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¡Es solo un examen! por Selu95

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Notas del fanfic:

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

En recompensar por no actualizar HANDSOME EVIL, les traigo este pequeño One-shot que se me ocurrio mientras veía Two and a Half Men

 

Espero que les guste... Y que me tengan un poquitititititititito de paciencias con mis fics amorfos <3

Notas del capitulo:

LAS SARANGHEO HARD <3

¡ES SOLO UN EXAMEN!

Sentía como sus manos comenzaban a transpirar. Esto era una estupidez. Estaba en perfecto estado. Su salud nunca había estado mejor, no entendía porque tenía que hacerse ese examen.

 

Sí era algo de rutina, pero en hombres de cuarenta en adelante. Ahora esta él ahí, en la sala de espera a sus veintisiete años esperando por su examen de próstata.

 

Lixiang estaba jugando con su hija. Haneul parecía estar teniendo un buen momento jugando con su madre y su pequeña muñeca. Mientras que su padre estaba a punto de sufrir un paro cardiaco a causa de los nervios.

 

El típico color blanco del hospital, el olor a desinfectante y medicinas solo hacía que quisiera vomitar. ¿Acaso era el único ahí que se haría ese examen? No había ni una sola alma, aparte de la de Lixiang, su hija, la recepcionista y él.

 

Su esposa estaba en la silla junto a él, ¿Podía ser esto más vergonzoso?

 

Solo esperaba que Lixiang se quedara afuera, o que diera un paseo en lo que su tortura se llevara a cabo. La puerta frente a él se abrió dejando ver al hombre que sería su ejecutor.

 

Parecía joven, no más de los treinta y cinco. Tenía el cabello castaño, su rostro parecía serio. Y quien no si se dedicaba a eso. Vestía la típica bata blanca bajo el uniforme.

 

—¿Señor Lu? —preguntó con una voz firme pero suave, como si estuviera tratando de no ahuyentarlo.-

 

—S-soy yo—tartamudeo Luhan.-

 

—Puede pasar—fue lo único que dijo e ingresó de nuevo al consultorio.-

 

—Este… Yo, yo…—Lixiang le sonrió, tomo a su hija y se puso de pie.-

 

—Todo estará bien. Si te hace sentir mejor, iré con Haneul a una tienda de helados cerca de aquí… Llámame cuando estés listo para irte—la mujer se acercó a Luhan y le dio un beso en la mejilla.-

 

—De acuerdo, cuídense. Yo les llamo.-

 

El pelinegro se acercó a su hija y esposa y les dio a ambas un beso en la mejilla. Estaba sumamente nervioso, su hora había llegado. Ahora entendía porque los hombres se ponían histéricos a la hora de este examen.

 

Tomo una respiración profunda y avanzo hasta el consultorio.

 

Los innumerables carteles, posters y demás cosas que hablaban acerca de lo bueno que era mantener la salud en perfecto estado lo asustaron más. Habían muchos diplomas y demás reconocimientos que pertenecían al doctor. Luhan se dio cuenta que no recordaba su nombre.

 

Poco a poco avanzo hasta sentarse en la silla frente al médico. “Oh Sehun” decía la típica placa en el escritorio del doctor. Medico Urólogo. Maldición, aun había tiempo de echarse a correr. Podría decirle a su esposa que lo había hecho, que estaba bien de salud y que no tenía que preocuparse por nada.

 

—Se le nota tenso, Sr. Lu—habló el doctor sonriendo mientras seguía revisando algunos papeles y garabateando en alguno de ellos.-

 

—Debería saber usted que esto no es algo con lo cual los hombres estén cómodos—trató de hablar ignorando el nudo en su garganta. El Dr. Oh asintió dándole la razón.-

 

—Está en lo correcto—dijo Sehun por fin quitando su vista de los papeles para poder apreciar el nerviosismo de su paciente—Pero esto es solo algo de rutina, no tiene por qué preocuparse, al menos no por ahora. Esperemos a que todo esté bien, Sr. Lu.-

 

—Luhan.-

 

—¿Disculpe? —pregunto Oh.-

 

—Puede decirme Luhan. Al menos así me sentiré un poco más cómodo. Sin formalismo… usted sabe—por más que quería, no podía ver al hombre a los ojos. Más cómodo su trasero.-

 

—Si eso ayuda… dime Sehun—el castaño sonrío. Luhan le agradeció que él tratara de hacer la situación más cómoda.-

 

—De acuerdo, Sehun—comentó devolviendo la sonrisa. Pudo apreciar que cuando el Dr. Oh sonreía, sus ojos se entrecerraban haciéndolos parecer medias lunas, lo hacía ver más joven.-

 

—Muy bien Luhan. Puedes pasar por aquí. Ya verás que esto es demasiado rápido, nada de qué preocuparse. Los hombres lo hacen todo el tiempo—hablaba Sehun mientras se ponía de pie y caminaba hacia la camilla—Es solo algo rutinario. Relájate.-

 

Sehun de verdad quería que el hombre se relajara. Cada uno de sus pacientes –hombres- tendía a tener ataques de pánico a la hora de hacer este examen. Pero no era cosa del otro mundo. Tal vez los hombres no lo entendían de esa manera.

 

Esto no los convertiría en homosexuales. Mucho menos dejarían de ser menos hombres. Pero era algo que ellos no comprendían. Por eso es que se aseguraba de hacer sentir cómodos a sus pacientes.

 

Luhan estaba blanco. Sus rasgos eran un tanto delicados para formar parte de la estructura ósea de un hombre. Su cuerpo era delgado, pero Sehun estaba seguro que había masa muscular en su abdomen, no mucha pero algo.

 

Cuando Luhan se acostó en la camilla pareció temblar más. Parecía que le había costado una eternidad el llegar a la camilla, pero para llevar a cabo el examen tenía que estar desnudo, claro con una bata. La que el sostenía en sus manos.

 

—Ah, tienes que desvestirte y ponerte esto—dijo Sehun levantando la bata en sus manos.-

 

—¿Q-qué? —pregunto alarmado. ¿Tenía que desnudarse?-

 

—Bueno, no es algo que pueda hacerse con ropa puesta. Digo, no son rayos-x ni nada parecido—quería explicarle el procedimiento… pero eso solo lo alteraría más.-

 

—E-está bien.-

 

Abochornado, Luhan tomo la delgada bata y se dirigió al pequeño cuarto de baño que Sehun le señaló. Respiró nuevamente, sería mejor hacer esto rápido. Así todo acabaría en un abrir y cerrar de ojos…

 

Abrir.

 

¡Mierda! El hombre lo vería desnudo y abierto. Porque ¿De qué otra manera lo haría? ¡Joder! Quería largarse de ahí. Arrancó su ropa y se puso la estúpida bata. Genial, la mugrosa bata tenía una abertura por detrás.

 

Acomodó su ropa en una silla que estaba junto al baño. Sehun le estaba dando la espalda revolviendo en los cajones. Si caminaba rápido y se tiraba en la camilla probablemente Sehun no le vería la cara toda sonrojada.

 

“¡Se un hombre!, ya tienes veintisiete años, tienes una mujer y una hija. Eres padre de familia… ¡Compórtate como un hombre!”

 

Pobre Luhan.

 

Hizo lo pensado y prácticamente se aventó en la camilla haciendo que esta se moviera e hiciera el sonido de un rechinido. ¡Mierda! Escondió su rostro entre sus brazos ignorando la carcajada que Sehun quería soltar. Adorable.

 

—De acuerdo. Relájate y no pienses mucho en ello. Esto no dolerá nada, solo sentirás una pequeña incomodidad.-

 

Luhan tembló cuando el látex de los guantes hizo contacto con las manos de Sehun, cuando este se los colocó haciendo que resonara por toda la habitación. Trató de relajarse y pensar en cosas muy aparte de lo que estaba por suceder.

 

Sehun no queriendo incomodarlo más de lo que ya estaba, lo tomo por las caderas haciendo que este pegara un brinco. Tenía que elevar las caderas un poco, así sería todo más fácil. Luhan se dejó hacer, no tenía sentido luchar contra ello. Entre más rápido mejor.

 

Cuando todo estuvo listo, Sehun tomó un poco de lubricante con su dedo y lo aplicó cerca de la entrada del pelinegro. Tembló de nuevo. Probablemente era un efecto por lo frio que era el líquido, eso y los nervios.

 

Ambos decidieron ignorar todo y solo seguir con el procedimiento.

 

El momento había llegado. Sintió como la punta del dedo de Sehun se iba abriendo paso dentro de él, tanteando el lugar. Ok, eso no dolía, sentía una pequeña molestia pero nada de qué preocuparse. Sehun tenía los dedos largos y delgados.

 

Podía sentir como el dígito se introducía en su interior centímetro a centímetro.  Hasta que llegó al tope. Le agradecía infinitamente el que Sehun no emitiera ni una palabra, así le ahorraba el bochorno.

 

Sin poder retenerlo, un jadeo se escapó de sus labios. Cerró los ojos con fuerza y mordió su labio. Mierda. Qué vergüenza estaba pasando. Sehun solamente alzo la vista y apretó los labios tratando de no sonreír.

 

Solía pasar. Pero Luhan era un caso distinto.

 

Sehun era un médico con una ética envidiable. Las enfermeras solían amontonársele en los pasillos tratando de obtener algo de él. La ley de Sehun era “No defeques donde comes”

 

Era un terreno muy peligroso. Es por eso que le gustaba buscar a sus parejas fuera de trabajo. Hurgó un poco más en el interior de Luhan, hasta que por fin encontró por lo que estaba reunidos.

 

Todo se sentía bien ahí dentro, no tenía por qué preocuparse. Pero solo para asegurarse, o para su deleite, froto un par de veces la próstata de Luhan. Bingo. Luhan jadeo de nuevo seguidamente soltó un gemido audible cuando Sehun golpeó ese punto con su dedo.

 

¿Podría llegar a demandar al hospital por lo que estaba haciendo? ¿Acaso no sabía que esto no era parte de la rutina? Sea como sea, Luhan lo disfrutaba. Y Sehun igual.

 

Los gemidos del pelinegro se hicieron más sonoros a medidas que Sehun lo embestía con su dedo. Las arremetidas se hicieron más rápidas y fuertes, golpeando y de vez en cuando frotando la próstata del más bajo. Luhan sentía como todo su cuerpo se tensaba.

 

Estaba teniendo problemas para razonar. El placer que le estaba otorgando Sehun era mejor del que alguna vez había sentido con su mujer. ¿Eso quería decir que era gay?

 

No quería pensar en eso. No por el momento.

 

Un segundo dedo fue añadido en su recto.  A esta altura, los pantalones de Sehun apretaban como el infierno. Estaba duro con solo escuchar los gemidos de Luhan. Los dedos de Sehun siguieron follándolo por detrás de manera exquisita. Más rápido y más intenso.

 

Luhan arqueo de espalda cuando los dedos de Sehun dieron de nuevo en su próstata. El ambiente se estaba cargando de los gemidos y jadeos de Luhan, al igual de la agitada respiración de Sehun. El alto dirigió la mano que estaba en la cadera de Luhan y tomo el pene del hombre. Le dio un ligero apretón consiguiendo otro gemido de parte del pelinegro.

 

Su mano se vio por toda la longitud de Luhan, masturbándolo al mismo ritmo de sus embestidas. Un tercer dedo fue agregado haciendo que el fino cuerpo de su paciente convulsionara de placer. El rechinido de la camilla se unió a los jadeos y gemidos de Luhan.

 

Joder. Qué bien se sentía. Y ahora cómo explicaría esto. No estaba seguro si era gay. Pero era lo de menos, solo tenía mente para pensar en lo fantástico que se sentía que Sehun le prestara atención a su miembro al mismo tiempo que lo jodía con sus dedos.

 

El pecho de Luhan subía y bajaba rápidamente conforme jadeaba. El sudor de su frente había hecho que unos mechones se pegaran en ella. Una corriente atravesó su cuerpo. Unas cuantas embestidas más y se corrió.

 

Todo el líquido blanquecino quedo en la mano de Sehun y parte de la camilla. Sehun continuo embistiéndolo con sus dedos mientras Luhan se deshacía en espasmos debido a su reciente orgasmo. Sintió como la fuerza de sus piernas se desvanecía.

 

Suavemente, el doctor saco sus dedos húmedos del interior de su paciente haciendo que este soltara un jadeo. Aun podía sentir como sus pantalones seguían estando apretados. Tenía una erección y tenía que deshacerse de ella. Sin saber cómo actuar, tomo una de las toallas desechables que tenía en uno de los estantes cerca de la camilla.

 

Luhan estaba tratando de regularizar su respiración. Tenía la mente en blanco. No quería pensar en nada, no por el momento. Sintió como algo humedecía su estómago. Era su propio semen. Más abochornado que nunca. Se puso de pie rápidamente. Sus piernas aún seguían débiles debido a la actividad pasada. Tanto que casi hicieron que se cayera contra el piso.

 

Afortunadamente el Dr. Oh estaba a su lado y lo sostuvo por las caderas, pegando lo a su cuerpo. Luhan aún seguía desnudo, solo con aquella delgada bata. No era estúpido, sabía que era eso. Sehun tenía una erección y se estaba restregando contra él.

 

No sabía si tenía miedo o si estaba asustado o sólo quería continuar. ¿De verdad se estaba volviendo gay?

 

—Con cuidado—susurró el médico. Sehun mordió el lóbulo de su oreja, instintivamente Luhan cerro los ojo.-

 

A la mierda todo. Quería acabar esto. No le importaba si era o no gay. Gay o no Sehun le atraía. Y si dejaba que el medico lo cogiera, quizás podría disipar sus dudas.

 

Se dio la vuelta mientras Sehun seguía rodeándolo por la cintura. Luhan enredo sus brazos en el cuello del doctor. Sin pensarlo dos veces, se lanzó besando los labios de Sehun con gula. Este sería el mejor examen que le habían practicado en toda su jodida vida.

 

—Luhan.-

 

—Mmm—ronroneo el pelinegro.-

 

—Luhan—sintió como tironeaban de su brazo. El pelinegro entrecerró su ceño. ¿Qué estaba pasando? —¡Luhan! —cuando escucho que gritaron su nombre, abrió los ojos rápidamente.-

 

Lixiang lo miraba como si le hubiese salido otra cabeza. Observó el lugar. Podía ver los pasillos del pasillo donde se encontraba. Su hija seguía jugando con sus juguetes. La recepcionista lo miraba esperando que hiciera un movimiento. Finalmente miro a la puerta frente a él.

 

Ahí estaba el castaño mirándolo con las cejas enarcadas. Esperando una respuesta. ¿Qué mierda estaba pasando?

 

—Sr. Lu. Ya puede pasar—dijo el Dr. Oh con una sonrisa en sus labios.-

 

—S-si—con las piernas temblorosas se puso de pie. Lixiang también lo hizo tomando a su hija en brazos.-

 

—Iré con Haneul a una heladería cerca. Llámanos cuando hayas salido ¿De acuerdo? —Luhan solo asintió.  Seguía aturdido.-

 

—De acuerdo.-

 

—Ok. Nos vemos.-

 

Observó cómo su esposa e hija caminaban por el pasillo. El castaño lo esperaba en el marco de la puerta esperando que pasara. Todo había sido un sueño. Nada de eso había pasado. ¿Pero cómo es que tuvo un sueño de esa clase con un hombre que no conocía?

 

Más nervioso de lo que había estado en su sueño, camino hasta el consultorio del doctor, cuando paso a su lado, la colonia de Sehun lo dejo medio atontado. Quizás si era gay.

 

Sehun observó como el aturdido hombre se abría paso en su consultorio. Lentamente cerró la puerta con una gran sonrisa pegada en su rostro. Este sería un entretenido y caliente examen.

 

Sentía como sus manos comenzaban a transpirar. Esto era una estupidez. Estaba en perfecto estado. Su salud nunca había estado mejor, no entendía porque tenía que hacerse ese examen.

 

Sí era algo de rutina, pero en hombres de cuarenta en adelante. Ahora esta él ahí, en la sala de espera a sus veintisiete años esperando por su examen de próstata.

 

Lixiang estaba jugando con su hija. Haneul parecía estar teniendo un buen momento jugando con su madre y su pequeña muñeca. Mientras que su padre estaba a punto de sufrir un paro cardiaco a causa de los nervios.

 

El típico color blanco del hospital, el olor a desinfectante y medicinas solo hacía que quisiera vomitar. ¿Acaso era el único ahí que se haría ese examen? No había ni una sola alma, aparte de la de Lixiang, su hija, la recepcionista y él.

 

Su esposa estaba en la silla junto a él, ¿Podía ser esto más vergonzoso?

 

Solo esperaba que Lixiang se quedara afuera, o que diera un paseo en lo que su tortura se llevara a cabo. La puerta frente a él se abrió dejando ver al hombre que sería su ejecutor.

 

Parecía joven, no más de los treinta y cinco. Tenía el cabello castaño, su rostro parecía serio. Y quien no si se dedicaba a eso. Vestía la típica bata blanca bajo el uniforme.

 

—¿Señor Lu? —preguntó con una voz firme pero suave, como si estuviera tratando de no ahuyentarlo.-

 

—S-soy yo—tartamudeo Luhan.-

 

—Puede pasar—fue lo único que dijo e ingresó de nuevo al consultorio.-

 

—Este… Yo, yo…—Lixiang le sonrió, tomo a su hija y se puso de pie.-

 

—Todo estará bien. Si te hace sentir mejor, iré con Haneul a una tienda de helados cerca de aquí… Llámame cuando estés listo para irte—la mujer se acercó a Luhan y le dio un beso en la mejilla.-

 

—De acuerdo, cuídense. Yo les llamo.-

 

El pelinegro se acercó a su hija y esposa y les dio a ambas un beso en la mejilla. Estaba sumamente nervioso, su hora había llegado. Ahora entendía porque los hombres se ponían histéricos a la hora de este examen.

 

Tomo una respiración profunda y avanzo hasta el consultorio.

 

Los innumerables carteles, posters y demás cosas que hablaban acerca de lo bueno que era mantener la salud en perfecto estado lo asustaron más. Habían muchos diplomas y demás reconocimientos que pertenecían al doctor. Luhan se dio cuenta que no recordaba su nombre.

 

Poco a poco avanzo hasta sentarse en la silla frente al médico. “Oh Sehun” decía la típica placa en el escritorio del doctor. Medico Urólogo. Maldición, aun había tiempo de echarse a correr. Podría decirle a su esposa que lo había hecho, que estaba bien de salud y que no tenía que preocuparse por nada.

 

—Se le nota tenso, Sr. Lu—habló el doctor sonriendo mientras seguía revisando algunos papeles y garabateando en alguno de ellos.-

 

—Debería saber usted que esto no es algo con lo cual los hombres estén cómodos—trató de hablar ignorando el nudo en su garganta. El Dr. Oh asintió dándole la razón.-

 

—Está en lo correcto—dijo Sehun por fin quitando su vista de los papeles para poder apreciar el nerviosismo de su paciente—Pero esto es solo algo de rutina, no tiene por qué preocuparse, al menos no por ahora. Esperemos a que todo esté bien, Sr. Lu.-

 

—Luhan.-

 

—¿Disculpe? —pregunto Oh.-

 

—Puede decirme Luhan. Al menos así me sentiré un poco más cómodo. Sin formalismo… usted sabe—por más que quería, no podía ver al hombre a los ojos. Más cómodo su trasero.-

 

—Si eso ayuda… dime Sehun—el castaño sonrío. Luhan le agradeció que él tratara de hacer la situación más cómoda.-

 

—De acuerdo, Sehun—comentó devolviendo la sonrisa. Pudo apreciar que cuando el Dr. Oh sonreía, sus ojos se entrecerraban haciéndolos parecer medias lunas, lo hacía ver más joven.-

 

—Muy bien Luhan. Puedes pasar por aquí. Ya verás que esto es demasiado rápido, nada de qué preocuparse. Los hombres lo hacen todo el tiempo—hablaba Sehun mientras se ponía de pie y caminaba hacia la camilla—Es solo algo rutinario. Relájate.-

 

Sehun de verdad quería que el hombre se relajara. Cada uno de sus pacientes –hombres- tendía a tener ataques de pánico a la hora de hacer este examen. Pero no era cosa del otro mundo. Tal vez los hombres no lo entendían de esa manera.

 

Esto no los convertiría en homosexuales. Mucho menos dejarían de ser menos hombres. Pero era algo que ellos no comprendían. Por eso es que se aseguraba de hacer sentir cómodos a sus pacientes.

 

Luhan estaba blanco. Sus rasgos eran un tanto delicados para formar parte de la estructura ósea de un hombre. Su cuerpo era delgado, pero Sehun estaba seguro que había masa muscular en su abdomen, no mucha pero algo.

 

Cuando Luhan se acostó en la camilla pareció temblar más. Parecía que le había costado una eternidad el llegar a la camilla, pero para llevar a cabo el examen tenía que estar desnudo, claro con una bata. La que el sostenía en sus manos.

 

—Ah, tienes que desvestirte y ponerte esto—dijo Sehun levantando la bata en sus manos.-

 

—¿Q-qué? —pregunto alarmado. ¿Tenía que desnudarse?-

 

—Bueno, no es algo que pueda hacerse con ropa puesta. Digo, no son rayos-x ni nada parecido—quería explicarle el procedimiento… pero eso solo lo alteraría más.-

 

—E-está bien.-

 

Abochornado, Luhan tomo la delgada bata y se dirigió al pequeño cuarto de baño que Sehun le señaló. Respiró nuevamente, sería mejor hacer esto rápido. Así todo acabaría en un abrir y cerrar de ojos…

 

Abrir.

 

¡Mierda! El hombre lo vería desnudo y abierto. Porque ¿De qué otra manera lo haría? ¡Joder! Quería largarse de ahí. Arrancó su ropa y se puso la estúpida bata. Genial, la mugrosa bata tenía una abertura por detrás.

 

Acomodó su ropa en una silla que estaba junto al baño. Sehun le estaba dando la espalda revolviendo en los cajones. Si caminaba rápido y se tiraba en la camilla probablemente Sehun no le vería la cara toda sonrojada.

 

“¡Se un hombre!, ya tienes veintisiete años, tienes una mujer y una hija. Eres padre de familia… ¡Compórtate como un hombre!”

 

Pobre Luhan.

 

Hizo lo pensado y prácticamente se aventó en la camilla haciendo que esta se moviera e hiciera el sonido de un rechinido. ¡Mierda! Escondió su rostro entre sus brazos ignorando la carcajada que Sehun quería soltar. Adorable.

 

—De acuerdo. Relájate y no pienses mucho en ello. Esto no dolerá nada, solo sentirás una pequeña incomodidad.-

 

Luhan tembló cuando el látex de los guantes hizo contacto con las manos de Sehun, cuando este se los colocó haciendo que resonara por toda la habitación. Trató de relajarse y pensar en cosas muy aparte de lo que estaba por suceder.

 

Sehun no queriendo incomodarlo más de lo que ya estaba, lo tomo por las caderas haciendo que este pegara un brinco. Tenía que elevar las caderas un poco, así sería todo más fácil. Luhan se dejó hacer, no tenía sentido luchar contra ello. Entre más rápido mejor.

 

Cuando todo estuvo listo, Sehun tomó un poco de lubricante con su dedo y lo aplicó cerca de la entrada del pelinegro. Tembló de nuevo. Probablemente era un efecto por lo frio que era el líquido, eso y los nervios.

 

Ambos decidieron ignorar todo y solo seguir con el procedimiento.

 

El momento había llegado. Sintió como la punta del dedo de Sehun se iba abriendo paso dentro de él, tanteando el lugar. Ok, eso no dolía, sentía una pequeña molestia pero nada de qué preocuparse. Sehun tenía los dedos largos y delgados.

 

Podía sentir como el dígito se introducía en su interior centímetro a centímetro.  Hasta que llegó al tope. Le agradecía infinitamente el que Sehun no emitiera ni una palabra, así le ahorraba el bochorno.

 

Sin poder retenerlo, un jadeo se escapó de sus labios. Cerró los ojos con fuerza y mordió su labio. Mierda. Qué vergüenza estaba pasando. Sehun solamente alzo la vista y apretó los labios tratando de no sonreír.

 

Solía pasar. Pero Luhan era un caso distinto.

 

Sehun era un médico con una ética envidiable. Las enfermeras solían amontonársele en los pasillos tratando de obtener algo de él. La ley de Sehun era “No defeques donde comes”

 

Era un terreno muy peligroso. Es por eso que le gustaba buscar a sus parejas fuera de trabajo. Hurgó un poco más en el interior de Luhan, hasta que por fin encontró por lo que estaba reunidos.

 

Todo se sentía bien ahí dentro, no tenía por qué preocuparse. Pero solo para asegurarse, o para su deleite, froto un par de veces la próstata de Luhan. Bingo. Luhan jadeo de nuevo seguidamente soltó un gemido audible cuando Sehun golpeó ese punto con su dedo.

 

¿Podría llegar a demandar al hospital por lo que estaba haciendo? ¿Acaso no sabía que esto no era parte de la rutina? Sea como sea, Luhan lo disfrutaba. Y Sehun igual.

 

Los gemidos del pelinegro se hicieron más sonoros a medidas que Sehun lo embestía con su dedo. Las arremetidas se hicieron más rápidas y fuertes, golpeando y de vez en cuando frotando la próstata del más bajo. Luhan sentía como todo su cuerpo se tensaba.

 

Estaba teniendo problemas para razonar. El placer que le estaba otorgando Sehun era mejor del que alguna vez había sentido con su mujer. ¿Eso quería decir que era gay?

 

No quería pensar en eso. No por el momento.

 

Un segundo dedo fue añadido en su recto.  A esta altura, los pantalones de Sehun apretaban como el infierno. Estaba duro con solo escuchar los gemidos de Luhan. Los dedos de Sehun siguieron follándolo por detrás de manera exquisita. Más rápido y más intenso.

 

Luhan arqueo de espalda cuando los dedos de Sehun dieron de nuevo en su próstata. El ambiente se estaba cargando de los gemidos y jadeos de Luhan, al igual de la agitada respiración de Sehun. El alto dirigió la mano que estaba en la cadera de Luhan y tomo el pene del hombre. Le dio un ligero apretón consiguiendo otro gemido de parte del pelinegro.

 

Su mano se vio por toda la longitud de Luhan, masturbándolo al mismo ritmo de sus embestidas. Un tercer dedo fue agregado haciendo que el fino cuerpo de su paciente convulsionara de placer. El rechinido de la camilla se unió a los jadeos y gemidos de Luhan.

 

Joder. Qué bien se sentía. Y ahora cómo explicaría esto. No estaba seguro si era gay. Pero era lo de menos, solo tenía mente para pensar en lo fantástico que se sentía que Sehun le prestara atención a su miembro al mismo tiempo que lo jodía con sus dedos.

 

El pecho de Luhan subía y bajaba rápidamente conforme jadeaba. El sudor de su frente había hecho que unos mechones se pegaran en ella. Una corriente atravesó su cuerpo. Unas cuantas embestidas más y se corrió.

 

Todo el líquido blanquecino quedo en la mano de Sehun y parte de la camilla. Sehun continuo embistiéndolo con sus dedos mientras Luhan se deshacía en espasmos debido a su reciente orgasmo. Sintió como la fuerza de sus piernas se desvanecía.

 

Suavemente, el doctor saco sus dedos húmedos del interior de su paciente haciendo que este soltara un jadeo. Aun podía sentir como sus pantalones seguían estando apretados. Tenía una erección y tenía que deshacerse de ella. Sin saber cómo actuar, tomo una de las toallas desechables que tenía en uno de los estantes cerca de la camilla.

 

Luhan estaba tratando de regularizar su respiración. Tenía la mente en blanco. No quería pensar en nada, no por el momento. Sintió como algo humedecía su estómago. Era su propio semen. Más abochornado que nunca. Se puso de pie rápidamente. Sus piernas aún seguían débiles debido a la actividad pasada. Tanto que casi hicieron que se cayera contra el piso.

 

Afortunadamente el Dr. Oh estaba a su lado y lo sostuvo por las caderas, pegando lo a su cuerpo. Luhan aún seguía desnudo, solo con aquella delgada bata. No era estúpido, sabía que era eso. Sehun tenía una erección y se estaba restregando contra él.

 

No sabía si tenía miedo o si estaba asustado o sólo quería continuar. ¿De verdad se estaba volviendo gay?

 

—Con cuidado—susurró el médico. Sehun mordió el lóbulo de su oreja, instintivamente Luhan cerro los ojo.-

 

A la mierda todo. Quería acabar esto. No le importaba si era o no gay. Gay o no Sehun le atraía. Y si dejaba que el medico lo cogiera, quizás podría disipar sus dudas.

 

Se dio la vuelta mientras Sehun seguía rodeándolo por la cintura. Luhan enredo sus brazos en el cuello del doctor. Sin pensarlo dos veces, se lanzó besando los labios de Sehun con gula. Este sería el mejor examen que le habían practicado en toda su jodida vida.

 

—Luhan.-

 

—Mmm—ronroneo el pelinegro.-

 

—Luhan—sintió como tironeaban de su brazo. El pelinegro entrecerró su ceño. ¿Qué estaba pasando? —¡Luhan! —cuando escucho que gritaron su nombre, abrió los ojos rápidamente.-

 

Lixiang lo miraba como si le hubiese salido otra cabeza. Observó el lugar. Podía ver los pasillos del pasillo donde se encontraba. Su hija seguía jugando con sus juguetes. La recepcionista lo miraba esperando que hiciera un movimiento. Finalmente miro a la puerta frente a él.

 

Ahí estaba el castaño mirándolo con las cejas enarcadas. Esperando una respuesta. ¿Qué mierda estaba pasando?

 

—Sr. Lu. Ya puede pasar—dijo el Dr. Oh con una sonrisa en sus labios.-

 

—S-si—con las piernas temblorosas se puso de pie. Lixiang también lo hizo tomando a su hija en brazos.-

 

—Iré con Haneul a una heladería cerca. Llámanos cuando hayas salido ¿De acuerdo? —Luhan solo asintió.  Seguía aturdido.-

 

—De acuerdo.-

 

—Ok. Nos vemos.-

 

Observó cómo su esposa e hija caminaban por el pasillo. El castaño lo esperaba en el marco de la puerta esperando que pasara. Todo había sido un sueño. Nada de eso había pasado. ¿Pero cómo es que tuvo un sueño de esa clase con un hombre que no conocía?

 

Más nervioso de lo que había estado en su sueño, camino hasta el consultorio del doctor, cuando paso a su lado, la colonia de Sehun lo dejo medio atontado. Quizás si era gay.

 

Sehun observó como el aturdido hombre se abría paso en su consultorio. Lentamente cerró la puerta con una gran sonrisa pegada en su rostro. Este sería un entretenido y caliente examen.

 

Notas finales:

No se que me pasa xD Por más que quiero escribir no me sale :'( no se si alguna vez leyeron un fic que se llamaba MY TURN TO CRY... Era mio porque lo borre, intente mejorarlo pero ni eso pude ;n;

 

Denme unos dias me desconectare del mundo en busca de inspiración -buscara porno gay y peliculas- Okno xDD quiero ver Jurassic World ;n;

 

Nos estamos leyendo!


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