Sus ojos estaban fijos en Orochimaru, lo miraba con los ojos entrecerrados porque el viento soplaba fuerte y movía su cabello impidiéndole la vista. Naruto maldijo al viento, maldijo a Sasuke y maldijo a todos los que estaban frente a él, protegiéndolo de la bestia humana.
Dio un paso hacia adelante, tocando a Sai y a Sasuke por el estómago, ya que ellos eran lo que estaban más adelante que él.
—Esta es mi pelea. —Les dijo el blondo, dando otro paso hacia adelante.
Quería divertirse un poco, Orochimaru siempre quería eso después de todo. Sonrió ladino, separando sus manos y abriéndolas como si estuviese a punto de recibir un abrazo y después de unos segundos, cuando el rubio estaba delante de sus ojos comenzó a aplaudir.
—Pensé que te quedarías con tus bellos guardianes.
—Pensé que eras feo… o espera… ¡Tú pensaste mal, yo pensé bien!
Se quedaron mirando fijamente, sus ojos reflejaban sentimientos malos, se miraban con tanto odio y tanta ira que hasta a Sasuke le dio miedo acercárseles para separarlos, aunque estaba seguro que eso no iba a pasar por ahora.
Orochimaru aplaudió más veces, desapareciendo y apareciendo delante de sus ojos azules que ya estaban comenzando a ponerse borrosos debido a su vista nublada.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no sentía sus pies? ¿Por qué no sentía al viento en su rostro? ¿Por qué no escuchaba la voz de sus amigos o la presencia de Sasuke? Comenzó con abrir sus ojos lentamente, mirando a todas partes y lo único que alcanzaba a ver eran espejos donde se reflejaba el rostro de Orochimaru.
— ¿Te gusta este lugar, celestial? —Frunció el ceño, no quería ser llamado así, al menos por él.
— ¿Dónde estamos?
—Estamos solos. —Dijo, haciendo que Naruto mire al espejo que tenía de frente. Orochimaru estaba en todos los espejos, eran más de cien espejos y Naruto ni siquiera podía ver a la persona real.
— ¿Dónde estás? —Le pregunto, sintiendo más odio que curiosidad. Si, tal vez detestaba verle la cara al maldito ese, pero necesitaba vérsela justo en ese momento para rompérsela en miles de pedacitos las cuales pisotearía como si de unos insectos se tratase.
Orochimaru comenzó a reírse de la pregunta ¿Enserio Naruto preguntaba eso? Se preguntó mentalmente, mientras hacía que los espejos dejaran de reflejarlo. — ¿Dónde crees que estoy? —Otra respuesta que no respondía a su pregunta, ¿Era tan difícil decir ‘’estoy aquí’’?
Los ojos azules de Naruto buscaban al dueño de las risotadas, no estaba en ningún lado y sinceramente eso le asustaba, el azabache ese estaba oculto en algún lugar de ese espacio pequeño pero no podía ser visto y eso, sinceramente le asustaba.
Cuando su padre le dijo sobre los hechizos de Orochimaru jamás presto atención a ese asunto, debió escucharlo bien y seguramente ahora mismo ya sabría donde se encontraba.
Sintió un golpe en su estómago y cayó al suelo, quejándose del dolor y volviendo a verlo en los espejos.
—Aquí estoy. —Sonrió ladino, de nuevo y volvió a desaparecer.
…
Buscaba a Naruto con sus ojos cerrados, estaba usando un hechizo de localización, pero no lograba sentirlo por ninguna parte, necesitaba algo de Naruto, desde una prenda de vestir hasta un pedazo de cabello. Algo, algo que sea de él para así poderlo localizar con más facilidad.
— ¿Y sabes algo? —Pregunto Sasuke, pegándole en el hombro a Sai.
—No me distraigas, cosito. —Dijo este, sin abrir sus ojos y entonces sintió de nuevo la mano del pelinegro en su hombro. —No me distraigas.
Su brazo le dolía, estaba sintiendo un pedazo de tela en ese brazo.
—Tengo una sorpresa para ti. —Le dijo ese día Sasuke, Naruto tenía los ojos atados con una tela blanca y Sasuke lo agarró del brazo para que comenzara a caminar.
— ¿Qué es? —Le había preguntado el blondo, con su corazón palpitando por culpa de la curiosidad.
Sasuke beso los labios del blondo, sentándolo lentamente en el pasto sin retirarle la tela de los ojos.
Naruto se tensó de inmediato, queriéndose quitar la venda de sus ojos, pero no podía hacerlo, el cuerpo del mayor encima suyo y el cómo se sentían sus partes íntimas. Soltó un pequeño suspiro que fue atrapado por la boca del azabache y este aprovecho de inmediato para ingresar su lengua dentro. Movía su lengua al compás del viento, tan delicadamente que podía sentir el sabor a menta de la boca del blondo.
La falta de aire hizo que se separaran, Sasuke miraba a Naruto, pero Naruto no podía verlo, le quito la tela de sus ojos, Naruto los abrió lentamente y Sasuke sonrió al ver los ojos de su querido novio.
— ¿Tus besos, son mi sorpresa?
Negó con la cabeza, señalando hacía al cielo en el cual había un hermoso eclipse.
—Feliz día… te quiero…
—Gracias, Sasuke. —Mordió su labio inferior, miro al azabache a su lado y lo agarro de la mejilla. —Te amo.
Sasuke se quedó pasmado culpa de la felicidad, aplaudió y millones de luciérnagas aparecieron formando un corazón.
—Te amo también.
.
No supo porque miro eso, no estaba buscando un recuerdo de Naruto con esa cosa que tenía amarrada en su brazo, no, estaba buscando el paradero de ese chico de ojos azules. Y el solo saber lo que vio hizo que perdiera un poco las ganas.
—Me rindo. —Se tiró al suelo, negando con la cabeza. —Orochimaru tiene una barrera… seguramente.
Sakura había aprendido a no perder las esperanzas, Hinata igual, así que ellas mismas comenzaron a usar el mismo hechizo, no lo conocían, pero lo intentarían, seguramente funcionaria sin ningún problema.
Tampoco, ese tipo no estaba por ningún lugar, parecía como si la tierra se lo fuese tragado o tal vez Orochimaru se lo había llevado para un lugar desierto y desolado donde la magia de ellos no alcanzaba.
—Tampoco… —Dijeron ambas.
Sasuke se tensiono, miro a todos esos tres inservibles de mierda con desdén y comenzó con inhalar y exhalar mientras comenzaba a dar vueltas por todo el lugar. ¿Dónde estaba el rubio? ¿Dónde estaba la bestia esa? ¿Dónde podrían estar ambos? Sus preguntas tenían que ser respondidas, más temprano que tarde y no tenía dudas de eso.
—Orochimaru… no le hagas daño... hazme todo ese daño… a mí.
.
Recordar la vez que estuvo con Sasuke con esas luciérnagas, bajo el cielo eclipsado le hizo sonreír, se levantó del suelo frio buscando con su mirada al chico culpable de todas sus desgracias, no estaba por ningún lado nuevamente, pero podía sentirlo ahí, respirando en algún lugar, mirándolo con una sonrisa en su cara fea y bufo un poco.
Podría decirle unas cuantas cosas a ese tipo, si, podría hacerlo y seria escuchado, también le respondería, pero estaba seguro de que jamás podría verlo, al menos que supiera diferenciar entre la realidad y la fantasiosa magia de su enemigo.
¿Magia? Sí, todo eso era magia y el tenia, el doble, el triple o hasta mil veces más poder que cualquiera de sus amigos, Orochimaru y toda la aldea juntos, pero ¿Por qué no podía hacerlo notar? ¿Sera que el miedo que sentía era culpable?
Soltó aire por su boca, Orochimaru empezó a reírse.
— ¿Qué piensas hacerme? —Le pregunto, regresando su cuerpo a los espejos.
—Sasuke… te necesito. —Pensó, contactándose con él.
Un golpe lo derribo al suelo.
—Aparece y pelea…
—Estoy aquí y peleo… amigo.
—Déjame verte.
—No sabía que querías verlo a él, Naruto. —Dijo Sasuke, mirándolo con un poco de tristeza, Naruto mostro una sonrisa de esas que ponía cuando descubría las cosas. — ¿Es chistoso verme así?
— ¿Tu qué crees? —Pregunto, acercándosele. — Sasuke… o tal vez ¿Orochimaru?
Lo agarro por el cuello, un golpe en su estómago y sintió como si Naruto lo fuese apuñalado con diez mil dagas y luego le pisoteaban las heridas, Naruto golpeaba fuerte y apenas se daba cuenta.
Cayó en el espejo que no tenía vecinos. —Es aquí donde entras para reflejarte ¿No? —Pregunto Naruto, agarrando a Orochimaru por el cuello y lo levanto de nuevo, comenzándolo a golpear la cabeza con el espejo que no se rompía. — ¿Recuerdas estos golpes en la cabeza? ¿Recuerdas a quien mataste?
Lo lanzo con más fuerzas, pero el espejo no se llegaba a romper ni siquiera una grieta le aparecía.
—Nunca me equivoco… este es el causante. —Orochimaru no se movía. Lo lanzo al suelo, sonrió otra vez y estiro su mano agarrando al verdadero Orochimaru que casi lo golpeaba por la espalda.
Este se tensó, sentir las manos de Naruto en su cuello, saber que lo sintió acercársele y que se dio cuenta de que había hecho otro clon de él le dio miedo sinceramente.
—Mi madre. Mi padre. Las personas del pueblo. Mi mejor amiga. —Dijo el rubio, llenándose de ira, sus ojos estaban rojos, parecían unas manzanas o tal vez se asemejaba más a la sangre que salía por la nariz de Orochimaru. —Incluso me intentaste matar. Pero ¿Sabes? Todo eso puedo superarlo. —Le dijo, le dijo tan sinceramente que Orochimaru sintió un electrochoque.
—Suéltame.
—Jamás.
Un golpe en el espejo. Se le hizo una grieta.
—Espejito, espejito… ¿Quién morirá hoy? —Puso el rostro de Orochimaru en el espejo, se reflejó en todos los demás. —Orochimaru. —Imito una voz más masculina.
Golpeo la frente de Orochimaru en el espejo. —No. Puedes. Separarme. De. Sasuke. —Le dijo, detenidamente para golpearlo en la frente con el espejo que lentamente se iba rompiendo más.
Orochimaru comenzó a reírse. —As vuelto… amigo mío.
—No soy tu amigo. —Contesto de inmediato.
—Sí. Eres mi Naru.
El blondo dio otro golpe, pero Orochimaru lo esquivo.
—Hora de una buena pelea. —Levanto su mano, las líneas de espejos volaron por los aires y millones de pequeños fragmentos de vidrios comenzaron a caer del cielo. —Cuidado… amigo. —Le dijo este, lanzándole un pedazo de vidrio a Naruto, el ojo del blondo fue el blanco del tiro.
Se lo saco de un jalón, había demasiada sangre saliendo de su ojo y parpadeo curándoselo.
— ¿Quieres… morir? —Dijo Orochimaru. Haciendo que un círculo de fuego aparezca y los cubra. Ambos se quedaron mirando sin decir nada, estar en la mitad del círculo de fuego podría llegar a ser peligroso.
…
Respiro hondo, seguía buscando el paradero del blondo y de Orochimaru, la daga que Orochimaru le había robado estaba ahí y la estaba usando pero no los encontraban ¿Dónde podrían estar esos dos?
—Usa esto. —Dijo Sasuke, pasándole un pedazo de cabello.
— ¿De dónde sacaste esto?
—No preguntes. No quería dártelo… pero lo tuve que hacer.
Sai asintió con la cabeza. Cerró sus ojos y sonrió abriéndolos de inmediato.
—Se dónde están.
—Nosotras igual.
Sasuke abrió su boca para decir algo, pero desapareció antes de que lo haga.