Butterfly por MhmPanda

Sentía las punzadas en su piel, cada trazo en ella; su cabeza recostada en sus brazos bocabajo mientras mordía su labio en señal de impaciencia. Quería que el tatuaje terminara lo más pronto posible, el dolor no era demasiado pero tampoco era agradable.
 
Recordaba todas aquellas fotos en sus redes sociales, seguramente más de alguna fan ha encontrado las mariposas traslucidas en las fotos. Hyosang le dijo que así confundiría a las fans, un comeback cercano que no ocurrirá aún.
 
Él solo quería dar a conocer a sus fans su amor por la mariposas de una manera misteriosa.
 
El tatuador palmeó su cadera una vez terminó de colorear la oscura mariposa, alejando la aguja de su cuerpo. Hansol saltó de la camilla, corriendo hacía un espejo de cuerpo completo. Le dio la espalda al cristal y suspiró con admiración aquel bello dibujo en la zona de su baja espalda.
 
Había pensado que hacerse el tatuaje cerca de su trasero era un poco femenino pero que se jodan, era su cuerpo.
 
"Hyung, es hermoso", dijo el pequeño mientras levantaba su pulgar para darle un visto bueno. El hombre sonrió sacando los guantes de látex para tomar un par nuevo y desechar los sucios de tinta.
 
"Acércate que hay que tapar eso"; Hansol caminó hasta el hombre y éste tomó un parche transparente ubicándolo en la espalda baja, alisando para que no quedase alguna burbuja.
 
"¿Puedo preguntarte el porqué de la mariposa?", curioseó el hombre mientras subía la parte trasera del pantalón de Hansol. El pelioscuro sonrió con aquellos labios felinos, soltando un profundo suspiro antes de decir las palabras adecuadas.
 
"Es símbolo de querer darle libertad a algo que tengo, creo".
 
Aunque esa libertad era más bien las ganas de dar a conocer sus sentimientos al mundo.
 
 
 
 
 
 
 
 
"¡Ya llegué!"
 
Hansol desvía su vista de la tv cuando siente el ruido de muchas personas correr hacia la entrada del departamento. Voces gritando de alivio cuando Byungjoo y Jiho llegan con comida para esa noche.
 
Un fin de semana donde todos estarían juntos. Habían invitado también a los chicos de Underdogg. Sehyuk opinaba que no se conocían aún muy bien y sería una oportunidad para conocer los planes que tendría el grupo junto a Hyunho.
 
Todos estaban de acuerdo.
 
Se levantó con lentitud del suelo, aún dolía su espalda baja. Caminó hasta donde estaba la masa de gente y lo vio con una sonrisa, entregando algunas bolsas con frituras.
 
Se acercó y tomó una de las bolsas de la mano de Byungjoo, levantó su mirada para encontrarse con la gatuna de Hansol.
 
"Yo llevaré este, entrega el resto a Hyuntae", dijo Hansol mientras se daba media vuelta e iba a la cocina a ordenar lo que serían los picadillos de la noche.
 
Byungjoo observó en silencio el camino del mayor y cuando lo perdió de vista, localizó al chico moreno y le entregó el resto de las bolsas.
 
Todos contentos y camino a esperar las frituras, se sentaron en el living del ahora estrecho departamento a entablar conversación.
 
Hansol había llegado de la cocina cuando Hojoon y Sangdo llegaron con refrescos; se sentó al lado de Hyosang bajo la atenta mirada tanto del rapero como de Byungjoo.
 
Observó como Hyosang ponía su mano en alguna parte de la espalda del pequeño, como si temiera que se hiciera daño. Aunque no se le pasó la idea de que posiblemente se hubiese lesionado. Pero se preguntaba que pasaba cuando la cara de Hansol se deformó levemente como si aguantase el dolor.
 
Algo pasó, pensó Byungjoo.
 
Se levantó con rapidez de su grupo distraído, sacudiendo su pantalón.
 
"Hansol hyung ¿puedes venir conmigo?"; Hansol miró tomando un trago de su refresco, un apretón en su estómago de emoción. Se levantó lo más pronto posible, sintiendo las punteadas en su piel y la mano de Kidoh sobre él.
 
"Con cuidado", dijo el mayor. Hansol le palmeó la cabeza y asintió en dirección al menor. Byungjoo comenzaba a caminar hacia la puerta del apartamento, Hansol tras él.
 
 
 
 
 
 
 
 
"¿Ocurre algo, hyung?".
 
El pequeño miró confundido los ojos preocupados de Byungjoo. El aire era calmo y la noche era agradable. Las calles de aquel lugar estaban alumbradas con los focos públicos dando un aspecto vacío.
 
Hansol y Byungjoo estaban en uno de los callejones cerca del edificio, el mayor de costado mientras el menor de espalda con su rostro en dirección al suyo. Creyó que no le preguntaría algo como eso, pero estaba feliz.
 
Sabía que Byungjoo se preocupaba de él, después de todo, su chico era un poco callado pero mostraba cuando algo le preocupaba.
 
"No, creo que no pasa nada ¿por?", Hansol miró el cielo con aire distraído mientras Byungjoo fruncía el ceño. Sonrió apenas sintiendo el roce de la chaqueta del chico a su lado, volviendo a mirarlo cuando estaba también de costado mirándolo directamente.
 
"Creo que te has lesionado y solo Kidoh hyung y yo lo hemos notado".
 
Su sonrisa se engrandeció. Negó mientras se estremecía por una leve corriente de aire que entró por el cuello largo de su chaqueta. Byungjoo pensó que tal vez, solo tal vez, era la hora de abrazarlo.
 
Se preguntaba como es que Hansol le hacía sentir así, de esa forma en que le daba por alejarse y no sentir la cercanía del mayor. Le ponía el corazón acelerado y sus pupilas dilatadas. Le quería y le gustaba cuando el mayor se lanzaba hacia él y le abraza pero no aguantaba las corrientes en su cuerpo cuando lo sentía sobre él.
 
Se sentía un poco mal por eso, su chico merecía una mínima muestra de afecto físico por todos esos abrazos, besos y roces de mano que le daba.
 
Mirando el rostro del pequeño de facciones gatunas con la luz de algún alumbrado, tomó su decisión. Hansol soltó un grito sorpresivo cuando siente los brazos de Byungjoo alrededor de él, sus manos frotando su espalda para darle un poco de calor.
 
La notable diferencia de estatura hacía que Hansol se encorvara, soltando un quejido cuando la zona del tatuaje se vio afectada. Byungjoo se alejó apenas unos centímetros del mayor, aún con sus manos sobre la espalda de Hansol.
 
"¿Qué fue eso?", preguntó con ojos grandes, viendo la cara preocupada del mayor.
 
"No es nada, te lo juro, es solo queㅡ ouch", cerró sus ojos frunciendo su nariz por el dolor de su espalda cuando Byungjoo presionó contra ella. Byungjoo se alejó por completo, tomando de los hombros al pequeño para girarlo con brusquedad.
 
Tomó el borde de la chaqueta, subiendo la camisa escocesa azul y la camiseta negra, dejando a la vista el borde rojo de la piel irritada de Hansol.
 
"H-hyung...".
 
No era el hecho de que su piel estuviese roja, si no que tenía una mariposa ahí, tatuada permanentemente en su espalda baja. Sus manos apretaron con fuerza las ropas mientras sentía la sangre recorrer sus venas hasta calentar sus mejillas.
 
Hansol se giró con la cabeza gacha, arreglando las arrugas de su ropa. Ya está, lo vio. "Byungjoo...".
 
"¿Me explicas?".
 
Unos minutos de silencio en aquel callejón pasaron como si hubiese sido una eternidad, algo que se quebró cuando Hansol se acercó para hundirse en su pecho con sus brazos alrededor de su torso.
 
"Expresión, elegancia, libertad y vulnerabilidad ¿no suena especial?".
 
¿Libertad? Byungjoo apretó contra sí al pequeño mientras intentaba buscarle un significado a todas esas palabras que nombró.
 
Hansol era alguien expresivo, mucho. Poseía pasión y elegancia en cada cosa que hacía, no puede evitar pensar en las noches de práctica; Hansol bailando alguna coreografía frente a las paredes cubiertas de espejos. Su existencia en sí daba a entender que era vulnerable, pero él más que nadie sabe que aquel chico que está entre sus brazos, dando calor a su cuerpo en aquel callejón es el más decidido y valiente de todas las personas que puede haber en el mundo.
 
Sin embargo, cuestionaba el significado de libertad en la vida de Hansol. Pensaba que todo podía hacer, nada se le prohibía. Bailar, cantar, hacer lo que le gustaba. Mostrar ante el mundo lo que es y lo que quiere; los que quiere.
 
Entonces cayó en cuenta del significado.
 
Sintió entre sus brazos como el pequeño cuerpo de Hansol se estremecía, como si intentara detener los sollozos con todas sus fuerzas. Si bien todos los de su grupo tenían libertad en las cosas que les gustaban, lo que consideraban especial, sabía que para Hansol había una cosa especial.
 
Su relación.
 
No negaría que con el pasar de los meses sentía ganas de llorar cuando veía cámaras por todos lados y se frustraba cuando los enfocaban en los comienzos de sus muestras de afecto.
 
Sabía de la existencias de aquellas parejas entre sus fans, que disfrutaban del fanservice que daban. Pero sabía también que su CEO no estaría igual de contento con ello. Dudaba de la opinión de su familia.
 
"Hyung, sé que quieres mostrarles esto a todos peroㅡ"
 
"Lo sé", dijo con voz quebrada Hansol mientras se alejaba del pecho de Byungjoo, alcanzando las mangas de su chaqueta para limpiarse las lágrimas de su rostro; "Sé que somos idols y debemos tener cuidado pero es mucho tiempo y no sabía como mostrar mis ganas de ello".
 
Byungjoo también quería demostrarle al mundo eso. De verdad quería besar al aire libre los labios delgados del pequeño, sin importarle la gente curiosa e ignorante que hay. Besó su frente con suavidad, dejando su barbilla sobre la cabellera oscura del pequeño. Sentía el aliento de Hansol regularizarse contra su cuello.
 
"Pensé que si no podía ser libre de esa manera, entonces una mariposa si lo sería".
 
Y era un bonito y triste significado, concluyeron ambos en silencio.
 
Pasaron minutos donde sintieron el calor contrario, balanceando sus cuerpos de lado a lado sumergidos en ese ambiente cálido y romántico.
 
"Que lo hicieras ahí es un poco femenino para tu propio bien ¿lo sabes?"
 
Hansol rió mientras asentía a la pregunta burlona del menor. Se encogió de hombros, restándole importancia a ese hecho y respondiendo con voz desinteresada:
 
"No lo notarán"
 
Lo amaba. Por él dejaría que le besase la cara todo el santo día, acariciar sus manos todo el tiempo; abrazarse por mucho tiempo sin tener que alejarse alarmado de las sensaciones exquisitas que provocaba en su cuerpo.
 
Se acercó a los labios del mayor, sintiendo lo frío que estaban a esas alturas de la noche. No le importó si el resto de los chicos se preguntaban por su demora; solo disfrutaba los movimientos de sus labios contra los de Hansol. Se separaron después de un pequeño beso, observando sus ojos brillantes en medio de esa mediana oscuridad. Se sonrieron.
 
Byungjoo había llegado a una conclusión, algo que ya no se puede negar.
 
Amaba a ese pequeño libertino.