Preludio del destino.
By:
Aurora la maga.
II: Melodía, sinfonía y ritmo.
La mañana resurgía imponente y definitivamente, el día era hermoso el sol iluminaba esa mañana, el sonido de los pájaros se esparcía por todo el valle en el que estaba asentada la academia Saotome; Las fuentes resplandecían siendo iluminadas por el sol, y la tormenta había dejado un clima limpio en ese verano ardiente. El cual parecía ser el más horrendo de todos.
Los chicos de Starish estaban preparándose, para iniciar el día, a pesar de sus logros y aventuras, tenían también que seguir sus cursos, Ringo Sensei y Hyuuya-sensei, tenían la tarea de hacerles saber todo lo que necesitaban para seguir subiendo a lo alto de la fama. Mas sumado a eso los Senpai, de Quartet Night aconsejarían ayudarían y capacitarían a los chicos. Y muy recientemente también a los chicos de Heavens.
En el comedor superior… a comparación del campus de la academia, en ese sitio impuesto para Starish y los Senpai, ellos tenían un comedor más privado y personal, los cinco chicos se encaminaban uno a uno al comedor, Ren, fue el primero en encontrarse con Otoya y y a una distancia prominente susurrar.
-Otoya, ¿Alguna noticia de Tokiya?-
-No, tal parece no llego aun… y es raro.-
Respondió, aquel joven de mirada alegre, pero esa alegría parecía no estar visible ese preciso día, sus ojos demostraban un poco de inquietud y preocupación; hacía mucho tiempo que Tokiya lo dejaba solo en la habitación. La última vez algo muy malo había ocurrido y no quería que de nuevo esa misma historia volviera a ocurrir. Ittoki con la única esperanza de saber algo de su compañero saco su celular y nada ninguna llamada, mensaje o si quiera un inbox de Ichinose, soltó un largo suspiro y aquello lo noto Ren.
-Esto… es muy raro.-
Mientras caminaban, cercano a la entrada de otro pasillo se presentó Reiji admiro al rubio y al pelirrojo a los cuales saldo.
-Buen día a ambos.- Exclamo Reiji emocionado, admirando a ambos chicos pasar de largo con rostros preocupados, él en cambio salto para poner sus brazos en los hombros del rubio y el pelirrojo, los cuales le observaron un poco curiosos.-¿Cómo fue la noche con los chicos Heavens en sus habitaciones?- Cuestiono intrigado el de mirada gris, dejando ver un rostro totalmente expectante, pues tal parecía que los Senpai tenían la terrible misión de hacer que esos chicos se llevaran bien, ya habían hablado los cuatro en la habitación privada de Ranmaru, Reiji y Ai. Camus interpuso la idea de que la mejor manera de que todo saliera bien era hacer que hubiera Armonía, Melodía y Ritmo en estos jóvenes, tal y como lo fuese una exitosa canción.
Ittoki soltó un largo suspiro, se cruzó de brazos y susurro.
- No me agrada compartir habitación con ese tal Kira, sentí que me miraba toda la noche.-Su voz rasposa y de alguna manera tierna, resonó en los oídos de Reiji quien, elevo sus cejas en impresión, ¿Acaso Ittoki el más animado de todos ellos, el más cariñoso se negaba a aceptar a Heavens?
-Lo mismo opino, ese hígado con gafas es, tan irritante y la verdad no tenemos nada en común.-
-¿Bromeas no es cierto?- Susurraba Reiji con ahora una ceja elevada.-Son idénticos, bueno no en físico pero si en personalidad, Jinguji-san…-
Rubio y pelirrojo retiraron los brazos del ojo gris y apuraron el paso.
-O-oigan.-
-¿Tan temprano estas fastidiado, Reiji?-
-Ranmaru. ¡Que malo!, solo quería romper el hielo con Heavanes pero es imposible.-
-Relájate, esto tendrá que ser despacio, no puedes forzarlo tan rápido, debes esperar pacientemente.-
El castaño sonrió de medio lado y mirando a ambos lados del pasillo se acercó más de la cuenta al joven fanático del rock, quien se sonrojo y escucho.- Tus consejos siempre son acertados, Ran-Ran.-
-…- Agacho la mirada por un segundo, para después empujarlo suavemente y alejarse caminando, de manera varonil, sometiendo sus manos en sus bolsillos y caminando sin ninguna preocupación, mientras que Reiji.
-Hay, Ran-chan, como amo verte caminar, Grrr.- El impetuoso comentario hizo girarse a Kuroksaki quien le lanzo una mirada que se podría traducir en: TE VOY A MATAR. Reiji en cambio elevó su mano y bajó apenado un poco más la visera de su sombrero, mientras se unía a su chico.-Gomen, se me salió.- Kuroksaki soltó un enorme suspiro de paciencia por mucho tiempo, llevaban un amor oculto, Reiji deseaba que todos supieran su relación, pero a costa de amenazas de parte del chico de mirada vi color, decidió mejor dejarlo por la paz y disimular, aunque su corazón doliera por ver como él tenía una excelente forma de disimular lo que ambos sentían.
Ya en el comedor, Ren y Otoya se unieron a los chicos, Syo, se presentó con enormes ojera mientras que Natsuki, estaba feliz colocando panecillos y bollos en una charola, al tiempo que cantaba animado una canción muy extraña.
Tanto Ren como Otoya llegaron a la cercanía del más bajo y admirando al de gafas un poco alejado de Kurusu, Jinguji expuso curioso.
-¿Y ahora qué le pasa al cuatro ojo?- Ren sabía que Natsuki era muy expresivo, pero esa ves parecía más feliz que nunca eso lo confundió, a un costado Cecil se presentaba con un rostro animado y tranquilo pues de todos los chicos él era el menos estresado. Su habitación no estaba atestada de vibras malas en más estaba más que cómodo con cierto conde.
-¿Syo-san no te ves nada bien, ocurrió algo?- Cuestionaba Cecil acomodándose al lado de los cuatro.
-Es verdad, tienes unas ojeras tamaño descomunal, ¿paso algo?- Cuestionaba intrigado Otoya mientras tomaba un plato y destapaba las charolas con comida.
-Prefiero no hablar de eso.-
-¿Qué sucede, acaso algo pasa en tu mundo de amor con tu amado gafas-chan?- Cuestiono bromeando Ren, mientras se adelantaba rellenando su plato, de huevo, lentejas, pan y unas cuantas piezas de tocino.-¿Acaso discutieron?-
-No… lo que sucede es que…- Syo admiro a un costado por donde Heavans entraba con total calma al comedor y al mismo tiempo susurraba con molestia.- No soporto a ese enano, toda la noche estuvo con Natsuki, mostrándole su maldita arpa.-
-¿Arpa?-
-Sí, Ren Arpa, la maldita arpa de ese tonto de Nagi.-
-¿Y qué pasa?, un Arpa es linda.- Expuso tranquilo Cecil.- Son los instrumentos de los dioses griegos.
-¡NO ME DIGAS!- Grito, Syo furioso.- Eso ya lo sé, ese maldito enano le estuvo dando clases del griego antiguo a Natsuki, es insoportable y lo que más no soporto es que parece que ese enano se le está metiendo, entre ceja y ceja a NATSUKI GRRRR.-
-Ja, ja, ja.- Otoya reía.- Syo pareces celoso.-
Tanto Ren como, Cecil y Syo observaron con ojos sarcásticos a Ittoki.
-¿Qué sucede?-
-Hay Ittoki eres tan lento, no me extraña que no hayas notado que Tokiya…- Ren se silenció antes de decir algo impetuoso.
-¿Tokiya que, Ren?-
-Buenos días.- Se escuchó la voz ronca y profunda de cierto chico con gafas quien se presentaba al frente de sus dos compañeros y los cuales sonreían, animados.
-Mm, Buenas.- Susurro Cecil enormemente desconfiado.
-¿Qué tienen de buenas?- Cuestiono Ren, pasando de largo a los tres y yendo a sentarse, a sus costados se acomodaron Ittoki y Cecil, mientras que Syo.
-Natsuki-san, tengo el disco del que te hable… aquí están los mejores Requienes de Arpa, te gustaran mucho.- Decía, Nagi tomado su mano libre y depositando el CD en esta, Syo se acercó como si fuera uno de esos novios que están vigilando de cerca a sus novias, de manera que Nagi noto aquello.
-Oh muchas gracias Mikado-san.-
-¿Mmm?- Negó el chico de cabellos rosas.- Tu puedes decirme Nagi-chan.-
-¡Nagi-chan! Awww eres tan lindo.-
-Tu eres muy agradable, de verdad lamento haberte rechazado antes.-
-Oh bueno eso…-
-Natsuki-san…- Susurro, acercándose más y más, para llamarle y el rubio agacharse, para pronto Nagi mirar a todos lados ya que nadie lo miraba, solo un rubio con sombrero y uñas negras lo observaba atentamente, el aprovecho para darle un beso en la mejilla y susurrar en su oído.- Me encantas.- Natsuki se sonrojo de golpe y sonrió ampliamente.
-¿DE VERDAD?-
-Natsuki.- Grito con rabia Syo llegando a su compañero de banda y empujándolo mientras gritaba.- Ya debes comer, o se nos hará tarde.-
-Syo-chan, e-está bien.- Lo empujo con calma mientras caminaba tras del alto rubio miraba con odio a Nagi, pero este solo sonrió y le guiñó el ojo. Finalmente los cinco ya estaban sentados en la mesa, mientras los senpais también estaban, Heavens se acercó de inmediato y cuando por fin se acomodaron, Ren observo a cada uno de sus chicos y susurro.
-Se me quito el apetito.-
-Cierto, yo tengo que ir a practicar un libreto.-
-Yo, iré a ayudar a Haruka con un melodía.- Agrego, Ittoki a las palabras de Ren y las de Syo, mientras Natsuki.
-¿He, no van a comer?-
-Vámonos ya, Natsuki.-
-Pe-Pero…- Syo lo arrastro a costa de su voluntad, todos salieron y cerraron sonoramente la puerta, mientras adentro, Reiji miraba a todos los que habían quedado, sentía la tensión en el ambiente y susurro.
-O-Okey, eso fue raro.-
-Es lógico, que se comporten así… no confían ni una pisca en nosotros.- Hablo serio el más elegante de Heavens y cabellos negros.
-No lo entiendo.- Susurraba con falsa tristeza Nagi, casi derramando lágrimas.
-Habrá que superar esto, no se preocupen…- Expresaba con tristeza Ootori.
Ranmaru, analizaba a los tres sin decir nada, Camus, bebía de su tasita de té, Ai, analizaba a cada uno de esos tres sujetos, captaba las pulsaciones y observo con calma a los suyos, mientras Reiji susurraba.-Tranquilícense, sé que será duro al inicio pero después, esos chicos y ustedes serán buenos amigos.-
-Eso esperamos.- Agrego Kira, con voz triste.
S*==Q==*H
Mientras esto sucedía en Saotome, en aquel hotel de paso, el agua corría en la bañera del cuarto de baño dentro de la habitación del hotel, cinco estrellas. No había podido dormir nada, era lógico ya que cuando intentaba cerrar un ojo, podía ver aquellos ojos violetas y la escena de su violación, se hacía mucho más presente y severa, era la cuarta ducha que se daba desde que terminaron de leer la carta y también luego de que el médico privado de Hayato les sacara las muestras de ADN. Masato estaba temblando bajo el chorro frio del agua, aun sentía las palpitaciones y el ardor en su interior, se abrazaba a si mismo con sus brazos y lloraba en silencio mientras susurraba.
-Mi cuerpo… esta, tan sucio como el rio en una tormenta…- Sus ojos admiraron hacia arriba, sus orbes azules temblaban constantemente y nuevas lagrimas se formaban.-¿Por qué paso esto?- Lentamente deslizaba sus brazos deshaciendo el abrazo que con recelo se aplicaba, para posar sus manos en los azulejos y dejaba que el agua relajase su espalda, la cual estaba entumecida y tensa, por tantos sucesos, pero desde que tenía memoria el siempre sintió su espalda de esa forma, con la educación estricta de su padre y la vida inquebrantable que llevaba, si hacia cuentas, el nunca disfruto nada, a su corta edad de 19 años, parecía un hombre de 40. Soltó un largo suspiro y deseo querer ser como Ren, pensó.- A lo mejor el, no hubiese permitido que le pasara lo que le sucedió.-
Ren, ahora Ren llegaba a sus pensamientos, mientras sentía el suave efecto del agua fría aliviar sus golpes, pero hacer arder sus cortes en sus muñecas, tembló un poco, ¿ahora que sucedería si él se enteraba? de seguro le sacaría la verdad a como diera lugar, para saber quién era el culpable de su horrendo suceso, además de aquello estaba la terrible posibilidad de que el pudiera haber quedado en estado. Eso lo angustiaba de maneras que jamás imagino, ¿Qué haría si eso sucedía? Estaba catatónico.
El único alivio que sentía en ese momento es que faltaría mucho para volver a ver a ese sujeto, se tranquilizó al deducir que era imposible de volver a encontrarse con él, quizás solo lo vería en revistas y en las noticias; pero juraría que no trabajaría más nunca con Ootori Eiichi.
El sonido de tímidos toques a la puerta lo saco de sus pensamientos y lágrimas, su posible hermano gemelo llamaba y decía con un tono de voz angustiada.- Masato-san, ¿Está todo bien?-
Agrando la mirada, se tensó de nuevo y con calma, admiro tras la puerta de vidrio hasta la de madera que cerraba el cuarto de baño, su orbes temblaban, y en su pecho se podía percibir el palpito agitado de su angustia y miedo, no sabía por qué se había sorprendido o asustado, a lo mejor había sido porque estaba demasiado fresca su violación; pero si había decidido ocultar aquello debía calmarse y permanecer frio y neutral.
Cerró la llave y susurro con voz opaca y tintineante.
-Si… ahora salgo.-
Afuera Ichinose, caminaba de un lado a otro, el asunto con su pasado y la violación de su, probablemente hermano lo estaban perturbando de maneras incontenibles, una vorágine de situaciones se desataban en su cabeza, había querido preguntarle a Masato ¿quién había sido el culpable de lo que le ocurrió?, pero ante quedar dormido por el cansancio de la noche, no lo logro, ahora se había despertado y con asombro noto algunas llamadas perdidas de Ittoki, lamento no haberle respondido, pero temía a que si lo hacía algo saldría de su boca, aunque él era serio y neutral, algo así era demasiado fuerte como para callarse.
Escucho el ruido de la puerta del baño abrirse, se sorprendió y dio un pequeño salto en la cama, admiro con prisa a Hijirikawa quien, no le observo solo agacho su rostro y siguió su camino hasta la cama para tomar su ropa, y regresar al baño para encerrarse y cambiarse de prisa, Tokiya trago grueso, iba a ser difícil sacarle la verdad a ese chico.
Luego de unos minutos Masato salía de nuevo a cuenta y mirando el piso susurró.
- Ya estoy listo.-
-¿Estás seguro que no quieres ir al doctor?-
-No… lo, necesito, los medicamentos y las vendas me han funcionado, le agradezco su ayuda.- Hizo una tierna reverencia.
-No hagas eso conmigo.- Dijo tocando sus hombros, pero el acto fue proseguido por una manotada de Masato, quien se alejo de prisa y se golpeó con la pared gritando.
-¡NO ME TOQUES!-
-Masato…- Susurro Tokiya impactado con los ojos enormes y tremendamente impresionados, el otro estaba temblando, pero muy lentamente, elevo su mano a su rostro y susurro.
-Lo-Lo lamento.-
-Descuida.- No sabía qué hacer ni que decir, era lógico que el reaccionara así a cualquier toque físico, lo que le había ocurrido no era nada fácil de superar y menos en una noche. El silencio se acorto en la habitación al escuchar el sonido perseverante de un celular, Tokiya saco su aparato y admiro el numero susurrando.- Es el doctor.-
-…- Masato solo miraba ausente y con ojos opacos el piso.
-Diga…-
-Señor Hayato… las pruebas ya están en laboratorio, sus resultados estarán listos el jueves.- Explico, pues una prueba de esta índole no se podía hacer en pocas horas.
-Entiendo, por favor, envíeme el resultado a esta dirección.- Masato, escuchaba como Tokiya daba las órdenes, mientras el había tomado sus manos y las entrelazaba con ansiedad, luego de un rato, Tokiya corto y se alisto para partir, fue a la puerta abrió y susurro.
-E-Es hora de irnos.-
-…- Masato no dijo nada, solo se movió dudoso y como un ratón aterrorizado, caminaron un buen rato, hasta llegar al parqueo, pronto, se subieron al carro y partieron a la escuela…
S*==Q==*H
El día se había ido, los chicos habían estado evitando e ignorando a Heavens por horas, mas sin embargo estos buscaban las mejores formas de llamar su atención, Natsuki caía fácilmente en los engatusados encantos de ese menor, de apenas 14 años, la verdad es que para el fanático de las cosas kawias, era sumamente difícil ignorar a Nagi, Syo estaba echando humo por sus oreja, al solo admirar como ese enano, reía feliz con Natsuki, ¡CON SU NATSUKI! Llego a romper un lápiz con su mano de lo furioso que estaba, ahora era cuando el extrañaba, las cosas excéntricas que el alto, le hacía.
Soltó un largo suspiro y Cecil quien estaba a su lado leyendo el próximo spot de un comercial susurraba.
-¿Sucede algo, Syo-san?-
-Ese tonto, me irrita.-
Cecil admiro a Natsuki, quien animado mostraba sus figuras de Pyo-chan a Nagi y este le mostraba las de un gatito que era un vampiro.
-Se ven demasiado animados ellos dos, hasta parecen llevarse súper bien.-
-Eso me irrita.-
-¿Por qué?-
-Pues…- Syo, no había caído en cuenta de el por qué sentía todo aquello, ni siquiera el sabia el porqué de esos sentimientos extraños, ¿Acaso era cierto lo que solía decir Ren en son de broma? ¿En realidad a él le gustaba Natsuki? pero la verdad era que a él a pesar de los miedos y sustos que le daba su chico rubio él amaba todo eso, ya se había acostumbrado a la persecución de Natsuki y a sus torpes cosas, pero antes de si quiera aceptar toda esa marejada de sensaciones nuevas, debía de cuidar su puesto en la academia y en Starish. Ya que una relación Chico y chico no sería muy bien vista por los medios.-No lo sé…-
-Mm, ¿A lo mejor, la diosa de la inspiración te de la respuesta?
-¡Syo-chan!- Kurusu escucho el llamado de Natsuki quien por fin había sido liberado por Nagi, el chico del sombrero se giró de prisa y fue abrazado con fuerza.
-¿Ah, qué haces Natsuki?-
-Syo-chan, lo siento, ya puedo hacerte caso.-
-¿Eh, de qué demonios estás hablando?-
-Te he visto toda la mañana cuando hablaba con Nagi y note que estas un poquito celoso, pero yo también quierooooo mucho a Syo-chan.-
Kurusu deshizo el abrazo con fuerza y furia.-Estúpido, eso, no es verdad, yo no estoy celoso yo…-
-Syo-chan.- Expuso para disponerse a abrazarlo de nuevo, pero Syo, se lo negó se puso en pie y grito severo.
-Déjame en paz ¿quieres?-
-¿Syo-chan?-
-Te diviertes con Nagi, ¿No? Entonces ve con él, yo no soy ningún premio de consolación.-
-Pero Syo-chan.-
El mencionado se fue de la enorme habitación, dejando solo a Cecil y a Natsuki, quien miro al príncipe y susurro.-¿Acaso hice algo malo?-
-Bueno, Syo te dijo que no te acercaras a Nagi y tú, te la pasas hablando con él… desde que llego, lo haces, ahora que se fue a sus obligaciones, tú regresas a Syo-san, eso quiere decir que lo utilizas como un objeto de consolación ya que Nagi no está.-
-Pero eso no es cierto…- Susurro Natsuki con voz triste.- Yo le dije a Nagi-chan, que no podía estar mucho tiempo con él, ya que Syo-chan me necesita y es importante para mí.-
-¿En verdad hiciste eso?- Cecil elevo sus cejas sorprendido, mientras Natsuki asentía enérgicamente.- Oh vaya.-
Mientras eso ocurría en esta habitación, en el pasillo, Syo caminaba con paso fuerte y furioso, mientras pasaba, las enormes ventanas por entre las cuales los rayos solares penetraban, dando como espectáculo el color naranja que mezclándose con los adornos de la época recentina en los pasillos, hacían sentir que estabas en una película nostálgica del siglo 18.
Paso de largo una enorme cortina de color café y en el marco de la ventana no se dio cuenta que el joven peli rosa se encontraba ahí sentando, admirando el hermoso ocaso, Syo se detuvo al escuchar.
-Natsuki, es una persona muy interesante.-
Kurusu se dio la vuelta, notando como Nagi bajaba del marco y caminaba hacia él, mirándole con esos ojos penetrantes de color gris.-¿Tú, de que estas hablando?-
-Es muy agradable, me encanta…-
-Syo apretó sus puños, escuchar aquello hacia que su presión subiera a las nubes y se enfadaba de maneras que él no podía explicar.
-¿Te molesta, que te lo robe por un largo rato?-
-Estás loco, si imaginas que el ira contigo a algún lado.-
-¿En serio?-
-Sí, él, no iría con una urraca como tú a ningún lado.- Nagi sonrió cerrando sus ojos.
-¿Tu lo crees?- Cuestiono el ojo gris.- Bueno entonces, ¿Le preguntare, nada pierdo con hacerlo verdad?-
-¿A, donde lo quieres llevar?-
-Ese es mi secreto.- Susurro, sonriente.- Pero lo llevare a donde tú nunca lo has llevado, veo que no has apreciado su increíble personalidad y talento, quiero que él, sea… la persona más importante para mi.-
-…- Sus ojos se agrandaron un pesado dolor se presentó en su pecho, cosa que su respiración se hizo más acelerada de la que estaba, Syo llevo a su pecho su mano apretó su ropa con fuerza y susurro.
-A-aléjate de Natsuki.-
-Querido, si me dices que me aleje, más me dan ganas de estar con él… es una lástima, debiste aprovechar lo que tenías.-
-In-Infeliz.-
-¿Oye, no te ves bien que te pasa?-Cuestiono, Nagi con un claro brillo en los ojos, Hevanes parecía haber llegado con planes bien sentados.-“No creí que fuera tan fácil partir tu corazón Syo Kurusu… esa deficiencia cardiaca… tan joven…”-Pensaba admirando a su víctima, Syo trataba de calmar ese dolor penetrante y que causaba que su garganta se negara a respirar puesto que en cada jalón de aire, el dolor acrecentaba de formas que lo asustaban, había pasado un largo tiempo desde la última vez que había sufrido un ataque.
Por el lugar pasaban Nanami y su amiga pelirroja a la cual con cariño llamaba Tomo-chan, mientras transitaban escuchó voces.
Syo caía al piso con la respiración sofocada, el sudor rodeo de inmediato su frente, no entendía que estaba ocurriendo, pero esas palabras lo taladraban de forma tremenda, nada en su vida lo había abatido tanto como estas crueles palabras de ese peli rosa, quien le observaba de forma indiferente y malévola, se agachaba y susurraba en su oído.
-Yo me quedare con Natsuki-san, él no te merece… mientras tú lo empujas a alejarse de ti yo lo quiero a mi lado… yo, me quedare con él porque lo amo…- Syo se puso pálido, el estrepitoso clic en su cabeza y corazón hicieron que con prisa el dolor fuera más serio en su pecho iba a empeorar mas pero, Nagi miro a las dos chicas acercarse y grito.-¡SYO-SAN, QUE TIENES, SYO-SAN!-
Ambas chicas corrieron de manera inmediata a la cercanía de ambos chicos, mientras Syo era recostado en el piso y tenía los labios morados, Nanami se asustó, tomo su mano y grito.
-Syo-kun ¿que pasa?-
-Nanami ire por ayuda.-
-Hai…- Grito la chica notando como la pelirroja llegaba a la primera puerta que encontraba, y gritaba por ayuda, rápidamente Reiji y Ranmaru salieron y llegaron, a Kurusu.
-Ranmaru.-
-Hay que llevarlo a la enfermería.- Lo sujetaron en brazos y salieron del lugar rápidamente, mientras que el alboroto llego a la habitación en la que Natsuki y Cecil se encontraban, el joven de gafas llego corriendo al lado de Nagi y cuestiono.
-¿Qué paso?-
-No lo, se estábamos hablando y de la nada él…-
-Iré con él.-
-No, Natsuki-san, es mejor que lo dejes descansar a lo mejor es cansancio.-
-¿Podría ser…?-
-Hai…-
La emergencia, dejo de serla cuando Syo, fue atendido por el doctor de la academia, aquel hombre sabia de ante mano la enfermedad que padecía el chico y con prisa, le dio su medicación, mientras susurraba.
-¿Qué ocurrió?-
-Nada…-
-Kurusu-san, sabes que no puedes tener impresiones, que te enfaden de esa forma, te puede pasar algo peor.-
-Si no me paso nada con Natsuki, estoy bien.-
-Esto fue diferente, algo paso.-
-NO PASO NADA.- Dijo poniéndose en pie y dispuesto a salir de la enfermería susurro.- Como siempre doctor no diga nada.-
-E-Esta bien…- Syo se alejó de aquel lugar.
La verdad es que esas crueles palabras eran más hirientes que todas las locuras que sufrió con Natsuki, mientras cavilaba en sus pensamientos resonaban esas sutiles e hirientes palabras llenas de maldad, pero también estas le daban miedo. El terror lo inundo, tanto así que sus ojos se llenaron de lágrimas; se detuvo en el pasillo se apoyó en la pared, para retirar su sombrero y dejarlo caer, colocar una de sus manos en su costado derecho y acariciar con fuerza sus cabellos arrancando los clips que en ese lugar sujetaban sus hermosos flecos rubios. Aquella mano resbalo con fuerza por su rostro y termino en su pecho en el cual su corazón palpitaba acelerado y de no ser por la medicación que ya había tomado juraría entraría en paro cardiaco, aquel soplo en su corazón, nunca le había dado problemas, solo lo hizo una ocasión y fue cuando su hermano gemelo estuvo a punto de morir en un accidente. Esa misma sensación de pérdida lo había invadido en ese preciso momento en aquel pasillo. Esas palabras crueles de NAGI estaban aun presentes en su cabeza, sentía miedo no quería que nadie, ¡ABSOLUTAMENTE NADIE! Tocará o le arrebataran a su NATSUKI.
S*==Q==*H
La noche llego y Tokiya en conjunto de Hijirikawa, llegaban finalmente a la academia, ambos bajaban del carro, Ichinose trato de sacarle platica a su serio compañero durante todo el camino, pero él se había negado a hablar, parecía absorto a la realidad, sin duda ese chico ahora había puesto una coraza a su alrededor. Tokiya rodeo rápido el carro y trato de detener el paso del de cabellos lacios y azules oscuros como los suyos, pero le fue imposible él ya entraba con paso acelerado.
-Masato-san…- Susurro mirándole entrar, mientras el decidía bajar las maletas que él había alistado desde un día antes, a un costado el chofer de la academia tomo las llaves de las manos de Ichinose y se encargó del auto, mientras el con pasos lentos se dirigió hacia adentro. La primera parada quizás sería visitar a Shining, pero el deseo de ver primero a Ittoki Otoya lo invadió de formas increíbles, necesitaba abrazar a alguien y él era el indicado, ya que ese misterioso viaje le había revelado parte de su pasado y ahora que caía en cuenta, estaba conmocionado.
Con paso acelerado fue directo a su habitación, que compartía con el pelirrojo y su Senpai Reiji, o al menos eso pensaba, Tokiya por fin llegaba a la alcoba en la cual, no había nadie, miro su reloj y susurro.
-Deben estar en el salón de música.-
Se dirigió a este dejando su maleta en el piso…
S*==Q==*H
Por otra parte. Abría la puerta de la habitación la se ilumino tenuemente al prender la luz del lado de su habitación, ese lugar representaba más a su hogar que su mismísima casa, se dirigió al ala adornada y decorada con cuadros de la época antigua del Japón, y envestida de adornos vistosos y elementos tradicionales a la cultura japonés, Masato atravesó la habitación enorme sin darse cuenta que habían otras maletas y la parte de Ranmaru había sufrido cambios y además de eso unos ojos de color violeta se abrieron admirándole caminar, mientras lo hacía se iba retirando la camisa, era un alivio estar en su ambiente, en su hogar y para sentirse más cómodo lo único que tenía que hacer era entrar al baño y quitarse esa sensación de asco en todo su cuerpo, manchado por la vil violación.
Se desnudó de inmediato y busco una salida de baño blanca para cubrir su delgado cuerpo y entrar al cuarto de baño.
El ruido de la regadera se hizo audible en el lugar y en el cual, una persona había visto todo aquello en su silenciosa parte de la habitación, la cual permanecía en penumbras, se incorporó despacio y sus ojos brillaron ante la tenue luz de esa parte de la habitación, el vidrio de sus gafas también emitió un brillo tenebroso.
-Mi, Lirio regreso…- Susurro con voz grave profunda y macabra, para retirarse las gafas, ponerse en pie y expresar.- ¿Es momento de darle una feliz bienvenida?- Ootori se movía lenta y constantemente parecía una serpiente moviéndose hacia su víctima, atravesó la habitación y mientras se posaba en la entrada del cuarto de baño se relamía los labios.-¿Cómo te atreves a desnudarte frente a mí, es acaso una insinuación o una insana invitación?- Cuestiono en susurros, para presionar la perilla y girarla, haciendo un pequeño ruido de clic en la puerta.
Masato quien se enjabonaba, se detuvo, ladeo su rostro hacia atrás y susurro.-¿Jin-guji, eres tú?-
No hubo respuesta, pero si sintió como alguien lo observaba, lavo todo su cuerpo de la espuma y apago de inmediato la regadera y al girarse, de entre el vapor que emitió aquella agua apareció una figura que lo hizo temblar.
-Volvemos a vernos, mi flor de lirio azul…-
-O-otori Eiichi…- Susurro apenas con un hilito de voz, el mencionado se movió rápidamente, llevo su mano a su cuello y apretó diciendo demandante.
-No te atrevas a gritar.-
-¡Mg…!- Elevo sus manos las cuales trataban de arrancar los dedos en su atacante.
-No queremos que nadie nos descubra ¿O sí?-
Los ojos de Masato, se llenaron rápidamente de lágrimas y susurro.- Por favor… no…-
-¿Me dices eso estando tan atraíble, tan hermosamente desnudo?- Ootori admiraba aquel cuerpo de pies a cabeza, gozaba al ver los golpes que el había dejado el día de ayer en ese lechoso cuerpo, libero un poco la mano de aquel cuello, pero ahora cubrió su boca y giro a Masato para susurrarle en su oído.-Eres increíblemente adorable.- Lamio su oreja.-Esa mirada llena de pánico, me excita, lo hace como no tienes idea.- Mientras Masato apretaba sus ojos y temblaba desbocado, quería que lo soltara que se alejara quería gritar, que le ayudaran, pero aquella mano apresaba su boca de maneras tremendas.
-“ ¡REN! ” –Grito Hijirikawa, en sus pensamientos, no quería volver a ser violentado por ese hombre de nuevo, definitivamente eso tenía que ser una pesadilla producto de sus miedos, de su trauma…
S*==Q==*H
En el salón de música, los cinco chicos estaban reunidos con Haruka y Tomo-chan, todos miraban preocupados a Syo quien no decía nada, solo aclaro a sus compañeros que solo fue un pequeño accidente y que no volvería a ocurrir, efectivamente había sido por cansancio.
-¿Estás seguro Syo-san?, eso no me pareció un pequeño accidente o cansancio.-
-Haruka-chan tiene razón, Syo-chan…-
-Ya, no me vean así no pasó nada.- Murmuro el pequeño, ante las palabras llenas de preocupación de la chica y de Natsuki.- Mejor pensemos en como soportar a esos pesados de Heavens.-
-¿Esos pesados de Heavens, a que se refieren?-
El grupo de chicos y las dos mujeres se giraron inmediatamente al escuchar la voz de Tokiya Ichinose.
-TOKIYA.-Ittoki, corrió hacia su amigo y el impulso repentino de abrazarlo le gano, le aferro entre sus brazos y susurro.-¡Ah! Lo-Lo siento.- Ambos se sonrojaron.
Ren, quien estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados, elevo una ceja y sonrió un poco, mientras que Syo llevaba una mano a su barbilla y pensaba.-“Eso, ¿Qué acaba de ser?”-
-Ichinose-san.- Saludo Cecil.
-Toki-chan bienvenido.- Saludaba Natsuki con calma, mientras, Otoya expresaba.
-¿Por qué no respondiste a mis llamadas?, estaba angustiado, no sabes lo que ha pasado.-
-Oye, Ittoki, espera no te entiendo nada.- Reclamaba a su compañero de cuarto, pues este hablaba acelerado y de manera que nos e le entendía nada.
-Lo que Otoya, trata de decirte es, que hemos sido invadidos.- Explico Ren, separándose de la pared y admirando al oji azul con una mirada seria, jamás sus bellos ojos celestes expresaron tanto enfado, sus orbes lejos de ser hermosas ahora parecían odiosas pues en aquella mirada de Jinguji, se podía leer que estaban llenos de tanto enfado, odio y resentimiento. Sus delgadas cejas se juntaron y si no fuera por ese travieso fleco a la mitad de su rostro se pudiera apreciar el entrecejo de su frente.
-¿Evadidos de que hablan?- Tokiya no entendía nada, hasta que Haruka hablo con esa vocecita quejumbrosa.
-Los integrantes de Heavens, han sido inscritos en la academia, el director ha propuesto que Starish, convivan con ellos y que les enseñen todo lo que saben… en otras palabras comenzaran de cero como tu Ichinose-san.-
El mencionado trago grueso, era imposible que eso estuviera pasando, conocía muy bien a Heavens en sus giras como Hayato, había cruzado palaras con ellos y no eran para nada agradables o mucho menos HUMILDES, los rumores de ser los ángeles malos de la música llegaron a sus oídos y siempre los reconoció como seres llenos de orgullo, rencorosos y de alguna forma los ángeles malvados de toda la industria musical.
Starish trataba de ver cómo llegar a soportarlo, exponían ideas y hasta incluso trataron de idear un plan para hablar con ahining para que recapacitara de su decisión. Ren se acercó a Tokiya el rubio susurro.
-¿Oye, Ichinose… en donde esta Hijirikawa?-
Ichinose se sobre salto al ver a Ren y reconocer su mirada de preocupación, estuvo a punto de responderle cuando escucho.-Tokiya, espero que no te moleste, pero Shining nos obligó a compartir habitación con esos sujetos.- El pelirrojo suspiraba hondo.- Cielos como odio eso.
-¿Un momento, que?- El sobre salto de Tokiya se apreció en todo lo largo de su rostro.
-Sí, pasa que esos tres han sido repartidos a nuestras habitaciones, solo Cecil se salvó al quedarse con Camus-senpai.-Explico Syo.
-¿Y los Senpai?-
-Ellos han sido puestos en una habitación privada.- Respondió con calma Natsuki abrazando a Syo quien le susurraba.
-Ya, suéltame.-
-Ootori Eiichi, fue puesto con Hijirikawa y yo, mientras que Kira, estará contigo y el enanito de cabellos rosas estará con Syo y Natsuki…- Explico Ren con mirada un poco más calmada y expresiva.-¿Oye, acaso Hijirikawa no ha regresado, no fue bien el anuncio o acaso sucedió algo?- Tokiya admiro con asombro a Ren el cual mostraba un rostro ahora más expresivo y preocupado.
En la cabeza de Ichinose muchas cosas giraban, pensamientos desde preguntarse ¿Por qué HEAVENS, estaba haciendo eso? ¿Por qué ahora que habían ganado un poco de fama en los Uta pri? Pero ante esas preguntas en su cabeza, otra más importante gano espacio en su mente.-“El anuncio… era con Ootori Eiichi… ¿Masato… acaso él fue el culpable de..?”- Los recuerdos frescos lo llevaron a ver como Ootori y Heavens abandonaban el estudio de grabaciones, cuando se suponía no había nadie.
-Tokiya, te estoy hablando.- Gritaba Ren más serio.
La puerta del salón de música se abría de par en par, mostrando a Kira y a Nagi entrando con real presencia, Ren dejo a un lado el hecho de que el de cabellos azules no respondía, admiro con enfado a esos dos chicos los cuales dijeron animados.
-Oh vaya, tal parece poco a poco Starish vuelve a estar unido.-
-Natsuki, hola.- Saludaba el peli rosa.
-Oigan.- Llamaba Ren mirándoles con seriedad y acercándose.- ¿En donde está el cuatro ojos?-
-Dijo que estaba aburrido de ser amable con ustedes y se fue a su habitación.-
-¿Qué has dicho?- Cuestionaba irritado, Tokiya, algo no andaba bien, sintió el de cabellera azul oscura.
-QUE OOTORI ESTA EN SU HABITACION.- Grito Nagi serio.-¿Necesitas audífonos o qué?-
-Maldito.- Tokiya chasqueo la lengua y salió del lugar empujando a ambos chicos al pasar al medio de ambos.
Ren no supo porque Ichinose reaccionaba así, sin pensarlo le siguió, y tras el Otoya, mientras los otros trataban de llevar la fiesta en paz con esos dos.
Ichinose caminaba aceleradamente en dirección de aquella habitación, mientras Ren le seguía de cerca cuestionándole.-¿Ichinose, que está pasando?-
-…- El no podía decir palabra alguna, solo podía ocultar aquello, pero es que debía tenía que ir a corroborar que el culpable no había sido ese sujeto.
-Tokiya, ¿Qué ocurre?-
-Solo necesito saber una cosa, solo… quiero hablar con Masato eso es todo.-
S*==Q==*H
En la habitación, Ootori, había tomado en sus manos el miembro de Hijirikawa quien había resistido todas las horrorosas caricias de aquellas manos, agradeció que todo aquello no fuera violencia, pero también quería morirse porque estaba tocándolo de las formas las horriblemente lujuriosas que existían, al menos su boca había sido liberada y a orden de Eiichi no soltó ni un solo grito ni gemido solo podía contener su respiración cuando podía y susurraba.
-Ya… no sigas, por favor…-
-¿Cómo que no, puedo ver que te está gustando, esta vez será diferente, te encantara.- Dijo para liberar por fin el pene de Hijirikawa y sujetar sus manos, haciéndolo que agachara su torso susurraba.- Mira, esta rojo tal y como lo deje.- Decía admirando el ano de aquel chico.- Es hermoso…- Decía acariciando con sus manos y Masato soltó a llorar más profusamente.
-¡AHG!-
-Oye.- Grito furioso soltando una mano y jalando sus cabellos para gritarle en su oído,- Te dije que no gritaras o te iría mal.- Decía mientras su pene que había sacado desde hace un buen rato, se acariciaba contra las nalgas de su presa, aquel grueso pene hacia presión en el esfínter, por esa razón Masato había gritado, lentamente fue humedeciendo con su pre semen ese lugar y con calma fue entrando, mientras Masato sentía el dolor que lo invadía de nuevo.- Ahh… tan apretado, tan firme, tan cálido… Eres hermoso, creo que esta vez no resistiré mucho.- Dijo entrando por completo y causando que Masato jadeara susurrando.
-NO… No, ahhg.- El dolor ahora se estaba yendo lejos, los malditos tratos de Ootori en su interior estaban relajando su cuerpo y se aterro al darse cuenta que todo aquello le estaba gustando, dejo de gemir y jadear ahora luchaba para no dejar salir cualquier ruido vergonzoso, Ootori mordisqueo su cuello y susurro con calma.
-Te gusta ¿No es cierto?-
-Mmmg… n-no… ahhg.-
-Claro que si.- Dijo notando como las piernas de su víctima se abrían más y le permitían entrar.- Tu cuerpo no miente.- Dijo ahora soltando sus cabellos y casando sus tetillas entre sus manos, para apretarlas y acariciarlas, Masato estaba perdiendo la lucidez, ese maldito sabia como tocarlo y sacarlo de su seria coraza, las envestidas eran suaves y consistentes, esto no lo pudo soportar, Hijirikawa antes de atreverse a disfrutar y correrse con eso, saco fuerzas y valor para moverse y apartarse de él, corrió a aferrarse a la pared de azulejos del baño Eiichi estaba furioso, se acercó a él y lo abofeteo con fuerza y cayendo al piso de rodillas, se apoderó de nuevo de él, penetrándolo cruelmente y con mucha más facilidad, llevo sus dedos a la boca de su víctima y le envistió una y otra vez, con su otra mano sujetaba y apretaba la base de aquel pene susurrando.-Por esa maldita acción no te permitiré correrte.- Dijo envistiéndolo de nuevo y acelerando su ritmo hasta aullar.- Ahh, ¡AHHH ME VENGO!- Dentro de él se liberó por completo, Masato no pudo más que apretar sus ojos y dejar caer su rostro y cuerpo al piso, mientras aquel eyaculaba en su interior y lo soltaba dejándolo caer.
Ootori, dedico una enorme sonrisa al que estaba en el piso, prendió la regadera y susurro.
-Me encantara, estar en esta maldita escuela.- Se puso en pie y salió de ahí, para cambiarse las ropas con suma prisa, pues sabía que tarde o temprano el otro chico llegaría a la recamara. Ya listo, se lanzó a la cama y como bien él lo supuso por la puerta entro Tokiya Ichinose, Ren Jinguji e Ittoki Otoya. Él se hizo el asustado y recién despierto.
-¿Q-Que está pasando?-
-Ootori.- Susurro Tokiya, llegando a su lado y gritando.- ¿En donde esta Hijirikawa?-
-¿De qué me hablas, yo no sé, yo estaba dormido, que mierdas es esto?- Grito primero confuso para acrecentar su voz y murmurar enfadado lo último.
-Iré a ver al baño.- Dijo Ren, Ootori se puso pálido y trago grueso, pero.
-¿Qué está pasando aquí?- Cuestionaba Masato saliendo del cuarto de baño con la salida de baño, sujetándose del marco de la puerta y admirando a aquellos con seriedad, su cuerpo temblaba, vaya que lo hacía no solo por lo ocurrido si no por apreciar el rostro lleno de furia de Tokiya y admirando con prisa el de Ren que no tenía una expresión serena; como ansiaba gritar que ese tipo era una basura y que lo estaba abusando, pero por su mente vago el miedo de perder lo que tanto amaba, la oportunidad de ser libre con la música y más aún el pavor de que si esto se sabía arrastras a sus compañeros. Ya que estaba de más decir que Ren sacaría su terrible temperamento y mataría a ese sujeto por lo que le ha hecho. A costa de traicionarse a sí mismo se presentó como si nada hubiese pasado.
-¡Hijirikawa!- Grito Tokiya, llegando a él, admirándolo verificando que todo estuviera bien, pero él no dejaba nada a evidencia, Ren por otro lado se había quedado de piedra al ver a su mejor amigo, todo golpeado de la cara.
-¿Qué te paso?-
-Hijirikawa-san, ¿qué le paso a tu rostro?- Cuestionaba Ittoki muy asustado e impresionado.
-Esto…-Se maldecía por dentro, se olvidó por completo los golpes que aún estaban visibles en su rostro que a este momento estaba más blanco que una hoja de papel, rebusco de inmediato una mentira creíble.-Me lo hizo mi padre.-
Ootori sonrió ganador, sin ser visto por aquellos nada más que por Masato.
Ren e Ittoki estaban sorprendidos mientras que Tokiya, estaba con un rostro lleno de furia. Ren enseguida intento acercarse a su compañero, pero este le detuvo diciendo.
-N-No te acerques…-
-Pero necesitas curar ese pómulo.-
-No, te preocupes, en cuanto me vista iré a la enfermería.-
-Cielos…- Expuso con angustia Otoya, jamás creería ver a Masato de esa manera.
-Por favor… pueden salir todos…- Susurro con una voz grave y suplicante.- O-Ootori usted también.-
-Qué remedio.- Dijo el de gafas colocándose estas y yendo a la salida, mientras lo hacia Tokiya noto algo que no había visto por la oscuridad en ese lado de la habitación, agrando la mirada al ver los cabellos un poco húmedos de Ootori, el cual al llegar al pasillo se fue en dirección desconocida, afuera Ren pegaba duro a la pared y gritaba.
-Ese, maldito hombre, bastardo.- Grito furioso.- Golpear a su hijo, es inconcebible.-
-¿Se ve que es grave?- Susurro Otoya preocupado.
-Sí, lo es…- Expuso Tokiya, serio.- Jinguji-san, Otoya, pueden ir a la salón de músicas y explicar todo, yo acompañaré a Hijirikawa en la enfermería.-
-Claro…- Dijeron ambos partiendo, de inmediato, pero antes Ren susurraba.
-Te lo encargo… Tokiya.-
-Hai…- Ante estar solo en el pasillo Tokiya golpeo la pared y sin pensarlo dos veces, llego a la puerta de la habitación y grito tocando.-Masato-san ábrame la puerta por favor.-
Adentro el suceso era otro, Hijirikawa se había dejado caer en el marco de la puerta del baño sus piernas habían cedido y sus manos se aferraban al piso mientras admiraba como este se humedecía por sus lágrimas, ¿Por qué era tan débil, porque todo se había vuelto tan difícil? lloraba horriblemente y se culpaba a si mismo por ser tan cobarde tan, completamente loco y engañar a sus amigos, escuchaba los toques de Tokiya y con toda la fuerza de su interior, grito.
-¡POR FAVOR, VETE!-
-No, no te voy a dejar solo… sé que fue él… Masato soy tu hermano…-
-Ni siquiera sabemos los resultados, de las pruebas como puedes decir tal cosa.- Sollozo, para sí, Tokiya había descubierto todo, él estaba en lo cierto, como pudo el otro gemelo abrió la puerta y entro, para llegar a su lado y lanzarse al piso; no importando que recibiera los golpes y los gritos del otro lo abrazo y susurro cabreado.
-¿Fue él, fue Ootori Eiichi, quien te hizo esto?-
Masato estaba de piedra, ese contacto físico lo estaba aterrando, pero al sentir el pecho cálido de Ichinose no se contuvo y correspondió su abrazo, para gritarle en llantos en su oído.
-Si… Tokiya fue él.-
La verdad estaba dicha, ahora las cosas estaban más claras para ambos, Tokiya cerro con fuerza sus ojos y se culpó por no haber protegido a su amigo y probablemente su hermano, comenzó a llorar con fuerza y aferrando más entre sus brazos a su “hermano gemelo” le dijo con voz audible solo para ambos.
-Prometo que nunca te volverá a hacer daño, te lo juro.-
Masato asintió y le observo de forma necesitada.
-Debemos decirle al director, él debe de pagar.-
-No, Ichinose, por favor, no.-
-¿Pero acaso estás loco?, no puede quedarse así sin ser castigado.-
-Por favor, no hagas nada, aun…. Yo tengo que recuperar mi honor, debo… vencer a ese sujeto.-
-¿Pero de que hablas?-
-Por favor, yo… solo así podre estar tranquilo.-
-Masato…-
S*==Q==*H
La tormenta en Saotome había comenzado, y Shining tendría que tomar fuertes decisiones si quería que sus chicos y HEAVENS se llevaran bien y enriquecieran sus carreras, ante esto el estando reunidos con Quartet Night esa noche decidiría algo que afectaría a todos los chicos.
Se encontraba bajo el letrero que reza la frase POR AMOR y con las manos entrelazadas frente a su rostro escuchaba de parte de los cuatro chicos e incluso Ringo y Hyuuya.
-Esto es una locura.-
-Ellos no se llevan bien.-
-Debería haber pensado mejor las cosas.-
-Esto terminara muy mal.-
-Shiny, debes hacer algo, estos chicos no…-
-OK, SHUT UP, todos….- Susurro con esa voz penetrante y misteriosa.- Se me ha ocurrido algo impresionante.- Explicaba, haciendo que todos se miraran unos a otros.- Heavens y Starish, no parecen llevarse nada bien, eso es notable…- Expuso soltando un susurro al final.- Y eso, podría hacer que mi idea logre excito y fama.-
-¿Qué piensas hacer Shiny?-
-Pienso hacer… algo que nunca se ha hecho en esta carrera…- Elevo sus manos y susurro con agrado.
S*==Q==*H
En tanto en el salón de música…
El clima era pesado, sumamente pesado, que lo podías cortar con un cuchillo afilado de cocina, ambos equipos se miraban con furia tremenda, ya Tokiya estaba con los otros cinco chicos, Haruka y Tomo-chan (Me agrada esta chica lo siento) admiraban tanto a unos como a otros.
-Mi…..Mina…- Expuso la joven de cabellos naranjas pero ninguno le hizo caso, el único que no estaba cabreado con Heavens era Natsuki quien susurro.
-Por favor calmémonos todos, no hay razón de por qué estar peleando, ¡Todos somos amigos y Heavens ha demostrado que…!-
-Natsuki, silencio.- Gruño Tokiya, el de gafas trago grueso el que Tokiya estuviera enfadado decía algo PROBLEMAS, el joven cantante se situó frente a ellos y susurro.- No se cuales sean sus objetivos o sus planes, pero sé que buenos no son.-
-Desconfías de nosotros.- Susurro Kira.- Eso demuestra la falta de confianza en tu equipo.-
-No quieras confundirme con tus palabras burguesas, aquí el que tiene el más alto respeto y humildad es Cecil… tu solo eres el hijo de un millonario.-
-Ahora mismo te arrepentirás por lo que dijiste.-
-KIRA.- Llamo Ootori serio deteniendo a su amigo, admirando a Tokiya con seriedad.-¿Acaso te hemos hecho algo para que hagas este tipo de acusaciones?-
-Tu sabes perfectamente de lo que estoy hablando.- Gruño Tokiya admirándole con esa mirada afilada y decidida.- Y te anuncio que no volverás a poner tus manos sobre algo tan preciado.-
-¿En serio?- Cuestiono siguiendo el juego.- Eso lo dirá el tiempo.-
-Ootori, relájate… -Expuso Nagi.- No queremos problemas.-
-Si claro.- Corto Syo.
-Solo queremos arreglar nuestros errores y salir de aquí eso es todo.- ExpusoNagi de manera triste.
El ambiente estaba poniéndose muy caliente cuando de pronto, las luces se apagaron y la risa reconocida de Shining se presentó, todos los chicos incluso HEAVENS se quedaron de piedra al escuchar aquello, con impresión notaron al director entrar en una luz iluminada y entre humo para gritar.
-STARISH!!!!! HEAVENS!!!!! Ha llegado la hora de que, venzan su rivalidad…- Expuso gritando.- Y la mejor manera de poder vencer esos obstáculos es… trabajando juntos…-Grito con severa voz elevada.- En este momento Starish y HEAVENS dejaran sus conciertos y se disolverán por un año.-
Aquel anuncio se transmitía vía televisión nacional, al escuchar aquello las fans y todo el mundo incluso los chicos cuestionaban uno al otro.
-¿Qué pero de qué habla, director?- Gritaba Tokiya.
-Mister Ichinose… usted más que nada sabe lo que es querer reiniciar de cero… ¡pues! Así será tanto para STARISH COMO PARA HEAVENS!!!!!!- Todos tragaban grueso.
Masato en la enfermería apreciaba el anuncio que se reflejaba en el cielo sobre la academia.
-Ahora, ambos grupos formaran dos tríos y un cuarteto… Melodía, sinfonía y ritmo…. ESTA SERA LA PRUEBA MAS TERRIBLE DE TODAS, SI NUNGUNO DE LOS GRUPOS LOGRA PASAR LA PRUEBA DE HACER LA CANCION QUE CONTENGA LA MEJOR MELODIA SINFONIA Y RITMO, TANTO STARISH COMO HEAVENS DESAPARECERAN… Además de sobre salir en conciertos y en toda clase de proyectos que se les impongan y logren ser nominados a participar en los concursos de popularidad.-
Una explosión se escuchó y en las pantallas de todos los televisores aparecían, los tres grupos que Shining había mencionado.- Ichinose Tokiya, Ittoki Otoya y Kira Sumeragi, conformaban el equipo de Melodía… Syo Kurusu, Natsuki Shinomiya, Nagi Mikado y Cecil Aijima, formaban el grupo de la Sinfonía y por ultimo Ren Jinguji, Jijirikawa Masato y Ootori Eiichi formaban el grupo de Ritmo. Las caratas estaban echadas, ahora habían dos problemas que solucionar sus carreras y sus problemas personales… ¿Lo lograran y seguirán siendo Starish y HEAVENS?-