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Cartas a Sasuke por Amok Scarlet

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Notas del capitulo:

Hola...

Esto nadie se lo esperaba, y no sé que dirán por esto que estoy haciendo. Y tengo miedo...

Pero me gusto como quedó y espero esperen lo que sucederá después de esto.

Yo estoy emocionada y todavía no lo escribo, pero en mi cabeza se ve bien. Otra cosa es que quede bien.

Ustedes dirán y bueno... ahí va!!!

¡Dios, me siento tan feliz!

En algún momento tome la almohada y empecé a dar vueltas en la cama. Además que estoy sonriendo y riendo de vez en cuando.

Siento un cosquilleo en mi pancita y mis mejillas sonrojadas.

¡Kyuuu!

Tocan la puerta y me levantó de un saltó. Escondo la carta en mi cajón junto a las demás y vuelvo a sonreír nuevamente

— Nene — mi mamá

— ¡Voy! — cierro el cajón y corro a la puerta

— ¿Por qué tan feliz? — ¡Oh diablos! No puedo quitármela del rostro

— Na… nada  — desvió la mirada

— Mmm — Que no pregunte nada, que no pregunte nada — tu padre nos va a llevar a comer

Fiuu… ¡gracias dios!, eres grande

— Deja me cambio — sacó ropa de mis cajones ante la atenta mirada de mi madre

— Le diré a Itachi, te veo abajo

— ¡Sí! — que miedo, creí que me preguntaría algo más.

— No has dejado de sonreír, ¿paso algo bueno? — pregunta mi madre

Nos encontramos en un restaurante de comida hindú.

— No — respondo tranquilamente, mientras miro mi plato

— No me engañas, algo bueno te ha pasado — me meto el tenedor a la boca y niego con la cabeza

— Nada — le respondo después de un rato

— Estás demasiado sonriente — comenta mi padre — ¿Será un chico?

Me sonroje cuando lo dijo y se escucharon los “Ajá” de mi padre y madre. Y se escuchó cuando cayó el tenedor de Itachi al suelo

— Un chico, ¿un chico? — dijo y preguntó sin dirigirse a nadie en particular — ¿Quién? — Se acercó a mí y su voz daba miedo

— Cálmate — mi padre lo tomó del hombro

— Pero… pero… pero… un chico. Un chico esta tras Sasuke, debo de hacer algo

— Tranquilo, tu hermano ya está en esa edad. No hay que alterarse — mi papá trataba de explicarle.

Se quedó callado mirando el plato y comiendo al poco rato que le trajeron otro tenedor

— ¿Y cómo es el chico? — pregunta mi madre. No sé qué hacer.

— Eh… ah… — no lo sé, no sé quién es ni como sea

— No tienes de que avergonzarte al menos que sea feo — ¿Feo? ¿Será feo?

— N… no — veo que Itachi aprieta el otro tenedor y lo dobla. Espero que no se entere de quien es antes que yo

— Entonces es guapo — mi mami parece emocionada — déjame adivinar

» ¿Tiene cabellos negros? — Niego con la cabeza y esto va para largo — No, mmm. ¿Castaños?

— No

— Rubios — dice mi padre y yo me sobresaltó

— Rubio — repite mi madre — ¿ojos verdes?

Niego. Bue… bueno. No sé cómo sea el chico de las cartas, solo sé que quiero que sea ese dobe y que no es él. Ahf… que complicado

— ¿Ojos miel? — vuelvo a negar

— ¿Grises? — ese es mi padre y vuelvo a negar. Y por alguna razón me da risa

— ¿Azules, marrones, avellana, negros? — pregunta seguido mi madre

— Despacio que apenas y te entendió — le dice mi padre

— Veamos… ¿Qué dije? Ah… sí, ¿avellana? — Niego — ¿Negros? — Niego — ¡Azules! Me gustan los chicos de ojos azules, sería compatible con el novio de tu hermano

Itachi la mira y parece decirle “¡No lo digas!”

— Entonces azules — termina mi padre en lo que mi madre pelea con Itachi que está al otro lado de la mesa. Yo asiento — Rubio y de ojos azules… espero me lo presentes

— ¡Padre! — grita Itachi y todos lo vemos

— ¿Qué? — Mi padre se encoge de hombros — debo ver si es un buen chico para mi nene

— ¿Ah? — Itachi no sabe qué hacer con nuestros padres. De seguro piensa “¿Cómo pueden decir eso? ¡Sasuke es un niño todavía, no puede tener novio!” o algo así

— No, no, no — esa es mi madre negando con el dedo índice — yo diré si es un buen chico. Además yo tengo la ventaja

— ¿Eh? — Ahora todos vemos a mi madre

— ¿Por qué? — pregunto yo

— Qué mala memoria tienes últimamente — creo que tiene razón — Hay reunión de padres el viernes

— Yo voy — Itachi se apuntó

— Yo también — mi padre también

— No pueden — mi madre me salvo, pero no quiero que vaya ninguno — Solo voy yo

Mi padre e Itachi se miran, sé que irán y mi madre también. ¡No! Por favor…

Martes, ayer fue una guerra al llegar a casa. Por lo que me encerré en mi habitación y termine mis deberes. No quiero que llegue el viernes será un pandemónium

Yo solo escuchaba como mi madre les decía que no podían asistir que solo el tutor podía. Y los hombres alegaban que ellos eran parte de la familia. Como adultos que eran ambos podían tener el cargo de tutor.

Luego mi madre dijo que ella estaba inscrita como tutor legal en mi historial y solo ella podía. Luego empezaron a pelear que bien podían cambiar al tutor.

Después de eso empezaron a discutir quien vendría.

Me puse mis audífonos y aun así los escuchaba.

Creo que es un alivio que Naruto no sea el único rubio en la escuela, y espero que no sea el único con ojos azules. O me moriré. O tal vez a él lo maten. ¡Qué Itachi no venga por favor!

Si se preguntan estoy en el invernadero dejando el material. Y qué curioso aquí también está la flor, ¿Cómo se llamaba?

— Clematis — la voz del rubio me hace temblar — significa… — saca un librito que de portada tiene flores de distintos tipos, y tiene puesta varias marcas de papelitos de colores — belleza del alma

— Ah — en alguna parte me embobe

— ¿Te gusta? — Es tan guapo y su sonrisa — ¿Sasuke?

— ¿Eh? — parpadeo varias veces

— ¿Te gusta? — repite

— Sí, es muy bonita — le contestó. De seguro estoy sonriendo

— ¿Quieres una? — me pregunta

— N… no, está bien. Ya tengo una

— De acuerdo — ahora que veo, tiene sus manos vendadas y unos leves moretones en el rostro. Tomo su mano ¿Qué le habrá pasado?

— ¿Estás herido? — me sonríe tiernamente y mi corazón empieza a latir más rápido

— No, ya tiene bastante tiempo. Están casi curadas — me dice separando su mano de las mías y me siento desplazado. Ni siquiera puedo preocuparme por él. Bajo la mirada

— Ah — siento una mano en mis cabellos

— Te ves bien con ese estilo — subo la mirada — debes de volver locos a muchos chicos — me sonrojo. Me está tocando, me está tocando

— Gra… gracias — no puedo verlo a los ojos

— Ah… este… — se ha puesto nervioso y ha retirado su mano de mi cabeza — quieres… ¿quieres salir conmigo? — lo miro sorprendido. ¿Lo dijo en serio?

» Me refiero a… a un paseo, por el parque o donde quieras — se está rascando la mejilla — si quieres claro. Pasar un rato conmigo y no sé, ser amigos — ¿amigos?

Eso me hace sentirme… ¿triste? No, decepcionado. No debí de hacerme ilusiones. Además ya me había dicho que lo olvidaría. ¡Cómo si fuera tan fácil!

— Sí, está bien — lo vuelvo a ver con una sonrisa. Una fingida. Supongo que amigos está bien… por ahora.

— ¡Oh qué bien! — me sonríe tan abiertamente que mi corazón se estremece y palpita a un ritmo que no logró entender y duele. De alguna forma duele — Nos vemos, ¡yo te aviso!

Y con eso se fue dejándome solo en mi soledad.

¿Eso salió de dónde?

No estoy solo, tengo a Hinata, Kiba, Ino, Karin, mis padres, el idiota de mi hermano… pero nadie a quien amar. Bueno, está el dobe y el chico de las cartas.

¡Yo quiero un dos en uno!

¡Por favor!

— ¿Te sucede algo?

— ¿Mmm? — es Kiba

— Te estoy hablando desde que cruzaste esa esquina y ni me haces caso — me recrimina

— Lo siento — observó a Kiba y no sé, parece más confiado — ¿Todo va bien contigo? —  Me mira sin entenderme — Últimamente te desapareces

— Ah… eso… — se sonroja y desvía la mirada — yo…

— No tienes que decirme si no quieres — y se detiene en su caminar. Vamos caminando a nuestro piso

— Es Shino, él es muy amable conmigo y me dice cosas lindas — mira al suelo y sus manos se mueven mucho

— Oh, ya veo. Es un buen chico — seguimos caminando

— Sí, lo es. Me trata muy bien. Ese día con la chica… — me mira un momento y vuelve la vista al frente. Ya me había olvidado de esa. Eso me recuerda que una niña me insultó cuando era más pequeño, la odio. La odio por decirme feo y que parecía muerto.

¿Cómo se atreve? Yo solo tenía seis años, ¡seis años!

Pero como la odio, si la vuelvo a ver la dejó calva. ¡Lo juro!

Debe ser su culpa que me sienta así… no, es mi culpa por dejarme. ¡Ah! No importa eso ya pasó, ya pasó.

— ¿Sasuke que te pasa? — lo miro, ¿en qué momento me detuve?

— N… Nada

— Andas muy raro — me dice parándose enfrente de mí

— ¿A qué te refieres? — le pregunto inquisidor

— De repente sonríes, luego te enojas, y finalmente terminas triste

— ¿En serio?

— Sí, haces caras todo el tiempo, sonríes, bajas la mirada, te sonrojas, frunces el ceño y hay veces que quisieras matar a alguien. Como ahorita, debe ser por lo que dijo la chica. Yo también estoy molesto por eso.

— Lo que te debió de haber dicho Shino hizo efecto en ti, ya te ves más seguro

— Eso… eso es… — nervioso y mira a todas partes

— No necesitas decírmelo — le resto importancia, más que nada para no incomodarlo

— Me ha dicho que me quiere — lo miro fijo, está rojo, rojo como sus marquitas, sus orejas parecen arder. Y su mirada es… se ve lindo

— ¡Qué bien! — lo abrazo, Shino es un gran chico. Lograr que Kiba deje su inferioridad y hacer que se sonroje como un tomate. Es un gran logro.

— Sí, y tú Sasuke. ¿Ya sabes quién es el chico de las cartas? — Dejó de abrazarlo y caminamos de nuevo

— No, aun no — confieso

— Oh, bueno. Probablemente solo este esperando el momento adecuado para decirlo

— ¿Tú crees? — pero… ¿y la cita con Naruto?

¿Cita? Eso era una cita

— ¿Te gusta alguien más?

— ¿Por qué lo preguntas? — lo miro expectante

— Porque te sonrojaste, pero puede ser que el chico de la carta te haya dicho que lo vieras y por eso estas así

— N… no — el chico de las cartas no, pero sí Naruto, bueno… aunque dijo que como amigos.

— ¡Hey Sasuke! — Ino, mi salvadora

— Hola Ino — saludo

— Ino — saluda Kiba

— ¿A qué no saben? — ¿qué hora será?

— ¿Qué? — preguntamos ambos

— El sábado es el partido con la escuela del viento

— ¿Cuál partido? — pregunto

— El de básquet — me dice Kiba

— ¿Y a que no adivinas quien va a participar? — vuelve a preguntar.

El partido… ¡Naruto! Así que es este sábado…

— ¡Naruto va a participar, seguro ganaremos! — grita toda entusiasmada y yo me sonrojo al pensar que tal vez… el me dedique un tiro.

Ah… pero eso es imposible. Solo seremos amigos… ahfff

— ¿Por qué ese suspiro?

— No, nada. Solo estoy cansado. Mi familia vendrá el viernes

— Oh cierto, la junta de padres —menciona Kiba

— Pero solo puede venir tu tutor — esa es Ino

— ¿De qué hablan? — Y llega Hinata — buenos días

— De la junta de padres — contesta Ino

— Ah… mi padre vendrá

— ¿Tu mamá no vendrá? — pregunta Kiba

— Ella irá a la de Hanabi — aclara

— Ah, ya veo. Así que son el mismo día — Hinata asiente con la cabeza — Mi padre vendrá, espero no me regañe enfrente de todos — Ino se esconde detrás de mí

— ¡Chicos! — y llega Karin

— ¿Por qué vienes corriendo? — le pregunta Kiba

— Me desperté tarde, ayer no dormí mucho — se cuelga de Hinata — tengo tanto sueño

— ¿Entonces tu familia entera va a venir? — regresa a la conversación Ino, mientras me apachurra

— Eso parece — que no vengan………

— ¿De qué hablan? — Karin sigue colgando de Hinata

— La junta de padres — le informa Hinata

— Ah… mis padres no vienen. Ya saben, mucho trabajo — se descuelga de Hinata

— ¿Quién entonces? — preguntó curioso

— Mi tía, ella siempre va a mis juntas

— ¿Y a la de Naruto? — pregunto aún más curioso

— ¿Por qué tanto interés? — inquiere picara

— Na… nada más pregunto — no me hagas esto

— Eh… ¿qué? — Ino esta confundida — ¿Qué tiene que ver Naruto?

— Es mi primo — suelta tranquilamente sin dejar de mirarme

— ¡Ahhhh! — Ino grita, casi dejándome sordo — ¿Por qué no lo habías dicho?

— No lo creí importante — le quita hierro al asunto, pero no deja de mirarme — vendrá su padre — me contesta y se acerca a mi oído — podrás ver a tus suegros

Y me sonrojo, q… que… que… ¡qué cosas dice!

— Y tú, Kiba. ¿Quién vendrá? — le pregunta Karin

— Mi hermana — le contesta, pero no la mira, me mira a mí y mi sonrojo — estás muy rojo Sasuke — Hinata estaba ayudando a Ino a respirar

Me cubro la cara con las manos

— No mires — y para mi suerte zona el timbre — nos vemos — y corro al salón.

Esos fueron los quince minutos más largos de mi vida…

Miércoles ayer ya no vi a Naruto y hoy estoy mirando por la ventana, en casa las cosas andan raras. Itachi anda medio muerto, mamá eufórica, papá parece tranquilo.

Cada quien en su mundo. Y no quiero que llegue el viernes, pero… podría ver a la mamá de Naruto.

¿Será como su mamá o como su papá?

¿A quién habrá salido? El cabello de su mamá, el de su papá, o algo de ambos…

¿Y sus ojos…?

¿Y él carácter?

— Uchiha

— Ma… mande — el profesor de literatura Umino Iruka

— Pase al frente y explique el siguiente poema, pagina 58 de su libro — ¿en qué momento me embobe?

Jueves y ni rastro del dobe, me dijo que me avisaría. ¿Y cuándo se supone que lo hará?

¿Qué no ve que me muero de ansias?

— ¿Qué dices Sasuke? — me pregunta Karin

— ¿Eh? ¿De qué? — llevaba jugando con mi comida

— Si nos vemos el sábado para ver el partido — me dice Hinata que está a un lado

— Ah, sí. Está bien — podré ver a Naruto, ¡sí!

— ¿Emocionado? — me pica Karin al otro lado

— N… no — vuelvo a ver mi plato, bolitas de carne con salsa de tomate, son lo más interesante del mundo

¿Por qué se hacen bolitas de carne? ¿No puede ser solo cortada o en pedazos? ¿Por qué tienen que ser bolitas?

Viernes y la junta empieza en… quince minutos, mamá me acompaña y ya está mirando a todos los chicos que se cruzan con ella, buscando un rubio.

Están obvia y yo me quiero esconder.

— ¡Ahí hay uno! — grita señalando a un chico rubio y yo me tenso, miro a donde señala y no es. No es Naruto. Suspiro de alivio. Más mi mamá ha corrido y ha agarrado al chico de los hombros y le mira la cara, parece molesta y logró escuchar — No eres tú

¡Dios, sálvame de esto!

Miro a otro lado y lo que veo me sorprende más. Mi padre está examinando a otro chico rubio, está dentro del edificio.

¡¿Por qué me pasa esto a mí?!

Miro a otro lado y mi mamá ya está viendo a otro chico.

Qué no se aparezca, qué no se aparezca.

Dioses del olimpo, dioses budistas, dioses de todo el mundo. Por favor, por favor que no lo encuentren.

Yo medio resignado camino al salón. De todos modos mi mamá tiene que ir.

¿Por qué me metí a una escuela donde hay juntas de padres en el salón? ¿No pude meterme a una escuela normal, como las demás; donde tus padres solo ven a tu profesor y ya?

No sé qué pensé cuando lo hice. ¡Ah, sí! Mi hermano estudio en esta escuela.

¡No vuelvo a seguir sus pasos nunca más!

Aquí estoy en el salón esperando que mi madre deje su inspección en el terreno de la escuela.

Y que mi padre no encuentre a Naruto y que Itachi no se aparezca entre los arbustos. Si tan solo pudiera… ¡demonios!

Tenía que aparecer… ¿tengo mala suerte?

— ¿Quién es? — me cuestione en voz alta. Es Naruto con otra persona, igual rubia. Un hombre… ¿será su padre?

— Chicos nos vemos en el audio visual uno. Tienen diez minutos — el profesor Asuma encargado de nuestro grupo. Y dicho eso se va y perdí de vista al dobe.

— ¡Nene! — Mi madre me atrapa cuando salgo del salón — No lo encontré — me dice tristemente — ¿a dónde vamos?

— Al audio visual — Y tratando de ignorar sus informes de todos los chicos rubios que encontró, yo ruego al cielo que no lo encontremos.

La escuela esta infestada de padres de familia. Adultos por todas partes. Entrando a los audiovisuales, al auditorio y a los laboratorios.

— Al menos dime de que año es — me ruega mi madre

— N… no — le digo una vez entramos al audio visual

Ya muchos están dentro. Veo a Ino, Karin, Hinata y Kiba. ¿Por qué están aquí?

— Los padres de familia por favor siéntense en la parte de enfrente, los chicos atrás — No solo es Asuma, están la profesora Kurenai, y el profesor Gai.

— ¿Saben por qué nos han juntado? — pregunta Hinata después de que me sentará a un lado

— Ni idea — le contesta Kiba, yo niego con la cabeza

— Sasuke — me susurra al oído Karin — toma, te lo manda Naruto. Se disculpa por no decírtelo personalmente

— ¿Qué es? — le preguntó

— Léela — me dice

— Buenos días padres de familia — empieza el profesor Asuma — los grupos uno, dos y tres de primer año estarán a cargo…

Y dejo de escuchar lo que dice, desdoblo el papelito mientras el resto presta atención.

 

Perdón por no poder ir a verte, he tenido entrenamientos esta semana. De básquet.

Empiezo a leer la notita y… ¿soy yo o se parece a…?

¿Te gustaría salir el sábado después del partido de básquet? Al menos que quieras esperar al otro fin de semana. O tú pon el día y vemos.

¿O prefieres hablarlo?

Te dejo mi número de teléfono es este

¿Ah?

No puedo equivocarme, al menos que haya dos personas con la misma caligrafía.

Es… es… imposible.

¡Dios!

Debo estar soñando

— Jajaja no puede ser jajaja — ¡Es un dobe!

— ¿Sucede algo Uchiha? — la profesora Kurenai me pregunta y no puedo dejar de sonreír

— No, nada — siento que todos me están mirando

¡¿Pero qué importa?!

Lo único importante es que ese dobe, ¡es un dobe!

Notas finales:

¿¿Mi miedo es justificable??

Bueno, sé que no lo esperaban, ni yo lo planeé.

Ustedes me dirán, espero que me lo digan. Con toda sinceridad, aun si es cruel lo que me dirán.

No importa yo lo esperaré con las casuelas como escudo

Estoy nerviosa, literal estoy temblando.

Bueno... nos vemos la proxima, si siguen por aquí... claro.


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