Él sabía más que nadie hasta donde llegaba la curiosidad del rubio, si no lo detenía en ese momento podría hasta acabar con su propia vida pero ¿Dónde demonios se había metido ese chico? Se preguntaban los tres mientras corrían en busca de él, Ino apenas llegaba hasta donde ellos y los alcanzo sujetándolos por el brazo, su respiración era agitada, le había tocado correr casi por culpa de la llamada que recibió de Sasuke.
Se detuvieron solamente para respirar hondo. — ¿Qué sucede? —Pregunto la rubia poniéndose frente a ellos.
El pelinegro sonrió de medio lado, no era el momento de hacerlo, pero sin embargo lo hizo, principalmente quería ver a la rubia tranquila para así contarle con lujos y detalles lo que había ocurrido hace unas doce horas.
— ¿Por qué sonríes en un momento como este? —Dijo, poniéndose seria y mirándolo un poco curiosa, lo que le habían contado era que ‘’Naruto no era de esa misma época’’, no era difícil creer algo así, después de todo, las cosas sobrenaturales o misteriosas eran el centro de Kanoha y sus alrededores.
—Escucha bien, Naruto no sé cómo, pero se escapó ahora en este momento, no tengo la menor idea de donde se encuentra, así que es mejor que vayas a la casa de su abuela, la tranquilices con algún invento y si se algo de él, te diré de inmediato ¿Ok? —Ino descifro todas las palabras de Sasuke como una orden, pero no, ella no quería obedecerle, quería encontrar al rubio también, pero le tocaba hacer lo que Sasuke le dijo, solo para que la abuela de Naruto no se preocupe cuando se dé cuenta que su nieto no ha llegado.
Con solamente asentir la cabeza, le dio la espalda a los tres chicos y empezó a caminar, Sasuke miro a su lado, estaba Hinata completamente sudada y respirando agitada. —Ve con ella. —Dijo, Hinata levanto una ceja y negó con la cabeza. — ¿Quieres que le pase algo? ¡Naruto adora a esa chica! —Dijo, Hinata no tuvo de otra que obedecer y salir tras la rubia que ya estaba empezando a alentar su paso, miro hacia atrás y sonrió al ver a Hinata.
—Solo te voy a acompañar hasta la casa de Naruto. —Dijo, Ino mostro una sonrisa.
….
Ese lugar le era conocido, había estado allí, por una razón extraña lo recordaba muy bien y claro que lo hacía ¡Sus recuerdos habían vuelto! Esos recuerdos que había perdido y que ni siquiera sabía que los tenía.
Movió la hoja de la palmera hacia un lado para poder entrar y el lugar seguía igual a como lo mostraba su mente, completamente destrozado, el mismo castillo donde soñó estar, el mismo lugar en el que supuestamente vio a Ino y su madre pelearse, el mismo lugar en el que sus padres murieron, el mismo lugar en el que perdió sus recuerdos y el mismo lugar en el que el odio hacia Sakura, Sasuke y Hinata comenzó.
Se arrodillo cuando sintió sus fuerzas perderse, tenía miedo, no sabía porque, pero lo tenía, una mano que antes podría ser desconocida le toco el hombro y se voltio para verlo, llevaba su cabello suelto igual al de su sueño donde se hizo pasar por su padre, Naruto sonrió.
— ¿Cómo se siente saber todo eso? —Pregunto el pelinegro mientras se sentaba a su lado.
—Pues… ¿Tu qué crees? —Contesto el rubio, antes se habría quedado paralizado sin poder hablar, pero ahora no, ahora hasta podía levantarse y golpear el rostro del chico que estaba frente a él.
Orochimaru, ese era su nombre, estiro su mano para que el rubio se levante y así fue, el rubio la tomo y quedo de pie frente a los oscuros ojos del hombre serpiente, Naruto frunció el ceño, Orochimaru le mostro una de esas sonrisas a la que Naruto reconoció, ¿Acaso era él el Youkai quería comérselo hace un mes? Se preguntó mientras veía como Orochimaru negaba con la cabeza.
—Recordar tus recuerdos y tu actitud ¿No fue suficiente? —Pregunto Orochimaru caminando alrededor del rubio. —Saber que tus padres murieron ¿Tampoco lo es? —Seguía caminando a su alrededor, Naruto no podía sentir miedo, pero una parte de su cuerpo, la misma que lo controlaba cuando no tenía recuerdos estaba allí, sin irse, porque en ese momento, estaba como una estatua, sin poder moverse o hablar.
Orochimaru se detuvo en la espalda de Naruto, muchas ideas pasaron por su mente al hacer este eso, podía salir corriendo, podía gritar, podía golpearlo, pero no, esa maldita personalidad cobarde que lo controlaba estaba apoderándose de él, haciéndolo cambiar de un momento a otro y no quería eso, quería hacer lo que hacía antes y para hacer eso necesitaba de él, aunque lo odiaba, sabía muy bien que lo necesitaba y también sabía que lo amaba más de lo que cree odiarlo.
Soltó el aire contenido por la boca cuando no sintió la presencia de Orochimaru, se desplomo en el suelo buscando una manera de como volver a su casa y no regresar a ese lugar, ya no le interesaba la idea de seguir recordando, cada cosa del pasado le dolía hasta el punto de destrozarlo y él no quería eso, justo en ese momento quería volver a su vida común y eso, era lo que iba a hacer.
…
Caminando por ese bosque por solamente dos minutos, ningún Youkai se le acercaba y él no se le acercaba a Ninguno. Llego hasta la salida, su mente le hizo ver una salida más sencilla, cuando llego a ella lo primero que hizo fue regresar a su casa y allí estaba Ino, llego hasta donde él dándole un abrazo y Naruto le correspondió de inmediato.
— ¡Me preocupaste! —Dijo, casi llorando. — ¿Dónde te encontrabas? —Sus preguntas no iban a ser respondidas, el rubio volvió a su estado de shock, solo que esta vez, si se veía destrozado.
Ino comprendió y lo apretó más para hacerle saber que ‘’todo iba a marchar bien’’ pero sabía que las cosas no iban a ser así, y lo supo aún más cuando el rostro de la peli rosa y el de Sasuke se apareció delante de sus ojos, haciendo que suelte al rubio y los mire.
—Ustedes. —Dijo con desdén. — ¿Qué hacen aquí? —Pregunto el rubio, su mirada daba al suelo, su piel estaba pálida y su cuerpo tambaleaba. — ¿A que vinieron? ¡Váyanse! —Dijo, sus ojos se cerraron y solo sintió que los brazos de alguien lo detuvieron para que no callera al suelo.
…
El sol en su ventana lo despertó, parpadeo varias veces para acostumbrarse al ardiente sol que hacia ese día, se levantó de su cama para fijarse de que no estaba soñando y no era así estaba en su casa, en su mundo, en lo que una vez tuvo y no quería perder, camino hasta al baño de su cuarto se aseo todo lo necesario y se puso la ropa de su trabajo, al salir, su abuela lucía un vestido rojo y llevaba su larga cabellera rubia suelta. —Hasta que despiertas. —Dice, golpeándolo en el brazo con su bastón. —Ino. ¡Muchacha! —Grita la anciana llamando la atención de la rubia, quien llega al comedor corriendo con una bandeja de comida en sus manos, pone un plato de pan en el centro y se sienta cuando la abuela de Naruto le da la orden.
— ¿Cómo te sientes Naru-Chan? —Pregunta, untando mermelada a su tostada.
—Pues bien. —Contesta el rubio, toma un poco de su café y mira a su abuela. — ¿Por qué nos miras de esa forma, abuelita? —Sonríe cuando su abuela le pasa mantequilla a la tostada y la moja con café.
—Tú lo sabes muy bien. —Le contesto la anciana frunciendo el ceño. —Recuperas tus memorias y le cuentas solo a esta chica. —Le dijo sin darle tiempo de responderle, Naruto abre sus ojos ¿Cómo es que su abuela sabe todo eso? Se preguntó, la sonrisa de su abuela se vuelve intensa, la reconoce de inmediato y toma el brazo de Ino tirándola al suelo.
— ¿Qué haces aquí? —Le pregunta, Orochimaru toma su cuerpo verdadero y sonríe, —Me descubriste. —Dijo, su voz sonó áspera, un grito se escuchó desde el sótano, Naruto iba a correr hasta allá, pero su abuela apareció por la puerta.
— ¿Cómo no va a reconocerte si yo su abuela no usa un bastón? —Dice la rubia mirando con desdén a Orochimaru.
—Nos volvemos a encontrar… Tsunade. —Le dijo el pelinegro, su mano se estiro levantando el cuerpo de Ino. — ¿Quién es esta bella rubia? —Pregunta, sus ojos van en dirección del rubio quien ya se quedó en posición paralitica.
—Una amiga. —Dijo Tsunade. — ¿Quieres soltarla?
— ¿Para qué quieres que la suelte? ¿No podrías tu hacer que la suelte?
— ¿Acaso… me estas retando? —Tsunade puso una mirada atemorizante. —De verdad tienes agallas… de papel.
Orochimaru empieza a reírse a carcajadas, mientras hace que el cuerpo de Ino golpee contra la pared una y otra vez, el último golpe, la rubia esta inconsciente, ni Naruto ni Tsunade pudieron moverse de su sitio. Solamente pudieron ver, como el cuerpo de Ino caía lentamente por la pared hasta desplomarse en el suelo, respirando con dificultad.