Varios años después del incidente, Naruto por fin se separo de Félix, así que para iniciar su nueva vida decidió irse a vivir solo, al principio Kabuto le insistió en que se quedara con él, pero le contesto que no, porque a cada rato se encontraría al pelinegro, semanas después abrió un pequeño local para ser exactos un café, quería independizarse más y para tratar de no pensar en lo ocurrido, a pesar de que tenia empleados nunca los considero así si no los trataba como amigos.
-Naru chan ya llego el pedido del azúcar. –Gritaba un doncel de cabellera rubia larga que le llegaba a su cintura y un mechón estaba atado un poco arriba uno de sus mechones tapaba uno de sus ojos azules, vestía un uniforme que era de pantalón, zapatos y chaleco negro, camisa blanca y con un moño rojo adornando su cuello, su nombre era Deidara Katsu (1)
-Gracias Dei, ahorita voy. –Dijo Naruto al estar haciendo unas cuentas. –Bien solo falta de hoy y lo archivamos… ahorita vengo. –Le dijo Naru a un varón de cabellera café de ojos color perla que vestía el uniforme parecido a Deidara pero con la diferencia que en vez de un moño usaba corbata roja, su nombre Hyuga Neji.
-No corras que te vas… -Pero Neji le dijo tarde, pues el rubio callo de frente hacia el suelo, ce acerco un doncel a ayudar al rubio, este era de cabellera roja corta, ojos color gris y vestía el uniforme de los donceles, Sasori Akasuna (2)
-¿Te lastimaste Naru? –Pregunto preocupado el pelirrojo.
-Estoy bien, pero llevo prisa tteba. –Dijo Naruto al levantarse y caminar cojeando de un pie.
-Un día de estos Naru va a ir al hospital por su torpeza, el otro día se cayó en la calle y eso que no había nada con que tropezarse. –Dijo Sasori al llegar al lado de Neji.
-Te creo, pero bueno… ya está todo listo voy a la cocina te encargo un momento. –Neji se encargaba de la caja registradora, pero esta vez se dirigía a la cocina, pero lo que no sabía es que todos sabían el por qué a cada rato quería estar en la cocina, pues ay estaba un doncel pelinegro de ojos redondos negros con cejas gruesas y muy enérgico, este vestía un traje de chef blanco, el nombre de este doncel era Rock Lee, este doncel estaba tan entretenido haciendo una gelatina de durazno hasta que sintió que alguien le tapaba los ojos, lo que provoco que Lee se espantara y como autodefensa tomara de las manos a su “agresor” y lo estrella contra el suelo.
-… ¿Neji? Lo siento ¿Estas bien?- Lee se espanto al ver hay tirado a Neji.
-Estoy bien tranquilo, ¿Necesitas ayuda? –Lee lo ayudo a levantarse y ambos fueron a lavarse las manos.
-Ya termine, solo meto al refrigerador la gelatina y ya está. –Dijo Lee sonriéndole, provocando que Neji se sonrojara disimuladamente, en ese momento Naruto entraba junto con un cargador dejando unas cajas en una esquina de la cocina.
-Listo gracias y hasta luego. –Naru se despidió del chico sonriéndole, lo que provoco que el varón se sonrojara. -¿Por qué me miran así tteba?
-Naru deberías de conseguirte novio y por lo que veo ese muchacho está más que dispuesto, siempre que te ve no puede ni hablar. –Dijo Lee pegándole levemente en el hombro al rubio.
-No lo necesito, con lo que viví tuve y me sobro como experiencia. –Dijo serio el rubio.
-Mira Naru, Lee hiso tu postre favorito. –Neji vio que se había puesto un poco tenso el ambiente.
-Lee tú si sabes consentirme. –Naruto se acerco al refrigerador y vio la gelatina.
-Jejeje… ah por cierto ten (le da una recipiente de plástico) esta es para Kabuto san. –Dijo Lee al darle otra gelatina.
-Muchas gracias, bueno me voy a la oficina, en un rato más me voy así que cualquier cosa díganme a mi o a Neji.
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-Bien con esto el contrato está listo, fue un gusto hacer negocios con ustedes. –Dijo Félix al cerrar un trato con unos inversionistas.
-Pensé que esto tardaría mas, te invito a comer –Dijo un varón azabache de cabellera larga atada a una coleta baja, vestía un traje gris con camisa blanca, corbata y zapatos negros, tenía unas ojera que lo hacían verse muy guapo y deseable ante muchos donceles, Itachi Uchiha amigo y socio de Félix.
-Ok, pero vayamos antes por un delicioso café con mi esposo. –Dijo Félix al acomodarse su saco.- Félix deberías dejar tranquilo a Naru, cada vez que tu estas enfrente de él solo quiere romperte la cabeza con todo lo que haiga a su alrededor. –Dijo Itachi al salir de la sala de juntas junto a Félix.
-Lo sé pero para volver a conquistarlo tengo que sacrificarme no me importa. –Dijo el pelinegro al entrar a su oficina. –Por cierto cuando vendrá Sasuke, la ultima vez lo vi en Los Ángeles y dijo que vendría por estas fechas.
-Lo sé pero ya sabes que desde que quedo al frente de la empresa allá no ha venido ni una sola vez… bueno después de lo ocurrido y ahora ver a su novio. –Dijo Itachi sonriendo de lado y sentarse en el sillón de la oficina.
-Si por cierto cuando se casara con… -Félix trataba de recordar el nombre.
-Deidara, Félix que no te acuerdas que tú los presentaste. –Dijo sonriendo el azabache.
-Si ya me acorde del nombre, pero bueno ¿Vamos por el café o no? –Insistió Félix.
-Si sales volando de ahí yo no llamare a la ambulancia. –Dijo Itachi al irse de la oficina de su socio. –Voy por mis llaves del auto te espero abajo. –en eso sale de la oficina.
-Naru (suspiro) muy pronto volverás a ser mío y esta vez será para siempre (suena su celular) ¿Bueno?... Hola amor…… si vamos para haya, ¿Naru esta solo?... perfecto al rato nos vemos bye. (Cuelga) –Félix tomo su portafolio y se fue con una sonrisa muy rara.
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-Papa hola ¿Cómo estas ttebayo? –Dijo Naruto al marcarle a Kabuto.
-Bien amor y ese milagro, casi no me marcas cuando estás en tu trabajo, ¿Paso algo? –Dijo Kabuto un poco sorprendido.
-No pasa nada, solo para decirte que al rato voy a visitarte, Lee te manda tu vicio. –Dijo Naru al ver la gelatina en su mini refri que estaba en su oficina.
-Oh... dale las gracias de mi parte, por cierto hoy en la noche habrá una cena, ¿No quieres venir? –Kabuto le comento un poco apenado, pues en esa cena estaría “el”
-Si, pero no prometo nada. –Dijo Naruto serio.
-Ok tendré que esconder los cuchillos de una vez. –Dijo Kabuto tratando de bromear.
-Tranquilo papa, Félix será un maldito pero no arruinare la cena, entonces hasta el rato, me voy parece que me están hablando. –En ese instante Deidara entraba a la oficina del rubio.
-Ok hasta el rato. –Y Kabuto termina la llamada.
-¿Qué pasa Dei? –Dijo Naru al caminar hacia la puerta.
-Pues… el señor Takamura está aquí y quiere verte. –Dijo Deidara apenado.
-¿Y ahora que quiere?... hazlo pasar. –Dijo Naruto al ir otra vez a su asiento.
Deidara se retiro y en unos segundos entraba Félix con enorme ramo de rosas blancas.
-Hola amor ya vine. –Félix fue hasta donde estaba el rubio y le entrega las flores.
-No soy tu amor ¿Y diem que quieres? Y que sea algo importante. –Dijo Naruto al poner las rosas en su escritorio.
-Vengo a decirte que pasare por ti para ir a la cena de papa. –Dijo Félix al ayudar a levantar al rubio.
-No… no voy a ir contigo. –Dijo Naruto al soltarse de las manos de Félix y apartándolo un poco.
-Vamos será divertido… como en los “viejos tiempos” ¿Te acuerdas? –Félix se acercaba peligrosamente a los labios del rubio, pero la mano de Naruto lo detuvo.
-Muy cierto como olvidarlo, si del diario me jodias la vida. –Dijo Naruto al caminar hacia la el refrigerador y saca la gelatina, va hacia la puerta y la abre. –La cual JAMAS te perdonare… Deidara. –Le hablo al rubio y en un instante llega hacia su lado. –Atiende al señor, me voy a ver a mi papa, nos vemos.
-Veo que sigue igual de fierecilla, pero muy pronto se lo quitare. –Dijo Félix al sentarse en el lugar de Naruto.
-(Cerrando la puerta) Lo sé por eso estoy aquí, para decirte TODO lo que hace tu “zorrito” –Deidara se acerco a Félix y se sentó en su regazo besándolo en los labios quien correspondió “muy” a gusto.
-Entonces al rato te veo “cariño” ya sabes que tu “prometido” viene a visitar a su hermano y con eso de que estarás solito en la noche pensé… que querrías compañía. –Dijo Félix al desabrochar la camisa de Deidara.
-Lo siento pero Sasuke si estará esta noche conmigo, me voy si no sospecharan, hasta el rato “amor” –Se levanto, se arreglo su ropa y salió.
-Bien tú lo quisiste Naruto. –Félix salió de la oficina del rubio sonriendo. –Si esta noche no me aceptas nuevamente, te obligare a aceptarme amorcito. –Pensó el pelinegro.
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En el café Kyubbi (3)
-Ototo baka ¿A qué hora paso por ti? –Dijo Itachi llamando por teléfono a su hermano, un azabache de cabellera un poco larga pues se le hacían dos flequillos a cada lado de su rostro y en la parte de atrás se paraba en punta sus mechones, tenía unos ojos negros y llamativos, de buen cuerpo pues se notaba un poco debajo de este traje color azul oscuro, su nombre completo Sasuke Uchiha.
-No hace falta, Deidara pasara por mí, además de que el primo Madara viene conmigo. –Dijo Sasuke sentado en la silla de su oficina.
-Ahora Dei chan te vigila jajajaja ¿De seguro le andas poniendo los cuernos verdad? Con eso de que regreso serio la vez pasada que te fue a ver. –Dijo bromeando Itachi.
-Jajaja muy chistosito claro que no, si estoy con él es porque lo quiero, además que paso con ese pelirrojo… como decías… así “ese bello doncel que todas las noches me hace suspirar y quisiera hacerlo mío para siempre…” creo que se llamaba…. Empieza con “S”… -Sasuke le encantaba molestar así a su hermano de esa manera.
-Ssss será que el jovencito ya quiere lo mismo con cierto rubio, ¿Por qué eso me diste a entender?- -Dijo Itachi al ponerse serio pero por dentro estaba nervioso, pues en ese momento Sasori había pasado a su lado y le regalo una sonrisa al azabache mayor.
-… Jajaja Sasori paso cerca de ti verdad, bueno me voy tengo que arreglar mi maleta, en unas horas nos veremos adiós. -Dijo Sasuke al terminar la llamada.
-¿Quién era? –En ese momento Félix llego a la mesa que compartía con Itachi.
-Con el tonto de Sasuke, te manda saludos ¿Ya ordene no importa? –Dijo Itachi al acomodarse en su asiento.
-No importa… Naru me rechazo otra vez. –Félix se puso “triste” por el rechazo del rubio.
-Ya déjalo en paz, a ti nunca te falto donceles y desde tu divorcio no te eh visto con nadie. –Dijo Itachi, en ese momento Deidara les había dejado sus cafés a ambos.
-La verdad no quiero estar con nadie, pero a lo mejor y si te tomo la palabra. –Félix rozo muy discretamente la mano de Deidara sin que Itachi se diera cuenta.
-Hola Deidara, por cierto mi hermano dice que iras por el ¿Te acompaño? –Dijo Itachi.
-No hace falta cuñadito, tengo que “limpiar” mi departamento para que Sasuke se quede conmigo. –Dijo Deidara sonriendo.
-Que lastima yo también quería ir por él, ya será para la próxima. –Dijo Félix sonriendo de lado.
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Naruto había llegado a la casa de Kabuto lo cual lo empezó a ayudar con los preparativos de la cena, agradecía a Lee por el postre ya que eso era lo único que a Kabuto le falto preparar.
-Gracias por ayudarme Naru. –Dijo Kabuto sentándose en un sillón de la sala.
-No hay de que… por cierto hoy me fue a ver otra vez Félix. –Dijo Naru al servir la limonada que trajo su papa.
-Lo siento Naru, ya le eh dicho que te deje tranquilo pero no me escucha… salió igual de terco que su padre. –Kabuto sonrió melancólicamente al recordar a Orochimaru.
-Papa…Sabes Lee me enseño a hornear un pastel, el próximo domingo vendré todo el día aquí y te lo preparare ¿Que te parece ttebayo? –Dijo Naruto animando a su papa.
-Está bien, solo que yo te ayudare, la última vez que me cocinaste toda mi cocina parecía que la habías asesinado. –Dijo Kabuto al escapársele una pequeña risa.
-Ya ni me lo recuerdes, tarde como una semana en dejarla en su antiguo estado, nunca me explicare como una simple albóndiga causara todo eso. –Dijo apenado el rubio.
-Es verdad, incluso Félix salió “herido” al entrar a sorprenderte. –Ambos donceles se empezaron a reír al recordar a un pelinegro bañado en salsa de tomate con carne. –Antes de que se me olvide Deidara dará un anuncio hoy ¿Sabes de qué trata?
-Me imagino algo, pues Dei me ha dado pistas en esta semana y creo saber que es. –Dijo Naru al servirle más limonada a su papa.
-Yo también algo me imagino, bueno me tengo que arreglar y tú también ya casi va a hacer la hora y no me gusta que andes con prisas. –Dijo Kabuto al encaminar a Naruto hacia la puerta.
-Está bien, nos vemos al rato.
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En otro lugar, para ser precisos en una casa un rubio cambiaba la ropa de un pelirrojo que estaba inconsciente.
-Muy pronto amor y nos reuniremos con nuestro Naru chan, solo falta que tú te recuperes para estar juntos los tres. –Dijo un rubio al besarle la frente al pelirrojo.