Capitulo 1. -Cuando no es como debería.
El camión de la mudanza se detuvo frente a su antigua casa, estaba justo como la recordaba, nada cool. Se bajo del auto estirando ligeramente sus brazos, había sido un largo y aburrido viaje.
Su mirada se desvió de inmediato a la casa de la acera del frente, se veía tal y como la recordaba, su fachada de color blanco y su jardín bien cuidado. En ese momento una mujer observaba desde aquella casa, al parecer arreglando el jardín o al menos intentando.
Se acomodo los lentes oscuros antes de ver a su padre, el hombre le dedico una mirada de tres segundos antes de mover la mano indicando un "vete de una vez" mientras flipsie daba un salto en su otra mano.
El muchacho entonces camino hasta aquella mujer a paso lento.
—Buenas tardes, señora Turner. -saludo metiendo las manos a las bolsas de su chaqueta roja.
—¿He? ¿Gary Mainig?
—Magini*... -respondió el muchacho fruncido ligeramente el ceño. La mujer sonrió amplio.
—Oh, claro! ¡Como has crecido! ¿Que tal te ha ido todo?
—Bien, nos hemos mudado a nuestra antigua casa. Acaban de transferir a mi padre. -Quiso responder cortes, pero se moría de ganas de preguntar por el castaño. —¿Se encuentra Timmy?
—Timmy... -la sonrisa de la señora Turner se borro, desvió la mirada al pasto y empezó a cavar. —Lo siento Gary, Timmy esta en la escuela.
—Oh, cierto... Pasare a verlo mas tarde.
—Pero estarás ocupado con la mudanza...supongo. -dijo de inmediato la mujer, Gary no tuvo que pensar demasiado para darse cuenta de que la madre de Timmy no quería que se reunieran de nuevo.
—Oh, si! -asintió cruzándose de brazos. Una media sonrisa se dibujo en su rostro. —Supongo que lo veré mañana en la escuela.
—¡¿...?! -la mujer levanto la mirada hacia el adolescente, una sonrisa forzada apareció en su rostro. —Supongo que si. Ahora si me disculpas, tengo que preparar la cena. -se levanto y entro a su casa dando un portazo.
Gary se quedo unos segundos viendo hacia la casa de los Turner, se dio media vuelta y regreso a su casa, como había dicho estaría ocupado con la mudanza.
Cuando termino de arreglar todo en su habitación se acostó en la cama, aquel lugar le traía tantos buenos recuerdos. Cerró los ojos dejándose envolver por ellos.
El pequeño Timmy de 10 años estaba sentado sobre el baúl de los juguetes en la habitación de Gary. El moreno estaba leyendo por sexta vez una carta que el castaño le había dado hace solo unos minutos. Después de leerla dos veces mas dejo el papel sobre la cama, que era donde había caído al leerla por primera vez. Levanto la mirada hacia el castaño que lo veía fijamente desde el otro lado del baúl.
—Entonces... -empezó a hablar el moreno. — ¿Porque me muestras esto?
—Porque no sabia que hacer... Aun no se que hacer. -respondió Timmy encogiéndose de hombros.
—Solo tienes que responder le al tipo! ¿Que clase de chico se le confiesa a otra chico? -y aunque quería sonar relajado y cool, su voz demostró el enfado que sentía.
—¿Porque estas molesto?
—¡No estoy molesto! -Grito frunciendo el ceño,estaba molesto pero ni él sabia la razón profundo y relajo el rostro. —No estoy molesto, es solo que no entiendo porque me compartes esto. ¿Al menos te gusta...ese chico?
—Pues... -Timmy se tomo su tiempo para responder, esos segundos se sintieron como el infierno para el Gary de 10 años. —No, él no me gusta.
—¡Entonces solo dile que no! -se sintió tranquilo por la negativa, por fin ahora terminado el tema podría volver a su cool actitud inexpresiva. Al menos eso pensó...
—Gary... ¿Tú sabes besar?
—Claro que sé. - y se cruzo de brazos ofendido por la pregunta. —Podría enseñarte si quieres.
—¿Me enseñarías? -sonrió emocionado acercándose al moreno. —¿Que tengo que hacer?
—¿He? Bueno, solo tienes que cerrar los ojos y yo haré el resto. -respondió en un susurro viendo como el castaño cerraba los ojos. Se encogió de hombros, no estaba muy seguro de si quería besar a Timmy, después de todo era su mejor amigo y le había pasado que siempre que besaba a alguien perdía el interés en esa persona . Pero retractarse no era nada cool. Así que se acerco y sin dejar que la duda lo invadiera unió sus labios con los de el castaño.
Fue un suave contacto, como se esperaría de un inocente beso de un niño. El segundo seguía manteniendo esa inocencia, el tercero ya no tanto. Perdió la cuenta de los besos que le dio al castaño, solo hasta que Timmy lo empujo para que lo soltara fue cuando se dio cuenta de que había estado besándolo tanto tiempo.
—Lo siento... -se disculpo el moreno viendo el sonrojado rostro del castaño.
—Esta bien, Gary. -respondió Timmy con una sonrisa, escucharon a la madre del moreno decir que buscaban a Timmy. —Tengo que irme.
—Esta bien, nos vemos. -se despidió moviendo la mano, viendo al castaño salir de la habitación. Pero regreso segundos después.
—¿Gary?
—¿Si?
—Hagamos lo de nuevo cuando seamos grandes. -el moreno solo asintió viendo hacia donde había estado el castaño.
En ese momento Gary se dio cuenta que estaba enamorado de Timmy Turner.
La escuela era aburrida, para él que era guapo y genial no fue difícil volverse popular de inmediato. No llevaba ni una semana allí y ya tenia un club de fans que suspiraban por él. A Gary no le importaba mucho, pero servia para aumentar su ego.
Desde que se había mudado estaba tratando de encontrarse con Timmy, sin embargo esto o fue posible. Sus padres ya no le abrían la puerta y no se había presentado en la escuela porque estaba enfermo. Por el pase de lista se dio cuenta de que estaba casi en todas las clases en las que estaba Timmy, cuando el castaño volviera podrían pasar mucho tiempo juntos.
Fue invitado a unirse al equipo de fútbol, en su otra escuela había pertenecido también y era muy bueno en deportes. Acepto mas por la insistencia de su padre que por querer hacerlo. Y cierto día, después de una semana de estar en esa escuela choco contra alguien.
—Oye, ten mas cuidado. Arruinaras mi chaqueta, fracasado. -dijo en tono despectivo viendo la roja negra y extraña que vestía el chico.
—Quien debería tener cuidado eres tú, idiota. -respondió el chico fulminado con la mirada al moreno. Gary iba a decirle algo más y entonces lo vio. Aquellos ojos azules que tenia gravados tan bien en su mente, esas finas facciones que tanto le gustaban.
—¿Timmy? ¿Timmy Turner? -pregunto sin creerlo, viendo al chico punk/emo que estaba frente a él. Definitivamente ese chico era su Timmy, fue un impacto enterarse. Pero fue aun mas impacto cuando el castaño le respondió.
—¿Eres un cliente?
—...
Gary no supo como sentirse luego de eso.