Smiling for you
Minseok palpó con sus manos la suave capa de nieve que está amontonada en su jardín delantero y sonriendo se dejó caer en el pasto, disfrutando de la frescura de aquel fenómeno meteorológico que consiste en pequeños cristales de hielo. Minseok aún no logra descifrar por completo porque tiene esa fascinación por la nieve pero en realidad ya no le importa demasiado, sólo se dedica a disfrutarla tanto como el invierno dure.
El invierno está en su apogeo y Minseok rió como si de un niño pequeño se tratase. Piensa que su amor por la nieve está relacionado con su infancia y es una gran probabilidad que esa esa la razón. Recuerda que cuando tenía entre diez a quince años, en la edad que todo niño y/o adolescente desea salir a jugar con sus amigos en el trineo o hacer muñecos de nieves, enfermó de gravedad de pulmonía. Él recuerda paredes blancas y ese olorcillo particular que un hospital suele tener.
La pulmonía lo atacó y sus padres estaban preocupados por la lucha constante de cinco años contra esa enfermedad. Gracias a su pronta atención y lenta recuperación Minseok comenzó a sanar y ahora a sus veinticinco años es un hombre sano que ama juguetear en la nieve como si fuese un niño chiquito.
Aleteando sobre la nieve escuchó pisadas provocando que se detuviera para luego alzar su mirada. Un chico de complexión delgada, un pálido enfermizo y de sonrisa hermosa apareció frente a Minseok.
—Hola.-Saludó el recién llegado.
—Hey.-Asintió Minseok — ¿Eres nuevo?-preguntó —Tu cara no es familiar.
—Lo soy.-Sonrió —Me llamo Luhan.-se presentó.
—Minseok.-Y él sonrió tan ampliamente contagiado por la hermosa sonrisa de Luhan.
ʅʅ
Minseok es un tanto serio y silencioso pero con Luhan es diferente. Sonrisas y pláticas interminables es lo que son cada vez que están juntos y un sentimiento golpea contra el pecho del mayor mientras inmortaliza los recuerdos. Minseok sabe lo que es ese sentimiento aglomerándose dentro de su ser pero tiene miedo. Miedo de perder a Luhan.
El tiempo junto a él se volvió relativamente lento, sonrisas bailando todo el tiempo sobre sus labios, caricias que sonrojaban a Luhan, despedidas con promesas expresas en ellas y Minseok se enamoró un poco más del muchacho sonriente.
Ha pasado medio año desde conoció a Luhan y jamás imaginó que podría llegar amarlo como lo hacía y el miedo seguía ahí porque no quería perder a Luhan pero tampoco lo quería dejar al alcance de nadie. Sentimientos egoístas coexistían con el amor que guardaba para Luhan, y Minseok por un momento se sintió ruin y mala persona. Él quería amar a Luhan libremente.
—Minseok.-Tarareó Luhan acostado a su lado sobre la blanca nieve.
— ¿Hum?-Murmuró el mayor dirigiendo su mirada hacía el delgado muchacho.
— ¿Sabes que te amo?-Preguntó y el corazón de Minseok bombeó sangre a una velocidad impresionante. El rió porque es lo que deseaba de Luhan. Él quiere el amor de Luhan, quiere que lo ame a él.
— ¿Lo haces?-Cuestionó burlón. Ámame, quiso gritar —También te amo, Lu.
—No estás entiéndelo.-Gimoteó Luhan y Minseok se sentó.
—Estoy entendiéndolo, Lu. Sé que me amas y también yo te amo. No te enojes por burlarme.
— ¡No!-Chilló Luhan —Minseok te amo. Te amo de verdad.-sí el corazón de Minseok ya bombeaba sangre tan rápido, ahora al escuchar lo que Luhan le trató de decir prácticamente se le quería salir del pecho.
—No juegues con eso.-Siseó aún sin creerlo —Eso es jugar sucio, Luhan.
—Pero no estoy jugando, tonto.-Rió el más delgado —Te amo. Tenía que decírtelo porque el tiempo no se detiene, Minseok.-trató de creérselo, realmente quiso pero no podía así que protestaría hasta que Luhan dejara de jugar con sus sentimientos. Cuando quiso decir algo sus labios fueron apresados por otros. Minseok correspondió el beso mientras abrazaba a Luhan.
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Esto es lo que alguna vez tuvo Minseok. Él puede recordar todos los días a Luhan pero sabe que no volverá. Luhan no volverá jamás por ello el chino repetía una y otra vez que el tiempo no se detenía. Minseok no lo vio venir ni siquiera se lo imaginó. Luhan–su Luhan estaba muriéndose y él no se dio cuenta de ello hasta que Luhan recayó y no hubo pronta recuperación.
Luhan dio su último respiro sonriéndole a Minseok, como habitualmente lo hacía y cerró los ojos para no volver abrirlos. Él tiene recuerdos borrosos de esa noche en el hospital pero jamás podrá sacar de su mente que Luhan ya no está con él, que se fue para no volver y Minseok llora todas las noches por ello porque quiere de vuelta a Luhan. Él sabe que no va a volver pero continúa esperando.