Seguía quejándose por culpa del dolor que estaba sintiendo en su estómago, el pobre había recibido más de dos puñaladas en ese lugar y lo peor de todo es que no se podía agarrar para detener la sangre, no, ese maldito de Sai lo tenía amarrado con unas cadenas, sufría, de verdad lo estaba haciendo entonces vio que aquel tipejo sonreía como maniático y le acaricio la cara. —No te preocupes… a decir verdad… te sentirás bien al terminar.
¿Acaso estaba loco? ¿Cómo se iba a sentir bien? No, obvio era mentira, simplemente estaba jugándole una mala broma, seguramente era Orochimaru jugando con su mente otra vez, pero no, el dolor era muy fuerte como para ser una mentira.
Entonces, cerro sus ojos escucho la risa de Sai otra vez.
…
Abrió sus ojos asustado, no estaba en aquella cueva, no, estaba en un lugar que extrañamente reconoció, era su casal la misma que vio en los recuerdos que le entrego Sasuke. Y se encontraba esta vez ahí, sintiéndose tan… ¿Cómodo?
Cuando las manos del pelinegro lo sujetaron de la cintura se sobresaltó asustado ¡Uy! Sí que se asustó el pobre porque hasta lanzo un grito que seguramente fue escuchado por todos los de la aldea. Empezó a reparar la aldea, muchos árboles, pocas casas espera… ¿No era ese el bosque Kanoha? ¿No era ese mismo lugar en el que los seres malditos Vivian? Si, era ese y estaba siendo habitado por ¿Humanos? No, claro que esas cosas no eran humanos, y si eran humanos ¿Cómo es que podían volar?
Prefirió ignorar eso, el rubio sintió la necesidad de preguntarle sobre los tipos esos que salieron volando, pero lo que dijo fue completamente diferente.
— ¿Por qué llegaste ahora? —Le pregunto se escuchó completamente celoso.
No tuvo una respuesta más que un beso en sus labios, no tuvo de otra que abrazarlo por el cuello aunque en realidad quería gritarle ¿Era él así antes? Como es que cambio cuando perdió sus recuerdos, de algo estaba seguro, y era que lo que estaba pasando en ese momento era que estaba volviendo a viajar a los recuerdos del pasado, de los que Sasuke hablaba, pero eran puestos por Sai, y sabía que este no le estaba jugando una mala pasada, ya que se sentía tan magníficamente real. Bueno, entonces se quedó allí recostado al árbol mientras sentía aquellos labios de Sasuke, joder sí que se sentía tan bien. De pronto el azabache se alejó.
— ¿Oíste eso?
— ¿Qué cosa? —Bueno, aunque era valiente antes, todavía se podía asustar tan fácilmente, empezó a buscar ese sonido y miro a Sasuke frunciendo el entrecejo. — ¿Qué cosa?
Sasuke solo se empezó a reír, mierda, sí que se asustaba fácil ese chico ¿Eh? Después de que le regalara otros besos más en los labios le contesto la pregunta.
— ¿El sonido de mi corazón?
Pensó en recibir un beso, pero lo que recibió del oji azul no fue más que un fuerte golpe en el estómago con su rodilla. — ¡Me has asustado! —Y supo que se mereció el golpe, había jugado.
La voz de Kushina hizo que ambos abandonaran sus besos, era demasiado tarde en verdad y debían ir a dormirse.
…
A la mañana siguiente, la puerta de la habitación de Naruto empezó a sonar, el rubio se levantó para ver de quien se trataba y era su madre, tenía una sonrisa en su rostro y le regalo un beso en su mejilla, ¡Vaya! Esa mujer sí que era hermosa, parecía una modelo de las revistas.
—Ve a buscar la leche… Sasuke te está esperando. —Naruto asintió, salió corriendo como alma que lleva al diablo y su madre negó con la cabeza, sonreía, sabía muy bien cuanto se querían esos dos.
Cuando llego, miro, frunció el ceño, ese Sasuke traicionero estaba con él, estaba con ese estúpido de Sai mirándose mientras ordeñaban la vaca y lo peor de todo es que sonreían, si estaban sonriendo y hasta enamorados parecían, pateo con fuerzas el piso y dio la espalda para regresarse a su recamara o tal vez iría al bosque, allí nadie lo molestaba.
— ¡No quiero ver a nadie! —Vocifero, tomo su espada por si acaso se encontraba con uno de los Youkai malignos y pelear con ellos, estaba enojado, ver a Sasuke con su peor enemigo lo puso así ¿Por qué? Pues porque ese tal Sai además de ser un maldito hechicero estaba enamorado de Sasuke y lo peor es que ese ni lo notaba.
…
— ¡No! ¡Maldita sea, Sakura! —El azabache estaba enojado sosteniendo la cabeza de Naruto, ¿Cómo es que estaba muerto y todavía lo sentía sollozar? Era evidente, esa cabeza que estaba sosteniendo era un truco.
La peli rosa era de esas pocas personas a las que le duraba la confianza, ya había visto la cabeza de Naruto y ya estaba muerto, lo estaba repitiendo varias veces y lo único que conseguía eran gritos, gritos de negación provenientes de sus amigos de cabellos negros, esos sí que no se rendían para nada.
Sakura llego a pensar que Naruto estaba vivo, pero mierda ¿Cómo iba a pensar eso cuando estaba viéndole la cabeza a Sasuke en las manos? ¿Cómo?, a decir verdad Sasuke era de los que no rendían, Hinata era la persona que buscaba otra solución, pero ella, ella, era la típica persona que al ver alguna pequeñísima prueba se rendía y comenzaba a hacer otra cosa, eso lo vivió cuando esa cosa paso y perdieron a Naruto.
Pero en ese momento, solo en ese momento prefirió creer en sus dos compañeros, tal vez no se equivocaban, tal vez le decía la verdad, tal vez, pero solo tal vez Naruto estaba vivo.
…
Tocio escupiendo sangre, había vuelto al mundo del presente y eso sí que lo molesto ¿Por qué siempre lo sacaban de sus recuerdos? ¿Era tan malo lo que había pasado antes? Debía ser así como para que hagan tanto misterio en revelarlo.
Sintió los zapatos de Sai resonar en el suelo ese tipo tenía en sus manos una pequeña daga de plata, esa misma que uso para lastimarlo en el estómago, la misma a la que se refirió con ‘’Ella te mostrara las cosas que te duelen. Pero no te preocupes, cuando veas ese pasado, la puñalada dolerá menos’’. Pero estaba mintiendo, ese estaba igual de loco como cuando estaban en el pasado. Sí, porque la verdad estaba recordando de a poco.
— ¿Y qué piensas del pequeño recuerdo? —Lo toco con la daga en el mentón, Naruto lo miro, esa misma mirada con el entrecejo fruncido de antes, ¡Vaya! Sai como recordaba esa mirada.
—Suéltame de una vez. Así podre romperte la cara. ¿Eres tan cobarde que atas?
Esa era la faceta que buscaba del rubio ¿Enserio tuvo que torturarlo y mandarlo al pasado para que volviera?
Ni siquiera cuando lo acosaba o cuando lo olfateo vio esa faceta donde sabia defenderse pero ahora, justo ahora lo estaba viendo moverse con ira, tratando de soltarse de las cadenas y lo oía gruñir.
Pero recibió una patada en la herida, una de las fuertes y allí quedo con los ojos cerrados, volvió al pasado.
—Naruto… tu poder especial. —Su madre le sonrió sobándole las mejillas, el rubio aparto su cara de inmediato, sabia cuan especial eran sus poderes, pero no los quería, carajos el quería estar con Sasuke solamente, eso era lo único que necesitaba de verdad.
Su madre lo miro con tristeza, ella quería al mismo Sasuke de antes, el mismo que le decía ‘’te amo’’ pero entonces le dijo la verdad de sus poderes y cambio ¿Por qué? Cambio solamente porque se enteró que tenía un poder diferente a los de todos, si era por eso, demostraba todo lo que Naruto los amaba.
Todos los de la aldea podían hacer lo mismo, pero él, el rubio era un maldito Youkai, uno de esos que poseía todos los poderes, era similar a Sai porque podía convertirse en humano o en demonio cuando se le diera la gana.
—Eres un celestial. —Dijo su madre.
— ¿Qué es ser un celestial?
—Puedes convertirte en humano o en demonio cuando quieras. —Le dijo su madre, eso ya lo sabía así que asintió con la cabeza. —Naciste en un eclipse lunar, yo… soy un… ángel, Naruto.
No entendía absolutamente nada, cada palabra que su madre decía lo dejaba más confuso de lo que ya estaba, Kushina se levantó del sillón. —Naruto, tu padre es un demonio Youkai, yo un Youkai del cielo, nuestros poderes se unieron y tu naciste, al hacerlo, heredaste ambos poderes.
— ¿Es eso un Youkai celestial?
—Tu sangre sirve para crear nuevas especies, con tu sangre, Orochimaru podría volverse inmortal, por eso te quiere tanto.
—Pero tanto él como nosotros somos inmortales.
—Pero Naruto, nosotros podemos morir… tú no, si Orochimaru tiene tu sangre y crea más de tu especie, se volverá fuerte y será indestructible.
Sasuke entro a la sala, Kushina ya sabía que tenía que irse, en esa aldea el único que lo calmaba era ese azabache atemorizante.
Cuando no vio a la madre de Naruto allí, cubrió los ojos del rubio, se sentó detrás de él y le beso el cuello. — ¿Cómo está mi bello príncipe?
—Pues… se puede decir que ¿Confundido?
Cuando Sasuke libero los ojos del rubio, este miro hacia atrás y se dejó besar un poco más de Sasuke, esos besos, ambos podrían estar así hasta que el mundo se acabe.
…
Naruto recordó ese día, fue uno antes de que la tragedia pasara y el primero igual, era el mismo día de la tragedia, pero ¿Por qué no podía recordarlo?
….
Ahora estaban en casa de Tsunade la pobre se estaba aguantando los gritos de estos como lo hacía antes, a decir verdad los extrañaba mucho, eran los únicos que podían ver la sonrisa del rubio seguido, recordó la vez que Naruto corrió hasta donde Sasuke a contarle las cosas que había hecho, ni siquiera a sus padres se las dijo.
Les dio a todos ellos un plato de la sopa que les hacía, ellos empezaron a dar sorbos.
—Naruto no está muerto… yo puedo sentirlo llorar. —Dijo el pelinegro.
Sakura asintió con la cabeza, a decir verdad Sasuke no se equivocó la primera vez ¿Por qué se equivocaría ahora?
—Si ese estúpido de Sai tiene que ver en esto, juro que voy a partirle esa bonita cara… —Dijo la pelinegra, ella también sospechaba de él.
….
—A ellos ni siquiera les importas ¿Sabes? —Seguía lastimándolo con sus palabras, era verdad lo que dijo, con cada viaje al pasado las heridas dolían menos.
Sai estaba a punto de golpear en la herida, pero se detuvo al instante. —Sé que quieres recordar la tragedia, pero no te daré el gusto. —La daga fue directo al brazo del rubio, toco aquella herida enterrándole las uñas, solo podía escuchar los gritos de este, los estaba disfrutando caramba, parecían música para sus oídos.
—En este siglo… esto es un delito. —Dijo, volviendo a escupir sangre.
— ¿Y cómo les vas a explicar que no moriste con tantas puñaladas? Digo, un humano no las resistiría.
Y tenía un buen punto de vista, si se ponía a pensar bien, probablemente fuese asesinado por ellos al instante y Sai fuese hasta premiado por todos, ¿Por qué? Por matar a un Youkai y ¿Qué dirían las noticias sobre él? Pues cambiarían de opinión, eso era obvio, ya no sería ni un suertudo, ni mucho menos un chico especial.
Cuando sintió la daga en su cuello lanzo otro grito, le dolía de verdad pero, ¿Por qué no viajaba a sus recuerdos?
— ¿Quieres ver tu pasado? —Le pregunto, Naruto hizo un movimiento brusco para ver si podía soltarse, pero todo lo que hacía era en vano, maldito Sai cuanto lo odiaba. —No te golpeare en el estómago por ahora.
¿Acaso era ese el lugar que lo hacía viajar al pasado?
Sai seguía apuñalando cada parte del cuerpo del rubio sin tocarle el estómago, claramente ese era el lugar que no debía tocar, quería hacerlo sufrir solamente un poco más para poder vengarse y al hacerlo recordar estaba seguro de que estaba siendo perdonado.
—Te diré algo, niño bonito… ten tus recuerdos. —Y golpeo aquella zona con una varilla, más sangre salió de su boca y su viaje… había comenzado.