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Amor inesperado (Super Junior) por Sorodi

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza jejejeje No habíamos podido corregir el capítulo.
Ya se viene lo bueno!!! 

 

Capítulo 4


— Antes mencionaste que el hijo de Artemisa tiene un problema con Zeus… ¿por qué?

 

—Eros esa es una historia que otro dia te platicaré, eso sí, ni una palabra de que viste a Kibum — reiteró la diosa del hogar para posteriormente azotarle la puerta en la cara.

 

Eros se dió la media vuelta y se fue indignado a su casa — Maldita bipolar, ¿quién carajos le entiende? en un momento está bien y en el otro se comporta así, aish… esa maldita frustración me cae — mascullaba mientras caminaba — pero luego la convenzo de que me diga, si ya la conozco, un té con galletas serán suficientes.

 

Por otro lado estaba Leeteuk caminando rumbo a su casa mientras pensaba en todo lo ocurrido hoy, por una parte estaba feliz por poder ver a todos reunidos y extrañamente lo “unidos” que estaban, por otro lado se preguntó el porqué del cambio tan repentino en algunos, entre ellos Kangin, del que estaba enamorado desde hace ya varios años pero estaba consciente de que el sentimiento no era correspondido, es más, el otro lo repudiaba con todo su ser por culpa del mujeriego de su padre.

 

— ¡Padre! ¿Por qué el amor es tan complicado? — dijo en voz alta porque pensaba que nadie lo escucharía.

 

— Yo tampoco tengo esa respuesta — alguien le contestó e inmediatamente volteó a ver quien era, y para su sorpresa era Siwon — y lo peor es cuando no es correspondido — siguió hablando el más alto.

 

— Ni me lo digas… — rió el mayor —- duele que cada vez que te vea lo único que te diga es cuanto te odia por algo que ni siquiera es tu culpa — dijo con un dejo de tristeza.

 

— Por lo menos él sabe que existes, en mi caso ni eso — suspiró el hijo de Hefesto.

 

Luego de aquella declaración, a Leeteuk se le abrieron los ojos de sobre quién hablaba Siwon — no me digas que… — antes que pudiera terminar de hablar el otro lo interrumpió.

 

— Sí, estoy enamorado de Heechul y él ni siquiera sabe de mi existencia.

 

— Siwon… yo, no sé qué decir… — el mayor estaba todavía incrédulo por lo que le acababan de confesar.

 

— No digas nada, sólo permíteme desahogarme contigo — confesó el menor situandose a un lado del otro.

 

— Esta bien, si eso te hace sentir mejor — el mayor le dedicó una sonrisa al más alto.

 

— ¿Sabes qué es lo peor? él quiere a Hangeng y parece que le corresponde — el chico soltó un profundo suspiro para luego ver al suelo.

 

— Siwon, al parecer el único que no se da cuenta de tus sentimientos es él — el comentario sorprendió al menor y el acto no pasó desapercibido — Sí, todos lo saben, bueno por lo menos yo lo sospechaba.

 

— ¿C-Cómo? — preguntó nervioso.

 

— Siempre te le quedas viendo como imbecil jajajajaja creo que en nuestro caso ni Eros podría ayudarnos.

 

Lo que ninguno de los dos sabía era que aquella declaración estaba llena de falsedad, ya que, Eros ya había cumplido sus más grandes anhelos.

 

— Mejor cambiemos de tema— propuso Siwon — ¿Qué crees que hagan Kyuhyun y Sungmin luego de lo de hoy?

 

— Ni me lo recuerdes, Kyu se tiene que hacer responsable por sus acciones, él sabía perfectamente lo que ocurriría si lanzaba la manzana — dijo molesto Leeteuk.

 

— Admitamos que hasta cierto punto hacen linda pareja

 

— Dispareja querrás decir, esto será un caos pero hay una boda que organizar — Leeteuk rió un poco.

 

— Bueno una cosa es lo que ocurrió y otra muy diferente es que Hera los bendiga, y si a eso le agregamos lo que él dijo… — justo en el momento que mencionó a Hera la sonrisa del mayor se había esfumado.

 

— Kangin de seguro lo hará, no tengas duda de ello, aunque lo más seguro era porque yo estaba presente — Leeteuk estaba tratando de ocultar su tristeza, así que Siwon inmediatamente cambió de tema.

 

— Zhoumi debería de dejar de juntarse tanto con Kyu, en serio, un día terminará como él. Imaginate que le diera a Kibum o más gracioso aún a Henry — el ambiente se hizo menos tenso luego de la pequeña broma.

 

— Ya me los imagino. Sí, sería muy gracioso. Oye recuerda que ni una palabra de que vimos a Kibum hoy — aclaró Teukie.

 

— Por supuesto, el pobre tuvo que venir a escondidas para poder vernos a todos.

 

Ryeowook también se dirigía a casa y en su camino pudo escuchar parte de la conversación de Siwon y Leeteuk por lo que pensó que sería maravilloso exponerlo la próxima vez que todos estuvieran reunidos.

 

Regresando al lugar de la pequeña comida (N/A que nunca comieron XD) sólo quedaban Kangin y Shindong conversando un poco antes de retirarse.

 

— Hablaré con mi madre sobre el asunto de ese par, esa tradición no puede seguir existiendo — seguía repitiendo Kangin.

 

— No es algo que se pueda cambiar de la noche a la mañana — le contestó Shindong — tienes que admitir que sólo lo haces para llevarle la contra a Leeteuk, sé que odias a su padre por lo que le hace a tu madre, pero él no tiene la culpa.

 

Al escuchar el nombre del hijo de Zeus su corazón se aceleró, sin saber cómo evitarlo siguió hablando — osea mi madre es la diosa del matrimonio, si ella no los bendice no podrán casarse, además él no es nadie para hablar de esas cosas cuando ni siquiera su padre puede respetar un concubinato.

 

Shin había notado la incomodidad de su amigo al mencionar a Teukie, y para no hacerlo sentir más incómodo no quiso tocar el tema.

 

— Y mi madre es la diosa de la agricultura y no ando peleando con Kyuhyun porque su padre cultiva vids para el vino.

 

— Sí, pero esto es distinto — discutió Kangin.

 

— No, es lo mismo, no lo puedes culpar por lo que hace su padre — dijo Shindong cortante.

 

Por otro lado estaban Henry, Kibum, Yesung y Zhoumi; los primeros dos vivían al norte, mientras que el otro par al este. Kibum hacía hasta lo imposible por alejar a su primo cosa que de alguna manera  molestó a Zhoumi.

 

— Yeye, regresa a casa primero yo recordé que tengo algo que hacer — su hermanastro sólo asintió y siguió su camino, mientras que él fue a alcanzar a los hijos de los gemelos.

 

Henry se sentía desanimado por los constantes rechazos de su primo, él en verdad lo apreciaba pero no era recíproco el asunto. Una mano lo sacó de sus pensamientos, volteó a ver quien era y para su sorpresa era el hijo de Perséfone, no pudo evitar sentirse nervioso y preguntar — Zhoumi ¿Q-qué haces aquí? Tú vives hacía  otro lado.

 

— Simplemente recordé algo que tenía que hacer por esta dirección — el más alto contestó mientras se encogía de hombros, él sabía perfectamente que mentía pero nunca lo admitiría.

 

— Perfecto, pues ve a hacerlo — dijo Henry tratando de sonar indiferente.

 

— Voy rumbo para allá, no necesito que me apresures — Mimi sonrió algo coqueto, al notar que el menor se estaba sonrojando — Oye Bummie... ¿No tendrás problemas yendo a casa de tu madre? — preguntó el más alto pero aquel sobrenombre hizo que el menor de los tres se molestara.

 

— No, mamá siempre me esconde del abuelo — contestó Kibum.

 

Caminaron un rato hasta que llegaron a la casa de Apolo, en la entrada estaba una chica de larga cabellera esperando a alguien, cuando sintió la presencia de los tres jóvenes se volteó con una enorme sonrisa.

 

— ¡Moshi! — gritó entusiasmada al tiempo que se lanzaba para colgarse en su cuello, él la tomó de la cintura, gesto que Zhoumi no pasó desapercibido.

 

— ¡Yewon! ¡Cuánto tiempo! — a Henry se le notaba feliz por la presencia de la chica, cosa que molestaba aún más al más alto.

 

— Demasiado — dijo la chica mientras jugaba con su cabello — Venía a invitarte a comer mañana, mis padres tienen ganas de verte.

 

— ¡Claro! — contestó Henry entusiasmado mientras ignoraba al resto, Yewon lo hacía sentirse muy cómodo.

 

— Al menos a alguien le importas, niño hamster — bromeó Kibum, ella se había olvidado de la presencia de los otros dos jóvenes que acompañaban a su amigo por la emoción.

 

— ¡Joven Kibum! Me alegra poder verlo, a usted y a… — volteó a ver a Zhoumi.

 

— Zhoumi, creo que aún no nos han presentado — tomó la mano de la chica y le dió un gentil beso, pudo ver cómo el niño hamster se molestaba por el acto. La invitación de parte de la chica hacia el más joven por alguna razón lo frustraba así que pensó en algo — Eres muy bella y quisiera conocerte mejor, así que… ¿ No te molesta que los acompañe a la comida?

 

— ¿No tenías algo que hacer? — preguntó Henry molesto tratando de correr al otro.

 

— Sí, pero puede esperar, lo que no es admirar a esta bella señorita — respondió Mimi para provocar al otro.

 

— Me llamo Yewon. Me encantaría contar con su presencia joven Zhoumi. — intervino la chica.

 

Henry se sentía extraño desde hace ya un rato con respecto al más alto, no podía estar cerca de él sin sentirse nervioso y las recientes muestras de afecto de éste a terceros hacían que su pecho doliera, no sabía qué era ese sentimiento.

 

Mientras aquel par se encelan - inconscientemente- mutuamente, en el templo de Afrodita se encontraban Heechul tomando del brazo de Hangeng.

 

— Oye Hannie… — dijo Hee algo nervioso — no sé… si tú quisieras… acompañarme a recoger ofrendas, mi madre me pidió hacerlo pero es muy aburrido ir solo.

 

Han iba a responderle cuando vio a la sacerdotisa del lugar y quedó cautivado por su belleza, una vez más — lo siento Hee, no puedo… ¿Por qué no le pides a Siwon que te acompañe?

 

Heechul se ofendió por ser rechazado y se puso en plan de diva — ¿Sabes qué? Mejor voy solo. Nadie me rechaza ¿oíste bien?— luego de eso el menor suspiró, ya conocía a su amigo de ese modo.

 

— Como quieras — Hangeng dejó a Heechul haciendo su berrinche y se acercó a la chica sin importarle mucho que sucediera después — Hola, últimamente te veo por aquí.

 

— ¿Acaso me ha estado espiando joven…? — preguntó la chica con una mezcla de indignación, confusión y coqueteo en su voz.

 

— Hangeng. No, no te espío, sólo que una flor tan radiante no puede pasar desapercibida fácilmente — el joven sólo le dirigió una sonrisa mientras que ella se sonrojaba.

 

— Eso de seguro se lo dice a todas.

 

— Quizá, pero esta vez es enserio — él puso un brazo en la pared para impedir que avanzara — ¿Me podrías decir tu nombre?

 

— Bingbing, supongo que lo veré muy seguido por aquí.

 

— Así es, ahora me retiro.

 

Justo cuando se iba a su casa se topó con el hijo de Hades.

 

— ¿Engañando a Hee? — se burló Yesung.

 

— No lo puedo engañar si nunca hubo algo ¿Qué te trae por aquí?— preguntó curioso Han.

 

— Tomando el camino largo. No me apetece ver a mi madrastra discutiendo con mi padre.

 

— ¿Problemas maritales?

 

— Es el pan de cada día. Normalmente Zhoumi me ayuda, pero no sé donde se ha metido ese niño.

 

— ¿ No estará consiguiendo pareja? — se burló un poco el mayor.

 

— Sus únicas opciones son o que tu hermano se equivoque con una de sus flechas o que cometa el mismo error que Kyu.

 

— Claaarooo… que Eros lo fleche ja… imposible — Hangeng no pudo evitar soltar una carcajada — a todo esto ¿qué se supone que va a hacer el Kyumin? porque se metieron en un lío muy grande.

 

— ¿Kyumin? — preguntó Yeye.

 

— Sí, es muy largo decir Kyuhyun y Sungmin.

 

— No lo sé, sólo sé que todos estaban actuando muy raro hoy.  — Yeye se encogió de hombros.

 

— Yeye, mejor no hables de rarezas.

 

— ¿Por qué todos tachan a mi padre y a mí de raros? — preguntó el tortugo indignado.

 

— No me lo puedes negar, ambos desprenden un aura negra que hace que el resto se aleje.

 

— ¡No es cierto! — gritó haciendo un puchero.

 

— Awww, haces el mismo puchero que Wookie, que linda pareja hacen y creeme que vi ese casi beso — el más alto sonrió al tiempo que picoteaba las mejillas del más bajo por el puchero y un ligero sonrojo coloreó sus mejillas. — Si no hubiese sido por Hestia tendríamos que estar planeando dos bodas en vez de una.

 

— No, no, no, eso nunca, no me juzgues, pero el matrimonio no es lo mio.

 

— Nunca digas nunca. No sabes lo que el destino tiene para nosotros.

 

— A mi no me sucederá.

— Yo creo que a todos nos va a tocar algún día.

 

En casa de Hestia las cosas no parecían tan tranquilas porque Donghae seguía jugando con Eunhyuk.

 

— Monito… ¿por qué tu mami salió tan de repente hace rato? — preguntó Hae con ternura.

 

— No sé, esa mujer está loca — contestó Hyuk encogiéndose de hombros

 

— ¡¿A quién le dices loca?! Muchacho malagradecido — dijo Hestia mientras aparecía en la sala. — Yo no te he educado así. Donghae disculpa, siéntete como en tu casa.

 

— ¡Mamá! lo digo en el buen sentido — refutó el hijo de la diosa.

 

— En buen sentido mis polainas, vuelva a referirse así de mi y no sale por todo un mes. Y me vale que ya tengas 3 siglos de edad, mi casa, mis reglas — ella seguía regañando a su hijo hasta que el hijo de Poseidón intervino.

 

— Hestia no se enoje, el monito no lo dijo con mala intención — dijo el hijo del dios del mar tratando de calmar a la mayor.

 

— Awww mi vido, tú también le dices monito. Sí, definitivo, hice una buena elección.

 

— ¿A qué te refieres mamá?

 

— A nada, nada. Quedas advertido — luego de eso la diosa se retiró a sus aposentos para descansar.

 

Una vez vió que su madre se retiró, remató diciendo — ¿Ves? te dije que está loca.

 

— ¡Te lo advertí Eunhyuk! ¡Estás castigado!— gritó Hestia desde su cuarto.

 

— ¡Pero mamá!

 

— ¡Nada de peros! ¡Estás castigado y punto!

 

El mono se cruzó de brazos y se dejó caer en un sillón cercano lleno de enojo, mientras que el pececito no podía parar de reír. Cuando oyó aquella risa, no pudo enojarse y evitar sonreír como enamorado.

 

Por otro lado estaba la pareja de recién comprometidos discutiendo por todo lo de esa tarde.

 

— ¡Kyuhyun, tenemos que arreglar esto! — gritó molesto Sungmin.

 

— ¡Me lo dices como si no supiera! Por Zeus, soy demasiado joven para casarme.

 

— ¡¿Acaso me llamaste viejo?! ¡Es tu culpa por lanzar la manzana! Mi madre tenía razón al advertirme sobre ustedes.

 

— Tu madre tiene problemas con todos. Calmemonos y pensemos

 

— ¿Qué sucede aquí? — preguntó una voz femenina.

 

— ¡Mami! — gritó Sungmin mientras iba con ella — Tenías razón con todo, son unos idiotas.— haciendo un puchero.

 

— ¿Qué pasó? — preguntó la diosa consternada.

 

— Hoy en la comida… — comenzaba a contarle a su madre de lo ocurrido pero fue interrumpido por Kyuhyun.

 

— Minnie se golpeó la cabeza con un árbol por eso lo traje, ya estaba alucinando. No le haga mucho caso.

 

— Ya veo…

 

— ¡¿Yo alucinando?! Si el que está borracho eres tú. Tenías que ser hijo de Dionisio, de tal palo tal astilla.

 

— ¡¿Borracho?! En mi defensa no tomé ni una sola gota de vino.

 

— ¡Pero si de sidra!

 

— ¡Cállate!

 

— ¡Vete de mi casa ahora!

 

—Ustedes dos parecen casados — intervino Atenea.

 

— ¡Claro que no! — gritaron los dos chicos al unísono.

 

—No se lo tomen tan apecho chicos. Que mi padre me libre de que mi hijo se case con alguno de ustedes.

 

Luego de escuchar esas palabras, algo dentro de Minnie y Kyu se sintió mal pero no sabían que, estaban decepcionados por las palabras de Atenea.

 

Kyuhyun volteó a ver a la diosa con una mirada cargada de ese sentimiento, posteriormente, hizo una pequeña reverencia y salió del lugar. Sungmin por su parte, se despidió de su madre y se dirigió a su habitación para ahogarse en soledad, en su cabeza aún rondaban las palabras de Leeteuk sobre el matrimonio y como su madre había dicho que nunca aprobaría tal cosa.

 

En el inframundo las cosas tampoco eran miel sobre hojuelas, Perséfone estaba furiosa y quien se tenía que tragar el humor de su mujer era Hades.

 

— ¡No puede ser posible que osea amenazar a mi hijo de esa manera!— gritaba la consorte de Hades por todo el lugar.

 

— No es como si sólo hubiese amenazado a TU hijo — contestó el dios del inframundo.

 

— Mira, si mi niño sale herido será tu culpa

 

— ¡¿Mia?!

 

— ¿Quién es quien se la pasa peleando con su hermano? ¿Quién fue el que me secuestró y ocasionó una sequía de meses?

 

— Lo de la sequía no fue mi culpa, fue de tu madre quien se deprimió y no quiso trabajar la tierra.

 

—¿Y a causa de que fue?

 

— De que su hija se casó con un maravilloso hombre.

 

— Claro, maravilloso— contestó la diosa con sarcasmo.

 

Estaban tan absortos en su discusión que ninguno se dió cuenta que ninguno de sus hijos se encontraba en casa en esos momentos y mucho menos del hecho de que Eros ya estaba llevando a cabo su plan.

 

Luego de un rato Kangin llegó a su casa, y para lo que creía era su fortuna, su madre se encontraba ahí, por lo que decidió hablarle de lo sucedido sobre el Kyumin.

 

—Madre, que bueno que te veo — dijo el chico triunfante

 

— ¿Qué sucede cariño?

 

—¿Tú aprobarías un compromiso realizado por esa costumbre de la manzana?

 

— Eso es sumamente anticuado y ya no debería aprobarse.

 

— Eso es lo que yo digo madre, me has quitado un peso de encima.

 

— Dije que no debería mas no que no lo haga, ya sabes como es Zeus de ridículo con estas cosas ¿En qué lío te has metido Kangin?

 

El muchacho está estupefacto, su mente no podía creer lo que escuchaba, no sabía si sentir pena por sus amigos o rabia al saber que Leeteuk tuviese razón.

 

— En ninguno, pero no puedo decir lo mismo de Kyuhyun.

 

—¿En qué se metió ese muchacho? — preguntó Hera interesada.

 

— Sin pensarlo le tiró una manzana en la cabeza al hijo de Atenea…

 

— ¡Por Chronos! Ja ese par de bastardos se merecían ser consuegros. Diles que tienen mi bendición.


Continuará…

Notas finales:

Comenten, esperen otra eternidad por el siguiente cap en lo que arreglamos los problemas maritales de medio Olimpo :D


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