Desperté muy temprano, y pensé en lo que hable con él, con Seung Hyun, ni doctor. Extrañamente era difícil pronunciar ese nombre...pero exactamente no lo sabía por qué.
¿Podré ver la vida de otra manera? Mejor dicho, ¿podre cambiar? La ideología que tengo de esta vida, de MI vida... será difícil que llegue cambiarla ¿Por qué? Simplemente porque yo no deseo hacerlo. Y como yo no deseo hacerlo, no tengo voluntad de nada y sin voluntad no lograre nada...
Exactamente, cuando intente acabar con todo... entre otras palabras— suicidarme — perdí todo rastro de esperanza por continuar con lo que se osaban a llamar mi VIDA.
En ese entonces llegue a una rápida conclusión que era acabar con ella, y en si me pareció ser una excelente idea. Ya que así, probablemente me iría a un lugar mucho mejor, donde no existirían penurias, ni dolor, ni maldad. Podrían al fin vivir en paz, sin sentir el pesar de mí pasado angustioso, en paz conmigo mismo y con todos... Que ingenuo fue pensar de esa forma...
Tres tocadas, tres tocadas en la puerta fueron las que interrumpieron mi dilema.
Adelante, dije muy frio.
- Buenos días, ¿hace mucho que estas despierto, o recién?
- Buenos días, lee.- llegue a la conclusión que lo llamaría así, para no sentir esa intriga, y no sentirme mal yo mismo.- Si, bueno no, no hace mucho.- vi la bandeja que trajo con él, y lo puso en la mesita que había.- ¿y eso?
Me miro, y sonrió.
- pues tu desayuno.
- No se apetece, gracias.- sonreí falsamente.
- Tienes que comer.
- No quiero, y no me puedes obligar.- rodé los ojos.
Escuche que resoplo.
- Está bien, bien. No te obligaré. Entonces ¿el joven querrá que hablemos? — uso un tonito que me hizo... ¿hace cuánto que no sonreía de verdad? — ¡Ves! - él también sonrió — Así deberías estar más a menudo, mírate que hermosa sonrisa que tienes, eres testarudo.
- No lo soy. - dije aun sonriendo débilmente, mirando el tazón de ¿patatas?
- Está bien, está bien, ahora sí, ¿podemos hablar?- suspire
- Bien, claro...
Resople, y pensé en mil y un cosas, sin centrarme en ninguna en particular, me sentía angustiado, tanto que quisiera salir corriendo de aquí... sin embargo, estar conectado a algo que hace bip, y tener tubos metidos entre tus venas... es un gran impedimento...
- Dime ¿en qué piensas, Ji? — Estaba sentado en uno de los sofás de la habitación, observándome con atención aunque tratase de distraerme con su sonrisa. Bah.- Por cierto, desde ayer lo estaba pensando... Pero, ¿no tienes algún pariente que te gustaría ver o decirle que estas aquí?
¿Qué le hacía? ¿Decirle la verdad? Y oír ¿cómo se burla de mi horrible vida? No... claro que no estaba dispuesto para eso...
Él no lo sabe...
- Eh... no... mi madre murió hace cuatro años atrás — hice una pausa, conteniendo el dolor en la garganta y mire hacia otro lado, mostrando indiferencia — y mi padre 6 meses después, siguió sus pasos...- quise decir más, pero el maldito nudo en la garganta me lo impidió, la vista se me nublo.
Cayó una lágrima, seguida de una y otra más. Me dolía hablar de mis padres, e inclusive tratar de hablar de él, o tan solo recordarlo...
Así que no dije más, y todo recuerdo de él lo refundí en lo más hondo de mi mente con el fin de no volver a pensar en aquello.
- Ohhh... lo siento no, no lo sabía- se oía muy apenado, sin embargo se veía impactado por la frialdad con la que respondí.- entonces, eso significa que, ¿vivías solo?
- N-no...- se oyó como un hilo de voz débil, y las lágrimas volvieron a atacar.
Maldita sea recordar, recordar aquello. Aquello por lo que quise huir de este mundo.
- No. — dije esta ves más firme aunque aun tenia la voz quejumbrosa.
- ¿Vivías con algún familiar, o alguien que conocías?- lo dijo algo curioso, sin maldad ni con intención de dañarme con sus preguntas inoportunas.
- Lee, por favor. Detente- me interrumpió.
- No me llames así...-sonreí débilmente.
- Lo siento, odio llamarte Seung Hyun.- y aun ni yo mismo comprendo por qué...
- ¿Por qué odiarías llamarme de esa manera?
- Pues... ni yo lo sé. Es muy confuso. Me causa mucha incomodidad y molestia. Solo eso. — no dije más. Aunque sabia que había algo más, no dije nada más.
- Esta bien, entonces no me llames de esa manera si te hace sentir incomodo.- asentí- que tal si me dices Seungri, así suelen llamarme mis amigos... Lee me hace sentir muy viejo...
- Está bien. Por favor, Seungri no quiero hablar más del tema...
- Mhmm, bien, noto que te pone mal hablar respecto a esto, ¿no es así? —Asentí con la mirada clavada en las sabanas blancas- está bien, no tocare el tema. Por ahora.- volví asentir y limpie mi rostro de todo rastro de lágrimas.
Mire con nostalgia por la ventana, y vi con mayor detenimiento. Y me percate de algo. Del inmenso jardín y en él había un rosal. Las rosas, que en su momento debieron ser hermosas, ahora estaban secas, feas, quemadas por el frío y marchitas, haciendo que se vea más decrepito el ambiente.
- bueno, ya me voy Ji. ¿Sí? — negué.
- Puedes quedarte solo un momento más. ¿Por favor? — ¿hace cuánto que no rogaba algo?
- Mhmm, está bien.- sonrió.
- Tengo una pregunta.
- Si, dime, Ji.
- ¿Por qué un rosal?- me miro dudoso, y con la mirada le señale el jardín, ocultando mis manos entre las sabanas. No quería que viera mis brazos rasguñados hasta el tope...
- Ohhh, por lo que sé fue un regalo del amado de la directora del hospital... Cuando eran pareja...
- Entonces, ¿por qué lo tiene de esta manera? ¡Las rosas están muertas!- dije algo alterado. Amaba las rosas (quizá una de las pocas cosas que amaba) y tenían un gran significado para mí.
Recuerdo que cuando era pequeño, mama tenía en su jardín muchas rosas... con mucho esmero las cuidaba y las regaba, siempre me gustaba observarla y hacerle preguntas ocasionales... Pero no volvió a ser así después de unos cuantos años y no lo volverá a ser jamás.
Sonrió, seguro había oído mis pensamientos y se estaba burlando de ellos...
- El amor se marchito, se acabó, y no hubo quien se preocupara y cuidara de ellas... Dejó de importarle y las tiene sin más.
- Mhmm...lo comprendo... — en verdad no comprendía...
- Sí.
No dije más y mire a través de la ventana, y sin tener un momento determinado, me venció el sueño...y de ensueño en sueño, escuche un, buenas noches, que duermas bien. Y luego un cálido beso en la frente...
Entre sueños otra vez aquel camino sin salida. Siempre corro hacia la misma dirección... Donde solo hay dos direcciones, una la más concurrida y clara...pero, ¿qué ocurre con la otra dirección?
Nunca he dado ni un paso hacia ella, o ¿quizás sí?... Y simplemente no lo recuerde... o no quiera recordar...
Me detuve, y mire hacia atrás, y me di la vuelta dispuesto a ir en dirección opuesta. Con intención de ir hacia ese sendero lleno de tinieblas. Seguí caminando, quise acelerar el paso, pero no pude. Era como si el propio camino me atara a el y se complicara cada paso hasta volverse imposible...
Había llegado a un punto donde por más que tratara de ver por todos los lados, me era absurdo... todo se veía de la misma manera... borroso sin imágenes claras.
Con voces y momentos distorsionados, y cada paso que daba era tan complicado, y más complicado aún, era mantener la vista fija en un punto determinado.
Que... ¿qué era esto?
Y no se en que momento reaccione, y me percate de la situación...
No era una simple dirección...
La dirección o camino que siempre ignore; en mi mente... eran aquellos recuerdos, que por más que trataba me era imposible recordar...
Ahora quizás sea más fácil comprender ciertas cosas, pero un tanto difícil entender otras.
Por casi mucho tiempo de mi vida he estado ignorando algo, que quizás en el pasado tuvo mucha importancia... pero, y ¿ahora qué?
¿Qué paso? Con exactitud, ¿que era aquello, que hoy en día no recuerdo?
¿Por qué me es tan complicado recordar?
¿Fue algo de gran importancia? Lo dudo, sino lo recordaría con mayor claridad... Entonces, ¿Qué es?
Gran parte de mi vida, la siento así, borrada. Sin momentos vividos. Ahora que se esto; solo me queda... recordar lo que he olvidado... E ignorado por tantos años...