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Discúlpame pero te amo por Amber Masahito

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Notas del fanfic:

Hola chicas –jadea-

Creo que se me seco el cerebro (¿)

En serio, que cansancio.

Bueno, ya lo se, me detestan jajaja

Sorry, la pinshi universidad

¡Traigo regalitos! ¡SII! ¡Shoooot!

Bueno, creo que mejor digo two-shoot. Es que se me cierran los ojos

Les dejo esta preciosidad que llevo escrito, voy a tomarme algo y regreso para la otra mitad. 

Notas del capitulo:

Primera parte, en unas horas escribo la segunda. La tengo pensada de pe a pa pero se me cierran los ojos

¡No puedo creer que tenga tanto sueño!

Al rato les traigo el final mis niñas queridas

No se porque pero qquiero subirlo temprano.

Locuras mias u.u

Disfruten la lectura ♥ 

 

Levantarse por tercera vez seguida en la semana a esas horas cuando lo que más deseaba era seguir durmiendo y además ir junto a sus compañeros solo y únicamente para ensayar era sumamente aburrido. Lo era tanto que podía enderezarse en esos momentos para largar en llanto o ahogar a Saeng con la almohada por su forma poco delicada de despertarle. Aun así se puso de pie, alcanzando unos pantalones y una sudadera.


 Tal vez si estaba el baño vacío se lavaría la cara.


Arrastro sus pies fuera de la habitación y se quedó parado bajo el marco en la puerta. Estaba muy cansado. A los segundos distinguió el sonido de la puerta abrirse y el grito de su mananger diciendo que ya era tarde y debían salir ahora mismo. Hizo caso omiso al grito y siguió ahí de pie mirando la nada. Odiaba levantarse temprano y más cuando lo hacían a los gritos. Se quejaba y lloraba internamente cuando sintió como era empujado por detrás. Miro molesto a quien lo trataba con poca compasión sin notar el estado en que se encontraba y allí tras él hallo a la única persona que le hacía levantarse con ánimos, quien lo sacudía con delicadeza hasta que abría sus ojos, el hombre que pronunciaba suavemente su nombre en su oído, su integrante favorito.


-Vamos. Vamos- Repetía mientras lo dirigía hacia la puerta y le colocaba la capucha de su sudadera. – Toma- le dijo poniendo una botella de jugo en su mano  -Ni alcanzaste a desayunar- Lo regaño


Las palabras no salían de su boca incluso cuando salieron del departamento, a penas e hizo una floja y deforme reverencia al ver a su mananger. Entraron al auto y tomo en cuenta que todos sus compañeros estaban igual. Su come back estaba cerca y ensayar era lo único que hacían. Lo entendía, era obvio que debían hacerlo para que todo salga perfecto pero ¿Por qué tan temprano?


-Come- le dijo un castaño ofreciéndole unas galletas que sostenía en su mano


Levanto su rostro quedando hipnotizado ante los ojos marrones de los que era dueño su compañero. Fue un fugaz minuto en el que se mantuvo así, pocos para él pero demasiado incómodo para el mayor que solo creyó que era a causa del sueño.


Vio como lentamente el otro levanto su mano derecha llegando a su mejilla, sintiendo el calor de su palma y con suma finura lo apoyo en su hombro –Duerme- escucho en un susurro.


 


Luego de tres horas de práctica ya se encontraba más que despierto, el haber estado todo ese tiempo en movimiento era la mejor manera de despertar su entumecido y dormido cuerpo pero no fue lo único que se avivo en él, sino también su lado travieso.


Era el maknae después de todo. Era la alegría del grupo. Era Hyung Jun


No pudo evitar la tentación de hacerle una broma pesada o no tanto al centro de su grupo.


Aprovechando del descanso de una hora que le dieron, salió


Corrió por las escaleras hasta el primer piso sacando de la maquina cinco latas de gaseosas, cada una del gusto predilecto de los miembros. Tomo la lata de color verde, apoyando las demás en el piso y empezó a agitarla con fuerza. Sacudiéndola de un lado a otro sin parar. De un lado y del revés. Su brazo empezó a doler, señal de que era suficiente su trabajo. Tomo las cinco latas entrando al ascensor cuidando que ninguna caiga rodando al piso. Aprovecho que sus amigos estaban en una especie de ronda muy distraídos y dejo cuidadoso las latas junto a donde habían dejado tiradas sus mochilas. Se unió lo más tranquilo como si nada hubiese hecho a la ronda y se metió en su charla.


A los minutos luego de escuchar por segunda vez a Jung Min quejarse de hambre, Kyu recordó que había metido unos paquetes de galletas en su mochila y fue por ellos. Se pudo de cuclillas para su mochila bajo la mirada atenta del menor de todos tomando especial atención de todo lo que hacia


-Oigan, recordé que traje unas galletas. ¡Oh! Hay unas gaseosas aquí también– Grito tomando las latas alcanzándolas a los chicos a cada cual con su sabor favorito.


Todos abrieron las latas tomando de su contenido y Kyu se acercaba a ellos con las galletas y su gaseosa en mano. Alcanzo la bolsa a Jung Min y apoyo sus dedos sobre la lata intentando quitar la válvula. Presiono con fuerza y cuando logro sacarla una gran cantidad de gaseosa salió veloz por todos lados enchastrandolo por completo, mojando su abdomen y parte de su pecho. Todos se dieron la vuelta y soltaron en carcajadas al percatarse de la situación. Las escandalosas risas de Hyung Jun y Jung Min invadieron el salón mientras Hyun Joong reía moderadamente y Saeng cubría su boca para hacerlo.


El rostro de Kyu Jong estaba pálido pero al alzar su rostro y encontrarse con sus compañeros se tornó rojo aún más al deducir de quien había sido la genial idea


-¡Hyung Jun!- chillo eufórico mientras se acercaba a grandes zancadas al menor.


El maknae había cortado con el escandalo una vez escucho su nombre y para cuando Kyu Jong se paró frente a él y al resto, visiblemente enojado, él solo parpadeo como si no supiese de que se trataba el asunto.


Era de costumbre que cada vez que ocurrían ese tipo de cosas, Hyung Jun se hacia el desentendido y solo le echaba la culpa a Jung Min. Comenzando con la eterna lucha de “fue él”, “no, él” y así repetidas veces hasta sacar de quicio a uno de sus tres compañeros.


-Yo no he sido. Fue él- señalo con su rostro sorprendido marcando al sexy carisma del grupo.


-¿¡Que!? ¡Qué dices, niñato! ¡¡Yo no he sido!! -  insistió Jung Min moviendo sus manos tratando de explicarse


-¡No importa quien haya sido! ¡Empecemos a ensayar!- Dijo Kyu Jong  interrumpiendo la batalla de los dos menores algo más calmado.


-Está bien- expreso Hyung Jun tomando la lata que dejo caer Kyu Jong al suelo y saliendo del salón - ¡Pero yo no fui!


 


Cuando no hubo señales del maknae todos explotaron en risas por la actitud tan infantil de Hyung Jun a excepción del sexy carisma que solo inflo sus mejillas e hizo un puchero con sus labios


-Si fue él- se quejó haciendo un mohín


-Lo sabemos- dijeron los tres mayores.


Y ahí estaba nuevamente Kyu Jong riendo por las chiquilinadas de Jun sin hacer reclamos ni enfadarse por ello, solo sonriendo con sus demás compañeros por las ocurrencias del menor y por unos instantes descontracturar la tensión de sus hombros aunque siempre fuese él la victima de las bromas de Hyung Jun. No le importaba y ahí estaba justamente su error, no interesaba si él fuese la victima del maknae, no le interesaba mientras él y sus compañeros rieran por unos momentos. No importaba. No se enfadaría, siempre tendría una paciencia enorme para con sus compañeros, sus amigos, casi sus hermanos pero sobre todo con Hyung Jun, ese niño podría aprovecharse lo que quisiera, el jamás se agotaría de él ni de sus niñerías tampoco. Todo valdría la pena siempre y cuando la sonrisa enorme y sincera que tenia se hiciera presente en su rostro.


Ignorando las verdaderas y ocultas razones del porque el menor se dedicaba única y especialmente a bromear con Kyu. Los verdaderos motivos por lo que lo molestaba.


El medio día había pasado hace un par de horas y sus cuerpos dijeron basta incluso Young Saeng quien por lo general se exigía mas indico que era suficiente por ese día.


Tomaron sus mochilas con rapidez dirigiéndose hacia la van, subieron acomodándose en sus asientos sin mediar palabra en el camino, solo se recostaron en los incomodos asientos buscando dormir por lo menos los treinta minutos que duraba el viaje.


Las puertas del automóvil se abrieron saliendo el mayor y los dos menores.


-Young Saeng. Vamos- grito el mananger moviendo la pierna del chico.


­-Si si- dijo desperezándose y levantándose con mochila en mano. –Kyu. Vamos- pidió moviendo el hombro del castaño.


Kyu Jong abrió lentamente sus ojos notando que ya habían llegado. Se levantó de su asiento y salieron junto a su compañero de allí. Young Saeng cerraba la puerta del edificio cuando el estornudo de Kyu  llamo su atención.


-Nsh- chasqueó - Hyung Jun a veces se pasa con sus bromas. Te puedes enfermar- decía mientras Kyu presionaba el botón del elevador


-No lo hace con esas intenciones, Saeng- prosiguió la conversación entrando al pequeño lugar. Encarno una dulce sonrisa intentando calmar a su amigo.


-No deberías ser tan paciente y me refiero para con todos. A veces te molestamos y solo sonríes. A veces ese niño merece una reprimenda- decía volviendo al punto de la conversación. Hyung Jun y sus bromitas. – Además, pareciera que siempre busca llamar tu atención- decía molesto Young Saeng saliendo del ascensor y entrando a su departamento dejando tras a Kyu Jong confundido


¨Hyung Jun hace todas esas monerías para llamar mi atención¨


Sin poder evitarlo sonrió mientras se encogía de hombros pasando por la puerta de su hogar.


 


 


 


Mientras Kyu Jong permanecía recostado en su cama, mirando el techo con el ceño levemente fruncido Jun lo observaba desde los pies de la cama con el rostro adornado con un pequeño puchero como si fuese un niño a punto de ser regañado. Sus brazos estaban enroscados tras su espalda intentando disminuir la culpa y nerviosismo mientras inflaba sus mejillas intentando persuadir a su mayor para que no fuera cruel con él y le hablase perdonándole por lo sucedido entre el ensayo.


El center parecía ni inmutarse por el rostro entristecido del maknae hasta que vio que el maknae quería empezar a hablar


-Puedo enfermarme por eso ¿Lo sabes?- dijo interrumpiendo los pensamientos del menor –Podría resfriarme y caer en cama ¿Sabias?- redobló haciendo que cierto sentimiento de culpa se instalara en el menor del grupo.


-Lo siento- pronuncio sin dejar salir el aire que inflaba sus cachetes haciendo que a Kyu Jong le causase gracia su forma de hablar.


-Ay, Jun. Es la tercera vez que estornudo ¿Qué harás ahora? ¿Qué harás para evitar que enferme?-


-No enfermaras, Kyu-  índico el maknae sonriendo travieso para quien tenía en frente.


Subió a la cama, sentándose a horcajadas de Kyu Jong con sus piernas a cada lado.


-¿Dónde te has mojado?- pregunto levantando lentamente la camiseta que llevaba Kyu Jong -¿Aquí?- pregunto besando la parte izquierda del abdomen del moreno -¿O aquí?- repitió besando la parte derecho de esa cuerpo -¿También aquí?- inquiría bajando sus besos poco a poco


-Exactamente- respondió el castaño disfrutando del roce de los suaves labios de Hyung Jun –También me ha salpicado hasta aquí- jugueteaba Kyu señalando sus rosados labios. Hyung Jun lo miro divertido sin creerle


-¿Seguro?- cuestiono enarcando una ceja


-Muy seguro, niño travieso- contesto dejando escapar una risita.


Hyung Jun apoyo sus brazos a cada lado de la cabeza del mayor descendiendo su cuerpo hasta tener a escasos centímetros el rostro ajeno, dejo caer sus labios serenos hasta que chocasen con los impropios y empezaron a moverse lentamente siendo correspondido de la misma forma.


Dulce. Amable. Cariñoso.


Nuevamente sintiendo la calidez y amor de los labios ajenos. Nuevamente sintiendo como eran atrapados y atraídos sin poder evitarlo a seguir con esa acción tan inigualable del que eran presos hace ya tiempo.


Como siempre la impaciencia del maknae se hizo presente aumentando el ritmo de sus movimientos, ladeando su cabeza para que la boca de su amante se acoplara mejor a la suya. Lo quería todo. Deseaba recorrer millones de veces la cálida cavidad de Kyu Jong. Tantas veces como fuera posible porque no importaba cuantas veces ya se hayan besado, para él siempre seria único, siempre seria especial, siempre seria extraordinario porque se trataba de aquella boca que tanto le encantaba. Siempre serían los labios de Kim Kyu Jong.


Con la misma mesura con la que lo había besado se separó de los pequeños labios recibiendo por  reproche una mirada acusadora y unos labios fruncidos que le hicieron sonreír antes de volver a besar fugazmente ese puchero.


- No me hagas esa carita…- pronuncio sentándose en la cama con el maknae aun sobre sus piernas


 


-Kyu Jong- escucharon el llamado de alguien tras la puerta. El menor se sentó rápidamente en una esquina de la cama, sosteniendo sus piernas con sus brazos todavía haciendo un mohín


-Oye- dijo su compañero atravesando el marco de la puerta mirando a los dos presentes – pregunta Saeng si hoy harás tú la comida- paso el mensaje molesto y revoleando sus ojos como de costumbre.


-Sí, dile que ya voy- contesto tímido


-No soy tu mensajero.- se quejó Jung Min cerrando la puerta tras él.


-¿Quieres ayudarme?- preguntó Kyu Jong pellizcando la mejilla del menor


-No- respondió sencillamente mirando hacia un costado revoloteando sus pestañas –Voy a dormir un poco- termino acostándose en la cama abrazando las almohadas que allí habían.


-Como quieras pero vete a tu cama. Hyun se enojara…


-No es cierto- se levantó tirándole el almohadón que tenía entre sus brazos antes que el mayor cerrara la puerta


 


 


 


-¿A dónde vas tan tarde?- pregunto Jung Min al castaño cuando lo vio ponerse los zapatos junto a la puerta


-Saldremos con Jun. Me pidió que lo acompañe a comprar unos juegos- respondió Kyu Jong sin prestarle mucha atención


-¿Irán a esta hora?


-Si- dijo simplemente el castaño levantándose del piso poniéndose a la altura de Jung Min


-Pero ya es muy tarde ¿A qué hora regresaran a casa?


-Se lo he prometido Jung Min-


-Como quieran- terminó por rendirse el menor ante las, según él, excusas.


 


-Nos vemos- saludo emocionado Hyung Jun a su amigo cuando lo topo en el pasillo  mientras se ponía su abrigo pero no recibió respuesta alguna de su parte. Solo paso de él como solía hacerlo cuando estaba enojado quien sabe por qué.


 


Con la sonrisa aun en sus labios, llego a la puerta puso rápidamente sus zapatos y salió de allí tomando la mano de su compañero hasta que entraron corriendo al ascensor. Dentro tomó el rostro de Kyu Jong y poso sus labios sobre los del más alto.


Fuerte y tierno.


Fugaz


Las puertas del elevador se abrieron y salió corriendo emocionado a la calle sin entender porque. Sin saber cuál era la razón por la que su estómago parecía querer volverse loco. Ignorando tal vez que la respuesta a ello iba corriendo tras él. 


 


 


 


Sin duda, cuando te diviertes las horas pasan más rápido. Se decía Hyung Jun para sí mismo mientras volvían del centro comercial y aprovechando que su departamento quedaba cerca lo hacían caminando. Al final se había cansado de rogarle a Kyu Jong que se quedaran una hora más, él solo decía que mañana debían levantarse temprano y ya era lo suficiente tarde para ellos. Venia pasos atrás del mayor en señal que estaba realmente enojado después de todo ¡les falto comer helado!


-¿Sigues enojado?- preguntó pero el menor no respondía, solo arrastraba los pies con más fuerza señal de que sí, estaba molesto. – Otro día volvemos ¿de acuerdo?


Hyung Jun se lo pensó un momento para luego correr hacia el castaño empujándole por el hombro


-¿Lo prometes?


-Claro- le aseguro con una sonrisa


 


 


Abrieron la puerta de su departamento con total sigilo para no despertar a sus compañeros, Hyung Jun se apresuró en dejar las bolsas en la mesa de centro de la sala. Kyu Jong apenas se había quitado los zapatos cuando las manos del maknae atraparon su brazo para levantarle y arrastrarle al sillón.


 


-Jun…- susurró


-Bésame, Kyu- Reclamo el pelinegro sin temor alguno


 


Sin hacer esperar la demando de su amante, Kyu Jong tomo el cuello del menor y lo acerco para besar sus labios, asaltando la boca de quien se encontraba sobre sus piernas.


 


El silencio inundaba la sala, solo el eco de sus bocas chocar y el sonido de sus salivas mezclarse podía oírse, la oscuridad era abrumadora y solo unos destellos de la luna lograban colarse por el gran ventanal que daba a la terraza.


 


Hyung Jun lo recibía con la misma ansiedad con la que lo besaba Kyu.


Pronto sintió como los brazos del mayor envolvían su cuerpo levantándolo de sus piernas, apoyándolo sobre la alfombra.


 


No tardó en volver a sus labios y aprisionarlos con los suyos. Ya no era un beso cariñoso, era demandante y apasionado. Convirtiéndose en delicioso y salvaje.


 


-Te he extrañado, Kyu- confeso el menor al oído del mayor


-Yo también- acotó con una sonrisa en sus labios


 


Kyu Jong volvió a su labor, acariciando cada parte del cuerpo de Jun, su piel ardía y sus labios brillaban en las sombras, solo guiándose con sus manos, alcanzo las puntas de su remera arrebatándosela sin consentimientos. Siguió con la suya para luego recostarse sobre el cuerpo ajeno. Besando apasionadamente su torso, acariciando su pecho, lamiendo sus pezones y deleitándose con los dulces gemido que arrancaba de la boca impropia.


 


Las manos del menor viajaron al pantalón ajeno. Tomo con fuerza el cinto tirando de él haciendo que sus miembros rozaran sin delicadeza escuchando un ronco sonido salir de la garganta de Kyu Jong. Pronto se deshizo del botón de los jeans y bajo el zipper dándole más espacio al miembro aprisionado del mayor.


 


El castaño se puso de rodillas separando las piernas del menor arrancándole el pantalón jodidamente ajustado que llevaba el menor esa noche junto con sus boxers. Se puso de pie y se quitó los suyos quedando a igual de condiciones.


 


Volvió junto a su amante besando sus muslos, lamiendo la piel extremadamente blanca del maknae, exquisitamente desquiciante, suave en demasía.


 


Endemoniadamente perfecta


 


El pelinegro tomo la mano ajena llevándola a su boca e introduciendo tres dedos del castaño, lamiendo con lascivia, chupando con regocijo y sobre todo, bajo la mirada de esos ojos marrones preciosos que poseía Kyu Jong.


 


-Eres precioso, Hyung Jun- dijo empujando su pelvis contra su amante


Las mejillas del aludido enrojecieron ante las palabras del mayor.


Kyu Jong se acomodó entre las largas piernas del menor y se inclinó sobre su pecho sudoroso, repartiendo besos y caricias, dibujando un camino hasta llegar a su ombligo jugando con su lengua en él. Enrojeciéndolo por completo, llevándolo al extremo de la locura. Las manos del pelinegro se movían erráticamente sobre su espalda, recorriendo cada parte de esa ancha y trabajada espalda, arañando de forma exquisita la bronceada piel del mayor haciéndolo gruñir.


El primer dedo se introdujo en el interior de Hyung Jun, acostumbrándolo, acariciando con delicadeza sus paredes, pronto un segundo se hizo presente, abriéndose camino para lo que venía, a los segundos un tercero arremetió contra su cuerpo simulando embestidas, haciéndolo suspirar, pidiendo por mas, exigiendo a Kyu Jong.


El pelinegro se abrazó a su cuello, señal de que estaba listo. Entro de una sola estocada, delicado pero profundo arrancando un gemido insensato de ambos. Olvidaron la posibilidad de que uno de sus amigos se despertase, poco les importaba seguramente, solo importaba la hermosa música que formaban sus gemidos en la sala.


Embestida tras embestida el ritmo se hacía más exquisito, enloquecedor, perfecto.


-¡Ah…ah! Kyu…m-mas


-Sí, mi amor


Levanto sus piernas sobre sus hombros y embistió con más fiereza tocando el punto dulce del menor.


-¡AH! ¡AH!


La fricción de su miembro contras el vientre de Kyu Jong era enceguecedora, no necesitaba más, el choque continuo con el cuerpo del castaño lo estaba llevando a su punto.


Pocos segundos después sintió como su líquido recorría su abdomen y su respiración se descontrolaba a causa del orgasmo. Kyu llevo su mano a su rostro acariciando su mejilla con suavidad y amor. Su sonrisa iluminaba la sala mientras aún arremetía contra él. Pocos fueran necesarios para sentir como la esencia del castaño llenaba su interior, arrancándole nuevamente un gemido de placer.


El rostro desencajado del mayor a causa del éxtasis del que había sido víctima era una obra de arte. Era precioso. Cada parte de él. Todas y cada una de sus sonrisas. Todos sus gestos. Cada caricia suya: perfecta, imborrable en su memoria.


Salió de Hyung Jun con sumo cuidado y se acercó a besar su nariz.


-Te amo, Jun- declaró cuando los brazos del maknae lo atraparon en un fuerte abrazo.


 


 


 


 


 


                    A penas salía de ducharse cuando alguien llamó a su celular, saco el celular del bolsillo de los pantalones y contesto a quien llamaba: su hermano.


-Hyuuung- lloriqueaba su hermano del otro lado de la línea


-¿Qué ocurre, Bummie?


-Voy a volverme loco, Hyung. En serio me volveré loco


-¿Pero qué ocurre? Dime. Me asustas- cuestionaba el pelinegro desparramándose en los sillones


-No lo soporto, no soporto que me emparejen con mis compañeros. No quiero- volvía a lloriquear Ki Bum


-¿Eh?


-Que inventen historias sobre mí y Kevin, no quiero, Hyung. Es vergonzoso


-Bummie- susurró Jun


-Somos compañeros y sobre todo ¡somos hombres, Hyung! Qué vergüenza ¿¡Que diría mamá si viera eso!? ¿¡Que pensara de mí!? Ash, voy a volverme loco- se quejaba su hermano menor sin percatarse del mundo a que había hecho viajar a su hermano, sin darse cuenta, lo estaba juzgando, lo rechazaba, lo atemorizaba.

Notas finales:

Espero les guste

Besitos ^^ 


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