-¡Senpai…!-Tenzou se detuvo al ver aquella escena, pensando que aquello no podía ser verdad cosa que creyó confirmada al ver aquel charco de sangre a sus pies.
-¡Obito detrás de ti!-Le advirtió Itachi, tomó a Kakashi entre sus brazos y esquivó el ataque del castaño.
-¡Déjalo ir!-Ordenó yendo tras ellos cuando intentaron escapar, seguido por los demás.
-¡Es Obito!-Exclamó Jiraiya al verlos-¿He? ¿Qué hacía Danzou aquí?-Se preguntó al ver el cuerpo del anciano cerca de ellos. El ANBU que quedaba intentó huir pero logró atraparlo, ya después de encargaría de interrogarlos tanto a él como a su líder.
-Parece que nos alcanzaron-Murmuró Itachi sorprendiéndose un poco de ver a su hermano menor.
-Itachi…-Sasuke intentó acercarse a él, pero fue su propio sensei quien se lo impidió.
-Sasuke, espera-Le dijo tratando de calmarlo, aunque el Uchiha no parecía querer escuchar.
-Ya he esperado lo suficiente-Dijo el joven azabache entre dientes mientras preparaba su Chidori, Naruto lo sostuvo antes de que cometiera alguna estupidez en contra de su maestro.
-¡Sasuke espera!
-Lo siento, pero no tenemos tiempo para esto-Dijo Obito quien permanecía demasiado cerca de Kakashi, aumentando las sospechas de Tenzou y del Sannin sobre él, más al notar la ausencia del Sharingan del peli plata.
-¿Obito…?-Sintió como era jalado por el azabache lejos de sus camaradas-¿Pero qué te sucede? Creí que…
-Los planes cambiaron-Susurró mientras corría.
Se suponía que el plan era volver a la aldea, o al menos eso pensó Kakashi cuando Obito aceptó, pero al parecer no era así. El azabache tenía sus propios planes, no quería terminar en prisión y más importante aún no quería que lo alejaran del peli plata: no creía que alguien pudiese entender lo mucho que lo amaba y necesitaba, quizás parecíera obsesivo, pero así era y no dejaría que lo aportaran de su lado, no a menos que Kakashi así lo deseara y estaba seguro de que eso no pasaría.
Deidara levantó una barrera de tierra intentando darles algo de tiempo para ocultarse en el bosque, aunque no los atacaban en realidad.
-¿Y ahora qué hacemos?-Preguntó Deidara tratando de seguir el paso con Itachi a cuestas.
-Debe haber algún lugar donde refugiarnos…
-Creo conocer uno…-Los cuatro se detuvieron al llegar a un peñasco-Pueden ir al País de las olas, no creo que alguien los reconozca ahí-Les dijo Kakashi, Obito lo pensó por un momento.
-¿Estás seguro?-Su pareja asintió-Bien, entonces será mejor apresurarnos antes de que nos encuentren-Dijo, aunque dentro de él no dejaba de resonar esas palabras ¨pueden¨ ¿Acaso no deseaba quedarse a su lado? No, no era eso, simplemente quería protegerlos.
-¡Kakashi!-Escuchó gritos detrás de él, sabía que no tardarían en encontrarlos. Por un momento pensó en ir con ellos pero no pudo hacerlo.
-Kakashi…-Obito seguía frente a él, con su mano extendida y mirándolo con una sonrisa en su rostro-Te entiendo, puedes regresar si quieres-Dijo, retrocedió un paso, ¿Estaba bien dejar todo de lado por Obito? Toda su vida había servido solo a su aldea, pero ahora por fin era libre de elegir: podía seguir a Obito y tratar de ser feliz junto a él-¿Qué decides?
-Si lo haces te convertirás en un traidor para Konoha-
-¡KAKASHI-SENPAI!-Tenzou intentó alcanzarlo pero el azabache se las arregló para hacerlo retroceder con ayuda de un par de papeles explosivos.
-¡Si Akatsuki descubre que los estoy traicionando me matarán! No es tan simple, por eso necesito que te lleves esto-El castaño sin embargo no lo escuchó y pegó su cuerpo al de Kakashi quien al ver sus intenciones trató de apartarse pero Tenzou rápidamente le quitó su máscara juntando sus labios con los suyos en un beso fugaz para después pronunciar:
-Déjame ayudarte…-¿Cómo decirle que no quería su ayuda? ¿Cómo decirle que sus sentimientos no eran correspondidos? ¿Cómo decirle que él estaba enamorado de Obito?
-Tenzou…
Lo siento, no puedo corresponder tus sentimientos, no puedo…
Probablemente antes no lo hubiese hecho pero ahora que lo había salvado estaba seguro de que no se trataba de una trampa, Obito había cumplido su promesa:
-¡Obito!-El azabache se colocó frente a él para protegerlo.
-Kakashi, yo te protegeré siempre porque yo…
Te amo…
-¡Espera!-Gritó con todas sus fuerzas pero solo lo veía alejarse poco a poco, perdiéndolo de vista. La desesperación lo invadió-¡Espera!-Golpeo el piso con rabia al tener que quedarse ahí.
-¿Por qué no me seguiste?-Preguntó una voz mucho más madura. Alzó su mirada encontrándose con el verdadero Obito-Si no quieres responderme adelante…-Pronunció dando media vuelta.
-¡Espera! ¡Quiero ir contigo!-Pero no volteo para mirarlo. Pronto todo se oscureció a su alrededor-Vuelve… por favor…-Sollozó-No quiero estar solo…
No quiero estar solo de nuevo…
No lo pensó, solo tomó su mano sin saber qué más hacer. El azabache sonrió de lado pegándolo a su cuerpo y sujetándolo por la cintura, sin permitirle mirar atrás, ahora por fin sería suyo.
-No vemos…-Dijo con satisfacción a Tenzou quien solo pudo mirarlo con resentimiento.
Desaparecieron frente a la vista de los demás shinobis a los que seguramente no volverían a ver, pero en su interior se sentía completo, a pesar de dejar todo lo demás atrás se sentía más feliz que nunca…
* * *
-¡¿Qué era lo que estaban planeando?!-Preguntó el Sannin al ANBU que no se atrevió a responder.
-No puedo decirlo-Confesó-Danzou-sama no me lo permite-Recibió un golpe de parte del castaño en el rostro que lo dejo semiinconsciente.
-¡Responde!
-Ya se los dije, no puedo-Tenzou entonces recordó el maldito sello de Danzou.
-Será mejor dejárselos a Ibiki-Concluyó el Sannin.
-¡Maldición!-Gritó Tenzou golpeando un árbol con su puño, aunque en ese momento a quien realmente quería golpear era a Danzou, después de todo por culpa suya había perdido a su amado peli plata y como si fuera poco se había atrevido a intentar lastimarlo, pero para suerte del anciano estaba inconsciente, aunque eso no lo libraría de un futuro interrogatorio.
-Lograron irse, pero ¿A dónde?-Se preguntaba Sasuke mientras recogía un pedazo de la ropa de su hermano, tal vez le serviría para rastrearlo después.
-No queda rastro alguno para seguir-Informó Pakkun.
-Al parecer Obito de alguna forma pudo usar su Sharingan para tele transportarlos lejos de aquí-Naruto no entendía nada de lo que decía el Sannin.
-¿Y eso cómo es posible?-Preguntó el rubio.
-Algo decían los pergaminos acerca de eso-Le comentó Sasuke-Podremos confirmarlo cuando volvamos…
-¿Volver?
-Sasuke tiene razón, nuestra misión original era buscar a Tsunade, y dadas las circunstancias no podemos hacer más que retomarla-Dijo el anciano mientras escribía algo en un pedazo de pergamino.
-¡Pero…!-Tenzou apoyó su mano sobre el hombro de Naruto para calmarlo.
-A mí también me preocupa, pero es más importante regresar, además tal vez Danzou nos dé un poco de información, lástima que no pueda decir lo mismo del resto-Dijo al ver los cuerpos sin vida de los miembros de raíz: estaban totalmente destrozados sobre un charco de sangre.
-No me creo que Obito haya hecho esto-Murmuró Jiraiya observándolos más de cerca-No lo entiendo, hasta donde sabía él debería de estar muerto, ese Sharingan… ¿Cómo lo obtuvo? Según Sasuke solo podría haberlo hecho matando a alguien preciado para él, además Kakashi…
El peli plata parecía haberse ido con él por su voluntad, no había notado ninguna señal de que estuviera bajo algún genjutsu que lo controlara, e incluso el propio azabache parecía sonreírle con sinceridad… Si era lo que pensaba entonces el asunto era mucho más complicado de lo esperado.
Amarró el pedazo de pergamino a la pata de Pakkun.
-Entrégaselo-Pidió, el pequeño perro asintió antes de desaparecer en una nube de humo, si Kakashi lo invocaba de nuevo, lo que era casi seguro, se lo daría.
-¿Qué haremos con él?-Preguntó Sasuke señalando a Danzou con disgusto y resentimiento.
-Tenzou, llévalos a la aldea y diles que los interroguen, sin importar su posición lo que hizo al atacar a uno de los nuestros es algo grave-El castaño asintió y se encargó del cuerpo del anciano y su subordinado.
-Nos vemos-Dijo antes de desaparecer por entre los árboles-Senpai… ¿Por qué eligió ir con él?-Quería creer que su vista lo había engañado, que no era verdad lo que vio, que Kakashi no había tomado la mano de su enemigo por su propia voluntad y escogido irse con él antes que regresar a la aldea, que no se había vuelto un desertor.
-Ahora vámonos, ya no tenemos nada más que hacer aquí-Dijo empezando a caminar seguido de los chicos, sin dejar de preguntarse en qué diablos estaría pensando el alumno de Minato. No sabía si era la culpa en el corazón de este o qué otra razón tendría para dejarlos así nada más.
Él había sido amigo de Sakumo y ciertamente los conocía muy bien tanto a él como a su hijo, o eso creía: No podía negar su enojo por las acciones de su amigo; el suicidarse, el dejar solo a Kakashi cuando era solo un niño:
-Flash Back-
-Jiraiya-Le llamó Sakumo sacándolo de sus pensamientos. Ambos se encontraban cerca del parque, eran casi las 6 y estaba por anochecer.
-¿Si?-Preguntó al ver la mirada perdida de su amigo-¿Sucede algo?
-¿Qué opinas de Kakashi?-El Sannin se extrañó un poco por la pregunta.
-Pues, supongo que es un buen ninja-Respondió tras meditarlo un rato.
-Y crees… ¿Qué pueda valerse por sí mismo?
-¿Por qué la pregunta?-Preguntó preocupado. Sakumo desvió la mirada avergonzado antes de hablar.
-Porque…
-¡Papá!-Escucharon a sus espaldas. Kakashi corrió hacia su padre, quien no lo recibió como de costumbre, sino que solo le dijo que se adelantara a la casa-¿Por qué?-Preguntó confundido.
-Necesito hablar con Jiraiya-Explicó, el niño no muy convencido, pero por respeto a su padre obedeció, despidiéndose del sannin y esperando que no se tardaran-¿Puedo pedirte un favor?-Jiraiya solo asintió nervioso, esperando que no fuera lo que creía, que no cometiera alguna locura. Sabía perfectamente lo difícil que la estaba pasando pero esa no era razón para hacer algo de lo que después se arrepentiría.
Pero lo había sido, a la mañana siguiente al llegar a la casa de su amigo para hablar con él encontró a un par de ANBUs y a Kakashi sentado al pie de los escalones de la entrada, con los ojos llorosos y por más que había intentado hablar con él el niño se había negado a responder a sus preguntas ¿Qué le había ocurrido a Sakumo?
Pero si aquello lo había enfurecido el hecho de enviar a unos niños por su cuenta a una misión de nivel tan alto, a la guerra así nada más había sido peor.
Viéndolo de esa forma quizás no sería tan malo, quizás Kakashi podría ser feliz junto con Obito si los dejaba.
Estaba tan inmerso en sus pensamientos que cuando se dio cuenta ya estaban cerca de la entrada de un pequeño pueblo. Las horas habían pasado rápidamente y ya era de noche.
-¡Hey sabio pervertido!-Gritó Naruto al verlo tan distraído-¿Podemos descansar?-Preguntó, ambos niños estaban cansados tras estar corriendo todo el día.
-De acuerdo-Dijo mientras avanzaban, en eso fijó su vista en una banca, sobre la cual se hallaba sentada una mujer rubia que bebía sin parar de una botellas de sake-¿Tsunade…?-No había duda, se trataba de la mismísima ninja médica y nieta del primer Hokage.
-¡¿Qué?! ¡¿Esta ebria es Tsunade?!
* * *
-Ah!-Se quejó Deidara apartando a Inari de él cuando el niño intentó ayudarlo con la herida de su brazo-Déjalo yo puedo hacerlo solo-Refunfuñó, Inari solo hizo un puchero y lanzó una que otra maldición contra el rubio.
-La herida es profunda, deberías dejar que te ayude-Le dijo el Uchiha.
-No creo que estés en posición de darme órdenes…
-No fue una orden, solo una sugerencia-El azabache se recostó en el futón, le gustaba molestar al oji azul pero en ese momento estaba demasiado cansado para hacerlo, además sus ojos se sentían muy cansados y ardían, seguramente en la mañana despertaría con la vista borrosa por el uso excesivo del Sharingan.
-Gracias por su hospitalidad-Dijo Kakashi a la familia de Inari.
-No hay por qué-Respondió el anciano mientras la madre del niño les traía algo caliente-Después de todo se los debemos, aunque no entiendo muy bien por qué decidiste dejar Konoha.
-Eso lo pueden discutir en la mañana, por ahora es mejor que descansen-Dijo la mujer, viendo lo agotados que se encontraban los 4.
-Gracias, aunque nos iremos en la mañana-Informó el peli plata-Ya les hemos causado demasiadas molestias-Comentó.
-Para nada-El anciano pareció recordar algo entonces-Además no es necesario que se vayan, ahora que el puente está terminado y nosotros comunicados con el resto de las aldeas y países seguramente habrán ladrones cerca y ustedes podrían ayudarnos a lidiar con ellos…
-Es una buena idea-Apoyó la mujer-Hay una vieja casa a las afueras del pueblo, podrían quedarse ahí-Sugirió, Kakashi miró a Obito, este lo meditó un momento, después de todo mientras se ocultaran y no levantaran sospechas de ser ninjas estaría bien.
-Quizás, pero no creo que sea buena idea que sepan que somos shinobis o nos encontrarán de inmediato-Dijo el azabache sentándose junto a Kakashi y ayudándole a colocarse un vendaje limpio sobre el lugar donde antes se encontraba su ojo.
-Vale, de cualquier forma supongo que pueden trabajar en cualquier otra cosa…
-¿Trabajar?-Eso a Deidara no pareció agradarle mucho.
-Muchas gracias y aceptamos la oferta-Dijo Kakashi ante la mirada fulminante del rubio que tuvo que resignarse a aceptar también, ya que no tenía a dónde ir y tanto él como el azabache tardarían un tiempo en recuperar fuerzas.
-Bueno, en ese caso mejor vayan a dormir-Les dijo la madre de Inari con amabilidad, los cuatro asintieron y apagaron las luces.
Deidara e Itachi dormirían en una habitación y Kakashi y Obito en otra continua, cosa que no dudó en aprovechar el azabache, aunque no solo con ¨esa intención¨. Sentía que además tenía que hablar con él:
Aún pueden estar juntos No, eso es imposible, no después de lo que he hecho además… Obito, no dejes que se rompa el lazo que te une a él de nuevo No lo haré, pero no quiero que muera por mi culpa El destino es traicionero y no sabemos lo que nos depara, pero mientras tengas la oportunidad de ser feliz junto a él tómala…
Kakashi no podía dormir, miraba a través de la ventana perdido en sus pensamientos, de los cuales lo sacó Obito al sentarse junto a él y acariciar su cabello, llamando así su atención:
-¿Cómo te sientes?
-¿Lo dices por esto?-Preguntó señalando donde antes estaba su ojo.
-Por eso y por todo lo demás-Dijo refiriéndose a cuando dejó a sus camaradas-Por cierto, perdón por lo que viste… yo… no supe cómo controlarme, sentía tanta ira e impotencia por no poder hacer nada, pensé que te matarían y…-Apretó los puños.
Creí que te perdería como a Rin
-Lo sé, solo intentabas protegerme pero… cuando te vi así me asusté, parecías otra persona, parecías el mismo que cuando me…-No pudo continuar.
-Lo siento, supongo que a pesar de todo no es algo fácil de olvidar, menos cuando te hice tanto daño-Confesó.
-Olvídalo-Dijo, pero el azabache no dejaba de mirarlo, estaba demasiado distante-¿Sucede algo?-Preguntó.
-Eso debería preguntarlo yo-Kakashi bajó la mirada.
-Supongo que el dejarlos me hace un desertor-El azabache lo tomó por la cintura con la intención de atraerlo hacia sí para consolarlo-Al final no fui muy diferente de mi padre-El azabache no supo qué decir ante eso.
-Era tu elección, no tienes por qué lamentarte si elegiste ser feliz-Kakashi suspiró.
-Puede que tengas razón…
-Sabes que eres libre de irte cuando lo desees, tu vida está en la aldea y seguramente Naruto y los otros deben estar preocupados.
-Hubiese deseado poder regresar juntos-Confesó.
-Yo también, pero dudo que el consejo o el siguiente Hokage perdone mis errores, nos separarían de nuevo…
-Lo sé-El Uchiha lo acercó más hacia él, quería tenerlo cerca y hacerlo sentirse completo. Él no necesitaba a nadie más, nadie más lo haría tan feliz como él esperaba hacerlo:
¿Qué estoy haciendo? Esto no es correcto ¿O sí?-Se decía a sí mismo el peli plata-Y aun así, no puedo detenerte, es como una ola que me arrastra consigo hacia lo profundo del mar…
Kakashi, no me ignores, no necesitas a nadie más que a mí: mientras me tengas prometo que no te faltará nada…
Obito tenía razón: ninguno de ellos lo entendería, los intentarían separar y no quería eso, lo que quería era quedarse al lado del azabache, aunque ello significara darle la espalda a los demás, quería ser libre de elegir por una vez en su vida:
-Siempre me tendrás a mí-Le dijo acariciando su cabello, Kakashi solo se recargó en su hombro, sintiendo como el azabache lo rodeaba con sus brazos, haciéndolo sentirse seguro. Correspondió el abrazo aferrándose a él con fuerza-Además… No importa lo que demás digan, para mí eres un gran ninja, eso es lo que creo-Kakashi se separó un poco, viendo la sonrisa de Obito y correspondiendo-Kakashi te amo-Susurro en su oído provocando que se sonrojara levemente y tratara de ocultar su rostro pero el azabache no se lo permitió obligándole a verlo a los ojos para después bajar su molesta máscara y besar suavemente sus labios, como una delicada caricia, un roce que sin embargo lo hizo sentirse completo por primera vez desde hacía años-No puedo esperar más-Dijo, Kakashi al principio no entendió a qué se refería.
Obito se colocó al lado de Kakashi y acaricio su mejilla lentamente, con ternura rosaba sus labios pidiendo permiso para profundizar el beso el que recibió permitiendo que ambas lenguas jugaran la una con la otra. Kakashi rodeo su cuello con sus brazos profundizando aún más el beso hasta que el oxígeno se hizo necesario y se separaron dejando un fino hilo de saliva entre ellos.
-¿Quieres esto?-Preguntó, Kakashi solo asintió inconscientemente dejándose llevar por el momento.
Basta con mirarte para que empiece a arder mi corazón
Para que tu fuego me llene el cuerpo de pura pasión
-Obito...-Susurro en su oído con voz ronca al sentir la lengua del azabache recorrer su cuello lamiéndolo y besando cada rincón de este. Gimió cuando la mano del azabache se coló por entre las ropas acariciando su torso-Ah… Obito-El azabache recorría su piel con sus manos frías desnudándolo y cayendo ambos sobre la cama.
Sin notarlo un día cual mariposa me pose en tu flor
Pobre e ingenuo niño caí rendido a tu favor
¿Qué es este sentimiento? ¿Por qué no puedo detenerme?-Se preguntaba el peli plata-Es como si me quemara por dentro, te necesito…
El Uchiha se colocó sobre él y se quitó la destrozada bata de Akatsuki arrojándola al suelo para después empezar a lamer el cuello del albino el cual giró la cabeza hacia un lado para darle más espacio mordiendo su labio cuando Obito dejó una marca rojiza en su piel y lamió el lóbulo de su oreja izquierda. Las ropas se volvieron un estorbo por lo que poco a poco desvistió a su amante que se sonrojó al sentirse expuesto ante la hambrienta mirada del azabache.
-Quiero escucharte-Pronunció recorriendo su cuerpo con sus dedos. Quería escuchar sus dulces gemidos mientras se apoderaba de su cuerpo por completo.
Se me escapa de las manos tanta miel
Roba de mis labios la tentación
Dulcemente rosaremos piel con piel
No olvidaras nuestro fogoso amor
El Uchiha se las arregló para deshacerse de los vendajes de sus brazos y recorrer con cuidado las heridas, lamiéndolas con hambre aunque asegurándose de no abrirlas nuevamente.
Por un momento se preguntó qué pensarían si supieran que el gran ninja copia estaba ahora a su merced y entregando su cuerpo por completo a un traidor, a un ninja renegado. Sonrió con cierta malicia, esa noche haría a Kakashi tocar las estrellas y hacerlo olvidarse de cualquier otra persona que no fuera él:
Olvídate de ellos, olvídate de la aldea, tú eres solo mío y yo seré tuyo…
Hazme de una vez sentir
Que esta pasión no tendrá fin
Y que no fue un error hacerte el amor
Por favor déjame besar tu ser
El mundo que otros no ven
Solo intoxícame
Que feliz seré
Ahogado en tu calidez
Comenzó a bajar por su pecho lamiendo y besando cada pedazo de piel poco a poco, un trato muy diferente al que le había dado en sus primeras veces, mucho más suave y amable aunque sin perder la pasión. Kakashi no podía sino aferrarse a las almohadas y sábanas arqueando la espalda de vez en cuando al sentir como si una descarga eléctrica recorriera su cuerpo excitándolo. El azabache jugaba con sus pezones mordiéndolos y masajeándolos con sus manos hasta quedar erectos. La pasión se intensificó cuando mordió su clavícula recibiendo un jadeo y un gemido ahogado, lamió y besó la herida de la que brotaba un poco de sangre para después deslizar su mano por entre las ropas acariciando los glúteos de Kakashi el cual se sonrojó aún más. Cambió de posición para poder acariciar y marcar su espalda pero se detuvo repentinamente al ver las cicatrices en esta. Las recorrió con las yemas de sus dedos de forma lenta y suave, recordando cómo fueron hechas y apretando los dientes al recordarlo, no pudo evitar pensar en todo ese dolor y la sangre de Kakashi manchando sus manos.
-Kakashi…-Dices mi nombre con tanto cariño, a pesar de que en nuestro último encuentro tu… ¿Por qué no puedo olvidarlo aunque quiera? ¿Por qué este dolor sigue invadiéndome? Duele demasiado pero no puedo evitarlo… Obito… yo…
Fue el peli plata el que lo sacó de sus pensamientos tomando su rostro entre sus manos para que lo viera:
-Hazme olvidar este dolor-Suplicó acercándolo más a él y besando sus labios y rodeando su cuellos con sus brazos, profundizando más el contacto.
Hazlo, haz que me olvide de todo el dolor y soledad que alguna vez me invadieron, por favor…
Obito no tardó mucho en comenzar a besar y lamer cada una de las marcas que él mismo había hecho para después dejar unas nuevas pero estas no eran hechas con el rigor de un látigo para castigarlo sino con su boca para decirle al mundo que era suyo y de nadie más, brindándole placer y haciéndolo sentir preciado: cada marca, cada mordida, cada beso lo marcaban como suyo, nadie más tenía derecho a tocarle, solo él podía ver ese lado apasionado de Kakashi y solo él lo haría suyo esa noche.
Si pudiera te daría el mundo entero, perdóname por aquella vez, perdóname por no haberte aceptado… perdóname por odiarte y dejarte solo…
Kakashi se sentía en el cielo, pero no podía evitar pensar en que él era el único que recibía atención:
Sin temor deséame más y más que te complaceré
Si en verdad me amas toca mi cuerpo y obsesiónate
Sueño con locura tenerte entre mis blancas sabanas
Y que jures serme fiel mi almendra virginal
El peli plata también quería participar pero no sabía cómo y Obito se percató de ello.
-Descuida, tú solo disfruta esto. Te lo debo-Dijo volviendo a besar sus labios y acariciando su rostro, no hubo objeción alguna por parte de Kakashi. Obito sabía que su pareja no era muy experto en eso, que leyera los libros de ese viejo pervertido no significaba que tuviera la experiencia y por desgracia lo había descubierto de la peor manera cuando lo poseyó por primera vez lastimándolo y dándose cuenta de que era virgen. Quería que olvidara esa mala experiencia y que esta vez ambos lo disfrutaran al máximo como si fuera su primera vez juntos-Eres mío-Susurró. El peli plata lo miró por un segundo, recordando al Obito del pasado, después al Obito que lo había lastimado y finalmente al que ahora se encontraba sobre él, tal vez el azabache nunca volvería a ser el mismo, pero ya no le importaba, porque se había enamorado de este Obito quien, a pesar de todo lo que había hecho lo protegía con su vida, el que mostraba ese antiguo lado amable solo para con él.
Retomó las caricias deshaciéndose del resto de sus ropas y lamió el vientre del peli plata quien jadeo ante tal acto para después gemir cuando sintió la lengua de Obito en su miembro, se aferró con desesperación a las sábanas, su cuerpo se sentía muy caliente.
-Eres hermoso…-Susurró en su oído mientras se colocaba entre sus piernas y acariciaba el miembro de Kakashi, deleitándose con aquella hermosa vista y conteniendo las ganas de hacerlo suyo introduciéndose en él de una sola vez, pero no quería herirlo, estaba determinado a enseñarle el significado de la palabra placer.
El azabache empezó a lamerlo con ímpetu, como si de un dulce se tratara, relamiéndose los labios para luego introducirlo por completo en su boca obteniendo los dulces gemidos que buscaba de parte de Kakashi y comenzó un vaivén lento que pronto se volvió mucho más rápido. El peli plata gemía sin contenerse al sentirse rodeado por la calidez de la boca del azabache que además masajeaba sus testículos provocando que su vista empezara a nublarse presa del placer.
-Ah… Obito… me vengo…-Dijo antes de dar un gemido ahogado y arquear la espalda derramando su esencia en la boca del azabache.
Obito tragó casi por completo el semen y dirigió su vista hacia Kakashi cuyo cuerpo estaba perlado de sudor y respiraba de forma agitada con los ojos entre abiertos tratando de recuperarse después de ese placentero orgasmo.
-Delicioso…
Se relamió los labios con lascivia para volver a bajar y esta vez lamer la entrada de Kakashi quien no contuvo sus jadeos y gemidos, su autocontrol había sido destrozado por el azabache quien ahora introducía su lengua en ese lugar tan íntimo de su anatomía. Abrió las piernas para brindarle más espacio y tomó una de las almohadas estrujándola con fuerza mientras sentía los dedos de Obito introducirse poco a poco en su interior. Dio un par de quejidos de dolor cuando el azabache lo abrió con un movimiento de tijeras que, si bien era mucho menos doloroso que la primera vez no dejaba de ser incómodo. Al percatarse de ello el Uchiha lo besó y acarició haciendo que se olvidara por un momento del dolor que sentía.
-Duele…-Pronunció cuando el azabache empezó a mover sus dedos en círculos, tratando de dilatarlo lo más posible.
-Ya pasará, solo relájate-Pero eso era casi imposible cuando sus dedos estaban en un lugar tan íntimo y el placer aún estaba presente.
Introdujo un último dedo simulando embestidas, tratando de localizar ese dulce punto en su interior.
-Ah!-Gimió cuando los dedos de Obito rozaron su próstata moviendo sus caderas para volver a sentirlo pero el azabache sacó los dedos y se colocó entre sus piernas penetrándolo poco a poco dejando que su amante se acostumbrara a su presencia disfrutando al mismo tiempo de la estreches de esas cálidas y húmedas paredes-Obito…-Alzó la vista encontrándose con la visión más hermosa y erótica que pudo imaginar: El rostro de su pareja perlado por el sudor y siendo iluminado por la luz de la luna que se colaba por la ventana, como único testigo de su encuentro. Kakashi mantenía los labios entre abiertos, sus plateados cabellos brillando con la escasa luz, desarreglados y algunos mechones sobre su frente, su ojo enfocados en él y con unas cuantas lagrimas saliendo de este. No pudo evitar sonreír con cierta lujuria y lamer las lágrimas una a una para después bajar a su cuello y besarlo obteniendo un suspiro de parte del peli plata.
Si perdemos nuestras almas al final
Unidas un día se encontrarán
Nuestro hechizo sin duda perdurará
-Kakashi-Susurró tomando su rostro para verlo, quería ver su expresión, esa expresión que nadie más había visto ni vería, excepto él-Ya no hay vuelta atrás…
-Lo sé-Dijo de forma apenas audible-No importa nada… solo hazlo, hazme tuyo Obito…-Suplicó.
-Te amo…-Le dijo al oído. Kakashi no dijo nada solo se aferró a su cuello colocando su cabeza entre su cuello y hombro moviendo sus caderas, dándole permiso de continuar.
Somos tú y yo
¿Qué importa lo demás?
Por tanto tiempo te soñé
Y ahora que al fin te encontré
No te abandonaré,
No lo quiero hacer
Sabes que ya no hay vuelta hacia atrás
Esto no fue casualidad
Eres mi realidad, mi única verdad
No renuncies a nuestro amor
El azabache empezó a moverse al principio lento pero después las embestidas tomaron mayor fuerza y rapidez, cambio de posición colocando sus piernas alrededor de su cintura buscando nuevamente ese punto que hacía a Kakashi tocar el cielo.
-Ah!-Una vez que lo hizo no pudo sino aumentar el ritmo y deleitarse con los gemidos de su amante-¡Obito… más rápido…!-Alcanzó a decir entre jadeos, no podía ni hablar, su cuerpo estaba muy caliente y el placer que sentía era indescriptible.
-Con gusto…-Dijo mientras se hundía cada vez más en el placer y lujuria lamiendo y besando la boca de Kakashi con desesperación, casi como si quisiera devorarlo.
-Ah!-Obito sujetó su miembro y empezó a masturbarlo con un vaivén al ritmo de sus embestidas-¡Ah…! ¡Obito… más por favor….!-Exclamó.
-Como desees-Murmuró entre gemidos, ya que el mismo no podía controlarse: la voz de Kakashi y la estreches de su interior presionando su miembro lo volvían loco. Las embestidas eran tan fuertes que la cama se movía con ellas. Cambio de posición nuevamente esta vez colocando a Kakashi sobre él para llegar aún más profundo mirando cómo Kakashi se sonrojaba apenado al estar en esa posición. Tomó sus caderas dejándolo caer sobre su miembro una y otra vez. El peli plata se aferró a sus hombros para evitar caer y de paso mover sus caderas al mismo ritmo de Obito, dejando a un lado su orgullo y pudor.
Su vista empezó a nublarse, solo podían escuchar los gritos y gemidos de placer del otro. Solo existían ellos dos en ese momento tan íntimo, solo ellos dos estaban en ese cuarto oscuro, apartados de todo lo demás, de todos aquellos que pudieran separarlos, del dolor, del sufrimiento…
Obito sentía que ya no podía más igual que el peli plata.
Ambos terminaron corriéndose al mismo tiempo, Obito en el interior de Kakashi y este entre sus cuerpos dando un grito ahogado de placer. Kakashi cayó rendido sobre el Uchiha quien lo abrazó y acomodó a su lado saliendo del interior de su cuerpo con cuidado.
Me sentí nervioso aquel amanecer
Y lloré porque no te vi volver
Me dijiste que todo marchaba bien
Para ocultar, que sufrías también
-Eres hermoso-Tomó su mano entre la suya y besó su frente. Kakashi se acomodó en su pecho aferrándose a él con desesperación como si pensara que de un momento a otro se iría dejándolo de nuevo. El Uchiha sonrió al notarlo y lo tomó por la cintura-No te dejaré de nuevo, así que ya no llores-Dijo limpiando las lágrimas que en ese momento resbalaban por las mejillas de su pareja-Estaré contigo, desde ahora no dejaré que nadie nos separe, lo prometo…
Tras decir aquello ambos se fueron quedando dormidos. Compartiendo su calor con el otro sin separarse ni un centímetro durante toda la noche.
Hazme de una vez sentir
Que esta pasión no tendrá fin
Y que no fue un error hacerte el amor
Por favor déjame besar tu ser
El mundo que otros no ven
Solo intoxícame
Que feliz seré
Tal como un imán atráeme
Que muero por verte otra vez
Perderme en tu querer, y en tu calidez
No me dejes
Entiende de una vez
Que esto no fue casualidad
Eres mi realidad
Mi única verdad…
No importa lo que pase, no te dejaré ahora que al fin podemos estar juntos así que ya no llores, no derrames más lágrimas por mí Kakashi. Te protegeré hasta el final y no dejaré que nadie se interponga entre nosotros, lo prometo así que…
No renuncies a nuestro amor