Hoy sería el día, si, Jin sonreía sosteniendo aquella carta sobre sus manos, lo había estado planeando por todo este tiempo, él, al fin se declararía a su amor platónico, aquel rubio que había conquistado su corazón hace un año. ¿Qué como fue que tuvo ese flechazo con él? Aún lo recuerda como si fuera ayer, fue un día en el que Jin había acudido a ver a su amigo a un partido de baloncesto, al castaño no le solían gustar ese tipo de deportes pero se lo había prometido y él nunca rompía sus promesas. Jin se sentó en primera grada, su amigo J-hope estaba el equipo de los Bagtan Boys , nombre que le pareció muy peculiar para un equipo y entonces fue cuando le vio, sus ojos color café no pudieron pasar desapercibidos ante aquel rubio, mentiría si decía que desde aquel mismo instante su mirada no iba más allá que de él, como nunca antes había hecho nadie sobre él, esta persona le había robado toda su atención.
Mientras que el partido transcurría, observaba cada movimiento, cada pase que hacía este con el balón, cada una de las cosas que el rubio hacía mientras que de vez en cuando ojeaba a su amigo J-hope, no es como si se quisiera ver como un acosador pero era algo que no podía dejar de hacer, no lo podía controlar, quería no mirarle pero por más que lo intentaba, eran esfuerzos inútiles.
ㅡ¡Cuidado!ㅡ Aquella voz logró sacarle de sus pensamientos, miró al frente y vio como el balón iba directo justo a sus rostro a tal velocidad que intentar esquivarlo no le serviría de mucho, cerró sus ojos con fuerza esperando a que este llegará pero no pasó, nunca llegó. Abrió sus ojos preguntándose la causa de no haber recibido el golpe y ahí estaba él, con esa sonrisa que dejaba ver sus resplandecientes y blancos dientes.
ㅡDebes de estar más atento, podría haberte golpeadoㅡDijo él con un sonrisa.
ㅡL-losientoㅡ Fue lo único que atinó a decir, su corazón parecía como si fuera a salir de su sitio en cualquier momento, aquel chico lo había salvado, lo había salvado de un golpe y de un probable moratón sobre su cara pero no era un chico cualquiera, era su príncipe.
ㅡ¡Vamos NamJoon!, ¡¿A qué estás esperando?! ¡Deja de charlar y mueve tu maldito trasero, tenemos un partido que terminar!ㅡ Le gritó uno de los compañeros de su equipo, Jimin.
ㅡYa voy, ya voyㅡDijo él bajando las escaleras de forma apresurada.
Jin miró como bajaba la escaleras, el sonrió y después bajo su mirada hacía el suelo para intentar que esa sonrisa pasara por desapercibida ante los demás.
ㅡCon que NamJoonㅡMurmuró a si mismo.
Y desde aquel día no pudo olvidarle, desde ese entonces todos y cada uno de los días que podía, el joven Jin iba a los entrenamientos del equipo Bagtan Boys, con la excusa de que iba a ver a su amigo J-Hope. Jin de vez en cuando le preguntaba a J-hope sobre el rubio, quería saber todo sobre él pero por más que su amigo le contará, nunca le era suficiente. J-hope le dijo que tuviera cuidado con NamJoon, que no era lo que parecía pero por más que le advertía y advertía este no le hacía caso pues el amor le cegaba y no le dejaba ver más allá de la realidad...
Pequeñas miradas entre ambos y alguna que otra sonrisa que se dedicaban fue lo que le dio el valor suficiente para dar el paso de declararse pero claro, como era tan tímido y no era capaz de decírselo cara a cara, ¿Qué mejor forma que declararse mediante una carta?
Jin miró de un lado a otro a ver si alguien pasaba y al ver que no, introdujo la carta sobre la una de las rejillas de la taquilla de NamJoon, él pensó "¿Cuál será su reacción?" con una sonrisa sobre sus labios. Jin estaba muy ilusionado, soñando y soñando despierto, con que llegará el momento, el momento en el cual NamJoon leyera su carta ¿Correspondería sus sentimientos tanto como él lo hacía? De un momento a otro NamJoon llegó, Jin tanto había soñado despierto que no se había percatado de su llegada, el rubio ya sostenía la carta sobre sus manos, leyéndola mentalmente con un semblante serió, Jin se puso tan nervioso como la primera vez que le vio, de nuevo su corazón parecía que se saldría en cualquier momento. NamJoon miró a Jin y Jin a NamJoon pero él chico de cabellos castaños al instante se congeló después de ver aquella sonrisa maliciosa que jamás había visto hasta ahora en el rubio. aquella sonrisa para nada le gustaba, por alguna razón le daba muy mala espina.
ㅡ ¡Hombre pero que tenemos aquí! ¡Si es una carta de declaración y nada más y nada menos que de nuestro amigo Jinㅡ
Jin se tensó al escucharle, ¿A caso él estaría pensando en leerla en público? ¿Él no haría algo así, verdad? Jin rezó porque esto no sucediera, cruzó sus dedos pero al parecer esto no funciono, en un santiamén, gran cantidad de personas se iban acercando hacía donde NamJoon se encontraba y de nuevo este chico sonrió, el castaño negó con su cabeza y el rubio comenzó a leer en voz alta.
ㅡQuerido NamJoon, probablemente te estés preguntando quien soy, yo soy Jin, antes que nada quería que sepas la razón por la que te dedico esta carta y la razón es para que sepas acerca de mis sentimientos. Desde aquel 9 de marzo, ese día que te vi por primera vez, no he dejado de pensar en ti, siempre estas en mi mente y a veces me pregunto ¿Qué es lo que debería hacer para dejar de pensar en ti? Pero por más que trate de buscar una respuesta, no la encuentro. ¿Recuerdas ese día? El balón de baloncesto iba a golpearme pero tu lo impediste, fue justo en ese momento en el que me enamoré de ti, fue un flechazo, diría que amor a primera vista, tú me hablaste y sonreíste y yo pensé ¿Se puede del más lindo? Lo que estoy intentando decir es que te amo, ¿Tú me amas? Por favor marca la casilla con un si o un no y cuando lo tengas mándame la carta de vuelta, estaré esperando por tu respuesta, te ama, Jin. ㅡDijo todo haciendo entonaciones y gestos con sus manos, se estaba riendo de Jin en toda su cara.
Carjadas, Burlas y más burlas, todas dirigidas hacia el castaño, con el único propósito de hacerle daño, eran lanzadas como dagas. Él quería huir, lejos de allí, correr lejos de las personas y perderse pero algunas le empujaban para reírse de mientras que otras le cortaban el paso con zancadillas, no le dejaban pasar, Jin quería llorar, no tenía escapatoria alguna, trato de ser fuerte pero su vista de un momento a otro se empañó entonces cuando lo daba todo por perdido, sintió un tirón sobre él, una mano familiar que le ayudo a salir de aquel montón de gente, ambos corrieron de las manos y cuando estuvieron lejos de la multitud, al fin uno de ellos habló, fue J-hope el que se atrevió a hablar.
ㅡTe lo dije Jin, te lo dije ㅡDijo su amigo mirándole con una mirada un tanto maternal.
Jin no pudo contenerse más, no pudo, se lanzó a los brazos de su amigo y lloró, sus llantos parecían los de un pequeño niño. J-hope acariciaba los cabellos de su amigo, él se aferraba cada vez más y más, aun no podía creer lo que le había pasado, lo que le había hecho aquel rubio ¿Por qué a él? ¿Por qué? ¿Qué le había hecho de malo para que le humillara en público? ¿No tenía a caso suficiente con rechazarle? Al parecer no. En esos momentos era cuando hubiera deseado una maquina del tiempo para retroceder pero para su desgracia estas aun no se encontraban disponibles en su época actual.
El castaño se regaño a si mismo mentalmente, se regaño por no haberle hecho caso a su mejor amigo, sabía que J-Hope siempre tenía la razón pero él pensaba que esta vez no era verdad porque todas esas sonrisas, esas miradas, ¿Cómo no iba a arriesgarse? Si parecía todo tan real. Los ojos de Jin ya no eran los mismos, ya no brillaban con ese característico brillo, ahora irradiaban odio por todas partes, odio dirigido al rubio que una vez quiso. Jin, estaba seguro de que el karma existía, él creia en el y sabía que de un momento a otro, el rubio acabaría lamentando lo que había hecho.
ㅡAlgún día te arrepentirás NamJoonㅡ Dijo él entre lagrimas.
Pasaron los días, a pesar de que todavía seguía recibiendo bullyng de parte de sus compañeros, teniendo a J-Hope a su lado, le era más que suficiente, se dio cuenta que la opinión de los demás no era importante, que lo que los demás pensaran de él no merecía la pena así que comenzó a pasar de todos los comentarios y críticas, algunos al no obtener respuesta de parte de él se aburrieron y dejaron de fastidiarle.
Comenzaban las clases de biología, todos los alumnos estaban sentados en clase cada uno con su compañero, hoy J-Hope no había ido a clases porque estaba enfermo y su sitio estaba desocupado, daba la casualidad también de que el compañero de Rap Monster, Suga, tampoco había asistido a clases.
ㅡBien chicos, para el próximo día quiero que hagáis un trabajo sobre la composición del agua, sus funciones biológicas, su composición y estructura, todo lo más detallado posible, cada uno con vuestro compañero de al ladoㅡDijo el profesor Park.
Jin levantó la mano y el profesor, le hizo una seña indicándole que podía hablar.
ㅡ ¿Qué pasa con los que no ha venido nuestro compañero?ㅡPreguntó el castaño.
ㅡCierto, J-hope no vino entonces tu puedes hacerlo con.....NamJoon, si, ustedes harán el trabajo juntosㅡ
ㅡ¿¡Qué?! ㅡ Gritaron ambos al unisono.
ㅡNo griten, al menos en mi clase y si, no se hable másㅡ
ㅡMe niego a hacerlo con este mariquitaㅡDijo NamJoon levantándose de su silla de golpe y provocando risa de parte de sus compañeros.
ㅡPues tendrás que hacerlo si no quieres suspender y siéntate NamJoonㅡ
NamJoon suspiró e hizo caso a su profesor, no le quedaba otra, tendría que estar a solas con el rarito acosador. Puso una mueca de fastidio pero no volvió a quejarse más pues no le convenía si no quería que sus brillantes calificaciones fueran afectadas, si sus padres se enteraban de que una de sus notas había bajado, no quería imaginarse el posible regañón que le darían eso y que seguramente le castigarían sin ir a ninguna fiesta durante un mes... ¡No, no podia dejar que eso sucediera! Se arriesgaría, si, por mantener sus notas.
Y si NamJoon estaba fastidiado, Jin lo estaba no solo el doble, si no el triple, él envidiaba a el rubio por la facilidad que tenía de hablar con tanta soltura y quejarse, él en cambio no podía hacer algo así, se mantuvo callado, se aguantaría, al fin y al cabo solo sería un trabajo y una vez terminaran ya no tendría porque soportar el fastidio de hablarle, si, él ahora no sentía otra cosa que odio hacía él.
La campana del recreo sonó avisando de que las clases habían finalizado, todos los alumnos salieron de clase rápidamente, algunos hasta dándose empujones, Jin soltó un suspiro ante la inmadurez de algunos, eran universitarios y algunos aún se comportaban como si fueran niños de primaría, si tanto odiaban las clases, ¿Para que tomarse las molestias de ir? Tomó sus cosas y las metió en la mochila como tan rápido como pudo permitirse, no quería ser encerrado en en centro como la última le paso por culpa de su extrema lentitud y tranquilidad. Salió y cuando se topó con NamJoon apoyado en el marco de la puerta, puso sus ojos en blanco y le miró.
ㅡ¿Donde haremos el trabajo?ㅡPreguntó el mayor.
ㅡEn mi casa no, desde luegoㅡDijo NamJoon.
Jin frunció su ceño, iba a decirle que que problema tenía, pero no tenía ganas de pelear y menos con un idiota como lo era él, no merecía la pena así que decidió que lo mejor sería no llevarle la contraria.
ㅡBien, en mi casa entonces, ¿Te parece bien señorito?ㅡEntonó las últimas palabras con odio para que NamJoon se diera cuenta de que no era él el único fastidiado con la idea de hacer un trabajo juntos. NamJoon, se percató del repentino cambio que había dado el castaño en cuanto a su forma de hablar, ya no se portaba tímido como antes, ahora incluso parecía que su propia presencia le molestaba. "Vaya, y eso que fue solo una simple broma" Pensó el menor sonriendo de nuevo con esa sonrisa que tanto odiaba Jin.
ㅡComo sea, llámame y dime la dirección de tu casa, ahora si me disculpas tengo prisaㅡ
NamJoon le hizo entrega de un papelito con su número de teléfono, Jin lo guardo sobre el bolsillo de su pantalón. ¿Podría ser aquello el comienzo de una amistad? ¿O quizás sería el comienzo de una relación de odio?