-Ufff… que noche, ¿cierto?- Decía JongIn alegremente.
-Sí, quien diría que los diez encontraríamos el amor hoy.- Respondía un emocionado JongHyun.
-Ya, pero ¿Por qué demonios se demoran tanto en dejarlos salir? Ya les entregamos el dinero.-Hablaba un ofuscado SeHun.
-Es cierto, ¿que más tienen que hablar con ellos?, todos ya se han ido excepto ellos. Juro que si en cinco minutos no salen, yo...- un grito estrepitoso no dejo continuar hablando a Minho.
Pov. MinHo
-¡¡¡¡Bebé!!!!- Grite con la esperanza de que al oírme, me diga donde está pero, no fue así.
Ese grito que oímos mientras esperábamos no pudo ser de otro más que de Taemin, cuando lo oí sentí una angustia terrible. Juro que voy a matar al bastardo se atrevió a lastimarlo.
Corrí sin tener idea de a dónde buscarlo pues, no volví a escuchar nada más.
Me estaba desesperando, mi Tae estaba en peligro y yo aquí sin poder ayudarlo.
(Hace una hora)
La subasta llegó a su fin y diez bellos hombres se encontraban ansiosos y felices porque desde ese momento comenzaría una nueva historia para cada una de ellos.
-Pequeñas zorras, no se imaginan lo feliz que me han hecho esta noche, quien diría que ustedes me darían todo el dinero que logre conseguir, definitivamente agradezco el día que decidí cuidarlos jajaja- Se reía jocosamente el malvado de MinHwan.
-Maldito, déjanos ir. Tienes tu dinero, nosotros ya no tenemos nada que ver contigo.- Respondí un alterado KiBum.
-Cierra la boca zorrito o ¿quieres que te muestre cuanto más maldito puedo llegar a ser?- Hablaba con sorna MinHwan.
-¡Por favor, ya basta! Déjanos ir, por favor.- Decía un tímido LuHan.
-Pequeño ciervo… siempre tan dulce y preocupado por los demás creo que a ti no te dejare marchar. Devolveré el dinero que pagaron por ti y… nos divertiremos mucho, te lo aseguro- Respondía MinHwan dirigiéndole al mismo tiempo una mirada lasciva al lindo LuHan.
-¡Con él no te metas desgraciado!- Gritaba un alterado JaeJong pues, el ver la carita pálida del miedo de su hijo, le hizo perder la razón.
-JaeJong, la madre preocupada, entonces puedes ser tú quien tome su lugar. ¿Te gustaría JaeJonggie?- Decía el asqueroso hombre.
-¡DEJANOS EN PAZ! ¡YA TIENES LOS QUE BUSCABAS! ¡ACASO ES QUE BUSCAS MÁS DINERO!- El pequeño Taemin se atrevió a retar al bastardo de MinHwan, cansado de todos sus abusos. ¿Acaso nunca se librarían de él? La sola idea de que eso ocurra le aterraba.
-Pero miren quien se atrevió a sacar las garras, el tierno TaeMinnie.- Hablaba el hombre mayor acercándose peligrosamente al cuerpo de TaeMin.- Definitivamente de todos estos, tú eres quien más caliente me pone, serás tú quien se quede conmigo.
-¡NO! ¡Suéltalo maldito bastardo!- Gritaba un asustado KiBum.
-¡Cállate maldita puta!- Vociferaba el despiadado Minhwan al tiempo en que le lanzaba una bofetada al sobreprotector KiBum, marcando así su lozana piel.
-¡NOOOO!- Soltó un desgarrador grito el pequeño TaeMin al ver a su omma ser golpeado por su culpa.- Y-yo me qu-quedare con él, ustedes váyanse, no quiero que algo malo les suceda.
-Que dices TaeMin, ¡jamás te dejaremos!- Respondía un alterado HeeChul, conmocionado por todo lo que estaba sucediendo.
-¡Silencio todos! Ahora mismo ordenare que devuelvan el maldito dinero a esos estúpidos hombres y nadie se irá de mi lado. Le enseñare uno a uno hasta donde puedo llegar a ser de despiadado. ¡Malditas zorras!
(Tiempo actual)
-¡Tú no vas a ser nada maldito enfermo!- Gritó un enfadando MinHo, al ver a su pequeño bebé derramando lágrimas asustado.
-¡KiBum! ¡¿Quién carajos se atrevió a golpearte?! ¡Dime! ¡Que ya mismo lo mato!- JongHyun no pudo ocultar su cabreo. Kibum estaba lastimado y eso a él le emputaba.
-¡Jong!- Decía un emocionado KiBum con la intención de correr a los brazos de su hombre pero, el maldito de MinHwan no se lo permitió.
-Como ya dije, se les devolverá su dinero caballeros. No hay negocio.
-Usted no puede hacer eso, MinHwan. Cuando acepto ofrecer a sus muchachos para esta subasta sabía que eso no estaba permitido. Por favor deje de hacer tanto escándalo y márchese pues, ya no tiene potestad sobre los jóvenes.- Intervino uno de los encargados de la subasta.
-Malditos…- Mascullo con enfado el hombre mayor.- Me voy pero, ya tendrán noticias mías pequeñas put-
Un puño voló al rostro de MinHwan antes de que pueda decir algo más.
-¡No te atrevas a llamarlos de esta manera, maldito hijo de puta! ¡Y eso fue por haber golpeado a MI KIBUM!- Espetó con furia JongHyun.
Cuando MinHwan se fue todos pudieron respirar tranquilamente otra vez.
-Bueno, ahora que ese maldito ya no está creo que…- hablo un nervioso JongIn.
-Mi amor, ven conmigo por favor.- Dijo un valiente JongHyun.
-Jong…-Dijo avanzando hacia él un sonrojado KiBum pues, al escuchar las dulces palabras de JongHyun lo avergonzaron y emocionaron, todo al mismo tiempo.
Así empezaba una nueva etapa en todas estas parejas.
Pov. JongHyun
Por fin ese bastardo ya no está entre nosotros. Ya no soporto estar lejos de mi amado KiBum.
-Mi amor, ven conmigo por favor.
Después de decir eso todo lo que pasó fue mágico.
Estar con KiBum es una sensación inexplicable, él tiene el poder de hacer que el resto del mundo desaparezca y solo seamos él y yo.
-Mi amor, ya que por fin podemos estar juntos te quería preguntar si quisieras ir a vivir conmigo.
Bien, yo podría simplemente obligarlo pero, no quiero que se sienta como un objeto. Quiero que sepa que su opinión si me importa, que lo él decida está bien para mí o que podemos llegar a un acuerdo que nos beneficie a ambos.
-Jong- pe-perdón, amo, lo que usted decida para mi estará bien.
-¡Dios, Kibum, mi amor! Jamás vuelvas a llamarme de esa manera. Mi nombre es JongHyun y tú puedes llamarme como te guste más pero, nunca te refieras a mi como tu amo o tu dueño, eso no lo permitiré.
-Pe-pero am- JongHyun, antes unas chicas me dijeron que a ustedes les gusta que les llamemos así, que al final nuestra función es servirles.- Ver a mi pequeño cabizbajo y apenado por creer que yo lo quería para que sea mi sirviente, me descolocó.
-Bebé, eso no es verdad, quizás a ellas les enseñaron eso pero, tú eres mi pareja, mi complemento, ¿lo sabes cierto? Tú no estás para servirle a nadie, es a ti a quien le servirán.
-Jonggie…- Ver tus ojitos brillando por mi causa, es lo más hermoso del mundo- ¿Puedo pedirte algo?- me dijo muy bajito.
-Dime, mi vida.
-¿Me puedes abrazar? Lo necesito.- el sonrojo de tus mejillas, me enloquece.
-Eso no tienes que pedirlo, mi amor. Todo lo mío es tuyo y yo también estoy incluido en ese paquete, espero eso no te disguste.
Y nos abrazamos. Sentir el delgado cuerpo de mi Bummie fue algo inexplicable. Sin duda es mi complemento.
-Jonggie, yo solo quiero tu amor y que seas solo mío, yo no comparto.- Y me lo dice con un tierno puchero, KiBum, serás mi debilidad.
Escuchar a mi pequeño celoso me alegro el corazón.
-Kim KiBum, puedes estar seguro de que desde el momento en que oí tu nombre ya solo te pertenezco a ti. No hay nadie más que tú, nunca más.
-Jonggie, vamos a casa. Yo… si quiero vivir contigo, en donde estés yo quiero estar.
-Vamos a nuestra casa Bummie, nuestra.
Dios, no me quites esta felicidad porque si él se va, siento que moriría.