CAPITULO 2: ENCUENTRO
CUATRO AÑOS ATRÁS.
Se podía ver como una mujer iba con un niño pequeño de test tostada, de grandes y inocentes ojos color miel y de cabello de color castaño oscuro en puntas hacia arriba, de unos 12 por los pasillos de un hospital – mooo vamos Sawada Tsunayoshi solo será unos estudios – decía una mujer muy parecida al castaño en versión femenina de nombre Nana, al niño quien le reclamaba.
-Pero mamá estoy bien, no quiero ir con el doctor – contestaba el menor mientras hacia adorables pucheros, intentando hacer cambiar de opinión a su madre.
-Claro que no estas bien hace tiempo que te sube mucha fiebre, tienes tos e incluso te desmayaste – decía preocupada la mujer.
-Solo es porque no he comido bien.
-No, iremos con el doctor, no se diga más – contestaba la mujer para después ir a pedir hora para el mismo día. Una vez sacada la hora por la cantidad de personas que esperaban atención tenían que quedarse esperando su turno durante unas horas, cosa que no le importo a la mayor, su única preocupación era su hijo.
-Mamá puedo ir a jugar mientras – pedía el niño a la castaña.
-Claro Tsu-kun pero no te alejes de acuerdo y tienes que llegar a tiempo para que te atiendan – dijo de forma cariñosa pero con seriedad provocando un puchero al menor quien resignado a tener que ver medico solo asintió y se fue a jugar a una habitación para el entretenimiento de los menores.
Una vez el la habitación comenzó a jugar con diversos juegos y juguetes hasta que en uno de sus descuidos no vio al niño que estaba delante de el chocando con este y cayendo ambos al suelo – lo siento no te vi, soy Tsuna – decía mientras se paraba sin ver al otro.
-No te preocupes tampoco estaba prestando atención, me llamo Natsu – contesto el otro con una voz muy parecida al castaño lo que sorprendió a este pero más se sorprendió al ver al niño frente a el pues eran dos gotas de agua.
-No puede ser eres igual a mi – dijo el castaño a su igual muy sorprendido y sin entender pues la única diferencia eran sus ropas y que los ojos de Natsu eran de un tono más oscuro.
En otro niño llamado Natsu seguía en shock, pero al escuchar al otro despertó y le miro de pies a cabeza – tienes razón pero porque – dijo y solo recibió la negativa del castaño, quien después de unos minutos de silencio solo se le iluminaron los ojos, le tomo la mano a Natsu y le llevo a un lugar más apartado de la habitación.
-No se que sucede pero quiero saber quien eres, sabes siempre e querido tener un hermano así que tu serás mi hermano menor – dijo nuestro castaño sorprendiendo al otro – así que dime tu edad, tu nombre, dime todo – termino de decir.
-Porque debo ser el hermano menor – dijo con un puchero Natsu.
-Mmm pues porque yo lo propuse primero – contesto nuestro castaño con una hermosa sonrisa.
-Mmm de…de acuerdo – dijo resignado – como dije antes soy Natsu…Sato Natsu, tengo doce años y pues yo realmente no tengo padres, ni hermanos, yo vivo en un orfanato, mi apellido me lo pusieron ahí – dijo bajando la mirada.
-No mientas Natsu – dijo el castaño de un momento a otro espantando al otro – te dije que yo seria tu hermano mayor.
-Ah pues si, es solo que yo – decía pero no pudo hablar más pues lágrimas salían de sus ojos, haciendo que el castaño se le tirara encima para abrazarlo.
-¿Que pasa por que lloras? – le preguntaba asustado pensando que había hecho algo que lastimara a su nuevo amigo y hermano.
-No se, me siento contento – contestaba con una sonrisa – sabes a pesar de que tengo muchos amigos en el orfanato siempre e querido saber que se siente tener una familia, padres, hermanos o algo así, que me dijeras que ibas a ser mi hermano me gusto, a pesar de que no nos conocemos me siento cómodo contigo, algo me dice en mi interior que quiero estar contigo.
-Jajaja pues no eres el único yo también me siento bien contigo por eso serás mi hermanito pese a que tenemos la misma edad yo te voy a proteger siempre, algo me dice que ese es mi deber, que estar a tu lado esta bien – dijo y ambos se abrazaron y tomaron de las manos.
No lo entiendo y no quiero entenderlo, solo quiero seguir sintiendo este sentimiento dentro de mi, solo se que quiero estar con el, que quiero ser su apoyo, su pilar, que tenemos…, no que debimos siempre estar juntos, por eso ahora no nos soltaremos iremos de la mano siempre nos protegeremos porque ahora por fin me puedo sentir completo – era el pensamiento de ambas almas, de ambos niños que no sabían que este seria hecho que sello sus destinos.
-Tsu-nii – dijo Natsu sorprendiendo al castaño quien se separo del abrazo para mirarlo, y contestarle con una sonrisa, le gustaba como sonaba – dime de ti también solo se tu nombre.
-Oh claro se me olvidaba – contestaba – pues soy Sawada Tsunayoshi, al igual que tu tengo doce año, no tengo hermanos aparte de ti – dijo con una sonrisa correspondida por el otro – tengo padres pero solo vivo con mamá, mi padre esta trabajando lejos por lo que dice mamá.
-Mmm ya veo y que haces aquí estas enfermo- pregunto preocupado.
-Pues no se últimamente no me e sentido bien, por eso mamá me a traído ¿y tu? – contesto y pregunto igualmente con preocupación.
- Mientras jugábamos unos de mis amigos se lastimo por eso estamos aquí, ahora mismo ya lo deben estar atendiendo – contestaba pero veía a su ahora hermano mayor pensando en algo por lo pregunto - ¿en que piensas?
- Mmm solo que nos parecemos tanto que, no se, es como si fuéramos hermanos de verdad ¿no lo crees?, como si fuéramos gemelos – dijo muy serio, pese a su edad el castaño podía ser muy serio y maduro, con las únicas personas que se mostraba tierno y como debería de ser un niño de su edad era su madre y ahora hermano menor, porque con los demás era muy serio.
-Pues no se pero tal vez tengas razón Tsu-nii somos muy parecidos y no creo que estas coincidencias realmente existan – le contestaba el menor.
-Mmm pues eso ya lo descubriremos después cuéntame más cosas sobre ti – dijo el mayor y así comenzaron a hablar de muchas cosas dándose cuenta que pese a su parecido físico eran diferentes, el castaño mayor era mas maduro y fuerte como inteligente, mientras que el castaño menor era mas débil y un poco torpe, pero aún así tenían gustos parecidos, asi paso el tiempo y llego la hora en que el castaño mayor tenia que ir a ver medico si no se iba su madre vendría a buscarlo.
-Me tengo que ir, se acerca la hora de ver medico pero no quiero ir – decía mientras hacia pucheros que hacían reír al menor – y luego si no voy mamá se va a enojar.
-Tu mamá te cuida mucho realmente me gustaría saber que se siente tener el calor de una madre – dijo cabizbajo el menos, provocando angustia a nuestro castaño el no quería verlo así.
Que hago no quiero que este triste, siempre a estado solo sin conocer el calor de una familia es obvio que al escuchar algo sobre la familia se sentirá mal y yo hablo que puedo hacer… a ya se … kami ayúdame, que lo que planeo salga bien.
-Nee Natsu no te gustaría cambiar de lugares por un tiempo – dijo de forma seria, pero provocando un gran asombro del menor por la propuesta – me dijiste que te gustaría saber que se siente tener una familia pese a que vivo solo con mamá estoy seguro que sentirás de ese calor familiar – termino de decir sin quitar su semblante de seriedad.
-Pe…pero n…nos pueden descubrir – contesto con un poco de tartamudeo, debía reconocer que le gustaba esa idea pero tenia miedo.
-No todo estará bien, somos como dos gotas de agua y mamá es muy distraída no se dará cuenta de eso estoy seguro – decía serio pues algo en su interior le confirmaba su suposición – además te e contado todo de mi por lo sabes que puedes y no puedes hacer igual yo contigo y no es como si yo conociera muchas personas, solo somos mamá y yo – termino de decir, dejando pensando al castaño menor.
-No se, tengo miedo – dijo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas y tiritaba.
-No tengas miedo todo va a estar bien, además cumplirás tu sueño sabrás lo que es tener una familia creo y yo no tendré que ir a ver medico – decía con una sonrisa un poco nerviosa sabia que era un plan de niños con muchas fallas pero no podía evitar aquel sentimiento que le decía que hacia lo correcto y que todo saldría bien – más estaremos en contacto siempre solo será un tiempo ¿entonces que dices?
-De acuerdo – contesto temeroso – pero ¿como nos comunicaremos?
-Tengo este celular – dijo mientras sacaba de entre sus ropas el aparato t se lo mostraba – yo me lo llevare, y tu dirás que se te perdió y te daré el numero para que me llames cada vez que quieras del teléfono de la casa ¿de acuerdo?, pero que mamá no se de cuenta.
-Hai Tsu-nii – dijo ya contento y entusiasmado por lo que se vendría.
-Bien vamos al baño a cambiarnos de ropa, luego te iras a donde se debe encontrar mamá y yo me iré a donde esta tu amigo y comenzaremos así nuestra nueva vida, luego tendrás que llamarme por la noche – explicaba mientras se dirigían al baño donde se intercambiaron la ropa y se dijeron las ultimas cosas que debían saber nombres, lugares, horarios, etc. Prometiendo decirse más cosas y avisar como les fue por la noche.
-Pues nos comunicamos en la noche Natsu, a y cuida mucho de mamá ella es muy importante para mi si algo le pasara aunque no lo creo me avisas de imnediato – decía el castaño mayor mientras se iba.
-Espera Tsu-nii, tienes que esconder el teléfono o sino te meterás en problemas – dijo recibiendo solo un asentimiento de su hermano, para después ahora si irse por caminos distintos con la promesa de hablarse después – espero todo salga bien suerte Tsuna-nii – se decía mientras cerraba sus ojos y miraba al techo hasta que.
-Tsuna, donde estabas te dije que no te alejaras, mooo me asustaste vamos en nuestro turno – escucho que le decía aquella mujer que sabia ahora debía llamar mamá, una mujer tal y como le habían dicho muy parecida a el y que se notaba era muy cariñosa y tal y como había dicho su ahora hermano no les descubrió – vamos Tsu-kun ¿que sucede? – le preguntaba la mujer dado que el menor no hablaba no se movía de donde estaba no por que no quisiera sino por que no podía los nervios le traicionaban y había entrado en shock – Me estas preocupando estas bien – dijo la mujer llamada Nana, agachándose a la altura del castaño para poner su mano en la frente de este, logrando que este despertara.
-Hai estoy bien mamá – dijo en unos susurros que aún así fueron escuchados por la mayor quien solo le sonrió le toma la mano y le guio.
-Pues entonces vamos.
-hai – dijo ahora con más confianza y apretando aún más el agarre con una tímida sonrisa, para después mirar hacia atrás – gracias Tsu-nii – fue su pensamiento y desapareció entre los pasillos de aquel hospital con su nueva mamá.
Mientras que en otro lado se podía ver como el castaño mayor llegaba al lugar indicado encontrándose con una mujer y un niño, siendo la primera en acercarse a el y darle una fuerte cachetada en una de sus mejillas la cual dejo colorada – donde maldita seas estabas, acaso crees que tenemos tu tiempo, dios solo sabes dar problemas, por eso odio a los mocosos – fue lo ultimo que dijo para tomarlo de la mano fuertemente causándole daño y comenzar a tironearlo junto con el otro niño quien solo miraba hacia el suelo – ahora los dos están castigados una vez llegamos se van a dormir sin cenar, escucharon bien – dijo después, pero el castaño aun se encontraba perdido y con unas de sus manos en la mejilla dañada era la primera vez que alguien le golpeaba y la primera vez que le trataban tan mal, pero más le dolió darse cuenta que esa era la forma en que vivía su ahora hermanito Natsu, ya una vez reaccionado miro al otro niño, quien ahora le miraba con odio, y el cual le dijo.
-Te odio por tu culpa me castigaron, espero no te acerques más a mi – provocando sorpresa en el castaño, definitivamente esto no iba a ser fácil, pero le dolía le dolía mucho saber como era que vivía su reflejo.
Ahora más que nunca creo que fue lo correcto, ahora por lo menos tendrás un pequeño descanso de todo esto, si que se te paso decirme muchas cosas, realmente me duele la mejilla pero lo bueno es que tu debes estar bien ahora – pensaba mientras caminaba con ese fuerte agarre del cual estaba seguro le dejaría marcas y así fue como abandono el hospital en donde tuvo la mayor sorpresas de todas no sin antes dar una pequeña mirada hacia atrás – adiós Natsu, nos vemos – pensó y se alejo de aquel lugar el cual deseaba jamás volver a pisar.
CONTINUARA…