Ahora estaba siendo la persona más feliz del mundo, se encontraba sentado justo al lado de Sasuke, mirándolo con una de las sonrisas que seguramente era la más feliz que tenía, la sonrisa que solo Ino conocía de su nueve personalidad.
Puso su mano en la de Sasuke, volviendo a sonreír, en el fondo sentía miedo por culpa de Orochimaru, es que ese tipo podría aparecer en cualquier momento y lastimarlo como seguramente quería hacerlo. —Naru-chan… —Escucho el rubio, salió de sus pensamientos y mordió su labio inferior mientras que comenzaba a sentirse nervioso, su corazón estaba palpitando a toda velocidad y podía jurar que todos en ese lugar lo estaban escuchando.
El señor que estaba sentado frente a ellos estaba sonriendo y Naruto sabía el porqué de esa sonrisa, era obvio los nervios que estaba sintiendo se estaban adueñando de su voz haciendo que esta no salga, miro a aquel hombre de cabello rojizo y ojos café todavía sonriendo apenado.
— ¿Entonces te casas sí o no? —Dijo ese hombre el rubio asintió con la cabeza.
— ¡Sí! ¡Si quiero! —Grito, le coloco el anillo en su dedo y escucho desde atrás a Sakura y a Hinata reírse mientras aplaudían y el señor Jones, quien le hizo la pregunta y se hacía cargo de su casamiento le pidió que escribiera en un papel su nombre completo.
— ¿Y usted, promete cuidarlo, protegerlo y amarlo…?
Ni siquiera dejo que el señor jones terminara de hablar, solo tomo aquella hoja y puso su nombre de inmediato. —Yo. Sasuke te amare, cuidare, protegeré, todo lo que me reste de vida… —Le coloco el anillo, también sonreía y se sentía avergonzado, pero de todas formas era el momento más feliz de toda su vida. —Es decir para siempre. —Dijo lo último en murmuro, aunque no importaba en realidad decir eso.
Tomo la mejilla del rubio y comenzó con acariciarla delicadamente, cerraba sus ojos mientras se le acercaba con lentitud y cuando llego a sus labios los abrió, sonrió con malicia y se dirigió a su nariz dándole una pequeña mordida.
— ¡Sasuke!
—Solo fue un beso.
—Para besar no debes morder. ¿Cuántas veces te lo he dicho? —Dijo, no estaba enojado, al contrario tenía una sonrisa pasmada en su rostro y Sasuke volvió a acercarse a él. Esta vez dio un beso en los labios del rubio, se alejó un momento.
—Te amo.
Al decir eso, volvió a besar al rubio, pero esta vez no se separó de él, Naruto tampoco quería separarse de Sasuke, quería quedarse ahí para siempre y que nadie, ni nada en el mundo lo separe de ese cuerpo que tanto le gustaba abrazar.
Se separaron por culpa de la falta de aire, estaban seguros de que maldijeron a sus pulmones por no soportar tanto.
No hacía falta más nada, estaban unidos y serían las personas más felices del mundo. Naruto miro a las pocas personas que habían invitado, eran solo unas cuatro y las saludo, luego miro a sus amigos les mostro una sonrisa mientras que la mano de Sasuke lo sujetaba con fuerzas. —Te amo. Te amo Naruto.
El rubio escondió su rostro en el ramo de flores, estaba avergonzado y no era capaz de contestarle. Pero lo miro, entrecerrando sus ojos y se olvidó de toda vergüenza, que más daba contestarle, no iba a pasar nada, ¿Cierto? Después de todo ya estaban casados y lo había hasta besado.
—Yo te amo más. Sasuke, te amo más que vida.
Miro de nuevo al frente, Sakura sonreía mientras que lloraba y Hinata hacía lo mismo, él sabía perfectamente cuanto deseaban ellas ese momento, miro hasta donde Sai, él lo miraba sonriendo también, pero tenía en sus ojos un poco de tristeza, le lanzo el ramo de flores a él.
— ¡Oh! Lo ha agarrado Sai —Golpeo a Sasuke con el codo, este parpadeo varias veces y aplaudió acercándosele para ayudarlo a levantar.
— ¡Dicen que la persona que agarre el ramo de flores será la siguiente en casarse! —Dijo Sasuke, estaba sonriendo sinceramente y eso hizo que Sai se contagiara, sinceramente quería casarse con él, estar con él, pero debía resignarse, él estaba con Naruto y no podía hacer más nada.
— ¿Quién será la persona que se gane el corazón de Sai? —El rubio le golpeo en el hombro.
Sai frunció el ceño, negó con la cabeza y entonces sintió la mano del rubio en su estómago, le estaba haciendo cosquillas y logro hacerlo reír. —Vamos dime ¿Quién te gusta? —Le pregunto Sasuke, quien también se había unido a las cosquillas.
— ¡Hey!, ¡Ya suéltenme! —Decía el pelinegro, riéndose, y entonces se quedó quieto como si fuese una estatua y Naruto le pasó la mano por los ojos, miro hacia atrás, todos ellos también estaban quietos como Sai y Sasuke.
Ya sabía lo que pasaba, ya sabía quién había llegado y estaba listo para todo eso, se quedó parado, mirando a todas partes y sintiendo la presencia de ese tipo en cada rincón del pequeño jardin.
—Te he esperado por dos meses. —Dijo el rubio, acercándose a la persona que se encontraba de espaldas.
—Yo quería tener mi invitación de tu boda. —Sonrió, Naruto aunque no le veía el rostro lo supo y le agarro el hombro en cuanto llego.
—No podía invitarte… solo invito a personas, no a bestias.
—Eso no me ofende. —Dijo Orochimaru, desapareciendo delante de sus ojos.
Naruto juraba con todas sus fuerzas que ya conocía todos los movimientos de Orochimaru, pero se equivocó, el azabache le ataco por la espalda tumbándolo en el suelo y se quejó del dolor.
Busco a Sasuke, intento llamarlo pero sus poderes no fueron capaces de hacer que se mueva. Miro a Orochimaru, este estaba mostrándole una sonrisa maliciosa y como hace unos meses juro que lo iba a matar.
Soplo lentamente, las cosas del lugar empezaron a oscurecer, Orochimaru no supo lo que pasaba hasta que se dio cuenta del lugar en el que estaba ¡Era el bosque donde había matado a los padres del rubio! Lo miro abriendo sus ojos.
—Creo que recuerdas este sitio ¿Cierto? —Pregunto el rubio, se levantó del suelo y señalo la parte de atrás. —En ese lugar fue donde murió mi madre. —Sonrió, no era necesario hacer eso, pero fue lo mejor que pudo hacer para no llorar.
Dio un paso hacia adelante, Orochimaru no pudo caminar hacia atrás.
—Tu. Mataste a mi madre, con ayuda de Sai, a mi padre con ayuda de Sai, fuiste liberado con la ayuda de Sai…
Orochimaru asintió con la cabeza, estaba seguro de que todo lo que el blondo decía no eran preguntas, pero aun así le contesto como si lo fuesen. Su corazón estaba palpitando rápidamente y miro hacia atrás. —Sai. Debes matar a Sai.
—No lo hare, porque tú lo engañaste. —Desapareció delante de sus ojos. Golpeo a Orochimaru en la espalda y lo derribo al suelo. Volvió a moverse con rapidez y se inclinó delante de él. —Haber… —Le dijo, pero Orochimaru sonrió.
Era un espejismo y lo reconoció en cuanto lo golpeo, ataco por la espalda al rubio.
Estaba cansado de no poder hacer nada, estaba harto de quedarse ahí parado y solamente golpearlo sin hacerle el más minino daño, quería que ‘’esa cosa’’ que lo ayudo hace meses vuelva, pero no aparecía aunque lo llamaba.
Orochimaru reía mientras tomaba al rubio de las manos y comenzaba a atarlo con cadenas, lo coloco en una silla. —Es hora de jugar. —Le dijo, cerca del oído y el rubio se quejó, el golpe que recibió en la cabeza lo dejo en shock.
—Libérame. Libérame y pelea como hombre. —Se quejó, trato de levantar su mano pero toda la fuerza que puso fue en vano. —Por favor… aparece.
Orochimaru se le acerco con una varilla en la mano, cuanto amaba golpear al rubio. Un golpe en su estómago, Naruto lo escucho reír. Un golpe en su cara, otra vez se rio.
Naruto levanto lentamente su cara. Estaba sangrando y sonreía.
—Suéltame.
Orochimaru negó con la cabeza.
Él no era tonto, sabía perfectamente la fuerza que Naruto tenía y no lo iba a liberar, el ser que conoció la última vez que peleo con él era increíblemente fuerte, aunque ese no era el ser que él quería encontrar en Naruto.
—Jamás. Serás. Libre.
Le dio otros golpes más en el rostro, solo escuchaba como gritaba por culpa del dolor mientras se reía.
…
— ¡Hey! —Grito Naruto, acercándose a la chica de cabello rubio que estaba sentada lo más distanciada posible de todos los del patio de juegos.
La rubia frunció el ceño.
— ¿Qué haces aquí? ¿No vez que quiero estar sola?
El rubio asintió con la cabeza, ella abrió la boca evidentemente enojada y puso sus ojos en blanco. —Es cierto, eres un niño patéticamente grosero e infantil ¿Por qué no te vas a comer gusanos con los otros niños?
—Porque yo quiero ser amigo tuyo.
Ino volvió a poner sus ojos en blanco, se cruzó de brazos y mostraba una sonrisa pequeña, Naruto se dio cuenta de eso y se le acercó un poco más.
— ¿Te aguantaras que te siga a todas partes y tu seguirme a mí a todos lados?
—Sí, ¿Por qué no?
La rubia sonrió mostrándole la lengua. —Entonces sí, seremos amigos, grandes amigos para toda la vida. —Le mostro su dedo meñique. —Jurémoslo.
Naruto cruzo su dedo con el de ella y sonrió. —Lo juro.
.
Ese era el mayor recuerdo que tenía con Ino, fue el momento cuando la conoció y como se juró una vez, ¡Jamás olvidaría ese día! Volvió a levantar su rostro, pudo escuchar bien claro la voz de Ino en su oído.
—No dejes que nadie, ni nada en este mundo, arruine tu felicidad. Haz lo que creas necesario para salvarte, no importa el resultado que esto tenga.
Ella le había dicho eso, si, se lo había dicho varias veces cuando estudiaba con ella, y estaba seguro de que se lo estaría diciendo a cada rato en ese momento.
Ino era el tipo de persona que lo entendía, si lo veía llorar, sonreír, gritar o incluso estar sentado en un lugar, ella conocería el motivo sin necesidad de preguntarle.
—Eres como una madre. —Le había dicho un día. Ino solo lo abrazo y le dio un beso en la mejilla.
—Soy mayor que tú.
—Dos meses no es mucho.
Estaba furioso, justamente ahora su corazón le estaba haciendo recordar los mejores momentos con Ino, miro a Orochimaru, levanto una ceja e hizo que su mano se quedara tiesa en el aire.
—Te diré algo. —El viento soplo fuerte cuando le mostro una sonrisa a Orochimaru. —Yo también quiero jugar. —Dio un jalón fuerte, rompiendo las cadenas, y convirtiéndose en el ser celestial que era.