Era un día como cualquier otro, el sol oculto, el ambiente frío, el edificio en un silencio sepulcral. Claro, cabía destacar que era sábado por la tarde y probablemente todos estaban ocupados con alguna actividad individual o simplemente tenían una vida, una vida que el pequeño Kyungsoo no poseía.
Desde que empezó con su entrenamiento como trainee se alejó de sus pocas amistades, incluso ya ni mantenía comunicación con su familia, era algo triste, pero cierto.
Ese día en especial era demasiado aburrido para el joven de cabello marrón, los más cercanos amigos dentro de su grupo, por no decir TODOS, de seguro estaban súper entretenidos. Suho tenía una entrevista para una importante revista, Chanyeol tenía una sesión de fotos junto con Baekhyun, Sehun salió con Luhan a quien sabe dónde, Xiumin estaba de viaje, Kai…Kai no importaba.
De seguro ah de estar con su novio – dijo para sí mismo muy desanimado, tomando una de las pocas revistas que yacían en la mesita de la sala de su ahora “hogar” –
Hecho un vistazo a algunas páginas posando su atención en una nota en específico. KOREA: PAÍS N°1 EN DISCRIMINACIÓN (jóvenes sufren abusos y burlas sobretodo en la etapa escolar)
El artículo parecía muy fuerte por lo que comenzó a leerlo con gran interés, pero no pasó ni un segundo cuando escuchó un fuerte golpe proveniente de la entrada, se acercó lentamente con algo de temor para verificar que no fuese nadie peligroso, su corazón volvió en si cuando vio a un joven de piel morena atravesar el lumbral de la puerta con una notable incomodidad en su rostro, ¿Había estado llorando?, no, eso no puede ser, el gran Kim JongIn nunca llora, menos cuando viene de una de sus dichosas citas.
El mayor se acercó a su dongsaen sigilosamente sin darse cuenta.
JongIn – procedió el joven Kyungsoo, tomando uno de sus hombros con delicadeza, pero el menor estaba desprevenido así que tiro de la mano de su mayor con fuerza provocando un sonoro quejido de dolor departe de Kyungsoo –
¡Hyung! – JongIn parecía darse cuenta de la gravedad de su pequeña acción cuando vio un poco de sangre brotar de los profundos rasguños que sin querer le había dado –
Está bien – dijo el más bajo, ocultando tanto su cara de dolor como su mano – debes estar estresado, perdón por molestarte – dicho eso dio media vuelta y empezó a caminar en dirección al cuarto de baño cuando sintió dos fuertes brazos rodeando su delgada cintura y por su hombro derecho se asomó un perfilado mentón que tomo reposo en el hombro del mayor provocándole una rara dosis de adrenalina –
Perdón hyung, enserio lo siento, tú no tienes que disculparte de nada – la suave respiración del menor chocaba contra el cuello del mayor haciendo que empiece a sentir algo que ya había sentido antes, algo que solo JongIn le hacía sentir –
Estoy bien – en un intento desesperado de separarse de ese hermoso cuerpo pasó su mano derecha por debajo del agarre de JongIn, accidentalmente tocando el raspón con su ropa soltando un suave gemido de dolor, pero no lo suficientemente suave para que pasara desapercibido por el moreno quien lo tomó cuidadosamente de la muñeca dirigiéndose al baño, no hubo quejas de parte del más bajo, solo se dejó llevar –
(…)
Kyungsoo – el menor rompió el momento incómodo que se había formado por unos segundos – No lo tomes a mal, pero ¿Qué haces aquí solo? – la pregunta sorprendió un poco al pálido joven, quien trataba de mantenerse fuerte mientras JongIn limpiaba con la mayor delicadeza del mundo la herida que minutos antes él mismo le había hecho –
¿También te puedo preguntar algo? – respondió luego de unos minutos de debate en su cabeza. El menor asintió concentrado en hacerle doler lo menos posible mientras curaba su mano – ¿Acaso lloraste antes de venir? – dijo tímidamente luego de dudar si preguntárselo o no –
Esta pregunta desconcentró a JongIn quien paso el algodón por la herida sin ningún tipo de cuidado, el mayor sacó inmediatamente su mano viendo la rara reacción del moreno a su pregunta, y al ver que no respondía ni tenía intención de hacerlo, procedió a retirarse de aquel cuarto de baño, pero antes de poder hacerlo sintió un fuerte agarre en la muñeca, el mayor volteó, JongIn no mostraba el rostro.
Aun no termino de curarte, hyung – seguido esto empezó a atraer al mayor hacia él, con la excusa de ver mejor la herida, Kyungsoo estaba totalmente incomodo –
Terminamos – dijo JongIn cortantemente –
¿Ah? – fue la única reacción del mayor –
Taemin terminó conmigo – el menor empezaba a descontrolarse y Kyungsoo se dio cuenta al sentir el ligero temblor proveniente de las manos que ahora lo estaban curando –
Lo siento – fue lo único que encontró apropiado para decir –
Le sorprendió lo que su menor le estaba contando, ¿Por qué terminarían? Si eran la pareja más empalagosa, asquerosamente empalagosa que había visto en su vida, a Kyungsoo le dio coraje que Taemin haya terminado con JongIn, nunca le agradó Taemin, pero no era culpa de él, era culpa de los malditos celos que desde el día en que JongIn confirmó su relación no lo dejaban dormir, sabiendo que el chico al que secretamente amaba ahora tenía dueño, nunca se consideró un rival, ¿Quién podía competir con el gran Taemin? Ese chico era jodidamente hermoso hasta para los ojos de un hombre, por lo que decidió enterrar sus sentimientos y nunca mostrar indicios de ellos, no quería terminar siendo rechazado, eso le causaba temor.
Eso debería decirlo yo hyung – el menor de la habitación sorprendió con sus palabras al mayor – lo siento por mí, por como soy…, por como nací – el más alto dejó la herida a un lado porque sabía que perdería el control de sus acciones en cualquier momento –
¿Por qué estás diciendo eso? – el inocente Kyungsoo preguntó sin saber que eso daría pase a una serie torrencial de lágrimas que no pararían de salir –
¡Por esto! – un muy alterado JongIn se quitó el abrigo señalando su piel –
Debajo llevaba una remera sin mangas, lo que dejaba casi toda su piel a la vista. Kyungsoo tragó en seco.
¡Por mi asquerosa y maldita piel! – el menor dio un largo suspiró apoyando ambas manos en el lavabo – ¿Por qué todos se burlan de mí? ¿Por qué siempre terminan haciéndome sufrir? ¿Por qué nadie me puede querer como soy? – El joven de pelo castaño empezaba a derramar más y más lágrimas –
Verlo así le partía el corazón al pequeño Kyungsoo, no entendía porque las personas se burlaban de él por ser así cuando Kyungsoo lo consideraba adorablemente hermoso, de hecho era una de las muchas veces en las que se sentía impotente, cuanto ansiaba besarlo y decirle que lo amaba y que él nunca lo haría sufrir, cuando deseaba tenerlo cerca día y noche, como deseaba que esa piel fuese solo de él, pero, había algo que se interponía, de hecho eran varias cosas, empezando por Taemin y terminando por la estúpida timidez que le habría impedido confesarle sus sentimientos en muchas ocasiones en que tuvo la oportunidad. Pero esta vez sería distinto, no dejaría que su menor siguiera sufriendo, no ahora.
Lentamente se acercó a su dongsaen pasando ambas manos por su muy trabajado abdomen, cerró su agarré y posó un tierno beso en su espalda, haciendo que el menor volteara a ver inmediatamente a Kyungsoo, pero no lográndolo ya que el mayor había intensificado la fuerza con la que lo tenía sujeto.
Hyung…– dijo tímidamente JongIn viendo en el espejo su propia imagen siendo abrazada cálidamente por la espalda –
JongIn empezó a posar la mirada en el rostro de su mayor que yacía escondido y reposado sobre su propio hombro, luego bajó la mirada encontrándose con unas manos temblorosas que lo sujetaban con fuerza.
JongIn…yo – soltó de la nada el mayor –
Yo…siento no habértelo dicho antes, pero… – un rostro se asomó mostrando que las lágrimas se apoderaban de él –
Por alguna razón, el corazón de JongIn empezaba a tomar una rapidez sorprendente, y su rostro se había tornado de un color carmesí, algo que él no comprendía.
Yo nunca te haría sufrir….Y… siento no poder decirte el resto ahora –alejó sus manos de la persona frente a él y procedió a irse –
La valentía que lo llevó a abrazar a la persona que amaba se esfumó cuando por su mente pasaron como relámpagos esos recuerdos, recuerdos que le hacían mucho daño, recuerdos felices de JongIn con su novio, entonces entendió que no tenía por qué meterse, o tal vez fue otra vez el miedo que le jugó en contra.
Kyungsoo – el menor persiguió a su mayor a través de la sala hasta una de las habitaciones – Hyung, espera… – el pálido chico no paraba su caminar, es más, lo aceleraba con tal de no ser alcanzado por su menor –
JongIn logró alcanzarlo, tomando su muñeca, pero la herida aún seguía abierta por lo que el mayor quito su mano de inmediato y corrió hasta la habitación cerrado la puerta apenas entró, sin contar con que JongIn ya estaba en el lumbral, golpeando su pie accidentalmente, Kyungsoo dejo la puerta abrirse.
Kai, ¿estás bien? – Se tapó la boca de inmediato, recordando que Kai era como le decía su amado Taemin, provocándole una sensación de vergüenza infinita haciendo que sus mejillas se sonrojaran –
JongIn dio un paso, pero no pudo mantenerse de pie por lo que inconscientemente se apoyó en Kyungsoo empujando a ambos hacia una de las camas donde las piernas de Kyungsoo chocaron e inevitablemente cayeron sobre esta, uno sobre el otro, cerca…demasiado cerca.
¿Qué querías decirme? – pregunto el más joven sin moverse en ningún momento, parecía extrañamente cómodo en esa incómoda posición –
Kyungsoo solo miraba a su dongsaen, lo miraba una y otra vez, no podía dejar de hacerlo, él tenerlo tan cerca no le permitía pensar bien, de hecho también le costaba respirar, no solo porque JongIn se encontraba encima de él, si no por un hecho desconocido que estaba a punto de averiguar.
Sin dejar de mirarlo, con la respiración agitada, y la mente hecha un nudo, sin pensar en las consecuencias, Kyungsoo tomó rápidamente a JongIn por la nuca, enredando su mano en su sedoso cabello, atrayendo el sorprendido rostro de su menor hacia él, estampando sus labios en los carnosos labios de él chico que amaba.
JongIn no pudo reaccionar ante la acción de su mayor, fue un beso rápido, el mayor separó sus labios del menor antes de que este pudiera rechazarlo.
El menor quedó totalmente sorprendido, enserio no se esperaba aquella respuesta de Kyungsoo, el mayor aprovechó esto para hacer a un lado a JongIn e intentar salir de ahí, pero el joven moreno ni bien terminó de procesar las cosas giro rápidamente hacia el más pálido empujando su cuerpo hacia la pared, logrando arrinconarlo en cuestión de segundos.
JongIn… ¿Qué haces? – Kyungsoo trató de zafarse de aquella pequeña cárcel pero todo intento le fue inútil –
Lo mismo que tú, hyung – el más bajo miró a los ojos de su acompañante con un ligero temor pero este desapareció de inmediato cuando el más alto arremetió contra él con un beso desesperado –
Kyungsoo sabía que lo que estaba por venir era prácticamente inevitable así que solo se dejó llevar.
Abrió los labios para permitirle el paso a la lengua de JongIn, quien entró gustosa a la cavidad de Kyungsoo, provocando que el beso fuera aumentando en intensidad. El pecho del mayor subía y bajaba al ritmo de la respiración ajena, el joven de pelo castaño cogió a su mayor por la cintura atrayéndolo hacia él provocando el roce de sus miembros, Kyungsoo soltó un leve gemido, que solo logró excitar más a JongIn, quien presionó su cuerpo contra el de su hyung quien estaba igual de desesperado con los movimientos, las manos de JongIn subieron llevándose consigo la camiseta que Kyungsoo traía puesta, en un movimiento más logró quitarse la camisa él mientras sus labios aún no se separaban seguían besándose con frenesí, tal pareciera que ambos han estado esperando este momento desde hacía mucho.
El más alto cargó al mayor y lo llevó a una de las camas, tirándose junto con él a esta, separó sus labios de los del pálido joven y comenzó a dar pequeños besos en su cuello, besos que hacían que Kyungsoo gimiera ocasionalmente, no contento con esto bajó por el torso desnudo de su hyung recorriéndolo lentamente , mientras que ambas manos trataban de liberar al mayor de sus prendas inferiores, solo unos minutos después ya ambos se encontraban totalmente desnudos, besándose como si lo hubiesen deseado siempre, tocándose en los lugares prohibidos que siempre quisieron, aquel cuarto empezó a calentarse, los cuerpos de ambos empezaron a sudar, lo que hacía más excitante el roce de ambos cuerpos.
Sin aviso previo JongIn empezó a rozar su notoriamente erecto miembro contra la entrada de Kyungsoo, provocando que este se arqueara y lanzara un gemido que a JongIn le encantaba escuchar.
Ah…JongIn, ah… – decía un muy excitado Kyungsoo con la respiración entrecortada –
Gemidos que JongIn calló con besos, y más besos, sinceramente él ya no aguantaba más, quería entrar en él, quería hacerlo suyo, era una sensación demasiado rara, que nunca había sentido.
JongIn empezó a ingresar un dedo lentamente en la entrada de su mayor, sin previo aviso, sin lubricante, sin nada, no aguantaba más, Kyungsoo gemía con una mezcla de dolor y placer, JongIn metió el segundo dedo y comenzó a moverlos en círculos para dilatar cada vez más su entrada, algunas lágrimas caían por la mejillas de Kyungsoo, pero Kai las borraba con sus labios, para luego seguir besando el resto de él. Cuando por fin entro el tercer dedo, las caderas de Kyungsoo empezaron a moverse por su cuenta, indicándole a JongIn que ya estaba listo, así que sacó sus dedos cuidadosamente y atrajo hacia si de las piernas a un sudoroso Kyungsoo que lo miraba con vergüenza, JongIn se acercó hasta su oído.
Hyung…yo tampoco te lastimaría – esa sensación, el aliento cálido de JongIn chocando contra el cuello de Kyungsoo solo lo hacían impacientar más por lo que JongIn se apresuró.
Agarró a Kyungsoo de la cadera, y lentamente fue metiendo su erecto miembro en su estrecha entrada provocando que un gemido que tranquilamente pudo haberse escuchado en toda la casa saliese de Kyungsoo, quien estaba totalmente fuera de sí, gemía con cada embestida que le daba JongIn, y cada vez lo hacía más fuerte.
Con el tiempo las embestidas fueron ganando rapidez…
Ah…JongIn…m-me…ah…me…veng…ah… – la excitación que JongIn le causaba era de otro mundo –
JongIn con estas palabras aumento la velocidad de las embestidas, Kyungsoo gemía sin parar, JongIn respiraba con dificultad, y cuando el miembro de JongIn alcanzo el punto, Kyungsoo se aferró a la sabana fuertemente, pero su gemido fue silenciado por un apasionado beso de parte de JongIn.
El rápido ritmo siguió por unos segundos más, tiempo suficiente para que JongIn con las fuerzas que le quedaban tomara el miembro de Kyungsoo y comenzara a masturbarlo, haciendo que este ya no supiera de que aferrarse de tanto placer, hasta que Kyungsoo derramó su esencia en las manos de JongIn, seguido por este quien se liberó en el interior de su mayor provocando un último y ahogado gemido de su hyung seguido de un mar de fuertes respiraciones mientras JongIn limpiaba con sus labios la esencia derramada por Kyungsoo.
Luego de esto el menor ordenó a Kyungsoo echarse correctamente en la cama, a lo que el obedeció, siendo seguido por JongIn quien se acurrucó en sus brazos, abrazando su torso con ternura, tomando su mano derecha y dándole un tierno beso a la herida que había causado todo esto.
Hyung… – dijo tímidamente el moreno –
¿Sí? – respondió un aun agitado Kyungsoo –
Yo también te amo – el mayor abrió los ojos sorprendiéndose por la repentina confesión, pero cerrándolos inmediatamente al sentir los cálidos labios de su menor sobre los suyos–
Terminando aquella confesión con un tierno beso, un beso que, a pesar de que Kyungsoo no lo sabía, JongIn estaba esperando desde el primer día en que lo conoció…