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The Jackpot por Lord_Dara

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Notas del capitulo:

Jelou~ Lord reportándose con el séptimo capítulo que me gustó mucho, lol. ¡Que lo disfruten!

Capítulo 7

 

El estómago de Jimin rugía de hambre, era miércoles y como siempre se reunía con sus padres en el restaurante para comer, el problema estaba en que el único que se encontraba a su lado era su padre y éste no dejaba de mirar la hora sin quejarse una sola vez.

 

Llevaban aproximadamente cuarenta y cinco minutos tomando sólo vino porque su madre no llegaba. El señor Park puso la copa de vino a un lado y se levantó de su asiento con un gesto de disculpa en el rostro.

 

—No puedo esperar más, tengo una reunión en quince minutos —explicó a su hijo dando leves golpecitos en su espalda.

 

—¿Y si le ha sucedido algo? —inquirió Jimin con evidente preocupación.

 

—Tal vez se demoró mucho en el estilista, sabes cuánto tiempo le dedica a verse bien. El sábado te compensaremos este día —abrazó a su hijo para salir a pagar la cuenta, ya que no podía esperar a que el camarero fuese por la tarjeta hasta allí.

 

Jimin se quedó mirando fijamente la mesa, era la primera vez que su familia no estaba con él un miércoles. En sus recuerdos siempre estaba presente aquella cena familiar que no podía faltar, pero ese extraño día estaba solo, su hambre desapareció, tomó sus pertenencias y salió del lugar algo enojado con sus padres.

 

Al estar ya fuera se sorprendió al encontrarse con uno de sus más antiguos amigos y sonrió. Llevaba unos buenos meses sin verlo, se había marchado para Inglaterra a visitar a su familia y había decidido no volver, no obstante, allí estaba, Jimin no dudó en acercarse ignorando la persona que hablaba con él animadamente.

 

—¡Hey, Namjoon! —Exclamó y lo abrazó con fuerza—. ¿Qué haces aquí?

 

—Sabía que podría encontrarte aquí, quería darte una sorpresa —exageró.

 

—Creí que no regresarías, estaba a punto de extrañarte, incluso Taehyung lo hacía, aunque nunca lo dijo —Namjoon se sintió un poco emocionado al recordar a Taehyung y lo frío que podía ser.

 

—Sería extraño que Taehyung lo hiciera, pero puedo creerte —se encogió de hombros con una expresión similar a un “por qué no”—. Por cierto, el sábado haré una gran fiesta —dramatizó las últimas palabras— que ninguno de ustedes dos debe perderse —señaló a Jimin y al joven que estaba tras él.

 

—¿Ustedes? —Jimin frunció el ceño y miró hacia atrás encontrándose con Hoseok de brazos cruzados y mirándolo como una posible mierda que podría estropear sus zapatos.

 

—¡Olvidé presentarlos! Hoseok él es Jimin, Jimin él es Hoseok —dijo esperando que se llevaran bien.

 

Jimin ignoró a Hoseok y abrazó a Namjoon para marcharse, no soportaba que su amigo tuviese ese tipo de compañías.

 

—Nos vemos el sábado, haré todo lo posible para que Taehyung no se niegue a ir —finalizó para seguir su camino, pero se detuvo al recordar que su madre podría llegar y no encontrarlo.

 

—Discúlpalo, él es un poco… no sé cómo decirlo, pero con el tiempo aprendes a quererlo —Jimin viró la mirada y se entretuvo con su teléfono—. No olvides llevar a Yoongi.

 

Aquellas palabras hicieron que el cuerpo de Jimin se girara automáticamente con intentos de devolverse. Hoseok notó aquella acción y sintió su rostro tornarse rojo de la ira.

 

—Yoongi estará muy ocupado, sé que no irá —casi gritó teniendo una ridícula guerra de miradas con Jimin, que hizo a Namjoon soltar una carcajada y continuar mirándolos sin dejar de divertirse.

 

—¿Me estoy perdiendo de algo? —Inquirió Namjoon—. Creo que no debí marcharme. Eh, ya se conocen, ¿no es así?

 

—Nos hemos visto unas cuantas veces y créeme que su presencia no es nada buena —lanzó Jimin continuando aquella guerra de miradas.

 

—Pienso que es todo lo contrario, tú sólo causas problemas, a Yoongi no le gustan los chicos problemáticos —Hoseok intentó nivelar su voz para que las personas que pasaban no los escucharan, pero le fue difícil.

 

—¿También conoces a Yoongi? —Namjoon lo miró impresionado.

 

—Este idiota abusó de Yoongi —Hoseok lo señaló sin pena.

 

—¡Yo no abusé de Yoongi! —Jimin se acercó mucho más quedando muy cerca de Hoseok.

 

—Creo que Suga tiene dolor de cabeza porque lo hemos mencionado mucho, es tiempo de calmarnos, tomar aire, podríamos hacer ciertos ejercicios de respiración que aprendí en uno de mis viajes a…

 

—Sí, ya, no debo perder mi tiempo con mocosos que se aprovechan de las personas buenas —rezongó Hoseok—. Espero verte el sábado, cuídate Namjoon —palmoteó su espalda y se marchó con las manos dentro de los bolsillos. El día anterior había renunciado a la pizzería y al otro restaurante para retomar su rutina anterior, en ese momento iba de camino al bar, encontrándose de casualidad con Namjoon y aprovechando el tiempo que le sobraba para hablar con él, pero por culpa de Jimin sintió la necesidad de irse.

 

Jimin sintió un tic en su ojo derecho al ver el descaro con el que se marchaba Hoseok, si tan sólo él no fuera el mejor amigo de Yoongi podría golpearlo sin compasión, pero no lo haría porque no le convenía.

 

—Bonita amistad —bromeó Namjoon.

 

—Vete al demonio —Jimin se marchó enojado. Namjoon se quedó en el mismo lugar carcajeándose con fuerza sin importarle que la gente se le quedara mirando.

 

 

≡≡≡

 

 

Yoongi despertó a las cinco de la mañana con el sonido de la alarma de su teléfono, sonrió al escuchar “Power” de Kanye West llenando su cuarto y su cuerpo de buenas energías para un nuevo día.

 

Aprovechó lo mucho que había bebido su padre el día anterior para limpiar la casa a fondo, estaba al tanto de que no serviría de mucho porque cuando regresara en la noche, encontraría su hogar igual o peor de lo que ya estaba, pero no estaba de más dejarlo ordenado por unas cuantas horas.

 

A las ocho de la mañana salió de casa feliz por haber recuperado su trabajo en el bar. Aún podía recordar la enorme sonrisa de Hoseok cuando le comentó que el señor Kim los había recontratado, necesitaba el trabajo y nunca se cansaría de el porqué era divertido y sus manos no terminaban doliendo tanto como cuando lavaba platos.

 

Caminó quince minutos hasta la parada de autobuses y tomó el bus necesario para llegar a su trabajo, faltando cinco minutos para las nueve, se detuvo en frente del restaurante e ingresó sin dejar de saludar a las personas que habían llegado junto a él. No tardó mucho en cambiarse y le ayudó a sus compañeros mientras la clientela comenzaba a llegar.

 

Siendo las dos de la tarde suspiró al ver el montón de platos que había lavado, la cantidad de comensales ese día se había doblado debido a que era viernes. Su estómago rugió rogándole que comiera algo, lo meditó por un momento y no encontró excusa válida para fallar con el almuerzo, además tenía hambre, algo que normalmente no sucedía en él.

 

Fue por algo de comida a la cocina y regresó a su lugar aprovechando que tenía una mesa al lado para comer. Dio el primer bocado y gimió al sentir algo tan gustoso invadir su paladar.

 

—Si no estuviera viéndote creería que me estás engañando con otra persona, ¡qué bien gimes! —Yoongi reconoció la voz de Jimin y no quiso mirarlo porque su rostro se había teñido de rojo.

 

Jimin se sentó frente a él, le quitó la cuchara y tomó un bocado del delicioso almuerzo que él recién había obtenido.

 

—Tuviste razones para gemir, está delicioso —afirmó Jimin dando otro bocado.

 

—Oye, esa es mi comida —balbuceó haciendo un puchero sin darse cuenta. El otro joven lo miró embelesado y lo alimentó sin permitir que se negara.

 

Suga recibió la comida en silencio hasta que no quedó nada. Ambos estaban satisfechos y se miraban de manera inexplicable meditando cada palabra que dirían.

 

—Namjoon hará una fiesta mañana y quiero que vayas conmigo —soltó Jimin sin dejar de mirarlo.

 

—¿Namjoon ha regresado? Espera, ¿conoces a Namjoon? —inquirió Yoongi atónito.

 

—Sí, pero eso no importa, irás ¿verdad? —el pelinaranja tomó el plato para lavarlo y evitar responder aquello. Le gustaría ir con él pero estaba casi seguro que Hoseok también le invitaría, no podía rechazar a su mejor amigo y más sabiendo lo mucho que él odiaba a Jimin.

 

—Iré con Hoseok —respondió sin notar la agilidad con la que Jimin se levantaba de la silla, le quitaba el plato de las manos y lo apresaba entre su cuerpo y una pared cercana.

 

—No estoy de acuerdo en que me rechaces —le susurró en el oído y subió la mano con lentitud por el abdomen del mayor, pasó por el pecho y terminó quitándole uno de los primeros botones de la camisa del uniforme.

 

Yoongi sintió mucho calor pero no pretendió separarse, le gustó tener a Jimin tan cerca que hasta deseó besarlo. Sus narices se rozaron, un montón de sensaciones se formaron en su vientre, Jimin volvió a hablar:

 

—¿Irás conmigo? —preguntó de nuevo pero el sonido del teléfono móvil de Yoongi interrumpió la situación.

 

Jimin metió su mano sin pudor en el bolsillo del otro joven y frunció el ceño al leer el nombre del indeseable Hoseok.

 

—E-entrégamelo —de mala gana el moreno le devolvió el teléfono pero no se separó—. ¿S-sí? —Yoongi no podía controlar los nervios por tener al otro aún tan pegado a él.

 

Había olvidado darte una muy buena noticia. Namjoon ha regresado y nos ha invitado a su fiesta de bienvenida —Yoongi miró a Jimin sin saber qué responder. El moreno escuchó todo y su rostro se descompuso.

 

—¿A-ah sí?

 

¿Eso significa que no irás? —preguntó Hoseok confundido.

 

—C-claro que sí, iré contigo —Jimin se separó y lo miró bastante enojado.

 

Está bien —dijo satisfecho—, continuaré con la clase. Salí sólo a decirte eso. Nos vemos luego —Hoseok colgó y Suga tragó fuerte.

 

—¿Te molesta mi presencia? —arrastró Jimin sin dejar de dirigir esa mirada que hacía sentir mal a Yoongi.

 

—Jimin, yo… —fue interrumpido.

 

—Entiendo, Yoongi, he insistido de más. No creí que esto pudiese llegar a ser tan incómodo. Evitaré volver a molestar —Jimin salió del lugar con un enorme resentimiento en su pecho.

 

Suga se quedó petrificado al verlo marcharse, «¡¿vas a permitir que se vaya?!», gritó su subconsciente.

 

—Aghh, mierda —se quejó y salió corriendo tras él. Disimuló un poco al pasar por el restaurante para que ninguno de los comensales se quejara por su comportamiento y cuando estuvo en la puerta vio cómo el auto de Jimin arrancaba. Continuó corriendo tras él, la desesperación invadía su cuerpo, no quería que se marchara, necesitaba que estuviese cerca de él, pero fue inútil, el auto iba mucho más rápido de lo que podría correr y no se detuvo ni un solo segundo.

 

Jimin observó todo sin detenerse, no tenía el humor necesario como para continuar hablando con el peli naranja y sabía con exactitud que si se mantenía allí podría terminar en una disputa en el que ambos terminaran más heridos.

 

Yoongi se devolvió con los ánimos por el suelo, la tarde pasó volando y olvidó tomar su cena o más bien no lo hizo porque no sentía las ganas de alimentarse. Deseó tener el número de Jimin para llamarlo, pedirle que hablaran y arreglaran las cosas, no tenía sentido pelear por una estupidez como lo era el ir a una fiesta con su mejor amigo. Maldijo al caer en cuenta de lo mucho que pensaba en aquel chico, ¿por qué debía darle explicaciones? No debía, a pesar de eso, quería hacerlo.

 

Se cambió a las siete treinta de la noche sabiendo que llegaría tarde al bar. Estaba agradecido con el señor Choi por haberlo entendido cuando le dijo que retomaría su horario anterior porque había recuperado su trabajo en el bar. Todos debían de ser como él, eso pensó en bien le fue aceptada su petición.

 

Cuando salió del restaurante estuvo a punto de dejar caer la maleta al suelo. Jimin se encontraba frente a él, recostado sobre su auto y con el ceño fruncido. Suga sonrió ampliamente sin tener ganas de ocultarlo, todo su cuerpo se relajó y se acercó sin parpadear. Jimin relajó su rostro embobado por aquella sonrisa, ¿realmente era a él a quién le sonreía? Miró a ambos lados y atrás para percatarse de que Hoseok no estuviese allí, su corazón se hinchó al cerciorarse de que le sonreía sólo a él y que era una sonrisa genuina y tan perfecta como podría serlo su dueño.

 

—¿A qué has venido? —Yoongi se arrepintió por haber hecho tal pregunta, sintió que Jimin volvería a ofenderse y no tenía las fuerzas suficientes para salir de nuevo tras su auto.

 

—¿No es obvio? —Jimin abrió la puerta del copiloto y metió a un confundido Suga dentro. No tardó en tomar su asiento y arrancó mientras Yoongi lo miraba extrañado.

 

—¿Continúas enojado? —mordió su labio inferior esperando una respuesta negativa.

 

—Si continúas haciendo eso creo que no aguantaré más —gruñó Jimin y orilló el auto para quedarse mirándolo fijamente.

 

Suga lo miró sin comprender y lamió sus labios sin saber que aquellas acciones eran las que volvían loco a Jimin. Tragó fuerte cuando lo vio acercarse y detenerse tan cerca que sintió su respiración sobre él. Se miraron a los ojos y sin una palabra adicional se besaron. Jimin no recordó antes haber besado a alguien con tantas ganas y lentitud, era un beso que quería disfrutar, mantener en su cabeza además de querer repetirlo cada que pudiera.

 

Por otro lado, Yoongi se aferraba al otro chico para que no lo soltara, se sentía tan bien luego de tantos años difíciles, se sentía querido como cuando visitaba la casa de Hoseok y Se Ra lo abrazaba mientras le decía lo mucho que lo quería. Además, se encontraba tan lleno como cuando su mejor amigo lo abrazaba y le daba ánimos para enfrentar la vida.

 

Ambos se separaron con sus labios hinchados y la respiración agitada por todo el tiempo que duró el beso. Sus miradas brillaron y sonrieron cómplices sintiéndose ridículos debido a tanta felicidad. El moreno aceleró de nuevo e intercaló su mirada entre el camino y Yoongi hasta que por fin llegaron al bar.

 

Jimin estacionó el auto, tomó la mano del otro chico y sonrió con disimulo al sentir cómo sus manos encajaban a la perfección. El mayor lo miró por el rabillo del ojo y también sonrió, continuaron caminando para luego detenerse en la entrada al ver cómo Taehyung arrastraba sus pies y pasaba por su lado saludando sin muchas ganas.

 

 

Taehyung llevaba sólo tres días trabajando en el bar, le costaba con exageración acostumbrarse a ese lugar, movió su cabeza sin fuerza al ver a los otros trabajadores y sus pocos ánimos fueron cambiados por una latente ira al ver la risa burlona de Hoseok, que medio limpiaba la barra.

«Desearía borrarte esa sonrisita con un golpe», pensó mirándolo mal y tomando su puesto dentro de la barra.

 

—Buenas noches, joven Kim —ironizó J-Hope. El recién llegado le miró con unos ojos ardientes y llenos de ganas por asesinarlo.

 

—No estoy para bromas, sólo déjame trabajar —respondió sin interés en pelear, otro día lo haría.

 

—Oh, ¿conoces esa palabra? —habló tan bajo como para que Taehyung no lo escuchara y continuó en lo suyo.

 

Por ser viernes el bar comenzó a llenarse y los pedidos llegaron sin descanso. Con la misma intensidad que llegaban las personas, J-Hope reprendía a Taehyung. “No sabes servir bien el trago”. “No sabes preparar un cóctel fácil”. “No es la copa adecuada”. “No limpias bien la barra”. “No tengo tiempo para explicarte lo mismo una y otra vez”. “No te entretengas con Jimin”. “No esto, no aquello”. Estaba a punto de explotar con tantos regaños, Hoseok podría ser una persona muy amable con todos menos con él, se sintió ahogado y desesperado.

 

Taehyung vio a su padre arrimarse a la barra por un trago justo cuando J-Hope estaba reprendiéndolo, su mirada se iluminó y pensó en hacer que su compañero y enemigo se tragara las palabras.

 

—Tae, hijo mío —el señor Kim le despeinó los cabellos—. ¿Cómo va todo?

 

—Todo está mal, tu empleado me regaña delante de todos los clientes, debes hacer algo —se quejó haciendo un puchero que siempre funcionaba.

 

—Hey, J-Hope —el hombre lo miró con el ceño fruncido—. Si mi hijo no trabaja bien puedes continuar reprendiéndolo, exígele y exprímelo, lo necesita —soltó una carcajada para luego tomar su trago y marcharse a su oficina.

 

Taehyung lo miró sin comprender, ¿realmente ese hombre era su padre?

 

—¡Me voy a vengar! —le gritó sabiendo que todo era su culpa por haberlo amenazado antes. Se giró preparado para encontrarse a J-Hope riéndose de él, aunque eso no era lo que sucedía.

 

El moreno secaba algunas copas sin quitar la mirada de una joven castaña, que tenía un escotado vestido negro que dejaba ver sus enormes pechos —Taehyung sabía que eran falsos—, y que aparte de eso le sonreía con coquetería.

 

—Hola, J-Hope —la escuchó decir. El mencionado le sonrió de una forma que Taehyung nunca creyó ver. No perdió su tiempo y se le acercó con una mirada amenazante.

 

—Si no vas a pedir nada lárgate a restregarte contra cualquiera que esté en la pista o busca a tus amigas zorras, tal vez ellas te están ganando los hombres más ricos y te quedarás sin nada —entrecerró los ojos y sonrió de lado al ver la cara de sufrimiento que formó la chica en bien lo escuchó.

 

Sin una respuesta de la joven, se vio arrastrado fuera de la barra por un bastante enojado Hoseok, juraba que de sus ojos salían llamas y que podría enterrarle un cuchillo si lo tuviese en la mano.

 

—Estoy harto de esto, ¿acaso eres un niño? —le gritó en bien lo tuvo en un rincón apartado de todos.

 

—No necesitamos clientes que ocupen espacio en la barra y no pidan nada —se excusó cruzándose de brazos, demostrando lo poco que le importara el enojo de Hoseok.

 

—Eres tan infantil —atribuyó—. No sabes vivir sin arruinar las cosas, es más, me pregunto realmente si sabes vivir sin pesar que todo gira a tu alrededor, tal vez por eso tu padre se despreocupa de ti, debe estar cansado de tus niñerías y estupideces —escupió todo sin preocuparse porque afectara al otro.

 

Taehyung lo miró impactado, a su cabeza no llegaba nada para poder defenderse, quería herirlo de la misma forma que él lo había hecho, pero en ese momento sólo quería llorar como el niño mimado que era.

 

—Tómate unos minutos para reflexionar y regresa a la barra —apretó sus labios y continuó—. Si vuelves a hacer algo similar te juro que me marcho y no vuelvo. No me van a importar tus libros ni voy a escuchar tus lloriqueos para que regrese, además y métetelo muy bien en la cabeza: ¡No me importará si usas de nuevo a Yoongi, no estaré dispuesto a aguantarte más! —finalizó y se marchó sin arrepentimiento.

 

El castaño exhaló y caminó lo más rápido que pudo al baño, cuando estuvo allí comenzó a llorar y a pegarle a las puertas sin importarle quién estuviera allí. Aprovechó el ruido de la música y gritó lo más que pudo. Maldijo a J-Hope, a su padre, incluso a su madre por haberlo mimado tanto y luego haberlo dejado a la deriva sin darle una mínima protección. Se preguntó cómo hacía Jimin para aguantarlo y el por qué nunca se había quejado, le dio una patada a una puerta y se giró para encarar a unos tipos que susurraban tras él.

 

—Hey, hermano, ¿te sientes bien? —preguntó uno de ellos con un tono socarrón.

 

—¡Métete en tus propios asuntos! —gritó con una mirada endemoniada. Si hubiese tenido algo en la mano habría terminado en la cabeza de ese tipo. Ambos jóvenes alzaron las manos en signo de rendición y se marcharon del baño sin dejar de susurrar lo loco que estaba Taehyung.

 

Las lágrimas pararon aunque su ánimo se mantuvo por los suelos. Decidió regresar a la barra, debía demostrar que realmente se esforzaría por trabajar, al final de todo no trabajaría allí toda la vida y un mes pasaba rápido. En bien llegó, la mirada furiosa de J-Hope se posó sobre él, Taehyung fingió no notarlo y atendió un par de jóvenes que sólo deseaban una Coca-Cola con un toque de ron.

 

—¿Dónde estabas? ¿Por qué demonios tardaste tanto? —inquirió J-Hope de manera disimulada. Taehyung no lo miró, sólo terminó de servir el ron dentro de la bebida y les entregó su pedido a los chicos. Ya estaba allí, eso era lo que importaba.

 

 

≡≡≡

 


Jimin se miró por última vez al espejo. Era sábado y no cualquier sábado, era el día de la fiesta de bienvenida de Namjoon, en la que estaría Yoongi, al cual no dejaría solo ni un instante. Apenas eran las dos de la tarde, quería pasar por su taller un momento y descansar de aquella larga semana.

 

Fue al cuarto de su madre a despedirse ya que no regresaría hasta el domingo. Su padre se había marchado el día anterior para China, así que por segunda vez en la semana no tendrían su cena familiar, no se sintió bien al enterarse, pero se conformó con saber que la siguiente semana todo volvería a la normalidad. Empujó la puerta y sonrió al ver a su madre maquillándose un poco, le impresionó lo hermosa que estaba a pesar de que ese día no saldría.

 

—Oh, qué bella —le dio un beso en la cabeza para continuar admirándola mientras ella terminaba con su lápiz labial.

 

—Tu belleza no pudo salir de otra persona —bromeó haciéndole un campo en el banco de su tocador.

 

—¿Estarás bien aquí… tan sola? —preguntó el hijo único dudando en marcharse.

 

—Claro que sí, cariño. Debes divertirte o sino me sentiré mal —lo abrazó con la misma ternura de siempre.

 

—Si quieres puedo regresar para que cenemos juntos o…

 

—Voy a estar bien, Jiminnie, así que vete —le dio un sonoro beso en la mejilla que dejó un poco de su labial marcado en ella.

 

—Agh, ahora tendré que ir a limpiarme la cara —ambos se rieron y se despidieron con sus rostros iluminados de felicidad.

 

Jimin tenía planeado recostarse en el sofá del taller con la ventana abierta de par en par y observar el bello paisaje que se formaba, sin embargo, todo cambió cuando recordó el día que había llevado a Yoongi. Pensó en algo lindo que pudiese gustarle y trabajó toda la tarde en ello, sin mucha atención miró la hora creyendo que podría terminarlo, pero sus ojos se abrieron desorbitadamente al enterarse de que eran casi las ocho de la noche.

 

Se quejó por no haber logrado terminar aquello y por lo mal que se encontraba su ropa en ese momento, su cabello estaba revuelto y gotas de sudor bajaban por su cuello. Tomó lo más rápido que pudo sus cosas y regresó a casa para ducharse y vestirse de nuevo. Aquello no estaba en sus planes por lo que en bien llegó a casa subió las escaleras trotando y se metió directamente en su cuarto sin demorar en vestirse y verse mucho mejor que antes.

 

Cuando salió del cuarto se preguntó por qué no había nadie del servicio en casa, luego supuso que su acomedida madre les había dado la tarde libre y siguió su camino. Repentinamente se detuvo, pensó que debía despedirse de nuevo de ella o no se sentiría bien el resto de la noche, se devolvió y cruzó el pasillo que lo llevaba al cuarto de su madre, cuando abrió la puerta se quedó congelado.

 

Sus ojos se quedaron fijos en el cuerpo de su madre, que se movía con desenfreno encima de una persona que él conocía muy bien. Ese hombre que llevaba muchos más años de los que él recordaba siendo el mayordomo, pasaba sus manos por la cintura de la mujer que él consideraba su madre, mientras ella gemía llena de excitación y sin una sola pizca de remordimiento.

 

El mayordomo fijó su mirada en él y tapó su cuerpo junto con el de su amante lo más rápido que pudo. La mujer frunció el ceño sin entender y luego siguió la mirada asustada del tipo. Su mano derecha fue a parar en su boca y en un instante sus ojos se llenaron de lágrimas.

 

Jimin cerró la puerta de la habitación y caminó con lentitud por el pasillo. Espontáneamente, sus pasos comenzaron a ir más rápido hasta las escaleras, en ese instante escuchó el llanto de su madre tras él y comenzó a correr.

 

—¡Jimin, cariño, espera por favor!—la mujer gritaba desgarradamente mientras él sentía su corazón a punto de destruirse—, ¡Jimin!

 

Llegó extrañamente rápido al auto y aceleró sin siquiera ponerse el cinturón de seguridad. En ese momento no le importó nada, estaba en blanco, tenía un enorme dolor en el pecho, además de una asquerosa imagen plasmada en su mente, que lo torturaba y le hacía perder la cordura.

Notas finales:

¿Y qué tal, qué les pareció? *v* ¿Cómo creen que marchará todo de ahora en adelante, cómo seguirá la familia de Jimin? Pobre Jimin-sshi, con lo que ama a su familia y de lo que se viene a enterar 💔 Por otro lado, ¿qué opinan de Taehyung? ¿Y de Hoseok siendo un regañador? Lol. Éste ha sido mi capítulo favorito, de verdad lo disfruté mucho. ¡El YoonMin fue hermoso! ;;; 💔

Bueno, ha aparecido nuestro Namjoon y este es su look, ¿a que es genial? ♥

¡Gracias a todos por sus comentarios! Estoy muy feliz por su apoyo y por ver cómo crece la familia de The Jackpot(? Nos leemos en la próxima actualización ^^ ¡Buen día!

PD: recientemente este es el gif YoonMin que más me ha gustado, creo que es mi favorito de lo que llevo de vida(? Es que es como "miren a mi lindo novio, y todo mío" ♥ Ay :c


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