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Cartas a Sasuke por Amok Scarlet

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¿Será de verdad? La carta que encontré en mi casillero, no tiene remitente, no tiene destinatario. Bueno sí pero tampoco es que diga mucho. ¿Cuántas personas empiezan con la misma letra que mi nombre? Es tonto escribir esto, pero no sé porque, simplemente no pude resistir la curiosidad de leerla. En este momento estoy encerrado en mi habitación, como queriendo guardar algo que hurte. Mi hermano no anda por casa, pero me da miedo que me cache, es tan protector conmigo que si ve la carta busca hasta debajo de las piedras al dueño para torturarlo hasta dejarle claro que se aleje de mí o le irá peor.


¡Ese es mi hermano! Lo bueno es que mi madre lo tiene controlado, imagínense que iba a colocar cámaras en la escuela solo para saber qué era lo que sucedía a mí alrededor. ¡Cámaras, por dios!


Sinceramente se me ha acelerado el corazón de solo leer la carta. El sobre era sencillo, color blanco y un círculo azul como sello, cerraba la carta. Abrí el sobre y saque la hoja que tenía dentro. Me encontré con una flor seca, todavía tenía aroma. No sabía qué tipo de flor era, pero me encanto. Una flor negra. Desdoble la hoja


 


Para: S


Hola, bueno, no debería empezar así, pero no conozco otra forma, no pretendo mostrarte lo que no soy. Aquí solo verás lo que tengo dentro de mí. Lo que no muchos conocen.


Tal vez no entiendas mis razones de hacer esto, pero tengo miedo. Miedo de ti, de lo que me puedas hacer. Me he enamorado de ti. Completamente, estoy perdido en tus ojos, oscuros como la noche, sin estrellas, sin brillo. Tu figura de escultura esculpida por las manos de dios. Tu porte de rey, imponente, elegante. Tu andar cual elfo, con gracia y delicadeza.


Tú sabes lo que causas, lo que provocas a quienes te ven. Te encanta sentirte el dios de sus fantasías, juegas con nosotros como peones de ajedrez. Hipnotizas a toda persona que te mire, hechizados por tu encanto. Solo de verte lanzan flores y alzan templos. Todo dedicado a ti.


Yo probablemente sea igual a los demás y solo este bajo tu hechizo, deseo descansar en tus brazos, sentir tu piel, tus labios, tu aroma, te deseo tanto que no quiero que nadie te vea, eres una loca obsesión, por la que estoy dispuesto a darlo todo.


La flor, te la dejo a ti. Tú eres como esa flor. Una orquídea negra. Extraño, misterioso, sensual, poderoso, tú eres todo eso. Escondes tantos secretos, no muestras a nadie lo que en verdad eres.


Estas tan cerca que podría tocarte pero tan lejos que no puedo ni hablarte


¿Qué puedo hacer para tenerte?


 


Cuando termine de leer la carta, la aferre a mi pecho. Nadie me había dedicado tantas palabras. Bueno, no estaba seguro de que fuesen para mí. Pero supongo que el contenido lo delataba, el único rey era yo. Tampoco es que sea tan egocéntrico, que lo parezca era otra cosa, ¡Pero era cierto! ¡En la escuela todos besan el suelo por donde piso!


No me gusta que me vean, por mí me encantaría ser invisible, transparente y pasar desapercibido para todos. Pero de a fuerzas llamaba la atención. Tal vez suene demasiado engreído, pero es la verdad. Yo soy guapo, al menos lo sé por todos los hombres que han intentado acercárseme. Y por otro lado está mi hermano protegiéndome, pero tampoco es para tanto. Vale que le esté profundamente agradecido por ello, porque no me gusta que se acerquen. Tal vez no lo demuestre pero soy tímido, ya lo dije, quiero pasar desapercibido.


No me gustan como ven, no soy un objeto sexual. Y me molesta que me miren así. Es horrible sentirse comido con los ojos. He de ahí mi encanto con esta persona que escribió esto para mí. Pero tal vez me esté dejando llevar por las palabras. ¿Y si solo juega conmigo? Ese es mi peor temor, nunca, nunca, nunca he salido con alguien.


Después de apresar la carta contra mi pecho escuche que tocaban la puerta. Me levante y guarde la carta en un cajón


— ¡Voy! — Grite ya que no dejaban de tocar — ¿Qué sucede Nii-san? — mi hermano estaba en la puerta


— ¿Qué no puedo ver a mi lindo otouto? — lo deje pasar, sí, quiero a mi hermano. Será una molestia (a veces, la mayoría) pero lo quiero.


Me abrazó y acarició mis cabellos, siempre que llega a casa lo hace, parezco más hijo suyo que de mi padre. Casi no está en casa pero sé que me quiere. Siempre que puede salimos los cuatro juntos o nos quedamos juntos en casa a jugar o ver películas, o simplemente platicamos. Le gusta pasar el tiempo con nosotros, aunque me gustaría que estuviera más en casa. El trabajo lo tiene preso. Él solo nos quiere dar lo mejor, lo comprendo.


— Nii-san — llamo a mi hermano, él siempre me escucha


— ¿Qué sucede Sasuke? — Nos sentamos en la cama


— ¿Cu… cuándo tuviste tu primera novia? — estoy seguro que estoy sonrojado. ¿Qué pensará de mí?


— Mmm… — he juntado mis manos y estoy viendo al piso. Estoy nervioso — pues yo la tuve a los 15


— ¿Y… y qué pasó? — Definitivamente esto me pone nervioso — Me refiero a…


— Pues… ella y yo simplemente nos atraíamos, pero no llegamos más, rompimos dos semanas después


— ¿Y cómo sabes si alguien te gusta? — ven lo que les digo, no sé nada de nada


— Eso, solo lo sabes. Es difícil de explicar Sasuke. Muchos dicen que se te acelera el corazón. O que sientes mariposas en el estómago. Hay veces en las que solo es atracción física. O un romance pasajero que no dura mucho.


Eso me entristeció, ¿por qué tenía que ser tan complicado? Sería más fácil si alguien te pudiera decir “Oye, estás enamorado, pero ese no es para ti. Ven mira a este otro, ese sí es para ti” Sería más fácil y la gente no andaría casándose, teniendo hijos y luego divorciándose.


— Ahora dime, ¿quién es el tipo que te está cortejando? — Se ha puesto serio, enojado, ¿qué locas ideas pasaran por su mente?


— Nadie, solo quería saber — lo miro a los ojos, para que vea que no miento


— ¿De quién estás enamorado entonces?


— ¿Eh? — ¿Qué le digo? “Del chico desconocido que me ha dejado una carta en mi locker”


Ni loco, lo buscara hasta en el mismo infierno si fuera necesario. ¿Eh? ¿Enamorado? Mis mejillas arden. ¡Me he enamorado de un desconocido! Más bien de su carta


— Los hombres son malos Sasuke, te harán daño — mi miedo, probablemente venga de mi hermano. Siempre me dice eso, que me harán daño, que no saben otra cosa más que aprovecharse, que solo quieren mi cuerpo.


— No, yo solo tenía curiosidad — eso parece aliviarlo. ¡Maldito Nii-san! Mamá dice que no le haga caso, que eso no es verdad, sino como hubiera nacido yo y tener un padre tan cariñoso como el que tengo. Siempre puedo contar con mi mamá, ella sí sabe.


— Bueno, vamos a comer. Mamá a preparado carne asada — bajamos al comedor, donde mi mamá nos recibe con una sonrisa.


— Aquí tienen — coloca unos platos en la mesa


— Mamá — ella me mira — ¿puedo hablar contigo después de comer?


— Claro, precioso — me sonríe



Estoy en el cuarto de mi madre, acostados en la cama, ella me abraza y acaricia mis cabellos.


— ¿Qué te dijo esta vez Itachi? — Ella lo sabe, siempre lo sabe


— Lo de siempre — le respondo, el cuerpo de mi mamá es cálido, reconfortante. Siempre te relaja y luego te pierdes, cuando te das cuenta estás dormido y al despertar te sientes realmente bien.


— Mmm — juega con mis cabellos


— Oye mamá — mis manos acarician su vientre — ¿Cómo sabías que te enamoraste de papá? — le escuche una risita


— Tú padre era un manipulador, tenía a toda la escuela sumida en su poder, luego llegue yo. Me había cambiado de ciudad y no conocía a nadie. Tú padre al verme me obligo a salir con él. Pero yo no lo deje — la mire desde donde estaba, ella tenía la vista al frente, como si viera las escenas del pasado — un día me jaloneo, me defendí, le di una patada en el estomagó para que me soltará. Él se quejó, corrí lejos de él y le escuche gritarme “¡serás mía!” Jajá — se carcajeó — hubieras visto su cara, al día siguiente anduvo tras de mí. Yo ya estaba harta de sus tonterías, siempre hacía las cosas mal. Opte por ignorarle, no sé qué le habrán dicho, unos días después fue totalmente diferente.


» Dejó de molestar a los novatos, ya no perseguía chicas. Dejó de estar sobre mí, cuándo me hablaba al principio fue porque nos encontrábamos en los pasillos y se le notaba nervioso. Después de otros días le entro valor de hablarme. Yo estaba sorprendida por su cambio de actitud. Y le di la oportunidad, me pidió que empezáramos de nuevo. Él deseaba tener una relación de amigos. Se lo concedí. Conocí muchas facetas de él que nadie conocía y solo mostraba conmigo.


» Muchas veces peleábamos por nuestras diferencias, recuerdo que una vez le dijo a una chica algo que me molesto, no le hable durante tres días. El torpe no sabía ni porque estaba enojada con él. Le había preguntado a media escuela que era lo que me tenía así, hasta que habló con una de mis amigas y lo mando a disculparse conmigo. Él le hizo caso y me espero hasta que terminaran las clases. Me pidió disculpas con un tulipán amarillo. Me enterneció tanto cuando me dijo “¿me perdonas?” no pude evitar decirle que sí — los ojos de mi madre muestran esa ternura — seguimos como amigos, yo ya empezaba a sentir algo por él, cariño.


» Mientras que yo empezaba a sentir estos nuevos sentimientos por él, en otras chicas también sucedía lo mismo. Antes lo odiaban, lo detestaban, con su cambio de actitud empezaron a fijarse en él. Fue cuando conocí los celos, no quería que lo miraran, no quería que le hablaran. Ja — frunció el ceño — caminaba con él en el receso, entre clases, había veces que hasta iba a su salón para ver que no anduviera con nadie. Eso haces cuando estas celoso.


» Hasta que vi que una chica se le declaró. Ese día lo fui a buscar como siempre a su clase, no lo encontré, pregunte a sus amigos y me dijeron que fue al patio trasero, ahí lo encontré, una chica de cabellos castaños ¡se le estaba declarando! — Alzo la voz — me quede a escuchar lo que decían, “lo siento, ya tengo a alguien que me gusta” fue lo que dijo tu padre. Yo me moría por saber quién era esa chica que le gustaba. Y cuando se fue la castaña con los ojos llorosos salí de mi escondite y lo enfrente


» “Creí que yo era quien te gustaba” le dije agarrándolo del cuello de la camisa — wow, mi mamá era… sorprendente — “Así es, tú me gustas” me contestó, deje de agarrar su camisa y lo tome de la cara “tú eres mío” le di un beso “¿Entendiste?” le pregunte cuando lo solté “Soy tuyo” me respondió. Desde ese día empezamos a salir, terminamos en distintas universidades, pero siempre nos veíamos los fines de semana.


» Cuando nos veíamos me decía que me extrañaba, que como le gustaría que nuestras escuelas estuvieran más cerca. En la ceremonia de graduación me pidió matrimonio, estaba frente a toda la escuela y lo dijo al micrófono. Yo creí que estaba en su ceremonia, eran el mismo día, pero estaba parado en el escenario. Todos se preguntaban quién era ese tipo, hasta que dijo mi nombre y mis amigos me vieron y me animaron a pasar al frente y responderle.


» ¡Qué vergüenza! Le grite que se bajara de ahí, me contestó que no hasta que le diera una respuesta, y se la di


— Le dijiste que sí — afirme


— No, le dije que no


— Yo pensé que… — me calló con un dedo en los labios


— Le dije que no por haber ido y dejado sus responsabilidades, todos gritaron cosas, pidiéndome que le diera el sí, que pobrecito estaba parado enfrente de todos haciendo el ridículo — sonrió — le había dado la espalda y cuando me di la vuelta y su cara triste me acerque le levante la cara, y le plante un beso diciéndole que sí. Luego conocí a sus padres y él a los míos. ¡Fue toda una revolución! — me reía al imaginarme a mí padre haciendo todo eso. No parecía de esos que hacían locuras, se ve tan serio que no lo creerías


» Sí, imposible de creer — me leyó los pensamientos — pero es verdad, tú padre hizo todo eso por mí, a todo esto. ¿Sabes por qué te lo cuento? — Negué con la cabeza — El amor llega cuando menos te lo esperas, lo sabrás precioso, simplemente lo sabrás


— ¿Tú crees? — Mi mamá me abrazó más fuerte


— Por supuesto, lo sabrías si fueras ciego, si no pudieras ver, si no pudieras sentir. El amor siempre se sabe cuándo está ahí. Solo hay que querer retenerlo — me beso la frente y nos quedamos así, hasta que me dormí.



— Sasuke, vamos nene. Tienes que despertar — la voz de mi mamá llamándome


— Otro ratito más — su risa


— No, acuérdate que día es hoy


— Mmm… no sé, martes — empiezo a abrir mis ojos


— Sí, ¿y qué tenemos que hacer los martes? — me levantó de golpe


— Lo olvide — mi mamá sigue con su sonrisa


— Todavía es temprano, tienes tiempo — me señala el reloj


— Gracias mamá — le doy un beso en la mejilla y me levanto de la cama


— Ya está el desayuno, te espero abajo — me dice mientras salgo del cuarto y me dirijo al mío


Los martes por las mañanas tengo club, jardinería. En la escuela tenemos un invernadero. No somos muchos, pero me gusta cuidar de las plantas, a cada quien le toca un área de la escuela que tiene muchos jardines. Casi ni nos vemos, es más ni nos conocemos entre integrantes. A lo mucho recuerdo a tres y solo cuando coincidimos en la llegada a la escuela. Una vez que llegamos en el pizarrón que hay en el invernadero dice tu nombre y el área que debes de cuidar ese día, así que ni nos vemos.


— Ya me voy — me despido de mi mamá


— Cuídate — me da un beso y salgo de casa


Mi calle es tranquila, a esta hora más. Muchos todavía no salen de sus casas, todavía deben andar metidos en sus camas y con este frío no los culpo. Estamos a principios de Febrero y está helando. Camino tranquilamente hasta la escuela que no esta tan lejos de mi casa.


Dejo mis cosas en mi casillero y ahora sí, camino al invernadero. Entro y no hay nadie, como era de esperar. Parece que me equivoque si hay alguien, nunca lo había visto, sus cabellos son rubios. No recuerdo haberlo visto, parece que ya se dio cuenta de mi presencia.


— Ah… — se rasca la nuca — lo siento no te vi entrar


— Dobe — se me escapo. Sus ojos son azules y tiene tres marcas a cada lado de la cara, ¿de qué serán?


— Teme — me lo devuelve. Lo veo salir antes de poder responderle. Como sea.


Hmm, que área me toca hoy. El jardín trasero, tomo las cosas que voy a utilizar y salgo del invernadero. En mi camino al jardín veo al rubio de antes, está inclinado ¿hablando con las plantas?


— ¿Cómo están pequeñas? Les he traído agua, van a crecer fuertes y sanas. Mañana toca revisar que no tengan bichitos, pero parece que todo va bien — es un dobe hablando con las plantas, se le ve tierno ahí.


Mejor sigo con lo mío antes de que se dé cuenta de que estoy aquí.



Después de haber regado las plantitas, regrese a dejar el material, y entre a mí salón. Sentándome en mi lugar, en la primera fila, el tercer lugar. Todavía no llegaban muchos y no volví a ver al rubio. ¿Será así de guapo el chico de la carta?


Seguía pensando en eso mirando a la ventana y ahí estaba el rubio, aun regando las plantitas y hablando con ellas. Me le quede viendo, hasta que se fue. Ese chico me llamo la atención, nunca antes lo había visto.


Se escuchó el timbre y cuando voltee ya muchos estaban en sus lugares. No me había dado cuenta


— ¿Qué mirabas Sasu? — me pregunta Karin, mi amiga. Una chica pelirroja


— Nada — le contesto. Ella es una de las pocas personas con las qué hablo


— Mmm — se asomó a la ventana, viendo que no había nadie. Karin es muy perceptiva


— Solo tenía ganas de salir — le mentí


— Bueno, te dejó, tengo que ir a mi clase — Karin va en la clase de al lado, se despidió con la mano antes de desaparecer por la puerta



— Sasu — Ino, otra de mis amigas — Hoy te toco club ¿verdad?


— Sí — le conteste


— Qué suerte tienes — dice suspirando


— ¿Por qué? — pregunto sin saber a qué se refiere


— ¿No lo sabes? — se impresiona por mi “respuesta”


— Si no por qué pregunto — le respondo


— El presidente de tu club es el chico más guapo de la escuela — dice toda emocionada y con los ojos brillantes llenos de ilusión


— No sé quién sea el presidente — le digo recargándome en el respaldo de la silla


— ¿Qué no tienen reuniones o algo así? — me tomó por los hombros agitándome


— Ino


— ¡Por dios Sasuke! — seguía agitándome


— Ino


— ¡Debes de conocerlo!


— ¡Ino! — Le grite — me haces daño


— Perdón, cuándo lo vea te digo quién es. No puedo creer que no lo conozcas


— Chicos, tomen asiento. Abran su libro…


— Nos vemos luego — se despidió yendo a su lugar



Las clases, pasaron con total normalidad. Hasta la hora del almuerzo. Siempre me junto con Ino, Karin, Kiba y Hinata.


— ¿Entonces no conoce a Naruto? — pregunta Kiba incrédulo


— Ya les dije que no. ¿No podemos dejar el tema?


— ¡Pero es imposible no saber de Naruto! — exclama Karin


— Pues lo siento, no sé quién es


— Sasuke te hablan — una chica a mi espalda me señala a un chico de cabellos castaños


— Es Neji — dice Kiba, él está enamorado de Neji


— Ahorita vengo — me levanto de mi lugar y voy donde está el oji-blanco — ¿Me buscabas?


— Sí, ¿quieres salir conmigo? — me pregunta, me siento mal por Kiba


— No, gracias — contesto indiferente


— No sales con nadie — me dice — yo soy buen partido — aja, ¿cómo Kiba puede estar enamorado de este tipo?


— No, gracias — me voy dejándolo en el mismo lugar que lo encontré


— ¿Qué te dijo? — me pregunta Ino. Yo veo a Kiba, esta decaído


— Dilo, no pasa nada — me alienta a decirlo. No lo quiero decir, no lo quiero lastimar — de verdad, no pasa nada — su voz suena ahogada. Lo abrazo


— Lo siento — lo consuelo. Está llorando. Hinata acaricia sus cabellos e Ino, ella se siente culpable por hablar del tema


— Olvídalo, es un patán — le digo, tratando de animarlo


— Hay mejores — me sigue Hinata. Neji es su primo, y por lo que sabemos no se llevan bien.


— Sí, como el tipo que no te deja de ver en estos momentos — dice Karin. Hinata y yo volteamos a donde señala Karin con los ojos. Siendo lo más discretos que podemos. Y sí, un chico está viendo hacía acá


— ¿Quién me vería a mí? — Sigue llorando, por lo que regresamos la mirada a él — no soy guapo como ustedes, tengo estas marcas en mi cara — se agarra las mejillas, donde tiene dos triángulos rojos —soy moreno, mis dientes son horribles


— ¡No digas eso! — Hinata lo reprende — eres hermoso


— No, ¡no lo soy! — se levanta, zafándose de mis brazos y corriendo


— ¡Espera Kiba! — le grito, Karin me detiene, yo la miro molesto


— Déjalo — le iba a contestar pero me señala mi estómago indicándome que mire atrás — está en buenas manos — me siento, me había puesto en pie


— ¿Segura? — me preocupa


— Tranquilo, tú viste como lo veía — dice Ino


— De acuerdo



Después de lo ocurrido en el comedor, regresamos a nuestros, salones. Hinata va en el grupo tres con Kiba. Karin en el grupo dos. Ino y yo en el uno.


Cuando termino la primera clase después del almuerzo Hinata vino corriendo junto con Karin, diciéndonos que Kiba no había entrado a clase. Salimos corriendo a buscarlo. Lo encontramos en la enfermería, estaba durmiendo en una de las camas y el chico que vimos lo siguió, estaba sentado a un lado de él.


— Shh… — nos pidió guardáramos silencio — se acaba de dormir


— Gracias — le decimos todos


— ¿Quién eres? — pregunta Karin


— Disculpen — se levanta — Me llamo Shino, de segundo, grupo dos — nos hace una reverencia


— Yo soy Karin, ellos son… Hinata, Sasuke, Ino — nos señala — y el que está ahí durmiendo Kiba — él ríe


— Bueno, tengo que ir a clase. Ya me perdí la primera hora. Con permiso — nos hacemos a un lado y vemos como sale del lugar


— Es guapo — murmura Ino


— ¡Ino! — la riñe Hinata


— ¡¿Qué?! Es la verdad — responde


— Shh… — las callo — lo van a despertar


— Entonces regresemos o nos castigaran — dice Karin


— Yo me quedo — decide Hinata


— No, sino quien avisará a los maestros. Además de que debes tomar notas por él — debate Karin


— Tranquila, no es un niño pequeño — infiere Ino


— De acuerdo — salimos de la enfermería y volvemos a nuestros salones



Las clases acabaron y nos vimos en la salida. Hinata y Kiba venían juntos. Kiba se veía mejor. Ya no tan triste, pero aun decaído.


Veo como mete cosas y saca otras de su locker. Y el chico de antes se acerca a él y parece decirle algo. Él voltea, se despide de Kiba y se va con sus amigos que lo esperan. Lo sigo con la mirada y me encuentro con esa cabellera rubia. Los sigo, más bien al rubio, no puedo quitarle la mirada de encima. Se está riendo, y caminando hacia atrás, puedo ver su cara perfectamente. Parece un niño.


— ¿Lo viste? — Escucho la voz de Ino, pero se siente tan lejana en este momento — ese es


— Sí, ya lo vi — le contestó ido, perdido aun en esos ojos azules


— ¿Verdad que es guapo? — me pregunta


— Lo es, es guapo — espero no estar babeando


— ¿Vamos al karaoke? — escucho la pregunta pero no sé quién la hace — ¡Hey Sasuke!


— ¿Eh? — miro a Karin


— Te gusto — me pica en el brazo mientras lo dice con vocecita burlona — te gusto, a Sasuke Uchiha le gusto un chico. Esto es noticia


— Ni se te ocurra divulgarlo — le digo molesto a Ino, sin saber a quién se refiera. Ya que no le preste atención


— Vale, pero me debes un favor


— Ya qué — le digo y vamos caminando


— ¡Al Karaoke! — gritan animadamente Ino y Karin. Mientras yo camino junto a Kiba y Hinata


— ¿Qué te dijo? — le pregunto a Kiba


— ¿Quién? — me pregunta, caminamos unos pasos atrás de las otras locas que tenemos por amigas


— Shino — contesta Hinata


— Ah, él


— ¿Como que él? — decimos ambos


— Solo me dijo que… que si quería salir con él…

Notas finales:

¿Qué tal?

¿Les ha gustado?

Espero que sí. Lo que tambien espero son sus comentarios

Bueno... bye bye


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