Tch, qué problemático. Tener que contar lo que pasó.
Cómo soy el único que sabe que sucedió. No me queda de otra más que contar. Escuchen bien que no lo pienso repetir es muy molesto. Y cansado… y ahh… tengo sueño
Todo parecía ir bien ese día. Viernes de locos, como la película. Pero distinto… Como sea.
Estábamos en el auditorio. Naruto andaba dándole el recorrido semestral acostumbrado a su padre. Gaara estaba más pensativo de lo normal. Temari tampoco estaba, se había ido a dar una vuelta con su madre. Shino… Shino perseguía un insecto que caminaba por la orilla de su silla. Lee y Tenten estaban en la esquina cerca del escenario peleando.
Obito-sensei y Anko-sensei ya se encontraban en el auditorio. Intentaba echarme una siesta pero había tanto ruido que no podía.
— Shikamaru — Gaara se sentó a un lado
— Mhn — tenía los ojos cerrados
— ¿Cómo supiste que mi hermana te gustaba? — me enderecé y abrí los ojos ante su pregunta. ¿Por qué preguntaba eso?
— Ahh — suspire — para empezar fue Temari la que me acosaba. Y no lo supe hasta que la besé — algo traía a Gaara en esa manera. De por sí era raro verlo pensativo más raro verlo suspirar.
— Gracias Shikamaru
— Sí — fue mi escueta respuesta. Lo observé por un buen rato mientras lo analizaba.
Gaara se sentía atraído por alguien, eso estaba claro. ¿Pero de quién?
No miraba a nadie, más bien parecía vagar en sus pensamientos. Alguien de otro grado o grupo o tal vez de otra escuela o de la calle. Pero de aquí no.
Al poco rato llegaron Naruto y su padre
— ¿Cómo están chicos? — saludó el padre de Naruto
— Bien, señor — yo creo que sacó algo de su padre. La sonrisa nerviosa
— A ver cuándo van a la casa, todo sigue donde lo dejaron, también la casita — nos dijo mientras lo mirábamos. Aunque cada quien andaba en su mundo
— Sí señor — contestó Shino de nuevo. Y yo asentí con la cabeza
— Nos vemos — y se fue para el frente donde se sentarían los demás padres de familia.
— ¿Y Temari? — preguntó Naruto
— Fue con su mamá, pronto viene — le contesté y se sentó a mi otro lado
— Ah… bien — venía muy sonriente. Otro loco enamorado, como todos andábamos últimamente. Y Temari ahora entraba por la puerta mientras su madre que vio al padre de Naruto, a la mamá de Shino, el padre de Tenten, y el resto que estaban platicando se fue con ellos y nos saludó con la mano. Muy cansado mencionar a todos… ahh. Qué sueño
— Shikamaru — mi novia me daba un beso. Y como todos andaban en su rollo ni se molestaron.
— Chicos, presten atención — Anko-sensei había tomado la palabra haciendo que todos se callaran. Esa profesora era una bestia. Daba miedo. Todos se sentaron y estuvimos callados ya que alguien faltaba en esta reunión el bullicio volvió
— Entonces me encontré con Karin y le escribí una nota rápido para que se la diera a Sasuke — decía Naruto todo emocionado — le dejé mi número de teléfono, espero que me llame
— ¡¿Qué hiciste qué?! — Tenten y Temari gritaron a coro dejándome sordo. ¿No podían hacerlo sin gritar?
Naruto las veía con su cara de sonso, sin comprender nada
— ¿Pero que no sabes lo que hiciste? — le dijo Tenten
— Haber… — Temari le iba a explicar. Pero como Naruto no la entendería lo tuve que hacer yo, en lo que Lee y Gaara calmaban a las chicas
— Esperen, yo le explico — lo senté en la silla haciendo que me viera. Si no lo hacía no entendería lo que le digo — Escucha
— Ajá — fue su contestación con un cabeceo.
— Estabas mandando cartas con tu puño y letra — parecía irme entendiendo — luego le mandaste una nota de la misma forma — volvió a asentir y le di tiempo para que entendiera lo que iba diciendo
— ¡Mierda! — Y terminó por entender. Le hubiera aplaudido pero me dio flojera.
Luego de ello todo volvió a quedarse en silencio, Kakashi-sensei por fin había llegado y como siempre dando una excusa que si creímos por primera vez desde nuestros días en esta escuela. Venía con una abuelita del brazo y su nietecita a un lado, la chica era de mi grupo, pero bueno. La ancianita venía a paso de caracol. Tan lento que me daba tiempo de echarme una siestecita. Qué no hice ya que todos hicieron coro
— ¡No puede ser! — fue lo que gritaron cuando Kakashi-sensei les contó que se las había encontrado en un cruce cerca y ayudo a que les dejaran pasar al cruzar la calle porque la ancianita no podía caminar muy aprisa.
— Deben tenerme un poco más de fe — fue lo que contesto con una gotita cayéndole por la cabeza. Sí, yo también me sorprendí, pero lo deje pasar. Tenía mucho sueño.
Naruto ni se había dado cuenta de la presencia de Kakashi-sensei ni que la gente gritaba. Ni nada, estaba perdido en sus pensamientos. Algo tramaba su cabeza. Y fue en ese momento…
Mientras todo el mundo se quedaba con esa impresión Naruto que estaba a lado mío fue tomado por sorpresa por unos tipos grandes. Antes de que pudiera hacer algo. Ya que la mayoría estaban parados viendo a la milagrosa abuelita. Y preguntándole a la chica si era verdad lo que habían contado que nadie reparo en lo que estaba sucediendo.
Sí, intente que lo soltaran pero al notar que eran más fuertes y eran dos, me rendí. No por flojera, está vez no. Solo que no podía con ellos. Gaara andaba embobado viendo a un pelinegro con los ojos bien abiertos. Temari estaba con la abuelita, al igual que Tenten. Lee se había lanzado a Kakashi-sensei alabando su gran gentileza y que… muy largo. Shino… Shino perseguía otro insecto cerca de la puerta del auditorio.
Era su naturaleza después de todo.
Me acerqué lo más que pude al escenario. Buscando una forma de recuperar a Naruto y a su padre que en el momento en que llegué donde se encontraba fue tomado de la misma forma. Al parecer los adultos, estaban en una plática efusiva de lo que sería cuando nuestras familias se juntaran.
Primero estaban muy felices de que termináramos emparejados unos con otros. Luego que sería muy triste si nos separáramos. Que no importaba qué ellos siempre estarían para nosotros. Y otro montón de cosas que logré escuchar antes de que raptaran al padre de Naruto. Cuando mi padre se dio cuenta era tarde. Y cayeron de una forma graciosa cuando la gente empezó a moverse al darse cuenta de que unos chicos estaban tomando el escenario.
Obito-sensei había sido noqueado, Anko-sensei amarrada a un poste y Kakashi-sensei… a él le parecía interesante lo que veía. Eran ocho contando a dos donceles, cerca del telón. Examine a los ocho. Un tipo que cargaba un tipo de oz, sus cabellos plateados peinados hacía atrás. A su lado uno de cabellos largos y blancos, parecía una chica con sus dos coletitas al frente. El siguiente era un tipo de cabellos negros y cara de asesino, con su bufanda blanca alrededor de su cuello.
Eran unos tipos raros, el otro era un tipo de cabellos blancos amarrados en una coleta y lentes redondeados. Luego estaba el que parecía tiburón, tenía una duda respecto a su piel, estaba pintado o era real. Daba cosa tocarlo su piel era azul y parecía escamosa. Y a su lado estaba el hermano de Sasuke. Itachi Uchiha.
El parecido era enorme, pero que rayos hacía ahí. Tal vez descubrió que los habíamos estado observando cuando estaban en la estética. Fue mi primera suposición que descarte al instante. Eso no era posible, había otras dos personas además de Naruto y su padre dentro de los sacos.
Y los últimos eran los donceles uno rubio de coleta alta, estilo Ino, la amiga de Sasuke. Y el otro era parecido al Uchiha menor, cabellos negros y cortos, al que Gaara estaba observando. Ellos no hacían nada. Solo miraban.
Me quedé observando la situación demasiado cerca
— Kisame — habló Itachi — deja que los vean — el otro asintió y procedieron a quitarles los sacos, que tiraron cerca de los donceles.
» Escuchen bien — alzó la voz y todo quedó en silencio — quiero que me traigan a todos los rubios de ojos azules de esta escuela
Bien, al parecer Itachi no sabía quién era Naruto, por lo que supuse que él estaba ahí porque se enteró, ya sea por boca de Sasuke o alguien más que alguien “pretendía a su hermano” o “dañaba a su hermano”.
Cualquiera que fuera la razón ese tipo… estaba loco. Nadie llegaría a esos extremos para ver quién era el susodicho.
— ¿Para qué quieres chicos rubios? — preguntó el padre de Naruto
— Uno de ustedes — los señaló con su mano. Mientras estaban siendo distraídos por las palabras de Itachi sus amigos los amarraban de las manos por atrás de las sillas — uno de ustedes — repitió — ha estado pervirtiendo a mi hermanito — Naruto que por suerte estaba tratando de hablarme no se dio cuenta. Si no hubiera sido descubierto — así que estoy aquí con el deber de saber quién es el idiota que no sabe lo que es un ángel.
» Les voy a dar una lección para que no perviertan a niños inocentes — fue su clara declaración. Naruto al ver que le había dicho que lo ayudaría se dirigió a su padre. Mientras yo buscaba como subirme sin que se dieran cuenta, en ese momento se abrió la puerta y era nuestra grandiosa y poderosa directora. Es un fastidio decirlo pero sí. Gracias a eso pude subir al escenario y esconderme detrás de unas tablas que estaban en el escenario
— ¡Tú, Uchiha Itachi, suelta a mi alumnado! — Gritó la directora. Tan enérgica como siempre. De seguro eso era de familia, Naruto era igual de efusivo. Estuve esperando el momento de acercarme.
Fue cuando vi a Gaara haciéndose paso desde el lugar en el que estábamos antes todos juntos. Había mucha gente y cada vez llegaba más
— ¡¿Pero qué diablos?! ¡Es un padre de familia idiota! — señaló al padre de Naruto mientras la gente le daba paso. Y cuando llegó hasta el frente le dio un puñetazo en el estómago que lo lanzó contra la pared atrás del escenario.
Tenía que acordarme no hacerla molestar. Cada vez parecía hacerse más fuerte. Olvidando eso. Todos en el lugar quedaron en silencio
— ¡Ustedes! — Apuntó con el dedo a los amigos de Itachi — ¡Suéltenlos!
Los amigos de hombre tirado en el suelo. Al que nadie por extraño que pareciera nadie hacía caso, desamarraron a los rubios.
— ¡Tú! — la vi señalar a un chico. Lo demás lo escuche mientras veía como la madre de Naruto venía corriendo con una pelinegra. La viva imagen de Sasuke.
Vi que la mamá de Naruto planeaba correr pero la otra mujer la detuvo. Algo le decía y volteé a ver.
Era el doncel pelinegro que jalaba a Sasuke al escenario. Y Gaara ya estaba detrás de ellos. Caminando hacía el pelinegro que no había dejado de ver ni un segundo (creo yo) desde que raptaron a Naruto.
Lo tomó de la cintura y le planto su boca en la suya. Al parecer ese era el chico que lo traía pensativo desde hace días. Y terminó por hacer lo que le dije momentos antes. De verdad, que me junto con puros locos.
Toda la escuela, casi toda estaba en el auditorio viendo lo que sucedía en el escenario. Naruto estaba hablando con la directora y su padre. Mientras Gaara se comía a ese doncel con la boca. Sasuke estaba siendo llevado donde estaban los rubios y sus amigos iban cerca de él.
La mamá de Naruto seguía hablando con la pelinegra. Se veían emocionadas y sonreían. Itachi seguía en el suelo. Ya se estaba recuperando. Los otros chicos se disculpaban con la directora y llegó Shizune para atender a los “cautivos”.
Luego llegó otro pelinegro junto a las mujeres, al parecer le informaban de lo que sucedía. Debía de ser interesante, porque la mamá de Naruto no se había acercado a su hijo ni a sus esposo.
Naruto y Sasuke se vieron
— ¿Cómo? — creo que dice eso, hace tanto ruido. La gente está haciendo suposiciones y algunos padres se preguntan “¿Qué rayos está pasando?”
Salgó de mi escondite para escuchar mejor, ya no necesita mi ayuda gracias a la directora, pero uno nunca sabe con Naruto así que me acerqué
— Hola Sasuke — Naruto lo saludo con una sonrisa en el rostro
— Ho… hola — Al parecer a Sasuke le gustaba Naruto, su mirada tratando de desviarla de los ojos que lo miraban y sus manos moviéndose nerviosas
— Tu hermano nos ha tratado muy duro — y el idiota de mi amigo dice… dan ganas de golpearlo. Le echó una miradita a su hermano que está mirando a los lados como perdido y se da cuenta de la presencia de su hermanito y frunce el ceño y se trata de levantar y cuando creo que va a embestir contra nosotros, la mamá de Naruto junto la pelinegra y el hombre que estaba con ellas —Qué se parece mucho a Itachi por cierto— lo han tomado de los hombros y es noqueado por la mamá de Naruto. Uff eso estuvo cerca, de la que se salvó mi amigo
— ¿Conoces a mi hermano? — regreso la mirada al escuchar la pregunta del azabache
— Eh… no… bueno sí. Pero no fue mi intensión yo solo lo vi cuando entró contigo a la estética y yo pensé que era tu novio, pero ah… — Ahora si me quería golpear con la pared — fue una coincidencia, te lo juro. Yo nunca planeé escuchar a escondidas ni nada por el estilo. Ni tampoco pensé en ir a ver quién era ese tal Itachi, ni tampoco planeé que te vieras… — lo tuve que callar antes de que terminara por decir todo lo que hizo
— No lo escuches está nervioso — tuve que intentar sacarlo. Claro que era muy tarde para eso, Uchiha Sasuke era muy inteligente. El primero en la lista de los primeros años.
— ¿Me estabas siguiendo? — el idiota negó lo innegable. Me miró y terminé por quitarle mi mano. Su mirada me decía “por favor” suspire y lo dejé hablar.
— Yo… lo siento. No pude resistirme. Sentí celos cuando escuche que preferías ir con Itachi que con tus amigos. Y pensé que él era algo tuyo. Pero… cuando lo vi… bueno, sentí celos de que estuviera junto a ti y… Shikamaru tuvo que detenerme. Y luego entendí que era tu hermano. Y cuando te vi salir… lo siento. Solo no pude detenerme. Fue un impulso. Si no quieres saber más de mí, está bien. Lo entenderé, me basta con verte feliz.
Suspire varias veces más al escucharlo. Mi amigo es muy impulsivo, una buena persona, pero se deja llevar fácilmente. La escena era enternecedora, para que negarlo. Y todos miraban la escena. Se había hecho el silencio desde que Naruto demostró sus sentimientos. Era tan frágil cuando se ponía de esa forma, como cuando años atrás nos separábamos de algunos de nuestros amigos.
Para mí no tan grande sorpresa, Sasuke conmovido como toda la audiencia que tenían, le secó la lágrima que se escurría por el rostro Naruto.
— Te perdono, pero no lo vuelvas a hacer — creo que en ese momento Naruto vio las alas de Sasuke.
— Lo prometo — tomó mi mano y la colocó en su mejilla — Por ti haría lo que fuera — En ese momento escuché suspiros. Naruto acariciaba la mejilla de Sasuke y sus madres, y padre que tenían recostado a Itachi en el suelo, sonrieron. Al otro lado el padre de Naruto y su abuela (la directora) también sonreían. Sus amigos y otros cuantos también.
Gaara y el pelinegro también veían la escena. El pelinegro parecía perdido pero Gaara sonreía y miraba a Naruto como si le dijera “ahora lo entiendo”. Shino Estaba a un lado de Kiba. De seguro llegó cuando todos estaban embobados en la escena. Temari estaba abajo sonriendo, junto a Tenten y Lee, él estaba llorando.
— Supongo ya lo sabes yo soy el que escribió las cartas — tenía su risita nerviosa en el rostro. Le di una vuelta con la mirada a todo el lugar y algunos estaban grabando la escena.
— Sí, lo sé — Sasuke se veía divertido. La verdad que no me había fijado antes pero nunca le había visto esa expresión en el rostro.
— Y… no sé. Tú… ¿tú quieres salir conmigo? Podríamos intentar ser novios. Qu… ¿Qué me dices? — Sasuke se sonrojo y sus ojos se veían ilusionados — No tienes que contestar ahora. Esperare el tiempo que necesites. Y si no… pues… con que te vea sonreír…
Se calló cuando el azabache lo abrazo. Y Naruto le correspondió
— Sí quiero — le escuche decir. Se habían olvidado de los que estábamos en ese lugar viéndolos y tan cerca que podíamos tomarles fotos. Claro que yo no lo haría sería fastidioso y un gasto de energía innecesario.
— Gracias — Naruto estaba muy feliz, tanto que ya mostraba los signos del llanto — no te muevas.
Supongo que sus fans estarían tristes por lo sucedido. Celosas algunas del azabache al igual que los chicos por Naruto.
— Estoy tan feliz nunca pensé que me aceptaras. Tenía tanto miedo de que me rechazaras. Siento que es un sueño. Y no quiero despertar — entendía su miedo. No cualquiera aceptaría al acosador como novio.
Aunque solo lo haya hecho una vez.
— Yo tampoco — El azabache se dejó llevar por las emociones de Naruto. Era fácil dejarse arrastrar por él, la verdad. Y no era el único, muchas chicas estaban con sus ojos lagrimosos.
Y no sé porque pero le pique a Naruto con mi pie, para que se diera cuenta de la situación en la que estaban.
— Sasuke — parece que me comprendió o debió de haber visto algo. Aunque lo dudo.
— ¿Um?
— Eh… este… nos están viendo
Agradecí haberme quitado de su campo de vista. O lo habría avergonzado más de lo que ya parecía estarlo.
— Sácame de aquí… por favor — eso me dio risa. La tuve que contener
— C… claro — Naruto lo cargó como princesa y salieron corriendo. Se metió por los telones, seguro hacía la salida de atrás.
El auditorio es un edificio aparte de los salones, al igual que el gimnasio, la alberca y el invernadero. Tienen una puerta principal y la de emergencias. Mientras que las aulas… bueno tienen varias salidas. La de los patios, la de las escaleras de emergencia, las que dan a la entrada principal de la escuela. En fin.
Algunos intentaron seguirlos pero las madres que ya sé a qué venía su felicidad de momentos antes. No los dejaron pasar. La madre de Naruto sabe ciertas artes marciales. Creo que le decían “Habanera Sangrienta” no por nada tiene ese nombre.
Y la madre de Sasuke no se quedó atrás y su padre fue otra sorpresa. Que yo supiera la familia Uchiha es una familia que vende distintos tipos de equipos electrónicos. Pero ver esto es… no lo creerías si te dijeran que esos que golpean a algunas y algunos fans locos son parte de esa renombrada familia.
Bueno las apariencias engañan y ya estaba cansado para seguir con esto. Así que baje del escenario y me encontré con los chicos que estaban en el otro lado del telón.
— Al fin acabo — fue lo que dijo Gaara y señale con la vista al pelinegro — mi novio
Alce las cejas
— Sai, y no soy su novio. Solo me ha gustado como besa — fue lo que dijo mientras le sonreía seductoramente a Gaara
— Pronto lo serás — fue lo que contestó Gaara. Tomé a Temari de la cintura
— ¿Qué fue lo que sucedió? no se podía escuchar desde aquí — Y regresamos al principio.
…
— Con qué es eso — estábamos en el patio, yo recostado en el pasto. Mi cabeza en el regazo de Temari
— ¿Y Shino? — preguntó Tenten
— Lo vi con Kiba — contesté. Mañana tendríamos un partido y tenía que ahorrar energías.
— Ahora ya todos estamos emparejados — comentó Temari que acariciaba mis cabellos
— Ahora cada quien ira con sus novios — suspiró Tenten
— Podemos salir todos juntos, vernos en nuestras casas — sugerí
— Pero cada quien querrá estar a solas con su pareja — replico Temari. Lo entendí
— Sí, pero aunque estemos menos tiempo juntos podemos hacerlo. Quedar algún día en casa, para pasarla como acostumbramos o podemos salir en citas en grupo. Yo qué sé — les dije mientras bostezaba
— Pero no será lo mismo — Las chicas estaban tristes por eso. Ahora que Naruto se enterara de lo que pasaba por sus cabezas se las arreglaría para que no nos separáramos, encontraría una solución más asombrosa que la mía, o sí es la misma las convencería de ese hecho.
Así que en silencio nos quedamos, esa tarea se la dejaría a Naruto. Los ánimos volverían en cuanto apareciera en cualquier momento. Esperaba que no tardara en llamar o algo. No creo que se la esté montando con Sasuke.
Eso sería un chiste. Algo imposible. Por ahora…