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The Jackpot por Lord_Dara

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Notas del capitulo:

Hola, aquí Lord reportándose con el tercer capítulo. Espero les guste.

Capítulo 3

 

Hoseok abrió la puerta y dejó que Yoongi pasara primero. Durante todo el camino el pelinaranja se la había pasado en silencio y secando sus lágrimas. Hoseok quería consolarlo y abrazarlo para que supiera que siempre estaría para él, el problema residía en que aún estaba algo enojado por el raro comportamiento de su mejor amigo, no se explicaba cómo había llegado hasta esa enorme mansión y qué había estado haciendo allí como para haber terminado así. ¿Acaso no eran mejores amigos? ¿Dónde estaba esa confianza que siempre se habían prometido?

 

Al cerrar la puerta escuchó cómo su hermana SeRa corría a abrazar a Yoongi y éste se inclinaba para cargarla y darle un beso en su frente. SeRa sonrió como tonta y le pidió luego a Yoongi que la dejara bajar para saludar a su hermano mayor.

 

Hoseok también la besó y la abrazó lo máximo que pudo, amaba a esa mujercita.

 

Oppa, ¿Yoongi oppa está bien? —susurró en su oído de una forma disimulada.

 

—No lo sé, pero no deberíamos molestarlo —le respondió al ver a su mejor amigo sentándose con dificultad en el mueble y suspirando—. Por cierto, ¿qué haces despierta a las cinco de la mañana?

 

—Yo… —se carcajeó—, no sé de qué hablas ¡estoy durmiendo! —dijo la pequeña que al instante abandonó la sala no sin antes darle un beso en la mejilla a Yoongi y sonreírle coquetamente.

 

Hoseok siguió con la mirada a su hermana y sonrió nostálgico. Su madre había muerto dando a luz a SeRa, dejándolos a él y a su hermano Jungkook sin nadie que los cuidara debido a que su padre había muerto meses antes por causas desconocidas. Para muchos hubiese sido ilógico que un joven de catorce años cuidara de un niño de ocho años y de una recién nacida, sin embargo, Hoseok había madurado a una edad muy temprana y siempre había ayudado a su padre para que pudiera mantener a su familia, por lo que pudo cuidar de ambos esforzándose más de lo que podía.

 

SeRa ya tenía ocho años, los mismo años en los que a Hoseok se le habían incrementado las responsabilidades, en los que definitivamente había tenido que olvidar el disfrute de su juventud y el pasársela de fiesta en fiesta.

 

Por eso no le pedía a Jungkook que trabajara, quería que su hermano disfrutara todo lo que él no había podido y que siempre fuera feliz a pesar de que él no pudiera serlo muy a fondo.

 

Hoseok se sentó en frente de Yoongi y lo miró esperando una excusa, el pálido se mantuvo viendo al piso aunque ya sabía qué tipo de mirada le dirigía J-Hope.

 

—¿Puedo saber qué sucedió? —el pelinaranja mordió su labio inferior y contuvo las ganas de volver a llorar.

 

Hoseok no merecía su silencio, pero estaba avergonzado por lo sucedido, no tenía el coraje suficiente para decirle que se había comportado como una puta, aunque realmente no era así y que había disfrutado el haber estado con Jimin. Ese joven al que apenas había conocido y al que se le había entregado sin saber por qué.

 

—¿Realmente no dirás nada? —bufó Hoseok sintiéndose algo decepcionado de su mejor amigo.

 

—Lo sien… —Yoongi no pudo continuar. Jungkook llegó de la nada con su rostro lleno de preocupación.

 

Hyung —dijo Jungkook—, Jin hyung tiene fiebre, está enfermo desde que llegó pero no quiso que lo acompañara al hospital.

 

Hoseok y Yoongi no perdieron tiempo y fueron rápido hasta la habitación de Jungkook, en dónde se encontraba su amigo sudando a mares y diciendo incoherencias mientras permanecía aún dormido.

 

Seokjin, a pesar de tener tanto dinero para malgastar, siempre había ayudado a Hoseok; cuidaba de Jungkook y de SeRa algunos fines de semana, por no decir que todos y no faltaba sin importar que estuviese enfermo tal y como sucedía esa vez.

 

Yoongi se sintió un tanto aliviado, no estaba deseándole el mal a su amigo, pero en cierta forma había logrado que Hoseok se preocupara por él y dejara de preguntarle qué había sucedido.

 

Cuando Hoseok logró bajar la fiebre de Seokjin e intentó recibir respuestas por parte del pelinaranja se encontró con que éste ya estaba completamente fundido en su habitación, no le quiso molestar y por primera vez en tantos años no se recostó a su lado y se fue a dormir con SeRa.

 


≡≡≡

 


Jimin esperaba a sus padres en la misma mesa en la que se habían sentado los últimos años, realmente no recordaba desde cuándo hacía esto, sólo sabía que todos los miércoles y sábados se reunían allí para tener una cena y compartir un buen momento juntos.

 

Park Jimin no podía quejarse de su familia, era imposible, ya que siempre habían estado unidos. Se preocupaban el uno por el otro y a pesar de que tuvieran tanto dinero ninguno era dejado de lado. Sus padres eran su base, la razón por la cual siempre era feliz, podía gritar que tenía la familia más perfecta de todos los tiempos, que ninguna otra podía compararse con la suya, tenían dinero, salud, amor, nada les faltaba.

 

Sonrió cuando vio a sus progenitores llegar tomados de la mano, su madre estaba hermosa como siempre y no sabía cómo su padre podía cargar con tanta elegancia. Se levantó y besó a su madre para luego dejarse abrazar por su fornido padre.

 

Todos tomaron asiento a la vez y comenzaron a hablar. Al cabo de unos minutos, Jimin perdió la concentración. Había obligado a su cabeza recordar desde cuándo visitaba aquel restaurante para sacar a Yoongi de sus pensamientos. Se había atormentado el resto de la madrugada, la mañana y la tarde pensando en el pálido chico. «¿Se encontrará bien?», se preguntó. «Yoongi», repitió el nombre que el tal Hoseok había mencionado. «¿Debería ir a disculparme?», frunció el ceño y negó, «puede que su novio se enoje si me ve de nuevo con él, no quiero causarle más problemas», suspiró. «Deseo verlo», se quejó.

 

—Jimin cariño, ¿te encuentras bien? —inquirió su madre con preocupación.

 

—S-sí —abrió de más sus ojos mientras asentía—. ¿Decías algo?

 

—No era nada importante. Tienes el rostro descompuesto, oh, mira esas ojeras, ¿de verdad estás bien? —la mujer se acercó y pasó sus dedos por debajo de los ojos de Jimin.

 

—¿Hiciste algo mal? —El tono de su padre no era acusador—. ¿Puedes decírnoslo?

 

—Creo que debo disculparme con alguien —admitió clavando sus ojos en el mantel de la mesa.

 

—Cuando cenes podrás irte —ofreció su padre con tranquilidad.

 

—Gracias papá —Jimin les sonrió a ambos y tomó la carta que le habían entregado antes de que sus padres llegaran.

 


Taehyung se encontraba acostado a lo ancho de su cama. Estaba aburrido, ni sus libros podían sacarlo de aquel molesto momento y eso lo asustaba. Se giró y quedó boca abajo apretando su ya lleno estómago por lo que de nuevo cambió de posición. Su teléfono móvil repicó indicándole que había recibido un mensaje. Se arrojó fuera de la cama y fue a tomarlo, suplicaba porque fuera Jimin, él debía ser su salvación. Y así lo fue.

 

«En cinco minutos estaré fuera de tu casa, no tardes»

 

Taehyung corrió a cepillarse sus dientes por enésima vez en la misma hora y a luchar consigo mismo por elegir unos zapatos adecuados. Quería que entre los planes de Jimin estuviese el bar de su padre y si no era así lo obligaría a ir allí de todas formas.

 

Tomó una chaqueta, su billetera y el móvil. Bajó las escaleras mientras el ama de llaves le miraba con miedo de que saliera rodando por éstas. Recordó que su madre estaba en casa y a pesar de que a ella no le importara lo que él hacía fue hasta la sala esperando encontrarla allí y avisarle a dónde iba. Cuando entró al salón sonrió al verla a punto de hacer una llamada.

 

—¡Mamá! —gritó para que la mujer no terminara de marcar.

 

—¡¿Qué sucede contigo, Taehyung?! —gritó exasperada—. ¡Me has asustado!

 

—Saldré con Jimin y no sé a qué hora regrese —avisó para dirigirse de nuevo a la puerta.

 

—Como quieras —dijo para tomar de nuevo su teléfono—. ¡Ah, espera! —Taehyung se detuvo y la miró inquisitivo—. Me iré a Grecia con mis amigas, saldré en dos horas —anunció.

 

—¿Ya no habías ido a Grecia? —preguntó acostumbrado a tal situación.

 

—Sí, pero fui a Atenas. Las chicas dijeron que sería bueno conocer Salónica, dicen que es una ciudad hermana de Busan, queremos comparar y eso —dijo revisando sus uñas.

 

—Está bien, regresa a salvo —expresó su único hijo mientras suspiraba y se dirigía nuevamente hacia la puerta.

 

La madre de Taehyung en un tiempo había sido bastante sobreprotectora. Aquella mujer siempre estaba tras él mimándolo, consintiéndolo y evitando que tuviera un diminuto rasguño. Era difícil acercarse al pequeño Kim Taehyung cuando su madre veía a todos como una posible amenaza para su hijo, nadie podía explicar tal comportamiento hasta que de un momento a otro ese cuidado excesivo hacia su hijo pasó a segundo plano.

 

Taehyung tenía aproximadamente diez años cuando su madre realizó su primer viaje sin él. El pequeño se sintió vacío y abandonado, pero aguardó a que el siguiente no fuera así y él pudiera acompañarla en sus travesías a través del mundo. El problema fue que su madre no lo llevó al siguiente ni al siguiente, no lo llamó durante cada uno de ellos hasta que él se acostumbró a vivir con una madre que ya no lo miraba ni aunque tuviese fiebre.

 

Afortunadamente para Taehyung, Jimin se cruzó en su camino haciéndole olvidar que necesitaba una madre. Con el dinero y su nuevo mejor amigo bastaba, él no necesitaba amor, sólo el cariño y las sonrisas que Jimin le proporcionaba a diario. Ese cariño de amigo, que ni un padre, ni una madre y menos una pareja podrían darle.

 

Vio el auto de Jimin estacionado fuera de su casa y sonrió con un tanto de malicia. Se había tardado un poco más pero no importaba.

 

—¿Qué tienes planeado? —preguntó en bien se subió al asiento del copiloto.

 

—Prométeme que no vas a reírte —condicionó Jimin antes de soltarlo todo.

 

—Vaya, realmente me estás pidiendo algo difícil —se detuvo a pensar mientras ladeaba su cabeza.

 

—Taehyung…

 

—Haré todo lo posible por no reírme.

 

—Me he sentido mal por ese chico… —Taehyung no se rió, ¿la razón? Aquel chico era el novio de J-Hope, ese hombre que no le caía bien y lo descomponía sin saber por qué.

 

—No deberías —bufó.

 

—Quiero que arregle su relación, yo fui el culpable y no podré vivir con esa carga —Jimin se aferró al volante.

 

—¿Asesinaste a alguien?

 

—No.

 

—Entonces deja de lamentarte, ese no eres tú, ¿sabes con cuántas relaciones has acabado? —soltó Taehyung y se puso el cinturón de seguridad.

 

—No estás ayudando en nada —Jimin golpeó su cabeza con el volante.

 

—Sólo digo la verdad —Taehyung encogió los hombros.

 

—Quiero reivindicarme por una vez —se excusó levantando su cabeza del volante con una sonrisa brillante.

 

Taehyung se quedó mirándolo, realmente le extrañaba que Jimin tomara tal posición. Nunca se había preocupado por nadie más aparte de él o de su familia. Había algo que no entendía, sin embargo aquello le convenía en cierta forma. Si Jimin iba a remendar la relación para que esos chicos regresaran, él podría ir a empeorarlo todo. Sonrió, era una excelente idea, además, antes había pensado obligar a Jimin a ir con él al bar, ¿qué estaba esperando?

 

—Está bien, Jiminnie —le dirigió una sonrisa boba.

 


Yoongi había salido de trabajar en el restaurante desde las dos de la tarde pero se la había pasado vagando por un parque luego de eso. Tenía miedo de regresar a casa, su padre se enojaba cuando no llegaba a dormir y no quería ser golpeado en ese momento. Aun así no podía irse directamente al bar porque sería peor. Miró la hora en su reloj, eran las seis de la tarde y debía estar a las ocho en el bar.

 

Se fue dando pasos cortos llegando de igual forma a su casa. Abrió la puerta con lentitud y asomó su cabeza rezando por no encontrarse a su padre en la sala. Sintió un alivio embargar su cuerpo al no verlo allí, corrió escaleras arriba para ducharse y cambiarse. Le hizo algo de comer a su padre y lo dejó sobre la mesa que se hallaba en la misma cocina. Lavó sus manos y tomó la mochila para salir de nuevo, pero se detuvo en seco al encontrar a su padre de brazos cruzados en el umbral de la cocina.

 

—B-buenas noches p-papá —tartamudeó e hizo una reverencia.

 

—¿Apenas sales del restaurante? —inquirió el adulto escaneándolo con la mirada.

 

—N-no, señor —admitió cabizbajo.

 

—¿En dónde estabas?

 

—Prometo que no sucederá de nuevo —dijo Yoongi con cierto alivio, al parecer su padre no se había enterado de que no había dormido en casa.

 

—Te he hecho una pregunta, mocoso —su padre lo agarró de la camisa haciéndolo temblar.

 

—Fui a pagar las cuentas —medio mintió ya que también había aprovechado la tarde para pagar lo que debían con el dinero que le había robado a Jimin.

 

—Tardaste más de tres horas —Yoongi vio cómo su padre empuñaba la mano. Iba a golpearlo, no necesitaba ser adivino para saberlo.

 

Cerró sus ojos con fuerza, iba a arrepentirse por lo que haría pero no podía permitirse llegar tarde a trabajar. Usó toda la fuerza que pudo y se alejó de su padre logrando que él se tambaleara y cayera de nalgas. Aprovechó esa situación para huir, corrió lo máximo que pudo y cuando estuvo a más de tres cuadras lejos de su casa se detuvo jadeando.

 

Iba a ser golpeado cuando regresara, estaba cien por ciento seguro de eso, pero por lo menos sería después de trabajar, luego descansaría y se las ingeniaría para cubrir los golpes.

 


Cuando Jimin y Taehyung llegaron a la entrada del bar, los dos gorilas que la cuidaban se hicieron a un lado de inmediato, no debían provocar al hijo del jefe por nada en el mundo.

 

Jimin le dirigió una mirada inquisitiva a Taehyung y éste le guiñó un ojo para continuar su camino. Ya dentro del bar, ambos dirigieron su mirada a la barra, Hoseok de nuevo tenía el ceño fruncido y preparaba las bebidas de mala gana. Jimin quitó su mirada y buscó a Yoongi pero no tuvo suerte, mientras, Taehyung sonreía sin quitar su vista del rostro de J-Hope, le divertía verlo así.

 

—Hoy quiero un VIP —dijo Taehyung sin dejar de mirar a su enemigo.

 

—Está bien —respondió Jimin esperando que en algún momento Yoongi apareciera allí y los atendiera.

 

Un chico que al parecer era el administrador los ubicó en una buena mesa del VIP sin que tuviesen que buscar mucho.

 

—Esperen un momento, el mesero no tardará —explicó el joven adulto—. ¿Desean compañía adicional? —inquirió y Taehyung lo fulminó con la mirada.

 

—¿Tenemos cara de querer putas? —escupió.

 

—Lo siento, fui algo imprudente, señor —hizo una reverencia y se alejó.

 

Taehyung miró a su mejor amigo, que estaba a punto de perder su cuello por lo tanto que estaba estirándolo.

 

—Hey, tranquilo, cuando venga el mesero le diré que no quiero que me atienda él sino ese chico… ¿cómo se llama?

 

Jimin le miró y se detuvo a pensar, en aquel lugar le decían Suga. Tal vez no le gustaba que lo llamaran por su nombre verdadero o sólo deseaba que su novio dijera su nombre. Sintió celos aunque no quiso admitirlo.

 

—Suga.

 

—Sí, Suga —repitió sonriendo al ver un camarero acercándose.

 

—Buenas noches, ¿qué desean tomar? —Taehyung se levantó y lo empujó con lentitud fuera del VIP, el joven lo miró asustado y encogió su cabeza.

 

—¿Podrías hacerme un favor?

 

—Lo que desee… señor —balbuceó el chico.

 

—Quiero que J-Hope me atienda —Taehyung fue al grano.

 

—Lo siento, señor, él no está encargado de las mesas VIP —aclaró el joven esperando un grito o algo parecido.

 

—No te lo estoy pidiendo, es una orden —expresó el castaño con una voz tranquila.

 

—Pero…

 

—¡Nada! ¿Sabes quién soy? ¿No? ¡Soy el hijo de tu jefe! Así que vete ahora mismo y has que J-Hope me atienda —Taehyung lo empujó y volvió a su asiento.

 

Jimin lo miró esperanzado y dejó de buscar a Yoongi con la mirada para concentrarse en su mejor amigo.

 

—Vendrá J-Hope, será más fácil si te disculpas con él —dio un buen argumento.

 

—¿Quién es J-Hope?

 

—Su novio, idiota —Taehyung lo golpeó en la cabeza.

 

—Pero… si su novio se llama Hoseok.

 

—¿Así se llama J-Hope?

 


Yoongi miraba a Jimin y a Taehyung de lejos, escondido en una columna del lugar. Sentía su corazón latir a mil por hora al ver cada expresión que se formaba en el rostro de Jimin. Pocos minutos antes había llegado a trabajar, pero por el momento no era capaz de hablar con Jimin y mucho menos dirigirle la mirada a Hoseok, no cuando había escapado de su casa antes de que se despertara para que no volviera a preguntarle qué hacía en la casa de Jimin.

 

Decidió esconderse por un rato, pero aquel lugar ya se estaba volviendo incómodo. Calculó los pasos que habían hasta el lugar donde los trabajadores dejaban sus pertenencias y corrió como loco hasta allí deseando que nadie lo hubiera visto. No soltó su maleta y se apoyó en la puerta, afortunadamente desde allí también podía ver lo que sucedía en el lugar, hasta que uno de sus compañeros lo asustó y comenzó a entablar una conversación con él. Le incomodaba un tanto hablar durante mucho tiempo con alguien más, sin embargo, debía aprovechar la oportunidad de entretenerse y luego arreglárselas para enfrentar al mundo.

 

No supo cuánto tiempo pasó y asintió a lo que el chico le decía mientras se giraba y miraba hacia el VIP. Su sorpresa fue grande al encontrarse a J-Hope encima de Jimin a punto de golpearlo.

 


Hoseok sintió un enorme malestar al saber que debía atender a los mismos jóvenes del día anterior. Tuvo una pequeña pelea con el administrador antes de ir hasta allí, estaba haciendo algo que no le correspondía hacer, no sabía si podía quejarse en la oficina de trabajo por aquello, aunque debería ser así.

 

—Buenas noches, ¿qué desean? —dijo con voz monótona. No quería mirarlos.

 

—Jimin viene a disculparse contigo por lo de anoche —dijo Taehyung sonriendo con falsedad—. ¿Cierto, Jiminnie? —el mencionado asintió luchando consigo mismo por formular las palabras adecuadas para que Hoseok no continuara enojado con Yoongi.

 

Aunque muy a fondo no deseaba hacerlo, si no se disculpaba aquel chico no lo perdonaría, por lo tanto terminarían su relación y él tendría una oportunidad. Siempre había sido egoísta, constantemente había jugado sucio por lo que quería, pero esta vez no pudo. Recordó a Yoongi llorando, su corazón se encogió, no podía obtener a alguien que ya amaba con todas sus fuerzas a otra persona que no era él.

 

—¿Por lo de anoche? ¿A qué se refieren? —Hoseok por fin alzó su mirada intrigado.

 

—Tú sabes, a que Jimin se acostó con tu novio y eso —Taehyung supo que había dado en el punto exacto al ver el rostro impactado de Hoseok.

 

—¿De qué mierda estás hablando? —guardó la libreta de apuntes en el bolsillo mientras sentía su rostro enrojecerse de ira.

 

—¿Tengo que explicártelo con plastilina? ¿O acaso no estás enojado con tu novio porque tuvo sexo con Jimin? Vaya, quiero un novio que se comporte as… —Taehyung no pudo terminar. Hoseok ya se encontraba sobre Jimin dirigiéndole un golpe que pudo jurar resonó por todo el lugar.

 

Taehyung no quería que eso sucediera, J-Hope se veía muy calmado. Nunca creyó que él sería capaz de golpear a alguien, no porque no pudiera sino porque en su rostro estaba escrito el «no a la violencia».

 

Como pudo intentó quitarlo de encima de Jimin, ahora estaba enojado, nadie podía tocar a su mejor amigo, de eso estaba seguro. De repente llegó Yoongi junto al administrador a detener a Hoseok que pataleteaba y juraba que iba a matar a Jimin. El pelinaranja se sintió culpable, no debió haber dejado solo a Hoseok en ningún momento, nada saldría bien por su culpa.

 

—¡¿Estás loco?! —Gritó Taehyung escudando a Jimin—. Lárgate ahora mismo si no quieres que te hunda en la cárcel —continuó desgarrando su voz.

 

—Lo siento, señor —dijo el administrador dando varias reverencias.

 

—No, ¿sabes qué? ¡Estás despedido! No vuelvas a poner un pie dentro de este lugar.

 

Jimin intentaba salir del letargo en el que lo había dejado el golpe, vio el rostro de preocupación de Yoongi, el mismo rostro que le había partido el corazón en la madrugada.

 

—Por favor, Tae, no hagas las cosas más difíciles —murmuró intentando manejar la situación.

 

—¿Te crees el dueño del lugar como para despedirme? —Profirió Hoseok—. Puedes tener todo el dinero del mundo, pero no puedes echarme de un lugar que no te pertenece.

 

—¿Estás seguro de eso? —Sonrió con sarcasmo—. Soy Kim Taehyung y si no quieres que haga que mi padre salga de su despacho para despedirte vete ahora mismo, las cosas se pondrán feas si se entera de que le has pegado a Jimin.

 

El administrador le miró fascinado. J-Hope no le agradaba debido a que todos le querían y se sentían bien trabajando a su lado, nada comparado a como se comportaban cuando él estaba cerca.

 

—No puedo hacer nada, J-Hope —dijo el administrador—. Márchate, te llamaré luego para entregarte tu remuneración.

 

—No puede hacer eso —Yoongi suplicó.

 

—No lo hago yo, lo hace el hijo del jefe —sonrió ladino.

 

—Ya, Yoongi —dijo Hoseok con una calma exagerada—. Nos vemos luego —salió del VIP y luego del bar dejando a su mejor amigo estupefacto.

 

—Entonces yo también me largo —dirigió una mirada rencorosa a Taehyung.

 

—No es necesario —dijo Jimin pero fue ignorado por el chico que siguió el mismo camino de Hoseok. Jimin hizo el amago de ir tras él pero Taehyung lo detuvo.

 

—Tú te vas conmigo al hospital —mandó para luego recoger sus cosas y marcharse casi arrastrando a Jimin mientras el administrador sonreía satisfecho.

Notas finales:

Y eso ha sido todo por hoy.

He estado muy triste desde el viernes, es como una tristeza que no se quita con nada, por eso siento que no puedo ser cursi en estas notas finales... 💔

Pero sí quiero agradecerle a las personas que nos leen y a las pocas que se molestan en dejar un comentario, de verdad nos ponen muy felices, en serio.

Lord las quiere mucho, lectoras ♥♥♥ Espero tengan una feliz semana y nos leemos el próximo domingo.

Pueden darle like a nuestra página de Fb para enterarse de las actualizaciones.

PD: Lord ama esta brotp, son bellos. En tu cara Jimin(?

PD2: A mí me corresponde responder los comentarios del capítulo pasado. Denme un tiempo a mejorarme, los responderé con el poco pero profundo amor que tengo 💔💔


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