El sonido de la música electrónica envolvía sus cuerpos, dejando el ritmo fluir a través de sus extremidades. Aquel sitio estaba realmente bien aunque, como era en un subterráneo, estaba alejado de las miradas indiscretas. Probablemente la ubicación no estaba regida por el azar sino que el tal Eunhyuk parecía haber estudiado a conciencia qué sitio era más propicio para pasar droga con la tapadera de un bar alternativo. El local estaba lleno, gente danzando como poseída por el artificial sonido que emitían los altavoces, extasiados probablemente por la sustancia que el camarero les habría vendido previamente. Echaron una rápida ojeada al interior desde la puerta.
-Chicos, vayamos para la barra, Eunhyuk tiene que estar ahí-gritó Kibum para que sus amigos pudiesen escucharle.
Heechul, como auto proclamado cabecilla del grupo, fue abriéndose paso a codazos entre la multitud, con un Donghae pisándole los talones. Kibum y Siwon iban detrás, serpenteando los cuerpos sudados mientras se movían al ritmo de la música. No fue demasiado difícil llegar hasta la barra gracias a la “sutil” técnica de Heechul.
-¿Ves a tu amigo?-le susurró Siwon, recibiendo una negativa con la cabeza.
-A lo mejor hoy no trabaja y está otro camarero-propuso Donghae echándole un vistazo a la gente.
-Hyuk siempre está en el bar, sino es detrás de la barra es en la oficina-aun a riesgo de quedarse afónico por los gritos, respondió a su amigo.
-Pues vayamos a la oficina o que nos sirvan algo de beber, pero no voy a quedarme toda la noche parado en la barra-se quejó Heechul.
Justo cuando estaba pronunciando esas palabras, Kibum saludó a un tipo alto y delgado, de pelo caoba teñido y sonrisa de encías.
-Bummie, ¿qué te trae por aquí?-preguntó con una sonrisa.
-Sólo pueden traerme dos cosas, y no quiero droga… ¿Podemos hablar en tu despacho? Tranquilo, son de confianza- se apresuró a aclarar al ver la recelosa mirada que el barman dedicó a los otros tres.
-De acuerdo, pero espero que sean discretos, ya sabes que odio llamar la atención- le advirtió con semblante serio.
-Ya te he dicho que van conmigo, sé a quién puedo traer a tu bar.
-Entonces, seguidme- ordenó, guiando a los cuatro amigos al despacho insonorizado.- Y bien, entonces qué te trae exactamente por aquí.
-Nada ilegal, tranquilo. Sólo venía a proponerte una colaboración. He firmado con una discográfica independiente enfocada en el hip hop. Sé que eres bueno, me gustaría contar contigo.
El joven Kibum se había convertido en un hombre de negocios para sorpresa de sus hyungs, acostumbrados a ver una faceta más desenfadada del maknae. Eunhyuk se acomodó en su silla, más relajado al comprobar que no venía buscando problemas.
-Últimamente he dejado de rapear, desde que Shindong se largó a Inglaterra no he vuelto a colaborar. Pero será divertido. Podrías venirte alguna tarde y enseñarme el material que tienes, así podremos trabajar en la canción.-Siwon, Heechul y Donghae observaban en silencio: a pesar de ser un tipo delgado imponía respeto. Se notaba que manejaba dinero porque su despacho estaba equipado con productos de alta calidad, como alfombras de piel de tigre y un minibar privado. - ¿Ellos también están en la industria?
Kibum señaló al mayor de los tres, captando la atención del barman.
-Heechul es el batería de una banda de rock, son bastante buenos.
Eunhyuk lo observó concienzudamente, logrando incomodar al mayor.
-Me gusta tu estilo, te das un aire a Miyavi, tienes aura como de estrella del rock japonés. Los fines de semana tocan artistas indies, podríamos negociarlo si os interesa a ti y a tu banda- deslizó una tarjeta de contacto por encima de la mesa.
-Gracias, lo comentaré con la banda-dijo, guardándose la tarjeta en el bolsillo del pantalón.
-Y vosotros, ¿a qué os dedicáis?-inquirió. Aquel tipo parecía bipolar, lo mismo sonreía ampliamente que te rajaba con la mirada.
-Soy modelo-Siwon tomó la iniciativa al ver la incomodidad de Donghae.
El barman lo miró de arriba a abajo, recreándose en los músculos que se intuían bajo la camiseta.
-Si te interesa, tengo contactos-habló de nuevo.
-Gracias, pero ya estoy en una agencia-agradeció con una sonrisa. Aunque le ganaba en músculos, Eunhyuk parecía un tipo al que no querría molestar.
-Como desees-dijo encogiéndose de hombros.- Si queréis alguna cosa más, tengo sustancias nuevas.
-Pásame unos gramos de speed-se animó Kibum al ver la calidad de aquel polvo marrón.
-El que dijo que hoy no consumía-se rió Heechul- venga, que esta ronda la pago yo.
Donghae miraba la escena algo distanciado, con el respeto que se le tiene a las drogas cuando no consumes. Aquello no pasó desapercibido a Eunhyuk, que vio como los otros tres esnifaban sin pudor delante del incómodo Donghae.
-¿Tú no te metes?-preguntó captando la atención del susodicho.
-No, sólo fumo-dijo algo cohibido, haciendo que el dueño sonriese ante su tierno gesto.
-Bueno, entonces puedo invitarte a algo de beber, no es justo que mires como estos degenerados esnifan mientras tú no consumes nada-le guiñó un ojo, provocando que el menor se estremeciese por el gesto.
-Hablas de degenerados cuando tú te lucras de eso-bromeó Kibum apurando el papel aluminio.
-Sí, pero yo tampoco consumo, soy light como tu amigo.
Salieron del despacho dispuestos a amortizar la droga sudando en la pista de baile, mientras que Donghae siguió al barman en busca de la bebida prometida.
-¿Qué bebes?-le preguntó muy cerca del oído debido al ruido del ambiente.
-No tengo predilección por ningún alcohol en especial.
El dueño del local lo miró como inspeccionándolo.
-Arasso, te pondré una bebida que creo que va acorde a tu personalidad.-Donghae se sentía encandilado por el encanto del mayor. Sospechaba que era así con todos pero le era imposible no derretirse ante sus atenciones y sus sonrisas de encías.- Pruébalo, creo que te gustará.
Se llevó a los labios la copa, y sintió un sabor ligeramente dulzón en su paladar.
-¿Qué es esto?-preguntó, inclinándose en la barra para hacerse escuchar.
-Receta de la casa. ¿Sabe bien? Tiene un sabor dulce pero sin resultar empalagoso, creo que es parecido a ti.
De nuevo un guiño acompañado de una sonrisa pícara hicieron flaquear a Donghae, que se alejó rápidamente antes de que siguiese por ahí el tonteo. Divisó en el centro de la pista a sus amigos, que bailaban dándolo todo. Heechul sacudía su cabeza mientras acariciaba su pecho, como si el roce de la camiseta le molestase. Por otro lado, Kibum bailaba rozando con su trasero el miembro de Siwon, que lo miraba con deseo. Sentía repugnancia, ya conocía los síntomas de las drogas porque no era la primera vez que veía a sus amigos colocados, pero seguía asqueándole esa falsa amistad y la alta excitación que provocaba en ellos. Se bebió de un trago la copa que le había invitado Eunhyuk, y comenzó a sentirse algo mareado. Eso era lo que quería, imitar el pelotazo de sus amigos pero con alcohol. Iba a ir hacia la barra para pedirle otra, pero sintió como un pellizco en la nuca y el mareo se hizo más intenso. De repente le faltaba el aire pero, a la vez, sentía miedo de atravesar esa marea de individuos que se restregaban unos con otros. Las luces eran intensas y las hebras musicales que salían de los altavoces retumbaban en su cabeza. Miró a Heechul, que parecía poseído, y los otros dos parecían querer fundirse en un solo cuerpo de lo pegados que estaban. Se arrepintió de haberse tomado aquella copa de un solo trago porque no estaba resultándole divertido en absoluto. Estaba asustado por las reacciones de su cuerpo y encima se sentía sólo ya que sus amigos no estaban en condiciones de atenderle. Trató de enfocar la barra, teniendo dificultad dado que las luces le cegaban y producían un efecto que le hacía ver su alrededor difuso. Armándose de valor, caminó hacia allí sorteando los sujetos que se movían al ritmo de la música que imponían los DJ’s. Estaba exhausto, se le había hecho eterno llegar. Buscó con la mirada a Eunhyuk y, con un gesto llamó su atención.
-¿Puedes ayudarme?-sentía la boca pastosa y le resultó muy difícil pronunciar aquello. El mayor rápidamente lo agarró de la cintura y lo condujo afuera.
-El aire fresco te vendrá bien-le dijo, sacándose un cigarrillo- ¿Quieres? A mí me ayuda a bajar la borrachera.
Donghae vaciló pero terminó cogiendo uno, llevándoselo a la boca.
-Tu bebida era más fuerte de lo que parecía-dijo una vez se hubo recuperado.
-Vamos, que sólo ha sido una copa, no es para tanto. ¿O es que tampoco estás acostumbrado a beber?
El menor se sonrojó, sintiéndose como un crío.
-No es eso, sólo que la universidad consume mi tiempo y apenas salgo a beber últimamente.
-Vaya, un chico con futuro, eso es algo nuevo en mi bar-bromeó, sacándole una sonrisa- Estás más guapo cuando sonríes.
-Lo mismo digo, deberías de dejar tu máscara de barman mafioso y sonreír más- no supo por qué mierda sus pensamientos se hicieron voz, dándole un repentino ataque de sinceridad, pero se sintió tranquilo al escuchar la suave risa del de pelo caoba. ¿Desde cuándo la risa de un desconocido le parecía tan embriagante? Sus ojos recorrieron el rostro ajeno, deteniéndose en los labios abultados y la quijada marcada.
Eunhyuk simplemente disfrutaba de sentirse observado, fumando como si la cosa no fuera con él.
-Si te encuentras mejor podemos entrar, o te llevo a tu casa si lo prefieres-rompió el silencio cuando vio que Donghae se había aburrido de observarlo.
-El DJ está buenísimo-chilló Heechul al oído de Kibum, que por fin se había despegado de la cintura de Siwon.
-¿Cuál de los dos?-dijo observando al dúo que presidía la zona de mezclas.
-El alto moreno-volvió a chillar.
-¡¡¡Pero si los dos son así!!!
-Sujétame la cerveza que me voy a acercar a hablar con él.
-¡EH! Que no soy tu posavasos-se quejó, haciendo reír a sus hyungs.
-Si sabes que se va a salir con la suya, déjale- intervino Siwon.
-Deseadme suerte-gritó mientras se alejaba moviendo los brazos al son de la música.
-¿Quieres ir al baño?-preguntó Kibum.
-¿Aún te queda speed?
-Podemos hacer otras cosas-le susurró, dedicándole una mirada sugerente.
El más alto lo empujó con sutileza hacia las zonas de los baños y el menor no se hizo de rogar, caminando hacia allí, seguido del mayor. Se encerraron en el cubículo y se miraron carcajeándose.
-Lo último que pensaba era que tú y yo íbamos a acabar enrollados-se burló Siwon mientras se desabrochaba los pantalones.
-Dale gracias a la droga-dijo el menor, imitándole.
-¿Tan poco atractivo te resulto?-cuestionó acercándose peligrosamente a él, acorralándolo contra la pared.
-No eres mi tipo, soy activo, a estas alturas deberías saberlo-dijo bajándose los bóxers y observando la gruesa herramienta de su hyung.
-Entonces, ¿cómo lo hacemos? Porque yo tampoco me voy a dejar dar.
-Yo te la chupo y tú me la chupas-se inclinó frente a su miembro, asiéndolo con ambas manos, comenzando a bombearlo.
Siwon echó la cabeza hacia atrás, disfrutando las caricias de su dongsaeng.
-Advierto que con lo que nos hemos metido no duraré mucho.-Sin mediar palabra se la metió en la boca, arrancando un suspiro de los labios del mayor. Unas fuertes manos hicieron presión en su cabeza- Joder, Bum, si hmmm.
El sonido de las succiones sólo hacía encenderles más a ambos, consiguiendo que a los pocos minutos se viniese en la boca del menor.
-¿Tan poco duras? Esperaba algo mejor de ti. Te toca-empujó hacia abajo los fuertes hombros de Siwon.
-Tú tampoco tardarás mucho en correrte.
-Apuesto a que aguanto más que tú-le retó Kibum.
-Te aseguro que mi lengua hace maravillas-aquella afirmación lo acompañó de una lamida a la punta, saboreando el líquido pre seminal del menor.
-Deberías de usar tu boca para otra cosa que no sea hablar.
Siwon se llevó el falo a la boca obedientemente, lamiendo sin apartar la mirada de su dongsaeng. Acompañaba el trabajo de su boca masajeando los testículos, provocando un inmenso placer que se tradujo en orgasmo.
-Al final no has durado tanto como pensabas-le picó, incorporándose.
-Has hecho trampa, si tocas ahí no duro nada-contraatacó, poniéndose los bóxers.- Esto no se va a volver a repetir.
-Tranquilo, Blancanieves, que no te he suplicado por hacerlo otra vez-terminó de colocarse los pantalones y se miró en el espejo, asegurándose de que su pelo seguía perfectamente despeinado.
-No me extrañaría que quisieras repetir, pero eso no va a pasar-sentenció Kibum.
-¿Eso es lo que les dices a todos?
-No quiero comprometer nuestra amistad y, no te ofendas, pero eres demasiado seme como para ponérmela dura.
El mayor se carcajeó por las ocurrencias del más bajo.
-Pues hace unos minutos tenía algo duro embistiendo mi boca-dijo con picardía.
-Ha sido por el speed. Y no hagas la situación más incómoda de lo que es, se me hace raro mirarte a la cara después de esto.
-Bum, ya somos adultos como para andar avergonzándonos de saciar nuestros instintos primarios.
-Hay muchos culos donde correrse como para que vayas a fijarte en el mío. Esto no ha pasado, ¿entendido? Hae y sobre todo Heechul no deben enterarse. No quiero que esto cree una brecha en la élite de los inadaptados.
-De acuerdo, mis labios están sellados-dijo, imitando el cerrar una cremallera- ¿Un último beso?
-Regla #1: nunca besar a mis polvos de una noche. Regla #2: mucho menos si tu ligue te acaba de hacer una felación. Los besos para los novios, Siwon, y yo no tengo pinta de ser el tuyo.
-Estás hecho un rompecorazones, haces que sea muy frío todo.
-Porque sólo es sexo, en nuestro caso ni siquiera eso. Y si te he visto, no me acuerdo. Soy demasiado joven como para meterme en una relación.
-¡Joder, que sí! Dios, ni que te hubiese propuesto vivir juntos porque nos la hayamos chupado. Si lo que te preocupa es que los chicos lo sepan, ya te he dicho que no diré nada. Además, llevas razón en eso de que podría complicar nuestra amistad. ¿Amigos?-dijo tendiéndole la mano, siendo correspondido el gesto.
-Vamos antes de que Heechul se dé cuenta de que hemos desaparecido.
-Seguro que está ocupado tratando de follarse a uno de los DJ’s- le tranquilizó el mayor.
-O a los dos-bromeó Kibum, conocedor de lo promiscuo que era su hyung.
-Entonces, ¿no me vas a dar un besito?-volvió a molestarle Siwon, recibiendo un golpe en el pecho.
-Que te follen, yo paso de cursiladas. Si quieres besitos, pídeselos a Donghae y si buscas un polvo fácil, insinúate a Heechul. Como vuelvas siquiera a insinuarlo, te llevas un guantazo.
Salieron del baño y se encontraron con un tipo con cara de pocos amigos que, por lo visto, había aporreado la puerta insistentemente pero que ellos le habían ignorado. Se alejaron riéndose del tipo que probablemente iría a meterse alguna ralla, de ahí su prisa y sus ojos desencajados.
Heechul se acercó a la mesa de mezclas, bailando provocativamente. Sintió la mirada de ambos chicos clavarse en él y dejó que disfrutasen de su belleza andrógina y de sus movimientos sensuales. Uno de ellos le hizo una seña para que subiese al escenario y, sin pensarlo, lo hizo.
-¿Cómo te llamas?-le preguntó al oído uno de ellos. Tenía un fuerte acento chino.
-Heechul.
-Yo soy Hangeng y él ZhouMi, somos de China.
-No me digas-rodó los ojos en gesto sarcástico.
-¿Te gusta la música electrónica?- cuestionó el más alto.
-En absoluto-respondió con franqueza-pero me gustan los DJ’s, sobre todo si son extranjeros- comentó con picardía, haciendo reír a la pareja.
-Eres muy descarado, ¿no?-preguntó de nuevo Hangeng mientras manipulaba los botones.
-Si no lo fuera no me habríais dicho de subir y me hubiese perdido estas maravillosas vistas- les echó un repaso con la mirada a ambos.
-¿Quieres venir con nosotros a una fiesta privada?-habló ZhouMi.
-Sólo si la fiesta termina en bukkake-soltó con naturalidad, bebiendo de la cerveza de alguno de ellos.
-Sus deseos son órdenes-dijo el otro, acariciándole el mentón.
Heechul estaba hipnotizado con aquellos dos tipos que, sólo con escucharles hablar con ese acento tan sugerente, le ponían duro. Sí, era un adicto al sexo y lo llevaba con orgullo. Nunca tenía suficiente, cada vez necesitaba más y las experiencias nuevas se le agotaban. Aunque, por lo que auguraba la noche, iba a pasar un buen rato con aquellos atractivos extranjeros que se notaba que les iba la marcha como a él. Miró para la pista pero sus amigos habían desaparecido. En otras circunstancias se hubiese preocupado por no ver al inocente Donghae entre esa multitud drogada, pero estaba demasiado colocado como para pensar siquiera en ello. Por los otros dos ni les echaba cuentas, seguro que habrían encontrado un plan mejor que bailar aquella repetitiva música. En cuanto a él, iba a quedarse en muy buena compañía.