Había logrado superar todas las cosas gracias a su pérdida de memoria, pudo llegar a sonreír sinceramente y a vivir los mejores años de su vida junto con su abuela, sí, todo eso era magnifico, sus amigos, sus conocidos, su mejor amiga Ino y muchas personas más que conoció cuando pensaba que era Humano, todo eso era perfecto, lo extrañaba de la misma forma en la que extrañaba a Ino, pero no, esas cosas ya no podían volver, era como querer esperar a que Ino despertara, pero eso era completamente imposible.
No sabían dónde estaban, el lugar estaba solitario y hacia demasiado frio es como si estuvieran viviendo en la Antártida y sus cuerpos estuviesen desnudos, temblaban por culpa del frio y tal vez por el miedo que estaban sintiendo. El rubio miro de reojo al azabache que aunque tiritaba mantenía una sonrisa cálida que hizo a Naruto devolverle el gesto.
Su vida, toda la vida se la pasó preguntándose el paradero de sus padres, también porque estaba con su abuela, porque ella estaba tan joven, eran demasiadas preguntas que no era capaz de hacer, por miedo, por el miedo que sentía antes. Otra pregunta pasó por su mente, miro a Sasuke y él era quien le respondería.
—Tengo dos preguntas.
—Haber. —Le dijo el azabache, sintiendo un escalofrió recorriendo por su cuerpo, sus ojos se entrecerraron tratando de ver bien al blondo.
— ¿Por qué Sai me lanzo ese hechizo?
—No tengo la menor idea. —Mintió y Naruto lo sabía, pero se la dejo pasar, llego a pensar que Sasuke tenía sus razones y las respetaría aunque la curiosidad que estaba sintiendo lo consumiera por completo. — ¿La segunda es?
—Contesta la primera. —Siempre supo que su curiosidad sería el único defecto que tenía, esa parte de él que lo obligaba a hacer cosas como esas. Por culpa de la curiosidad volvió a ir a ese bosque, por la culpa de esa curiosidad que ni siquiera sabía de dónde provino casi perdía la vida y por esa misma cosa, perdió a Ino. Él tenía que saber todo y si Sasuke no le contestaba, alguien más lo aria.
Sasuke sonrió de medio lado, el frio lo mataba, pero la felicidad que sentía al estar tan cerca del blondo hacia que olvidara eso.
—Una noche. —permaneció callado un segundo, no estaba seguro si le decía o no. —Sai… bien, ¿Sabes que yo le gustaba verdad?
La única respuesta que recibió fue un asentimiento de cabeza mientras colocaba los ojos en blanco, logro oler los celos que sintió y eso lo hizo sonreír más.
—Él dijo que si yo me quedaba solo… —Mordió su labio, le dolía el solo hecho de pensar en esas cosas que le dijo el desgraciado demente ese tenia tantas ganas de salir de esa bola rara y asesinarlo con sus propias manos. —Tal vez lo llegara a amar, entonces me dijo, ¿Lo recuerdas? Ese día cuando me viste hablar con él.
Naruto no quería hablar, los celos que sentía no lo dejaban y eso era raro.
—Me dijo ‘’yo le lance el hechizo a Naruto para que muera, así tú me amaras a mí’’ —Eso era absurdo, era la cosa más patética que había escuchado en su corta vida, (Bueno, no tan corta).
Naruto quiso levantarse y patalear mientras se reía, no es que era presumido ni nada de eso, pero estaba el cien por ciento seguro de que Sasuke solo lo amaba a él y nadie más ¿Cierto?
—Pero yo le dije que eso nunca iba a pasar. Entonces se enojó y por eso quiso liberar a Orochimaru.
— ¿Cuándo lanzo el hechizo ese sobre mí?
—No lo sé… nunca lo supe.
No dijo nada. Estaba buscando en sus recuerdos alguna posibilidad o tal vez alguna clave que le de las respuestas que necesitaba.
—La segunda pregunta… ¿Me la dirás?
—Sí.
— ¿Cuál es?
— ¿Me sigues amando? Porque yo sí.
…
Hinata resoplo enojada, su mirada estaba dirigida a la serpiente humana que la miraba con una sonrisa sentado desde la gran bola de cristal donde había metido a Naruto y a Sasuke. El odio que sentía hacia esa persona aumentaba cada vez más, sentía las mismas ganas de siempre, asesinar a esa persona y poder vivir feliz como siempre desearon los de la aldea.
Cuando se enteró de lo que Sai le había hecho a Naruto su corazón se rompió en pedazos, es que ella estaba segura de que ese tipo era una persona buena y al saber eso se decepciono tanto que no supo que hacer.
—Libéralos.
—Lo siento ¿Dijiste algo? No logro escucharte desde acá arriba, pequeñita.
Frunció el ceño. Sakura la detuvo, sabía muy bien lo que estaba por hacer. —Piensa en Naruto. —Le susurro.
La pelinegra solo asintió con la cabeza. —Quiero preguntarte algo.
—Dime. —Quería divertirse con ese par de tontas, ellas lo sabían y eso era lo que le parecía divertido.
— ¿Por qué Sai le hizo eso a Naruto?
—Veras. —Se lanzó al suelo con un pequeño salto y miro a ambas chicas sonriendo con malicia. —Se los mostrare.
.
Sai descansaba tranquilamente en el pasto, miraba de reojo al chico que estaba a su lado, una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro y entonces le dijo.
—Naruto ¿No te sientes agobiado por ser lo que eres?
—La verdad, sí.
Sai asintió con la cabeza. La idea que tenía en su mente se le había ocurrido antes, pero no era capaz de realizarla hasta que completara sus sospechas.
— ¿Te gusta Sasuke?
Naruto asintió con la cabeza, la sangre de Sai hirvió. — ¿Él gusta de ti?
—Sí. Ya hasta nos besamos.
Y listo, sus sospechas estaban terminadas, él había visto de primero a Sasuke, lo había tenido toda su vida y aparece ese ‘’celestial’’ y se lo arrebata de esa manera tan fácilmente, no era justo, no lo permitiría.
—Voy ayudarte a que no seas más un celestial.
— ¿Puedes hacer eso?
—Puedo hacer de todo.
— ¿Quieres algo a cambio?
—Tu muerte… —Aunque no se lo dijo, si lo pensó. —No. Nada, solo quiero que seas feliz… amigo.
.
Hinata permaneció en silencio, estaba segura de que la primera persona en hablar seria Sakura, entonces dio un paso hacia atrás muchas preguntas en su mente que no era capaz de hacerle no por miedo, si no por lo confusa que había quedado.
—Eso significa que…
—Sai estaba herid, porque llevaba años enamorado de Sasuke, llega un chico más poderoso que él y se lo arrebata. Ese chico ingenuo que cayó en su trampa.
— ¿Qué ganaba Sai con eso?
Orochimaru miro a Hinata con sorpresa, pensó que se quedaría callada por más tiempo.
—Te los enumero. Poder, amor, amistad, mi confianza y odio…
— ¿Poder, amor y amistad? —Eran las cosas que le interesaban a ambas, ¿De dónde iban a venir esas cosas si mato a alguien?
—Si Naruto llegaba a morir, todo el poder de él iría hacia Sai. Lo que significa que Sai sería un segundo celestial y ustedes tendrían que cuidarlo.
Él tenía razón, aunque había hecho eso con Naruto lo hubiesen cuidado si se fuese convertido en un celestial ¿Por qué? Pues es obvio, por culpa de la típica cosa que decían en la aldea ‘’hay que mantener alejado a los seres como Naruto, alejados de Orochimaru’’.
….
Una sonrisa estaba puesta en Sasuke, lo que había escuchado era algo incluso mucho mejor que la risa de un niño pequeño o el ‘’si’’ de una pareja que se ama que está casándose, era mejor que todo eso y que muchas cosas más.
Sasuke moría por volver a escuchar esa frase del blondo ¿Cuánto tiempo espero? ¿Trecientos años? ¿Trescientos cincuenta? Tal vez era la segunda, pero eso no le importaba, habían pasado muchos años buscando con desesperación al de cabello rubio, pero eso era lo que hacía amarlo tanto.
Se acercó a él con la misma sonrisa pícara de siempre. —Te amo… ¿Sabes cuánto tiempo espere para volver a decírtelo?
—Si…
Sasuke le puso un dedo en los labios y negó con la cabeza. —Te amo. —Volvió a decirle. —Ahora debes escucharme decir esto… Emmm… ¿Cada segundo?
Naruto sonrió sorprendido y a la vez alegre. —Pero yo sé que tú me amas. Solo a mí me amas.
—Eso no fue modesto.
—Cuando se trata de ti, suelo ser así.
—Eso no sabía, muñequito.
Ni siquiera les importaba el lugar en donde se encontraban, Sasuke tomo por el mentón al rubio y le dejo un beso en la nariz, dándole un pequeño mordisco.
— ¡Sasuke!
— ¿Qué? Solo fue un beso.
—Para dar un beso, no debes morder… —Se quedó callado un segundo, una sonrisa se hizo visible de inmediato. — ¿Deja Vu?
—Tal vez… —Le dijo Sasuke volviendo a sonreír. —No quiero ser posesivo, pero me gustaría que no saliéramos de aquí nunca, así podría verte solamente yo y más nadie ¿No te parece increíble? ‘’ese odioso de Sasuke esta con Naruto solo’’. —Imito la voz de Sakura con lo último que dijo, Sasuke sonrió (otra vez) y Naruto lo imito.
—Yo te amo… Sasuke. —Su pobre corazón. Ese corazón ¿Qué le pasaba? ¿Por qué palpitaba así? ¿Se iba a salir de su pecho? —Sasuke… ¿Qué tienes?
— ¡Tú me haces mal!
— ¿Qué? ¿Por qué?
—Te aprovechas del amor que siento por ti y me dices esas palabras que hacen que mi corazón palpite de felicidad y pienso en ‘’se saldrá de mi pecho’’ entonces solamente te quedas ahí mirándome con esos ojos azules tuyos que me enloquecen y esos labios que cada vez que los miro quiero besarlos…
—Eres un tonto… —Le dijo el rubio, tomo por la camisa a Sasuke y lo acerco a su rostro. —Solo te dije te amo, ¿Qué pasara si te beso?
—No sé.
—Veamos… —Le dijo el menos de ellos, agarro al mayor para acercarlo más a él y le dio un beso el cual Sasuke correspondió.