Only mine. por Green Bubble

* * *

SeHun está cansado de ello. No quiere ver a otras personas reclamando como ‘suyo’ a LuHan, es decir, él es su novio, él es quien lucho intensamente porque LuHan aceptara sus sentimientos. Porque SeHun juraba que LuHan jamás se fijaría en él, siempre observándolo de lejos, como quien mira su estrella favorita sabiendo que siempre será imposible pero le bastaba el hablarle como amigos —eso sonaba terrible hasta ahora—, escucharle sus dramas amorosos. SeHun no entendía porque pero LuHan era una persona realmente honesta y transparente, lo podía notar por su forma tan disparatada y suelta al hablar aunque a veces se avergonzaba de lo que había dicho sin filtros; SeHun sentía que podía ser él mismo con LuHan, dejarse llevar por esa manera tan poco frecuente y fresca de ser.

Se topó con que él se encontraba gustando de su hyung.

Aún lo recuerda claramente cómo es que Lay le amenazó para que le enviará un par de cartas anónimas declarándose, porque SeHun últimamente estaba muy decaído. Lo motivos eran obvios; LuHan se había aislado, aunque había ratos en que hablaba con SeHun siempre había una excusa: «estoy cansado, SeHunnie», «debo ir a clases», «llego tarde, ¿te veo luego?». SeHun no había podido soportar el ver como LuHan se iba a alejando de él, lentamente, porque con LuHan no se aburría de hablar, con LuHan todo era nuevo y gracioso, todo sonaba bien si salía de sus labios. Era como si LuHan le estuviera dando una nueva perspectiva del mundo, en como beber un café podía volverse algo trascendental y apasionante. En como escuchar hablar alguien se podía convertir en algo que se podía hacer por horas y horas; sin cansancio alguno, eternamente.

»SeHun estaba maravillado con LuHan.

»Pero si había algo que SeHun había notado es que él no sólo miraba a LuHan de esa manera. Comenzando por una persona que al principio él había creído con la que LuHan salía; era BaekHyun, su ‘mejor amigo’, SeHun lo odiaba, le incomodaba terriblemente verlo tan cerca de LuHan.

»‘Bromance’ decían que se llamaba, LuHan había aceptado públicamente que BaekHyun lo paseará como si fueran pareja pero sólo eran mejores amigos. 

»Otra parte que también le estaba jodiendo mucho era el saber que LuHan tenía un especie de pareja de verdad, no le conocía, no obstante, en las conversaciones que había tenido con su hyung se había enterado que él estaba incómodo con su situación, como si algo le obligara, no había querido preguntar más. Los celos lo estaban hirviendo a fuego lento pero no quería alejar a su hyung, quería escucharlo, aunque eso le provocara una furia intensa por no poder ser él.

»LuHan es impredecible, SeHun lo había notado desde siempre, uno no podía suponer lo que haría él porque simplemente jamás acertarías. Empezando porque LuHan nunca era lo que parecía, a SeHun siempre que lo había visto de lejos le había parecido alguien serio pero por a o b motivos había necesitado ayuda en su chino y el chico se había ofrecido a ayudarlo lo cual al principio le había parecido ‘curioso’ y luego se volcó por completo en LuHan, a sabiendas que él no era la única persona que estaba interesado en LuHan.

»Eso le enfurecía muchísimo más.

»SeHun se había quedado estático al escuchar que su hyung estaba saliendo con alguien más, ¿qué había pasado con el otro tipo? Frunció su ceño demostrando su confusión. Había visto un par de veces a la chica con la cual se decían novios. LuHan tenía una pareja oficial… Lo odiaba, lo corree. Grande fue su sorpresa enterarse mientras hablaba con LuHan (con gran suerte porque el mayor era alguien muy escurridizo y reservado) que ella —ni siquiera le interesaba saber el nombre de ese estorbo— sólo era una simple fachada para haber alejado al otro tipo con el que estaba saliendo.

»Algo se encendió en SeHun, la esperanza.

»Lay nuevamente estaba con él moviéndolo para que al fin tuviera el valor de confesarse a LuHan, pero, ¿cómo podía hacerlo? Habían muchas personas que estaban interesados en LuHan, tantos estorbos que le daban un revolcón de furia a su estómago, ¿cómo declararse cuando él sólo era alguien más que gustaba de LuHan?

»Apretó con fuerza su emparedado que tenía entre las manos, logrando que un poco de mermelada le saltará a la nariz. Justo en ese momento pasó LuHan por su lado, riéndose de su pequeño error, esa sonrisa… esa sonrisa para SeHun lo valía todo, ya le daba igual todo lo que pudiera suceder, él quería seguir siendo el motivo de la sonrisa de LuHan aunque fuera con esos estúpidos percances que tenía. Dándose un lamido para limpiarse la nariz se sintió decidido a hacerlo.

»Lo que no se esperaba es que fuera tan difícil hablarle a LuHan. Se habían dejado de hablar hace un tanto, estaba nervioso, Lay le había amenazado que no volviera si no lo hacía porque lo molería a golpes. Tragando saliva se había acercado a LuHan. LuHan quien estaba siendo majestuoso sin hacer nada, SeHun no comprendía en cómo alguien podía ser tan ‘todo’ al mismo tiempo con el mero hecho de respirar. LuHan, a sus ojos, era perfecto, era todo lo que necesitaba. Y lo murmuró cuando estuvieron juntos.

»—Hyung… yo tengo que decirte algo… —Su estómago pareció salir del edificio, frotó sus manos inquieto esperando que el mayor hubiera entendido lo que le acaba de decir pero no lo hizo. LuHan sólo lo miraba expectante—. Yo soy la persona que te escribió esa carta, yo… no quiero que me correspondas, es decir, sólo quería que lo supieras, necesitaba decirlo…

»LuHan le había hablado de sus miedos al amor, SeHun lo había escuchado.

LuHan siempre había tenido miedo a las complicaciones porque no podía manejarlas, SeHun quería resolver el mundo para él.

LuHan era todo lo que SeHun admiraba por eso le gustaba tanto.

LuHan le dijo que era una jaqueca y un dolor de estómago; SeHun nunca se había sentido tan halagado como en esos momentos.

LuHan no había dicho que sí ni que no pero SeHun se sentía en la séptima nube porque habían coqueteos.

LuHan le rehuía cada vez que se le insinuaba, cada que lo abrazaba, hasta pequeños besos en la mejilla; cualquier roce con SeHun hacían que las mejillas de LuHan se pintaran de un encantador carmesí.

LuHan se sonrojaba, tartamudeaba, se tensaba a cada pequeña acción de SeHun ejercía él, SeHun se sentía estupefacto y maravillado por todo lo que podía producirle.

Y no tardo mucho para que LuHan terminara dejándose querer por SeHun.

»SeHun podía decir que LuHan era suyo. LuHan era suyo.

»SeHun seguía estando al tanto que no era el único que gustaba de LuHan, había notado como BaekHyun lo miraba; ninguno de los dos se agradaba, a SeHun le encolerizaba verlo alrededor de LuHan porque BaekHyun no tenía intenciones de sentir sólo una amistad. SeHun se podría jurar que nunca había odiado tanto como a ese ser. Se encargaría de dejarle en claro a quien le pertenecía LuHan, sólo a él, LuHan era tan suyo que dolía saberlo y que nadie lo tomará en cuenta era realmente asqueroso.

»LuHan era perfecto, no podía quejarse, le comprendía, lo escuchaba, estaba para él. SeHun estaba más que enamorado de LuHan a pesar de que él a veces terminara desviando las cosas ‘cursis’, muy pocas veces contestaba las declaraciones de SeHun o los ‘te quiero. SeHun sabía que LuHan tenía miedo pero le jodía sentirse tan inseguro, que LuHan le seguía rehuyendo.

»—Hyung. —Sin esperar respuesta ya tenía sus manos posadas en la cintura de LuHan, besándole el largo del cuello. Le daba muy igual que estuviera en media universidad, a él no le importaba que miraran; era mejor así porque de esa manera todos se podían dar por enterados que LuHan ya tenía dueño, que LuHan le pertenecía y no pensaba compartir nada ni con sus amigos, ugh, no, menos con sus estúpidos amigos—. Te extrañe —susurró, bajo su oreja, notó con claridad como LuHan se estremecía ante su contacto. Sólo él tenía derecho a verlo tan susceptible y ruborizado.

»SeHun sabía que su hyung era muy reservado pero él quería sentirlo suyo, gritarle al mundo que LuHan era más que suyo. Se lo demostraba cada vez que con mucha suerte (rehuyendo de los golpes e insultos como desviadas de tema) podía colocarlo bajo suyo y poseerlo con saña. Marcando sin piedad cada parte de su ser, verlo retorcerse era precioso porque LuHan era su propiedad, tenía todo el derecho del mundo de hacerle cardenales, morados y chupetones por donde quisiera. Estar dentro de LuHan era desquiciante, le fundía los cables de la noción y lógica, amaba a LuHan, lo sabía pero también estaba al tanto que LuHan no estaba listo para escuchar esas dos palabras. Si con un simple 'te quiero' se esponjaba cual gato al que le echaban un balde de agua fría.

»Da igual, él siente que puede seguir aguantado todos los desplantes y bromas de LuHan porque sabe que LuHan es así, no por molestar ni con malas intenciones; LuHan siempre ha sido así de inquieto y emocionante, capaz de llevarlo a sentir tanta posesión y amor. Sólo que había ratos que no podía con el miedo de sentir que alguien le arrebatará a su hyung de su lado alguna vez, porque LuHan era todo lo que necesitaba para estar bien, LuHan era SeHun, LuHan complementaba y calmaba a SeHun.

»SeHun se moría por decirle que lo amaba, el borrar o comerse esas dos palabras le estaban matando por dentro y cuando LuHan fue quien tomo la iniciativa para decírselo; lloró, lloró dándole todos los besos que pudo darle a un LuHan totalmente cohibido y avergonzado. SeHun se sentía completo porque LuHan con el tiempo se estaba soltando. LuHan demostraba que no lo quería dañar, que lo protegía y amaba, SeHun confiaba en LuHan pero jamás confiaría en los demás y en como miraban a LuHan. SeHun no podía culpar a LuHan por la atracción natural que ejercía sobre las demás personas, no le podía culpar por ser tan él.

Pero en esos momentos le molestaba muchísimo saber que todo el mundo le reclamaba como si LuHan fuera su novio, como es que le coqueteaban delante de sus narices.

Los odiaba.

LuHan no era el culpable.

SeHun siempre había sabido que necesitaría paciencia para estar con LuHan; se lo había advertido miles de veces, SeHun tenía paciencia para LuHan, toda la paciencia y tolerancia del mundo con sus bromas y burbujeante forma de ser pero no tenía ni una pizca —ni quería— de paciencia con las demás personas que rodearan a su hyung.

BaekHyun; el mejor amigo de LuHan era quien más le enfadaba. Después estaba las otras dos personas, en una confiaba más que la otra, Victoria quien era la hermana mayor de LuHan y, por suerte —o SeHun explotaría de celos— , se habían hecho amigos, la otra chica quien había fingido ser la novia de su LuHan se llamaba JiWon, SeHun nunca hizo intento de acercarse a ella porque aún le quedaba ciertos resquicios de celos en su interior por lo anterior.

SeHun era totalmente celoso, posesivo y territorial con LuHan, todas las marcas que LuHan tenía en la zona de su cuello y clavícula demostraban que SeHun no tenía pena alguna en dejarlo claro. Pero ni con eso, las amigas de LuHan se guardaban, ¿es que no se daban cuenta? SeHun no quería a nadie cerca de su LuHan.

—¿A quién le perteneces, bebé? —Musitó peligrosamente bajo su oído, mientras que se acomodaba entre las piernas de LuHan; éste se encontraba con los ojos brillosos y cálidos, acercándolo mucho más—. ¿Mh?

—Daddy… por favor. —Los ojos de SeHun se oscurecieron al escucharlo hablar de esa manera, de llamarlo así, otorgándole el placer de control absoluto en él. ¿Es qué LuHan no se daba cuenta de lo hermoso que era? —. Por favor…

—No has respondido a mi pregunta —inquirió SeHun, rápidamente su mano se había posado sobre su trasero para propinarle una nalgada suave haciendo que LuHan arqueará la espalda, sollozando de regusto, estirándose en busca de más, de SeHun. A SeHun le encantaba saber que sólo el podía producir todo eso en su hyung, el ser el amor de LuHan—. Dilo. —Otra palmada dura resonó en uno de los glúteos de LuHan.

—SeHunnie —siseó en un gruñido. A SeHun le divertía, le encantaba, le follaba la mente saber cómo LuHan podía ser tan sensualmente receptivo pero al mismo tiempo alguien rebelde, alguien que demostraba que podía retar pero deshacerse con simples palabras que provinieran de sus labios. Su bebé, suyo, tan suyo que le jodía pensar que alguien más pudiera verlo de esa manera—. Por favor, daddy, quiero… —SeHun bajó la mirada para encontrarse con la vidriosa vista de su LuHan, se mordió el labio inferior antes de introducirse de una sola estocada en LuHan.

La vista que tenía era hermosa, un festín visual, podía ver donde había pasado su boca y sus dedos; pequeñas protuberancias donde había succionado con violencia para que LuHan quedara potencialmente marcado como su propiedad, donde sus dedos se habían hundido con fuerza sin temor a rasgar su piel.

Estar con LuHan era masoquistamente exuberante, hermoso y lleno. Podría jurar que nadie más le daría esa misma sensación de quererlo todo para sí, nadie más lo haría tan egoísta como LuHan lo convertía; en alguien bestialmente celoso, y eso que había tratado de controlarlo, definitivamente vivir sin LuHan no era una opción. Aunque LuHan le fundiera en una inseguridad de cualquiera pudiera quitárselo, sin hacer hace nada, así como lo había conquistado a él estaba consiente que LuHan sin gran mérito podía conquistar a otro más, estaba en su forma de ser, como en la suya de no querer que nadie más vea, toque o sienta, cualquier cosa alrededor de LuHan le enfadaba.

—Mío —declaró seriamente, remarcando cada letra, haciendo un énfasis total en toda la palabra. Introduciéndose LuHan, en una, dos, tres embestidas, arremetiendo con toda la fuerza que podía. Quería que LuHan gimiera por siempre su nombre, o mejor; lo gritara como en esos momentos que estaba haciendo mientras rasguñada toda su espalda, como aprisionaba sus caderas para ayudarlo a que lo penetrara  sin interrupción alguna. SeHun sólo se encargaba de hacerlo sentir como lo que era suyo por completo. Por lo tanto cuando se corrió se aseguró que toda su esencia quedara intacta dentro de LuHan—. Mío.

LuHan separó lentamente sus párpados, aún enervado por el cargado orgasmo que habían tenido en ese momento. Sin pensarlo dos veces SeHun lo rodeó con sus brazos, sin salirse de LuHan en algún momento. Le había sido inevitable envolverlo en sus brazos cuando LuHan se presentaba con las mejillas rosas, sudando y tembloroso buscando su protección y la seguridad que sólo él le podía ofrecer. SeHun amaba a LuHan con cada molécula de su cuerpo: —Te amo, te amo, te amo —susurró la arrulladora y débil voz de LuHan a la par que plantaba suaves besos en los labios de su novio que sólo lo miraba embelesado preguntándose cómo tan hermosa criatura podía pertenecerle.

—Yo también te amo, cariño, muchísimo.

Sentía el peso de cada una de las palabras enunciadas que no era más la franqueza en su estado más puro. No tardo en nada de acurrucar a LuHan contra su cuerpo. LuHan le causaba de todo; ternura, amor, odio, posesividad, ser territorial, el querer protegerlo, el todo por y para LuHan. SeHun había encontrado que la solución más pacífica a ese caos monumental que sentía era amarlo con todas sus fuerzas hasta que le doliera.