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The Jackpot por Lord_Dara

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Notas del capitulo:

¿Adivinen quién soy?

...

El capitán Jack Sparrow.

Capítulo 33

 

Se habían detenido a comer en un McDonald’s, que se encontraba a pocos metros de distancia del edificio donde vivían Jimin y Yoongi. Ambos se encontraban un poco calmados y llevaban un buen tiempo comiendo en silencio. Yoongi dejó las servilletas sucias sobre la bandeja en la que habían llevado la comida a la mesa y luego le dirigió una apenada mirada a su acompañante.

 

—Lo siento, Tae —el mencionado dejó de ver una enorme pantalla que emitía unos cuantos videos publicitarios, sorbió lo último que le quedaba de su gaseosa, y entrecerró los ojos expresando su poco entendimiento.

 

—¿A qué te refieres?

 

—Por mi culpa peleaste con tu novio y tu mejor amigo —explicó el pelinaranja.

 

—Oh —Taehyung se encogió de hombros—. Si nos ponemos a pensarlo bien, estamos en la misma situación.

 

Yoongi sonrió al escucharlo, ¿por qué no había pensado en eso? Era un tonto. Taehyung al verlo sonreír —empequeñeciendo sus ojos de esa manera tan peculiar y enseñando sus dientes—, se sintió enternecido.

 

—No te preocupes, no es para tanto. Tuviste razones para enojarte, igualmente, esto se arreglará hoy mismo —asintió reafirmando aquello—. Sí, estoy completamente seguro que Hoseok y Jimin irán a rogarte perdón porque ambos saben que se portaron mal.

 

—No quiero saber nada de Jimin por hoy, me cuesta dejar de estar enojado con él —profirió el mayor estirando sus brazos y bostezando.

 

—Tienes razón, yo tampoco planeo ver a Hoseok.

 

Yoongi se levantó del asiento y miró a Taehyung por un corto momento.

 

—¿Quieres pasar la noche en el apartamento? —inquirió con una sonrisita—. Podríamos irnos ahora, antes de que Jimin regrese, y dejarlo fuera.

 

Una malvada sonrisa se formó en el rostro de Taehyung, ¿por qué no? Sin siquiera responder se levantó del asiento y jaló a Yoongi hasta el auto, deseaba escuchar los lamentos de Jimin cuando la puerta no abriese.



Habían cambiado la clave de la puerta, además de poner los seguros por dentro y luego sentarse en la sala a ver una película en el computador portátil de Jimin. No llevaban más de treinta minutos en casa, cuando el sonido que emitía el sistema de la puerta al recibir una clave errónea pitó. No fue un tono fuerte, pero ambos se miraron, detuvieron la película y se acercaron con precaución a la puerta, como si ésta fuera a ser derrumbada por Jimin.

 

—Demonios —escucharon murmurar al joven al otro lado de la puerta.

 

El mismo pitido de clave errónea se volvió a escuchar.

 

—Agh, Yoongi —gruñó en voz baja.

 

Taehyung y el mencionado se pegaron pequeñas carcajadas que no lograron ser escuchadas por Jimin.

 

—¿Hoseok? —habló Jimin haciendo que ambos pegaran sus orejas al portón—. Sí, he llegado pero Yoongi cambió la clave de la puerta. No, estoy seguro que no la he olvidado, eran nuestras fechas de cumpleaños. ¿Puedo ir a pasar la noche en tu casa? No quier… está bien.

 

El par de jóvenes dentro del apartamento se pegaron mucho más a la puerta cuando todo volvió a ser silencio.

 

—¿Crees que se ha marchado? —preguntó Taehyung intentando mirar por la rendija inferior de la puerta sin lograr nada.

 

—No lo s… ¡mierda! —maldijo Yoongi ganando la atención del otro.

 

—¿Sucede algo?

 

—Olvidé que debo ir a trabajar —sacó su teléfono móvil del bolsillo mostrándole a su amigo que contaba con veinte minutos para llegar al bar.

 

Taehyung se quedó en silencio, intentando idear algo que lo librara de hacer aquello, pero nada llegaba a su cabeza.

 

—¿Y si está afuera esperando a que me marche?

 

—No lo creo, tal vez fue al bar, te esperará allí y te acosará hasta que le digas la clave. O posiblemente se fue a casa de Hoseok y él será el que te ac… ¡Por supuesto! —la mirada de Taehyung brilló—. Llamaré a Joon.

 

Sacó su teléfono con tanta rapidez que éste se le resbaló de las manos y cayó al suelo. Yoongi se precipitó a recogerlo y devolverlo a su dueño. Taehyung marcó sin preocuparse por lo que recién había sucedido y abrió los ojos anunciándole a Yoongi que Namjoon había contestado y puso el móvil en altavoz:

 

—Hey, Joon. Necesito que me ayudes, no puedes dejar que Hoseok se acerque a Yoongi, tampoco Jimin, debes protegerlo como si fueses su guardaespaldas —dijo todo rápido para que el otro lo dejara hablar.

 

¿Qué sucede ahora? —se quejó Namjoon.

 

Taehyung suspiró y soltó todo lo que había sucedido en la tarde, sabía que Namjoon se negaría a ayudarlos si no le compartía nada.

 

¡Todos ustedes son unos inmaduros! —gruñó—. No, esta vez no voy a ayudarlos, han pasado muy pocos días desde el último problema, ¿cómo pueden comportarse como niños casi a diario?

 

—Oh, Joon, por favor —suplicó Taehyung.

 

No los ayudaré, o bien, te ayudaré con eso de que los chicos no se le acerquen a Yoongi sólo si arreglan las cosas mañana.

 

—¡Está bien! —prometió—. Cuento contigo.

 

¡Sólo por esta vez, Taehyung!

 

—Lo sé, mañana las cosas estarán bien —dijo mirando a Yoongi, que asentía como si Namjoon estuviese mirándolo.

 

Vale —Namjoon colgó sin despedirse haciendo que el rostro del castaño se desfigurara.

 

—Grosero —murmuró el castaño.

 

—Por lo menos aceptó —el mayor se encogió de hombros y corrió por la sala en busca de su bolso hasta dar con él y regresar hasta donde se encontraba el otro chico—. Te veo ahora, estás en tu casa —quitó los seguros y abrió la puerta sacando la cabeza con miedo, para después salir disparado aprovechando que no veía a Jimin en el pasillo.

 

Taehyung cerró la puerta, caminó un poco y miró a su alrededor. ¿Qué podría hacer en una casa ajena a solas? Dio unos cuantos pasos más y sin enterarse llegó a la habitación de la pareja. Por inercia empezó a abrir los cajones sin darle importancia a lo que encontraba, así pasó un gran tiempo hasta que se aburrió, y tomó una carpeta de una estantería llena de libros de Arquitectura y otras carpetas que se veían más aburridas que la que había tomado.

 

—Deben ser planos —dijo al no comprender el nombre de aquella carpeta, y caminó hasta sentarse sobre la cama.

 

Sonrió al darse cuenta que eran dibujos de Yoongi. Al ver cada uno, estuvo completamente seguro de que el joven sería el adecuado para las Artes. Sus trazos eran perfectos, casi mágicos. Continuó mirando cada dibujo sin dejar pasar cada espacio de la página, hasta que los dibujos cambiaron conforme fue pasando las hojas. Ya no eran plantas, ni paisajes, mucho menos vistas a través de diferentes ventanas. Eran dibujos de Jimin desnudo.

 

—Oh, por Dios, son unos pervertidos —se carcajeó sintiendo sus mejillas sonrojarse. Cerró la carpeta al haber visto sólo dos dibujos del montón que seguían luego de esos, debía admitir que su mejor amigo tenía un buen cuerpo pero no le interesaba verlo de tal forma.

 

Devolvió el objeto de donde lo tomó, encontrándose la cámara profesional de Jimin unos cuantos estantes arriba. Se encogió de hombros, pensando que por lo menos encontraría algo mejor allí, la encendió y se lanzó sobre la cama. Habían muchas más fotos de las que se esperaba, eran casi ochocientas.

 

—Es un estúpido, algún día perderá la cámara y llorará por no haber guardado las fotos —manifestó y se entretuvo con las fotografías.

 

Pasó las fotografías y vio vídeos sin descanso. Sonriendo por el montón de fotos de él que no conocía, además de tener algunas otras de él con Hoseok en el bar, sirviendo unas cuantas bebidas en la barra. Todo iba bien, hasta que nuevas fotos lo hicieron abrir sus ojos desmesuradamente. En la pantalla apareció una foto de Yoongi completamente desnudo en la cama, durmiendo plácidamente. Jimin no se había preocupado en taparlo con las sábanas, sino que se había dedicado a tomarle fotos en ese estado. Taehyung negó con la cabeza y pasó la fotografía, encontrándose con una foto de ambos desnudos y besándose.

 

—No tienen vergüenza —alegó evitando reparar bien la fotografía hasta que decidió continuar y reproducir un vídeo:

 

Ya está —aquella era la voz de Jimin, pero la cámara no enfocaba nada aún, hasta que Taehyung logró ver que su amigo llegaba a la sala y acomodaba la cámara en la barra que estaba en la cocina, permitiendo ver la cocina con Yoongi preparando algo para cenar.

 

Falta poco —habló Yoongi.

 

En el vídeo, de repente apareció Jimin, el cual abrazó a su novio por la espalda y comenzó a darle leves besos en el cuello.

 

¿Cuántas veces te he dicho que eres demasiado hermoso? —le preguntó Jimin a Yoongi. Taehyung bufó.

 

No lo sé —bromeó Yoongi dejando de dar la espalda para que su novio pudiera besarlo en los labios con pasión, permitiéndole pasar sus manos por todo su cuerpo sin negarse. Taehyung abrió más sus ojos y acercó la cámara más a su rostro, como si no pudiese ver bien.

 

Me haces muy feliz, Yoongi —dijo Jimin con voz ronca. Ambos continuaron con sus toqueteos y se quitaron casi toda la ropa sin abandonar la cocina.

 

Tú me haces mucho más feliz —alegó Yoongi luego de haberle mordido los labios.

 

Taehyung pensó en detener el vídeo, pero sus manos continuaron agarrando la cámara, y él no paró de mirar el par de chicos en bóxer, que no dejaban de besarse y tocarse. Jimin bajó sus manos hasta la cintura de Yoongi para bajarle la ropa interior justo en el momento en el que la mirada del mayor se encontraba con el lente de la cámara, dándose cuenta de que ésta se encontraba encendida, grabando.

 

¡Jimin! —gritó Yoongi. Taehyung saltó en la cama como si Yoongi se hubiese enterado de que los estaba espiando. La pantalla se puso negra pero el castaño podía escuchar todavía las carcajadas de la pareja, hasta que por fin el vídeo fue detenido.

 

En la pantalla apareció el vídeo para ser reproducido de nuevo, mientras Taehyung permanecía en silencio espabilando.

 

—¿Qué demonios? —susurró al bajar de la cama. Dejó la cámara donde se encontraba antes y volvió a recostarse sin dejar de negar con la cabeza—. Son unos pervertidos… y yo también lo soy por haber visto el video hasta el final —se reprendió cerrando los ojos—. Tal vez lo hubiese detenido luego de esa parte si Yoongi no se hubiese enterado… o tal vez no —especuló dejándose llevar por el sueño y la vergüenza.



Sabía que Namjoon continuaba hablando. Realmente se sentía mal por no escucharlo, pero le costaba hacerlo. Si fuera otro día, otro momento, estaría dispuesto a oír las magníficas historias de su amigo, pero le era imposible dejar de seguir con la mirada a Yoongi. No le agradaba estar peleado con su mejor amigo, no, aquello no era sano y más cuando habían discutido por una insignificante estupidez. Suspiró al ver a Yoongi asentir con la cabeza y anotar uno de los pedidos del VIP en su libreta, ¿cómo podría lograr que hablaran?

 

—Hoseok… ¿me estás escuchando? ¡Hoseok! —Namjoon se interpuso en su mirada y le empujó la cabeza con un dedo—. ¿He estado hablando solo todo este tiempo?

 

—Lo siento, no he podido saber de qué hablas —dijo con franqueza. El rubio viró los ojos y subió sus piernas sobre la silla siguiente aprovechando que ese día el lugar no estaba tan lleno.

 

—¿Qué te sucede? —fingió no saber nada.

 

—Estoy esperando a que Yoongi termine para poder hablar con él, hemos peleado —dijo lo último más rápido al ver que su amigo había terminado de anotar los pedidos—. Ya regreso.

 

—¡Espera! —Namjoon lo tomó del brazo y le sonrió con exageración—. Sírveme un Mojito.

 

—¡¿Qué?! Pero si todavía tienes cerveza ahí —señaló el vaso que apenas había sido tocado por el rubio.

 

—Ya no quiero más, quiero un Mojito.

 

Namjoon escuchó un profundo gruñido de Hoseok y vio cómo su amigo preparada con malagana y rapidez aquella bebida. Seguro iba a saber asqueroso.

 

—Ahí tienes, ahora re… —el moreno enmudeció cuando vio a su mejor amigo acercarse con timidez, como si pensara en no cumplir con su trabajo y prefiriera salir corriendo a casa en vez de acercársele.

 

Sus miradas se cruzaron, Hoseok abrió la boca para decirle que tenían que hablar pero Yoongi se le adelantó.

 

—Dame una botella de Vodka y dos Daiquirí —soltó todo con torpeza. Namjoon negó con la cabeza, tomando un poco de cerveza y ganándose una mirada de odio de Hoseok por haberlo hecho preparar el Mojito que no iba a tomarse.

 

—¿Podríamos hablar un momento? —pidió Hoseok. Yoongi se sintió mal al ver su mirada suplicante, sin embargo, negó con la cabeza.

 

—Los clientes no pueden esperar, mucho menos los VIP —intervino Namjoon moviendo las manos como si estuviera ordenándole a Hoseok trabajar más.

 

El moreno suspiró y fue a hacer su trabajo mientras el pelinaranja lo miraba con tristeza. Aún no podían hablar porque todavía se sentía enojado. Hoseok terminó con el pedido y le entregó todo a su amigo en una bandeja, dirigiéndole de nuevo esa suplicante mirada que hacía sentir a Yoongi un completo niñato inmaduro.

 

La noche continuó con su jornada tranquila, clásica del inicio de la semana. Yoongi no dejaba de torturarse cada vez que miraba a la barra y encontraba a Hoseok llamándolo con la mirada. ¿Qué sería de él si Jimin estuviese también allí? Huyó del bar en bien la jornada de trabajo terminó, seguro de que al día siguiente tal vez lo reprenderían por haber medio limpiado las mesas que le correspondían. El problema era que no quería hablar con Hoseok a pesar de lo mal que se sentía, su orgullo estaba siendo muy fuerte.




Taehyung abrió los ojos sintiéndose como si hubiese dormido el tiempo necesario, buscó el teléfono móvil en su bolsillo y se dio cuenta de que apenas era la una de la mañana, el turno de Yoongi recién había terminado, por lo que decidió ir a esperarlo en la sala —porque sabía que no podría dormir hasta un par de horas más tarde—. Tomó asiento en el sofá, revisando e ignorando notificaciones de su móvil. Cuando ya no había ni una más, fue en busca de la aplicación de Instagram mientras arreglaba su cabello con la otra mano para tomarse una foto. Sin lograr su cometido, recibió un mensaje al KakaoTalk de Jimin. No tardó en abrir el mensaje y bufar:

 

01:15 am. Puto traidor.

 

Su mejor amigo permanecía en línea, como si estuviera esperando una respuesta rápida, pero Taehyung no le respondió, eliminando la conversación y dejando el teléfono a un lado sin importarle. El tono de un nuevo Kakao lo hizo mirar el móvil con desprecio, aun así lo tomó y revisó el mensaje:

 

01:17 am. ¿Qué hice mal?

 

Taehyung sonrió sintiéndose enternecido y a la vez culpable con su mejor amigo. ¿Cómo podía continuar enojado con alguien así? Permaneció mirando el mensaje por un largo tiempo hasta que el sonido de la puerta abriéndose lo hizo levantarse del sofá e ir a saludar a Yoongi.

 

—Has llegado rápido —dijo olvidando por completo el mensaje de su mejor amigo.

 

—Evité algunas tareas —explicó Yoongi dejando su bolso en la sala—. ¿Tienes hambre?

 

—No, estoy… —su estómago gruñó haciéndose notar. Ambos se rieron.

 

—Te prepararé algo —avisó poniéndose un delantal para después lavarse las manos.

 

Taehyung asintió y tomó lugar en un asiento de la barra. Yoongi inició su trabajo en silencio, olvidando algunas cosas y quemándose por intentar coger las ollas sin protección. El menor frunció el ceño al ver lo extraño que se estaba comportando el pelinaranja. Jimin muchas veces se había jactado de que su novio se desenvolvía muy bien en la cocina, ¿qué estaba sucediendo?

 

—Debes estar muy cansado —expresó el castaño recibiendo una respuesta unos cuantos y exagerados minutos más tarde.

 

—Oh, sí, un poco.

 

—¿Pasó algo malo?

 

Yoongi se quedó mirándolo con el plato recién servido en las manos, se lo entregó y mantuvo el silencio hasta que un largo suspiro salió de él.

 

—Creo que exageré un poco, mi enojo ha sido irracional. Siento que Jimin no me permite hacer las cosas por mi cuenta. Además, me disgusta sentirme inútil en cuanto al dinero, aun así me siento un poco mal por mi comportamiento —expresó, revolviendo la comida que se había servido en un plato más pequeño.

 

—Tienes todo el derecho de enojarte pero no eternamente, debes hablar con Jimin y Hoseok para arreglar las cosas.

 

—¿Deberíamos ir a hablar con ellos y disculparnos? ¿Crees que van a escucharme? —Taehyung se encogió de hombros y tragó.

 

—Es mejor hacerlo para no sentir más culpa. Además, estoy seguro de que van a escucharte, ellos se preocupan mucho por ti.

 

—Soy un idiota, no debí permitir que terminaras involucrado en mi rabieta.

 

—No te preocupes —Taehyung sonrió—. No fui obligado a hacer nada que no quisiera. Aún pienso que Jimin hizo mal, y si pudiese volver a repetir aquello estaría de tu lado de nuevo. ¡Además, Hoseok lo defendió como si fueran muy amigos! —dijo con celos—. Y se estaba pasando con lo que te decía.

 

Yoongi se carcajeó haciendo que su movimiento provocara la casi caída de su plato al suelo.

 

—¿Por qué me caías mal antes? —pensó en voz alta haciendo que Taehyung también se riera.



≡≡≡



Taehyung apagó el estéreo del auto y se quitó el cinturón. Era un nuevo día, y arreglarían la problemática situación del día anterior. Yoongi inhaló y exhaló antes de quitarse el cinturón y abrir la puerta. Se encontraban en frente del restaurante en donde trabajaba Hoseok. Tenían planeado obligarlo a entrar al auto y luego ir en busca de Jimin para hablar.

 

—¿Qué tal si lo esperamos fuera? No debe tardar mucho en salir —propuso Yoongi, metiendo sus sudorosas manos en los bolsillos. Estaba nervioso.

 

—Me parece bi… bien —balbuceó al escuchar unas risas conocidas. Ambos se giraron y miraron a un par de jóvenes que salían del restaurante riéndose por algo que había dicho uno de los dos. Aquellos jóvenes eran Hoseok y Jimin, que no detuvieron sus pasos al verlos, sino que siguieron su camino hasta quedar en frente de ellos.

 

Sus sonrisas se mantuvieron hasta que el rostro serio de Taehyung los obligó a dejar de hacerlo. Hoseok sintió su corazón agitarse, conocía esa mirada, eran celos, aun así no logró dejar de sentirse un poco incómodo, igual que Jimin. Yoongi bajó su mirada sintiéndose apenado en bien captó los ojos de su novio clavarse sobre él. No alcanzó a leer su mirada, tal vez era una llena de decepción.

 

Hoseok miró a Jimin y luego a su novio y a su mejor amigo. No podía desaprovechar aquella oportunidad, por lo que soltó lo primero que se le vino a la cabeza:

 

—¿Ya han comido?

 

Jimin miró expectante a los chicos que asintieron con lentitud y continuaron con su silencio.

 

—¿Han dormido juntos? —preguntó Jimin, haciendo que Yoongi se riera con disimulo por aquella pregunta, y él intentara contenerse para no dejarse llevar por aquella sonrisa que le llenaba el corazón.

 

—¿Has tratado bien a SeRa? —preguntó Taehyung de la nada, llamando la atención de Jimin.

 

—¿Cómo sabes que estaba allí? —dijo Jimin impresionado.

 

Hoseok viró los ojos pensando que todos eran unos idiotas por estar de pregunta en pregunta sin llegar a algo conciso.

 

—Ya, es todo. ¿Está todo bien? ¿Qué hacen aquí? —intentó no sonar grosero.

 

Taehyung y Yoongi permanecieron en silencio hasta que el primero reaccionó y le dio un codazo al pelinaranja en las costillas, ocasionándole un profundo dolor que lo hizo espabilar:

 

—Necesitamos hablar.

 

—Debo ir a presentar un examen parcial, me es imposible faltar —dijo el moreno luego de un suspiro.

 

Jimin miró la hora en su reloj y abrió los ojos como platos.

 

—Falta poco para las cuatro, Hoseok, se te hace tarde —habló sacando las llaves de su auto del bolsillo y quitándole la alarma de seguridad a éste—. Iré a llevar a Hoseok al examen y luego nos veremos —le explicó a los otros chicos tomando al moreno del brazo.

 

—¡Espérenme en casa! —exclamó Hoseok dejándose llevar por Jimin y sacando las llaves de la casa del bolsillo para lanzárselas a Taehyung, el cual las atrapó en el aire sin dejar de ver a su novio y mejor amigo marchándose.

 

—Bueno… vamos —musitó Yoongi cuando el auto arrancó.



Yoongi abrió la puerta, haciéndose de lado para que Taehyung entrara primero y fuera asustado por Jungkook, que estuvo a punto de lanzársele encima creyendo que era su novio.

 

—Ah —profirió Jungkook frunciendo el ceño al ver a Yoongi y a Taehyung dirigiéndole una extraña mirada.

 

—Sí, no somos Seokjin, puedes regresar y seguir haciendo tus cosas —dijo Yoongi con calma. Taehyung se rio con disimulo.

 

Jungkook suspiró y los dejó pasar sin dejar de hacer pucheros.

 

—¿Y SeRa, dónde está? —preguntó Taehyung extrañado de no ver a la dulce niña recibiéndolos.

 

—Está tomando una siesta —explicó despreocupado.

 

Yoongi, que ya se encontraba sentado en el sofá, se levantó asustado al escuchar al moreno.

 

—SeRa no toma siestas en la tarde, ¿ha enfermado? —debido a su exagerada reacción, Taehyung también miró al menor preocupado.

 

—No te preocupes, se encuentra bien. Es sólo que hoy tuvo ballet y no le fue muy bien, por eso decidió ir a dormir en vez de enfadarse con todos —Jungkook se sentó en el sofá retomando el paquete de papas fritas que comía antes de que llegaran los otros chicos—. ¿Y ustedes qué hacen aquí? ¿Dónde está el enano que no me llama por mi nombre?  

 

Yoongi y Taehyung tomaron asiento a sus lados, robándole unas cuantas papas sin importarles si el menor deseaba compartirlas con ellos.

 

—¿Entonces cómo te llama? —preguntó Taehyung mordiendo una papa. Jungkook bufó mientras masticaba con fuerza.

 

—Niño, me dice niño.

 

Un par de carcajadas llenaron la sala mientras Jungkook comía sin darles importancia. No era gracioso.

 

—¿Por qué lo has dejado aquí? —inquirió mirando a Yoongi—. Hoseok me obligó a dormir con él, y si Jin se entera que lo hice, se enfadará porque estoy durmiendo con el hombre equivocado.

 

La mirada de Yoongi se ensombreció y sus labios temblaron.

 

—¡¿Por qué demonios dormiste con Jimin?! —gritó, a punto de agarrar al menor de la camiseta.

 

—Era eso o que durmiera con SeRa —explicó Taehyung pasando los canales de la televisión.

 

—¿Y por qué Hoseok no es una opción? —preguntó Yoongi alterado.

 

—No inventes —Taehyung le dirigió una sonrisa que le gritaba que estaba loco—. Eso sería imposible.

 

Yoongi viró los ojos y se entretuvo viendo a Taehyung pasar canales hasta que ambos se quedaron dormidos. Jungkook se aburrió de estar ahí al no tener con quién hablar y se encerró en su cuarto, por lo menos allí no podría escuchar los ronquidos de los mayores. Al cabo de casi una hora después, la puerta volvió a abrirse, haciendo que el hombre menor de la casa saliera disparado de su habitación con un gran alboroto que hizo que todos los que dormían en casa se despertaran.

 

—¡Llegaste! —exclamó emocionado al ver a su novio, dando un largo paso para lanzársele encima, sin embargo, tuvo que detenerse al ver la amenazante mirada de su hermano mayor tras Seokjin.

 

Jungkook se paró a un metro de distancia y comenzó a dar saltitos sin dejar de sonreírle a su pareja mientras éste se le acercaba y le daba un rápido beso en la mejilla para que Hoseok no los reprendiera.

 

—¡Son unos ruidosos, estoy intentando dormir! —gritó SeRa desde su puerta, llamando la atención de todos, incluidos el par de jóvenes que minutos antes dormían en el mueble con sus cabezas pegadas—. Hola, oppas —dijo restregándose los ojos antes de volver a entrar a su habitación y cerrar la puerta dejándolos a todos mirándose en silencio.

 

Jimin y Hoseok negaron con la cabeza y se sentaron en frente de sus correspondientes parejas, esperando a que éstos terminaran de acomodarse en el sofá y estuvieran dispuestos a tener una pacífica charla con ellos. Jungkook intentó sentarse al lado de Yoongi para escuchar qué sucedía pero fue detenido por su novio, que lo jaló hasta la puerta de la casa.

 

—¡Espera, quiero escuchar por qué están peleando! —pidió, luchando por volver a sentarse en el sofá pero Jin no se lo permitió.

 

—Iremos al super a comprar algunos comestibles para la cena —avisó abriendo la puerta y empujando a su novio para que fuera adelante.

 

—¡Jin! —jadeó Jungkook intentando hacer una pataleta.

 

—Te lo contaré en el camino —le susurró en el oído antes de salir y dejar a los otros hombres sin interrupciones.

 

Los chicos cruzaron miradas por un corto momento, ninguno se atrevía a hablar hasta que Yoongi decidió hacerlo:

 

—No quiero alargar esto.Debo admitir que me enojé y exageré demasiado, pero lo estuve pensando y noté que no tenía mucho sentido seguir enfadado. Aun así no me da pena admitir que tenía un poco de razón.

 

—¿En qué tenías razón? —interrumpió Jimin ganándose un golpe en la cabeza de Taehyung—. Auch, eso dolió —el joven que lo golpeó lo ignoró—. Está bien, entiendo lo que dices, pero se supone que somos pareja y debemos ayudarnos, sin embargo tú no dejas que lo haga. ¿Por qué no entiendes que quiero darte todo y hacerte feliz?

 

—Pero es que en ese entonces no eran pareja —meditó Hoseok en voz alta ganándose también un golpe de su novio—. Deja de hacer eso —dijo haciendo un puchero.

 

Yoongi intentó ignorar lo que su mejor amigo recién había dicho y volvió su mirada a Jimin.

 

—Yo también necesito obtener las cosas por mis medios, Jimin. ¿Cómo esperas que no me enoje contigo si no me dejas hacer nada? —preguntó sin dejar de mirarlo.

 

—Él tiene razón —expresó Taehyung sin dejar de asentir con su cabeza.

 

Hoseok estiró su mano y le pellizcó el brazo. Taehyung saltó en su asiento y frunció el ceño ofendido.

 

—Déjalos hablar —mandó su novio y el menor asintió sobándose el brazo.

 

—Al menos déjame defenderme por mi cuenta —rogó Yoongi.

 

—Hazlo, pero si la cosa es grave debes dejar que te ayude —condicionó Jimin, haciendo que su novio se quedara en silencio.

 

Yoongi miró a su mejor amigo, a Taehyung y finalmente volvió a mirar a su novio sintiendo una pequeña voz en su cabeza que le gritaba “Está bien”. Debía aprender a compartir sus problemas con el chico que tanto quería.

 

—Agh, está bien. Pero siempre que vayas a hacer algo dímelo con anticipación —advirtió ganándose un sonrisa de su novio.

 

Jimin se sintió más liviano y feliz, debido a esto, jaló al pelinaranja con fuerza haciendo que éste cayera de rodillas en frente suyo, para después besarlo apasionadamente sin importarle el par de espectadores a su lado.

 

—Eww —dijo la otra pareja a la vez, evitando seguir mirándolos.

 

Hoseok hizo una mueca y pasó su mirada al castaño, que ya se encontraba viéndole.

 

—Me debes una disculpa —soltó el mayor entrecerrando los ojos. Taehyung alzó su cabeza fingiendo mirar hacia otro lado aunque aún lo miraba de reojo.

 

—¿Perdón? Siento que es al contrario —dijo cruzándose de brazos intentando contener una risita.

 

Hoseok se levantó del suelo y se sentó al lado de Taehyung para después abrazarlo con fuerza, demostrándole que lo había extrañado con exageración las últimas horas. El menor se dejó abrazar y sonrió hasta que sintió los labios de su novio acercándose a su oreja.

 

—Debo admitir que te ves demasiado sexy cuando te enojas —le susurró. Taehyung se mordió el labio inferior y sonrió.

 

—Son unos envidiosos —manifestó Jimin sin dejar de abrazar a su novio.

 

Jungkook y Seokjin no tardaron en llegar, al igual que la cena no demoró en estar preparada. Hoseok y Yoongi se despidieron y se marcharon junto a Jimin que los llevaría hasta el bar. Taehyung se quedó en la casa de su novio hablando con SeRa para no llegar temprano a casa, de todas formas no había nadie quien lo recibiera.

 

Ayudó a la pequeña con sus deberes y dejó que ésta le contara una historia que quedó inconclusa porque se quedó dormida. Salió de la cama de la pequeña y se despidió de la pareja que hacía sus deberes en la sala con unas amplias sonrisas en sus rostros. Condujo lo más lento que pudo hasta la mansión, saludando a las empleadas que misteriosamente no se habían marchado a dormir aún. Éstas miraban hacia la sala, donde se encontraba su madre tomando una taza de té que tal vez había traído de su último viaje a… ni siquiera estaba seguro del lugar donde se encontraba antes.

 

—Hola… mamá —habló para anunciarle que había llegado, aunque a ella ésto no le importaba.

 

—Hola, cariño. Te estaba esperando —dijo con una sonrisa que hizo que el menor frunciera el entrecejo extrañado.

 

Notas finales:

Menudos infantiles están hechos esos tontos, excepto Hoseok. Él es genial. Namjoon habló por todas nuestras lectoras, lol.

Yes, es lunes, 10:25am, y actualizamos apenas hoy porque la semana fue muy larga y hubo mucho que hacer.

Y bueno, aquí Lord saludando, ¿cómo están todos? Espero que muy, muy bien, jeje. Ayer salí con Dara y otras gentes, y al final la perdí de vista; fue tan difícil encontrarla, que mejor me fui a casa. Hahaha, pues tremendo día.

De acuerdo, ¿supongo que es todo por hoy? Los comentarios del capítulo anterior me corresponden a mí, en cuanto tengo un respiro los responderé. ♥ ¡Hasta luego!


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