través de su mano. Esto iba a doler.
—Ha habido una baja en la disciplina desde que recibieron la noticia de que el Alfa Taeyang estaba siendo remplazado —comenzó Daehyun—. Algunos miembros de esta manada parecen creer que esta situación significa que se pueden despedir de las reglas con las que hemos vivido durante más de una década. Eso simplemente no es verdad.
Chanyeol trató muy difícilmente de no encogerse cuando Daehyun se volvió hacia él, pero sabía que el hombre había capturado el leve movimiento cuando una sonrisa sádica apareció en su rostro. El bastardo enfermo realmente disfrutaba de esto.
—Chanyeol aquí es un ejemplo perfecto. Se le dio una orden directa de su Beta y, sin embargo, optó por ignorarla. Este tipo de comportamiento ya no puede continuar. Si tenemos alguna esperanza de ser una manada fuerte, todo el mundo debe entender la estructura de mando. Tenemos nuestras reglas por una razón. Si no se siguen, como Chanyeol ha hecho al desobedecer mi orden, sólo llevará a esta manada a la ruina.
Chanyeol estaba un poco confundido en cuanto a por qué Daehyung seguía hablando de desobedecer una orden directa. Sabía tan bien como Chanyeol lo hacía que un pedido de su Alfa anulaba todos los demás, incluso uno del Beta.
¿Y por qué no mencionar lo de que Chan había estado espiando? Chanyeol repasó las palabras que había oído dichas por Daehyun y Seungri y no podía pensar en una sola cosa que alguno de los dos hubiera dicho que pudiera meterlo en problemas, pero también sabía que Daehyun estaba buscando una razón para castigarlo por espiarlo. Pero no entendía por qué no estaba siendo castigado por algo que había hecho en lugar de inventar un delito.
—Park Chanyeol, ¿tienes algo que decir en tu defensa?
Chanyeol apretó los labios y negó con la cabeza. No importaba si tenía una forma de defenderse, o incluso evidencia que lo respaldase. Todavía sería azotado y él lo sabía. No había nada que pudiera decir para detenerlo.
—Muy bien, Chanyeol —dijo Daehyun—. Por tu desobediencia, recibirás veinte latigazos.
Chanyeol palideció mientras su cabeza se levantó. —¿Veinte latigazos?
Él iba a morir.
Nadie podría sobrevivir a veinte latigazos de un látigo con puntas de plata. Bueno, no un cambiaforma lobo de todos modos. Cuando Chanyeol vio la sonrisa de complicidad en el rostro de Daehyun sabía que eso era exactamente lo que el Beta quería.
Se suponía que iba a morir.
Chanyeol de repente deseó haber aceptado los avances del Alfa, aunque el hombre fuera un Alfa. Al menos su último recuerdo hubiera sido uno bueno. Ahora, él nunca sabría si el sabor de los labios de Baekhyun sería tan dulce como parecían.
El primer mordisco del látigo en su espalda desprotegida arrancó un jadeo doloroso de Chanyeol. Trató de mantenerlo encerrado detrás de sus labios, pero la agonía causada por las puntas de plata siempre le sorprendían, incluso cuando sabía que iba a venir.
El segundo golpe del látigo en la espalda fue tan doloroso como el primero, pero esta vez Chanyeol pudo evitar gritar. Apretó los puños y los dejó descansar sobre los muslos.
Estaba bastante seguro de que en el momento en que el Beta llegase a los veinte latigazos, estaría pidiendo morir, en el supuesto de que pudiera hablar en absoluto. Pero hasta entonces, iba a aguantar tanto tiempo como le fuera posible. No le daría al Beta la satisfacción de oírle gritar.
Chanyeol oyó el silbido del látigo en el aire y se preparó para el siguiente golpe. Ya podía sentir la sangre chorreando por su espalda desde donde la piel se había separado por los dos primeros ramalazos del látigo. Iba a ser un caos sangriento en el momento en que esto acabase.
—¿Qué demonios está pasando aquí? —gritó una voz desde las puertas dobles que conducían a la sala de reuniones—. ¿Qué significa esto?
Chanyeol conocía esa voz. Él jadeaba suavemente mientras levantaba la cabeza y miró por encima del hombro. Baekhyun y Kris estaban en la puerta, y los dos parecían enojados. El vapor prácticamente se desplegaba de las orejas de Kris cuando fulminó con la mirada a todo el mundo, con los brazos gruesos y musculosos cruzados sobre el pecho.
Pero Baekhyun fue el que verdaderamente asustó a Chanyeol. Sus ojos se habían vuelto negros como el carbón, como si estuviera a punto de cambiar. Sus manos habían cambiado, garras una vez más creciendo de las puntas. Demonios, incluso sus caninos habían descendido y un pequeño gruñido venía del hombre.
Sí, él estaba enojado.
—Creo que he hecho una pregunta —espetó Baekhyun—. Quiero una respuesta. —La garra de Baekhyun barrió hacia Chanyeol—. ¿Por qué este hombre está siendo azotado?
—¿Qué te importa eso? —gruñó Zelo.
«¡Idiota!»
Los ojos de Chanyeol se redondearon en estado de shock cuando Bekhyun hizo un gesto con la mano y Zelo salió volando por la habitación, chocando contra una pared antes de desplomarse en el suelo.
—Mi nombre es Byun Baekyun. Soy su nuevo Alfa.
—¿Tú? —Daehyun resopló mientras miraba a Baekhyun de arriba abajo—. No puedes ser el Alfa.
Sí, Chanyeol había cometido ese mismo error. Y no era tan estúpido como para hacerlo de nuevo. Pero no podía esperar a ver la respuesta de Baekhyun al comentario sarcástico de Daehyun. Al menos Chanyeol había sido educado sobre el tema.
Baekhyun torció la mano en el aire. Los ojos de Chanyeol crecieron aún más amplios cuando escuchó un sonido estrangulado de asfixia procedente del Beta mientras agarraba su garganta como si estuviera siendo estrangulado. Baekhyun caminaba casualmente hacia él como si nada estuviera ocurriendo.
—¿Quieres intentarlo de nuevo? —preguntó Baekhyun.
Daehyun comenzó a toser y se frotaba la garganta, con lo que Chanyeol sólo podía suponer que Baekhyun lo había liberado de lo que fuera que el Alfa estaba haciendo con él.
—Mis disculpas, Alfa Byun—dijo Daehyun—. No lo esperaba tan pronto.
«Mientes, saco de mierda».
Las fosas nasales de Chanyeol se dilataron mientras miraba al hombre. Él estaba siendo castigado porque supuestamente no había seguido las órdenes de Daehyun y había traído al Alfa directamente a la casa Alfa, ¿y sin embargo el hombre estaba diciendo que él no había estado esperando al Alfa nuevo tan pronto?
—Sólo voy a preguntar esto una vez más —Baekhyun escupió las palabras—. ¿Por qué este hombre está siendo azotado?
—Él desobedeció una orden directa, Alfa Byun.
Otra mentira.
—¿Así que lo azotaron?
Chanyeol parpadeó sorprendido al horror que podía escuchar en la voz del Alfa. Él había crecido sabiendo que el Alfa y los miembros del círculo íntimo tenían suprema autoridad para hacer lo que quisieran, incluso azotar a los miembros de la manada. Nunca había oído un sonido de un Alfa tan disgustado por la idea.
—Es la forma en la que lo hace nuestra manada, Alfa Byun — Chanyeol casi se ahogó en cómo de santurrón sonaba Daehyun cuando trató de razonar con Baekhyun—. Estoy seguro de que como un Alfa, puede entender eso. El orden debe ser mantenido o la manada se descarriará.
Los ojos de Chanyeol se abrieron amplios de nuevo cuando Baekhyun comenzó a caminar hacia él. La mirada furiosa en el rostro del hombre se desvaneció lentamente sustituyéndose por una profunda preocupación. Chanyeol también creyó que podría haber detectado un dejo de tristeza y pesar en los ojos oscuros del hombre, pero se había ido antes de que pudiera afirmar haberlo visto.
Cuando la mano de Baekhyun se curvó alrededor de un lado de su cabeza, Chanyeol casi gimió de placer. Se apoyó en el toque suave por un momento, disfrutando de los delgados dedos de Baek enroscándose a través de su pelo corto. Se estremeció cuando el borde de las garras de Baekhyun raspó sobre su cuero cabelludo. Chanyeol no creía que estaba destinado a ser un gesto de amenaza, sino más bien uno reconfortante.
Respiró profundamente y se enderezó cuando Baekhyun lo rodeó hasta quedar detrás de él.
—¿Te duele? —preguntó Baekhyun en voz baja.
Chanyeol se encogió de hombros. —He tenido peores.
—¿Antes?
—Sí. —Chanyeol tragó saliva, un nudo en la garganta cuando sintió los dedos de Baekhyun arrastrándose por su espalda, moviéndose suavemente sobre una de sus viejas cicatrices.
—¿Has sido azotado antes? —Había un borde de ira en la voz de Baek, pero fue atenuada por la ternura.
—Sí, señor.
—¿Por desobedecer?
Chanyeol rio ligeramente a pesar de la gravedad de la situación. —No creo ser un miembro de la manada muy bueno, Alfa.
—Los miembros de la manada aprenden con el ejemplo, y al parecer todo lo que te han enseñado es la crueldad y la violencia.
—Alfa…
—Shh.
Chanyeol se tensó cuando sintió a Baekhyun lamer las líneas de sangre en su espalda. Sabía que los cambiaformas lobos tenían un bálsamo curativo en su saliva que ayudaba con la curación, pero nunca esperó que el Alfa tratara de sanar sus heridas. Era algo inaudito.
Y lo hizo poner más caliente que el infierno.
Chanyeol cerró los ojos con fuerza antes de que alguien pudiera ver la lujuria encendiéndose dentro de él. Oró por todo lo que valía la pena que nadie se diera cuenta de lo duro que estaba en sus pantalones. No podía pensar en nada que lo avergonzaría más... y luego Baekhyun gimió.
«Salvo eso».
—Por favor, Alfa Baekhyun —susurró Chanyeol desesperadamente. Estaban en una habitación llena de gente, un cuarto lleno de cambiaformas lobos. No había manera de que no pudieran oler la excitación de Chanyeol. Si oían el gemido de Alfa, estaría hundido.
Chanyeol no ocultaba exactamente su interés en los hombres. No tenía sentido. Cada vez que se excitaba por otro hombre, aunque fuera sólo por mirar, todos a tres metros de él lo sabían. El aroma era muy potente entre los cambiaformas lobos.
Teniendo en cuenta que los cambiaformas lobos nacían siempre varones, ser excitado por otro cambiaforma masculino no era nada nuevo. Pasaba todo el tiempo y casi se esperaba que así fuera, sobre todo teniendo en cuenta que el Alfa Taeyang había prohibido el apareamiento con los humanos. Ellos sólo podían procrear con humanos, no aparearse.
Pero estar excitado por el Alfa era totalmente diferente.
La mano de Baekhyun acarició suavemente la piel sin marcas de la espalda de Chanyeol y luego se puso de pie y caminó alrededor de él, de regreso hacia Daehyun.
—Azotar a cualquier miembro de esta manada ya no es aceptable. No será permitido, y si encuentro a alguien haciéndolo, será castigado severamente.
La quijada de Chanyeol cayó. ¿El nuevo Alfa hablaba en serio?
—No creo en que una manada deba gobernarse por la fuerza.
Daehyun soltó una risita. —Eres un tonto débil.
Baekhyun hizo un gesto con la mano, y Daehyun salió volando por la habitación, chocando contra la pared cerca de donde su hijo, Zelo, aún yacía inconsciente en el suelo. Baekhyun atravesó la habitación hasta que estuvo justo delante de Daehyun.
—No soy débil, ni soy un tonto. No confundas mi compasión como un signo de debilidad o ignorancia. No vas a encontrar nada de eso en mí. He perdonado más de lo que tú seguramente alguna vez aprendiste. —Baekhyun se volvió hacia el resto de la manada—. No deben confundir mi tamaño o mi creencia de que una manada se puede manejar sin violencia para decir que no soy capaz de hacerlo, porque lo soy.
Chanyeol vio a varios miembros de la manada comenzando a alejarse del Alfa, y sólo podía imaginar la expresión de su cara, porque sólo podía ver la espalda del hombre. Pero podía oír la fuerza en la voz del hombre y de repente se preguntó si había juzgado mal al nuevo Alfa.
—He ganado esta manada en un desafío justo traído en mi contra por su ex Alfa —continuó Baekhyun mientras miraba alrededor de la habitación—. Esta es mi manada, y la voy a mantener hasta mi último aliento. Si creen que pueden tomarla de mí, ahora den un paso adelante y desafíenme por ello.
Ni una sola persona dio un paso al frente.
Baekhyun miró a todo el mundo durante otros momentos y luego se volvió para mirar al Beta. —Ya no eres de esta manada. Toma al hombre a tus pies y váyanse. No regresen. Si lo hacen, no voy a ser tan amable la próxima vez.
Baekhyun hizo un gesto con la mano, y Daehyun se dejó caer al suelo. Lentamente se puso de pie, disparando dagas a Baekhyun con la mirada. —No me puedes desterrar. Soy el Beta aquí.
—Errado otra vez. —Baekhyun señaló hacia atrás a Kris, que seguía de pie en la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho—. Este es el nuevo Beta de la manada Jinyang.
Daehyun gritó y se abalanzó sobre Baekhyun, Chanyeol se levantó de un salto y corrió a intervenir, pero Kris se le adelantó. Agarró a Daehyun alrededor de la garganta y lo mantuvo a varias pulgadas del suelo, gruñendo, enseñándole los colmillos.
—¿Te atreves a atacar al Alfa?
Los ojos de Daehyun casi estaban desorbitados de su cabeza mientras se estremecía con fuerza. —No, yo...
—¡Vete!
Chanyeol se encontró con la mandíbula colgando hacia abajo otra vez mientras observaba a Kris tirar por la habitación a Daehyun como si no pesara nada. Y la fuerza que utilizó Kris envió a Daehyun directo a través de la pared.
Kris tranquilamente se acercó y agarró a Zelo con las dos manos y lo arrojó por el agujero que Daehyun había creado con su cuerpo cuando voló a través de la pared. Kris sacudió sus manos y luego se volvió y se dirigió de nuevo a estar al lado de Baekhyun.
Las cejas de Chanyeol se alzaron cuando Kris asintió, viéndose un poco menos feroz, antes de cruzar los brazos sobre el pecho y mirar de vuelta a los aturdidos miembros de la manada.
—Soy su nuevo Alfa —dijo Baekhyun—. Y sospecho que tienen miedo de que pudiera cambiar las cosas en esta manada. Debo admitir que habrá cambios, y probablemente más serán añadidos con el tiempo. El Alfa Taeyang jodió a esta manada y un montón de cosas tienen que ser diferentes si esta manada va a prosperar, y tengo la intención que pueda prosperar.
Baekhyun empezó a caminar lentamente por la habitación, mirando a los ojos de cada miembro de la manada mientras caminaba junto a ellos. Cuando llegó a Chanyeol se detuvo, manteniendo sus ojos fijos hasta que Chan sintió la necesidad de apartar la mirada.
—Si sienten que no pueden estar en mi manada por ser quien soy o por los cambios que me propongo realizar, sean los que sean, ahora es su oportunidad de irse. Cualquiera que desee irse podrá hacerlo sin resistencia de mi parte. No quiero que los miembros de mi manada no quieran estar aquí.
Chanyeol no estaba en absoluto sorprendido cuando varios miembros de la manada salieron por la puerta. Eran miembros que habían recibido privilegios especiales del ex Alfa y su círculo íntimo. No les gustaría estar en la manada, si su estatus de élite no se mantenía. Chanyeol estuvo más que sorprendido de cómo muchas personas se quedaron.
—Si ustedes deciden quedarse, tienen que entender que no aceptaré ninguna falta de respeto hacia mí, a mi círculo más cercano, o algún miembro de este grupo. Si descubro que cualquier miembro de la manada ha sido odioso, acosador o violento con cualquier persona en esta manada, no importa quiénes sean, van a ser expulsados de esta manada de inmediato, sin hacer preguntas. El comportamiento disruptivo no será tolerado.
Baekhyun hizo una mueca y se agachó para recoger el látigo con puntas de plata que Daehyun había dejado caer antes. Lo sacudió en el aire, una vez más mirando a cada miembro de la manada. —Esto ya no será tolerado.