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Los lazos del destino por Yuu_Hiroki114

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Notas del capitulo:

O.O Por primera vez no tengo nada que decir

Obito: Yo sí: FELIZ AÑO NUEVO!!!!!

Itachi: ¬¬u espero que no nos maten por actualizar hasta ahora.

Eso debería decirlo yo, en especila cuando lleguen al final del cap o.ou

Deidara: Mmm mejor ve preparando tu huida...

Kakashi: ¬¬* Ya se fue

Obito: Mejor así, además me toca ser el presentador *-* mi sueño hecho realidad! =D

Itachi: Pero me tocaba a mi!

Deidara: Dejen de pelear!

Kakashi: ¬¬u bienvenidos, esperamos disfruten del capitulo y meten a la autora después de leerlo, adios!

Obito: (siendo ahorcado por Itachi) Pero me tocaba a mí decirlo... X.X

    Los meses iban pasando tranquilamente para ambos: el fin del otoño pasó a ser el invierno y este pronto terminaría. Kakashi estaba algo impaciente pues ya tenía casi 6 meses de embarazo, en escasos meses tendría a su hijo al fin.

    Obito también estaba ansioso, además la suerte parecía sonreírles al fin: en todo ese tiempo no había vuelto a ver Tenzou o algún otro shinobi de la Hoja. Gracias a Konan había descubrió que las misiones de búsqueda al fin habían parado, al parecer Tsunade estaba más ocupada en otros asuntos como buscar a Orochimaru y seguramente Jiraiya y Naruto seguirían con su entrenamiento, nadie los molestaría ahora, ya no debían preocuparse por eso. Cumplía con las misiones dadas por la peli azul quien además cuidaba del peli plata mientras él y los demás salían de la aldea, gesto que a pesar de todo agradecía ya que no quería dejarle solo y menos con lo avanzado que estaba ya el embarazo.

      Ese día el azabache y Deidara tendrían una misión no muy cerca de la aldea en la cual debían de capturar a un par de ninjas fugitivos mientras que Itachi aún  se encontraba en un encargo en el país del viento, cerca de la aldea de la Arena, así que estaría solo esos días.

-Tal vez debería dejarle este asunto a Deidara-Le dijo Obito antes de irse.

-Estoy bien, además Konan llegará en la tarde-Pero el azabache seguía nervioso ¿Y cómo no estarlo? Después de todo solo quedaban unos meses para el parto-Además puedo cuidarme solo-Obito no lo dudaba, después de todo no por nada era un shinobi y sabía de lo que era capaz, pero en ese momento era muy vulnerable.

-Lo sé, pero…-Acarició su abultado vientre, Kakashi se sonrojó por esto.

-Estaremos bien-Dijo antes de besarlo-Solo no te tardes mucho en volver-Le pidió.

-No te preocupes, además ¿Qué mejor para atrapar a un ninja fugitivo que otro fugitivo?-Preguntó con algo de cinismo, Kakashi lo miró un poco molesto.

-No te confíes-Le advirtió, el azabache lo abrazó por la cintura para después dirigir una mano hacia su nuca mientras que con la otra bajaba la máscara de su amante, lo atrajo hacia él juntando sus labios y profundizando poco a poco el beso.

-Me encanta cuando te preocupas por mí-Susurró en su oído-Por cierto, no creo que sea necesario que uses esta cosa siempre-Reclamó enojado, sobre todo porque le gustaba ver el rostro del peli plata, aunque el aire misterioso que le aportaba junto con el parche sobre su ojo también era un tanto atrayente.

-La fuerza de la costumbre-Dijo mientras volvía a colocársela para disgusto del azabache quien sin embargo dirigió su vista hacia el cuello del peli plata, donde se podía ver un pequeño collar en forma de relámpago-¿En qué piensas?

-En lo bien que te ves con esto-Comentó acariciando su mejilla.

-Gracias por el regalo-Le dijo acompañándolo a la entrada. Aquel collar había sido un regalo de parte de Obito hacía un tiempo, una muestra de su afecto.

-No hay de qué, vamos Deidara.

-Sí, sí, tengan cuidado tú y Konan, nos vemos-Se despidieron ambos. Se escuchó un rayo a lo lejos, llovería dentro de poco. Observó por la puerta hasta perderlos de vista.

    Al día siguiente el peli plata despertó casi de golpe al sentir una punzada de dolor en su vientre, se sentó sobre la cama con cuidado y lo acarició esperando que el dolor pasara.

-¿Qué habrá sido eso…?-Se preguntó preocupado, quizá lo mejor sería ir con Tadashi, le preocupaba su hijo.

    Escuchó que tocaban la puerta, seguramente sería Konan, tal vez ella lo acompañaría. Y efectivamente al abrir se encontró con la peli azul la cual le dedico una pequeña sonrisa y le permitió entrar. La miró extrañado al notar la caja que traía en sus brazos.

-¿Qué es eso?-Preguntó.

-Creí que te haría falta esto-Dijo abriendo el paquete y mostrándole un par de prendas, unas yukatas para ser específicos-Después de todo ya empieza a notarse-Kakashi se sonrojó por debajo de su máscara, era verdad, si bien aún no era tan notorio como en una mujer su vientre había crecido bastante y su ropa normal comenzaba a resultar molesta y demasiado ajustada.

-Ya veo, gracias-Dijo tomándolas, seguramente serían cómodas-Por cierto, ¿Podrías acompañarme a ver a Tadashi?

-¿He? Claro, ¿Ha pasado algo?-Preguntó preocupada, Kakashi asintió-En ese caso será mejor ir ahora-Le aconsejó. Ambos se levantaron pero pronto el peli plata volvió a su lugar-¿Estás bien?

    Kakashi se sentía mareado y con mucho cansancio, no podía levantarse y sentía sus fuerzas abandonarlo de repente. Sintió nuevamente ese dolor tan agudo en su vientre, intentó levantarse pero solo consiguió caer al suelo, gimiendo de dolor y tratando de levantarse sin éxito alguno.

-¡Ah!-Dio un quejido mientras sujetaba su vientre con una mano mientras que con la otra se aferraba a uno de los muebles cercanos, tratando de incorporarse.

-¡Espera no te levantes!-Dijo la peli azul tratando de ayudarlo.

-Duele…-Logró decir mientras sentía el sudor recorrer su frente, su cabeza daba vueltas, sentía que iba a desmayarse en cualquier momento. Konan rápidamente usó unas cuantas hojas de papel y abrió una de las ventanas, enviándolas donde Tadashi para que los ayudara.

-Trata de respirar, Tadashi vendrá pronto ¿Puedes aguantar un poco más?-Kakashi negó con la cabeza, su respiración comenzaba a entrecortarse, se sentía muy mal. Bajó su máscara en un intento por obtener más aire, el dolor aumentaba y solo podía pensar en una cosa: la vida de su hijo. No quería perderlo-Enviaré a alguien a buscar a Obito…

-Obito…-Pensar en él lo reconfortaba, pero dudaba que algún shinobi llegara lo suficientemente rápido con él, más encontrándose en una misión lejos de la aldea. Sabía que no debía de malgastar su chakra, pero necesitaba a Obito: formó los sellos y estiró su mano apoyándola en el suelo-Kuchiyose no jutsu-Pakkun apareció frente a ellos y se colocó entre el peli plata y Konan.

-¿Se encuentra bien?-Preguntó de inmediato el pequeño perro mientras le gruñía  a la peli azul.

-Pakkun, necesito que busques a Obito… ¡ah! De prisa…-Ordenó. El pug al ver el estado de Kakashi no pudo más que asentir y salir en busca del azabache.

-Obito ven rápido… por favor…-Pero eran en vano sus intentos por llamarlo, el azabache estaba muy lejos de ahí y no lo escucharía ¿O sí?

* * *

   Lejos de ahí, en medio del bosque Deidara y Obito finalmente habían encontrado al par de ninjas desertores que buscaban, no representaban una gran amenaza para ellos, solo debían capturarlos y podrían regresar.

   No les tomó mucho tiempo acorralarlos, pero había algo que tenía distraído al azabache, un mal presentimiento que no le había dejado desde hacía unas horas. Sentía su pecho oprimido, pero debía de centrarse en la batalla, así que decidió ignorarlo de momento.

   Pero la sensación solo se hacía más intensa, incluso su Sharingan parecía reaccionar ante esto provocando que se distrajera en medio de la batalla y recibiera un fuerte golpe en el estómago, cerró los ojos por el dolor, permitiéndole ver de qué se trataba:

-Kakashi…-Podía visualizarlo con su Sharingan, aunque el peli plata ya no poseyera el otro. Recordó la primera vez que pasó algo así, pero en esa ocasión había visto a Rin antes de morir-Maldición…

   Entonces lo supo: algo no estaba bien y necesitaba regresar cuanto antes al lado de Kakashi.

-¿Qué te sucede?-Preguntó Deidara al notarlo tan distraído mientras retenía al par de shinobis.

-¡Necesito regresar a la aldea cuanto antes, creo que algo le ha pasado a Kakashi!-Explicó.

-¿Está seguro?-Preguntó un poco incrédulo.

-Sí-Deidara no tenía problemas en terminar solo la misión, además Obito no dejaba de pelear solo porque sí.

-¡Entonces apresúrate! ¡Yo puedo con ellos!-Aseguró, después de todo ese par de ninjas no habían resultado rivales para ellos. Obito asintió y empezó a correr tan rápido como podía.

-¡Apártense de mi camino!-Ordenó pasando a través de ellos como si nada, esquivando sus shurikens y atravesando sus cuerpos como si de aire de tratara.

-¿Cómo lo hizo?-Se preguntó uno de ellos, mientras el otro intentaba atraparlo.

-¡Hey! ¡Yo aún estoy aquí!-Gritó Deidara lanzando contra ellos su bombas y después riéndose-Había olvidado lo divertido que es esto-Se dijo así mismo mientras veía a Obito perderse entre los árboles.

   Obito saltaba sobre las ramas de los árboles, corriendo tan rápido como podía.

-¿Qué pudo haber pasado?-Se preguntó preocupado, ya los había dejado solos varias veces en esos meses y nunca habían tenido problemas, entonces ¿Por qué justo ahora sucedía aquello? Sacudió su cabeza, de nada le servía darle vueltas al asunto, lo importante ahora era que regresara a la aldea.

    A la mitad del camino sintió que alguien se aproximaba a él, se sorprendió un poco al ver de quién se trataba:

-¡Obito!

-¿Pakkun?-Se detuvo un segundo y tomó al pequeño perro entre sus brazos pues este se veía agotado y jadeaba como loco tratando de recuperar el aliento, siguió avanzando a toda prisa hacia la aldea, sabía que no podía tratarse de nada bueno si Kakashi había incluso malgastado su chakra enviando al pug en su búsqueda-¿Le pasó algo a Kakashi?-Preguntó temiendo la respuesta.

-Sí, pero no estoy seguro de qué… aunque se veía muy mal…-El azabache bajó la vista y cerró los puños con fuerza.

-¿Estaba Konan con él?

-Sí, pero al parecer no le hizo nada-Respondió el perro mientras sentía como el Uchiha aumentaba la velocidad todavía más, lo miró por un segundo: Obito parecía tan furioso, sentía su chakra elevarse repentinamente pero a pesar de eso trataba de calmarse y pensar en qué hacer, podía ver la ira e impotencia en su mirada, podría ser que… ¿Kakashi sí le importaba?-¿Estás bien?-Preguntó.

-¿Crees que puedo estar bien sabiendo que le ha pasado a Kakashi?-Preguntó desconcertado y muy molesto-Maldición sabía que no debí dejarlos solos-Se maldijo a sí mismo.

-En verdad te importa-Dijo Pakkun.

-¡Claro que me importa! Tanto él como el niño… Solo espero que estén bien-Susurró al final.

    En cuanto llegó no lo pensó mucho para entrar casi tumbando la puerta, sorprendiendo así a la peli azul que esperaba angustiada frente a la puerta de la habitación de Obito y el peli plata.

-¡Obito!-Exclamó sorprendida.

-¿Qué ha pasado? ¿Y Kakashi?-Preguntó al entrar.

-Tranquilo, el doctor ya lo está atendiendo, solo nos queda esperar-Pero el azabache no podía hacerlo, no podáis quedarse ahí sentado sabiendo que algo malo le había ocurrido su pareja en cinta.

-¿Dónde están?-Insistió.

-En el cuarto, pero no podemos entrar-Dijo deteniéndolo.

-¡Hazte a un lado! ¡Necesito verlo!-Exclamó molesto, quería ver a su peli plata, asegurarse de que estaba bien.

-¡No puedes pasar!-Gritó molesta por la terquedad del azabache que al final desistió en sus intentos.

-¡Maldición!-Pateó una de las sillas del comedor destrozándola por completo, necesitaba descargar su ira, tratar de calmarse de alguna forma y pensar con claridad, pero le era imposible cuando su única razón de existir estaba en aquel cuarto, luchando por su vida. Sollozó, no pudo evitarlo, un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas al pensar en lo que seguramente perdería. Otra silla se estrelló contra la pared, pero aquello no serviría de nada, solo le quedaba esperar que el doctor lograra salvarlos.

   Los minutos pasaban y se le hacían eternos, iba de un lado a otro, se sentaba y luego volvía a caminar tratando de no destruir más cosas recordando el regaño que Deidara le dio al ver la mitad de la casa destruida.

-Trata de calmarte-Le dijo el rubio.

-Calmarme no ayuda Deidara…

-Pues ayuda menos el comportarse como un demente-Dijo Konan bastante molesta, pues en vez de calmarse parecía desesperarse cada vez más y con ello también se desesperaba ella, aunque pensaba que en parte era su culpa-Lo lamento, esto también es culpa mía, de haber estado más atenta…

-No es tu culpa, nadie sabía que esto iba a pasar-Dijo Deidara quien estaba bastante tranquilo, demasiado para el gusto de Obito.

   Tocaron la puerta y fue Deidara quien abrió, encontrándose con el otro Uchiha quien nada más entrar observó sorprendido la destrucción que había generado su familiar.

-¿Está todo bien?-Preguntó al ver aquel desastre y a Obito incontrolable, aquello no podía significar nada bueno. Busco con la mirada a Kakashi, ¿Qué le había ocurrido?

-No-Respondió Deidara-Es una larga historia, verás…

   Pero el rubio no tuvo oportunidad de hablar, pues en cuanto la puerta del cuarto se abrió dejando ver al médico Obito casi lo empuja para entrar.

-¿Cómo está Kakashi?-Preguntó casi gritando.

-Por favor cálmese-Le dijo tranquilamente Tadashi al ver lo furioso y desesperado que estaba el azabache-Su pareja casi sufre un aborto-Obito palideció ante tal noticia-por suerte el bebé se encuentra bien-Dijo para calmarlo.

-¿Y Kakashi?

-Ese es el problema-Dijo tomando aire-Me temo que su cuerpo no es capaz de cambiar lo bastante rápido para mantener al feto, por eso intentó rechazarlo-Explicó-Debo estar pendiente de esto, podría volver a ocurrir-El azabache sintió que se formaba un hueco en su corazón al escucharlo.

   Miró por la puerta abierta, observando de lejos al peli plata. Tadashi se apartó para permitirle entrar, Obito solo se sentó a su lado sin decir nada más, acarició su rostro más pálido que nunca, escuchando su respiración pausada. Una solitaria lágrima recorrió su mejilla. Nadie interrumpió a escena, solo cerraron suavemente la puerta permitiéndole a Obito desahogarse y tratar de calmar todos los sentimientos que oprimían su pecho en ese momento.

* * *

    Abrió los ojos encontrándose en una completa y fría oscuridad, se sentía vacío, era muy extraño. De repente sintió algo entre sus dedos, al mirarlos aterrado pudo distinguir el rojo carmesí de la sangre al tiempo que su desagradable aroma inundaba el aire… era un aroma a muerte.

-¿Dónde estoy?-Se preguntaba asustado y confundido. Se levantó y miró sus ropas también cubiertas de ese horrible líquido, le daba nauseas ese aroma cada vez más fuerte. Se arrodilló al sentir como si fuera a vomitar. La sangre parecía formar un camino en la oscuridad, pero no quería seguirlo, no quería descubrir de dónde provenía aquella sangre. Una punzada de dolor en su vientre lo hizo caer de rodillas nuevamente. Una fría brisa le hizo estremecerse-¿Qué es esto?-Sentía frío, mucho frío y no había nadie ahí que lo ayudara, solo estaba él, él y su soledad. Pensó en el azabache, lo necesitaba, quería que estuviera ahí con él brindándole algo de su calidez, que lo ayudara a salir de ahí-Obito…-Susurró al viento.

-¿Kakashi?-Escuchó una voz a lo lejos, volteó y miró hacia todos lados pero no había nadie, su imaginación estaba jugando cruelmente con él. Sollozó, algo le estrujaba el corazón, ese dolor se hacía cada vez más fuerte y no podía soportarlo-Así que aquí estabas-Levantó lentamente la vista encontrándose con la dulce mirada de su pareja quien le ayudó a levantarse extendiéndole su mano.

-¡Obito!-Exclamó aliviado al verlo, pero su sonrisa se desvaneció poco a poco al ver que él también parecía bañado en sangre-¿Por qué… por qué estás cubierto de sangre?-Preguntó tímidamente, aferrándose a su espalda y ocultando su rostro en su pecho.

-No te preocupes por eso-Le dijo tranquilamente y con una sonrisa en su rostro, cosa que incomodó a Kakashi.

-Obito, vámonos de aquí por favor-Pidió-Odio este lugar, huele a muerte…-Susurró.

-¿Por qué? Si ya  he solucionado todo-Dijo separándose un poco de él y sujetando suavemente su barbilla con sus dedos, bajando su máscara y rosando sus labios, pero al peli plata aquello le dio nauseas pues tenían el metálico sabor característico de la sangre impregnados en ellos.

-¿De qué hablas?-Preguntó sin entender.

-Ya no hay nadie más aquí, solo estamos nosotros dos-Entonces se apartó mostrándole lo que había al final del camino carmesí: cadáveres. Reprimió un grito, aquello no podía ser cierto: Todas esas personas, aquellos shinobis había sido asesinados por Obito.

-¿Por qué lo hiciste?-Preguntó temiendo la respuesta.

-¿Por qué? Porque ellos nos querían separar Kakashi-Dijo mientras activaba su Sharingan, mostrando un pequeño brillo de locura en él. Kakashi retrocedió un paso, al hacerlo se percató de que estaba descalzo y caminaba sobre río carmesí, sus ojos se abrieron por el miedo.

-¿Qué pasa? ¿Tienes miedo Kakashi?-Preguntó acercándose cada vez más a él y tomando sus manos entre las suyas, pero Kakashi no quería que lo tocara, algo le daba mala espina, aquel sujeto no era Obito, no podía ser él-Tranquilo, ¿Acaso no recuerdas? Te dije que yo siempre te protegería, asesinaré a cualquiera que se atreva a tocarte, porque tú eres mío- Obito lo sostuvo por los hombros, pero Kakashi se liberó de su agarre y retrocedió, quería alejarse de ese lugar y de ese falso Obito.

-¡Aléjate!-Gritó-Tú no eres Obito-Eso molestó al azabache cuya sonrisa se borró repentinamente.

-¿Acaso no quieres estar conmigo? ¡¿No era eso lo que deseabas?!-Gritó molesto, empujándolo al suelo con fuerza. Kakashi gimió de dolor, más al sentir un poco de sangre entre sus piernas ¿Qué estaba pasando?

-¡Espera! ¡No lo dañes!-Dijo al pensar en su pequeño, no quería que le hiciera daño, pero el azabache solo lo sujetó del cabello, tirando de las plateadas hebras y levantándolo bruscamente-¡Ah!

-Obito… ¿Qué haces…?-Intentó preguntar al sentir como presionaba su garganta con fuerza, pero solo logró ver como una sonrisa retorcida se formaba en el rostro del azabache-¨No, no puede ser…¨-pensó-¡Obito detente!-Suplicó-Basta… me haces daño y a él también…-Pero el azabache no se detuvo ni siquiera al pensar en su hijo. Sacó un afilado kunai y sin pensarlo mucho lo clavó en el vientre del peli plata quien gritó de dolor al tiempo que las lágrimas recorrían sus mejillas.

-Te amo, por eso debo de hacer esto Kakashi…

   Despertó de golpe. Un sudor frío corría por su rostro el cual estaba sonrojado por la fiebre, intentó levantarse pero el dolor se lo impidió. Miró a todos lados confundido, respiraba agitadamente tratando de recuperar el aliento y calmarse después de aquella horrible pesadilla.

-¿Kakashi?-Volteó temeroso al escuchar esa voz tan conocida-¡Kakashi despertaste!-Exclamó Obito aliviado al tiempo que se levantaba de su silla al lado de la cama donde yacía el peli plata. Kakashi no dijo nada, las palabras y gritos se ahogaron en su garganta momentáneamente-¿Qué sucede?-Preguntó al verlo tan alterado, podía distinguir el miedo en su mirada. Tocó su rostro suavemente, el peli plata cerró instintivamente los ojos pero volvió a abrirlos lentamente al sentir como Obito besaba su mejilla y lo miraba preocupado. Ese brillo, esa mirada tan dulce…

   Se aferró a su cuello, sin desear separarse de él. El azabache solo correspondió, al parecer su amante había tenido una pesadilla.

   Estaba en su habitación. Era de noche y solo los iluminaba una pequeña vela junto a la cama. Escuchó la puerta abrirse y se aferró más a Obito con temor. El azabache les hizo una seña a los demás para que los dejaran solos.

-¿Estás bien?-Preguntó una vez que Kakashi se calmó, este negó suavemente con la cabeza-¿Qué ocurre? ¿Tuviste una pesadilla?

-Sí…-Respondió-¡Ah!-Una punzada de dolor le hizo gritar. Obito lo ayudó a recostarse.

-Debes de calmarte, no estás en condiciones de levantarte.

-¿Qué fue lo que pasó?-Preguntó confundido. La puerta se abrió dejando entrar a Tadashi y a Konan.

-Me alegra verle despierto-Comentó el médico sentándose del lado opuesto a la cama del cual se encontraba Obito. Miró a Konan y en ese momento recordó:

-¡Ah!-Dio un quejido mientras sujetaba su vientre con una mano mientras que con la otra se aferraba a uno de los muebles cercanos, tratando de incorporarse.

-¡Espera no te levantes!-Dijo la peli azul tratando de ayudarlo.

-Duele…-Logró decir mientras sentía el sudor recorrer su frente, su cabeza daba vueltas, sentía que iba a desmayarse en cualquier momento. Konan rápidamente usó unas cuantas hojas de papel y abrió una de las ventanas, enviándolas donde Tadashi para que los ayudara.

-Trata de respirar, Tadashi vendrá pronto ¿Puedes aguantar un poco más?-Kakashi negó con la cabeza, su respiración comenzaba a entrecortarse, se sentía muy mal. Bajó su máscara en un intento por obtener más aire, el dolor aumentaba y solo podía pensar en una cosa: la vida de su hijo. No quería perderlo

-¡El bebé…!-Obito apoyó una mano en su hombro para calmarlo.

-Descuida, él está bien-Le aseguró-Pero tú no y necesitas descansar.

-Él tiene razón-Apoyó Tadashi-Casi sufre un aborto, por suerte llegué a tiempo o pudo haber muerto…

-No creo que este sea el momento para decir eso-Le reclamó Obito-Descuida, todo estará bien-Dijo acariciando su cabello. Pero Kakashi no podía estar tranquilo, no sabiendo que por poco pierde a su hijo y menos después de aquella horrible pesadilla. El azabache notó la preocupación y temor con el que aún cargaba y pidió que los dejaran solos para tratar descansar, después de todo él tampoco había podido conciliar el sueño por cuidar del peli plata hasta hacía un par de horas.

   Se recostó a su lado tratando de brindarle algo de seguridad, pero aun así Kakashi permanecía despierto, mirando a la nada, su mente parecía estar en otro lugar.

-¿No puedes dormir?-Kakashi asintió-¿Tiene algo que ver con tu sueño?

-Olvídalo, no importa, solo fue una pesadilla-Dijo, aunque ni él estaba convencido.

-¡Claro que importa! Kakashi, si hay algo que te perturba por favor dímelo-Le pidió-¿Qué fue lo que soñaste?-Volvió a preguntar.

-Yo…-No quería recordarlo, pero tampoco guardárselo ya que solo lo hacía sentirse peor-En mi sueño estabas tú, pero no eras como ahora, sino como cuando nos reencontramos-Dijo con tristeza. Obito solo lo escuchaba atentamente-Había sangre-Dijo mirando sus manos-Todo estaba cubierto de sangre y luego tú…-No pudo continuar.

-¿Qué pasó?-Preguntó abrazándolo, Kakashi se separó de él al recordarlo.

-Tú lo mataste-Susurró.

-¿Qué? ¿A quién…?-Se quedó sin habla cuando Kakashi apoyó una mano sobre su vientre-Yo… yo jamás lo haría…-Dijo más para sí mismo que para el peli plata.

-Lo sé, pero me dio miedo-Confesó-Obito, tengo miedo de perderlos, a ti y al bebé…-Dijo con lágrimas en los ojos, sollozó. Obito lo rodeó suavemente con sus brazos.

-Eso no sucederá-Se juró a sí mismo-No dejaré que eso pase, los tres estaremos bien y cuando todo esto termine nos iremos lejos-Dijo sujetando su rostro con sus manos para verlo a los ojos-Donde nadie nos pueda molestar, solo nosotros tres-Le besó en los labios con ternura, Kakashi se dejó hacer-No dejaré que tu sueño se haga realidad, no te causaré más dolor, así que solo confía en mí…

   Los días pasaron rápidamente y todo parecía haber mejorado un poco, Kakashi se sentía mejor y ya no habían tenido problemas.

-¿Cómo te sientes?-Preguntó el azabache al entrar para verlo.

-Un poco mejor, pero aún duele…-Obito se sentó sobre la cama y acarició suavemente el vientre de Kakashi por sobre las ropas y la sábana que lo cubría. El peli plata cerró los ojos y respiró hondo al sentir una pulsada de dolor-Perdón-Besó su frente acomodando sus cabellos revueltos.

-Está bien, no duele tanto cuando tú lo haces-Obito sonrió por esas palabras y dejó a un lado parte de su ropa para recostarse junto a su pareja-Ya no falta mucho-Dijo recostándose en su pecho, no había podido dormir bien por los movimientos del bebé.

-Te vez cansado-Dijo notando sus ojeras-¿Aún no puedes dormir bien?

-No mucho, tu hijo no deja de moverse… ¡ah!-Dio un pequeño quejido.

-¿Estás bien?-Preguntó asustado.

-Sí, no te preocupes-Sonrió a pesar del dolor-Solo fue una patada.

-No deberías tratar así a tu ¨madre¨-Susurró acercándose nuevamente a su vientre, Kakashi frunció el ceño mientras que el azabache solo sonrió con algo de burla, sabía que a Kakashi no le gustaba que le dijera así, aunque técnicamente era como la madre de ese pequeño-Perdón-Dijo sonriendo y besando su mejilla.

-Olvídalo-El peli plata se recargó en la almohada-Solo quiero descansar-El Uchiha acarició su cabello para después apagar la pequeña vela junto a la cama. Abrazó a Kakashi acomodándolo en su pecho para que ambos pudieran tratar de dormir un poco.

    La sensación era muy extraña: estaba solo en la oscuridad, no podía escuchar nada, al intentar caminar sintió algo bajo sus pies:

-¿Qué es esto?-Al bajar la mirada se encontró con un pequeño charco de sangre y sobre este distinguió un pequeño destello, era el brillo de un objeto metálico. Al hundir sus dedos en el carmesí líquido sintió el metal y al tomar el objeto entre sus dedos lo reconoció de inmediato: era el collar que le había regalado a su peli plata, lo apretó con fuerza al pensar en lo peor-¡Kakashi!-LO llamó desesperado, temiendo que algo le hubiese ocurrido. Corrió a través de esa inmensa oscuridad, sin lograr nada, no había nadie más en ese lugar. Trató de calmarse, pensando que con desesperarse no lograría nada, pero entonces lo escuchó:

-¡Obito!-Volteó al escuchar el grito de su amado pero lo que vio le dejo helado: Kakashi sostenía su vientre con fuerza y con lágrimas en sus ojos, miró sus manos que estaban cubiertas de sangre cuyo pestilente ahora llegó hasta su nariz dándole nauseas, intentó limpiarla pero era demasiada y de impregnaba en su ropa tiñéndola de rojo. El llanto de un bebé resonó por todo el lugar, un llanto insoportable.

-¡Kakashi!-Intentó ir hacia él pero no podía: unas cadenas los sujetaban, solo podía ver al peli plata desplomarse sobre el suelo cubierto de sangre-No… ¡KAKASHI!-Quería correr a su lado pero no podía, sentía que algo o alguien lo jalaba hacia la oscuridad, impidiéndole ir con su amado…

    Despertó sudando y jadeando, miró sus manos, no había rastro de líquido carmesí, por un momento se sintió aliviado pero eso no duró mucho:

-Ah!-Escuchó un quejido de parte de su pareja, volteó a verlo. Kakashi estaba sudando frío, su rostro estaba sonrojado debido a la fiebre tan alta que experimentaba, podía ver unas lágrimas brotando de sus ojos y escuchar sus quejidos de dolor-Obito… me duele…-Alcanzó a decir antes de escupir algo de sangre.

-¡AGUANTA!-Le suplicó, se levantó y vistió tan rápido como pudo para ir en busca de ayuda.

* * *

    Todo parecía ir de acuerdo a sus planes, Orochimaru había cumplido por el momento con su parte del trato:

-¿Cuándo lo tendrás listo?-Preguntó Zetsu.

-No me presiones-Dijo Orochimaru con fastidio.

-Te recuerdo que el trato que hicimos solo servirá si cumples tu parte…

-Y yo espero que ustedes cumplan con la suya-Dijo mientras veía sus brazos vendados-Después de todo no puedo realizar el jutsu con mis brazos en este estado.

-Así será, una vez que todo esté listo tendrás tus brazos curados y serás libre de hacer lo que te plazca-Aseguró Zetsu, aunque Orochimaru tenía sus propios planes y no planeaba dejarlos por seguir a esa estúpida planta.

* * *

   Tadashi colocó un trapo húmedo sobre la frente del peli plata, en un intento por bajar la fiebre tan alta que tenía.

-Kakashi…-Susurró el azabache acariciando su cabello.

-¿Cómo sigue?-Preguntó Itachi al entrar.

-No muy bien-Respondió Obito. Su amado peli plata seguía dormido, la fiebre no había querido ceder aunque sea un poco en ese par de días y además Kakashi parecía cada vez más débil. Acarició su pálido y sonrojado rostro con cuidado-Por favor despierta pronto-Rogaba, deseando que dentro de poco su peli plata se recuperara. Sostuvo su mano entre la suya, se sentía fría, demasiado fría.

-¿Por qué tenía que pasar esto?-Se preguntaba el azabache-Y encima a estas alturas del embarazo…-Obito volvía a sentir la ira apoderarse de su persona, el dolor y la tristeza era lo que lo provocaba y solo el recuerdo de Kakashi lo apaciguaba, recordando la promesa que había hecho de no volver a dejarse dominar por esos sentimientos, aunque en esos momentos deseaba tanto matar a ese doctor por no hacer nada más por su amante.

   No podía dejar de pensar en aquel sueño o mejor dicho aquella maldita pesadilla, ¿Qué significaba? ¿Acaso Kakashi…? No, no quería ni pensarlo, no quería recordar esa imagen tan horrible, tan triste de su peli plata a punto de morir. Aunque ahora que lo recordaba se parecía también al sueño que había tenido Kakashi, ¿Habría alguna relación entre ambos sueños? Suspiró, ¿Y si era verdad?

-¿Le preocupa algo?-Preguntó el médico que estaba sentado del otro lado de la cama.

-¿Además de esto?-Dijo con molestia, dirigiendo su vista hacia la ventana contra la cual no dejaban de chocar las gotas de lluvia, la tormenta se había desatado justo la noche que Kakashi enfermó, aquello no podía ser un buen augurio.

-Créame, entiendo su pesar-Le dijo Tadashi-Pero por el momento no podemos hacer nada más que esperar que se reponga-Obito no dijo nada, pensando que aquello solo demostraba su incompetencia.

-Tadashi, creo que sería mejor que regresaras al hospital-Le dijo Konan-Nosotros nos encargaremos de Kakashi-Miró a Obito el cual ya tenía unas ojeras comparables a las de Itachi debido a las noches sin dormir que había pasado-Tu también deberías de descansar…

-No hace falta-Aseguró el azabache-Me quedaré a cuidarlo, tú por otro lado debes de cuidar de la aldea-Comentó tranquilamente-Yo puedo encargarme de esto-La peli azul no estaba muy convencida, pero Obito tenía razón: ellos tenían obligaciones que cumplir, se habían quedado ahí unos días, pero ya que Kakashi no reaccionaba no podían hacer más.

-Está bien-Konan aceptó-Si algo sucede solo avísanos y vendremos enseguida-El azabache asintió y dejó que se fueran.

* * *

-¿Y bien? ¿Qué descubriste Kabuto?-Preguntó Orochimaru.

-Al parecer tanto Obito como los demás se han refugiado en la Aldea de la Lluvia, pero eso no es todo, parece que él y Kakashi no han perdido el tiempo-Comentó con una pequeña carcajada.

-¿De qué hablas?-Preguntó la serpiente.

-Pues, al parecer Kakashi terminó embarazado, había escuchado ya que esto era posible, pero no imaginé que también para su Clan. Aunque han tenido muchos problemas y está débil, es el mejor momento para atacarlos-Le aseguró.

-Mmm interesante… ¿Tú qué opinas?-Preguntó a una figura oculta en la oscuridad.

-Ja, de manera que Obito se volvió a enamorar, supongo que debí esperarlo de alguien tan patético como él-Dijo con algo de asco y repulsión así como burla-Concuerdo con el chico, ahora es cuando podemos deshacernos de ellos.

-Muy bien, en ese caso envíales el mensaje Kabuto-Ordenó Orochimaru. El peli gris asintió y de inmediato se fue.

-Así que la aldea de la lluvia…-El azabache se relamió los labios-Obito, ¿Qué tan tonto puedes llegar a ser? Debiste destruir mi cuerpo cuando pudiste, es una lástima, pero supongo que ahora me toca devolverte el favor por traicionarme-Una sonrisa torcida se formó en su rostro-Obito Uchiha, destruiré todo lo que amas nuevamente, hasta que entiendas lo infernal que este mundo y te entregues a mí para ser de nuevo mi aliado…

Notas finales:

Obito: Se esperan sus amenazas de muerte para la autora


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